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RECUPERADORES DE ESPACIO
Espacios interdentarios:
Cuando erupcionan los dientes temporales no presentan diastemas pero hacia los 5 ó 6 años,
el crecimiento de las arcadas dentarias provoca la aparición de diastemas entre los incisivos.
De esta forma podemos constatar que habrá suficiente espacio para la erupción de los
incisivos permanentes.
Es decir que un paciente que presenta los incisivos temporarios bien alineados y con correctos
puntos de contacto a los 6-7 años, seguramente presentará apiñamientos con las piezas
definitivas, a menos que presente diastema del “mono” o espacio de primate.
Espacio de primate
El crecimiento de las arcadas a los 5-6 años también se puede verificar como un diastema
mayor antecanino superior y post-canino inferior en vez de diastemas múltiples inter.-
incisivos. Este diastema también nos hace predecir suficiente espacio para la alineación de las
piezas permanentes.
La pérdida de espacio durante la época de recambio puede surgir de alguna de las siguientes
situaciones:
– Pérdida prematura de piezas temporarias.
– Pérdida de diámetro mesio-distal de las piezas temporarios por ejemplo por caries.
– Presión mesial por la erupción de las piezas posteriores.
Por todo esto, el mantenimiento o la recuperación de espacio es una situación corriente en la
clínica de ortodoncia debido a la pérdida prematura de las piezas temporarias.
Mantenedores de espacio
Los mantenedores de espacio se utilizan para la prevención de la pérdida de longitud de
arcada facilitando la erupción de los dientes subyacentes y sin interferir en la erupción de los
antagonistas.
Los mantenedores deben cumplir con las siguientes condiciones:
– Permitir la erupción y la evolución normal de los dientes permanentes.
– Si es posible, deben restablecer la función masticatoria.
– Si es posible, deben restablecer las funciones de deglución, fonación y la estética.
No se utiliza un mantenedor:
– si se observa ausencia de tejido óseo sobre la corona de la pieza a erupcionar
– si la discrepancia dento-alveolar es muy positiva.
– si presenta agenesia de la pieza definitiva y ésta no se va a reponer.
Los factores que influyen en la selección del mantenedor son:
– Edad dentaria (tiempo que falta para el recambio)
– Arcada dentaria (el cierre de espacio es más lento en la mandíbula que en el maxilar
Superior.
– Tipo de oclusión (si el paciente presenta más anomalías de oclusión como mordida cruzada
posterior, etc.)
– Presencia de hábitos orales o disfunciones como deglución atípica o dislalias.
– Zona de la arcada donde ocurre la pérdida (zona anterior o posterior).
Se debe utilizar siempre el aparato más sencillo posible para facilitar la higiene de la zona por
parte del niño y para minimizar las molestias que ocasiona su utilización.
Se pueden clasificar en:
-fijos
-removibles
Están indicadas en pérdidas dentarias múltiples, bilaterales, grupo anterior, y para recuperar
funciones (masticación, deglución, pronunciación) y cuando la placa activa esté indicada
ortodóncicamente.
Requiere la colaboración del niño. Se limpia con jabón neutro y para la eliminación de placa o
sarro se puede utilizar ácido cítrico (zumo de limón o vinagre). En las visitas de control se
puede sumergir durante 10 minutos en una solución desinfectante en un baño de ultrasonidos
Termomoldeables (Figuras 3 y 4)
Se construyen con una lámina de policarbonato de 1 mm de espesor y cubren todo el diente y
2 mm de encía palatina. En vestibular no tiene contacto con la encía gingival. Se coloca un
diente de prótesis en la zona de extracción y su construcción es inmediata a la extracción.
Mantenedores de espacio fijos
No requieren la colaboración del paciente ya que van cementados y sólo pueden ser retirados
por el ortodoncista.
Mantenedor de espacio fijo a banda y asa (Figuras 5, 6 y 10)
Es un dispositivo de fácil elaboración. Se adapta una banda al diente pilar, se toma una
impresión de arrastre, se conforma el asa, se inmoviliza con cera (Figura 7) y se fija con los
electrodos manuales de la soldadora eléctrica (Figura 8). La unión se refuerza con soldadura
de plata. Para no afectar las propiedades del alambre se dirige la llama al exceso del arco
(Figura 9).
Se puede añadir un descanso oclusal para el otro diente adyacente y así evitar la inclinación
del mantenedor hacia el espacio de extracción.
Es recomendable cementar el asa al otro diente para aumentar la retención.
No restaura la función ni impide la extrusión del antagonista.
Mantenedor de Sannverd
Es un hilo de latón ajustado a las coronas de los dientes vecinnos al espacio de extracción y el
espacio se mantiene con un muelle pasivo. Se cementa directamente sobre los dientes. Su
única ventaja sería su construcción inmediata en clínica. Tampoco es funcional ni contiene al
antagonista.
Se recorta el modelo, se adapta una lámina de acero inoxidable de 0,5mm o asa de alambre de
0,9
mm y se suelda a la banda (Figura 24).
Está indicado para casos en que se pierde el 2do. molar temporario antes de la erupción del
1er. Molar permanente, pero está contraindicado en casos de endocarditis bacteriana por
mantener abierta una posible vía de ingreso de microorganismos.
Es mejor la confección previa a la extracción y el cementado en el mismo acto quirúrgico. Se
requiere control Rx durante el cementado para comprobar que la lámina queda por mesial del
primer molar permanente.
Se trata de una placa activa con un tornillo a nivel del espacio desdentado.
La mayor ventaja es que actúa sobre el reborde alveolar estimulando la erupción de la pieza.
Definitiva y que es funcional porque contiene al antagonista a través de la porción de resina
que se agrega en el espacio edéntulo. Requiere de la colaboración del paciente para su
utilización.
Indicaciones
Es imprescindible la radiografía previa para comprobar la presencia de la pieza definitiva, así
como su posición y estado. Si están calcificados más de 2/3 de la raíz, sólo se controla el caso,
ya que se espera una erupción próxima de la pieza definitiva.
Si por el contrario presenta una calcificación menor, se indica un mantenedor si el espacio es
suficiente o un recuperador, si se ha perdido parte del espacio.
Conclusiones
1. El mantenimiento de espacio es una tarea clínica habitual en la clínica de ortodoncia,
odontopediatríau odontología general.
2. Es vital la colaboración del niño para mantener una correcta higiene de la zona y para evitar
descementados.
3. A igualdad de eficacia, se escogerá siempre el aparato más sencillo.
4. Controlaremos regularmente al paciente
5. (cada 3 meses) retirando el mantenedor con la erupción de la pieza definitiva.
Bibliografía
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de José Javier Echeverría García y Emili Cuenca. Barcelona: Ed. Masson – Salvat
Odontología, 1995;1155-69.
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McDonald RE, Hennon DK, Avery DR. Tratamiento de los problemas de espacio.
Odontología Pediátrica y del Adolescente. Panamericana, 1987;677-711.
http://ernestoportela.jimdo.com/temas-de-odontologia/crecimiento-y-desarrollo-
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