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Pautas para la elaboración de un estudio de impacto ambiental.

Capítulo 4:
Incorporando las leyes.

La incorporación de las leyes en el Estudio de Impacto Ambiental es un paso


fundamental que pone de relieve los compromisos legales del proyecto para con el
ambiente. Dicho estudio deduce con un Plan de Manejo donde se les exigirá a los
promotores el cumplimiento de medidas para implementar un proyecto de impacto
mínimo, es conveniente que las mismas estén fundamentadas a las medidas vigentes
que fortifiquen la obligatoriedad de su cumplimiento.
El capítulo en cuestión ofrece algunos lineamientos generales que aportan para la
elaboración y organización de las normativas del Estudio de Impacto Ambiental. En
República Dominicana el marco legal de este estudio se puede organizar a partir de las
normativa o aspectos legales siguientes:
Primero, Ley General sobre Medio Ambiente y recursos naturales (64-00) y sus
instrumentos regulatorios, esta ley es fundamental para la protección del ambiente y los
recursos naturales en República Dominicana. Entre los enunciados que contiene la
misma que son relevantes, tenemos El capítulo III de dicha Ley en su artículo 29
establece, que, se obliga a garantizar una franja de protección de 30 metros en ambas
márgenes de las corrientes fluviales, así como alrededor de los lagos, lagunas y
embalses.
También se deben incluir las normas ambientales tales como, calidad del agua y
control de descargas, calidad del aire y control de emisiones atmosféricas, protección
contra ruido y gestión ambiental de residuos sólidos no peligrosos, la de gestión de
desechos infecciosos o radioactivos para las instalaciones de salud, las de gestión de
marinas para las marinas deportivas o las de operaciones de la minería no metálica y
manejo forestal, para proyectos mineros y forestales, respectivamente. Y de igual
manera algunos Reglamentos ambientales.
Por otro lado, Además, los procedimientos para los permisos forestales y para autorizar
la extracción de materiales de la corteza terrestre, tienen un espacio particular de
aplicación y los Procedimientos de Evaluación de Impacto Ambiental para instalaciones
existentes y proyectos nuevos. Y por último para las buenas prácticas en el sector
hotelero están las Guías para la realización de impacto social.
Segundo, los aspectos legales concernientes al proyecto, el cual en su descripción
define su tipo o naturaleza lo cual lo posiciona en el sector que corresponde, ya sea
turismo o minería, agricultura, energía, etc., por ejemplo, si el proyecto se ubica en el
sector urbanístico, este debe iniciar por cumplir las normativas que rigen la densidad de
su área de construcción.
En el caso de algunos sectores industriales de República Dominicana no existen aún
regulaciones, y en casos como este, ante la carencia de pautas nacionales, las
normativas internacionales, pueden servir de orientación. Esto no envuelve la adopción
arbitraria de normas ajenas sino la orientación y adaptación creativa y con juicio técnico
de criterios de protección ambiental que se usan en otras partes del mundo, lo
importante es no dejar desamparados los componentes ambientales y que queden
desprotegidos. Es responsabilidad del coordinador de que elabora el Capítulo del
Marco Legal analizar los vacíos legales en el tipo de proyecto que evalúa para llamar la
curiosidad sobre las necesidades que amplían o complementan nuestras leyes.
Tercero, aspectos legales sobre el medio ambiente, el cual cuenta con la presencia de
componentes del medio físico-natural (ecosistemas, ambientes, hábitats, flora y fauna),
por lo que se debe procurar contar con las normas que protegen los mismos.
Para tratar la protección global de la biodiversidad, se puede utilizar como punto de
partida el Anteproyecto de Ley Sectorial de Biodiversidad que establece un marco legal
necesario para propiciar la recuperación y mantenimiento de la viabilidad, evolución
natural y uso sostenible de la biodiversidad en el territorio nacional, como parte del
Patrimonio Natural de la Nación Dominicana.
De igual manera se considerará toda la legislación que protege a componentes
particulares de la flora y la fauna, si éstos estuvieran presentes en el ambiente donde
se desarrollará el proyecto.
En el contexto del área del proyecto y el ambiente presente se debe examinar si el sitio
propuesto se encuentra en alguna categoría indicada en la Ley Sectorial de Áreas
Protegidas 202-04 y el Decreto 571-09, que, de ser así, deben especificarse los usos
establecidos para la categoría correspondiente.
Por otro lado, las propias leyes sectoriales tienen un componente enfocado al bienestar
del ser humano, aunque existan leyes de aplicación particular como la Ley General de
Salud y la Ley 87-0 que establece condiciones mínimas de seguridad y salud.
Cuarto, Los convenios Internacionales, se debe tomar en cuenta los elementos que se
buscan proteger. Por ejemplo, el Convenio de Estocolmo, que se encarga de los
compuestos orgánicos persistentes (COP´s) e incluye varios plaguicidas, bifenilos
policlorinados y emisiones no intencionales (dioxinas y furanos) puede ser relevante a
varios proyectos de tipo agrícola, eléctrico o industrial.
Y, por último, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
(UNFCCC, 2010) es un referente imprescindible en proyectos que tendrán alguna
influencia en el incremento o estabilización de las concentraciones de los gases de
efecto invernadero en la atmósfera.
Todo Esto no debe verse como una compilación arbitraria de decretos, leyes, normas,
resoluciones, procedimientos u otros instrumentos regulatorios, sino como un paso
esencial que resalta los compromisos legales del proyecto para con el ambiente.

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