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El sistema muscular: Es un conjunto de músculos que pueden ser controlados

de forma voluntaria por un organismo vivo. Los músculos son estructuras o


tejidos existentes en el ser humano, estos tienen la capacidad de generar
movimiento al contraerse y relajarse. El tejido que forma el músculo se llama
tejido muscular y este Está formado X células especializadas llamadas
MIOCITOS que tienen la propiedad de aumentar o disminuir su longitud
cuando son estimuladas por impulsos eléctricos procedentes del sistema
nervioso

Función: Sostén de los órganos internos. Movimiento del cuerpo


(contracción, relajación). Mantenimiento de la postura corporal. Da forma al
cuerpo. Libera calor de la temperatura corporal .

Una contracción muscular se desencadena cuando un potencial de acción viaja


desde los nervios a los músculos. La contracción muscular comienza cuando
el sistema nervioso genera una señal. La señal, un impulso denominado
potencial de acción, viaja a través de un tipo de célula nerviosa llamada
neurona motora.

(1) Un mensaje viaja desde el sistema nervioso hasta el sistema muscular, y


desencadena reacciones químicas.
(2) Las reacciones químicas hacen que las fibras musculares se reorganicen de
manera que acortan el músculo; esa es la contracción.
(3) Cuando la señal del sistema nervioso ya no está presente, el proceso
químico se revierte y las fibras musculares se reordenan nuevamente y se
relaja el músculo.

 Los canales abiertos permiten el ingreso de iones de sodio al citoplasma


de la fibra muscular.
 El ingreso de sodio también envía un mensaje en la fibra muscular Para
desencadenar la liberación de iones de calcio almacenados.
 Los iones de calcio difunden hacia el interior de la fibra muscular.
 La relación entre las cadenas de proteínas en las células musculares
cambia, lo que produce la contracción.
El músculo liso es considerado en las ciencias de la salud, como un tejido
muscular que se ubica en los órganos de la cavidad abdominal y pélvica. Y
que está compuesto de células y fibras dispuestas de manera diferente
al músculo estriado del corazón, extremidades y tronco.

El músculo liso constituye las paredes de casi todos los órganos huecos del
cuerpo, excepto el corazón. Como tal, la función y el control de la contracción
del músculo liso variarán dependiendo del órgano en el cual se ubique y
la función de ese órgano o sistema.

¿Qué órganos tienen tejido muscular liso?


Conjunto de numerosas células musculares que forman la porción contráctil de
varios órganos, como el tracto gastrointestinal, los conductos de algunas
glándulas, el árbol bronquial, el sistema genitourinario, las arterias, venas,
vasos linfáticos de gran tamaño, etc.

Cómo se divide el músculo liso?

El músculo liso se divide en dos tipos morfológicos: músculo liso unitario o


visceral y músculo liso multiunitario. El primero está formado por células
musculares agrupadas de forma compacta, formando láminas o haces rodeadas
de tejido conectivo.

¿Qué órganos tienen músculo liso?


 Intestinos.
 Bronquios.
 Esófago. Órganos del sistema digestivo (estómago, hígado, páncreas,
vesícula).
 En la cavidad pélvica el útero.
 Vejiga.
Quién controla las contracciones del músculo estriado y liso?

Las contracciones son controladas por el sistema nervioso central.


Mientras el cerebro controla las contracciones voluntarias, la médula
espinal controla los reflejos involuntarios.
Musculo esquelético
Las fibras musculares esqueléticas están empaquetadas en los órganos
denominados músculos esqueléticos, que se adhieren al esqueleto corporal.
Puesto que los músculos esqueléticos cubren nuestros “soportes” óseos,
ayudan a formar unos contornos más lisos en nuestro organismo. Las fibras
musculares esqueléticas son células grandes, multinucleares y con forma de
puro. Son el tipo más grande de fibras musculares; músculos grandes
sometidos a un trabajo intenso
Los músculos esqueléticos también se conocen como músculos estriados
(porque sus fibras presentan unas rayas visibles), o como músculos
voluntarios (porque son el único tipo de músculos sometidos a un control
consciente). Sin embargo, resulta importante reconocer que los músculos
esqueléticos a me- nudo se activan también mediante reflejos (sin nuestra
“orden voluntaria”). Al pensar en el tejido muscular esquelético, las
principales palabras que debes recordar son: esquelético, estriado y voluntario.
El tejido muscular esquelético se puede contraer rápidamente y con una gran
fuerza, pero se cansa con facilidad y debe descansar después de breves
periodos de actividad. Las fibras musculares esqueléticas, como la mayoría de
las células, son blandas y sorprendentemente frágiles, si bien los músculos
esqueléticos pueden producir una potencia tremenda; de hecho, la fuerza que
generan, como cuando levantamos una pesa, es a menudo mucho mayor que la
requerida para esa tarea. ¿Por qué? La razón por la que no se rompen cuando
producen dicha fuerza es que miles de sus fibras están unidas en un bloque por
el tejido conectivo, que proporciona fuerza y sirve de sustento a todo el
músculo
Cada fibra muscular se encuentra envuelta en una delicada envoltura de tejido
conectivo, denominada endomisio. Varias de estas fibras musculares se
encuentran envueltas a su vez por una membrana fibrosa más gruesa
denominada perimisio para formar un haz de fibras denominado fascículo.
Muchos fascículos están unidos por un “abrigo” aún más grueso de tejido
conectivo denominado epimisio, que cubre todo el músculo. Los epimisios se
mezclan con los fuertes tendones, con forma de cuerda, o con las planas
aponeurosis que adhieren de forma indirecta los músculos a los huesos, los
cartílagos o las cubiertas de tejido conectivo.
Interacciones de los músculos esqueléticos en el organismo
Los músculos no pueden empujar (sólo pueden tirar, cuando se contraen), así
que a menudo los movimientos corporales son el resultado de la actividad de
dos o más músculos que actúan a la vez, o uno contra otro. Los músculos
están dispuestos de tal forma que lo que hace un músculo (o grupo de
músculos) puede ser revertido por otro. Por ello, los músculos son capaces de
producir una gran cantidad de movimientos.
El músculo que tiene mayor responsabilidad para producir un determinado
movimiento se denomina el músculo principal.. Los músculos que se oponen,
o revierten, un movimiento son antagonistas. Cuando un músculo principal se
encuentra activo, su antagonista está estirado y relajado. Asimismo, los
antagonistas pueden ser principales en su forma. Por ejemplo, el antagonista
del bíceps del brazo (músculo principal de la flexión del codo) es el tríceps
(músculo principal de la extensión del codo).
Los músculos sinérgicos (sin = juntos, erg = trabajo) ayudan a los músculos
principales produciendo el mismo movimiento o reduciendo los movimientos
no deseados. Cuando un músculo cruza una o más articulaciones, su
contracción provoca un movimiento en todas las articulaciones que cruza, a
menos que los músculos sinérgicos los estabilicen. Así, por ejemplo, los
músculos flexores de los dedos cruzan tanto la muñeca como las
articulaciones de los dedos. Puedes cerrar el puño sin doblar la muñeca porque
los músculos sinérgicos estabilizan las muñecas y permiten que el músculo
principal actúe en las articulaciones de los dedos.
Los músculos estabilizadores son músculos sinérgicos especializados.
Mantienen fijo un hueso o estabilizan el origen de un músculo principal, de
forma que se pueda utilizar toda la tensión para mover el hueso de la
inserción. Los músculos posturales que estabilizan la columna vertebral son
estabilizadores, así como los que sujetan las escápulas al tórax.
En resumen, a pesar de que los músculos principales parecen disfrutar de todo
el crédito para provocar determinados movimientos, las acciones de los
músculos antagonistas y sinérgicos son igualmente importantes a la hora de
producir movimientos suaves, coordinados y precisos
El músculo cardiaco
El músculo cardiaco se encuentra sólo en un lugar del cuerpo: el corazón,
donde constituye la mayor parte de las paredes éste. El corazón actúa como
una bomba que impulsa la sangre por los vasos sanguíneos a todos los tejidos
del cuerpo. El músculo cardiaco es como los esqueléticos, en el sentido de que
tiene estriaciones, y como los lisos, en el sentido de que es involuntario y no
se puede controlar de forma consciente. Algunas palabras clave para recordar
este tipo de músculo son: cardiaco, estriado e involuntario.
Las fibras cardiacas están protegidas por pequeñas cantidades de tejidos
conectivos blandos, disponen en espiral o en grupos de ocho, Cuando el
corazón se contrae, sus cámaras internas se vuelven más pequeñas, e impulsan
la sangre hacia las grandes arterias que salen del corazón. Hay que recordar
que las fibras del músculo cardiaco son células ramificadas que se unen
mediante juntas especiales denominadas discos intercalados. Estas dos
características estructurales y la disposición en espiral de los grupos de
músculos del corazón permiten que la actividad cardiaca esté altamente
coordinada. Los músculos cardiacos a menudo se contraen a un ritmo continuo
fijado por el pacificador “interno” del corazón, pero el corazón también puede
verse estimulado por el sistema nervioso para cambiar a “la marcha más alta”
durante pequeños periodos, como cuando corremos para coger el autobús.
Como puedes observar, cada uno de los tres tipos de músculos presenta una
estructura y una función apropiada para su labor en el organismo. No obstante,
dado que el término sistema muscular se aplica específicamente a los
músculos esqueléticos, en este capítulo nos centraremos en este tipo de
músculos.

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