Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Abstract: The articles proposes a reflection on the reality of children and young adult
migrants without reference family and their mental health, understood as a system of
relationships that can go into crisis in a context: social, institutional, individual and fami-
liar (Martín Baró en Vachiano, 2011). We analyze the risk factors faced by these people,
both those that accompany them from the country of origin and those they have to face
in the host country. It also describes the factors that may promote their psychosocial
well-being. The reflection arises from the specific experience of SOS Racisme Gipuzkoa
in their attention to this group, where we work from a perspective of prevention of social
exclusion and uneasiness promoting those factors that promote their personal develop-
ment and social inclusion. We include in this work testimonies of young people attended
by the organization, who illustrate the content of what we reflect here.
Key words: Migrant children and young people, mental health, risk factors, protection
factors, adolescence.
34
Bienestar psicosocial en menores y jóvenes extranjeros sin referente familiar adulto: factores de riesgo y protección
Factores de Riesgo para el bienestar Tánger, por ejemplo). Igualmente, podemos encon-
psicosocial trarnos con jóvenes que nunca salieron del seno
familiar, así como con personas que ya habían ex-
El bienestar psicosocial se inscribe dentro de un perimentado una migración interna en su país de
marco fundamentalmente emocional que ha to- origen y/o enfrentado una situación de calle. Un/a
mado diversas denominaciones: felicidad (Argyle, chico/a con carencias afectivas y que proviene de
1992; Fierro, 2000), satisfacción con la vida (Veen- un contexto de excusión social es un/a joven que
hoven, 1994), calidad de los afectos (Bradburn, llegará al país receptor ya desestabilizado/a emo-
1969), etc. Estas denominaciones tienen que ver cionalmente, aunque seguramente con más recur-
con la evaluación que las personas hacemos de sos aprendidos de cómo enfrentar una situación de
nuestro nivel de satisfacción, nuestras oportu- riesgo que un/a joven cuya situación sociofamiliar
nidades vitales (recursos sociales, recursos per- en el país de origen era más o menos cómoda.
sonales, etc.), los acontecimientos a los que nos
enfrentamos y las herramientas psicosociales que
tenemos para afrontar los retos vitales, así como El proceso migratorio
de la experiencia emocional derivada de ello. En El proceso migratorio se puede considerar que
nuestra trayectoria de atención a los menores y jó- empieza desde el momento en el que el/la me-
venes migrantes, hemos detectado múltiples fac- nor o el/la joven elabora, de forma individual o
tores que en ocasiones comprometen este bien- como proyecto familiar, la decisión de emigrar.
estar y que requieren de una visión holística para Esta decisión involucra un cambio vital relevan-
comprenderlos; una mirada que considere: a) la si- te y complejo, de desestabilización, que llega
tuación de partida previa a la migración; b) el pro- acompañado de la oportunidad, pero también de
ceso migratorio y las oportunidades o dificultades la necesidad de elaborar las pérdidas ante lo que
que se presentan en el contexto de recepción y c) se deja. Además, el momento anterior al viaje
la adolescencia como etapa vital insoslayable en la migratorio puede verse rodeado de factores de
que se produce este proceso. Si la visión territorial riesgo que comprometan las primeras fases en
se centra en la parte del proceso migratorio que se las que debe empezar a elaborarse dicho cam-
realiza y desarrolla espacialmente en el territorio bio vital. Por ejemplo, muchos/as jóvenes, pasan
donde está presente el sistema de protección, en meses en el puerto de Tánger esperando la opor-
la holística interviene una perspectiva transnacio- tunidad para poder cruzar a territorio español.
nal: no se segmenta a la persona según el espacio Ese tiempo de espera, no sólo es un periodo de
donde se encuentra, sino se tiene en cuenta todo incertidumbre y ansiedad ante el paso que van
el proceso de vida, desde el país de procedencia a dar, sino que además, el puerto representa
hasta el de recepción (Vacchiano, 2011). una realidad empapada de violencia, consumo
de sustancias y deterioro psicofísico (Jiménez,
La situación de partida 2006). También las condiciones del viaje mi-
gratorio en sí: muchos/as de estos/as jóvenes,
El contexto socio familiar del/la joven en el país llegan a la península debajo de un camión o un
de origen representa un factor importante que autobús, en patera, en cayuco o de polizón en
puede operar tanto en positivo como en negativo. un barco. La clandestinidad del viaje, así como
Puede proceder de una familia estructurada y con la falta de seguridad en la que se viaja, supone
relaciones familiares sanas; o bien, de una familia también un momento de alta peligrosidad y fuer-
desestructurada y/o carenciada desde un punto de te impacto a nivel emocional.
vista económico (aunque no lo sea desde un punto
de vista afectivo), así como de un contexto social Al llegar al territorio español el/la joven pue-
marginal (los/as jóvenes del barrio de Bir Chifa1 en de experimentar, como define Amina Bargach
(2006), un proceso psicopatológico: se pasa de
la euforia inicial por haber llegado, a la angustia,
1
ir Chifa es uno de los barrios más empobrecidos del área
B al desarraigo, al trauma del exilio acompañado
metropolitana de Tánger, afectado por graves condiciones de por un sentimiento de nostalgia hacia la familia y
deterioro urbano medioambiental y carencia de infraestructu-
ras sociales y comunitarias, a lo que se suma una elevada tasa
la sociedad de pertenencia. A esto hay que aña-
de pobreza y marginalización. dir el choque entre las altas expectativas que
35
Loira Manzani, Maitane Arnoso Martínez
tenían cuando salieron de su país y la realidad depende de estas posibilidades materiales. Tam-
con la que se encuentran: el imaginario social bién en las diferencias respecto a las posibilida-
de lo que España representa (papeles, trabajo, des para viajar: restringido su derecho a viajar a
dinero) entra en conflicto con la realidad de los Europa, observan cómo los/as europeos/as pue-
centros de menores y las dificultades diarias den ir y volver donde quieren.
para el logro de una estabilidad administrativa,
material y emocional. En otro sentido, los contextos familiares y so-
ciales de pertenencia, el tipo de relaciones, los
Además, en la sociedad receptora, estos/as jó- acontecimientos y los cambios en el entorno fa-
venes pueden soportar una fuerte invisibilidad y miliar, necesitan ser tenidos en cuenta no sólo
des-humanización: atrapados/as en la categoría como mochila que el/la joven trae de su país de
de MENA, sufren a menudo un trato desperso- procedencia sino que a lo largo de su estancia
nalizado, donde se les considera antes de todo en el país receptor afectan de forma importante
como inmigrantes, se les etiqueta como usuarios su estabilidad emocional y su proceso de desa-
(o en el peor de los casos, “mis usuarios”) sin rrollo de la personalidad e integración. Frente a
que se realice un esfuerzo para conocerles como las transformaciones en las relaciones sociales,
personas, con sus historias, sus deseos y necesi- se realiza lo que Benslama (en Vacchiano, 2011)
dades individuales. Este etiquetaje lleva a menu- llama exile vertical des pères: la migración de
do a tapar los deseos de estos/as jóvenes: son un/a menor determina una inversión generacio-
destinatarios/as de un mensaje que se limita a nal en el eje de autoridad y una perversión de
pensar que sus proyectos migratorios se tienen los roles dentro de la familia. El/la joven, pro-
que desarrollar todos de la misma forma, unifor- tagonista del proyecto migratorio suyo y, a me-
memente, teniendo en cuenta que han venido nudo, de toda la familia, se hace responsable
aquí para trabajar y que, con las dificultades que del bienestar familiar. En muchos casos emigra
hay, no pueden permitirse el desvío de un proce- tras la muerte, el abandono o la enfermedad del
so impecable. padre, pilar dentro de la familia, remplazándo-
le. Esta situación implica por un lado una fuerte
Estas elaboraciones deberán realizarse además presión hacia el éxito, por otro, una hiperpro-
en un sistema de doble pertenencia. Por un lado tección y responsabilidad por parte del/la joven
al sistema social de procedencia, donde el/la hacia su familia: cuidar a la familia, mentirle
menor inició una socialización en el seno de su sobre sus verdaderas condiciones en el país
sistema familiar; por el otro, al sistema social receptor (situación de calle, precariedad docu-
receptor donde el/la joven tiene que cumplir su mental y jurídica, etc.) y/o hacer cualquier cosa
emancipación en busca de construir un proyecto para enviar dinero a casa, entre otras. Los des-
de vida que le ha sido denegado en el país de pro- ajustes en las relaciones familiares, los senti-
cedencia. Estos dos sistemas están interconecta- mientos de culpa, responsabilidad, rabia y ape-
dos entre sí y ambos influencian al joven en su go, la presión de las mentiras y del éxito afectan
proceso de integración a una nueva pertenencia. de forma importante la estabilidad emocional.
La relación con su cultura entra dentro de este A pesar de que se les defina como no acompa-
trabajo: intentan manejarse entre la afirmación ñados, la familia tiene un peso y un papel clave
de su bagaje cultural y la trasgresión del mismo, en sus vidas que les acompaña permanente-
así como las dificultades materiales que también mente. Sin embargo, el contexto sociofamiliar
encuentran para asimilar los patrones sociocul- no suele estar presente en el contexto de los
turales de la sociedad receptora. En términos de centros residenciales, en los cuales, empieza
comparación social, muchos/as de los/as jóve- un doloroso viaje hacia la institucionalización.
nes relatan la percepción de desventaja respecto Los equipos educativos tienen que manejarse
de sus pares europeos/as. Por ejemplo, en una con muchos/as chicos/as, los/as profesionales
sociedad en la que el consumo es un indicador van cambiando y esto implica la pérdida de re-
de integración social, las imposibilidades de con- ferentes estables. La falta de referentes adultos
sumir al ritmo que lo hace la juventud europea, estables y de una red de apoyo social dificulta
marca una diferencia que se reconoce y sufre en la existencia de un seguimiento permanente y
una etapa vital en la que parte del auto concepto de relaciones afectivas seguras.
36
Bienestar psicosocial en menores y jóvenes extranjeros sin referente familiar adulto: factores de riesgo y protección
A todo esto hay que añadir las carencias mate- to regula su estancia en el territorio y posibilidad
riales y las barreras burocráticas que precarizan de trabajo, tienen que asumir responsabilidades
los procesos de inclusión social: viviendas in- importantes a una edad muy temprana, sin posi-
adecuadas, precariedad jurídica, difícil acceso bilidad de apoyarse en la familia ni, a menudo,
al sistema sanitario, desarraigo, falta de opor- en una red social de amistades y conocidos. Hay
tunidades formativas y de empleo alimentan la un desequilibrio entre quien tienen que ser y
inestabilidad y la incertidumbre. En muchos ca- quiénes son, teniendo que hacer esta conversión
sos estos/as jóvenes pasan meses en situación en un contexto de precariedades múltiples.
de calle con las necesidades materiales básicas
totalmente descubiertas. Hay que destacar ade- Además, la adolescencia constituye una etapa
más el impacto de la crisis económica y el modo de rebeldía, de trasgresión, de fuerte influencia
en el que esta agudiza las dificultades en los a la presión de grupo, un momento durante el
posibles procesos de inserción social de estos cual es mejor tener una identidad negativa que
chicos y chicas. no tener ninguna (Buela–Casal, 2011; Ruiz Láza-
ro, 2004). Como afirma A. B. De la Iglesia (2009)
A ello hay que añadir las discriminaciones diarias “la filosofía del éxito en el hacer y en el tener im-
y la criminalización de las cuales son víctimas por pregna nuestras sociedades, y la falta de un sis-
parte de la ciudadanía. Una opinión publica cada tema de valores alternativo o de un proyecto de
día más hostil hacia las personas extranjeras y integración social realmente solidario y justo, es
un tratamiento mediático inadecuado respecto el espejo en el que se miran los adolescentes. La
de estos jóvenes, no solo devalúa su identidad repercusión de los modelos de comportamientos
social de pertenencia, sino que dificulta el esta- sociales dominantes hace mella en la personali-
blecimiento de relaciones sociales y apoyo que dad del adolescente en proceso de construcción
faciliten su integración social, y en consecuencia que, sin madurez suficiente y sin recursos cog-
su bienestar. nitivos suficientes para la reflexión crítica y el
análisis consecuencial de la conducta, los imitan.
La adolescencia como momento vital No aceptan la frustración ni la demora del placer,
origen de muchas conductas violentas. Tienen
Todos estos cambios se producen durante la que conseguir aquí y ahora el objeto deseado
adolescencia, en una etapa de profundas trans- por cualquier medio, aunque éste sea violento y
formaciones e importantes cambios en las es- atente contra los derechos de la persona”.
tructuras mentales, por el intento de liquidar el
estadio infantil –en un plano afectivo– y, en el Encontrarse ante un/a joven extranjero/a sin
social, por los difíciles ensayos de inserción en referente familiar adulto en el país de recepción
la sociedad adulta. La edad es entonces una va- significa entonces no perder de vista en ningún
riable importante a considerar cuando tratamos momento los diferentes factores de riesgo rela-
de entender qué les ocurre a estos/as jóvenes. cionados con su historia personal y con su doble
condición de migrante y de adolescente.
En el caso de quienes llegan como menores de
edad, se ha detectado el miedo que emerge ante
la mayoría de edad. El pasaje a los 18 años sig-
nifica fundamentalmente pasar desde una situa-
ción de protección material y documental bajo el
sistema foral de protección a la infancia, a una
de desprotección material y jurídica. De hecho, si
hasta los 18 años tienen que ser considerados/
as y tratados/as como menores antes que ex-
tranjeros/as, con el cumplimiento de la mayoría
de edad y la salida del tutelaje en los centros de
menores, su situación de migrantes y sin referen-
te familiar adulto asume un peso importante: es
la ley de extranjería quien a partir de ese momen-
37
Loira Manzani, Maitane Arnoso Martínez
Tabla 1. Factores de riesgo y testimonios de jóvenes atendidos en la oficina de SOS Racismo Gipuzkoa
Factores de riesgo
La situación de partida
El contexto socio Mi padre se murió cuando era pequeño. Mi madre tiene esquizofrenia, no tenemos nada.
familiar en origen (Hamza, Marruecos, 18 años).
El puerto de Tánger Para aguantar el puerto, la policía, los perros, el hambre, consumía disolvente todo el
rato. Intenté 12 veces cruzar el estrecho, siempre me pillaba la policía y me pegaban. Al
final conseguí escaparme de ellos y colarme en un camión. (Youssef, Marruecos, 17 años).
El proceso migratorio
El viaje migratorio He viajado 14 horas debajo de un camión, justo al lado del motor, me quemé la pierna.
(Faycal, Marruecos, 21 años).
La experiencia Cuando llegué a Algeciras no me lo podía creer que lo había conseguido. Pero en
de un proceso seguida pensé en mi madre y me entró gana de volver atrás.
psicopatológico (Youssef, Marruecos, 17 años).
El choque de las Después de dos días en la calle en San Sebastián quería volver. Me fui a
expectativas la Comisaría de la Policía Nacional para que me llevaran a Marruecos.
No podía aguantar un día más de calle. (Redouane, Marruecos, 19 años).
La doble pertenencia Si mi familia supiera que salgo de fiesta y bebo… (Mohamed, Marruecos, 19 años).
El etiquetaje social Estoy cansado de sentirme un número en cada sitio vaya. Yo también soy persona,
no estoy hecho de hierro. La gente me dice “¿Cómo te llamas?” “Abdelhamid”
“¿Qué? ¿Abdel qué? ¡Os llamáis todos iguales, no se entiende nada! “
(Abdelhamid, Marruecos, 19 años).
38
Bienestar psicosocial en menores y jóvenes extranjeros sin referente familiar adulto: factores de riesgo y protección
39
Loira Manzani, Maitane Arnoso Martínez
Muchos/as de los jóvenes que llegan, pueden sido la de etiquetar, clasificar y patologizarlos/
enfrentar estas situaciones de un modo saluda- as como inadaptados/as, irrecuperables, enfer-
ble y sin hacer peligrar sus procesos de madurez mos/as mentales con trastornos de conducta o
e integración social. En otros casos, sin embargo, del comportamiento, viendo el problema como
el impacto psicosocial del proceso migratorio y intrínseco a la persona y proporcionándole una
de las condiciones a las que están expuestos/ respuesta meramente institucional. Frente a
as, pueden dar origen a respuestas que implican comportamientos y actitudes que se escapan del
la autodestrucción y la ruptura con la sociedad: entendimiento, existe una tendencia a catego-
consumos, autolesiones y/o conductas antiso- rizar de forma negativa criminalizando al sujeto
ciales, entre otras. Es muy importante no olvidar (Pantoja 2006). Sin embargo, el abordaje puede
que esta sintomatología y tipos de respuestas y debe dirigirse hacia la búsqueda de las raíces
derivan tanto de la condición de migrante como de los problemas, los cuales son multicausales y
de su condición de adolescentes. El consumo, por multifactoriales. Desde esta mirada, el problema
ejemplo, tal como describe Markez (2009) es una no se relaciona con la persona sino con el contex-
forma de responder a la exclusión y de evadirse, to y el sistema en el cual está el/la joven. Desde
convirtiéndose muchas veces en la mejor forma una perspectiva comunitaria, desde SOS Racis-
de no sentir las penalidades que experimentan. mo se intenta intervenir desde la prevención y la
Extasiados con el disolvente o el hachís, los jóve- reparación. En palabras de Reguera (1988) “tan
nes logran escapar, aunque sea de forma momen- insidioso es este modo de proceder que con fre-
tánea, a unas circunstancias de extremada dureza cuencia son los propios muchachos que quienes
para la edad que tienen. A la vez el consumo tiene te preguntan confundidos ¿de verdad no crees
un carácter lúdico, es un medio de diversión, de que yo estoy loco? En medio de tanta confusión
imitación también de otros/as jóvenes autócto- nunca suelo encontrarme con su locura, sino que
nos que beben, fuman y que en estas esferas se me tropiezo constantemente con el paro laboral
convierten en sus referentes más inmediatos a que padecen, la desorganización familiar que los
los que imitar en su deseo de integración. De la trastorna, la escuela que los desvaloriza y exclu-
misma forma, la impaciencia para conseguir el ye, los peligrosos distanciamientos en la aplica-
objeto deseado, la necesidad de tener todo aquí ción de la justicia, los contradictorios y a veces
y ahora es una actitud típica de la adolescencia brutales métodos “reeducativos”, ¿serán todas
(en adolescentes autóctonos/as e inmigrantes) estas cosas problema genético, jurídico, psicoa-
pero a la vez es un comportamiento que el/la mi- nalítico o subproducto del desarrollo? (p.11).
grante llega a asumir en el momento que viene a
faltar la confianza en el mañana, la concepción de
Si se opta por este segundo enfoque, la interven-
la expectativa. Las dificultades materiales y buro-
ción tiene que ser ante todo individualizada (que
cráticas, las carencias afectivas, la sintomatología
tenga en cuenta su historia personal, sus necesi-
desarrollada y las respuestas que se generan se
dades, sus debilidades y sus fortalezas, sus de-
relacionan de forma dialéctica, generando una ca-
seos, sus relaciones actuales, etc.) y basarse en
dena consecuencial entre la inestabilidad emotiva
el acompañamiento. Para que el acompañamien-
del/la joven y la dificultad o imposibilidad que
to sea efectivo deben crearse espacios de con-
encuentra en tener respuestas a sus necesidades
fianza entre el/la profesional y el/la joven, quien
materiales que, a su vez, alimenta la crisis sociop-
tiene que dejarnos entrar en su territorio perso-
sicológica (Markez, 2009). Este proceso en el cual
nal. Desde el primer momento tiene que sentirse
se verifica una falta de correspondencia entre las
necesidades y las posibilidades de estos/as jóve- escuchado/a de forma activa, sin ser juzgado/a;
nes, si no viene interrumpido, pone en riesgo su sentirse reconocida como persona, con su nom-
inserción social y su bienestar psicosocial. bre y apellido, con su historia e identidad, evi-
tando que se les atienda desde una perspectiva
marcadamente vertical. El/la joven tiene que
Factores de protección para el bienestar social.
sentirse entendido/a –que no quiere decir que
Tipología y características de la intervención
se le justifique en todo– y aceptado/a, demos-
A menudo, la respuesta institucional ante este trándole empatía, presencia, disponibilidad,
colectivo y sus dificultades psicosociales, ha seguridad, gratuidad, escucha y comprensión,
40
Bienestar psicosocial en menores y jóvenes extranjeros sin referente familiar adulto: factores de riesgo y protección
cariño y respeto. Si no se les trata con gestos, vos y prioridades, reparar los contenedores tem-
sentimientos y valores humanos, nunca se podrá porales, trabajando la ritualidad de lo cotidiano,
pretender que los reproduzcan. El/la profesional con su monotonía, estructura y perspectiva de
tiene que demostrarle que confía en él/ella, va- futuro, y los contenedores afectivos que a me-
lorar sus potencialidades, sus habilidades y sus nudo han estallado. Aquí se revela de primaria
logros. Como subraya Enrique Martínez Lozano importancia el trabajo con la familia del/la joven,
(2011), el niño que llega a este mundo necesita la cual juega un papel importante en su vida y
por encima de todo sentirse reconocido para en su equilibrio psicosocial, clave a la hora de
que crezca en un contexto de seguridad afec- entender sus comportamientos, personalidad,
tiva y confianza. Hay que respetar sus tiempos actitudes, hacer frente a sus problemas y nece-
puesto que se trata en muchos casos de jóvenes sidades y saber cómo intervenir y enfrentarse a
que provienen o viven todavía en un contexto de ellos. Si por un lado tener en cuenta la familia y
calle y están desorientados desde un punto de el contexto socio económico en origen significa
vista temporal. La risa es un ingrediente clave a visibilizar al menor como persona, reconocién-
la hora de la intervención: sin dejar de respetar dole dentro de su historia e interesándose por
en ningún momento sus problemas, dificultades ella, por otro lado significa trabajar para devol-
y forma de enfrentarse a ellos, la dramatización ver a cada miembro de la familia su papel tras la
de la situación no ayuda a la intervención, sino migración del/la menor o joven (Bargach, 2006).
la carga de mayor negatividad. Esto no quita la Hay que recuperar y reforzar el vínculo funcional
importancia de no perder nunca de vista el prin- en las relaciones familiares caracterizado por un
cipio de realidad de cara a no alimentar expec- equilibrio entre la autonomía y la dependencia:
tativas que no se pueden cumplir. El/la profe- reconstruir un orden generacional, devolver a la
sional tiene que llegar a ser para el/la joven un familia un papel orientador y de referente en la
referente adulto estable: los/as jóvenes pueden vida del/la joven, alimentar la presencia sana de
moverse entre la realidad y la fantasía, entre lo cada uno en la vida del otro. A través de la Me-
correcto y lo equivocado, pero el referente que diación Social Transnacional se trabaja entonces
interviene tiene que mostrarse en todo momento el sentido de culpa del joven hacia la familia, la
estable y presente, mostrando una continuidad autopresión o la presión familiar hacia el éxito, el
en la relación, también y sobre todo cuando el/ peso de las mentiras mutuas y la importancia de
la joven se equivoca. En estos momentos, tiene contar uno al otro la verdad, la sensibilización de
que sentir que, aunque se haya equivocado, la la familia sobre la realidad y las dificultades en el
persona adulta no le abandona, sigue estando país receptor, etc. (Jiménez, 2003; Le Gall, 2005;
presente e incentiva las situaciones en las que Orellana, 2001).
el/la adolescente siente afecto y aceptación. De
esta forma se crea un vínculo afectivo que va Hay que crear o volver a recrear alrededor del/
a ser la clave para poder acompañar al joven y la joven un tejido social de apoyo donde pueda
para que este acompañamiento sea efectivo. Si verbalizar cómo es, cómo se siente, qué tiene y
el referente muestra creer y confiar en él/ella y qué puede hacer. En la intervención, el/la joven
aceptarle así como es, también aportará lo mejor siempre tiene que estar en el centro de todo el
de sí a la relación, cuidándola y protegiéndola y, proceso, promoviendo una participación activa y
en consecuencia, mejorándose y protegiéndose protagonista.
a sí mismo/a porque verá que es capaz de ser
querido/a, de querer y de comunicar su cariño. Además, desde una perspectiva comunitaria,
es importante no solo trabajar con el/la joven,
sino con la sociedad en la que está inserto/a
Es a partir de este momento que el/la joven y a la cual también pertenece. El enfoque co-
aceptará que el adulto le acompañe y le apoye, munitario implica promover el acercamiento y
que le marque los límites y las normas –siempre el conocimiento de estos/as jóvenes y de sus
que tengan un sentido y que sean entendibles– historias entre la ciudadanía, en aras a tratar de
que le riña cuando se equivoca. El/la profesional modificar los estereotipos que recaen sobre el
referente puede intervenir para reconstruir y or- colectivo y fomentar la integración, la acepta-
denar la historia del/la joven, los propios objeti- ción y el conocimiento mutuo. Aquí se revela de
41
Loira Manzani, Maitane Arnoso Martínez
gran importancia el trabajo de sensibilización cíficas que sí la requieran y ante las cuales se han
hacia la ciudadanía sobre el colectivo y hacia detectado algunas carencias y dificultades.
estos/as jóvenes sobre la sociedad y la cultura
del país receptor, la visibilización de las histo- En primer lugar, la falta de detección de casos
rias de estos/as jóvenes, la promoción de lazos y de diagnósticos. Hay jóvenes acogidos/as en
afectivos. No se trata de realizar un trabajo de recursos de alojamiento, en situación de calle
forma separada con la sociedad receptora por o presos/as que no cuentan con un diagnóstico
un lado y con el colectivo de menores y jóve- médico. Su ausencia dificulta y obstaculiza sus
nes por otro, sino promover un acercamiento itinerarios en cuanto a acceso a recursos de alo-
directo y cercano. Proyectos como Izeba2, Punt jamiento adecuados, formación y empleo ajus-
de Referència3 u otros que promuevan vínculos tados a sus perfiles, acceso a la autorización de
afectivos y de apoyo entre jóvenes extranjeros y residencia y evitación de la expulsión del territo-
adultos referentes de la ciudadanía autóctona, rio español, alegando causas de carácter huma-
son ejemplos positivos de un abordaje comuni- nitario5. Además es importante que los informes
tario y holístico para el fomento de la integra- médicos no se limiten a diagnosticar la patología
ción y la promoción del bienestar psicosocial de que sufre el/la joven, sino que incorporen tam-
estos jóvenes, así como de la construcción de bién variables psicosociales que expliquen los
una ciudadanía plural y comprometida con los factores a los que está expuesto/a.
derechos de sus menores4.
Además, hay que tener en cuenta la dificultad
Los factores de protección que fomentan y pro- para acceder a una valoración de discapacidad:
mueven el bienestar psicosocial depende enton- para que ésta se realice es necesario contar con
ces de todos y todas, puesto que no derivan sólo un permiso de residencia. En caso de no contar
del tipo de intervención y acompañamiento que con ello, la persona se queda sin una valoración
se realiza para y con ellos/as, sino también de la que le permita tener acceso a algún recurso de
forma de actuar, pensar y relacionarse a ellos/as alojamiento adecuado a su perfil. En caso de
de cada ciudadano/a. contar con la autorización de residencia y de lle-
gar a tener valorada la discapacidad, para poder
tener acceso a un recurso socio-sanitario hay
Recursos sociosanitarios frente que tener valorado un mínimo del 33% y esperar
a los problemas de salud mental un plazo mínimo de un año para acceder a una
“¿Por qué no he aprovechado las oportunida- vivienda adecuada. Mientras tanto no hay acce-
des? Porque a veces la cabeza se me pone bien so a ningún otro tipo de recurso de alojamiento6.
y otras mal. No la controlo. Un día tendré que
matar a alguien para que me hagan caso y se Preocupa también la excesiva medicalización
den cuenta que no estoy bien”. de los/as pacientes, sobre todo por las dificul-
tades de compaginar la utilización de fármacos
(Mustapha, argelino, 19 años) con la situación de calle en las cuales se encuen-
tran muchos/as de los/as jóvenes que recurren
Las consecuencias psicosociales y los tipos de
a atención en Salud Mental: la vulnerabilidad,
enfrentamiento generados por la situación de vul-
la falta de estabilidad y condiciones materiales
nerabilidad y precariedad no provocan en general
adecuadas para tomar la medicación de forma
alteraciones específicas en la salud mental que
responsable y constante, así como la falta de se-
requieran de atención médica. Sin embargo, en
guimiento de sus efectos secundarios o la utili-
algunas ocasiones, emergen problemáticas espe-
zación de la medicación como forma de consumo
y venta de la misma.
2
ttp://www.izeba.org/index.php/es
h
3
www.puntdereferencia.org
4
Tomado de la exposición de SOS Racismo Gipuzkoa “También
5
revia justificación de que si fuese expulsado no podría ser
P
son nuestros Menores”, que con su título pretende evidenciar garantizada su salud y el tratamiento requerido en el país de
la obligación legal de tutelar y proteger a los menores migran- origen o de expulsión.
tes de la misma forma en la cual se protege a los menores 6
Hay que tener en cuenta que, además, la situación de vivien-
nacidos en territorio español. da no es competencia del campo sanitario.
42
Bienestar psicosocial en menores y jóvenes extranjeros sin referente familiar adulto: factores de riesgo y protección
Finalmente, el personal médico tiene que tener muchos los actores que formamos parte, partici-
en cuenta la visión cultural de las enfermedades pamos y somos responsables de acompañarles
mentales, la interpretación que el paciente otor- en este recorrido. La experiencia de SOS Ra-
ga de su padecer en lo referente a las causas y al cismo con este colectivo confirma la necesidad
significado de sus síntomas. Como afirma Mar- de una mirada holística vs. territorial sobre los
kez (2006) hay que señalar que existen culturas factores que ponen en riesgo su bienestar. Ello
en las cuales el sufrimiento psicológico es exte- implica atender a las redes familiares en origen
riorizado como malestar físico y en las cuales la y fomentar las acciones de mediación social
idea de sufrimiento psicológico causa vergüenza transnacional; tener en cuenta el conjunto del
(…). En otras culturas, la causa del malestar es proceso migratorio y sus características y no
puesta generalmente afuera, en un factor exter- perder de vista el momento vital en el que se en-
no al que culpabiliza y en otras, más cercanas a cuentra el/la menor o joven migrante. El impacto
la cultura occidental moderna, se acepta la idea de la experiencia migratoria en este colectivo ha
del malestar psicológico con más facilidad. La di- mostrado múltiples consecuencias de tipo psi-
ferente visión cultural es un factor añadido que cosocial que deben estar tenidas en cuenta en
dificulta el momento, ya difícil en sí, de plantear los procesos de intervención, los cuales debie-
al paciente y a la familia en origen la posible en- ran estar dominados por la humanización vs. la
fermedad mental padecida. A todo esto se aña- institucionalización y el etiquetaje social de las
den las dificultades de comunicación: idioma, personas con las que trabajamos. Si nos ocupa-
códigos no verbales distintos, diferente sistema mos de cuidar el área emocional y los factores
de valores. psicosociales que intervienen en los procesos de
inserción social de este colectivo, debemos de
dejar de camuflar con pastillas y etiquetar como
Conclusiones problemas mentales y de conducta aquellas di-
La atención del colectivo de menores y jóvenes ficultades que enfrentan nuestros/as nuevos/as
migrantes sin referente familiar adulto recae menores y jóvenes y potenciar aquellos aspectos
dentro de las políticas sociales destinadas a la psicosociales que mejoren su salud y bienestar
infancia y a la adolescencia y a la inserción so- social. Asimismo, en aquellos casos en los que
cial. La presencia de estos/as menores y jóvenes se detectan alteraciones específicas sobre la sa-
ha planteado retos importantes a los modelos de lud mental, es imprescindible que los agentes
intervención socioeducativa que a lo largo de los sanitarios realicen valoraciones médicas cultu-
años han ido mejorando y adaptándose a esta ralmente competentes, que estas se realicen in-
nueva realidad, aun siguen enfrentándose a la- dependientemente de la situación administrativa
gunas importantes que ponen en peligro el éxito de los sujetos mediante diagnósticos que incor-
de los procesos de integración y emancipación y poren la globalidad de la experiencia migratoria
amenazan con crear un colectivo de jóvenes, se- y formulen necesidades de tratamiento que in-
gún sus mismas palabras, sin futuro. cluyan un marco residencial adecuado para su
sostenibilidad.
Si el bienestar psicosocial responde a un con-
junto de factores individuales, sociales, familia-
res y comunitarios, hay que asumir que somos
Contacto
Loira Manzani • menores@mugak.org / Maitane Arnoso Martínez • maitane_arnoso@yahoo.es
SOS Racismo Gipuzkoa
C/ Peña y Goñi, 13-1º • 20002 Donostia-San Sebastián / Tfno.: 943 321 811 • Fax: 943 276 982
43
Loira Manzani, Maitane Arnoso Martínez
Jiménez Álvarez, M. Menores inmigrantes o los Reguera, E. Cachorros de nadie. Madrid: Editorial
vulnerables de la globalización». En: Checa popular; 1988.
44
Bienestar psicosocial en menores y jóvenes extranjeros sin referente familiar adulto: factores de riesgo y protección
• Recibido: 23/11/2013
• Aceptado: 12/03/2014
45