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INVESTIGACIÓN1
PRACTICAS SOCIALES QUE REALIZAN LAS DIFERENTES ORGANIZACIONES A
FAVOR DEL DESARROLLO HUMANO EN JOVENES VICTIMA DEL CONFLICTO
ARMADO DE LA ZONA NORTE DE QUIBDO
considerada por los especialistas como la región más violenta del mundo, y en dicho contexto, uno
de los ejes más analizados es el referente al vínculo de los jóvenes con diversas formas de
violencia en general, diversos estudios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), del Banco
América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL), en ese mismo orden de ideas se
realiza una investigación en el tema de los jóvenes en particular, en la década de 1990 (Rodríguez,
1996), que permitió confirmar que el tema debe ser analizado desde dos perspectivas
complementarias, tomando a los jóvenes como víctimas y como victimarios, y que en ambos casos,
esenciales. Desde entonces, el conocimiento acumulado ha ido creciendo, a la par del crecimiento
de las principales aristas del problema como tal: la violencia se ha generalizado como la principal
causa de muerte entre los jóvenes en todos los países de la región (accidentes de tránsito y
exponencial, con un claro sesgo de género y de estratificación social, en la medida en que los
sociedades.
1
Instrumento realizado por: Zapata, A. y Melo, D. (2020). Instrumento descripción del problema y pregunta de
investigación
Según estudios del BM y el BID, América Latina es la región más violenta de todo el mundo, en la medida en
que su registro anual de muertes es más de dos veces mayor que en cualquier otra región del planeta. En
El problema de la violencia creciente en el continente preocupa cada vez más a la opinión pública de
casi todos los países, del mismo modo que a las respectivas autoridades de gobierno. Así lo reflejan
las encuestas de opinión pública en casi todos los casos conocidos, y los crecientes debates
efectos de disminuir o al menos controlar las preocupantes manifestaciones que más abiertamente
atentan contra los derechos humanos y hasta contra la más elemental seguridad ciudadana.
Pero lo más sintomático y preocupante es que los rostros de la violencia que estamos comentando
son por lo general muy jóvenes, tanto en su carácter de víctimas como en su papel de victimarios,
detrás de quienes siempre se identifican diversas formas de manipulación adulta. Una extensa
realizadas durante 1996 a pedido de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
estos fenómenos, ciertamente difíciles de imaginar desde una ciudad "tranquila" como Montevideo
(Rodríguez, 1996).
Por otra parte, es importante mencionar que los jóvenes mexicanos representan un poco más del
38% de las víctimas de homicidios en el país en la última década, según un informe publicado en
junio del 2012 por el banco mundial, ya que del 2008 a 2010 se triplicó la tasa de homicidio juvenil
en México. En este mismo orden de ideas se puede decir, que en el mundo cada día mueren
(VI).1 Este tipo de violencia abarca la de tipo intrafamiliar, de pareja y comunitaria, e incluye robos,
riñas y secuestros en espacios públicos. Las consecuencias de la violencia involucran lesiones que
pueden requerir atención hospitalaria, daños a la salud mental, discapacidad y muerte. Por cada
homicidio juvenil hay alrededor de 20 a 40 víctimas que reciben tratamiento hospitalario.1 En México,
durante el año 2008 murieron 13 900 personas por agresiones,2 cifra que aumentó a 25 757 en
2010, y colocó a la agresión como la séptima causa de mortalidad, con una tasa de 22.9 por cada
100 000 habitantes.3 Cabe señalar que hubo 43.7 muertes por homicidio por cada 100 000 hombres
en el país y 4.4 por cada 100 000 mujeres; la tasa más alta de muerte por homicidio se observó
entre los hombres jóvenes de 25 a 29 años, con 86.8 homicidios por cada 100 000 habitantes.
De ahí que, ante este panorama, surge la necesidad de desarrollar líneas de acción para la
relacionada con los jóvenes,15 desde una perspectiva de salud pública que incorpore la perspectiva
de género, el desarrollo y la participación comunitaria,10,11 ya que las relaciones entre los pares y
las iniciativas grupales juveniles tienen una importancia fundamental para el desarrollo tanto de las
propias vidas de los y las adolescentes y jóvenes como de sus capacidades y aportes al desarrollo
social.
Citas y referencias
Nacional: La historia de Colombia en los últimos sesenta años ha estado marcada por el conflicto
armado. En sus inicios, la desigual repartición de la tierra y la falta de espacios para participación
política dieron cabida al uso de la violencia y la lucha armada. Un método que en los años siguientes
actores políticos y armados en un contexto de lucha revolucionaria, Guerra Fría y guerra contra el
terrorismo que han ido transformando el conflicto en su razón de ser y métodos de subsistencia.
En este contexto, los grupos armados han justificado el uso de la violencia por considerarla el único
método para poder transformar la sociedad y con la intención de no permitir cambios considerados
como ilegítimos. Así pues, la fractura creada por las desigualdades, el uso de la violencia y la lucha
por el poder han marcado las dinámicas sociales y políticas que han tenido lugar en Colombia desde
que se instauró la República (S.XIX) hasta el día de hoy, cuando Colombia abre un nuevo capítulo
Por otro lado, según Jorge A. Restrepo, la violencia juvenil acaba con miles de vidas al año en
Colombia. Y daña decenas de miles de vidas más. Después de la pobreza, la violencia juvenil es,
sin lugar a dudas, el problema que más afecta la calidad de vida de los jóvenes en el país: además
de las pérdidas humanas a causa de la violencia, impone inmensos costos emocionales a los
sobrevivientes, las familias y las comunidades. Los jóvenes que viven en entornos violentos toman
decisiones más riesgosas, decisiones pensando más en el corto plazo que a largo plazo y están
distrae del desarrollo social y productivo. La presencia de violencia deteriora la calidad de vida,
genera miedo, fragmenta las comunidades, reduce las capacidades de producir, hace más costosa
la vida cotidiana y hace menos posible competir bien, conduciendo al atraso social y económico. Los
jóvenes que pasan de la agresión a la violencia el daño intencional al otro- encontrarán más difícil
Del mismo modo, en Colombia, la violencia juvenil es alta y prevalente en entornos urbanos pese a
manifestaciones. Aún peor es que la relación con la violencia de los jóvenes no es de una sola vía:
los jóvenes no sólo son víctimas directas, siendo el principal grupo demográfico en Colombia en
riesgo de sufrirla, sino que también son los principales perpetradores de la violencia. En tanto
menores de edad, muchos de estos perpetradores son también víctimas de quienes los usan y hasta
reclutan para ejercer la violencia.
Además, es importante resaltar que según informes realizado por la congresista del centro
democrático María del Rosario Guerra de la Espriella, donde dice que entre el primero de enero y
detuvo a 9.659 menores de edad, de ellos 7.114 estaban entre los 16 y 17 años, y los 2.481
Donde deja ver con claridad, los departamentos que registran mayor número de aprehensiones
entre los cuales resalta los siguientes: Cundinamarca (2.238), Antioquia (1.870), Valle (918),
Santander (669) y Atlántico (510). De los 9.659 detenidos, 2.273 fueron detenidos por el delito de
tráfico, fabricación o porte de estupefacientes; 2.439 por hurto a personas; 738 por fabricación, porte
y tráfico de armas; 711 por receptación, y 605 más por lesiones personales.
Revisando los antecedentes se observa que en 2018, el Sistema de Responsabilidad Penal para
Adolescentes (SRPA) registró el ingreso de 9.156 menores de edad por la comisión de algún delito,
de los cuales 7.960 fueron hombres y 1.197 mujeres. El rango de edad que predominó en este
registro fue el de 17 años con 3.575 casos, seguido de 16 años (2.719), 15 años (1.690), y 14 años
(872).
Así mismo la violencia juvenil es un problema de salud pública significativo que afecta diariamente
jóvenes que lastiman a otros jóvenes que no están relacionados con ellos y que pueden conocer
bien o no. La violencia juvenil puede tomar formas diferentes. Los ejemplos incluyen peleas, acoso,
amenazas con armas y violencia relacionada con pandillas. Una persona joven puede estar
Por consiguiente, el abordaje de la violencia en el país constituye un fenómeno complejo y difícil de definir
pues confluyen diversas dimensiones y factores de tipo social, económico, político y cultural que afectan
tanto a individuos, a grupos humanos como al conjunto de la sociedad. Frente a esta apreciación del
generalización, la complejidad y la degradación de los últimos años, Colombia vive hoy una situación de
violencia generalizada. Las distintas formas violentas física, psicológica, privación o negligencia, sexual, se
manifiestan en diferentes escenarios e involucran a distintos actores, esto es, los hechos violentos pueden
presentarse en distintos ámbitos de la vida privada o pública y en variadas condiciones de relación política,
contra los niños en Colombia, se continúa en proceso de estudio, revisión de las estrategias de abordaje y sus
https://congresovisible.uniandes.edu.co/agora/post/el-fenomeno-de-la-delincuencia-
juvenil/10387/
https://www.cerac.org.co/assets/pdf/Libro_Violencia_Juvenil_PrimeraParte.pdf
https://www.cdc.gov/violenceprevention/youthviolence/spanish/index.html
Regional: El Departamento del Chocó, ha sido uno de los más afectados por todas las formas de
violencia en el marco del conflicto armado, ello unido a las débiles acciones por parte de los Entes
colectivos de dicha población, por lo que se ha relegado al abandono al Departamento que como
componente étnico cuenta con una población 80% Negra, 16% Indígena (Embera, Katios, Chami,
Wounaan y Tules) y 4% Mestiza (DANE, 2005). así mismo, estas comunidades indígenas y afro
descendientes víctimas del conflicto armado que habitan en el departamento del Chocó, afrontan
condiciones precarias de vida con limitadas garantías para el goce efectivo de sus derechos, pues
asentamiento en sitios de alto valor estratégico del interés de actores tanto, legales como ilegales.
de rehenes, reclutamiento forzado de NNA, ataques contra la población civil, restricciones al paso de
antipersonal.
Los anteriores párrafos evidencian la gravedad de la situación que enfrentan los sujetos étnicos en
el departamento de Chocó y las distintas manifestaciones del conflicto armado entre las cuales se
resumen: los altos índices de la violencia rural y urbana asociada a una lucha por el control
territorial, la persistencia del conflicto armado en los territorios ancestrales; de ahí que el impacto
desproporcionado que sobre los grupos étnicos ha dejado el conflicto armado, se traduce en una serie de
afectaciones diferenciales que están poniendo en riesgo la pervivencia física y cultural de los pueblos
indígenas y comunidades afrocolombianas del Chocó dadas las gravísimas violaciones de sus derechos
Por otra parte, El departamento del Chocó, es un territorio étnico, cuenta con 30 municipios y una población
aproximada de 495.171 habitantes, según la proyección DANE a 2014 (DANE, 2014). El 96% de la superficie
departamental está constituida por territorios colectivos de comunidades negras y resguardos de pueblos
indígenas Embera, (Katíos, chamí y dobidá) Wounaan y Tule. El 4% restante es habitado por población
campesina mestiza. Hasta el momento se han constituido 59 Consejos Comunitarios Mayores y 120
Resguardos Indígenas (Ministerio del Interior, 2014). Próximamente INCODER entregará resolución de
conformación del resguardo el Dieciocho en el municipio del Carmen de Atrato. Posteriormente, Para el caso
del Chocó, la crisis humanitaria que viven los pueblos ancestrales es estructural, debido principalmente a los
intereses políticos y económicos que históricamente han existido sobre el territorio, sumado a la acción de los
grupos armados ilegales, que ha sumido a la población en la marginalidad y la discriminación.
En concordancia con lo anterior, Choco esta mayormente habitado por comunidades afrodescendientes e
indígenas Embera y Wounaan que en el marco del conflicto armado son los más afectados por la constante
presencia de grupos armados ilegales pero que a su vez están formando parte de un tratamiento de
negociación política hacia la paz bajo la estructura de sus derechos como comunidades étnico-territoriales y
amparados por las leyes 70 de 1993 y ley 89 de 189015. En el periodo actual, aproximadamente el 82% de las
víctimas por desplazamientos son indígenas y el 17% afrocolombianos. Por otra parte, en cuanto a
Algo más que añadir a este tema, es que en 2018 se identificó el reclutamiento forzado como uno de los
hechos victimizantes que más afecta al Chocó11; la invisibilización del reclutamiento de menores es una de
las principales causas que agudiza este fenómeno; se identifican como causas relevantes del reclutamiento la
normalización de este fenómeno y las estrategias que utilizan los actores armados para el enrolamiento de
menores. A partir de esto, se registraron para el año 2018, 26 casos de reclutamiento forzado por parte del
ELN a menores de edad, concentrados en los municipios de Tadó y Bojayá12. Por otra parte, existe una gran
necesidad en materia de protección, ya que se ha identificado que la ausencia de este sector es una de las
principales causas de esta problemática. De igual manera, se requiere una intervención urgente desde la
institucionalidad debido a que la falta de actividades de uso de tiempo libre es también afecta de manera
Citas y referencias
https://www.defensoria.gov.co/public/pdf/crisisHumanitariaChoco.pdf
https://www.refworld.org.es/pdfid/5d0ab6944.pdf
Local: La violencia que vivimos ahora en Quibdó es resultado de años de crisis al interior de la
familia, la educación, la sociedad como un todo, en la cual la pobreza, la falta de oportunidades, los
medios de comunicación, la inequidad social, la corrupción y factores externos como el tráfico de
estupefacientes, guerrilla y bandas criminales han logrado un modelo de sociedad en la cual los
violencia e inseguridad ha desbordado los temidos barrios del norte de la capital del Chocó, por lo
que la diócesis alerta de la situación “dramática” que vive la población. En la capital del Chocó
Quibdó crecen los asesinatos, sobre todo entre menores de 30 años. Los grupos armados, que
Estado aumentó la presencia de la fuerza pública, pero no la necesaria inversión social; puesto que
a diario se ve cómo la violencia urbana se lleva a los más jóvenes en Quibdó. Los amigos del barrio,
los hijos de los vecinos, algunos excompañeros de estudio, esta es una situación que limita el
desarrollo de la ciudad y genera desplazamiento interno que divide a la familia. Por otra parte, existe
una disputa entre los diferentes barrios periféricos de la zona norte de Quibdó por el llamado
territorio. De ahí que el año pasado fue un año muy violento para Quibdó, una capital con al menos
130.886 habitantes, según el Dane. Creció el control de los grupos armados en varios barrios y
Operativo de la Policía Nacional -SIEDCO-, entre 2017 y 2019, la Cifra de muertes violentas no
superó el centenar de casos; pero el número llegó a 151 en 2020. Y las principales víctimas fueron
los jóvenes: el 54 % de los Quibdoseños asesinados el año pasado son menores de 30 años. La
violencia se ensañó con ellos. Pero denunciar es una opción riesgosa, pues abundan las
intimidaciones, como las que han recibido los líderes de las organizaciones sociales y comunitarias.
Así mismo en los medios locales abunda el silencio y escasean las noticias sobre violencia urbana.
Y desde luego, qué la zona norte de la cuidad de Quibdó, no ha sido la excepción, ya que está
conformada por diferentes receptores de la población desplazada que llega a esta localidad;
trayendo consigo una series de acontecimientos tales como: el desempleo, el micro-tráfico y la falta
de oportunidad para los jóvenes, convirtiéndose así en un grave problema social; y es así que hoy
pandillas, el incremento en las lesiones personales con armas de fuego, los habitantes de este
barrio viven bajo el miedo y la zozobra, debido a la alta tasa de homicidios que se presentan en este
De acuerdo a las investigaciones y el testimonio de diferentes líderes, manifiestan qué las causas
del problema de la violencia en este sector no tienen un solo origen, dicen que una de las causas
evidentes es la presencia de grupos armados. “Hay una disputa por los territorios entre el Clan del
Golfo y un grupo que se hace llamar ‘Fuerzas Armadas Mexicanas’”, manifiestan que hay tres
grupos más los cuales son Los Palmeños, Los Locos y Los Rapados, consideradas también como
delincuencia común por las autoridades. Dicen que estos cinco grupos se disputan el territorio y son
Posteriormente, El año pasado fue violento para Quibdó, una capital con al menos 120.679
habitantes, según el Dane. Creció el control de los grupos armados en varios barrios y zonas
la Policía Nacional -SIEDCO-, entre 2017 y 2019, la cifra de muertes violentas no superó el centenar
de casos; pero el número llegó a 151 en 2020. Y las principales víctimas fueron los jóvenes: el 54 %
de los Quibdoseños asesinados el año pasado son menores de 30 años. La violencia se ensañó con
ellos.
Se debe agregar que “Son jóvenes matando a jóvenes”, dijo un miembro de la Diócesis de Quibdó
que pidió no revelar su identidad, pues ha recibido amenazas. “Por mi trabajo y el tiempo que llevo
acá, he visto crecer a chicos que luego terminan en la criminalidad o víctimas de la violencia
urbana”, contó. Un líder juvenil, vinculado a procesos sociales desde hace 12 años en Quibdó,
añadió que los adolescentes están siendo violentados, reclutados, estigmatizados por vivir en
cifra aumentó a 66. En 2012 y 2013 el número subió a 99; luego se redujo a 76 en 2014 y a 75 en
2015. Para 2016, la cifra creció hasta 114 y los años siguientes no superó los tres dígitos (en 2017 y
2018 se reportaron 93 casos, en 2019 hubo 91). Pero en 2020 se disparó hasta los 151 asesinatos.
Finalmente, se concluye que el abandono estatal es evidente en estas comunidades, ya que las
condiciones de vida son precarias, no se cuenta con los servicios básicos, la mayoría de los hogares
están conformados por madres cabeza de familia víctimas del conflicto armado, que durante años
ha vivido nuestro país, ya que producto de esta violencia son mujeres viudas, quienes tienen que
salir a realizar trabajos informales como la venta de pescado, plátano, frutas o la minería para poder
llevar el sustento al hogar dejando a sus hijos a merced de los grupos delincuenciales. Es evidente
que la falta de empleo, salud, vivienda, educación y servicios públicos, son factores que facilitan el
las zonas de vida de bosque muy húmedo tropical (bmh – T) y bosque pluvial tropical (pb-
T). Los cuales se caracterizan por altas precipitaciones y temperaturas superiores a 24°C.
El municipio de Quibdó presenta tres unidades climáticas: Cálido súper húmedo (Cs), con
una extensión aproximada de 275.000 Ha, equivalentes al 82,39 % del territorio, en donde
se localizan todos los centros poblados del municipio. Medio súper húmedo (Mh), con
Bebaramá. Muy frío y frío húmedo y perhumedo (Fh), 11.250 Ha. Equivalentes al 3,38%, en este
sector no se encuentran poblaciones. Este municipio, Tiene un área de 3337,5 km2 y una población
de 97.714 habitantes, la cual representa el 32% del total del departamento. El 65% se encuentran en
el área urbana. La cabecera municipal Quibdó, se encuentra a 5°41´13´´ de latitud norte y 76°39´40
´´ de longitud este, respecto al meridiano de Greenwich; se encuentra entre 43 y 53 m.s.n.m. y tiene
Pregunta de investigación