Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ESCUELA DE POSTGRADO
Materia:
Ensayo:
Docente:
Sonia Jáquez M.
Junio, 2021.
Derecho Ambiental Dominicano, Antecedentes y Brechas Existentes.
El Derecho Ambiental es una disciplina jurídica que investiga, estudia y analiza
las diferentes relaciones entre los recursos naturales y culturales con la
actividad antrópica, con el propósito de regular la conducta humana respecto al
uso, aprovechamiento y explotación de recursos naturales, su conservación y
protección. Su finalidad es tanto prevenir esos daños como poner los medios
para repararlos en caso de que se produzcan y determinar los responsables de
esas acciones lesivas.
El Profesor Martín Mateo define el Derecho Ambiental como la rama del
derecho que incide sobre conductas individuales y sociales para prevenir las
perturbaciones que alteran el equilibrio ambiental, el cual tiene por objeto
garantizar una relación aceptable entre el ser humano y su entorno; esto implica
un proceso de adaptación de los ordenamientos jurídicos a las reglas del
planeta. (Mateo, 1977).
Esta disciplina nace en los años 70 por la toma conciencia social a consecuencia
de algunos desastres ecológicos ocurridos en el mundo. Por lo cual es una rama
del Derecho relativamente joven pero de gran valor para la preservación y
desarrollo de las futuras generaciones. Su origen, como especialización del
Derecho, surge en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Humano,
celebrada en Estocolmo en 1972. La raíz de esta rama jurídica nace en el
reconocimiento del medio ambiente como bien jurídico del que depende no sólo
el desarrollo económico, sino el bienestar y la salud de la ciudadanía.
En 1942 en la isla de Santo Domingo existía una inmensa cobertura forestal que
cubría toda la isla, con el descubrimiento y la llegada de los europeos al
territorio, estos comenzaron la destrucción de la flora y fauna para establecer
comercios con las maderas preciosas oriundas de la isla existente en la época.
Las primeras legislaciones ambientales de la República Dominica se establecen
con la Real Cédula del emperador Carlos V, con el propósito de garantizar
materia prima (leña) dictó la “Real Cédula”, en el 1539, la cual obligaba que
replantasen árboles alrededor de los pueblos para que siempre existiesen y
nunca faltare madera para leña. Esto indica para esa época donde la isla era un
bosque, existió la visión de que podían terminarse. En su mayoría las
disposiciones de esa época no estaban orientadas a la protección de los recursos
naturales, más bien incentivaban a la depredación de la colonia. Las “leyes de
amparo” del 1591 y la ley de “Composición de Tierras” del 1631, fueron
instrumentos jurídicos que confirmaron la legalidad de la política de
explotación a mansalva de nuestros recursos en sentido general.
Con el nacimiento de la República (1844-1919), los gobernantes basaron la
economía en la ganadería y la explotación de los bosques. A finales del siglo
XIX, comenzaron los primeros esfuerzos tendentes a preservar los sistemas
montañosos. En 1884 en este período se dictó la primera ley de conservación de
los recursos naturales, Ley de Protección de Bosques y Selvas. Esta ley disponía
la prohibición de tala de árboles cerca de las fuentes de nacimiento de los ríos y
manantiales y que cada vez que se dedicara una porción de bosque para la
agricultura debía dejarse un 5% sin talar. Esta disposición protegía dos recursos
naturales fundamentales: los bosques y el agua. En 1909 se promulga la
primera ley que reguló de forma especial el régimen de las aguas, Ley 4916 y
diez años más tardes dicta la Orden Ejecutiva 365, denominada como Ley
Foresta Dominicana.
Esta ley fue sustituida por la Ley 944 sobre Conservación de Montes y Aguas. La
cual prohibió los desmontes, tala y cultivo en las cumbres de las montañas. La
Ley 944 sancionaba el incendio de los bosques con 1 año de prisión, prohibía las
fogatas en los bosques de pino y la destrucción de los árboles en las orillas de los
caminos públicos. Imponía la obligatoriedad de proveerse de un permiso
otorgado por la Secretaría de Agricultura para poder despoblar bosques con
fines de cultivo que tuvieran extensión mayor de 200 hectáreas. En 1919, fue
dictada la Orden Ejecutiva 318 sobre Conservación y Distribución de Aguas en
Regiones Áridas, que de manera específica estableció que los “ríos no eran
propiedad de los ribereños, sino que caían estrictamente bajo el control del
Estado”. El 14 de Noviembre del 1942 se promulga la Ley 124 sobre
“Distribución de Aguas Públicas, la cual derogó la ley 961, fijando claramente la
reglamentación de las “aguas superficiales”.
La aplicación y defensa ambiental aún con todas estas legislaciones era difusa y
dispersa. Esta realidad comenzó a cambiar raíz de las influencias producidas
por las Conferencias de Estocolmo de 1972 y de Río de Janeiro de 1992, ya que
cuando promulgaron las primeras manifestaciones ambientales en la
Constitución de 1994, ya era en el período de la Conferencia de Río de Janeiro
1992. Se pone en evidencia que la República Dominicana no es uno de los países
a la bandera de la protección ambiental históricamente, pues a pesar de haber
regulado la protección del mismo estas leyes no se aplicaban en su mayoría.
A pesar de contar con legislaciones con mucho sentido y con gran aplicabilidad
en nuestro pais las regulaciones del derecho ambiental son inaplicables, o bien
su aplicabilidad es limitada. El incumplimiento de las normas jurídicas
dominicanas no sólo es por la sociedad civil sino también por parte inclusive de
las instituciones públicas y privadas. Esta es una realidad extendida a lo largo de
todo el territorio y se practica no solo en materia de derecho ambiental sino más
es una forma de gestión nacional en casi todos los ámbitos. El incumplimiento
normativo hace que empresas nacionales e internacionales con suficiente poder
y capital encuentren en República Dominicana un centro para invertir y poder
operar bajo el control de la burocracia estatal que les permite operar bajo el
descontrol total del impacto que estas pudieran ocasionar al ambiente.
----------------------------------------------------------------------------------------------
Referencias: