Una tendencia a actuar y pensar de modo espontáneo,
no basado en temores. Un sentimiento de gozar cada momento. Una pérdida de interés en juzgar a los demás. Falta de interés en tratar de conocer las interacciones de los demás. Falta de interés en buscar conflictos. Pérdida de la capacidad de preocuparse. Frecuentes episodios de apreciación de la vida espiritual. Sentimientos de compasión por la naturaleza y los humanos. Sonrisas frecuentes. Tendencia a que las cosas sucedan como tienen que suceder, más que a que sucedan como nosotros queremos. Una gran necesidad de apreciar el amor ofertado a los demás y deseos de extender ese sentimiento.
Examina tu conducta :si tienes varios de estos
síntomas, es innegable que la Paz se está apoderando de ti.