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Udproco 3 Filosofía 11 2021
Udproco 3 Filosofía 11 2021
EDUCATIVA Versión: 2
UDPROCO Nº 3 – 2021
FILOSOFÍA GRADO 11°
Fecha: 25/11/2020
Unidad DE PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO
CONCEPCIONES
FILOSÓFICAS DEL SER
HUMANO.
1
Entrar en el origen del conocimiento, aún, más ir al mismo acto de la producción del
pensamiento, como acto consciente de la mente, nos exige, adentrarnos en procesos neuro-
fisiológicos explicitados por la medicina, pero al mismo tiempo debemos apoyarnos en la
producción de la filosofía de la mente. Esto si queremos una visión holística de las implicaciones
físicas, racionales, y trascendentes que están implicadas en las conductas del ser humano.
que dan origen al ser humano y la consciencia, relacionando un esquema de interpretación, a partir del tipo de discurs
SABERES:
Marie Poussepin
Proyecto transversal
Educación física:
Participación activa de los niños y jóvenes en la utilización adecuada del tiempo libre
como parte importante de su diario vivir.
¿Eres libre de organizar tu tiempo libre?
Cuando se habla de ocio y tiempo libre se suelen asociar dichos conceptos como si de sinónimos
se tratasen, sin embargo, se debe tener en cuenta que aun existiendo una estrecha relación entre
ambos conceptos, se trata de concepciones diferentes:
El tiempo libre se define como un tiempo fuera de las obligaciones personales, o lo que es lo
mismo, el tiempo que queda tras haber satisfecho todas las necesidades y obligaciones.
Por su parte, el ocio durante el tiempo libre, implica la forma en la que se ocupa dicho tiempo
libre; Esta forma, implica la realización de actividades que reportan una satisfacción personal, y
que se realizan de forma libre y voluntaria.
El tiempo libre aparece como el continente mientras que el ocio se manifiesta como su
contenido.
No todas las actividades que hacemos en el tiempo libre son ocio ya que, para serlo, tienen que
cumplir con las que se consideran sus características fundamentales: ser libre o desinteresado,
voluntario, que produce placer y que se realiza posteriormente a la realización de las
obligaciones y necesidades básicas.
Resumiendo, hay dos aspectos fundamentales para que una actividad o una situación puedan
clasificarse como ocio:
Tiene que existir disponibilidad de Tiempo Libre. El ocio se desarrolla en el tiempo que
le queda a la persona una vez realizadas sus obligaciones laborales, familiares y
Y una Actitud personal. Lo característico del ocio no es tanto lo que se hace y cuando se
hace, sino cómo se hace, es decir, cómo se vive aquello que se hace. La actitud personal
en las actividades de ocio se refiere a entrega de manera voluntaria y desinteresada, que
le va a producir a la persona una experiencia de satisfacción y de encuentro consigo
mismo.
¿Qué se puede considerar entonces una actividad de ocio y tiempo libre? Veamos algunos
ejemplos:
Actividades de tiempo libre realizadas con mayor frecuencia.
En los datos aportados por el estudio del CIS ante la pregunta ¿en qué suele emplear su tiempo
libre? la cual pueden responder los encuestados de manera múltiple y, por tanto, nos da
información de todas las respuestas dadas por los entrevistados:
Y tú, ¿En qué sueles emplear tu tiempo libre? ¿Lo consideras ocio o simplemente tiempo libre?
https://www.divulgaciondinamica.es/blog/concepto-de-ocio-y-tiempo-libre/
7. SE OLVIDAN DEL TRABAJO No mezclan los negocios con el placer, por esto, durante
su tiempo de descanso no aceptan nada que tenga que ver con lo laboral.
CONSEJOS PARA SER MÁS PRODUCTIVO EN EL TRABAJO, SEGÚN ROBERT POZEN, "EL
GURÚ DE LA PRODUCTIVIDAD" DEL MIT
Cecilia Barría
BBC News Mundo
27 mayo 2019
FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY
"Aprendí a ser productivo porque tenía que conseguir suficiente dinero para financiar mi
educación", dice Robert Pozen.
Robert Pozen cuenta que aprendió a ser productivo porque no tenía otra alternativa.
"Vengo de una familia de bajos ingresos. Cuando estaba en la escuela secundaria tenía dos
trabajos, practicaba deportes y hacía las cosas que hacen todos los jóvenes a esa edad, como
divertirse, ir a fiestas", dice Pozen en conversación con BBC Mundo.
"Aprendí a ser productivo porque tenía que conseguir suficiente dinero para financiar mi
educación", explica. Con poco tiempo disponible, Pozen se propuso administrar de la mejor
manera posible las horas del día. Y lo consiguió.
Profesor del Instituto de Tecnología de Massachusetts, MIT y autor del libro "Productividad
extrema: mejora tus resultados, reduce tus horas", desarrolló una extensa carrera en el mundo
financiero, público y académico.
Estos son los siete pasos que recomienda para que seas más productivo en el trabajo:
Los verdaderos efectos (para tu salud y tu productividad) de trabajar muchas horas al día
Por qué para ser más productivos en el trabajo hay que hacer menos
7. Vete a casa
En muy pocas ocasiones hay una razón suficiente para quedarse en el trabajo y no llegar a casa a
la hora de cenar.
Vete a casa a una hora razonable y cena con tu familia o con las personas que son importantes
en tu vida.
Cena con tu familia o con las personas importantes en tu vida, sin contestar correos ni llamados.
En ese momento, no contestes correos, ni llamados telefónicos. Ese es un tiempo diario para
disfrutar con quienes tienes una relación cercana.
A menudo la gente siente vergüenza de irse más temprano, porque piensa que los demás lo van
a juzgar. Sin embargo, muchos de tus colegas han perdido su tiempo todo el día en reuniones o
haciendo cosas improductivas. Si trabajaste intensamente, vete a casa temprano.
Por qué para ser más productivos en el trabajo hay que hacer menos
Los verdaderos efectos (para tu salud y tu productividad) de trabajar muchas horas al día
https://www.bbc.com/mundo/noticias-48317739
ACTIVIDAD
4. APRENDE ALISTÁNDOTE
.
El alma en la filosofía
La relación entre el cuerpo y el alma ha sido uno de los temas más recurrentes de la historia en
términos espíritu La psicología como ciencia se erige sobre un concepto tan poco científico
como el “alma”, un concepto fundamental en el pensamiento occidental y que, desde su
categoría de mito, se inserta en la filosofía, recorriéndola a lo largo de toda su historia. En los
filósofos milesios el alma es un principio vital extensivo a la materia en su totalidad, que
terminará desarrollándose como principio de movimiento y de sensibilidad, de conocimiento,
por tanto. La asociación del alma con el conocimiento dará lugar a una teoría selectiva y
aristocrática, en la que sólo alcanzarán la inmortalidad las almas que logren un conocimiento
racional, que encontrará su máximo nivel de exposición en la teoría platónica. En oposición a
esta concepción y asociada al materialismo, el atomismo ofrece una teoría subjetivista de las
sensaciones en una línea empírica más próxima a lo experimental. En esta misma línea,
Aristóteles insistirá en el tratado de las sensaciones sin abandonar tampoco la concepción
tripartita platónica del alma. El hedonismo esbozará, por último, una teoría homeostática de la
sensación como búsqueda del placer. Los antiguos griegos, por ejemplo, consideraban al alma
como el principio motor del cuerpo y a pesar de ser independiente, requiere necesariamente de la
sustancia del cuerpo para la creación de un individuo.
El cristianismo toma esta idea del alma de los antiguos griegos gracias a la difusión de
San Agustín que hacía la analogía del “alma que monta al cuerpo”.
Epicureísmo: afirman que el alma está hecha de átomos como el resto del cuerpo, y tanto alma
como cuerpo son mortales.
Platónicos: El verdadero ser humano es el alma. Sin embargo en el mundo material el alma esta
unida a un cuerpo. El alma del ser humano caracterizada como una entidad inmortal e
inmaterial, existe antes de unirse al cuerpo y es el principio vital que mantiene vivo al cuerpo y
en constante movimiento.
Contempla tres clases de almael alma concupiscible, el alma irascible y el alma racional,
ubicadas respectivamente en el vientre y bajo vientre, en el pecho y en la cabeza. La idea de las
tres almas, a cada una de las cuales correspondería una virtud, no parece en principio
disparatada, pues podría entenderse como un modo de representar las distintas funciones
biológicas, emotivas y racionales, e incluso, haciendo un esfuerzo, podría establecerse algún
paralelismo con la teoría freudiana sobre el ello, el yo y el súper-yo. Lo peor, o simplemente, lo
malo, es que Platón aplica esta graduación del alma a su teoría social. Con las funciones
biológicas de nutrición y reproducción. El alma concupiscible tiene su correlato socio-político
en el estamento más bajo, el de los artesanos o productores, cuya única función en la vida es la
de procrear y producir para mantener satisfechas las necesidades elementales para el
funcionamiento de la sociedad o de la polis. El pueblo que constituye este estamento es ignorante
por definición y carece de dominio sobre sus impulsos por lo que precisa de un control
permanente. Jamás, en consecuencia, será dueño de sí mismo ni capaz de autogobierno, siendo
éste uno de los argumentos por los que Platón abomina de la democracia. El alma irascible,
ubicada en el pecho, tiene como propia la virtud de la fortaleza, es decir, la capacidad de
resistencia a los impulsos violentos así como la ausencia de temor propia de los varones, de los
soldados
Aristóteles: también creía en la inmortalidad del alma como una forma inseparable del
cuerpo. Aristóteles pasa por ser el padre de la psicología porque es el primero en considerar las
cuestiones relativas a la vida, a la conducta y al conocimiento como fenómenos de la naturaleza
que, como tales, merecen un estudio empírico y un tratamiento científico. Para el filósofo
estagirita la psyché es principio de vida, de sensación y de pensamiento. Lo que equivale a
ofrecer una definición tan amplia que su estudio no cabe en el tratado que específicamente
Aristóteles dedica al alma y por ello la psicología no sólo está relacionada con otros saberes
como la Física o la Metafísica, sino incluso con los tratados de Ética, de Retórica o de Lógica.
La psicología se relaciona con la Física en cuanto que ésta es el estudio de los seres móviles
en general, de los que los seres animados, con alma, animales y el ser humano forman parte.
Con la Metafísica se relaciona en cuanto que en ella estudia la razón última del movimiento,
exponiendo la teoría de la potencia y el acto como explicación del movimiento, así como la
teoría del Hylemorfismo con la que hay que relacionar su definición del alma
como eîdos o morphé, es decir, forma o esencia del cuerpo. En cuanto a los tratados
específicos, está, ante todo Pery Psyché o Del Alma, pero también otros tratados de lo que hoy
entendemos por psicología y la biología. Estos son De las partes de los animales, De la memoria
y el recuerdo, Del sentido y lo sensible, y De la adivinación por el sueño.
En Del Alma, Aristóteles renuncia a la teoría dualista para llegar a la formulación de una
teoría de la unidad sustancial del cuerpo y del alma, afirmando que "Podemos convenir, pues, en
que todas las afecciones del alma son inseparables del sustrato material de la vida animal "
HILEFORMISMO. Afirmación de la que podría deducirse una doctrina de la mortalidad del alma
individual.
Podemos encontrar no obstante una nueva versión de la teoría platónica del alma tripartita.
Escribe Aristóteles de tres tipos de almas: un alma vegetativa sobre la que recaerían las
funciones biológicas de nutrición y reproducción; un alma sensitiva, sobre la que recaerían las
funciones animales de sensibilidad, que proporcionarían el placer y el dolor, y por último, un
alma racional sobre la que recaerían las funciones intelectivas. La vegetativa la poseen
plenamente los vegetales, la sensitiva los animales, que también poseen la anterior y la racional
sería exclusiva de los seres humanos que también poseen las dos anteriores. Ser humano sería,
según esta teoría funcional, poseer las tres almas, vegetativa, sensitiva y racional.
Al alma racional le corresponde ejercer el control sobre las dos almas inferiores,
impregnarlas de racionalidad, pues según la concepción teleológica que Aristóteles tiene de la
naturaleza, cada ser está orientado a un fin que le es propio por razón de su especie .El
conocimiento empieza para Aristóteles en los sentidos, es por tanto un conocimiento de lo
concreto, que implica una relación directa entre el sujeto que conoce y el objeto que es conocido.
Los mensajes de los sentidos se reúnen en lo que denomina ambiguamente el "sentido
común"; además de que, a pesar de sus extensos conocimientos adquiridos mediante la
observación empírica, el centro de las sensaciones sea para Aristóteles el corazón y no el
cerebro. Observa, por otra parte, que, en ocasiones, los contenidos producidos por los sentidos
perduran una vez que el estímulo ha desaparecido reproduciéndose en la imaginación y en la
memoria que funciona también a base de imágenes. Respecto a la memoria plantea Aristóteles
una cierta teoría de la asociación de ideas por razón de semejanza, de contraste o de contigüidad,
así como afirma que ciertos hábitos lógicos favorecen el recuerdo. Formula también Aristóteles
algo parecido a una teoría de los umbrales perceptivos.
En cuanto al conocimiento intelectual, Aristóteles ofrece una teoría de la Inteligencia
pasiva, una especie de recipiente o de sala vacía donde se precipitan las informaciones de los
sentidos, y de la Inteligencia activa, responsable de la tarea de convertir la información concreta
de los sentidos en conceptos universales. De cualquier modo, dentro de su visión empirista,
concibe la mente como una "tabla rasa".
Dualismo Cartesiano: Surge como oposición a la visión Aristotélica del hombre. Descartes se
basó en las concepciones científicas de autores del Renacimiento y en la razón humana para
desarrollar su teoría ceñida a las leyes y principios de las ciencias naturales, mediante un
complejo razonamiento. Afirma que el ser humano está compuesto por la unión de dos
sustancias completamente distintas: El cuerpo sustancia extensa y la mente sustancia pensante.
Descartes fue el primero en ofrecer una teoría unificada del alma. Uno de sus grandes cambios
es de naturaleza terminológica Prefiere utilizar la palabra mente en lugar de la palabra alma, ya
que no comparte el que el alma sea la vida o la fuerza vital de los organismos; afirma que entre
la mente y la materia existe total independencia ontológica, conceptual y explicativa. Descartes
une está tesis con una psicología materialista y mecanicista que afirma que muchas funciones
que llamamos psicológicas como la percepción de sensaciones o emociones, pueden ser
explicadas en virtud de relaciones causales que se dan en el cerebro y en el sistema nervioso.
Así a la mente se le reservan las funciones cognitivas más elevadas: la conciencia, el
pensamiento lógico y el uso significativo del lenguaje. Las funciones básicas como: movimiento
son explicadas por conceptos fisiológicos, logrando un modelo puramente material basado en
muchas funciones mentales, desde el funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso. Algunas
funciones no pueden explicarse mediante la psicología materialista de Descartes y por tanto es
necesario reservar un espacio para una visión de la mente inmaterial.
El problema central de la visión de este autor. La interacción entre la mente algo inmaterial y el
cuerpo o cerebro, algo puramente material. Esta interacción es necesaria para explicar la
experiencia perceptual y la acción intencional. Percibir es ser afectado por el mundo material,
por tanto, tiene que activarse algo material, el cuerpo o el cerebro, pero también es algo que se da
en la mente. La actuación es algo que se da en el mundo material, pero se origina en la
mente. Descartes postula que hay una conexión entre ambas realidades, en la glándula pineal,
bajo el cerebro.
Nietzsche se refiere al alma como un “invento” y como un invento "contra el cuerpo" para la
negación de la vida. Habría que objetar tal vez que el alma, sea o no un “invento”, es, desde
luego, un mito, un mito que pervive, y que los mitos, como observa Wittgenstein en sus
"Observaciones sobre “La rama dorada” de Frazer" no se “inventan“, como no se inventa una
teoría científica, sino que son explicaciones ante una realidad que sólo se vuelve comprensible a
partir de la formulación del mito (o de la teoría científica). Explicaciones, pues, de una realidad
que, en principio y en tanto que el mito aún no funciona, aparece como incomprensible y, en
consecuencia, como temible y terrorífica.
No existe, no tenemos experiencia empírica del antes de la vida del mismo modo que
existe experiencia del después de la muerte. Por eso, la muerte que contemplamos como lo otro
absoluto de la vida nos sorprende más que ningún otro hecho, pues todos los otros hechos
permanecen dentro del orden de la vida, mientras que la muerte está, por el contrario fuera de
este orden. La muerte es el silencio que sobreviene, de pronto, interrumpiendo la voz (la vida); la
muerte es el frío que sobreviene, de pronto, interrumpiendo la calidez del cuerpo (la vida); la
muerte es la ausencia de mirada, es la oscuridad que sobreviene interrumpiendo, de pronto, la
luminosidad de los ojos que miran y que son mirados; la muerte es la quietud que sobreviene, de
pronto, interrumpiendo el movimiento (la vida). La muerte es lo definitivamente inexplicable.
Tan incomprensible, tan terrible en su insondable misterio que casi sólo puede ser pensada a
través del recurso al mito. El alma será el mito, el cristal a través del cual resultará soportable
pensar la muerte.
Por eso habría que corregir a Nietzsche, no sólo en su concepción del alma como mero
"invento" y como invento " interesado" sino en el objetivo de este interés, pues el mito del alma
no surge como un intento de negación de la vida, sino como un deseo de negación de la muerte.
Lo que, sin duda, llevará, y en esto lleva toda la razón Nietzsche, a una moral de renuncia y de
desprecio a la vida, a la vida del cuerpo, a la vida finita, a la vida que muere (mortal).
Es frecuente también concebir el alma como un pájaro presto a emprender el vuelo. Durante el
sueño el alma del durmiente vuela y visita los lugares del sueño. Es un viaje en el que al alma le
acechan peligros y su no retorno supondría la muerte del individuo. Por la misma razón
(ausencia del alma) no debe nunca despertarse a una persona que duerme, cambiarla de sitio o
alterar su apariencia. Algunos pueblos primitivos (los bororo, por ejemplo) no diferencian la
vigilia del sueño, de modo que suelen pedir cuentas en la vigilia de lo ocurrido durante el sueño.
um.es/tonosdigital/znum12/secciones/Estudios%20J-Alma.htm.
Paralelismo:
El paralelismo “psicofísico” suele reconocer alguna distinción entre lo mental y lo físico, pero
prescinde o no admite su mutua interacción. El paralelismo ontológico es como un dualismo no
interaccionista (por ej., la concepción monádica de Leibniz). Aunque no se emplee esta
terminología, más frecuente en la filosofía moderna es una forma de
paralelismo epistemológico, según el cual la distinción entre procesos mentales y psíquicos sería
sólo una manera de hablar o un enfoque epistémico diverso de lo que en el fondo sería una
misma realidad. Las descripciones mentales (psicológicas) y cerebrales (neurológicas) estarían
“correlacionadas” o serían simplemente “correspondientes”. El paralelismo epistemológico se
aproxima al monismo (por ejemplo, Spinoza).
Monismo espiritualista
Niega legitimidad a la noción de cuerpo como algo realmente distinto del espíritu o del
conocimiento. La realidad sería enteramente psíquica (panpsiquismo), o ideal, como sucede en
general en el idealismo (Berkeley), de un modo complejo que aquí no podemos abordar. Algunas
posiciones, cuando admiten la atribución de mente, inteligencia, psiquismo, conciencia, a las
cosas materiales, al universo, a los robots con inteligencia artificial, son formas monistas pseudo-
espiritualistas (en realidad son materialistas).
Conductismo
El conductismo psicológico intenta resolver ciertas actitudes “interiores”, por ejemplo las
sensaciones o las emociones, en esquemas de estímulo-respuesta de tipo neurofisiológico,
susceptibles de una descripción física externa sometida al rigor de las leyes naturales. El
conductismo psicológico puede tomarse como un método de atenerse sólo a lo externo, o como
una negación estricta de la interioridad. El conductismo filosófico [Ryle 2005], por su parte,
resuelve los procesos interiores (actos inteligentes, recuerdos, propiedades psíquicas) en
conductas externas o públicas. Por ejemplo, el agradecimiento se resolvería en una serie de actos
externos (sonrisas, actos de servicio, frases amables), o al menos en la disposición a realizarlos.
Sin embargo, esos actos externos poco sentido tendrían si no fueran la expresión de algo interior,
si bien lo interior y lo exterior (por ejemplo, una sonrisa) pueden integrar un único acto
constituido por dos dimensiones, y no siempre tienen por qué estar separados como dos actos
distintos (no es lo mismo matar intencionalmente que hacerlo sin intención, si bien la intención
puede estar expresada y fundida en la acción externa intencional).
Reduce el acto psíquico y sus contenidos intencionales a la actividad neuronal. La mente —el
pensamiento, el amor, las creencias, la intencionalidad, los significados— no sería más que el
conjunto de las actividades complejas del cerebro entendido como órgano físico-químico. La
tesis es afirmada, aunque parezca contra-intuitiva, en virtud del principio a priori de que sólo las
leyes
físicas de la naturaleza serían principios explicativos. En consecuencia, la aparente evidencia de
los actos mentales debería concebirse, según algunos, como una suerte de fenómeno subjetivo,
así como el aspecto fenoménico del cielo astronómico es explicado a fondo por la astrofísica: lo
mental sería un epifenómeno. Para otros, los conceptos mentales —representaciones, deseos,
juicios— serían construcciones teóricas o sociales útiles para referirse a lo que en el fondo es
sólo neurológico, quizá inevitables o cómodas (“psicología popular”) para entenderse con
facilidad en la vida práctica. Pero aquí se cae en la incoherencia de que esas construcciones
teóricas, igual que la misma “teoría” neurologista y que la “ciencia” neurológica, son auto-
negadas por esta postura, pues no serían sino actividad neuronal. Otros, como Paul y Patricia
Churchland, sostienen que la psicología popular debería ser poco a poco eliminada y sustituida,
en sus conceptos y terminologías, por conceptos y terminologías neurocientíficas
(eliminativismo) [Churchland 1986]. Aunque los avances de las neurociencias en los últimos
tiempos son extraordinarios, no puede pretenderse que esta postura sea “la actual” o que esté
“ya” demostrada por la ciencia. Es una posición filosófica materialista que debe argumentarse en
términos filosóficos. Pretender que la ciencia “la ha demostrado” es una actitud ideológica, pues
la ideología es filosofía encubierta y no probada.
Los autores que de alguna manera sostienen la validez de los conceptos “mentalistas”, al
menos como útiles o imprescindibles para dar cuenta de las operaciones o estados psíquicos,
aunque en el fondo se reduzcan a procesos neurales, admiten cierta eventual autonomía de la
psicología respecto a la neurociencia. Estos autores son reductivistas ontológicos, pero no
reductivistas epistemológicos. A veces los libros de filosofía de la mente los llaman “fisicalistas
no reductivistas”, aunque en realidad son materialistas y, por tanto, también son “reductivistas”
en el sentido de que para ellos el mundo del espíritu (artes, ciencias, moral, religión,
amor) se reduce a actividad material, explicable por la física de hoy o del futuro. Los
propugnadores del materialismo en la filosofía de la mente a veces llaman a su postura
naturalismo, en cuanto se basa exclusivamente en las ciencias naturales, contrapuesto al
mentalismo, que sería la posición dualista. Como la existencia real de sensaciones, pensamientos,
creencias, libertad, cae bajo el conocimiento ordinario y en cierto modo es imposible negarlas
seriamente en la práctica, con independencia de cualquier posición filosófica sofisticada, resulta
artificioso mencionar esas dimensiones con el rótulo de “teorías” (“teoría de la mente”), lo mismo
que no hablamos de una “teoría de la verdad” o “teoría de la realidad”, si bien pueden
elaborarse teorías filosóficas acerca de ellas. Algunos autores materialistas, en cambio, suelen
tratar a la mente y sus operaciones como si se tratara de una teoría entre otras, o como si las
convicciones más elementales de la gente, en su conocimiento común, fueran simplemente
teorías.
Emergentismo
Funcionalismo computacional
Con ocasión del surgimiento de la computación, fue propuesta una nueva explicación
materialista de los actos y estados mentales, contraria al conductismo y al neurologismo. Una
función o una estructura es independiente de su realización material: una silla puede ser de
madera, hierro, etc. Además, puede pensarse en abstracto y sin materia: el concepto de silla no es
una silla. Las operaciones mentales podrían ser funciones computacionales (elaboración de
información) capaces de realizarse de modo múltiple (realizabilidad múltiple) en diversos
soportes materiales, como se ve en los programas computacionales (el software admite realizarse
en diversos tipos de hardware, en teoría incluso cuánticos). Esta tesis fue propugnada en un
primer momento por H. Putnam, aunque luego él la abandonó [Putnam 1990]. El funcionalismo
computacional es una forma de materialismo epistemológicamente no reductivista: un tipo de
estado mental (por ej., el miedo) no corresponde sin más a un tipo de activación neural (el
miedo podría realizarse en estructuras físicas de otro tipo), aunque este estado mental
concreto sí sería idéntico a este proceso neural concreto, dado que en él se realizaría (se habla,
entonces, de identidad de la ocurrencia concreta o token, pero no del type). Estamos ante un
reductivismo neural mitigado. Sin embargo, aquí se ha producido una nueva forma de
reductivismo, pues no se reconoce la realidad de los actos mentales como tales, que son
reducidos a funciones, concretamente a funciones computacionales.
Son famosas algunas críticas a la negación de los qualia del funcionalismo computacional
[Putnam 2001; Searle 2004], en el sentido de hacer ver que, aunque un robot hiciera en lo
exterior, físicamente, lo mismo que hace un hombre, y aunque pudiera resolver
computacionalmente todos los problemas y guiar así su conducta (visión computacional, oído
computacional, etc.), en realidad nada sentiría y carecería de operaciones vitales, sentientes y
personales. Sería siempre una máquina, aunque pudiera resolver problemas matemáticos,
logísticos, simular emociones o elaborar algunas obras de arte. Searle, en especial, ha realizado
una potente crítica de la teoría de la inteligencia artificial fuerte. Las máquinas informáticas, para
Searle, tienen una intencionalidad derivada, no intrínseca. Sus significados surgen sólo con
relación a usuarios dotados de intencionalidad intrínseca: las personas humanas.
Otros funcionalismos
https://www.philosophica.info/voces/mente/mente.html#toc0
AD
e una síntesis del contenido del alistándote, con el instrumentoque considere pertinente (en un cuadro, o en un mapa de c
5. APRENDE DE LAS FUENTES
El dualismo suele plantear una distinción tajante entre actos de conciencia (sentir, pensar) y
actos físicos (mover los ojos o los brazos, activaciones neuronales), mezclando sin más los actos
sensitivos y los intelectivos y separando por pura abstracción la noción de evento físico de la
noción de evento mental. Este modo “brutal” de comenzar la filosofía de la mente lleva a
confusiones inacabables.
Los animales son vivientes sensitivos. No sólo tienen vida, sino que la sienten en alguna
medida. No sólo tienen manos eficaces, o se alimentan, sino que ejercen algunos actos o
funciones corpóreas sintiéndolo. La sensibilidad implica una especialización en la recepción y
elaboración de información que, a diferencia de lo que acontece en toda célula, se une al hecho
de sentirla (recibir información luminosa sintiéndolo, cosa que llamamos “ver”). Por eso es
propio de los animales tener sistema nervioso, y en los animales más evolucionados ese sistema
nervioso está centralizado y unifica más y más las canalizaciones sensoriales en la estructura
encefálica. El animal se auto-gobierna de modo no sólo vegetativo, sino sensitivo, “desde” su
encéfalo. La información que es elaborada e integrada en el cerebro animal (y humano) puede
dar lugar a operaciones vegetativo-sensitivas, o bien sensitivo-transorgánicas.
c) Dimensión objetiva o propiamente intencional: algunos actos psíquicos cognitivos (ver, oír,
recordar) no se notan tanto en su acontecer operacional, sino más bien en sus objetos
intencionales externos, por ejemplo el “ver” en “lo que se ve”: paisajes, flores, etc.. De algún
modo la subjetividad se esconde en este tipo de actos intencionales que comportan una
trascendencia intencional o apertura cognitiva al ambiente. En cambio, los actos sensitivos
destinados a la captación del propio cuerpo (sensaciones interoceptivas) suponen la auto-
advertencia sensitiva del cuerpo propio: en cuanto se mueve, tiene cierta temperatura, se
esfuerza, etc.
e) Dimensión metafísica: los actos sensitivos comportan una dimensión que sólo puede captar
el sujeto inteligente, aunque ella se une intrínsecamente al acto sensitivo. Así, el ver humano se
abre a la realidad, que como “realidad” es reconocida por la inteligencia, o implica también un
“sujeto que ve”, igualmente reconocido por el intelecto. Una versión empirista del conocimiento
sensible tiene dificultades para admitir estos aspectos tan obvios. De ahí la problematicidad del
conocimiento del yo en las filosofías de la mente que aceptan presupuestos empiristas.
Estas dimensiones suelen estar implícitas en el lenguaje y conocimiento ordinarios, que por
este motivo resulta analógico y debe precisarse cuando se hace filosofía de la mente. Así,
el ver en frases como “veo una persona”, “el animal ve una persona”, “el robot ve una persona”,
no significa lo mismo (el animal ve personas materialmente, sin reconocerlas como tales; un
robot ve personas sin tener ni siquiera un acto visual propio). El cuerpo humano (o animal)
puede tomarse como cuerpo personal, o cuerpo intencional (conteniendo sus aspectos
significativos “altos”), o bien puede tomarse en un sentido abstracto reducido, como suele ser
conceptualizado por las ciencias naturales. La expresión “me duele la mano” no tiene sentido
según la noción abstracta de cuerpo utilizada por la física, en la que no hay lugar ni para un “yo”
dolorido, ni para un “sentir dolor” de un cuerpo.
https://www.google.com/search?
q=grafico+sensacion+percepcion&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=2ahUKEwiUxbGgqN3wAhVaRDABHTziDtkQ_AUoAXoECAEQA w&biw=1366&bih=657#
INTELIGENCIA HUMANA
Las operaciones inteligentes del hombre no son iguales a las de los animales. No comprenden
sólo situaciones significativas prácticas en relación con la conducta típica, sino que
[Sanguinetti]:
2) Captan contenidos por puro interés especulativo, sin tener necesariamente una
finalidad práctica fuera de la actitud contemplativa.
Todo lo indicado presupone una capacidad comprensiva peculiar, que llamamos inteligencia.
Para distinguirla de la inteligencia práctica animal, puede denominarse también racionalidad
universal, inteligencia universal o personal. Los tests de inteligencia, como es obvio, no pueden
medir globalmente la inteligencia vista de este modo. Se centran sólo en la realización de
algunas operaciones concretas, que en ciertos casos podrían ser también habilidades prácticas
superiores (percepción de estructuras espaciales, numéricas, etc.).
A la vista de lo dicho, cabe interrogarse por la relación entre las capacidades intelectuales y
voluntarias y las activaciones neurales, cuya importancia se ha visto en el apartado anterior. La
inteligencia humana no puede ejercerse sin estar unida a la base sensorial (imaginación,
memoria, experiencias concretas), a la que ilumina y de la que se sirve como plataforma. De un
modo análogo, la voluntad humana encuentra una continuidad “sistémica” con la afectividad
(pasiones, sentimientos) en sus diversos niveles. Esta conexión intrínseca de la razón con la
sensibilidad superior exige una continua actividad cerebral. Por este motivo, sin el cerebro, sede
propia de la actividad sensitiva humana, cognitiva y afectiva, la inteligencia y la voluntad no
pueden operar. El cerebro, en consecuencia, no es un mero “instrumento extrínseco” de la
inteligencia. Más bien es un órgano —término que significa “instrumento funcional”— esencial
pero a la vez “no proporcionado” de la inteligencia. Pensamos con el cerebro, pero
trascendiéndolo.
Por ejemplo, si nos habla una persona o nos hace una pregunta, decidimos voluntariamente
darle una respuesta, y así activamos los comandos motores lingüísticos, siguiendo los circuitos
psicosomáticos que acabamos de mencionar, en cuanto están dominados por la inteligencia y la
voluntad. Queremos responder porque apreciamos a esa persona, o por otros motivos más o
menos profundos, y así escogemos una respuesta motivada, razonada, elaborada, con el
consiguiente deseo práctico, expresión de una voluntad concreta, de darle en tal momento la
respuesta solicitada, movilizando para ello a nuestro cuerpo en la medida en que podemos
controlarlo voluntariamente. Por algún otro motivo, podríamos decidir no responder, o dilatar la
respuesta, o responderle de otro modo.
. Moralidad y religión
Los hábitos relacionados con habilidades sensitivas superiores, como el lenguaje, tienen una
estricta localización encefálica, como son, por ejemplo, las áreas lingüísticas cerebrales. En
cambio, los hábitos de los primeros principios y todos los hábitos y virtudes intelectuales y
morales adquiridos, con sus correspondientes actos, por ejemplo, la química o física que uno
sabe, las virtudes éticas y religiosas de una persona, no tienen una base neural específica, como
creía falsamente Gall en el siglo XIX, aunque sí tienen una base “indirecta” en las zonas
cerebrales necesariamente relacionadas con esas capacidades (área lingüística, emotiva,
atencional, proyectual, etc.). Por otra parte, a cierto nivel los hábitos pueden cristalizar
parcialmente en circuitos y redes cerebrales que se hayan formado en un individuo, dando así
lugar a asociaciones afianzadas entre pensamientos, palabras y reacciones emotivas, expresivas
o motoras.
No tiene ningún sentido, por eso, hablar de sectores del cerebro, ni de predisposiciones
genéticas de la moralidad, la religión, la filosofía, la política. En cambio, sí podría haber
predisposiciones genéticas para la música, el lenguaje, etc., pues son tareas sensitivas. Sin
embargo, es evidente que cuando una persona reza, toma decisiones morales, piensa, estudia
metafísica, se le activan algunos circuitos cerebrales empíricamente observables, en base a lo que
acabamos de decir. Esos circuitos corresponden a sus respectivas emociones, frases, recuerdos,
ritmos imaginativos, etc. Pero es un auténtico contrasentido pretender que las observaciones de
las actividades cerebrales, por ejemplo, mediante técnicas de neuro imágenes “demuestren” que
todo hombre es religioso o tiene moralidad, o que la moral y la religión sean un producto de
ciertas regiones cerebrales.
Por otra parte, deducir en base a exploraciones en el cerebro lo que una persona está
pensando, sintiendo, proyectando, etc., es un problema hermenéutico, como lo es interpretar
en qué está pensando alguien en base a sus expresiones faciales. Normalmente así podríamos
saber de modo genérico, y seguramente por conjetura, algo de lo que un individuo está haciendo
mentalmente, por ejemplo, si está mintiendo, si tiene miedo, pero no mucho más, salvo que
tengamos otros datos sobre el modo de ser de esa persona.
¿Existe una base biológica de la moralidad de la persona humana, radicada por ejemplo en el
cerebro? No directamente. Podría hablarse de cierta base biológica en el sentido de que el
cerebro es órgano de la sensibilidad superior, en cuyo dinamismo están inscritos impulsos más o
menos instintivos, que son materia de regulación moral (por ej., impulsos sexuales, altruistas,
etc.), regulación que es obra de la razón y la libertad. En cambio, las conductas emotivas e
instintivas de los animales (agresividad, colaboración, obediencia a jefes, celos, venganzas, etc.)
tienen una radicación cerebral propia, reconocible si tomamos al cerebro
como órgano intencional, no meramente fisiológico.
La persona puede perder partes de su cuerpo, o modificarlas, o sustituirlas, sin por eso perder
su identidad personal y la de su cuerpo propio: los dos aspectos son inseparables, salvo por la
muerte. Su encéfalo como un todo, sin embargo, es la raíz orgánica de la identidad dinámica de
su propio cuerpo y en este sentido “acompaña” insustituiblemente a la persona en vida.
Eventuales trasplantes de partes encefálicas no eliminan la identidad del propio encéfalo, aun
cuando pudieran alterar la conciencia de la identidad personal, porque la persona no es la
conciencia de ser persona. Aunque este ejemplo pueda ser de ciencia-ficción, un hipotético
trasplante de todo un encéfalo en el resto del cuerpo sería más bien el trasplante de un
tronco/extremidades en un encéfalo, es decir, si no se produjera la muerte, la persona estaría allí
donde está el cuerpo propio, cuya identidad procede del encéfalo. Los niños anencefálicos, en
realidad, conservan algo del encéfalo, como la parte denominada “tronco” y algunos sectores del
di encéfalo; suelen haber perdido, en cambio, los hemisferios cerebrales. Por este motivo, una
mano mantenida en vida no es una persona, y en cambio un encéfalo hipotéticamente mantenido
en vida (otro ejemplo puramente imaginario) seguiría siendo una persona.
Siendo el alma la forma constitutiva del cuerpo viviente, la muerte o cesación de la vida
conlleva la desaparición del principio anímico. Pero ante la muerte de una persona (destrucción
de su cuerpo), a la vista de la trascendencia del alma espiritual sobre el cuerpo puede
argumentarse filosóficamente que el alma humana, y por ende la persona, sigue subsistiendo en
el ser (inmortalidad del alma humana). Para profundizar este tema se requiere, empero, el paso al
plano antropológico.
A estos tres niveles corresponden estructuras neuronales que permiten la realización de actos
sensitivos, perceptivos, intelectuales, volitivos, los cuales una vez puestos hacen emerger algún
nivel de conciencia. Como es obvio, la conciencia sensitiva tiene una realización neuronal
propia y adecuada. En cambio, la conciencia intelectual no tiene propiamente una “localización”,
pero sí exige la actualización de la conciencia sensitiva y el ejercicio de la actividad sensitiva
superior alta, con sus activaciones neurales propias. La conciencia en todos sus niveles puede
oscurecerse de modo patológico y no sólo perderse, sin que por eso el sujeto afectado cese de ser
una persona.
Inteligencia animal: Las obras sorprendentes de la “inteligencia animal”, aunque posean cierta
creatividad y admitan márgenes de aprendizaje, están siempre cerradas en los ciclos propios de la
vida sensitiva de los animales. Estos ciclos no son meramente fisiológicos u orgánicos, y por
eso podemos llamarlos “intencionales”. Pero los animales nunca universalizan, ni se separan de
sus contextos vitales específicos, aunque puedan cambiar de contexto, con límites, por
adaptación. Por eso el lenguaje animal nunca se transforma en una gramática abstracta, y por un
motivo análogo los animales no son capaces de desarrollar todo tipo de técnicas, mientras el
hombre, en cambio, nunca se queda encerrado en sus especializaciones. De algún modo, los
animales pueden “contar” cierto número de cosas o tiempos, pero no elaboran el concepto
abstracto de número o de tiempo. Nunca conocen, como el hombre, por afán especulativo o por
pura admiración. Por eso el hombre es el único animal que se interesa por todos los posibles
lenguajes de los animales, con universalidad total y por puro interés de conocer la verdad.
6. APRENDE HACIENDO:
1. Elabora un resumen del contenido del aprende de las fuentes mediante un esquema de
llaves.
2. Explica creativamente ¿Cómo se produce el pensamiento en el ser humano?
3. En un escrito de al menos 20 renglones, establezca la relación entre AMAR, VOLUNTAD,
LIBERTAD.
4. Elija un tema de los abordados en la unidad y desarrolle
¿ QUÉ SABÍA? ¿QUÉ APRENDÍ? ¿QUÉ ME HACE ¿QUÉ ME HACE
PENSAR? SENTIR?
7. APRENDE DE LA RETROALIMENTACIÓN
mapa de ideas establezca las posibles relaciones de la Filosofía de la mente con la Sociología, la filosofía Política, La Psicolo
8. APRENDE PROYECTÁNDOTE
Rúbrica evaluativa
Nota Nota del
máxima ítem estudiante
1.0 Se evidencia interés y compromiso al asistir en la fecha indicada a la
Realización de cada simulacro. (según horario del docente)
2.0 Demuestra autonomía en el ejercicio a conciencia de la realización del
simulacro.
2.0 Aplica acertadamente la retroalimentación y mejora en sus falencias.
Total:
Realizarás con apoyo de tus docentes de proceso, un simulacro con preguntas tipo Saber Pro,
con el fin de que te prepares para el examen, este ejercicio tendrá las siguientes indicaciones:
Serán 5 preguntas por cada asignatura de proceso (física, química, matemáticas, filosofía, español),
Para un total de 25 preguntas por periodo.
Estas preguntas las hará en autonomía cada docente según su horario de clase y utilizando la
Plataforma que considere pertinente para su realización.
La retroalimentación será eje fundamental en este ejercicio, con el fin de contextualizar los
aciertos y los desaciertos que obtuviste en el ejercicio.
No importa si no aciertas en las respuestas, lo importante es que lo hagas a conciencia y que luego
de que se presente el simulacro, puedas debatir las posibles respuestas con tu docente y compañeros
y seas consciente en la participación de la retroalimentación.
Cada docente se regirá bajo la siguiente rúbrica para su debida calificación.
9. APRENDE EVALUÁNDOTE
RÚBRICA DE AUTOEVALUACIÓN
CATEGORÍAS Desempeño Desempeño Alto Desempeño Básico Desempeño Bajo Total, puntos
Superior
4.6 a 5.0 4.1 a 4.5 3.5 a 4.0 1.0 a 3.4 I II III IV
Existe poco interés y
Motivación y Una o dos veces me Me llamaron la atención
Siempre se evidencia mi esfuerzo en el proceso
llamaron la atención por 3 o 4 veces por mi poco
esfuerzo para el interés y esfuerzo en el
mi poco esfuerzo en mi esfuerzo en mi proceso
de aprendizaje por lo
aprendizaje proceso de aprendizaje. que constantemente me
proceso de aprendizaje. de aprendizaje. llaman la atención.
No se evidencia mi
Tres o cuatro veces no responsabilidad con mis
Cumplo con todos mis Una o dos veces no he
Responsabilidad y compromisos escolares sido responsable con mis
he sido responsable con compromisos escolares
trabajo en clase mis compromisos pues no realizo las
en las fechas previstas. compromisos escolares.
escolares. actividades o no entrego
en las fechas previstas.
Una o dos veces me Tengo tres o cuatro Con frecuencia recibo
Comportamiento Mi comportamiento en llamaron la atención por llamados de atención por llamados de atención por
en clase clases es muy bueno. mi mal comportamiento mi mal comportamiento mi mal comportamiento
en clase. en clase. en clase.
Una o dos veces no he 3 o 4 veces he fallado Casi siempre me llaman
Puntualidad al Siempre soy puntual
sido puntual para iniciar con la puntualidad para la atención por la no
iniciar la clase para iniciar las clases.
las clases. iniciar las clases. llegar a tiempo a clases.
Incumplo con frecuencia
Mi presentación Mi presentación
Mi presentación con mi presentación
personal, no cumplió personal, no cumplió 3 o
Presentación personal siempre cumple
una o dos veces con lo 4 veces con lo
personal pues no tengo
personal con lo establecido en el en cuenta lo establecido
establecido en el manual establecido en el manual
manual de convivencia. en el manual de
de convivencia de convivencia
convivencia.
Firma Docente Primer Bimestre Segundo Bimestre Tercer Bimestre Cuarto Bimestre
SEGUIMIENTO
https://www.lifeder.com/seminario-aleman/
https://www.filosoficas.unam.mx
https://webs.ucm.es/info/cpuno/asoc/profesores/lecturas/dahl.pdf
https://www.youtube.com/watch?v=KxcfrbVAOuI
https://www.youtube.com/watch?v=dHjOJLnEY5A