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Escuela Cepalina

La Escuela CEPAL es una escuela de pensamiento especializada que examina las tendencias
económicas y sociales de mediano y largo plazo de países de América Latina y el Caribe, con un
programa de reflexión e investigación que se derivó esencialmente del diagnóstico de la transición
profunda. La Escuela de la CEPAL se originó a finales de la década de los cuarenta del siglo XX en
América Latina con el liderazgo intelectual del economista argentino Raúl Prebisch y con los
aportes de otros economistas como Celso Furtado, José Medina Echavarría, Regino Botti, Jorge
Ahumada, Juan Noyola Vásquez, Aníbal Pinto, Osvaldo Sunkel y otros pensadores de la realidad
latinoamericana.

Las principales ideas compartidas por los miembros de la CEPAL fueron:

a. La afirmación de una especie de vacío teórico y de escepticismo sobre la teoría económica


imperante por parte de los intelectuales mencionados generó confusión ante la falta de
teorías que pudieran adaptarse en a las realidades económicas y sociales que pretendían
comprender y transformar. Es decir, la existencia de algún desacuerdo entre la historia
económica y social construcción de su contraparte a nivel ideológico y analítico
b. La urgencia de una formulación teórica independiente o al menos adaptada a las
condiciones de los países subdesarrollados, ya que en aspectos relevantes funcionaban en
forma diferente a la de los países desarrollados.
c. . La necesidad de realizar políticas de industrialización como forma de superar el
subdesarrollo y la pobreza.
d. El uso de un enfoque metodológico igual, independientemente de las etapas trasegadas.
Lo que implica que, si bien se modifican la historia real objeto de análisis, así como el
contexto ideológico en que ésta se genera, lo que se lleva a cabo permanentemente es
una matización de los énfasis y una renovación de las interpretaciones con el fin de
adaptarse a los nuevos contextos históricos

La teoría de la dependencia señalaba que la negligencia o la intención deliberada de los países


ubicados en el centro del sistema capitalista mundial conducían a la explotación de los países
pobres de la periferia, lo que significa una permanente concentración de capital al centro y
ausencia del mismo en los países subdesarrollados para dinamizar su desarrollo. Por este
motivo se juzga que todos los esfuerzos dedicados por los países de la periferia al desarrollo
nacional no son vanos. En resumen, aquellos grupos que controlan la riqueza a nivel nacional e
internacional son las élites que también controlan el poder político y, por ende, sus prácticas
políticas perpetúan el sistema internacional de desigualdad.

https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/32701/1/D-16826.00_es.pdf

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