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En una mañana del 13 de junio, Darwin cumplía

10 años y su padre lo inscribieron en un


campamento de boy scouts. Él estaba tan
emocionado que salto de alegría porque iba a
conocer nuevos amigos y de tanta emoción no
podía dormir. Al día siguiente se levantó muy
temprano para arreglar sus cosas, se bañó, se
cepillo los dientes, desayuno y luego corrió a ver
su maleta para irse de campamento.
Al llegar conoció muchos amigos. Cuando
llego al campamento se dio cuenta que
iban a ir al bosque estaba tan feliz porque
su sueño era conocer muchos animalitos.
Al llegar al lugar el líder del grupo los
llevo a recorrer el bosque, pero Darwin
estaba tan inquieto que cuando fueron por
el camino del río, vio a un conejito muy
saltarín y lo siguió.
De un momento a otro se dio cuenta que se encontraba
muy lejos del grupo y de sus amigos, se susto y corrió
de regreso para ver si los encontraba, pero no lo logro.
De pronto apareció el conejo blanco al que había
seguido y le habló. Darwin estaba asustado porque era
la primera vez que escuchaba hablar a un animalito. El
conejito le dijo amiguito no te asustes, estás conmigo y
si quieres ser mi amigo te puedo ayudar a encontrar el
camino de regreso y Darwin le dijo ¿sabes hablar? Y el
conejo le contesto que sí. Luego le presento a todos los
demás amigos del bosque.
El conejo y Darwin se adentraron a aventurar por
todo el bosque. El león, la serpiente, el mono, el
elefante, entre otros animales. Todos hablaban y el
ambiente se puso divertido, compartían, no
peleaban y jugaban todo el tiempo. Para Darwin
era todo mágico ya que nunca había
experimentado algo así. El león era el líder de la
casa, él le enseño la mayor parte del bosque.
Antes de que se termine el recorrido el león le aconsejo a
Darwin que nunca debe separarse de las personas que lo
quieren y lo cuidan porque eso puede traer consecuencias. El
león y los otros animales le ayudaron a volver con las demás
personas de su grupo. Darwin prometió guardar todo ese día
mágico en su corazón, pero nunca le diría nada de lo que paso
en el bosque a nadie para así cuidarlo de que nadie entre ni
corran peligro. Se despidieron con la esperanza de volverse a
ver algún día. Darwin paso el mejor cumpleaños de su vida y
los animalitos estuvieron contentos de poder hacer un gran
amigo.
Moraleja: Aprende a guardar secretos que son importantes
para otras personas.

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