Está en la página 1de 2

“CIELOS ABIERTOS”

Jenkis S. Cam Guerra

Desde muy pequeño tuve una oportunidad de acercarme a DIOS en un sueño, en el que vi SU
mano, sosteniendo la mía y diciéndome " Mi hijo eres tú, no te dejaré ni te abandonaré " y como
cualquier niño a esa edad, lo recordé y con el tiempo se borró de mi memoria. Fui catequista
católico, dirigí niños a mi temprana edad… y aunque fue un tiempo lindo, fue mi primer
acercamiento al ser que me habló y que me hizo ver mi propia realidad.

La vida mía y la de mi hermano, no fue muy fácil, siempre lleno de mucha violencia desde
pequeños, agresiones, tanto físicas, psicológicas y sexuales… si, pasamos por esa pésima
experiencia. La formación que tuvimos hasta el tiempo de nuestra juventud, eran sostenidas por
malos conceptos de formación, ligados al alcoholismo, drogas, mujeres y demás… hasta el tiempo
de mi juventud, un muchacho inestable, violento y con deseos de muerte constantemente. No
conocí un verdadero amor de padre… esa palabra “amor” lo mal dirigí y se volvió más que un
hecho, una excusa para protegerme.

Ingrese a una pandilla aun estando en tiempo de colegio, y llegue a ser uno de los cabecillas por lo
avezado que era al momento de pelear o robar… esta, se volvió mi familia durante dos años o tres
años… “amigos” con los que pasaba mi tiempo y continuamente nos volvíamos en un problema
social, criminal, entre otros… hasta que conocí el amor de una chica quien me ayudo a tomar una
decisión, era hermana de mi mejor amigo en las calles y tras la muerte suya, pues es el, quien fue
asesinado en medio de una pelea entre pandillas y a quien lo agredieron atravesándole una barra
de hierro en el pecho, hiriéndolo de muerte en el corazón y pulmón, lo vi morir en mis brazos… me
dijo, “esto no es para ti, sal de aquí”.

Busque cobijo entre el alcohol y las drogas, conocí el abismo y esto duro, hasta tiempos en los que
conocí a mi actual esposa… una mujer ejemplar, con luchas como todos, pero una sierva de DIOS
temerosa del PADRE y con una sonrisa que maravilla… a ella, yo la engañe, y transforme su mundo
en una pesadilla durante los primeros años. Ella es la madre de mi hijo quien tiene hoy 11 años, y a
sus nueve meses; defendió de mí, de un “monstruo” a su mama… entre mi borrachera y
drogadicción, yo la lastime; y mucho… a sus nueve meses, conoció el dolor de tener un padre,
como el padre que tuve y yo refleje… toqué fondo.

Después de esto y en el estado en el que estuve, estuve a punto de matarme; pues intente tirarme
bajo las llantas de un camión y de pronto, SU mano me sostuvo… y me sujeto fuertemente, con un
poder sorprendente y a mis oídos llego unas palabras, dulces y suaves como el viento… pero a la
vez me dolía y me hería: “Mi hijo eres tú, no te dejaré ni te abandonar, YO soy quien te sostiene”,
caí de rodillas y llore como jamás había llorado en mi vida… yo supe quién era, pero no quería
reconocerlo como tal… porque me sentí abandonado por EL, desde tiempos que casi ya no
recuerdo. En mi mente y en mi corazón, SUS palabras hicieron algo que transformó mi estado en
conciencia, y aunque siempre creí en DIOS, no podía entender para qué o porqué se había
manifestado conmigo… se había hecho presente en mi interior y me hablaba… y como jamás lo
hice, tome una determinación… “Yo no sé qué quieres conmigo, ni se porque vienes a mi… no soy
digno de ti, ni merezco nada de ti… mejor me fuera si me muero de una vez, pero si algo ves en mí
que pueda servirte, ayúdame… ayúdame a seguirte y cambiar lo que soy… TE SEGUIRÉ SEÑOR” …

Han pasado ya 11 años desde que lo sigo y aquello que yo quise cambiar en mis fuerzas por
muchos años, el SEÑOR lo logro sacar de mí en 3 días, fui a un encuentro y juntamente con EL fui
crucificado y con EL resucité, para darle gloria y honor a SU nombre.

Mi familia fue transformada y hoy vivimos adorando al PADRE de nuestra salvación, y


respondiendo a SU llamado en el ministerio que nos dio, trabajando con familias, niños, jóvenes…
aunque mi mover es evangelístico, anunciar el evangelio de JESUCRISTO es mi pasión, la sana
doctrina y la impartición del ESPIRITU SANTO y el mover, es algo tremendo en realidad…
sobrenaturalmente inexplicable.

La lucha ha sido muy dura, ha sido muy difícil seguir a CRISTO, me forma para líder en mi Iglesia,
me capacité para el ministerio y hoy le sirvo en el Callao, junto a mi hermano y toda mi familia
para anunciar el reino de DIOS a todo lugar en donde EL nos envía y lleva, estamos llevando
adelante un ministerio de niños en un lugar muy lejano, y vemos los frutos en ellos… niños con
iguales, o peores experiencias que las mías, pero con la diferencia de que CRISTO ha llegado a sus
viditas para transformarlas y también a sus familias, podemos dar testimonio de SU obra, de SU
amor y de la incomparable e inagotable forma de amarnos.

A CRISTO sea todo el honor, la gloria por siempre, Amén.

También podría gustarte