Mahan basó su teoría en la observación de que el surgimiento del Imperio
británico y el desarrollo de Gran Bretaña como potencia naval habían ocurrido simultáneamente. Así como la última gran ola de expansión imperial europea y del surgimiento de Estados Unidos a la condición de potencia mundial. Su análisis de la historia marítima, especialmente del crecimiento de la influencia global británica, lo llevó a la conclusión de que el control de los mares y especialmente de los cursos de agua estrechos, estratégicamente importantes, era crucial para la condición de gran potencia. Las rutas marítimas principales del mundo se habían convertido en los vínculos de comunicación interna del Imperio. Excepto por el canal de Panamá, Gran Bretaña controlaba todos los cursos de agua principales del mundo, donde la armada británica mantenía una vigilancia constante. (mares estrechos y puntos de estrangulamiento): Dover, Gibraltar, Malta, Alejandría, el cabo de Buena Esperanza, el estrecho de Malaca en Singapur, el canal de Suez y la entrada al río San Lorenzo. En suma, su teoría se puede sintetizar en: a) Posición geográfica y acceso al mar. Los estados con fácil acceso a los océanos tenían mayor potencial para tener condición de grandes potencias que los estados que estaban rodeados de tierra. En particular, las islas tenían una ventaja sobre los estados con fronteras terrestres y formaban alianzas con fines más comerciales que agresivos. b) Influencia en la prosperidad nacional. El poderío naval era crucialmente importante para el poderío y la prosperidad nacionales. La capacidad de un Estado para lograr semejante condición dependía, así mismo de: su posición geográfica, su configuración territorial, la extensión de su territorio, la población, el carácter nacional y la forma de gobierno. Mahan menciona unos factores determinantes para que una nación pueda llegar a ser una potencia marítima, estas son: la longitud de la línea costera y la calidad de los muelles eran factores importantes, sumado a niveles adecuados de población y recursos naturales. De otro lado, el tamaño y el carácter de la población y una aptitud para los emprendimientos comerciales, especialmente aquellos del comercio internacional.
c) Poderío naval como medio de defensa. Naciones como Gran
Bretaña o Grecia, aisladas por el agua, debían mantener grandes fuerzas navales si quieren ser grandes potencias, porque para las naciones con grandes costas, el mar es una frontera y su posición respecto de otros estados está en función de su capacidad de operar más allá de dicha frontera. Caso contrario es el de Francia cuyo poder tenía que dividirse para proteger ambos lados de tu frontera y su litoral. En suma, Mahan correlacionaba el poder nacional y la movilidad por los mares, porque en su época el transporte por tierra era primitivo, algo que contrastaba con la facilidad para desplazarse por los mares.