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D N° 137
En este trabajo nos proponemos indagar acerca del recorrido que llevó adelante la
Dirección de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social desde su creación en 1948 y
las transformaciones operadas en ella para la consolidación de lo que conocemos
actualmente como Equipos de Orientación Escolar (EOE). El acercamiento propuesto
no pretende contemplar las prácticas y representaciones de los trabajadores de la
educación ya que espera abordarse en trabajos futuros.
De esta manera, vamos a encontrar cinco etapas, en las cuales van mutando y
transformándose las orientaciones políticas e ideológicos sobre -como conocemos
actualmente- la Dirección de Psicología Comunitaria y Pedagogía Social. Algunos de
los rasgos que trabajamos son el tipo de intervenciones que están impulsando en el
nivel primario, la función de la escuela en la realidad y su sistema productivo, como así
también de manera decide introducirse al territorio escolástico.
La mano de obra calificada necesitaba una escuela que proponga una mayor formación
y profesionalización, dado estas necesidades puede ubicarse la creación del Instituto
de Orientación Profesional en 1948. El Instituto pasa a ser la primera política social por
parte del gobierno para consolidar y construir lo que actualmente conocemos como la
Dirección que organiza el trabajo de los Equipos de Orientación Escolar.
1
http://servicios.abc.gov.ar/lainstitucion/sistemaeducativo/psicologiaase/default.cfm
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Ídem
escuela a partir del rol de asistente social. En este mismo año también se crea el rol del
asistente educacional, de esta manera la Dirección introduce por primera vez con
trabajo fijo a personal especializado para la escuela primaria.
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Ídem
A (Corrosa, López y Monticelli, 2006). En el Documento Nº 3/614 explicitaba que estos
grados funcionaba dentro de la escuela común pero que, paralelamente, incorporaba a
niños y niñas con problemas de aprendizaje, suponiendo que existía una dificultad de
índole intelectual, emocional y/o social por lo que requería una tarea “correctiva”. En
este momento su accionar estaba marcado por un modelo clínico, que hace atención a
los aspectos individuales de la intervención. En términos generales enfatiza en los
aspectos psicopedagógicos, centrándose en las dificultades de les estudiantes, el
tratamiento y la rehabilitación. Las niñas y niños son tomados en cuenta como el origen
del problema, siendo la práctica dominante la de atender a aquellos estudiantes que
presentaba dificultades de adaptación o de aprendizaje a la propuesta escolar. Los
trabajos de investigación de Erausquin, Denegri y Michele (2017) señalan que
históricamente la psicología educacional se ha caracterizado por la preocupación de las
diferencias individuales, la elaboración de diagnósticos y el tratamiento de aquellos
estudiantes que presentaban problemas escolares. Agregan las autoras que los equipos
interdisciplinarios surgieron por un lado a la educación especial y la formación de grupos
paralelos, y en segundo lugar con la incorporación masiva de alumnos y alumnas al
sistema común.
Munin (1991) marca la década del 60 como la etapa de mayor crecimiento, tanto
cuantitativamente como cualitativamente por la producción científico-técnica lograda y
difundida a través de publicaciones escritas y trabajos de investigación. Este crecimiento
puede vincularse que durante el período 1966 – 1973 se agudizo la confianza en el
papel de la educación en el crecimiento económico y a los gobiernos adhirieron a
estrategias de expansión de los sistemas educativos (Braslavsky, 1983). En estos años
se forma a personal docente por fuera de la Dirección (Universidades o Institutos
Superiores) ya que anteriormente los docentes que se seleccionaban para trabajar eran
formados en el Instituto de Psicología Educativa y el Instituto de Orientación Profesional.
Entre los años 1968 y 1972 la Dirección comienza a establecer líneas de trabajo y
acciones para erradicar el analfabetismo y la repitencia. Desde los inicios de la Dirección
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Dirección General de Cultura y Educación, Dirección de Psicología y ASE, La Plata (1961) en Carrosa,
López y Monticelli, 2006.
en 1948 hasta 1973 podemos decir que el trabajo en los Equipos de Apoyo a las
instituciones educativas fue participar en diagnósticos sobre les niñes, tabular sus datos
estadísticos, formar el Grado A y asesorar.
Los Equipos de Apoyo a través del trabajo de les asistentes educacionales y sociales
centraron su mirada en el individuo por fuera de su espacio de socialización. La mirada
de este enfoque es atribuida a que les Asistentes poseen un conocimiento especializado
que pareciera diferente y difícilmente compartido por el resto de les docentes de la
escuela, ya que se formaba en otro espacio, como era la Dirección. Este saber llega a
mostrarse como jerárquicamente superior al de quienes implementaban la enseñanza,
familia o estudiantes, debido a que el Equipo de apoyo eran quienes diagnosticaban a
les niñes. La jerarquía establecida por el saber específico establece una relación de
poder entre los propios trabajadores de la educación y a su vez con las familias. El poder
ocupa una relación arbitraria entre la comunidad educativa; y para ejercerlo, se emplean
técnicas, diagnósticos, procedimientos de dominación, y sistemas para obtener la
obediencia y disciplinamiento sobre los cuerpos (Foucault, 2009). El diagnóstico influye
sobre las tareas a realizar por la familia, docentes y niñes ya que le son atribuidos
funcionamientos para revertir el problema que detecta el Equipo de Apoyo, un caso
gráfico será el establecimiento del Grado A en donde algunos estudiantes tendrán una
formación paralela a sus pares.
SEGUNDA ETAPA
En la década del 60 se hizo hincapié que la educación tenía como objetivo servir al
desarrollo económico, pero comenzó a ser criticado por el peronismo antes de que
asuman al poder en 1973. Una vez que triunfa en el poder el sector peronista, comienza
a desarrollar lo que se conoce como el Plan Trienal para la Reconstrucción y Liberación
Nacional. En Tedesco (1983) caracteriza el gobierno de 1973 a 1976 por su escaso
grado de coherencia interna y consistencia programática, pero que es posible identificar
algunos aspectos hegemónicos dentro de su propuesta educativa en el contenido del
Plan Trienal.
En este sentido, Tedesco (1983) trabaja sobre los rasgos de la propuesta educativa de
nuestra segunda etapa época. En los siguientes ítems nos propondremos hacer un
abordaje por dichos rasgos, pero en relación a la política educativa asumida por la
Dirección.
D) Por último, se otorgaba un fuerte peso a las demandas sociales en la explicación del
crecimiento de la matrícula; por lo tanto, se asignaba a la educación, antes que un papel
económico, un papel socialmente diferenciador. Así, el Plan Trienal proponía: “la
educación ha sido durante siglos un método de selección y de exclusión de grupos
sociales; en el futuro debe ser un proceso de integración de nuevas y postergadas
categorías sociales, que se incorporarán al trabajo efectivo y a los poderes de decisión"5.
En consecuencia, a diferencia de la década anterior, la expansión del sistema educativo
se explicaba en clave democratizadora más que en el sentido de dependencia al sistema
productivo y económico.
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http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL006305.pdf
De este modo, se trabajo en la democratización del acceso y en las prácticas
pedagógicas. En el año 1975 se implementa un nuevo plan curricular para el primer ciclo
de la escuela primaria, en donde se quita la gradualidad para considerar la
heterogeneidad en la población escolar. En cuanto al Grado A queda suspendido, que
según Corrosa, López y Monticelli (2006) se debía por su papel discriminatorio y la
intervención de los Equipos de Apoyo estaba dirigida a diagnosticar y orientar sobre la
problemática educativa, no obstante, aparece por primera vez la intervención pensada
desde lo comunitario.
En lo que representa la idea de trabajo comunitario, Massa () nos introduce que este
modo de intervención del Estado aparece fuertemente en los años 60 del Siglo XX. Esta
mirada sostiene una mirada idealizada de “la comunidad” en sí misma o de los “recursos
endógenos” que tiene, ubicando en la comunidad la posibilidad de organizarse con el
debido asesoramiento técnico que ofrece el Estado. Es el propio esfuerzo de los
“ciudadanos” que habitan el territorio el que habilita resolver las diversas situaciones.
TERCERA ETAPA
En esta etapa nos interesa puntualizar sobre el segundo objetivo, ya que se hace
evidente la modificación del papel que el Estado se asigna para sí en la función
educativa. Uno de los aspectos fundantes de esta etapa es que en la búsqueda de
desarticular el Estado Benefactor se evidenció el principio de subsidiaridad del Estado
en la prestación -no así́ en el control ideológico- de los servicios educativos (Braslavsky,
1983). En términos generales puede decirse que se generaron los primeros pasos hacía
una subsidiaridad financiero-administrativa del Estado Nacional, sobre todo en los
niveles pre-primario, primario y superior universitario.
El período que inicia el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976 es referenciado como
la etapa negra para la Argentina, y en particular, para la Dirección ya que se producen
serios retrocesos y un desmantelamiento de la estructura organizativa. La dictadura
comenzó con la perdida de personal que ya había formado la Dirección cuando se
transforma la jornada laboral de 4 a 6 horas y se ajusta el salario un 50% (Corrosa,
López y Monticelli, 2006). Asimismo, el desmantelamiento avanzó por quitar la labor de
las asesorías y el trabajo técnico para pasar a actividades especiales en pequeñas
comisiones. De este modo se focaliza la intervención de la Dirección a temas específicos
que el gobierno de facto consideraba necesario.
Martín y Sole (2011 en, Erausquin, Denegri y Michele 2017) refieren que asumir una
concepción del aprendizaje como proceso individual puede conducir que las dificultades
encontradas en la escuela se deban a carencias de los individuos y promuevan una
intervención centrada únicamente en el sujeto. Dicha concepción del aprendizaje se
articula con el modelo clínico médico asistencial de la intervención que fundo la
Dirección y que asumió el último gobierno de facto.
CUARTA ETAPA
En esta década los documentos de apoyo y circulares que recopilaron Corrosa, López
y Monticelli (2006) destacan la importancia de la familia y comunidad para pensar el
hecho educativo. Aparece por primera vez la idea de que el Equipo ocupa un lugar como
rama de apoyo en el Proyecto Educativo Institucional de cada escuela.
El curso nacional que se inaugura con el cambio presidencial del año 1989 puede
entenderse como el producto de la concentración de la propiedad y la riqueza, la
proletarización y el empobrecimiento de grandes masas de la población; e incremento
de la productividad del trabajo y de la riqueza generada por éste (Iñigo Carrera y
Cotarelo, 1987). En esta etapa, la crisis se hizo presente con la escalada híper
inflacionaria que devastó el nivel de consumo de los salarios y de la moneda nacional.
En este marco, el clima social y político fue de alta inestabilidad, dado que Alfonsín
renunciaba y anticipaba el traspaso de su mandato.
6
Para un análisis exhaustivo de este proceso revisar en a VIOR, S; RODRÍGUEZ, L. (2012). La privatización
de la educación argentina: un largo proceso de expansión y naturalización”. Revista Pro-posiçóes.
Revista Quadrimestral da Faculdade de Educaçào. UniCamp. V 23, n° 2 (68), maio/ago.
educadores como empleados evaluados según su “eficiencia” y
“rendimiento”.7
El gobierno de Menem impulsó tres leyes que reestructuraron el sistema educativo: Ley
de Transferencia de los Servicios nacionales de educación media y superior no
universitaria a las jurisdicciones (Ley 24.049/92), Ley Federal de Educación (24.195/93),
y Ley de Educación Superior (25.521/95). La primera medida del gobierno menemista
es transferir las escuelas de nivel secundario y las instituciones de formación superior
no universitaria por medio de la Ley 24.049/92. La Ley Federal de Educación (24.195)
incorporó en su composición el lenguaje y las acciones propias del neoliberalismo,
expresando este tipo de políticas la oposición a la concepción de la principalidad del
Estado en la educación. De este modo, promueve un Estado subsidiario o mínimo que
delega en grupos o en sujetos particulares la tarea del sostenimiento de la educación
(Blanco y Cabrera, 2019).
En la misma sintonía que a nivel nacional, pero entre los años 1992 y 1993, durante el
primer gobierno de Duhalde, la provincia de Buenos Aires comienza a desarrollar
modificaciones en la Dirección de Escuelas y Cultura, una de ellas que atañe a la
Dirección, donde se modifica el nombre de Gabinete o Equipo Psicopedagógico Social
(EPS) para denominarse Equipo de Orientación Escolar (Corrosa, López y Monticelli,
2006). Este cambio es consecuencia de la transformación en el enfoque, fines y
objetivos, ya que se elaboran una serie de comunicaciones y resoluciones en búsqueda
de sistematizar y encuadrar su cambio de paradigma que sustentan las prácticas
profesionales de los trabajadores de la educación en los Equipos de Orientación Escolar
(EOE)8. En el año 1994 se sanciona la Ley Provincial de Educación (Nº 11612) con los
objetivos para la Dirección de que participen los EOE: en el Diagnóstico Institucional, en
la prevención y asistencia desde lo psicopedagógico social las dificultades y/o
situaciones que afectan el aprendizaje y adaptación escolar y en el fortalecimiento y
7
Vior, S; Rodríguez, L. (2012). La privatización de la educación argentina: un largo proceso de expansión
y naturalización”. Revista Pro-posiçóes. Revista Quadrimestral da Faculdade de Educaçào. UniCamp. V 23,
n° 2 (68), maio/ago.
8
Podemos encontrarlo en la comunicación 04/2009 y en el siguiente link:
http://servicios2.abc.gov.ar/lainstitucion/sistemaeducativo/psicologiaase/65_aniversario/descargas/65.
pdf
creación de vínculos intra, inter y extra institucionales. Como consecuencia de estos
objetivos se impulsó la creación del Orientador Social Referente Distrital (O.S.R.D) y la
Red Interinstitucional Escuela Comunidad (R.I.E.C) que fortalecería el trabajo del
anterior rol. Les autores Corrosa, López y Monticelli (2006) destacan durante el período
menemista dos gestiones de la Dirección, una a cargo de Lydia Pallavicini – 1991 a
1993 – en donde la función del Equipo es pedagógica, buscando que este aporte desde
el trabajo interdisciplinario al proceso educativo que se encuentra atravesado por “lo
social”. Una segunda gestión de la Dirección a cargo de Couso – 1994 a 1999 – en
donde el Equipo de Orientación Escolar tenía la tarea de garantizar la implementación
de reciente Ley Federal de Educación.
QUINTA ETAPA
Por lo que se refiere en educación durante el Siglo XXI, nos adentramos habiendo
naturalizado las reformas impulsadas por los gobiernos neoliberales que, igualmente,
introdujeron cambios en la intervención del Estado – Nación en las escuelas públicas
de la mano de un discurso progresista y de medidas que reclamaban las grandes
movilizaciones (Migliavacca; Remolgao y Urricelqui, 2015). Así, encontramos la Ley de
Protección Integral de los Derechos de las niñas, niños y adolescentes (2005), Ley de
Educación Nacional (2006), la Ley de Educación Sexual Integral (2006), la Ley de
Promoción y Protección Integral de los Derechos de los niños (Ley 13.298) y la Ley
Provincial de Educación (Ley 13.788) en donde la preocupación se centra por ubicar al
niño y niña como “sujeto de derecho”.
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Los nombres de los establecimientos educativos serán modificados por la Ley de Educacional Nacional
(Nº 26.206) y la Ley de Educacional Provincial (Nº 13.688)
intersectorial, donde la articulación entre los agentes educativos, las familias y la
comunidad debe orientarse a la defensa y promoción de derechos.
El segundo momento se ubica posterior al inicio de la segunda década del siglo XXI, ya
que se desarrollo un perfil ambiguo y contradictorio de les trabajadores de los EOE. Se
retoma la idea de que les orientadores que realizan su trabajo a partir de la demanda o
problemas que emergen, a la misma vez que se le requiere democratizar las
instituciones educativas. El EOE pierde paulatinamente su rol de “articulador” bajo el
enfoque preventivo para procesar y asumir la “demanda”, tanto de sus compañeres de
trabajo, como de la comunidad educativa y del territorio en el que se encuentra insertada
la institución. Este aspecto pueda rastrearse la falta de creación de cargos para cada
escuela, como así también una coyuntura en la que comienza a crecer los niveles de
pauperización y la escuela se torna como el interlocutor del Estado en la zona que se
encuentra inserta. Destacamos la falta de creación de orientadores para escuelas que
no contaban con EOE porque comienza a darse un proceso asiduamente que es el de
las solicitudes de “colaboración” por parte de Inspección, es decir, que un Equipo preste
servicio a otra institución educativa del nivel que no posea Equipos.
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http://sutebaseccionallaplata.blogspot.com/2015/
11
Disposición 41/2008
http://www.abc.gov.ar/psicologia/sites/default/files/documentos/disposicion_41-
08_pautas_para_la_extension_de_los_equipos_distritales.pdf
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Ídem
La flexibilización del trabajo docente en la escuela, puede leerse desde distintas
perspectivas analíticas en torno al territorio. Una de ella se inscribe en comprender que
el territorio como ámbito de intervención del Estado. En el desarrollo conceptual de esta
se desprende la comprensión del territorio como el lugar en donde se combinan la
dimensión espacial (espacio geográfico), la dimensión social (a partir de las relaciones
de las personas o grupos) y la dimensión simbólica, que se relaciona a las
presentaciones en torno a lo anterior y muestra un aspecto especifico del territorio, que
es la territorialidad (Massa, S/N). Desde esta concepción del Estado, en donde hace de
ordenador y organizador de “lo social” se desglosan diversos matices, haciéndose
presente en el proceso de desarmar del EOE la construida bajo el nombre de “desarrollo
local” como consecuencia de las reformas de la década de los 90 cuando se reconvierte
las funciones del Estado y se re direccionan sus intervenciones de la mano de la
focalización de las políticas sociales y su descentralización (Massa, S/N).
En las reflexiones sobre las condiciones de empleo y ejercicio profesional del Trabajo
Social en el ámbito de la provincia de Buenos Aires escritas por Mallardi, Martínez Reina
y González (2015) señalan con preocupación la flexibilización del trabajo docente en los
EOE. El trabajo en dos instituciones educativas en el marco de un cargo obstaculiza la
realización de procesos de intervención situada, teniendo en cuenta la necesidad de
darle continuidad a las situaciones problemáticas presentes. En términos de los autores
podemos decir que
“Con este mecanismo, se promueve una intervención superficial, puntual
e inmediatista, en tanto la presencia profesional en el establecimiento
está garantizada dos veces a la semana, en algunos casos en turnos
alternados, impidiendo la presencia in situ necesaria. Esta condición
objetiva es un determinante central para los procesos de intervención,
sobrecargando y transfiriendo responsabilidades a los/as trabajadores,
que deben buscar la forma de garantizar la continuidad de las acciones,
aunque eso implique afectar horario extralaboral”.
La Resolución Nº 1736 deja en claro que los Equipos de Orientación Escolar dejan de
pertenecer a la POF14 de los Establecimientos, transformándolos en Equipos de
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https://www.anred.org/2018/07/12/exigimos-un-equipo-de-orientacion-escolar-para-cada-escuela/
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La POF es la Planta Orgánico Funcional de una escuela
Orientación Escolar Distrital. Igualmente, esta medida no paso desapercibida, tal vez,
por esto no logro ponerse en marcha, aunque su vigencia siga existiendo15.
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http://www.laizquierdadiario.com/En-defensa-de-los-EOE-docentes-abrazaron-el-Consejo-Escolar-
marplatense
https://cfba.org.ar/repercusiones-sobre-la-resolucion-173618/
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http://www.abc.gov.ar/psicologia/sites/default/files/documentos/2020_pautas_de_redistribucion-
.pdf
17
https://www.larazondechivilcoy.com.ar/locales/2020/7/1/reiteran-el-pedido-de-derogar-la-
resolucion-que-ajustaba-sobre-los-eoe-125015.html