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NEGOCIO JURÍDICO

Concepto

Actos realizados con la intención de producir efectos jurídicos.


La manifestación de voluntad encaminada a crear, modificar o extinguir
derechos y obligaciones.
Negocio jurídico es una declaración de voluntad privada dirigida a la
producción de un resultado jurídico, que tiene lugar conforme al ordenamiento
jurídico porque es querida.

Normalmente se habla de negocio jurídico cuando nos referimos a la


clasificación de acto jurídico.

La doctrina alemana e italiana distingue, dentro de los actos voluntarios del


hombre, los negocios jurídicos y los actos jurídicos.
Caracteriza al negocio jurídico el hecho de que los efectos por él
producidos son los queridos por su autor o por las partes, de tal modo que dichos
efectos surgen como consecuencia inmediata y directa de la voluntad. En cambio,
en el acto jurídico los efectos que éste produce no van necesariamente adheridos
a la voluntad de sus autores y, muchas veces, son independientes de ella.

Ejemplo de negocio jurídico: el contrato, el pago, el testamento, son negocios


jurídicos porque son manifestaciones de voluntad destinadas a producir efectos
jurídicos.

Ejemplo de acto jurídico: Construcción de un edificio en terreno ajeno sin


conocimiento del dueño. (El constructor ejecuta un acto voluntario que va a
producir efectos jurídicos: el dueño del terreno se hace dueño del edificio, efecto
que indudablemente no es el querido por el constructor y surge como
independiente de su voluntad).

La doctrina nacional no usa generalmente la expresión “negocio jurídico”


para calificar el hecho voluntario destinado a producir efectos jurídicos, sino que
utiliza la expresión “acto jurídico”. En cambio, la doctrina comparada (a excepción
de la francesa) ha incorporado el término negocio jurídico como expresión más
técnica y que da mejor cuenta de su contenido, reservándose la expresión de
actos jurídicos para toda manifestación de voluntad con consecuencias jurídicas.
El negocio jurídico es también manifestación de voluntad, pero destinado a
producir consecuencias jurídicas.

El término negocio jurídico surge en la doctrina alemana del siglo XIX. Se


encontraba en textos romanos, pero su acepción más técnica tiene origen
alemán, con los pandectistas alemanes Hugo Thibaut y Savigny.

La teoría del negocio jurídico encontró su primera manifestación legislativa


en el Allgemeinen Landrecht prusiano de 1794 (ALR), donde no se empleaba el
término negocio jurídico, sino el de declaración de voluntad. El Código Civil del
Reino de Sajonia de 1863 formuló una definición legal del negocio jurídico: si en
un acto de voluntad va dirigida a la creación, extinción o modificación de una
relación jurídica de acuerdo a las leyes, entonces el acto es un negocio jurídico.
Características del negocio jurídico.

Sus características esenciales son dos:


1.- Se trata de una manifestación de voluntad. La manifestación de voluntad está
en la base del negocio. Es la voluntad la que tiene poder de generar la aplicación
de una regla de derecho.
2.- El fin de esa voluntad es la obtención de un efecto jurídico.

La esencia del negocio jurídico en sí, se encuentra en que opera una


voluntad dirigida a la producción de efectos jurídicos.

En las concepciones más clásicas, la idea de negocio jurídico está


vinculada estrechamente al poder de la persona de dictar reglas obligatorias. La
persona está dotada de una autonomía privada y tiene, en su virtud, la facultad de
expresarse por medio de manifestaciones de voluntad que son el supuesto de
hecho del nacimiento de derechos subjetivos.

Clasificación de los negocios jurídicos.

1.- Negocios propiamente tales y negocios-condición.


De acuerdo al papel que juega la voluntad en el negocio jurídico, se
clasifica en negocios propiamente tales y negocios-condición. En los primeros el
acto voluntario crea el negocio y también su contenido. En los negocios-condición,
por otra parte, su contenido está dado por la ley y las partes no pueden alterar los
efectos y obligaciones que ella determina. En este caso, la voluntad sólo sirve
para desencadenar los efectos que la ley establece.

2.- Negocios jurídicos unilaterales y bilaterales.


En los negocios jurídicos bilaterales, para formarse se requiere de la
concurrencia de voluntades de dos o más partes. En los unilaterales, sólo se
requiere la expresión de voluntad de una sola.
Los negocios jurídicos bilaterales son denominados convenciones, las
cuales tendrán por objeto el de crear, modificar o extinguir derechos y
obligaciones.

3.- Negocios entre vivos y por causa de muerte.


Los negocios entre vivos son aquellos en que los efectos pueden
producirse sin necesidad de que acontezca la muerte de alguno de los autores del
negocio. En cambio, en los negocios por causa de muerte o mortis causa, la
muerte es el evento esencial para que se produzcan los efectos propios del
negocio.

4.- Negocio del derecho de familia y negocios patrimoniales.


La distinción se hace con respecto al interés regulado por el negocio o con
relación al objeto sobre que versan. Los negocios patrimoniales se refieren a
derechos y obligaciones pecuniarias, mientras que los de derecho de familia dicen
relación con el grupo familiar o con el individuo como parte de ese grupo.

5.- Otras clasificaciones.


- Negocios solemnes y no solemnes.
- Negocios gratuitos y onerosos.
- Negocios típicos nominados y atípicos.
- Negocios principales, accesorios y dependientes.
- Negocios recepticios y no recepticios.
- Negocios puros y simples y sujetos a modalidades.
Críticas a la teoría del negocio jurídico.

Una corriente de origen alemán hacia 1930 sostiene que el llamado


negocio jurídico tiene eficacia sólo en virtud del poder que el Estado confiere a los
particulares, posición que también sostiene la teoría normativista. Sin embargo, la
teoría del negocio jurídico se ha mantenido y su base voluntarista sigue siendo
reconocida porque aún bajo el supuesto de que sea el Estado quien confiere
eficacia al negocio, es la manifestación de voluntad la que desencadena la
aplicación de un cierto ordenamiento y que permite traducir la regla objetiva de
derecho o situación subjetivo. A veces bastará, para conseguir un resultado, que
el Derecho tutele la manifestación de voluntad y en otras, dicha manifestación
requerirá la concurrencia de otros hechos o actos. Pero sin voluntad manifestada
al origen, no se obtendrá el resultado querido.

En cuanto al fin del negocio, se dijo que la manifestación está encaminada


a la obtención de un efecto tutelado por el Derecho. Existe una corriente que
niega que la voluntad esté en la base de efectos jurídicos. Algunos señalan que lo
que interesa es que exista una declaración de voluntad querida, pero que poco
importa si ella refleja o no la voluntad interna del manifestante, sus motivos, sus
propósitos. Por tanto, los efectos del negocio son independientes de esa voluntad
interna. Esto es lo que propone la teoría de la declaración. Aquí los propósitos
perseguidos por el autor del negocio no son obtener efectos jurídicos, sino un
resultado económico o social. Según esta tendencia entonces, el negocio jurídico
consiste en una manifestación de voluntad que se encamina a la obtención de un
fin práctico o económico, más que un efecto jurídico.

La problemática del concepto negocio jurídico consiste en que todos los


negocios jurídicos coinciden en su esencia. Son actos de configuración creadora
de relaciones jurídicas referidos finalmente a la relación jurídica a configurar. De
esta esencia de todos los negocios jurídicos, y con ello, del negocio jurídico,
resultan los problemas jurídicos del negocio jurídico. No obstante, junto a lo que
es común a todos los negocios jurídicos, también debe ser considerada la
especialidad del tipo particular de negocio jurídico. Esto es posible si el negocio
no se comprende como negocio jurídico en sí, sino como abstracción de los tipos
de negocios jurídicos reconocidos por el ordenamiento.

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