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Introducción

El desarrollo del ser humano es un proceso continuo que dura toda la vida hasta la
muerte. Este proceso afecta todos los ámbitos de la vida, especialmente el físico, el cognoscitivo
y el psicosocial. Este se divide por etapas para estudiarlo y conocerlo con mayor facilidad. El
desarrollo del ciclo vital consta de ocho etapas según Papalia, estas son: prenatal, infancia,
preescolar/niñez temprana, niñez intermedia, adolescencia, adultez temprana, adultez media y
adultez avanzada. En cada etapa, los individuos tienen necesidades y tareas de desarrollo
características.

La etapa seleccionada para este trabajo es la adolescencia. Esta es una de las etapas con
intensos cambios físicos, cognoscitivos y psicosociales, debido a la transición de la niñez hacia la
adultez. La adolescencia se puede dividir en tres sub-etapas: temprana (desde los 10 a los 12-15
años), media (desde los 16-18 años) y tardía (desde los 19-25 años), donde el individuo se
encuentra en el proceso de alcanzar la madurez física, el pensamiento abstracto y establecer su
identidad. Un cambio físico importante en la adolescencia es el inicio de la pubertad, cuyo fin es
conseguir la capacidad reproductiva propia de cada sexo. A pesar de la pubertad ser un cambio
físico, también influye en los aspectos cognitivos y psicosociales, debido a que las hormonas
gonadales hacen eclosión. A nivel cognitivo, en esta etapa se perfecciona la capacidad del
pensamiento abstracto, lo que Jean Piaget denominó las operaciones formales. Desde el aspecto
psicosocial, los adolescentes se encuentran en la etapa postulada por Erik Erickson, identidad
ante confusión de identidad, donde están expuestos a influencias y experiencias sociales, las
cuales los llevan a lograr la independencia, aceptar su imagen corporal, establecer relaciones
interpersonales y lograr su identidad sexual, vocacional, moral y del yo. La adolescencia es una
de las fases de la vida más fascinantes y más complejas.
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Desarrollo físico del adolescente

Un cambio físico importante en la adolescencia es el inicio de la pubertad, cuyo fin es


conseguir la capacidad reproductiva propia de cada sexo. Se creía que la adolescencia y la
pubertad comenzaban simultáneamente, alrededor de los 13 años. No obstante, se ha
comprobado que la pubertad se ha adelantado, ya que puede comenzar entre los 8 y 13 años de
edad en las mujeres, y entre los 9 y 15 años de edad en los hombres. Durante la pubertad se inicia
un aumento en la producción de varias hormonas. Los cambios hormonales son debidos a la
interacción entre SNC, hipotálamo, hipófisis, gónadas y suprarrenales. “El incremento en el
hipotálamo de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) da lugar al aumento en dos
hormonas reproductivas clave: la hormona luteinizante (LH) y la hormona folículo estimulante
(FSH). En las niñas, los mayores niveles de la hormona folículo estimulante dan inicio a la
menstruación. En los varones, la hormona luteinizante inicia la secreción de testosterona y
androstenediona” (Desarrollo Humano, 2012, p. 355). Los cambios físicos de los seres humanos
durante la pubertad incluyen el aumento en estatura y peso, desarrollo y maduración de los
órganos sexuales, crecimiento de vello corporal, mayor grasa en la piel, desarrollo del olor
corporal, acné, cambios en la voz, entre otros. Los cambios físicos específicos de la mujer son
los siguientes: la menarquía, aumento en la producción de estrógeno lo cual estimula el
crecimiento de los genitales femeninos (las trompas de Falopio, el útero, la vagina, y los ovarios)
y desarrollo de los senos. Los cambios físicos específicos de los hombres son los siguientes:
producción de testosterona la cual estimula el crecimiento de los genitales masculinos (los
testículos, el pene, las vesículas seminales, el escroto y la próstata) y la espermaquía, seguida por
los sueños húmedos. Es importante resaltar que tanto hombres como mujeres poseen ambos tipos
de hormonas, estrógeno y testosterona. Estos cambios físicos comienzan desde la adolescencia
temprana.

El adolescente se encuentra en el proceso de la maduración del cerebro, pues este aún no


ha terminado de madurar. “Entre la pubertad y la adultez temprana tienen lugar cambios
espectaculares en las estructuras del cerebro involucradas en las emociones, el juicio, la
organización de la conducta y el autocontrol” (Desarrollo Humano, 2012, p. 360). Suelen hacer
juicios menos razonados debido a que procesan la información sobre las emociones con la
amígdala. Los adolescentes presentan una gran activación en la red socio-emocional donde se
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encuentran áreas cerebrales especialmente sensibles a los estímulos sociales y emocionales, la


cual se remodela durante la adolescencia temprana y es dependiente de los cambios hormonales
de la pubertad. Además, la red de control cognitivo conlleva la activación en áreas corticales
relacionadas con el control de las funciones ejecutivas, como la planificación de la acción y la
autorregulación; esta red madura a lo largo de la adolescencia hasta llegar a la adultez y es
independiente del desarrollo de la pubertad. El cerebro humano pasa por una sobreproducción de
materia gris, especialmente en el lóbulo frontal. Además, pasa por la poda del exceso de células
nerviosas. El lóbulo frontal va a desarrollarse gracias a la mielinización, la cual facilitará la
maduración del procesamiento cognoscitivo. El cerebro continuará madurando hasta más allá de
los 20 años de edad.

Algunos factores que pueden influir y afectar el desarrollo físico de los adolescentes son
los siguientes: condición física, problemas de sueño, drogadicción, embarazos, enfermedades de
transmisión sexual, nutrición y trastornos alimenticios tales como: obesidad, bulimia y anorexia.
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Desarrollo cognoscitivo del adolescente

Los cambios en la adolescencia son de los más fascinantes y complejos de la vida.


Durante la adolescencia, los individuos se encuentran en la etapa que Jean Piaget denominó las
operaciones formales, también conocida como el nivel más alto del desarrollo cognoscitivo. En
esta etapa se perfecciona la capacidad del pensamiento abstracto. Los individuos tienen la
capacidad de formar sus propias nuevas ideas y preguntas. Son conscientes del acto de procesar
sus propios pensamientos. Pueden pensar en términos de lo que podría ser y no sólo de lo que es,
al igual que apreciar y entender las metáforas y alegorías. El desarrollo del lenguaje y otros
aspectos como el vocabulario y la toma de la perspectiva social, mejoran en esta etapa. Este
puede diferir según el origen étnico, cultura, edad, entre otros factores. También nace el
egocentrismo en el adolescente, lo cual significa que se consideran especiales y mucho más
importantes en el plano social de lo que son en realidad, y piensan que son el centro de una
audiencia que observa constantemente lo que dicen y/o lo que hacen.

Piaget planteó que el razonamiento hipotético deductivo se desarrolla en la adolescencia,


donde se obtiene la capacidad para desarrollar una hipótesis y ponerla a prueba. Este sirve como
herramienta para la resolución de problemas. Además, los adolescentes se encuentran en el
desarrollo del razonamiento moral, según postulado por Kohlberg. La teoría del desarrollo moral
consta de tres niveles: moralidad preconvencional, moralidad convencional y moralidad
posconvencional. “Kohlberg propuso que el desarrollo moral progresa del control externo a los
estándares sociales internalizados a los códigos personales de principios morales” (Desarrollo
Humano, 2012, p. 387).

En la adolescencia se presentan cambios en la manera en que se procesa la información.


Dichos cambios reflejan la maduración de los lóbulos frontales del cerebro. Existen dos
categorías de cambio mensurable en la cognición adolescente: cambio estructural y cambio
funcional. “Los cambios estructurales en la adolescencia incluyen: cambios en la capacidad de la
memoria de trabajo y la cantidad creciente de conocimiento almacenado en la memoria de largo
plazo” (Desarrollo Humano, 2012, p. 374). La información almacenada en la memoria a largo
plazo puede ser declarativa (conocimiento), procedimental (habilidades) o conceptual
(comprensión). “Entre los cambios funcionales más importantes se pueden mencionar: el
incremento continuo de la velocidad del procesamiento y un mayor desarrollo de la función
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ejecutiva, la cual incluye habilidades como atención selectiva, toma de decisiones, control
inhibitorio de respuestas impulsivas y control de la memoria de trabajo” (Desarrollo Humano,
2012, p. 374).

Los logros educativos de los adolescentes son influidos por la confianza en la


autoeficacia, la calidad de la educación, el nivel socioeconómico, el género, las prácticas de
crianza, y las influencias culturales y de los pares. En la adolescencia tardía utilizan el
pensamiento complejo para enfocarse en conceptos menos autocentrados y en la toma personal
de decisiones. Desarrollan puntos de vista idealistas sobre temas o inquietudes específicas, y
pueden debatir y desarrollar intolerancia sobre puntos de vista opuestos. Estos comienzan a
pensar en decisiones sobre su carrera y a considerar sistemáticamente posibles metas futuras.
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Desarrollo psicosocial del adolescente

Los adolescentes pasan por diversos cambios significativos para luego pasar a la
siguiente etapa que es la adultez temprana. Dichos cambios, comenzando con la pubertad,
influyen en los aspectos psicosociales de los individuos. Estos se desarrollan buscando su propia
identidad, donde surge la pregunta “¿Quién soy realmente?”. Según Erik Erikson, confrontar la
crisis de identidad frente a confusión de identidad es la principal tarea de la adolescencia. “El
logro de una identidad personal hacia fines de la adolescencia y comienzos de la adultez
involucra varios aspectos: la aceptación del propio cuerpo, el conocimiento objetivo y la
aceptación de la propia personalidad, la identidad sexual, la identidad vocacional, y que el joven
defina una ideología personal (filosofía de vida), que incluya valores propios (identidad moral)”
(Gaete, 2015). Los primeros impulsos sexuales comienzan a llegar a sus cuerpos, se encuentran
en la etapa genital según Sigmund Freud, por tanto, la conciencia de la sexualidad afecta de
manera profunda las relaciones y la imagen que se tiene de sí mismo. Los adolescentes
comienzan a desarrollar relaciones románticas con quienes sientan una atracción sexual
consistente de acuerdo a su orientación sexual, la cual es influenciada por una interacción de
factores biológicos y ambientales.

La adolescencia se caracteriza también por el desarrollo de competencia emocional y


social. La relación social significativa es la formación de grupo de iguales, por el cual el
adolescente busca la sintonía e identificación afectiva, cognitiva y comportamental con aquellos
con los cuales puede establecer relaciones autodefinitorias, superar la confusión de roles,
establecer relaciones de confianza, estabilidad y fidelidad. Es el grupo el que dicta la forma de
comportarse, de hablar y hasta de vestir, siendo las opiniones de las amistades mucho más
importantes que las de los padres. La influencia del grupo de pares es más fuerte en la
adolescencia temprana. Otra tarea del desarrollo psicosocial en la adolescencia es el logro de la
autonomía, lo que ocurre cuando los individuos llegan a ser emocional y económicamente
independiente de sus padres. La lucha por la emancipación y el adquirir el control de su vida está
en pleno apogeo, por ende, el adolescente deberá separarse progresivamente de su familia para
conseguirlo, lo que usualmente conlleva un grado de conflicto e incluso de rebeldía con sus
padres. Para alcanzar la autonomía, los adolescentes tendrán también que adquirir destrezas
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vocacionales/laborales que le permitirán avanzar tarde o temprano a hacerse autosuficientes


financieramente.

Es importante destacar varios factores que influyen y pueden llegar a afectar el desarrollo
psicosocial del adolescente. Los estilos de crianza y el nivel socioeconómico de la familia son
factores de gran peso en esta etapa, se considera que la crianza autoritativa se asocia con los
resultados más positivos. Además, el origen étnico, las influencias culturales y de los pares
tienen un gran impacto en la vida del adolescente. La crianza ineficaz, embarazos, enfermedades
de transmisión sexual, deserción escolar, drogadicción y la delincuencia impactan
significativamente el desarrollo del adolescente negativamente, lo cual trae consigo
consecuencias que les afectará en las etapas posteriores de la vida. Mucha de la morbilidad y
mortalidad de los adolescentes se debe a accidentes, suicidio, violencia y drogas.

Ya en la adolescencia tardía, si la etapa se supera con éxito, los individuos habrán


conseguido la cristalización de la identidad. Significa que han resuelto los siguientes problemas:
obtener autonomía, elección de una ocupación, adopción de valores (¿En qué creer? y ¿Por qué
vivir?), identidad sexual, y manejo eficaz de relaciones interpersonales. Esto sirve para adaptarse
al mundo y ser individuos funcionales en la sociedad. Si la etapa no se supera con éxito, los
individuos se ven incapaces de dar coherencia y estabilidad a su identidad, y por ende a su vida.
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Conclusión

La adolescencia es una de las etapas con intensos cambios físicos, cognoscitivos y


psicosociales, debido a la transición de la niñez hacia la adultez. Esta se divide en tres sub-
etapas: temprana (desde los 10 a los 12-15 años), media (desde los 16-18 años) y tardía (desde
los 19-25 años), donde el individuo se encuentra en el proceso de alcanzar la madurez física, el
pensamiento abstracto y establecer su identidad. Es un período de la vida que se ha prolongado
por el adelanto de la pubertad y el retraso de la madurez psicosocial. Un cambio físico
importante en la adolescencia es el inicio de la pubertad, cuyo fin es conseguir la capacidad
reproductiva propia de cada sexo. Los cambios físicos tienen una amplia variación de la
normalidad, por ende es necesario comprenderlos y conocerlos para diferenciar las variaciones
normales de las anomalías en el crecimiento y desarrollo puberales. Una de las tareas del
desarrollo de esta etapa de la vida es la búsqueda y consolidación de la identidad en sus diversos
aspectos: la aceptación del propio cuerpo y de la propia personalidad, la identidad sexual, la
identidad vocacional, ideología personal e identidad moral. Al igual que la autonomía y la
independencia financiera, que se alcanzarán dependiendo de la realidad del adolescente. La
adolescencia se caracteriza también por el desarrollo de competencia emocional y social. Todos
estos cambios y procesos son facilitados por la capacidad del pensamiento abstracto.

Si la etapa se ha finalizado exitosamente, a fines de la adolescencia el individuo estará en


buena situación para enfrentar las tareas de la adultez joven y ser funcional en la sociedad. Si no
es así, puede presentar problemas en las etapas posteriores del desarrollo del ciclo vital.

Cada proceso y cambio que experimenta el ser humano es fundamental para su desarrollo
y crecimiento. Como antes mencionado, la adolescencia es una etapa de grandes cambios
fisiológicos, cognoscitivos y psicosociales; es por esto que es una de las etapas del ciclo vital que
más capta mi atención. Cada uno de los cambios es de suma importancia, pues forman la base
para el desarrollo del individuo por el resto de su vida, con la finalidad de que participe
productivamente y disfrute de ello, desarrollando todo su potencial en la sociedad. Los
adolescentes tienen en sus manos la capacidad de cambiar los modelos negativos de conductas
sociales que se transmiten de generación en generación, siendo así como tienen el poder de
transformar la sociedad, para que esta impacte positivamente la vida de cada ser humano.

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