Aunque la hidroterapia es una modalidad de tratamiento relativamente segura, su
empleo está contraindicado en determinadas circunstancias y debe aplicarse con precaución en otras. CONTRAINDICACIONES GENERALES DE LA HIDROTERAPIA DE LA HIDROTERAPIA Cardiopatías severas. Procesos infecciosos e inflamatorios agudos. Tuberculosis. Descompensación de procesos metabólicos y endocrinos. Enfermedad terminal. Inflamaciones urogenitales. Dermatosis agudas y transmisibles. Heridas abiertas. Micosis superficiales. Incontinencia esfinteriana. Fobia severa al agua. Estados febriles Insuficiencia circulatoria. Insuficiencias orgánicas graves o en períodos de descompensación. Diabetes mal controlada delírium o síndrome confusional agudo Hipertensión arterial mal controlada. Epilepsia Pacientes con traqueotomías, o portadoras de sonda nasogástrica No es útil para hacer trabajos de reeducación articular de tipo analítica. Esto quiere decir que no tiene gran valor, cuando es necesaria una movilización circunscrita a un plano o movimiento monoarticular específico. Por el contrario, cuando interesa movilizar varias articulaciones dentro de un patrón global de movimiento (reeducación articular de tipo funcional), sí es de mucha utilidad. CONTRAINDICACIONES Para el uso de formas de hidroterapia con inmersión local Maceración alrededor de una herida La hidroterapia por inmersión está contraindicada cuando hay maceración de la piel intacta alrededor de la herida, porque es probable que la maceración aumente y, por tanto, se incremente el tamaño de la herida. o Se debe: Inspeccionar la piel de alrededor de la herida en busca de signos de maceración, como palidez u otros indicios precoces de grietas. Cuando existe maceración alrededor de una herida y son deseables los beneficios de la limpieza mediante hidroterapia, se deben emplear técnicas sin inmersión para no empapar de forma excesiva ni prolongada los tejidos macerados. Hemorragia La hidroterapia de inmersión no debe aplicarse si hay sangrado en o cerca de la zona considerada para el tratamiento, porque puede incrementar la hemorragia al potenciar la circulación venosa como consecuencia de la presión hidrostática, y puede aumentar la circulación arterial por la dilatación si se utiliza agua templada o caliente. o Se debe valorar:
• Buscar hemorragia en la zona considerada para el tratamiento o en las proximidades
de dicha zona. • Si la hemorragia es leve y se decide que no es peligrosa para el paciente, se puede utilizar hidroterapia sin inmersión. Para el uso de hidroterapia de inmersión del cuerpo entero Inestabilidad cardíaca La inmersión del cuerpo entero está contraindicada en casos de inestabilidad cardíaca, tales como hipertensión o insuficiencia cardíaca no controladas, ya que en estas circunstancias puede que el corazón no sea capaz de adaptarse de forma adecuada y suficiente en respuesta a los cambios circulatorios producidos por la hidroterapia para mantenerla homeostasis cardíaca. o Se debe: Comprobar con el médico del paciente y revisar la gráfica del paciente para determinar si existe cualquier tipo de inestabilidad cardíaca. También hay que monitorizar la frecuencia cardíaca y la presión arterial durante y después de la inmersión en todos los pacientes con antecedentes de problemas cardíacos.
Patologías infecciosas que pueden diseminarse por el agua
Los pacientes con enfermedades infecciosas que son susceptibles de diseminarse por el agua no deben utilizar ningún tipo de hidroterapia donde el agua no se cambie entre las sesiones. Por tanto, dichos pacientes no deben utilizar la piscina para la inmersión del cuerpo entero, pero pueden utilizar un tanque de Hubbard, donde el agua se cambia entre las sesiones de tratamiento. Las patologías infecciosas que se pueden transmitir por el agua son infecciones del tracto urinario, la tiña del pie, las verrugas plantares y las infecciones de heridas abiertas. o Preguntar al paciente: ¿Tiene infecciones del tracto urinario, pie de atleta, verrugas plantares o alguna herida abierta? Es más eficaz presentar estas preguntas en algún cuestionario por escrito que se reparte a todos los pacientes antes de realizar actividades en la piscina. Incontinencia intestinal Los pacientes con incontinencia intestinal no deben sumergirse en el agua que vaya a ser utilizada por otros pacientes. En pacientes con incontinencia intestinal y heridas abiertas, hay que tener cuidado para evitar que se contamine el agua que se utiliza para la hidroterapia con bacterias de las heces del propio paciente, y por tanto la herida. o Se debe Valorar: Valorar la gráfica del paciente por si hace alguna referencia a incontinencia intestinal. Se recomiendan formas de hidroterapia sin inmersión para el tratamiento de heridas abiertas de pacientes con incontinencia intestinal. Epilepsia grave La hidroterapia por inmersión del cuerpo entero no debe aplicarse en pacientes con epilepsia grave, ya que presentan mayor riesgo de ahogarse. Pacientes suicidas La hidroterapia por inmersión del cuerpo entero no debe aplicarse tampoco en pacientes suicidas, ya que presentan mayor riesgo de ahogarse. Para el uso del tratamiento de las heridas con presión negativa Tejido necrótico El tratamiento con presión negativa debe utilizarse sólo después de que la herida esté limpia y libre de tejido necrótico y escaras, de manera que pueda favorecer la cicatrización de tejidos potencialmente viables. o Se debe: Examinar el lecho de la herida en busca de tejido necrótico y desbridar tanto como sea posible antes de tratar la herida con presión negativa. Osteomielitis no tratada El tratamiento para heridas con presión negativa no se debe aplicar en una zona de osteomielitis no tratada, porque este tratamiento puede favorecer el crecimiento de partes blandas sobre el hueso infectado. o Se debe: Examinar todas las heridas por si hay hueso expuesto. Si existe hueso expuesto, el médico debe completar la valoración de la osteonecrosis antes de aplicar la presión negativa sobre la herida. Neoplasias Como el tratamiento con presión negativa puede favorecer el crecimiento de cualquier tejido, incluyendo el tejido tumoral, no se debe aplicar en ninguna zona de neoplasia. Malnutrición no tratada Las heridas requieren una nutrición adecuada para obtener la energía y los sustratos necesarios para la cicatrización. Por tanto, es necesario tratar la malnutrición antes de iniciar el tratamiento con presión negativa de las heridas. o Se debe: Solicitar la valoración por parte de un nutricionista antes de iniciar el tratamiento con presión negativa para las heridas. Arterias, venas, nervios, focos anastomóticos u órganos expuestos Se recomienda no aplicar esta intervención en estas zonas, ya que la fuerza de la presión negativa puede lesionar las arterias, venas, nervios, focos anastomóticos u órganos expuestos. Fístulas no entéricas e inexploradas La aplicación del tratamiento de presión negativa para las heridas sobre una fístula puede provocar lesiones y pérdida excesiva de líquido. El médico debe realizar una exploración detallada de la fístula para determinar si es adecuada la aplicación del tratamiento de presión negativa. En ocasiones, el tratamiento con presión negativa se puede aplicar a fístulas entéricas (intestinales). o Se debe: Examinar el lecho de la herida por si hay arterias, venas u órganos expuestos.