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FALLAS EN CIMENTACIONES

La mayoría de las fallas en las cimentaciones son por un incorrecto diseño o una


defectuosa construcción. Otras causas pueden ser la acción de construcciones
aledañas o por motivo de nuevas estructuras en la misma edificación.

LAS ALTERACIONES DEL TERRENO EN EL ENTORNO INMEDIATO DE UNA


CIMENTACIÓN.

En el entorno inmediato de una cimentación ya existente pueden producirse


diversas alteraciones, cuyo origen es variable. De entre ellas, cabe destacar las
derivadas de las siguientes causas: actuaciones defectuosas, especialmente entre
medianerías, alteraciones debidas a oscilaciones del nivel freático y alteraciones
producidas por fallos y fugas en las conducciones de agua enterradas.

 Actuaciones defectuosas.

Sobre el entorno inmediato de una cimentación pueden ser llevadas a cabo


muchas y muy variadas actuaciones defectuosas, inadecuadas, agresivas y
potencialmente ruinógenas. Pero, de entre todas ellas, las que constituyen el
origen más frecuente de daños son las excavaciones. Y es que debe tenerse en
cuenta que cualquier excavación provoca unas deformaciones apreciables
(verticales y horizontales) del terreno adyacente, que se extienden fuera del área
estrictamente ocupada por la propia excavación.

 Alteraciones debidas a oscilaciones del nivel freático.

Cualquier oscilación del nivel freático causa una variación (incremento o


reducción) de la humedad natural del terreno y, en consecuencia, del peso propio
del mismo. Esta variación conlleva una modificación de las presiones iniciales que
tiene el terreno en su estado natural, debidas a su peso propio.

 Alteraciones producidas por fallos y fugas en las conducciones de agua


enterradas.

Las roturas en las canalizaciones de la red de saneamiento o los fallos en sus


conexiones causan la imbibición del terreno adyacente y, en consecuencia, un
movimiento localizado del mismo (generalmente, de hundimiento), movimiento que
provoca asientos de las cimentaciones ubicadas al lado o cerca de tales
canalizaciones. Las roturas en las conducciones de agua a presión o los fallos en
sus conexiones, además pueden causar la socavación de esas cimentaciones, por
deslavado y arrastre de los finos del terreno.
Fallas por Bufamiento

En la actualidad es bien sabido que muchas estructuras se ven afectadas por el


bufamiento de suelos constituidos por partículas finas. Ciertos suelos ricos en
arcilla bentonítica sufren grandes cambios de volumen a causa de las variaciones
estacionales en su contenido de humedad, sobre todo cuando las cargas son
ligeras. Este fenómeno se ve complicado aún más por el efecto de sombra debajo
de la edificación y hacia el lado norte (en el hemisferio boreal), lo que provoca
desigualdades en la velocidad de secado del suelo.

Fallas por Asentamiento

Las arcillas, compactas y duras cuando secas, pierden estas cualidades en


presencia de agua. La consolidación de algunos estratos del suelo, como
resultado del drenaje de aguas mediante resumideros o algunas otras obras
subsuperficiales, así como la consolidación normal, más lenta, ocasionada por la
presión de una sobrecarga, pueden ocasionar inclinación de los cimientos. Se
sabe que incluso los cimientos de pilotes se asientan y desplazan lateralmente
cuando las capas no consolidadas del suelo (por lo general de espesor uniforme)
empiezan a contraerse después de haber hincado el pilote o cuando hay cambios
en las condiciones de carga.

Es muy fácil observar los asentamientos y el problema se detecta a partir de la


forma de las cuarteaduras de los muros. Todo el diseño debe ser revisado para
ver dónde y cómo pueden suceder movimientos de la cimentación, de modo que
se puedan efectuar por anticipado las modificaciones pertinentes a fin de eliminar
los posibles efectos sobre otras estructuras e igualar los movimientos, en
magnitud y dirección, en la nueva estructura.

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