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Monografías y Estudios

de la Antigüedad Griega y Romana

No parecen haber existido dudas en la historiografía tradicional acerca del carác- Gonzalo Bravo
Raúl González Salinero

Poder central y poder local: dos realidades


ter fuertemente centralista del Estado romano, tanto en época republicana como
imperial. Sin cuestionar la realidad histórica de las bases estructurales que permi- (editores)

paralelas en la órbita política romana


ten confirmar en gran medida esta visión, resulta imprescindible analizar cómo se
percibía, se asumía o, en otros casos, se escamoteaba, el poder central en la peri-
feria del mundo romano y en el ámbito provincial y local. ¿Qué tipo de relaciones
imperaba entre los poderes centrales y locales en el mundo romano a lo largo de
PODER CENTRAL Y PODER LOCAL:
sus diferentes períodos históricos? ¿Qué grado de concomitancia, de sumisión o DOS REALIDADES PARALELAS
EN LA ÓRBITA POLÍTICA ROMANA
de desconfianza, pudo haber existido, según los momentos y los lugares, entre el
epicentro del poder y la estructura tentacular que caracterizaba a la órbita política
romana? Para dar respuesta a estas preguntas será forzoso entender la categoría
conceptual de “órbita política” en un sentido amplio en relación con los diferen-
tes mecanismos y estructuras del poder establecido, de modo que podamos acer-
carnos a las diferentes variables de dicho poder en sus vertientes administrativa,
económica, jurídica o religiosa, siempre que guarden relación (incluso antagóni-
ca o contestataria) con la oficialidad estatal.

Raúl González Salinero (editores)


Asociación Interdisciplinar de Estudios Romanos

Gonzalo Bravo
EN PORTADA: Foro romano. SIGNIFER LIBROS
Gran Vía, 2-2º SALAMANCA Actas del XII Coloquio de la
SIGNIFER
Asociación Interdisciplinar de
Apdo. 52005 MADRID
Estudios Romanos vLibros
http://signiferlibros.com
ISBN: 978-84-16202-05-8
PVP. 35,00 €
Gonzalo Bravo
Raúl González Salinero
(editores)

PODER CENTRAL Y PODER LOCAL


Dos realidades paralelas en
la órbita política romana

MADRID – SALAMANCA 2015


SIGNIFER LIBROS
SIGNIFER
Monografías de Antigüedad Griega y Romana
45

SIGNIFER
Libros

EN PORTADA:
Vista del Foro Romano

ACTAS DEL XII COLOQUIO DE LA ASOCIACIÓN INTERDISCIPLINAR DE


ESTUDIOS ROMANOS, CELEBRADO EN LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE
DE MADRID LOS DÍAS 19-21 DE NOVIEMBRE DE 2014

El contenido de este libro no puede ser reproducido ni plagiado, en todo o en parte, conforme a lo
dispuesto en el art. 534-bis del Código Penal vigente, ni ser transmitido con fines fraudulentos o de
lucro por ningún medio.

© De la presente edición: Signifer Libros 2015


Gran Vía, 2, 2ºA. SALAMANCA 37001
Apto. 52005 MADRID 28080
ISBN: 978-84-16202-05-8
D.L.: S.242-2015
Diseño de páginas interiores: Luis Palop
Imprime: Eucarprint S.L. – Peñaranda de Bracamonte, SALAMANCA.
Índice

Gonzalo Bravo y Raúl González Salinero


Introducción��������������������������������������������������������������������������������������������������������11

Sobre fuentes y su interpretación

José d’Encarnação
Roma y Lusitania: ¿dos poderes paralelos?��������������������������������������������������������19

Fernando Fernández Palacios


Controlando a los brittunculi en el norte britano:
poder local y poder central en las Tabulae Vindolandenses�������������������������������31

El poder en las ciudades

Alfonso López Pulido


El gobierno de las ciudades griegas como ficción política................................. 51

Marta González Herrero


Evidencias del intervencionismo del poder central en
la integración del extranjero en las ciudades romanas....................................... 69

Mauricio Pastor Muñoz y Héctor F. Pastor Andrés


Poder político y social de los aediles en los municipios de la Bética................ 81
Índice

En Italia y las provincias

Enrique Hernández Prieto


Hispania: 206-197 a. C.: ¿dentro o fuera de Roma?........................................ 107

Juan Luis Posadas


La recluta ad tumultum como respuesta equivocada
ante la rebelión de Espartaco en el año 73 a. C................................................ 123

Alejandro Díaz Fernández


Dum populus senatusque Romanus uellet? La capacidad de decisión de
los mandos provinciales en el marco de la política romana
(227-49 a. C.).................................................................................................... 135

Alejandro Fornell Muñoz


Intervención del Estado romano en la producción
y comercialización del aceite bético................................................................. 153

Enrique Gozalbes Cravioto


Procurator conlocutus cum principe gentis: sobre las relaciones del
gobernador provincial con poblaciones de la Mauretania Tingitana................ 169

En la Roma imperial

Pilar Fernández Uriel


Domiciano, el administrador eficiente.............................................................. 189

Sabino Perea Yébenes


Los Severos en Oriente y su programa colonial, a propósito de
Ulpiano, Digesto, 50, 15, 1: la perspectiva militar........................................... 203

8
Índice

En la Roma tardía

Gonzalo Bravo
Gobierno central y autonomía local:
¿dos poderes antitéticos en el Occidente tardorromano?.................................. 237

Francisco Javier Guzmán Armario


Urbes y poder central en la Antigüedad Tardía:
los casos de Alejandría, Antioquía y Constantinopla....................................... 251

Raúl González Salinero


Indisciplina y resistencia a la autoridad romana en la Iglesia dálmata:
Gregorio Magno y la sede episcopal de Salona................................................ 263

Comunicaciones

Helena Gozalbes García


Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania:
¿aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?.......................... 285

David Soria Molina


Arabia Petraea, de reino cliente a provincia romana
(63 a. C.-106 d. C.)........................................................................................... 313

José Ortiz Córdoba


Vespasiano y los saborenses:
el traslado al llano de la ciudad de Sabora....................................................... 331

Diego Mateo Escámez de Vera


La lex Narbonensis y la centralización
del culto imperial en época Flavia.................................................................... 355

9
Índice

Carles Lillo Botella


Patriarcas y emperadores: judaísmo y poder político
tras la destrucción del Segundo Templo........................................................... 375

Héctor Valiente García del Carpio


Los confines del Imperio:
Olbia del Ponto y el mundo romano entre los siglos I y IV d. C. .................... 395

Begoña Fernández Rojo


Advertencias de un «anónimo» al emperador:
causas de la aparición del De rebus bellicis..................................................... 409

Elisabet Seijo Ibáñez


El desafío del poder local al poder central:
la disputa entre el obispo Ambrosio de Milán y la emperatriz Justina............. 423

Nerea Fernández Cadenas


Las relaciones entre los vándalos y el Imperio romano de Occidente:
¿política destructiva o diplomática? El caso de las damas imperiales............. 443

Agnès Poles Belvis


El patronato imperial y episcopal en la relación entre poderes:
el caso de Porfirio de Gaza y sus embajadas a Constantinopla........................ 453

10
Iconografía monetaria en las colonias romanas de
Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión
del poder romano-central?*

Helena Gozalbes García


Doctoranda-Universidad de Granada

1. Planteamientos iniciales

La iconografía ha sido siempre un recurso expresivo de una gran trascendencia, dotado


además de un lenguaje autónomo con normas y códigos de interpretación privativos y,
cargado de una gran afectividad y dinamismo1. Es por este motivo que, aquélla se ha
constituido como un documento histórico fundamental para aproximarse a algunos de los
más significativos aspectos ideológicos que rigieron las sociedades de la antigüedad. El
estudio que hemos realizado ha tenido por objeto el análisis de los tipos desplegados en
las monedas provinciales emitidas por todas aquellas cecas que desde el periodo que se
extiende tras la muerte de Julio César y el final de la producción monetaria en Hispania,
se encontraron asociadas a ciudades con status jurídico de colonia. En nuestro caso se
ha descartado incluir en la investigación la detenida lectura de las acuñaciones estata-
les o imperiales. Hemos centrado, por tanto, la atención únicamente en las emisiones
provinciales; es decir aquéllas que la mayor parte de los investigadores clasifican como
piezas emitidas sin ningún tipo de dirigismo ni imposición estatal2. Por este motivo, a
priori cabría introducir estas piezas como monedas controladas por las estructuras de
poder local, con el beneplácito y aquiescencia de la oficialidad de Roma3. Este hecho,
*
El presente trabajo forma parte del Proyecto de investigación doctoral «Tradición indígena y modelos romanos
en las acuñaciones provinciales de la Hispania antigua. Modelos de integración de las élites locales en los inicios de la
transformación imperial romana (siglos I a. C.-I d. C.)», actualmente en curso, inserto dentro del Programa de Doctorado
en «Historia y Artes» de la Universidad de Granada y, dirigido y tutorizado por el Prof. Dr. D. Ángel Padilla Arroba.
Agradezco sus constantes consejos, apoyos y correcciones y, al mismo tiempo, el desinteresado e inestimable ánimo que
viene prestando a lo largo de la investigación en proceso que ha dado lugar a la presente contribución, la cual, en cualquier
caso, se presenta bajo mi entera y ecuánime responsabilidad.
1
Chevalier y Gheerbrant, 1999, p. 19.
2
Chaves Tristán, 1994a, p. 120; 1994b, pp. 13-14; Cebrián Sánchez, 2005, p. 835; 2012, p. 31; Ripollès, 1997, p.
335; 2010, p. 14.
3
En este sentido, mucho se ha discutido acerca de la necesidad o no de un permiso imperial para que las ciudades
pudieran emitir moneda. Sin entrar en precisiones acerca de esta problemática historiográfica, detallada magníficamente
por P. P. Ripollès (1997, pp. 337 y 362-364), con su probable conexión con la leyenda PERMISSV AVGVSTI presente
en algunas (de hecho, muy pocas) emisiones hispanas, cabría referir que la escasez de testimonios que documenten este
fenómeno no permite proporcionar una respuesta taxativa ante esta enigmática controversia. Resulta, por este motivo,

G. Bravo y R. González Salinero (eds.), Poder central y poder local: dos realidades paralelas
en la órbita política romana, Signifer Libros, Madrid, 2015 [ISBN: 978-84-16202-05-8], pp. 285-311.
Helena Gozalbes García
Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

se convierte en el primer argumento que justifica la realización de nuestra investigación.


La segunda justificación la encontramos en el actual estado historiográfico, ya que
en los últimos años hemos asistido a una significante renovación teórico-metodológica
que, por lo que respecta a nuestro análisis, concierne a las ideas derivadas de la teoría
sociológica del arte. El arte, según estos planteamientos, debe ser interpretado como
un verdadero hecho de reflexión social, que era manipulado y monopolizado como una
herramienta de sumisión por parte de las clases oligárquicas hacia las populares4. En
esta línea, nuestro concreto estudio plantea la posibilidad de correlacionar la cuidadosa
elección de los tipos monetarios con las particulares características de las clases sociales
que en estos momentos controlaban la fabricación de moneda. Pero, al mismo tiempo,
según esta línea, el estudio de la imagen puede presentarse como un recurso básico para
interpretar algunos aspectos ideológicos del resto de la sociedad que, al recibir, aceptar
y compartir las claves expresivas de estos programas propagandísticos, por otra parte,
de fácil comprensión, se hicieron partícipes de aquel lenguaje simbólico, estuviesen o
no predispuestos.
Pero, pese a que los códigos expresivos de la iconografía monetaria debieron encon-
trarse pre-establecidos y, el contenido de la misma ser explícito, su mensaje expresivo
no fue en ningún momento reducible a lo estático. Por el contrario, éste sólo se pudo ir
conformando en la medida en que se fue articulando, existiendo, una gran complicidad
entre el contenido semántico y el contenedor en el que estaba expuesto. Por esta razón,
el tercer y último argumento que apoya nuestra investigación se centra en los casos
específicos propuestos como objeto de estudio. Cabe recordar, en este sentido, que como
es de sobra conocido, de todos los documentos públicos de la antigüedad, la moneda se
constituyó muy pronto en uno de los medios más exitosos de propaganda oficial y en
una de las más elementales armas de control ideológico.
En nuestro caso, según nos propusimos inicialmente, se atenderá al estudio de los
centros emisores asociados a ciudades que disfrutaron de un status jurídico de colonia.
Debe tenerse en cuenta, en consecuencia, que, en este caso, entran en juego una serie de
variables de correspondencia que, por lo que respecta a las relaciones entre el poder local
y el central, son particularmente intensas. A fin de cuentas, a diferencia de lo que ocurre
para otro tipo de ciudades, es bastante evidente que las motivaciones que indujeron a
la fundación de una determinada colonia (en la Hispania de esta época), fueron servir
como proyección de los intereses de Roma en el territorio5, de modo que los grupos
interventores de la vida socio-económica civil en estos asentamientos se esforzaron
por potenciar los centros que controlaban como los más notables focos de definición,
afirmación y difusión de las señas de identidad hispano-romanas. Estas nuevas señas de
afiliación colectivas, entre las que se encuentra la iconografía monetaria como emblema

conveniente para nuestra investigación recordar que este tipo de controles pudo, en efecto, existir; más el grado de
implicación e influencia de los mismos en las características principales de cada producción monetaria, en especial en lo
concerniente a las selecciones tipológicas, no debió de ser muy alto.
4
Chaves, 1998, pp. 83-93.
5
Le Roux, 1984; 2011.

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Helena Gozalbes García
Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

comunitario6, si bien no fueron en ningún momento reducibles a una simple dimensión


y, por tanto a un único plano de significación, por lo general, sí acogieron, y de modo
muy intenso y efectivo, la introducción de numerosos y muy variados préstamos del
imaginario ítalo-romano7.

2. El predominio del retrato imperial y el influjo de los motivos de tema dinástico

Uno de los elementos más ostensibles de los influjos ítalo-romanos en el monetario hispa-
no se fundamentó en la reproducción del retrato imperial como tipo casi único de anverso.
De hecho, en las ciudades de Hispania, este motivo logró convertirse en un auténtico
símbolo de carácter gubernamental, que proyectaba una imagen tan fundamental sobre
el poder oficial-romano como era la que autoafirmaba la soberanía unipersonal detentada
por el emperador. La reforma monetaria impulsada por Augusto, seguramente en el año
23 a. C., supuso una honda metamorfosis en la tipología de las monedas emitidas desde
el conjunto de cecas provinciales hispanas. Habitualmente y, a excepción de un número
contado de casos, la propuesta iconográfica del monetario emitido desde estos talleres
comenzó a seguir, en ocasiones incluso muy de cerca, el modelo madurado en los centros
emisores imperiales. Sin embargo, en Hispania la adopción del retrato del emperador
como tipo exclusivo de anverso, como cabría esperar del gusto del momento, no fue
perpetuada de una manera general. Ciudades con tanta tradición en la fabricación de
moneda como el municipio de Emporiae8 y, la colonia de Carteia9, no lo emplearon nunca
y otras, en concreto Emerita10, Gades11, Acci12, Carthago Nova13, Ebusus14, Sagumtum15,
Dertosa16, Segobriga17, Caesaraugusta18, Turiaso19 y Tarraco20, decidieron no incluirlo
en todas sus emisiones.
La utilización del retrato de personas vivas en las monedas, pauta originada en el
Imperio persa e institucionalizada como norma por las acuñaciones de los sucesores de

6
Arévalo González, 2002-2003, pp. 28 y 29; García-Bellido, 1995, pp. 131-147; 1997, p. 332.
7
Ripollès, 1997, pp. 335-396; 2005, pp. 79-93; 2013, pp. 41-55.
8
RPC I, 234-258.
9
RPC I, 120-123.
10
RPC I, 5-11.
11
RPC I, 77-79, 82,85-87 y 91-94.
12
RPC I, 134.
13
RPC I, 157-161, 165, 169 y 174-181.
14
RPC I, 481.
15
RPC I, 199-200 y 485.
16
RPC I, 205-206 y 209.
17
RPC I, 471.
18
RPC I, 325, 326 y 362.
19
RPC I, 403-404.
20
RPC I, 214, 216-217 y 231.

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Helena Gozalbes García
Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

1 2 3 4

Ejemplos de retratos de Alejandro Magno, en el mundo romano fue iniciada por Julio
Augusto en el mone- César21, quien logró que el Senado emitiera un decreto en el año
tario hispano emitido 44 a. C. para permitirlo. De inmediato, los líderes más importantes
desde cecas asociadas
a colonias. Figura 1: as
del escenario político tardo-republicano22, entre ellos el propio
acuñado en Emerita bajo Octaviano23, vieron en el nuevo esquema de representación un
Augusto (RPC I, 12) eficaz instrumento propagandístico, de modo que difundieron su
(tomado del catálogo on uso y se beneficiaron del poder propagandístico que tenía su em-
line del Museo Arqueo- pleo. En tal contexto, poco después de la Batalla de Accio (31 a.
lógico Nacional, nº inv.
C.) y de la instauración del nuevo sistema de gobierno, el retrato
1993/67/10798). Figura
2: as acuñado en Colonia del emperador se representó de forma sistemática en el anverso
Patricia bajo Augusto de las piezas monetarias puestas en circulación tanto por la ceca
(RPC I, 129) (tomado metropolitana, como por la mayor parte de talleres imperiales y
del catálogo on line del provinciales.
Museo de Cádiz, nº inv. En las cecas provinciales hispanas, entre ellas las asociadas a
DJ14835). Figura 3: as
acuñado en Carthago-
colonias, la adopción del retrato imperial como tipo de anverso,
Nova bajo Augusto (RPC según intuimos, no obedeció a una imposición de carácter político-
I, 167) (tomado del catá- central, sino que, con casi total seguridad, se debió a una acción
logo on line del Museo relacionada con los propios propósitos de la oligarquía local; por
Arqueológico Nacional, mucho que pueda observarse un implícito interés estatal premedi-
nº inv. 1993/67/9158).
tado en conseguir la expansión de este lenguaje propagandístico24.
Figura 4: as acuñado
en Celsa bajo Augusto En este sentido, la rápida generalización del tipo, atestiguado,
(RPC I, 273) (Granada, según algunos investigadores25, en determinadas cecas hispanas26
col. privada). con anterioridad a la plena instauración del Imperio, esto es con

21
RRC I, 480.2a-c, 480.3-6, 480.7a-b, 480.8-20 y 485.1.
22
RRC I, 433.1, 434.1, 437.1-4, 439.1, 450.3a-b, 455.1a-b, 470.1a-d, 477.1-3, 480.22, 483.1-2, 488.1-2, 490.1-4,
492.1-2, 493.1a-b, 494.1-33, 495.1-2, 496.1-3, 497.1-2, 506.1, 507.1a-b, 508.3, 511.1-2, 511.3a-b, 516.1-5, 527.1-8, 518.1-
2, 520.1, 521.1-2, 523.1, 524.1-2, 525.1-2, 526.1-3, 527.1, 528.1-3, 529.1-3, 531.1a-b, 533.1-3, 534.3, 535.1-2, 536.1-4,
538.1, 539.1, 540.1-2, 541.1-2, 542.1-2, 546.1 y 547.1-3.
23
RRC I, 490.1-4, 494.3a-b, 494.6a-b, 494.9a-b, 494.12, 494. 25, 494.33, 498.1-3, 518.1-2, 523.1, 525.1-2, 526.1-3,
529.1-2, 534.3, 535.2, 538.1 y 540.1-2.
24
Gomis Justo, 1997 b, p.40.
25
Chaves Tristán, 2005, p. 62; Faria, 1989, pp. 108-109; García-Bellido y Blázquez, 2001, pp. 213, 261-262,
311-312, 234-238, 306, 308, 221-222 y 338-341; Gozalbes García, 2014; Grant, 1946, pp. 336 y 355; Ripollès, 2010, pp.
72-75, 77-78, 188, 197, 256-260, 287 y 290; Ripollès y Abascal, 1996, p. 28.
26
RPC I, 55-56, 58-59, 269, 281-282, 431-432, 452, 470 y 478.

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Helena Gozalbes García
Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

5 6 7 8

retratos de Octavio en época triunviral y, al mismo tiempo, las Ejemplos de retratos


propias excepciones apoyan nuestra deducción acerca de la fuer- de Tiberio en el mone-
te voluntariedad que envolvió la generalizada adopción de este tario hispano emitido
desde cecas asociadas
motivo. a colonias. Figura 5:
Estos cambios en el programa iconográfico de las piezas mo- as acuñado en Emerita
netarias evidencian, a nuestro parecer, un triple cambio ideológico. bajo Tiberio (RPC I, 43)
En primer lugar, relatan cuándo las colonias hispanas asumieron (tomado del catálogo on
una de las más exitosas fórmulas utilizadas por los emperadores line del Museo de Cádiz,
nº inv. DJ19159). Figura
para notificar su ascenso al poder27. En segundo lugar, revelan
6: dupondio acuñado en
la asunción en territorio hispano de un eficaz instrumento de di- Colonia Romula bajo Ti-
fusión del nuevo orden político. Con todo, la reproducción de berio (RPC I, 73) (toma-
la efigie imperial obedeció a un propósito mucho más profundo do del catálogo on line
que el de representar la mera figura personal de un gobernante del Museo de Cádiz, nº
concreto. La imagen, de hecho, logra personalizar el carácter del inv. DJ14584). Figura 7:
as acuñado en Ilici bajo
considerado ciudadano modelo en el mundo romano28. En tercer Tiberio (RPC I, 196)
lugar, la acogida del nuevo tipo monetario, permitía a las ciudades (tomado del catálogo on
emisoras demostrar que se encontraban al día de los nuevos gustos line del Museo Nacional
iconográficos29. Por este motivo, la aceptación de esta propuesta de Arqueología Suba-
iconografía revela también cuán fuerte debió ser el deseo de la élite cuática, nº inv. 100528).
Figura 8: as acuñado
ciudadana por expresar en qué circunstancias se había producido
en Caesaraugusta bajo
su integración en la cultura imperial-romana, beneficiándose, de Tiberio (RPC I, 333)
la autoridad que esta adaptación le debía, en efecto, otorgar. (tomado del catálogo on
Por lo que respecta al lenguaje estilístico, con independencia line del Museo Arqueo-
del taller que emitiese la pieza y del momento de acuñación de lógico Nacional, nº inv.
la misma, los retratos monetarios de las cecas asociados a colo- 1993/67/8272).

nias, por lo general, se mantuvieron muy próximos a los modelos


emanados de los talleres imperiales. De este modo, manifestaban
su vinculación estrecha y constante con Roma; pese a lo cual,
se aprecian, algunos desvíos, debidos seguramente a la peculiar
manera de trabajar de los grabadores de cuños.

27
Sutherland, 1976, p. 28.
28
Zanker, 1992, pp. 124-125.
29
Chaves Tristán, 1998, pp. 83-93.

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Helena Gozalbes García
Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

En el caso, específico de Augusto, la


iconografía de su retrato, desnudo (figs.
1 y 2), puede ponerse en relación con los
rasgos de representaciones monetarias de
Octavio, en especial a las previas a la con-
sagración de su ideal retrato imperial, esto
es anteriores al año 27 a. C.30 Elementos
como la manera de precisar el flequillo y
la propia configuración ondulada del pei-
nado remiten a antiguos retratos del futuro
princeps. A ellos, hay que unir otros, como
el gran tamaño de sus ojos, la pronunciada
longitud de su nariz, algo curva en la punta,
tal y como, además, relata Suetonio en su
Vitae Caesarum31, o el reducido tamaño de
la boca y la estrechez de sus labios.
Figura 9: anverso de un En lo que concierne al retrato de Tiberio, observamos cómo,
as acuñado en Caesa- también en este caso, los grabadores de cuños se impermeabili-
raugusta bajo Calígula, zaron del patrón impuesto por Roma y extendido a otras cecas
con el retrato del em-
perador (RPC I, 371)
provinciales; pero eso sí lo acomodaron a su peculiar forma de
(tomado del catálogo on trabajar el cóspel. Tiberio aparece representado, generalmente con
line del Museo de Zara- rasgos menos idealistas que en el caso de Augusto (figs. 5-8).
goza, nº inv. 08211). Se revela como un individuo adulto, con un rostro algo achapa-
rrado, en el que son marcados algunos elementos de su retrato
oficial, como debió ser su torcida nariz, su pronunciada barbilla
y, en ocasiones (en especial en sus retratos sin corona) su cabello
caído hacia atrás cubriendo la nuca (figs. 5 y 7). De hecho, estas
representaciones presentan un estilo general que se asemejó al
resto de emisiones provinciales e imperiales y, remiten tanto a
algunas producciones escultóricas, como a los rasgos que describe
el propio Suetonio como propios del gobernante32.
Los retratos de Calígula, en cambio, revelan mayores variacio-
nes iconográficas, puesto que en unas amonedaciones lo muestran
más joven33 (fig. 9) que en otras34. En cualquier caso, nos topamos
con una efigie que siguió muy de cerca los rasgos prototípicos del
emperador, de sistemático uso escultórico y monetario, y nueva-

30
RRC 490.1-4, 493.1, 494.6, 9, 12, 15, 18 y 25, 495.1-2, 497.1-2 y 523.1; RIC I, 254, 257, 265, 266, 267 y 269.
31
Suetonio, Vitae Caesarum, Augustus, 79-80.
32
Suetonio, Vitae Caesarum, Tiberius, 68.
33
RPC I, 185-186 y 368-372.
34
RPC I, 141-145 y 373-386.

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Helena Gozalbes García
Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

mente relatados por Suetonio35. Estos rasgos pueden sintetizarse Figura 10: as acuñado
en una amplia frente, unos ojos pequeños y hundidos y, una nariz en Colonia Patricia bajo
arqueada con creces. Tiberio, con el retrato
de Tiberio en anverso y
Por otra parte, por lo que respecta a las representaciones de las efigies de Germánico
miembros de la Familia Imperial, hemos detectado la puesta en y Druso en reverso
circulación de un grupo de monedas que representaron a las ma- (RPC I, 74) (tomado
dres de los emperadores Tiberio y Calígula. En todos los casos, del catálogo on line del
las emperatrices Livia36 y Agripina37 aparecen representadas con Museo de Cádiz, nº inv.
CE12967).
rasgos adultos, rostro sereno, mirada clemente y con peinados
típicos de la época, en los que las trenzas y moños se encontra-
ban siempre presentes. Además, otras cecas emitieron una serie
de monedas que representaban en sus reversos otros miembros
de la Familia Imperial38, cuyas representaciones, en especial si
se concebían a partir del retrato, según observamos, basaron sus
aspectos en la configuración de los semblantes del emperador que
en aquellos momentos estaba gobernando (fig.10).
Un último subgrupo, muy significativo, se encontraría cons-
tituido por la serie de piezas monetarias que bajo el imperio de
Tiberio, pusieron en circulación Emerita39, Tarraco40 y Caesarau-

35
Suetonio, Vitae Caesarum, Caligula, 50.
36
RPC I, 38-40, 73 y 341.
37
RPC I, 380 y 385.
38
RPC I, 74, 137, 179, 210, 213, 233, 342-343 y 381.
39
RPC I, 21-37.
40
RPC I, 218-224.

291
Helena Gozalbes García
Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

gusta41 con la figura de Augusto diviniza-


do. Pudo aparecer simbolizado a partir de
su propio retrato con corona radiada42 (fig.
12), o sentado sujetando un globo y una
victoria43 (fig. 11). Estas últimas represen-
taciones han sido interpretadas en numero-
sas ocasiones como una posible escultura
existente en la Antigüedad. Fuese o no éste
su específico mensaje, lo cierto es que este
tipo monetario que representa a Augusto
sedente presenta numerosos paralelos en la
producción de cecas diversas en momentos
también muy diferentes.
La observación atenta de todas estas
representaciones, sobre todo de las consti-
tuidas por retratos, con su particularidad de
Figura 11: anverso de constituir la representación personal de las facciones particulares
un sestercio acuñado en de un individuo, permite concluir que el influjo de lo itálico fue
Tarraco bajo Tiberio, enormemente decisivo en la constitución de los modelos icono-
con la figura sedente de
Augusto (RPC I, 222)
gráficos hispanos. Pero, al mismo tiempo, resulta indudable que,
(tomado del catálogo on igualmente, existió una característica general indiscutible que im-
line del British Museum pregnó el propio estilo provincial hispano, y fue el grave interés
nº inv. G.2427). que existió por el individualismo, la originalidad y la reproducción
exacta de los rasgos distintivos de cada individuo representado;
aún, pese a las limitaciones impuestas por el propio soporte mo-
netario pues, además, en la mayor parte de los casos las efigies
fueron concebidas a partir de la figuración en perfil y, aun cuando,
en algunas claras ocasiones, las configuraciones iconográficas se
realizaron de modo tremendamente esquemático.

3. La difusión de símbolos de carácter cívico-religioso

La elección generalizada de los retratos políticos para los anver-


sos monetarios implicó que las autoridades locales sólo contaran
con los reversos para mostrar aquellos diseños que expresaban un
mensaje mucho más propio y ciudadano. Dentro de este segundo
conjunto de motivos, pueden detectarse, al mismo tiempo, diver-

41
RPC I, 344 y 346.
42
RPC I, 21-37 y 218-220.
43
RPC I, 221-224, 344 y 346.

292
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Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

sos subgrupos; una segunda clasificación


que viene determinada por el significado
específico de los relatos recogidos en los
tipos monetarios.
Un primer subgrupo se encontraría
constituido por aquellos motivos cívicos
que presentaban un mensaje específico
con un marcado carácter religioso. En las
amonedaciones de las colonias hispano-ro-
manas, a diferencia de la tendencia general
observada para la producción monetaria de
los municipios, la cultura material de natu-
raleza sagrada, el uso ritual de la práctica
religiosa y la representación de alegorías
de carácter sacro fueron representados con
una destacada frecuencia. Estos talleres,
además, optaron por un lenguaje expresivo
totalmente romanizado y por una tipología enormemente hetero- Figura 12: anverso de
génea y variada. Ahora bien, fuese cual fuese la elección tipoló- un sestercio acuñado en
gica específica efectuada para cada moneda, es evidente que esta Tarraco bajo Tiberio,
con el retrato divinizado
tendencia expresiva presentaba, en cualquiera de los casos, una con corona radiada de
clara correlación con una acción política de gran trascendencia. Augusto (RPC I, 218)
A partir de estos programas iconográficos, las élites ciudadanas (tomado del catálogo on
circunscribieron su proceso de selección de imágenes monetarias line del Museo Arqueo-
al programa de renovación cultural augusteo, en el que la virtud lógico Nacional, nº inv.
1993/67/12750).
romana de la pietas había adquirido una gran importancia. Esta
concepción, en un elemento de circulación tan amplia como debió
ser la moneda, convirtió a aquellas ciudades en claros focos de
expansión de la política de renovatio religiosa y, al mismo tiempo,
benefició a la clase que controlaba la producción de monedas del
prestigio que este lenguaje debía en aquellos momentos expresar.
Un ejemplo bastante evidente de esta tendencia iconográfica
se encuentra constituido por el conjunto de amonedaciones his-
panas que recogieron como tipo único de reverso la comprensible
representación de uno de los rituales más importantes relaciona-
dos con el proceso romano de fundación de una nueva ciudad.
Nos referimos, en efecto, al ritual de la inaguratio. Este rito, de
origen ancestral dentro del mundo romano, incluido en la apor-
tación proveniente de la cultura etrusca44 y, según la tradición

44
Guillén, 2004, p. 19.

293
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Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

realizado durante la fundación de la propia


Roma45, implicaba la inicial delimitación
del perímetro ciudadano de un nuevo asen-
tamiento. Consistía, concretamente, en la
actuación de un sacerdote que, sosteniendo
en una de sus manos un bastón curvo y en
otra un arado de bronce, dirigía una yunta
de bueyes blancos para hender el surco ori-
ginario (sulcus primigenius) que señalaba
el pomerium de la futura colonia.
En Hispania existen una serie de doc-
umentos numismáticos cuya iconografía
de reverso conmemoraba este ritual46 (fig.
13). Nos referimos, a las diversas piezas
acuñadas desde Emerita, Caesaraugusta y
Celsa, que recogían como tipo monetario la
Figura 13: reverso de un representación de un individuo con bastón y de dos bueyes. En sí
as acuñado en Caesa- misma la composición iconográfica referente al ritual romano de
raugusta bajo Calígula, la inaguratio constituye un elemento simbólico cuya genealogía
con tipo sacerdote y
yunta (RPC I, 371)
resulta fácilmente rastreable. La configuración de algunos de sus
(tomado del catálogo on códigos gráfico-expresivos principales presenta un origen bastante
line del Museo de Zara- antiguo. Este hecho tiene su reflejo en la Numismática, pues las
goza, nº inv. 08211). primeras representaciones de yunta de bueyes con sacerdote se
constatan en varias series47 caracterizadas por lo arcaico de su
expresión iconográfica y, acuñadas en Cilicia48 y en Macedonia49.
En todo caso, no fue hasta el siglo II a. C. cuando esta confi-
guración iconográfica se instituyó como una tipología de reverso
habitual, apareciendo esta imagen, con50 o sin51 sacerdote, frecuen-
temente representada, tanto en la producción monetaria romano-
republicana52, como sobre todo en la de época julio-claudia53. De

45
Cic., De Div., I, 48; Ennio Annales, 48-54; Servio, Ad Aen. 5, 755; Varr., L. L., 5, 143.
46
Llorens Forcada, 2000, p. 111.
47
Se trata, en concreto, de dos ejemplares conservados en el British Museum con el número de inventario 1982,0511.1
y RPK,p72A.1.Ore y datados entre los siglos VI-V a. C. No obstante, en atención al propio lenguaje iconográfico presente
en ambas piezas y a los aspectos fisionómicos de sus propios soportes consideramos que la fecha de emisión de ambas
monedas, aunque antigua, debió ser más reciente.
48
WAP, 374.
49
BMC Greek (Macedonia), II, 146.
50
RRC I, 378; RPC I, 261; RPC I, 5-7, 10 a, 11, 13, 304- 310, 314, 317, 318, 320, 322, 325-326, 1656, 1657 y
1659.
51
RRC I, 321.
52
RRC I, 321 y 378; RPC I, 261.
53
RPC I, 5-7, 10 a, 11, 13, 304- 310, 314, 317, 318, 320, 322, 325-328, 1656, 1657 y 1659; RIC I, Aug., 272; BMC

294
Helena Gozalbes García
Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

cualquier forma, como ocurrió en el resto del Imperio, en Hispania el conjunto de mone-
tario cuya iconografía conmemoraba el ritual de inaguratio fue emitido desde ciudades
fundadas ex novo por el poder romano y, cuyos estatutos coloniales les fueron otorgados
en el contexto de sus propias fundaciones. La puesta en circulación de estas monedas
coincidió, precisamente, con este contexto jurídico, pues fueron acuñadas inmediatamente
después de la creación de las mencionadas colonias.
En Emerita, las piezas con sacerdote junto a yunta de bueyes fueron emitidas bajo
el principado de Augusto54, cesando su fabricación en tiempos de Tiberio. En Celsa55, en
cambio, la producción monetaria conmemorativa del ritual de inaguratio se originó en
época triunviral56; años en los que se intuye que la ciudad obtuviera su estatuto colonial.
Ahora bien, el tipo se abandonó en tiempos de Augusto, momentos en los que debió de
contar con una gran difusión a lo largo de todo el Imperio57. Un caso más significativo
lo constituye el conjunto de monedas con sacerdote y yunta de bueyes acuñadas en la
ciudad de Caesaraugusta. No sólo por la gran cantidad de series que recogieron esta
iconografía, sino porque en Caesaraugusta, esta tipología monetaria, iniciada bajo el
principado Augusto58, gozó de una mucho más amplia duración59. Se abandonó, de hecho,
en los años de clausura de su propio taller monetario, esto es bajo el imperio de Calígula.
En cualquier caso, se prolongase más o menos la puesta en circulación de estas
particulares piezas, el programa iconográfico recogido en sus reversos las convertía en
inmediatos testimonios que conmemoraban las particulares circunstancias que habían
envuelto la fundación de las ciudades asociadas a aquellos centros emisores; a saber,
rememorando que eran asentamientos concebidos bajo los auspicios y rituales incluidos
en la ancestral tradición cívico-religiosa romana. Siendo así, y teniendo en cuenta que la
idea romana de ciudad contó en todo momento con un componente religioso destacado60,
la cadena de elementos simbólicos reproducidos en los reversos de este monetario parece
orientarse a la conservación y trasmisión de un complejo y polivalente relato simbólico,
donde se encuentran presentes dos mensajes análogos. De un lado, un mensaje de refe-
rencia cívica y, de otro lado, un mensaje de correlación religiosa.
Este mismo sentido simbólico de general alusión cívico-religiosa puede ponerse en
relación con los programas iconográficos recogidos en otra serie de piezas emitidas desde

Greek (Pontus), 55.


54
RPC I, 5-7, 10 a, 11 y 13.
55
RPC I, 261.
56
Ripollès, 2010, p. 182-185.
57
RPC I, 5-7, 10 a, 11, 13, 304- 310, 314, 317, 318, 320, 322, 325-328, 1656, 1657 y 1659; RIC I, Aug., 272.
58
RPC I, 304- 310, 314, 317, 318, 320, 322 y 325-328.
59
RPC I, 333, 338, 349, 350, 351, 371, 372, 374, 375, 381, 382 y 386.
60
Guillén, 2004, p. 19 y 21-22.

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Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

colonias como Emerita61, Colonia Patri-


cia62, Acci63 y Carthago Nova64. No obstan-
te, pueden observarse, entretanto algunas
variaciones en el mensaje simbólico espe-
cífico recogido en las referidas piezas. Se
incorporan, en efecto, algunos elementos
que retoman la narración concerniente al
desarrollo de rituales de tradición ítalo-ro-
mana en el seno de las ciudades hispanas,
pero en este caso se reprodujeron imágenes
que remitían a los propios instrumentos
utilizados en los ritos (fig. 14). Una serie
de representaciones que, a nuestro parecer,
son signos evidentes de que a escala local
en estos momentos se estaba otorgando una
Figura 14: reverso de gran importancia a la ortopraxis.
un semis acuñado en La iconografía monetaria adoptada en esta línea incluía la
Colonia Patricia bajo reproducción de varios objetos de sistemático uso en los ritos
Augusto, con tipo apex,
jarra, lituus y pátera
romanos y, cuya reproducción en la iconografía monetaria romana
(RPC I, 131) (Granada, de época republicana tuvo una gran difusión, tanto como motivos
col. privada). accesorios65, como representaciones principales66. Igualmente,
extendidos se encontraron en las emisiones romanas de época
julio-claudia67, especialmente en los primeros años de la dinas-
tía68. De hecho, esta iconografía en Hispania no fue exclusiva
de las colonias, adoptándose también para varios municipios69,
especialmente de la provincia Baetica70. En todo caso, por lo que
respecta a la Numismática de las colonias hispanas, esta tipología
contó también con una mayor difusión durante el principado de

61
RPC I, 19.
62
RPC I, 130 y 131.
63
RPC I, 136, 140 y 145.
64
RPC I, 152, 153 y 165-169.
65
RRC I, 242. 1, 243.1, 264.1, 285.1, 334.1, 340.1, 342.5, 343.1-2, 352.1, 359.1-2, 370.1, 385. 4, 402. 1, 405.2-3,
408.1, 412.1, 418.1-2, 419.1, 423.1, 425.1, 426.1, 428.3, 449.1, 460.3-4, 462.1-2, 468.2, 480.2-3, 480.19, 480.22, 487,
488. 1-4, 491.2, 492.1-2, 494.2, 496.2-3, 497.1, 509.2, 509.4-5, 511.2, 511.3, 516.4-5, 417.8, 520.1, 521.1, 526.2-3, 531.1,
533.2 y 540.77.
66
RRC I, 372.1, 374.2, 434.2, 443.1, 456. 1, 466.1, 467. 1, 489. 2-3, 494. 39 a, 500.1-7, 502. 2-4, 522.2, 522.4,
532.1, 537.1 y 538.1; HN Italy 68e.
67
Lachish III, 46; RIC I, Aug. 266, 343, 344, 367, 410,421 y 424; RIC I, Clau. 76, 77 y 104; RPC I, 50, 85-91,
109-110, 187-188, 483, 3624, 4178 y 4967-4969.
68
RIC I, Aug. 266, 343, 344, 367, 410,421 y 424; RPC I, 50, 85-91, 109-110, 187-188 y 483.
69
RPC I, 50, 85-91, 109-110, 187-188 y 483.
70
RPC I, 50, 85-91 y 109-110.

296
Helena Gozalbes García
Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

Augusto71 y, de hecho, únicamente hemos constatado su adopción para el resto de imperios


en la ceca de Acci72. Estos instrumentos solían aparecen acompañados, representándose
normalmente escenas con tres73 de ellos; si bien aquéllas en las que se reproducen cuatro74
y dos75 también fueron puestas en circulación con bastante frecuencia. Generalmente,
y lógicamente dada la tendencia iconográfico-compositiva del momento, esta tipología
monetaria era seleccionada para ser adoptada en el reverso de las emisiones76. Hemos
advertido, pese a ello, la emisión en Carthago-Nova de una serie de monedas en bronce
que adoptaron este tipo para el anverso de los mismos77.
Uno de los objetos más frecuentemente representada fue el apex78; un tipo de mitra
caracterizada por su forma semiesférica y alargada, por presentar en su vértice una
punta de madera de olivo cuya base se encontraba rodeada de un mechón de lana79 y,
por sujetarse a partir de la unión de dos cintas. También sistemática fue la aparición de
la imagen de un recipiente de mediana capacidad con un único mango80; en este caso,
con mucha probabilidad, figurando un objeto sagrado utilizado en liturgias especiales81
y conocido como simpulum. Este objeto en algunas series fue sustituido por una jarra82
(seguramente un praefericulum). Una cuarta representación se encontraría constituida
por el lituus83, esto es un bastón curvo84, que en diversas series de Carthago Nova fue
suplantado por un hacha85. Finalmente, junto a ellos, se solía representar una pátera86.
La vinculación de estos instrumentos con el desempeño de la religiosidad romana
resulta muy estrecha y, va más allá de la representación de un componente significativo
del desarrollo de un determinado ritual. Esta composición, de hecho, llegó a convertirse
en una auténtica insignia de tipo religioso, con importantes derivaciones de naturaleza
cultural. En este sentido, el carácter polivalente de la composición se encuentra contenido
en su propia genealogía, como objetos seguramente de origen etrusco87 y, sobre todo, en
su particular función ornamental asociada tanto a los flamines, en el caso del ápex, del

71
RPC I, 19, 130-131, 136, 152, 153 y 165-169.
72
RPC I, 140 y 145.
73
RPC I, 19, 140, 145 y 152
74
RPC I, 131 y 166-169.
75
RPC I, 130, 136 y 153.
76
RPC I, 19, 130-131, 136, 140, 145, 152 y 165-168.
77
RPC I, 153 y 169.
78
RPC I, 130-131, 136, 140, 145 y 166-169.
79
Smith, Wayle & Marindin, 1890.
80
RPC I, 130 136, 140, 145, y 165-168.
81
Varrón, De ling. Lat. V. 124.
82
RPC I, 19,131 y 152-153.
83
RPC I, 19, 131, 140, 145, 152 y 153.
84
Guillén, 2004b, p. 295.
85
RPC I, 166-169.
86
RPC I, 19, 131 y 152-153.
87
Adkins & Adkins, 1996, p. 12 y 133; Hornblower & Spawforth, 1996, p. 876.

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Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

simpulum y de la pátera, como particularmente a los augures, en el del lituus88. Podría


decirse que estas representaciones monetarias expresan los deseos de las ciudades que
las acogen por asumir completamente la identidad religiosa romana.
En contraste con estas imágenes, en tiempos de Augusto89 y, sobre todo, bajo el impe-
rio de Tiberio90, una serie de colonias hispanas pusieron en circulación varios ejemplares
monetarios que adoptaron como tipo único de reverso la representación de lugares de
veneración, como debían ser los templos91 y los altares92. En concreto, nos referimos a
Emerita93, Carthago Nova94, Ilici95, Tarraco96 y Caesaraugusta97. Como puede observarse,
todas estas cecas pertenecían a las provincias de la Lusitania y la Tarraconensis, en las
que, de hecho, serían los talleres asociados a colonias los únicos en seleccionar el tipo
templo o altar. Una situación muy diferente de la apreciada para la Baetica, donde serían
los centros vinculados con municipios los que acogieran esta iconografía98. En todo caso,
nuevamente, este esquema iconográfico contaba con un importante precedente en la Nu-
mismática romana de época republicana99, incluso en la Península Ibérica100, y presenta
importantes paralelos en la producción monetaria de época Julio-Claudia.
Sin embargo, todas estas ciudades lograron individualizar un tipo que en princip-
io bien pudiera parecer el mismo. Cada ceca logró preservar su propia personalidad,
valiéndose de diversas herramientas expresivas para reflejar sus motivos particulares.
Por lo que respecta a los templos, el modo de distinción se encontró constituido por el
número de columnas representadas. Así, en las representaciones se puede observar la
selección de templos tetrástilos101, en las amonedaciones de Emerita, Carthago Nova e
Ilici, de santuarios octástilos102, en lo concerniente a las emisiones de Tarraco y, también
de edificios hexástilos103, para los monedas de Caesaraugusta.
La detenida lectura de las imágenes de los altares muestra también la fuerte indi-
vidualidad de las mismas. En el caso de la producción de Emerita se seleccionó la re-

88
Cic. Diu. 1, 30; Gell.5.8.
89
RPC I, 174-177 y 192-193.
90
RPC I, 28-29, 34-36, 45-48, 196-197, 218-219, 221-222, 224-226, 231, 344 y 362.
91
RPC I, 29, 47-48, 174-177, 192-193, 219,222, 224, 226, 334 y 362.
92
RPC I, 28,34-36, 45-46, 196-197, 218, 221, 225 y 231.
93
RPC I, 28-29, 34-36, 45-46 y 47-48.
94
RPC I, 174-177.
95
RPC I, 192-193 y 196-197.
96
RPC I, 218-219, 221-222, 224.226 y 231.
97
RPC I, 344 y 362.
98
RPC I, 64-65,95 y 124-126.
99
RRC I, 334.1, 348.4-6, 372.1, 385.1, 391.2, 405.1, 424.1, 428.1, 439.1, 445.2, 455.4, 467.1, 478.1, 480.21,
487.1-2, 494.36, 496.1, 519.1 y 540.1-2.
100
ACNH 102.18-19 y 101. 17.
101
RPC I, 29, 47-48, 174-177 y 196-197.
102
RPC I, 219, 222, 224 y 226.
103
RPC I, 344 y 362.

298
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Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

presentación de un altar compartimentado,


probablemente, con dos puertas104. En cam-
bio, en Ilici, el ara105 seleccionado para ser
representado se caracterizaba por incluir
en su interior una leyenda, seguramente
referente a Livia106. El ejemplo del altar
representado en el monetario de Tarraco
resulta, sin duda, mucho más significativo.
En este caso, la configuración incluía un
remate superior flaqueado por dos volutas
de cuyo centro sobresale una palma y, una
decoración en el interior consistente en la
posible presencia de una pátera y de una
guirlanda107 (fig. 15).
Esta tendencia iconográfica que llevaba
a cada ceca a manifestar su propia persona-
lidad, ha llevado a plantearse la existencia
real o no de estos monumentos. Mucho se ha debatido acerca Figura 15: reverso de
de este asunto, evidenciándose en los últimos años que algunos un sestercio acuñado en
como el altar de Tarraco debieron, en efecto, construirse108. En Tarraco bajo Tiberio,
con tipo altar (RPC I,
cualquier caso, poca importancia para nuestros propósitos inter- 218) (tomado del catá-
pretativos, tiene la constatación de estos particulares y anecdóticos logo on line del Museo
hechos. Nos interesa mucho más destacar que, nuevamente, estas Arqueológico Nacional,
representaciones se deben encontrar cargadas de una polivalente nº inv. 1993/67/12750).
alusión simbólica, donde se encuentran presentes tanto un men-
saje religioso evidente, derivado de la condición de los edificios
representados, como otro también notorio cívico, que resulta de
su propia correspondencia con lugares destacados de los centros
emisores (existiesen o no).
Por otra parte, dentro de la producción monetaria de las colo-
nias hispano-romanas, también hemos detectado la adopción de
una muy amplia gama de símbolos más esquivos, por lo que res-
pecta al contenido cívico-religioso. Ahora bien, también recogían
una alusión general que puede ser interpretada de similar forma,
pues se constituyeron como representaciones alegóricas protec-
toras de las ciudades. Es el caso de los símbolos que encarnaban

104
RPC I, 28, 34-36 y 45-46.
105
RPC I, 196-197.
106
Ripollès, 2014, p. 141.
107
RPC I, 218, 221, 225 y 231.
108
Benages, 1994, p. 30-31.

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Helena Gozalbes García
Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

Figura 16: semis atributos asociados a divinidades, como fue el caduceo. El caduceo
acuñado en Carteia a en la iconografía clásica fue un atributo asociado al dios Hermes/
finales del siglo I a. C., Mercurio109 y un símbolo que remite a la paz, la prosperidad110 y la
con cabeza de Tyche en
anverso y Neptuno con
fecundidad111. Dentro de la producción monetaria hispana fue in-
tridente en reverso (RPC corporado como motivo principal en una serie acuñada en Carteia
I, 122) (tomado del catá- en época triunviral112. Otro símbolo de gran contenido religioso
logo on line del Museo fue la palma. Fue reproducida en el monetario pre-augusteo de
Arqueológico Nacional, Carthago Nova113, seguramente como un emblema vinculado a
nº inv. 1993/67/5302).
la Victoria114. En esta colonia, otra serie monetaria, ya de época
augustea, recogió la imagen de un distintivo asociado a la diosa
Isis115. Finalmente, un cuarto símbolo de fuerte carácter religioso
fue la cornucopia; un atributo asociado a la diosa Fortuna116 y
signo de liberalidad, felicidad pública, ocasión afortunada, dili-
gencia y prudencia117, adoptado en la Numismática hispana, en
este caso, como tipo principal de reverso en diversas acuñaciones

109
Biedermann, 1993, p. 81.
110
Adkins & Adkins, 1996, p. 35.
111
Chevalier & Gheerbrant, 1999, p. 228.
112
RPC I, 113.
113
RPC I, 147 y 165.
114
Biedermann, 1993, p. 343.
115
RPC I, 169.
116
Biedermann, 1993, p. 124.
117
Chevalier & Gheerbrant, 1999, p.346-347.

300
Helena Gozalbes García
Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

de época tiberiana emitidas desde Colonia Romula118 y, también en una serie emitida en
época triunviral desde Carteia119. Como motivo secundario fue reproducido en piezas
de Pax Iulia120.
Dentro de este conjunto de símbolos cívico-religiosos habría que incluir también
las representaciones relacionadas con divinidades acuáticas, en este caso, dentro de la
producción monetaria augustea de Emerita121 y Carthago Nova122, y también de deidades
marítimas, de sistemática reproducción en el monetario triunviral emitido desde Car-
teia123 y Carthago Nova124 (fig. 16). Finalmente, también hemos constatado la selección
de imágenes vinculadas a alegorías religiosas como debieron ser Tyche, en numerosas
series emitidas en distintos momentos desde Carteia125 (fig. 16), Pax, en las monedas
augusteas de Pax Iulia126, Concordia, en piezas pre-imperiales de Carhago Nova127, Vic-
toria, también en ejemplares, en este caso emitidos bajo Augusto, de Carthago-Nova128
y, en época anterior desde Celsa129, de Salus, en monedas de Carthago Nova acuñadas
en tiempos de Calígula130 o, de Pietas, en monedas tiberianas de Caesaragusta131.

4. La adopción de motivos cívico-económicos

En la producción monetaria de las colonias hispano-romanas también se otorgó cierta


importancia a la reproducción de motivos con un fuerte carácter económico; en especial,
con la adopción de imágenes representantes de algunas de las fuentes de riqueza más im-
portantes de estas ciudades y del territorio que aquéllas dominaban. La elección de estos
tipos, sin embargo, fue mucho más frecuente en las monedas emitidas desde municipios132.
En cualquier caso, dentro de este segundo sub-grupo, podemos incluir representaciones
como la figura de un pescador en el monetario de Carteia133 o de un jabalí en el de Celsa134.

118
RPC I, 76.
119
RPC I, 114.
120
RPC I, 52.
121
RPC I, 5, 5 A, 6-11.
122
RPC I, 465.
123
RPC I, 116 y 119 y 122.
124
RPC I, 147.
125
RPC I, 111-118 y 120-123.
126
RPC I, 52.
127
RPC I, 151.
128
RPC I, 157.
129
RPC I, 261-263.
130
RPC I, 185-186.
131
RPC I, 362-363.
132
RPC I, 51, 102-105, 417-419, 425-442, 444-462, 465-466 y 468; RPC I, S123 A y S553.
133
RPC I, 120-121.
134
RPC I, 268.

301
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Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

Junto a ellos, también hemos atestiguado la


adopción de iconos cuya alusión simbólica
debió ser mucho más compleja. Tal es el
caso del delfín, presente en el monetario
triunviral de Carteia135 y Carthago Nova136
y, al mismo tiempo, del de toro con137 o
sin138 mitra, cuya figura se adoptó en un
número muy destacado de series moneta-
rias puestas en circulación desde cecas de
la Tarraconensis como Carthago Nova139,
Tarraco140, Caesaraugusta141 o Celsa142.
En sí mismas estas representaciones
constituyen elementos simbólicos cuyo
significado específico se desconoce, aun-
que la presencia del tridente y la mitra, en
algunas de las series, haya llevado a di-
Figura 17: reverso de un versos autores a poner en relación estos símbolos con animales
as acuñado en Celsa a consagrados a actos religiosos. Esta es la interpretación defendida
finales del siglo I a. C., por investigadores como F. Chaves143, Mª. C. Martín144, E. Mo-
con tipo toro sin mitra
(RPC I, 262) (tomado
reno Pulido145 o P. P. Ripollès146. Frente a esta deducción, otros
del catálogo on line del historiadores como J. Mª. Blázquez, remiten a la riqueza ganadera
Museo de Zaragoza, nº de la zona para apuntar que los motivos fueron esencialmente
inv. 12638). de carácter económico147. A nuestro juicio, ambas propuestas in-
terpretativas no resultan contradictorias, pudiéndose nuevamente
producir una lectura polivalente a partir de la intervención de
mensajes análogos en un mismo relato simbólico. La riqueza
pesquera o vacuna de una determinada región, las consecuentes
intenciones de rememorarla en un elemento que circulaba tanto
como la moneda y, las previas representaciones de estos animales

135
RPC I, 116-119.
136
RPC I, 147.
137
RPC I, 227-228, 334-337, 339 y 367-368.
138
RPC I, 158, 211-214, 216-217, 262-267, 269-273 y 278-279.
139
RPC I, 158.
140
RPC I, 211-214 y 216-217.
141
RPC I, 227-228, 334-337, 339 y 367-368.
142
RPC I, 262-267, 269-273 y 278-279.
143
Chaves Tristán, 1998, p. 85; Chaves y Martín, 1979, p. 667.
144
Chaves y Martín, 1979, p. 667.
145
E. Moreno Pulido, 2009 a, pp. 292-296; 2009 b, pp. 453-159.
146
Ripollès, 2005.
147
Blázquez Martínez, 1962, p. 27.

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Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

en el arte no monetario que, por otra parte,


arraigan desde antiguo en el imaginario de
estas zonas, pudieron favorecer la elección
del delfín y el toro como los elementos
principales de la iconografía religiosa de
determinadas colonias. En este contexto,
sus imágenes se convirtieron en elementos
sagrados sin dejar de ser la representación
de un animal, en virtud de que fue su figura
lo representado.
Así, en lo concerniente a la significación
simbólica del toro (fig. 17) en el moneta-
rio, la presencia de mitra en las emisiones
de Caesaraugusta148 y en la de otras cecas
de la región149 puede, en efecto, ponerse en
relación con el impulso en el territorio de
rituales religiosos en los que dicho animal desempeñaba un papel Figura 18: anverso de
crucial. Entre ellos se encontraban la suovetaurilia, la inmolatio o un cuadrante acuñado
el sacrificium, en este caso, como posibles liturgias asociadas al en Carteia a finales del
siglo I a. C., con tipo
culto de la fertilidad ganadera; de nuevo, como puede observarse, delfín y tridente (RPC I,
enlazando con el posible carácter económico de la figura. No se 119) (tomado del catá-
debe olvidar, en este sentido, que la mitra era un adorno de forma logo on line del Museo
circular, vinculado a la cabeza del toro y generalmente utilizado de Jaén, nº inv CE/
durante la ceremonia de sacrificio del animal. NU01619).
Por otra parte, por lo que respecta al delfín de las emisiones
de Carteia (fig. 18) y Carthago Nova, cabe recordar que ésta fue
una representación muy utilizada en las acuñaciones pre-imperi-
ales de la Península Ibérica. En sí mismo el delfín constituye un
elemento simbólico cuya genealogía es fácilmente reconocible.
Sin entrar en detalles acerca de su origen y primera significación,
detallada magníficamente en recientes aportaciones por E. Moreno
Pulido150, con su posible original carácter sagrado, como elemento
asociado a Neptuno y a la navegación en condiciones seguras,
cabría referir que en gran parte de la zona costera meridional de la
Península Ibérica151 se constituyó, desde época muy antigua como
un verdadero emblema de identidad colectiva. Esta significación,
sin duda, fue heredada en tiempos imperiales, cuando, de hecho,
148
RPC I, 227-228, 334-337, 339 y 367-368.
149
RPC I, 429, 462 y 465-466.
150
Moreno Pulido, 2009 a, pp. 279-304; 2009 b, pp. 143-159.
151
ACNH 87.42, 88.47, 88.50-52, 89.53, 89.55, 89.59, 122.3-4, 412.1-3, 413.4-5, 413.8, 413.11-12, 414.13, 414.20,
417,48, 417.50, 418.55-57 y 423.1-2.

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Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

el símbolo debía contar con una fuerte alusión de naturaleza de tipo cívica, con impor-
tantes derivaciones de carácter económico y religioso.

5. El impulso de iconos cívico-laudatorios y conmemorativos

A excepción del célebre y sugestivo caso de la puerta emeritense152 y de los trofeos153


y las cuádrigas154 adoptados en diversas series triunvirales y augusteas de Carthago
Nova, imágenes de restringida difusión, las representaciones cívico-laudatorias y con-
memorativas contaron con una muy amplia propagación en la producción monetaria de
las cecas hispanas asociadas a colonias155. La asunción de este esquema iconográfico-
propagandístico implicaba la aceptación de tipos tan manifiestamente influidos por el
esquema de representación ítalo-romano como debieron ser las coronas cívicas (fig. 19),
cuya adopción se atestigua en el monetario emitido desde Emerita156, Colonia Patricia157,
Colonia Romula158, Acci159, Carthago Nova160, Tarraco161 y Caesaraugusta162. En todo
caso, la reproducción simbólica de la corona de roble, también asociada a la producción
monetaria de los municipios hispanos163, constituyó la puesta en marcha de un lenguaje
que era ya totalmente civil. La simplicidad del símbolo y el sentido inequívoco del mismo
constituyeron una cualidad excepcional de estas imágenes.
Augusto recogió en sus Res Gestae164 una larga lista de todos los honores y poderes
otorgados por el Senado romano. Entre ellos se encontraba la corona de roble o encina,
una de las condecoraciones militares más antiguas165, incluso relacionada con los honores
recibidos por el propio Rómulo. Era concedida a aquel soldado que durante una batalla
había salvado la vida de un ciudadano romano, dando muerte al enemigo que lo asedia-
ba166. Aprovechando este ancestral sentido y su relación con el legendario fundador de
Roma, la renovación plástica de Augusto confirió a la corona cívica un sentido vinculado
plenamente con el ideal de la res publica restituta. De hecho, con el propósito de hacer
152
RPC I, 10, 12, 20-27, 30-33, 38 y 41-44.
153
RPC I, 149 y 162-164.
154
RPC I, 174-177.
155
Chaves Tristán, 1977, p. 95.
156
RPC I, 9.
157
RPC I, 127 y 129.
158
RPC I, 75.
159
RPC I, 138 y 141-142.
160
RPC I, 172-173.
161
RPC I, 214, 216, 217, 220, 223 y 227.
162
RPC I, 312-313, 216, 324, 332 y 347.
163
RPC I, 51, 99-100,108, 293, 301, 392-393, 395, 397-400, 405-408, 410-411, 413-416, 421, 443, 463-464 y
473-477.
164
Res Gestae Divi Augusti, 7.
165
Hornblower & Spawforth, 1996, p. 411.
166
Maxfield, 1981, p. 70.

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Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

visible la identificación del nuevo restau-


rador y su relación con el símbolo, éste
fue incorporado en la tipología monetaria
junto al nombre del princeps, siendo es-
pecialmente reproducido en las monedas
acuñadas durante los años 18-15 a. C.167
Ahora bien, el origen de la utilización de
la corona de roble como un adorno simbó-
lico fue mucho más antigua; pese a lo cual
su utilización como motivo principal en la
producción monetaria romano-republicana
estuvo muy limitada, habiéndose docu-
mentado pocos ejemplos168.
Por lo que respecta a su difusión en
las cecas hispanas, los primeros talleres en
utilizar la corona cívica como tipo moneta-
rio no siempre estuvieron vinculados con
colonias, como cabría esperar dado el fuerte mensaje político de Figura 19: reverso de un
la misma. Así, observamos su introducción ya bajo el principado as acuñado en Colonia
de Augusto en cecas como Emerita169, Ebora170, Iulia Traduc- Patricia bajo Augusto,
con tipo corona cívica
ta171, Colonia Patricia172, Tarraco173, Caesaraugusta174, Bilbilis175, (RPC I, 129) (Granada,
Calagurris176, y Turiaso177. Poco después, y contando con estos col. privada).
importantes precedentes, durante el gobierno de Tiberio la utiliza-
ción de este símbolo fue ampliamente difundida por el territorio
peninsular178.
En contraposición, las emisiones de los talleres metropolitanos
rehusaron utilizar el tipo en sus emisiones, a excepción de dos
acuñaciones179. El nuevo emperador había rechazado esta con-
decoración. Por este motivo, la amplia difusión del símbolo en

167
RIC I, 333, 372, 375, 378, 384 y 388.
168
RRC 305.1-2, 315.1-2, 506.1 y 511.1.
169
RPC I, 9.
170
RPC I, 51.
171
RPC I, 99, 100 y 108.
172
RPC I, 127 y 129.
173
RPC I, 214 y 116-217.
174
RPC I, 312-313, 316, 324 y 332.
175
RPC I, 392-393 y 395.
176
RPC I, 443.
177
RPC I, 413-416.
178
RPC I, 75, 138, 223, 227, 293, 347, 397-399, 413-416, 463 y 473-475.
179
RIC I, 63 y 79.

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Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

las cecas hispanas no pudo ser fruto de una relación totalmente directa con el mensaje
imperial. Una situación también extensible a los años de imperio de Calígula; momen-
tos en los que como aquél sí había aceptado la condecoración, el símbolo volvió a ser
repetidamente utilizado en Numismática hispana180, pero no tanto en la de Roma, con
sólo tres casos en los que se asoció la corona con el gobernante181.
Este proceso de sistemático uso de la tipología monetaria dio lugar a la aparición de
no pocas variantes entre unas emisiones y otras, las cuales lograron, incluso en ocasiones,
alejar los diseños hispanos del original romano182. No sólo en lo concerniente al estilo
de representación, sino que el proceso diferenciador se pudo hacer extensible a otros
elementos de la iconografía, como fue su significación. Mientras que en Roma el mensaje
de la corona cívica se encontró sólo asociado a los honores otorgados a los emperadores,
en Hispania el motivo presentó una alusión mucho más compleja que remitió también
a la integración de sus ciudades en la vida civil romana. La presencia de leyendas que
identificaban el nombre de la ciudad y, en algunos casos, también la categoría jurídica
colonial183 de las mismas y el nombre de algunos de sus magistrados184, revelan la relación
del símbolo con el programa de propaganda local que estaban empezando a relanzar las
élites locales hispanas como parte de su propio proceso de promoción personal.
En tal contexto, la imagen de la corona cívica en la Numismática de las colonias
hispanas supuso un elemento iconográfico de plena constitución romana, que sólo se
distanció del puramente procedente de Roma, al obedecer a un doble sentido. Por un
lado, constituyó la imagen de un honor que recibió Augusto en los años de formación
del nuevo sistema de gobierno y, por tanto, se presentó como un verdadero emblema
de carácter político-imperial. Por otro lado, dado que es una representación vinculada a
una condecoración que sólo puede otorgar el Senado romano, al cual pertenece de modo
permanente, resultaba un símbolo coligado a la vida civil, tanto de la metrópolis, donde se
produjo el episodio, como del resto de ciudades romanas, cuyos órganos institucionales
al adoptar su representación asumieron, y de modo abiertamente efectivo, esta diligencia.

6. La selección de símbolos cívico-militares

La tipología de carácter militar, únicamente atestiguada en Hispania en la producción de


las cecas asociadas a colonias, debe ponerse en relación con una imagen representante
de las legiones romanas (signa militaria) que habían originado la fundación de las mis-
mas. Especialmente, extendidas se encontraron estas piezas en los primeros momentos,

180
RPC I, 141-142, 301, 400, 464 y 476-477.
181
RIC I, 37, 46 y 53.
182
Gomis Justo, 1997b: 42.
183
RPC I, 138 y 141-142.
184
RIC I, 172-173, 312-313, 316, 324 y 347.

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Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

esto es en época triunviral185 y, sobre todo,


en los años de gobierno de Augusto186. Se
convertían, en tales circunstancias, en os-
tentaciones directas que solemnizaban la
promoción de las colonias que las habían
acogidas en la iconografía de su moneta-
rio; esto es, el caso particular de Emeri-
ta187, Colonia Patricia188, Acci189, Carthago
Nova190, Ilici191 y Cesaraugusta192. Ahora
bien, también se han constatado algunos
ejemplares para los imperios de Tiberio193 y
Calígula194, interpretándose aquéllos como
testimonios que tiempo después del acto
fundacional perpetuaban la conmemora-
ción pública del mismo.
De cualquier forma, en esta línea alu-
siva cívico-militar, fue seleccionada una tipología monetaria de Figura 20: reverso de
sistemático uso como fue el tipo insignia militar (fig. 20), figurado un as acuñado en Acci
a partir de la presencia de varios estandartes, a los que con fre- bajo Augusto, con dos
Aquilae, entre dos es-
cuencia, se ensamblaban una195 o dos águilas legionarias196. Esta tandartes (RPC I, 133)
composición, según hemos deducido, fue incluida como imagen (Granada, col. privada).
monetaria en tiempos muy recientes, pues los primeros ejemplares
que hemos constatado fueron emitidos en época tardo republica-
na197, seguramente en el contexto de primeras conquistas militares.

185
RPC I, 134 y 154-155.
186
RPC I, 8, 14-18, 128, 133-135, 184, 311, 315, 319, 321, 323 y 325; RPC I, S3-I-14A.
187
RPC I, 8, 14-18, 37 y 49; RPC I, S3-I-14A.; RPC I, S3-I-49A.
188
RPC I, 128.
189
RPC I, 133-135.
190
RPC I, 154-155.
191
RPC I, 189-191, 195 y 199.
192
RPC I, 311, 315, 319, 321, 323, 325, 346, 353-358 y 368.
193
RPC I, 37, 49, 139,143-144, 346, y 353-358; RPC I, S3-I-49A.
194
RPC I, RPC I, 368.
195
RPC I, 8, 14-18, 37, 49, 128, 134, 155, 189-191, 195, 353-356 y 368; RPC I, S3-I-14A.; RPC I, S3-I-49A.
196
RPC I, 133, 135, 139, 143-144 y 199.
197
RRC I, 497.3, 525.2-4, 544.1-2, 544.3, 544.8-40 y 546.1.

307
Helena Gozalbes García
Iconografía monetaria en las colonias romanas de Hispania: ¿Aspiraciones locales o expresión del poder romano-central?

Fuentes clásicas

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