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Risa

La risa es una respuesta biológica producida por el organismo


como respuesta a determinados estímulos. La sonrisa se
considera una forma suave y silenciosa de risa.2 Actualmente
existen diversas interpretaciones acerca de su naturaleza.

Los estudios más recientes, de gran repercusión, son los


realizados desde 1999 por Robert Provine, neurobiólogo del
comportamiento de la Universidad de Maryland, quien sostiene
que la risa es un «balbuceo lúdico, instintivo, contagioso,
estereotipado y de control inconsciente —o involuntario— que
raramente se produce en soledad».1 En los seres humanos, la
risa se inicia, en promedio, hacia los cuatro meses de edad, y,
según los recientes estudios científicos, constituye una forma de
comunicación innata heredada de los primates e íntimamente La risa podría ser una forma ancestral de
relacionada con el lenguaje.3 comunicación. Según Robert Provine, el
paso hacia la bipedestación que se
En cambio, para otros autores, como Charles R. Gruner, de la produjo en los orígenes de la humanidad
Universidad de Georgia (1978), la risa es una reminiscencia o liberó al tórax de la función de soporte que
sinónimo del grito de triunfo del luchador tras ganar a su ejercía en la locomoción cuadrúpeda, un
adversario. Asegura que en todas las manifestaciones de humor paso crítico que, al desligar la respiración
existe un gesto de agresión, incluso en los casos más inocuos. de la carrera, proporcionó a los seres
Según Gruner, «incluso un lactante se ríe, no como humanos un control flexible de la
manifestación de agradecimiento, sino porque consiguió lo que respiración, necesario para el lenguaje
oral y para nuestra risa característica.1
deseaba».4 El filósofo John Morreall (1983) sostiene que el
origen biológico de la risa humana pudo estar en una expresión
compartida de alivio tras pasar el peligro; la laxitud que
sentimos tras reírnos puede ayudar a inhibir la respuesta agresiva, convirtiendo la risa en un signo de
conducta que indica confianza en los compañeros.5

En cualquier caso, existen investigaciones recientes realizadas tanto en orangutanes como en chimpancés
que sugieren que estos son capaces de reírse, con lo cual la risa sería de origen evolutivo y genético.3 n. 1

Popularmente se la considera básicamente una respuesta a momentos o situaciones de humor, como


expresión externa de diversión, y relacionada con la alegría y la felicidad, aunque la risa, según numerosos
estudios, como los de Robert Provine, está motivada por un estímulo cómico en una minoría de los casos
cotidianos.1 Suele aparecer, de forma más o menos simulada, como complemento emocional de los
mensajes verbales, así como en situaciones de estrés o en conductas de tipo lúdico como las cosquillas.3

Algunas teorías médicas atribuyen efectos beneficiosos para la salud y el bienestar a la risa, dado que libera
endorfinas.

Índice
Formas
Fisiología
Algunos estudios
Perspectiva médica
Estudios médicos sobre los efectos de la risa
El alcohol y la risa
Risoterapia
Controversia
Como signo patológico
En otros animales
Robert Provine: la risa como comunicación
Estudio de campo
Las cosquillas y la risa
La risa es contagiosa
El sexo
Como mecanismo de control de los demás
Como origen del lenguaje
Perspectiva filosófica
Perspectiva social
A través de la historia
Las primeras culturas
Antigua Grecia
Platón
Aristóteles
Grecia Antigua tras Aristóteles
Antigua Roma
Cristianismo
Del Medievo a la actualidad
El renacer de la risa y lo cómico
Historia oral
Notas
Referencias
Véase también
Enlaces externos

Formas
En función de la fuerza con que se produce, la risa puede variar tanto en su duración como en su tono y
características. Así, usamos distintas palabras para describir lo que consideramos diferentes tipos de risa:
chasquido, carcajada, risotada, risita, risa despectiva, desesperada, nerviosa, equívoca.7 Otros tipos:
caquino, cascabeleo, risa malvada, hipido.

De entre las señales emocionales, la sonrisa es la más contagiosa de todas, y el hecho de sonreír alienta los
sentimientos positivos. Al igual que la risa propiamente dicha, la sonrisa es innata, y los niños sordos y los
ciegos sonríen. Suele aparecer a las seis semanas de vida y constituye el primer lenguaje del ser humano.
Inicialmente es un comportamiento físico, y paulatinamente va evolucionando hasta convertirse en una
conducta emocional. La autoinducción del gesto de sonreír puede
mejorar nuestro estado de ánimo. Otra propiedad es la de inducir una
elevación de la actividad de las células NK y mejorar así nuestro
estado inmunológico.8

Algunos estudios demuestran que la risa varía en función del género:


las mujeres tienden a reírse de una forma más cantarina, mientras
que los hombres tienden a reírse bufando o gruñendo.[cita requerida]

Fisiología
La risa, al igual que el llanto, es un acto involuntario para la mayoría
de las personas. Su mecanismo de funcionamiento reside en la
respiración, y se produce mediante interrupciones de la exhalación
del aliento. Es el mismo mecanismo que se utiliza para el habla, sólo Hombre riendo.
que de forma involuntaria.3

Se produce cuando un estímulo —interno o externo— es procesado


en áreas primarias, secundarias y de asociación multimodal del
sistema nervioso central. El procesamiento de las emociones se
realiza en el sistema límbico, el cual es probablemente responsable
de los potenciales motores que caracterizan a la risa, incluyendo la
expresión facial y los movimientos de los músculos que controlan la
ventilación y la fonación. Una vez procesado el estímulo, además de
los actos motores automáticos mencionados, se lleva a cabo una
activación autonómica generalizada, la cual tiene salida por diversas
vías, entre las que se encuentran el eje hipotálamo-hipófisis y el
sistema nervioso autónomo. Todos estos componentes conforman la
emoción, proceso que involucra, cuando se trata de alegría, el acto
Localización del sistema límbico.
motor llamado risa.9

Hay dos estructuras del sistema límbico implicadas en la producción


de la risa: la amígdala y el hipocampo.

Algunos estudios

La risa puede inducirse estimulando el núcleo subtalámico, y se ha comprobado en pacientes con


enfermedad de Parkinson.8 Un trabajo reciente realizado por Itzhak Fried et al., de la Universidad de
California, ha permitido localizar una zona del cerebro llamada área motora suplementaria, que, al
estimularse por medio de electrodos, produce la sonrisa y, con una estimulación más intensa, la risa a
carcajadas. El área motora suplementaria es una zona muy cercana al área del lenguaje. Este mecanismo se
descubrió de forma accidental mientras se trataba a una joven con epilepsia.10

Se han realizado experimentos para determinar exactamente en qué zona reside el sentido del humor. En un
estudio, presentado en 2000 por científicos de la Universidad de Rochester, sometieron a 13 voluntarios a
resonancia magnética funcional al tiempo que les realizaban diversas preguntas. Sus conclusiones fueron
que dicha característica residía en una pequeña región del lóbulo frontal. No obstante, otro equipo
londinense realizó la misma prueba sobre 14 individuos a los que se les contaba chistes, y los resultados
fueron que la zona cerebral que se activaba era el córtex prefrontal ventral junto con otras regiones
implicadas en el proceso del lenguaje cuando la gracia del chiste residía en un juego de palabras.11
Perspectiva médica
Cada vez se ríe menos. Los niños de 7-10 años se ríen alrededor de 300 veces al día, mientras que los
adultos que todavía ríen lo hacen menos de 80 veces diarias. Existe gente que raramente se ríe, e incluso
algunas personas que no sienten la necesidad de reírse.8

Estudios realizados desde los años 1980 por el psiconeuroinmunólogo Lee S. Berk y colaboradores
demostraron a lo largo de los años varios efectos positivos de la risa:12 13

Algunos indicadores relacionados con el estrés disminuían durante los episodios de risa,
relacionados con la disminución de los niveles de epinefrina y cortisona.
La risa incrementaba la producción de anticuerpos y la activación de células protectoras como
los linfocitos o los linfocitos T citotóxicos, que producen la inmunidad celular, importante para
evitar la formación de tumores.
Las carcajadas o risas alegres y repetitivas mejoraban el estado de humor, reducían los
niveles de colesterol en sangre y regulaban la presión sanguínea.
Más recientemente (2010), Berk ha descubierto una relación entre la risa y el apetito, de tal
modo que la risa aumenta el apetito de modo análogo a como lo hace el ejercicio físico
moderado. Según estos estudios, simultáneamente se produce una reducción del nivel de
leptina y un aumento del de grelina en la sangre.

Otros efectos beneficiosos de la risa son los siguientes:14

Libera del temor y la angustia.


Contribuye a aplacar la ira.
Contribuye a un cambio de actitud mental que favorece la disminución de enfermedades.
Favorece la digestión al aumentar las contracciones de todos los músculos abdominales.
Facilita la evacuación debido al “masaje” que produce sobre las vísceras.
Aumenta el ritmo cardíaco y el pulso y, al estimular la liberación de las hormonas “endorfinas”,
permite que éstas cumplan una de sus importantes funciones, como es la de mantener la
elasticidad de las arterias coronarias.
Disminuye la presencia del colesterol en la sangre pues equivale a un ejercicio aeróbico.
Ayuda a reducir la glucosa en sangre.

Estudios médicos sobre los efectos de la risa

En 2000, un estudio de la Clínica Mayo de Rochester sobre 839 individuos determinó que los más
optimistas vivían más que los considerados pesimistas. Óscar Giménez, de la revista JANO - Medicina y
Humanidades, considera que no necesariamente tiene por qué existir una relación directa entre ambos
parámetros (los individuos pesimistas suelen tener hábitos de vida menos saludables).10

Otro estudio realizado por investigadores de la Universidad de Texas concluía que el riesgo de ictus en
personas mayores de 65 años era un 48 % inferior en varones optimistas y un 18 % en mujeres optimistas.
El estudio fue publicado en Psychosomatic Medicine.10

Científicos japoneses del Unitika Central Hospital15 sometieron a 26 individuos con dermatitis alérgica a
los ácaros del polvo a distintos alergenos, y posteriormente les pasaron la película Tiempos modernos, de
Charles Chaplin. Unos días después realizaron el mismo experimento pero con una película no cómica. Los
resultados mostraron que la reacción alérgica era menor en el caso de la película de Charlot.10
El alcohol y la risa

Bien es sabido en la cultura popular que las personas ebrias suelen reírse mucho. Así, en un experimento
científico para comprobarlo, psicólogos británicos de la Universidad de Hull dijeron a 48 voluntarios que se
tomasen una bebida alcohólica o un refresco, a partes iguales, para posteriormente ver una película
cómica.16 En los resultados se apreció que los que tomaron la bebida alcohólica rieron más que los otros.10

Risoterapia

«Risoterapia» es un neologismo que define una técnica ya utilizada


desde la antigüedad aunque no bajo el calificativo de terapia.
Consiste, como su nombre indica, en humor terapéutico. En los
últimos años han aparecido «clubes de la risa» e incluso
asociaciones —presuntamente— científicas que defienden las
virtudes de reírse a carcajadas.10

Un pionero de esta técnica fue, no un médico, sino un paciente. Un


alto ejecutivo de Nueva York, Norman Cousins, fue diagnosticado
de espondilitis anquilosante, una enfermedad muy dolorosa. El Voluntarios de risoterapia.
agravamiento de los síntomas se acentuó cuando Norman entró en
una depresión. A partir de que uno de sus médicos le recomendase
ver películas cómicas, siguió el consejo a rajatabla y fue testigo de su mejoría. Posteriormente, en 1979,
publicó un libro titulado en español Anatomía de una enfermedad, y en él explicaba que tan solo 10 minutos
de carcajadas le proporcionaban alivio para las dos horas siguientes. En 1988 se creó la Asociación para el
Humor Terapéutico y Aplicado (AATH en inglés), formada por especialistas que confían en el poder
curativo de la risa. Definen el humor terapéutico como «cualquier intervención que promueva la salud y el
bienestar estimulando el descubrimiento alegre, la apreciación o expresión de lo absurdo o lo incoherente de
las situaciones de la vida».10

A pesar de todo, y aunque existen varias investigaciones, algunas en revistas muy prestigiosas, que avalan
los beneficios de la risa, también existe quien no comparte esta idea.10

Controversia

R. A. Martin, un psicólogo canadiense de la Universidad de Western Ontario, aseguraba en 2001 que había
examinado todos los estudios realizados sobre la risa respecto a sus beneficios sobre la salud física.17 Sus
conclusiones eran que los estudios que se habían realizado sobre el efecto de la risa en la inmunidad ofrecían
resultados inconsistentes así como problemas en la metodología. Señalaba, además, que, si bien existían
evidencias de los efectos analgésicos de lo que él denominaba «exposición a la comedia», resultados
similares se habían obtenido a partir de la exposición a emociones negativas. Añadía que apenas existía
evidencia sobre los efectos moderadores del estrés procedentes del humor sobre la salud física, y que
tampoco se había demostrado que el buen humor aumentase la longevidad. Concluía diciendo que «se
necesitaban investigaciones más rigurosas antes de extraer conclusiones firmes sobre los posibles beneficios
para la salud del humor y la risa».10

Óscar Giménez, redactor jefe de la revista JANO - Medicina y Humanidades, quien aseguraba desconocer el
sentido del humor de Martin, consideraba que, «si la depresión y la tristeza se habían asociado con diversas
enfermedades, una actitud positiva y divertida ante la vida debería contrarrestar tales enfermedades».10
Robert Provine, si bien se mantiene optimista respecto a las propiedades potencialmente terapéuticas de la
risa y reconoce la ausencia de riesgos, muestra cautela y pide mayores evidencias para beneficio de la
medicina.18

Como signo patológico

Si bien la risa se considera en general beneficiosa para la salud, existen paradójicamente también problemas
de salud que cursan con episodios de risa.

Existe una risa patológica (no controlable, con incontinencia y labilidad afectiva) que caracteriza ciertas
enfermedades del sistema nervioso central, como es el caso de tumores, esclerosis múltiple, ictus, demencias
(Alzheimer) y afección de las conexiones entre el cerebro, el bulbo raquídeo y el cerebelo. Enfermedades
mentales como la esquizofrenia, manía y drogadicción también pueden presentarse con risa patológica
(crisis de risa incontrolada) y ser tratadas con antidepresivos de última generación, como la paroxetina.8

También se da en el caso de personas con trastornos del espectro autista (ya sea autismo o síndrome de
Asperger), los cuales pueden tener ataques de risa sin motivo aparente.

En otros animales
Contrariamente a la creencia popular, y a lo que se creía en general
hasta bien recientemente, la risa no está restringida a los humanos.
Según un estudio publicado en la revista Science por Jaak Panksepp,
existe la risa animal, y no sólo en los primates. También estudió
perros y ratas y encontró que en sus juegos emitían sonidos muy
similares a las risas de los bebés.19 En parte se puede deber a que el
sistema límbico, que maneja la risa, es una de las partes menos
evolucionadas del cerebro humano que compartimos en buena
medida con otros animales.

Los chimpancés y otros grandes simios, como los orangutanes y los Macho adulto joven de chimpancé.
gorilas, pueden reírse, aunque el sonido que emiten es diferente del
que producen los seres humanos. La risa de un chimpancé suena
como un jadeo, y, al animarse, se vuelve un sonido más gutural.n. 2 n. 3 Una diferencia fundamental entre la
risa del chimpancé y la humana es que, en el chimpancé, el acto de balbuceo se encuentra evolutivamente
aún bajo el control del proceso de la respiración. El chimpancé inspira y espira durante la risa, de tal forma
que sólo es capaz de producir una sílaba por ciclo de inhalación-exhalación. Los humanos únicamente
espiran, y además son capaces de producir múltiples sílabas por ciclo respiratorio.18 Los monos, al no tener
control del aliento, no son capaces de hablar, al tiempo que su risa es diferente.3

Similarmente, los cuadrúpedos requieren 1 zancada por ciclo respiratorio, mientras que los humanos pueden
realizar múltiples pasos por respiración. Provine postula que este hito en el control de la respiración fue
crítico en la evolución, convirtiéndose en un instrumento para el desarrollo del lenguaje oral al liberar
nuestro complejo aparato neuromuscular del habla de las tareas más mundanas de respirar y caminar.18

En primates como el Chimpancé común, la sonrisa expresa preocupación. Expresiones similares a las de los
seres humanos tales como enseñar los dientes y encías y hacer muecas.[cita requerida]

Robert Provine: la risa como comunicación


Popularmente, la risa y la sonrisa se asocian con la felicidad y el buen humor, sin embargo no constituyen
medidas del humor fiables. Según recientes estudios, la risa es un mecanismo de comunicación. De esto se
desprende que el factor desencadenante de la risa no es la felicidad o la alegría en sí mismas, sino el hecho
de que exista, al menos, otra persona que pueda recibir el mensaje, en forma de balbuceo lúdico. Se ha
comprobado que la relación entre la risa en sociedad y la risa en soledad es de 30 a 1. Literalmente,
necesitamos que haya más personas, y que se puedan reír, para reírnos.3 n. 4

Estudio de campo

Provine buscó adoptar una «táctica naturalista y descriptiva» para revelar los disparadores subconscientes y
las raíces instintivas de la risa. Inicialmente observó a sujetos en su laboratorio, pero encontró que la risa era
demasiado frágil, ilusoria y variable bajo escrutinio directo. Por ello, decidió observar la aparición de risa
natural y espontánea en la vida diaria. Empezó a escuchar y grabar a escondidas la risa conversacional
(aquella que sigue típicamente al discurso de la conversación un segundo después), documentando 1200
episodios, y estudió más tarde los patrones de quiénes reían y cuándo, para analizar sus cualidades. Su
conclusión fue que para que se produzca risa es necesaria más de una persona, siendo el elemento mínimo
una díada, un hablante y un oyente (excepto en el caso de un espectador que ríe a carcajadas viendo la
televisión, por ejemplo). Sorprendentemente, Provine encontró que los hablantes ríen más que sus oyentes.
La risa tendía a seguir un ritmo conversacional natural, salpicando el discurso tras declaraciones completas,
y especialmente tras cambios de volumen o entonación. Lo más interesante fue que menos de la cuarta parte
de los comentarios previos eran realmente humorísticos. Provine sugiere que la risa sincroniza los cerebros
del hablante y el oyente, de tal modo que sirve como una señal para las zonas receptivas del lenguaje, tal vez
conmutando la activación entre estructuras cerebrales competitivas de la cognición y la emoción.18

Las observaciones de estudiantes de interpretación riendo en el momento justo le llevaron a concluir que la
risa está bajo un relativamente débil control consciente, y que la risa de aspecto más natural está provocada
por mecanismos subconscientes, lo cual explica por qué la actuación de método puede llevar a la
reproducción de emociones con mayor efectividad.18

Las cosquillas y la risa

Probablemente, las cosquillas son la forma más antigua y segura de estimular la risa. Las cosquillas y la risa
son unas de las primeras formas de comunicación entre la madre y el bebé. La risa aparece entre los tres y
medio a cuatro meses de vida, es decir, mucho antes que el habla. Por este motivo, la madre utiliza las
cosquillas para estimular la risa del bebé y establecer así una comunicación. La risa a su vez estimula a la
madre a continuar haciendo cosquillas, hasta que llega un momento en que el bebé empieza a quejarse,
momento en el que la madre se detiene.3

Por el mismo motivo que es más difícil reírse en solitario, también es difícil que una persona se haga
cosquillas a sí misma. Las cosquillas constituyen una parte importante del juego, de manera que, cuando se
le hacen cosquillas a una persona, no sólo intenta escaparse y se ríe, sino que intenta devolverlas. En el
proceso de dar y recibir cosquillas, se tiene una especie de programación neurológica que hace que las
personas establezcan vínculos, y sucede lo mismo con el sexo. Las axilas, las palmas de las manos y las
plantas de los pies son zonas cuya estimulación mediante cosquillas produce la risa con mayor facilidad.3

La risa es contagiosa

Al igual que el bostezo, la risa es un comportamiento social neurológicamente programado, cuyo origen se
encuentra en la necesidad de sincronizar el estado de comportamiento grupal. Es, por ejemplo, el motivo por
el que hay una pista de risas en las series cómicas de televisión.n. 5 Cuando oímos a otra persona reírse de
algo, inmediatamente nos fijamos en ese algo y lo consideramos
más divertido que si esa persona no se ríe, y entonces sonreímos
o incluso llegamos a reír.3

El sexo

Tanto los hombres como las mujeres se ríen en la misma


medida. No obstante, la situación que produce más risa es
cuando un hombre habla con una mujer, o viceversa, y en esta
situación la mujer es la que lidera la risa y el hombre el líder de
producción de la risa. Al igual que ocurre con el habla, la risa
de las mujeres presenta en general un tono más agudo que la de
los hombres. Una de las características de los hombres más
atractivas para las mujeres es el sentido del humor, aunque no
Niño riéndose como respuesta a las
precisamente la capacidad de reírse. Es decir, la mujer busca a
cosquillas. Provine considera este tipo de
un hombre que la haga reír y que no se ría demasiado.3 comportamientos como un mecanismo de
socialización innato, destinado a crear
vínculos, que heredamos de nuestros
Como mecanismo de control de los demás ancestros.

La relación entre la risa y los sucesos del mundo está modulada


por la cultura y la sociedad.20 Actualmente, relacionamos la risa con la idea de «ser feliz y sentirse bien».
Sin embargo, Platón y Aristóteles, entre otros autores que escribieron sobre la risa, tenían una visión más
oscura sobre ella. Ellos, por ejemplo, encontraban divertidas las ejecuciones públicas, algo que actualmente
es políticamente incorrecto, del mismo modo que también se reían, además de con las personas de su grupo,
de personas de otros grupos, como por ejemplo, otras etnias o razas. En la actualidad, nuestro propio
lenguaje matiza tal diferencia: no es lo mismo reírse con alguien, que reírse de alguien. Para Robert Provine,
la risa ridiculizadora es un mecanismo instintivo ancestral diferente de la risa de grupo que servía para
modular la conducta de los individuos que no pertenecían al grupo propio, con la finalidad de que éstos se
adaptasen y se integrasen en el mismo.3 La antropóloga Verena Alberti utiliza los términos «risa de
acogida» y «risa de exclusión».20

Según el científico, esa es la razón por la que la gente ríe en circunstancias embarazosas o desagradables.
Afirma que la risa es un instrumento para cambiar el comportamiento de los demás. En una situación
embarazosa, como una disputa, la risa representa un gesto de apaciguamiento, una forma de disminuir la ira
y la tensión. Si la otra persona logra contagiarse, se disipa el riesgo de confrontación.3

Las observaciones de Provine le sugirieron que el rango social determina los patrones de risa, especialmente
en el lugar de trabajo; los jefes provocan fácilmente carcajadas de sus subordinados y hacen bromas a costa
de ellos, lo que sugiere que el fenómeno es generalmente una respuesta de sumisión al dominio.18

Como origen del lenguaje

Según Robert Provine, los lingüistas y estudiosos del lenguaje no prestan a la risa la debida atención,
mientras que sí lo hacen respecto al papel que juega en la producción del sonido la fisiología de la laringe y
de diversas partes de las vías vocales. En sus propias palabras:

La risa forma parte del vocabulario universal humano, y si queremos comprender cómo el cerebro
produce el sonido deberíamos analizar comportamientos que todo el mundo tiene de la misma
manera; o sea, que estudiar la risa —si queremos comprender el comportamiento humano— será
como usar el E. coli, o la mosca de la fruta, para comprender el mecanismo de la genética. En
lugar de afrontar la inmensa complejidad de la naturaleza, intentamos concentrarnos en una
pequeña molécula, que es una parte, a la que se puede acceder mejor.3
Robert Provine

Perspectiva filosófica
Antes de aproximadamente el siglo XIX, la risa se interpretaba como
un elemento frívolo y de poca profundidad.20 Con la excepción de
un puñado de pensadores clásicos que dedicaron algo de su tiempo
al estudio serio de esta materia, prácticamente ninguno fijó su
atención sobre tal cometido.21

Peter Berger apunta que posiblemente la filosofía no ha centrado su


atención en lo cómico debido a la fragilidad de su experiencia:
cuando se intenta aprehender, se disuelve.21

La frivolidad atribuida a la risa, según el sociólogo, proviene del


hecho de que lo cómico y lo serio son mutuamente excluyentes, de
tal modo que una broma en una situación seria se considera,
precisamente, eso, frívola. En sus propias palabras: «Las personas
que escriben libros sobre lo cómico son blancos legítimos de la
parodia, la sátira y otras modalidades agresivas de respuesta
Albert Einstein. Figura emblemática
humorística frente a una sociedad intolerable».21
de la ciudad de Ulm, basada en una
fotografía que le fue tomada al
De la superficialidad, por otra parte, podemos hacer constancia con
científico el 14 de marzo de 1951 por
buenos ejemplos procedentes nada menos que del Diccionario de la
el fotógrafo Arthur Sasse, quien le
lengua española, vestigios de la antigua concepción de la risa que,
pidió a Einstein que posara para él a
más que facilitar su definición, producen su aparición en el lector:22 la salida de una fiesta por su 72º
cumpleaños.
1. Movimiento de la boca y otras partes del rostro, que
demuestra alegría.
2. f. Voz o sonido que acompaña a la risa.
3. f. Lo que mueve a reír.

Otro ejemplo —quizás más preocupante—, es la ausencia de una entrada para la expresión «sentido del
humor». Y el problema se repite en la lengua inglesa con el Oxford English Dictionary, como muestra
Berger en su libro Risa redentora.23

Actualmente, la risa tiene la capacidad de mostrarnos las distintas facetas de la realidad, y, por lo tanto,
hacernos comprender el mundo de forma más completa.20

En nada se manifiesta más claramente una personalidad que en aquello de lo que se ríe.20
Goethe

En palabras de Berger, «lo cómico es la visión del mundo más seria que existe».24 Berger, de inclinación
religiosa y quizás influido por el pensamiento de Kierkegaard, a quien cita numerosas veces en su libro,
sostiene que lo cómico es una promesa humana de redención, y que la fe religiosa es la intuición de que se
cumplirá dicha promesa.25

Perspectiva social
Varios estudios apuntan hacia el carácter transgresor socialmente aceptado de la risa, que, dentro de ciertos
límites, quebranta las normas sociales y culturales para convertirse a su vez en otra norma. Asimismo, el
carácter desordenado de la risa actúa como agente liberador —casi redentor, afirma la antropóloga Verena
Alberti— frente a las presiones sociales. En cambio, Erving Goffman y Gregory Bateson postulan, más que
la mera transgresión de las normas, la existencia en la sociedad de un nivel metacomunicativo en el que
«todo vale», dentro del cual, «la vida es un juego».20

Peter Berger expresa lo mismo con otras palabras, al decir que «lo cómico está por encima del bien y del
mal». Retomando el pensamiento de Alfred Schütz, Berger describe la realidad como compuesta por
distintas parcelas finitas de significado excluyentes entre sí, tal es el caso del humor, el erotismo, el arte, los
sueños o el juego; cuando pasamos de una parcela a otra, lo hacemos bruscamente, mediante una especie de
salto; y la lógica que impera en cada una de ellas es incompatible con la del resto. De entre esas parcelas, la
de la vida cotidiana es la que se ha impuesto en nosotros como la principal. Esa es la razón —argumenta—,
por la que, cuando regresamos a ella, sentimos la necesidad de aclarar a los demás, o a nosotros mismos, que
«todo fue una broma», o que «ahora vamos a hablar en serio».26 En definitiva, al hacerlo estamos
intentando recuperar el control de aquella parcela que hemos decidido vivir como la «auténtica»:

Las realidades cómica, estética y sexual son subversivas, potencialmente al menos. Si se permite
que emerjan con toda su fuerza, pueden llegar a contaminar con su lógica «extraña» las
preocupaciones serias de la vida cotidiana.27
Peter Berger

Muchos autores atribuyen a la risa un valor preventivo frente al fracaso del pensamiento serio. Kate Moore
analiza la risa unilateral que se produce constantemente en las conversaciones, y concluye que su naturaleza
corresponde a mensajes en situaciones en las que la comunicación no es efectiva.20

Autores como Viveka Andelswärd (1989), Robert Provine (1993) y Phillip Glenn (2003) apoyan el carácter
social de la risa.7 Según Provine y Fischer (1989), la risa propiamente dicha depende mucho más del
ambiente social que la sonrisa y el habla.7

A través de la historia
La risa —y el humor—, como tema de estudio, presenta el problema de que puede abordarse desde muchas
perspectivas y muchos campos (medicina, ciencias biológicas, psicología, ciencias humanas). Por este
motivo, se han planteado numerosas teorías, algunas contradictorias entre sí. Ralph Piddington (1963)28
consideraba que faltaban criterios y teorías comunes, probablemente debido a la complejidad del fenómeno.
Actualmente existen puntos en común, pero a lo largo de la historia han existido muchas discrepancias y
concepciones diferentes29 de algo tan, paradójicamente, íntima y genuinamente humano.

Las primeras culturas

Como demuestra la ciencia, la risa y el humor son tan antiguos como los seres humanos, y encontramos
diversos testimonios de la tradición oral que así lo atestiguan:

Según la tradición de los Ainos, un grupo étnico del norte de Japón, «en los orígenes de la humanidad las
mujeres no menstruaban, sino los hombres». Los bantúes de África meridional, ante la inminencia de algún
peligro grave, efectúan un ritual en el que las mujeres jóvenes se visten de hombres y realizan las tareas de
los pastores para la diversión —y la distensión— de todos. Según se cuenta que observó Knud Rasmussen,
los niños esquimales Netsilik Inuit celebraban juegos en los que imitaban a los hechiceros de la comunidad,
empleando las mismas fórmulas para alejar los malos espíritus, lo cual desataba la risa incontrolada de los
adultos.
En todos los casos, la blasfemia no produce horror entre el público, sino la risa, bajo el sobreentendimiento
de que los dioses o los espíritus saben comprender una broma.30

Antigua Grecia

Las primeras referencias a la risa en la Antigua Grecia podemos


encontrarlas en Heráclito, traducidas al latín:

Non convenit ridiculum esse ita, ut ridiculus ipse videaris.

No conviene ser ridículo hasta el punto de parecerte ridículo a ti


mismo.31
Heráclito

En griego antiguo existían dos palabras para la risa: «γελάω» («gelao»,


'brillo', 'resplandor de alegría') y «καταγελάω» («katagelao», 'risa de arriba
hacia abajo'). Como puede intuirse, la primera hace alusión a la «risa
sana», y la segunda a la «risa despectiva». También existía una palabra Heráclito (llorando, 1628).
equivalente a lo que hoy conocemos como «sonrisa», aunque no se Óleo sobre tela de Hendrick
corresponde etimológicamente con la que usamos en la actualidad.29 ter Brugghen.

Algunos autores, como George McFadden, engloban la concepción griega


de la risa dentro la conducta cómica, como un «ήθοσ» («ethos») humano, tal cual fue usado el término por
Platón y Aristóteles. Obviando algunos antecedentes, en general prescriptivos, la retórica clásica para los
discursos y escritos cómicos apareció fundamentalmente con estos dos filósofos.29

Aristófanes fue uno de los grandes exponentes de la comedia griega, con 48 obras de las que se conservan
11. En sus escritos, de espíritu mordaz, realizaba críticas sociales y costumbristas de gran inventiva.29

Platón, y Sócrates a través de él, concibieron la risa como un placer mixto, es decir, que supuestamente no
debemos reírnos de la ignorancia, pero lo hacemos.29

Platón

Platón, bajo la concepción actual, no tenía sentido del humor. Para él, la
risa sólo demuestra la maldad y el disparate. Lo que hace a una persona
risueña, según el pensador, es la ignorancia sobre sí misma: la persona
risueña se cree más sana, de mejor aspecto, más virtuosa o más sabia de lo
que realmente es. John Morreall, en cuya obra Taking laughter seriously,
cita numerosas veces a Platón, señala que, actualmente, ese tipo de
pensamientos nos produce risa, pero que en realidad nuestra risa implica
cierta malicia hacia dichos pensamientos, y la malicia es perniciosa. Platón
describe la malicia como un «dolor en el alma», y considera que, al
reírnos, nuestra atención se concentra en el vicio. No deberíamos cultivar
la risa —continúa argumentando—, a no ser que aquellos de los que nos
reímos nos la contagie. Con la risa fuerte, —prosigue—, perdemos el
control de nosotros mismos, y por lo tanto nos volvemos imperfectos, Platón (1637). Pintura de José
menos humanos. En este punto, coincidía con Platón Aristóteles, quien de Ribera.
consideraba la risa una forma de escarnio.5 20
Platón cita a Sócrates dialogando en el Filebo. En el diálogo compara la risa («humor inflamado», en
palabras de Platón) con la experiencia de aliviar la comezón rascándose: en ambos casos existe una
sensación mixta de dolor combinado con placer; en un caso la sensación es del cuerpo, y en el otro, del
alma. Lo ridículo aparece como consecuencia de la negación del precepto «γνώθι σαυτόν τό» (conócete a ti
mismo), es decir, de la carencia de autoconocimiento. Esta arrogancia puede estar relacionada con la
riqueza, la belleza, o el desarrollo físico, pero, con mayor frecuencia, lo está con la virtud de la sabiduría.
Divide a los arrogantes en fuertes y débiles; el arrogante fuerte y poderoso es odioso; el débil, simplemente
ridículo. La falta de autoconocimiento es una desgracia y la risa es un placer; por lo tanto, reír ante la
soberbia es generar deleite y al mismo tiempo maldad ante una desgracia. La comedia, según se afirma en el
propio Filebo, es un tema de estudio importante; con ella aparecen relacionados afectos como la envidia, la
satisfacción maliciosa ante una deformidad o minusvalía y la sensación de superioridad. Sócrates —según
Platón— define la envidia como una forma de dolor que se convierte en placer cuando nuestro propio
sentimiento de seguridad nos permite reírnos; si la persona objeto de envidia es poderosa, no nos parecerá
risible, sino detestable.29

Platón se oponía asimismo a la risa convencional, como la producida en las comedias. Y afirmaba que era
pernicioso incluso mostrar a la gente riéndose en la literatura.5 Ni siquiera Aristófanes escapó a las críticas
de Platón.29

«Los hombres de valor no deberían representarse como poseídos por la risa, y aún menos
deberíamos permitir tal representación de los dioses».5
Platón

En La República, Platón señala que la risa debe estar limitada por la razón. No deben reírse, por tanto, ni los
guardianes ni las personas de mérito. La risa es un exceso que debe evitarse, manteniendo un estado de
templanza y equilibrio sin reacciones desmedidas.29

Aunque más tarde, en las Leyes, es algo menos riguroso. «Es útil conocer el aspecto de la fealdad, dice el
extranjero ateniense —quien parece representar el punto de vista de Platón—, y por lo tanto la
representación de la fealdad en la comedia puede tener cierta función educativa».5 En esta obra el filósofo
plantea la necesidad de limitar la risa por obligación moral. El virtuoso no debe reírse, y ningún poeta
cómico o actor satírico debe ridiculizar a un ciudadano. Distingue entre bromas bien y mal intencionadas.29

Por otro lado, durante las ithyphallias griegas —fiestas agrícolas relacionadas con la fertilidad y los ritos
fálicos—, los jóvenes atenienses se emborrachaban e insultaban a los ciudadanos respetables.30

Aristóteles

Se sabe que Aristóteles dedicó un segundo libro de su obra Poética a la comedia, aunque dicho libro se
perdió. Del filósofo nos llegan sus ideas sobre la risa, el humor y lo cómico fundamentalmente a través de
referencias por parte de otros. En ellas se dice que Aristóteles considera, desde el punto de vista de la
estética, que lo risible es una subdivisión de lo feo, aunque, a diferencia de Platón, no lo relaciona con el
sufrimiento. Distingue entre la comedia injuriosa y la adecuada, así como entre la tragedia y la comedia,
dedicada esta última, según el filósofo, a caracteres de tipo inferior. Según se cuenta que escribía en su
Poética, las máscaras del cómico son feas, deformes, pero no producen sufrimiento; las comedias
representan a los hombres peores de lo que realmente son; solo la tragedia y la epopeya son respetables. Al
igual que Platón, también admite la posible aparición de maldad en la risa, en cuyo caso debe evitarse por
contravenir la ética. Busca en todo momento el equilibrio en las emociones, y ello puede verse en la Ética a
Nicómaco.29
En ella, Aristóteles no condena la risa despectiva cuando esta va dirigida a
una persona sin virtud. Escribe, por ejemplo:

«[...] veremos claramente cuán digno de risa es el varón magnánimo si


no es hombre dotado de virtud, y cuán lejos está de ser digno que le
hagan honra, pues es malo».32
Aristóteles

A los hombres que no pueden contener las emociones, los llama


afeminados. Hablando de las personas virtuosas, escribe, también:

«Porque no es de maravillar que uno sea vencido de deleites o


pesadumbres fuertes y excesivas, antes es de perdonar y haber
compasión de él, si resistiendo fue vencido, [...] y de la misma manera
los que procuran detener la risa, de un golpe la despiden. [...] Pero es
Aristóteles en un fresco de
de maravillar cuando lo es en aquellas en que los más pueden resistir,
Raffaello Sanzio (detalle de
y él no es bastante a resistir, no por la naturaleza de su género ni
enfermedad [...] Hay, pues, una manera de incontinencia que es una La escuela de Atenas, 1509).
desenfrenada temeridad, y otra que es flaqueza».32
Aristóteles

Y termina hablando de los más propensos a descontrolarse:

«Pero los que más incontinentes son de desenfrenada incontinencia, son los repentinos y los
melancólicos. Porque aquellos por su presteza y estotros por la fortaleza del afecto, no escuchan
razón, por ser muy prontos en seguir sus imaginaciones».32
Aristóteles

Considera que la diversión y las bromas producen excesivo placer en las


personas, y que esto es una forma de ofensa que los legisladores quizás
debieran prohibir. La ironía para él es a la vez despreciable y útil —el humor
y la risa tenían en la oratoria un gran valor coercitivo.29

En la Retórica, citando a Gorgias, refiere que debe matarse la seriedad del


oponente con las bromas y sus bromas con la seriedad.29

Grecia Antigua tras Aristóteles


Máscara de Dioniso
Cicerón también escribió sobre la risa.20 Con un sentido más práctico, (terracota), encontrada en
recomienda cautela al orador en el uso de la ridiculización, pues podría Mirinia (siglo II - siglo I
ofender los sentimientos del público y minar el objetivo de la oratoria. a.C.)
También se plantea la cuestión ética de si debe evitarse en ocasiones recurrir a
la evidenciación de lo ridículo; señala a la ambigüedad como un elemento
importante de lo cómico; y define lo que el llama «disimulo irónico» como «decir lo contrario de lo que se
piensa».33

En Pompeya se han descubierto multitud de grafitis (grabados en las paredes), conservados debido a las
erupciones del Vesubio. En algunos pueden verse referencias cómicas populares.29

Demócrito, tradicionalmente, se recuerda como «el filósofo que ríe», por contraposición a Heráclito, que es
recordado como «el filósofo que llora».34
Véase también: Heráclito y Demócrito

Antigua Roma

A diferencia del griego clásico, el latín solo contiene una palabra


para la risa, «rīsŭs», de la que deriva la que actualmente usamos. No
obstante, fueron los romanos quienes además añadieron al
vocabulario la palabra «subrīsŭs» ('risa para los adentros', 'risa
secreta'). Según Jacques Le Goff (1994), probablemente fue en el
siglo XII, cuando cambiaron las costumbres y usos, que la palabra
adquirió el actual significado de 'sonrisa'.29

Los romanos eran asiduos a espectáculos de derroche pasional. Para


horror de las personas del siglo XXI, las luchas de gladiadores y el Escultura «Saturnalia», por Ernesto
sacrificio de presos eran, entre otros, espectáculos que producían Biondi. Jardín Botánico de Buenos
diversión en las masas; asimismo, en los festejos romanos más o Aires.
menos licenciosos, consagrados al dios Saturno en los saturnales, se
subvertían las clases sociales: los esclavos daban órdenes a sus amos
y éstos les servían a la mesa,30 y en las bacanales los participantes terminaban ebrios y daban rienda suelta
a sus instintos.

Quintiliano, en el siglo I, propuso una diferenciación de la risa en risa real y risa simulada. Según este
autor, la risa simulada presentaba la característica de que la simulación se hacía explícita con el objeto de
que el interlocutor advirtiese que no se trataba de una risa real. Actualmente aún vemos ese tipo de risa
como respuesta a frases cotidianas, como «encantado de conocerle».20

Cristianismo

En el Antiguo Testamento aparecen dos palabras para la risa, que


probablemente se correspondan con sendas palabras hebreas, «sakhaq», que
significa 'risa feliz', e «iaag», 'risa burlona'.29 En el lenguaje actual,
corresponderían a «reírse con alguien» y «reírse de alguien».

Es enriquecedor para la comprensión de determinados pasajes de la Biblia la


distinción entre ambas palabras. Por ejemplo, en Génesis 17, en que Dios
promete un hijo a Abraham, encontramos:

También dijo Dios a Abraham: —Tu esposa Sarai ya no se llamará así. De


ahora en adelante se llamará Sara. La bendeciré, y te daré un hijo por medio
de ella. Sí, yo la bendeciré. Y será la madre de muchas naciones, y sus
descendientes serán reyes de pueblos. Abraham se inclinó hasta tocar el Adán y Eva (1528). Óleo
suelo con la frente, y se rió, mientras pensaba: «¿Acaso un hombre de cien sobre tabla de Lucas
años puede ser padre? ¿Y acaso Sara va a tener un hijo a los noventa Cranach el Viejo.
años?».
Génesis 17:15-17

En este caso, la palabra utilizada para la risa es «iaag».29 En Génesis 18 también puede encontrarse el uso
de dicha palabra:

Abraham y Sara ya eran muy ancianos, y Sara había dejado de tener sus
periodos de menstruación. Por eso Sara no pudo contener la risa, y pensó:
«¿Cómo voy a tener ese gusto, ahora que mi esposo y yo somos tan
viejos?». Pero el Señor dijo a Abraham: —¿Por qué se ríe Sara? ¿No cree
que puede tener un hijo a pesar de su edad? ¿Hay acaso algo tan difícil que
el Señor no pueda hacerlo? El año próximo volveré a visitarte, y para
entonces Sara tendrá un hijo. Al escuchar esto, Sara tuvo miedo y quiso
negar. Por eso dijo: —Yo no me estaba riendo. Pero el Señor le contestó: —
Yo sé que te reíste.35
Génesis 18:11-15

El asentamiento del cristianismo modificó la concepción de lo que era


oficialmente lícito y lo que no a todos los niveles de la sociedad. El mundo
pasó a ser un lugar de sufrimiento, y tal forma de afrontar la vida perduró
durante varios siglos.30

El origen de tal severidad probablemente se remonta al Antiguo Testamento. En


él encontramos pasajes que relacionan la risa con la necedad:30

El tonto se ríe a carcajadas; el sabio, cuando mucho, sonríe suavemente.36


San Sebastián. Obra de
Eclesiástico 21:20
Berruguete.

Vale más oír reprensiones de sabios que alabanzas de necios. Las risas del
necio se parecen al crujir de las zarzas en el fuego, y también son vana
ilusión.37
Eclesiastés 7:5-6

S. S. Averintsev trata de descubrir si realmente Jesucristo nunca se rio. En palabras del filósofo, «se libera
aquel que todavía no está libre». La risa —argumenta—, desde un punto de vista filosófico, es una
liberación. Por lo tanto, Jesucristo —que según la Biblia poseía la plenitud total de la libertad antes de su
vida terrenal— debía ser solemne en su forma de comportarse. La investigadora literaria Graciela Cándano
Fierro se pregunta «si Adán se habría reído alguna vez», y concluye que «el rostro de Adán debió de estar
poseído por un gesto de arrobamiento, de alegría extática, característica —en nuestro mundo de sufrimiento
— de los santos o los mártires, tal como el rostro de Juana de Arco en la hoguera o San Sebastián asaeteado:
un gesto entre el dolor y la risa, expresado principalmente por la boca y los ojos». El pecado original
convirtió a Adán en un ser mortal, y, entre otras cosas, riente.

Del Medievo a la actualidad

Las ideas sobre la interpretación de la risa en las Santas Escrituras fueron


recogidas por clérigos como, entre otros, Efrén de Siria (306-373), quien
escribió en contra de las risas de los monjes. Crisóstomo, según se cuenta,
declaró a su vez que las burlas y la risa no provenían de Dios, sino del
pueblo, y condenó a los arrianistas por haber incorporado al oficio
religioso el canto, la gesticulación y la risa.

La concepción de la vida en la Edad Media, absolutamente dominada por


la Iglesia católica, desde el punto de vista de la cultura oficial se reducía a
un «valle de lágrimas». En las Reglas Monásticas del siglo V, en el Intérpretes medievales de la
capítulo «Taciturnas», dedicado al silencio, puede leerse: zummara o clarinete doble.

La forma más terrible y obscena de romper el silencio es la risa, si el


silencio es virtud existencial y fundamental de la vida monástica, la
risa es gravísima violación.29
Taciturnas

En el siglo VI, San Benito consideraba la risa como rompedora del silencio
y opuesta a la humildad y caridad cristianas. El Regula Magistri, en el
capítulo sobre el cuerpo humano, dice lo siguiente:

Cuando la risa está por estallar hay que prevenir, como sea, que se
exprese. O sea que, entre todas las formas malignas de expresión, la
risa es la peor.29
Regula Magistri

Gautier de Châtillon, uno de los poetas más importantes del siglo XII, Trovadores. Pintura anónima
escribe:30 alemana del siglo XIV.

Nostri moris esse solet,


quando festum turbas olet,
loqui lingua clerici,
ne, si forte quid dicamus,
unde risum moveamus,
cahinnentur laici.

In conventu laicorum
reor esse non decorum
proferre ridicula,
ne sermone retundamus
aut exemplo pervertamus
mentes sine macula.30
Gautier de Châtillon

En estos versos, el poeta cuenta que, según los clérigos coetáneos, en las El bufón que ríe. Pintura
reuniones populares, la gente —campesinos pobres e ignorantes, en su anónima del siglo XV.
mayoría— revelaba sus impulsos y pasiones, creando un clima de risas, de
alboroto y desorden, y que esto trastornaba la mente de los inocentes. Esto
indica que en aquella época lo risible y lo ridículo aún estaban mal vistos.
La risa, desde el punto de vista de la Iglesia, es presentada como algo
impúdico e indecoroso, un pensamiento sobre cómo debían ser las
relaciones humanas a todos los niveles que, en palabras de Cándano Fierro,
por severa rayaba en lo ridículo. Esto, junto con la represión sexual, generó
lo que, en virtud de los textos que nos han llegado, se conoce como
«seriedad medieval». Hugo de San Víctor, director del centro de estudios
del monasterio homónimo entre 1133 y 1141, concedía al menos que lo
divertido y lo serio juntos «de vez en cuando» deleitaban más. Juan de
Salisbury coincidía con este pensamiento, y en su obra Policraticus
afirmaba que para el rey, «sólo esporádicamente», se admitía una modesta
hilaridad, debiendo reservar la mayor parte del tiempo al cumplimiento de
la ley de Dios y los sacerdotes. El oficio de bufón se consideraba
depravado, y no estaba bien visto el hacerle regalos, ya que de ese modo se Erasmo de Róterdam. Pintura
del siglo XVI.
les favorecía.30

La Regla de San Benito aconsejaba la obediencia, el silencio, la humildad,


la seriedad y el trabajo agrícola, artesano y cultural.30
Sin embargo, también existían fiestas en las que el vulgo daba rienda suelta a todo lo reprimido por la
jerarquía del clero y la nobleza. En ellas se producía una orgía de ferias, procesiones, cortejos, exhibiciones
de extravagancias, bailes, burlas y parodias de los actos oficiales serios. Esto, y la cultura cómica popular,
ejemplificada en obras como El conde Lucanor, permitían a la gente vivir la metarrealidad del humor, que
actualmente conocemos de una forma mucho menos intensa.30

Graciela Cándano opina que, con toda probabilidad, la risa no se limitaba a las fiestas del pueblo y los actos
bufonescos de la corte. La risa aparece en el ser humano como agente liberador ante las tensiones, y en
cualquier circunstancia existe siempre la posibilidad de que la risa se desate, incluso —o, quizás mejor,
precisamente— en los actos más solemnes y hasta trágicos. Como ejemplo, la autora destaca la existencia de
pasajes en la Biblia que bien pudieron provocar la risa entre los hombres del Medievo, como el siguiente:30

Pero un joven le seguía, cubierto solo con una sábana. A este lo atraparon, pero él, soltando la
sábana, escapó desnudo.38
Mc 14:51-52

La concepción judeocristiana del humor —o, mejor dicho, del mal humor— continuó a lo largo de todo el
Medievo, e, incluso ya en el siglo XVI, encontramos a personajes como Francisco de Villalobos que
escribía:30

...á mi parecer mas cierta propriedad del hombre es el llorar que el reir, porque lloran en nasciendo,
y algunas veces dentro del vientre, y la risa comunmente no viene hastas los quarenta dias del
parto. En las causas naturales de esta risa no me entremeto agora [...]39
Francisco de Villalobos

Sin embargo, en 1509, Erasmo de Róterdam concibió Elogio de la locura. En esta obra aparece la Locura
(entendida como estulticia) pronunciando un largo sermón en el que se presenta como una divinidad, «el
germen y la fuente de la vida», y argumenta detalladamente que todo lo bueno de la vida depende de ella y
que gracias a ella la vida es tolerable. Además critica a los filósofos:26

La suya es una deliciosa forma de locura, que les lanza a crear infinitos mundos y a medir el sol, la
luna y las estrellas y el universo como con el dedo y con la guita. [...] como si tuviesen acceso a los
secretos de la naturaleza, arquitecto del mundo, o como si acabaran de bajar del consejo de los
dioses. La naturaleza, en tanto, se ríe a carcajadas de ellos y de sus conjeturas. Lo cierto es que no
saben nada con certeza, y buena prueba de ello es la interminable contienda entre ellos sobre
cualquier tema. No saben nada, aunque proclamen que lo saben todo.26
Erasmo de Rotterdam, Elogio de la locura

En palabras de Peter Berger, «constituye la concepción cómica del mundo en el sentido más completo de la
palabra. Es la visión del mundo al revés, burdamente distorsionado, y precisamente por esto capaz de revelar
mejor que la visión convencional, directa, algunas verdades ocultas». A pesar de que esta obra
posteriormente se consideró como su mayor logro, no tuvo repercusión en su época. Erasmo se defendió
ante los críticos de la época afirmando que «tan solo era una broma inocente».40

Laurent Joubert, un médico de Montpellier, escribió en 1579 una obra llamada Traité du ris suivi d'un
dialogue sur la cacographie française. En ella proponía una clasificación de la risa en especies y epítetos.
Entre las especies, distinguía entre la risa provocada por lo cómico y la risa no relacionada con lo risible. A
su vez, la risa de origen no cómico podía ser, entre otras, de locura o delirio, convulsiva o equivocada,
derivada de las cosquillas, o bien relacionada con causas tan inusitadas como una lesión en el diafragma o la
picadura de cierta araña. Por otro lado, los epítetos eran «las diferencias accidentales observadas en una
misma risa», y, según el autor, eran casi tantos como los tipos de voz, por lo que no merecía la pena explorar
sus diferencias. No obstante, citaba algunos, como la «risa trémula», la «recatada», la «perruna», la «risita»,
la «parecida al sonido de las gallinas», la «parecida a un silbido», la «parecida a un ladrido», etc.20

Thomas Hobbes (1588-1679) —y más tarde Immanuel Kant—, en la misma línea que Platón y Aristóteles,
consideraba a la risa como exuberantemente placentera a la vez que poderosamente maliciosa, motivo por el
que temía sus potenciales propósitos más oscuros y subversivos.18

En la primera mitad del siglo XVII, Descartes describe la risa en Les Passions de l'âme («Pasiones del
alma»), a la que califica de «fallo fisiológico» motivado por una aceleración del flujo sanguíneo y
desencadenado por el sobresalto que se produce al encontrar un hecho sorprendente y posiblemente
peligroso, hecho que él denomina «sorpresa admirada».41

El renacer de la risa y lo cómico

En los siglos XVII y XVIII, el interés por lo cómico se acentuó en toda


Europa. Molière publicó sus comedias en Francia. Tartufo (1664) fue
duramente atacada y el escritor tuvo que defenderse argumentando que «la
utilidad de la comedia reside en que corrige los vicios de los hombres». No
obstante, y quizás como consecuencia de la aparición de la comedia como
género teatral, empezó a extenderse una defensa apasionada de la misma
como reacción a la tradición pagana y cristiana; a lo largo de los siglos
XVII y XVIII se observa un aumento de la relevancia de la perspectiva
epistemológica de lo cómico, por encima de la cuestión moral de su propia
utilidad. Según Berger, el espíritu de la modernidad consiste en la
desagregación, el desenmascaramiento, la mirada más allá de las normas
sociales; esto inevitablemente daba lugar a incoherencias, y la afinidad con
la perspectiva cómica parece plausible en este contexto.43
Elmira desea poner en
Moses Mendelsohn (Escritos filosóficos, 1761) postulaba que lo que evidencia el doble juego
provoca la risa es el contraste entre la perfección y la imperfección, no sin amoroso de Tartufo, y
esconde a su marido bajo la
resaltar que la percepción de tal contraste es subjetiva.44
mesa para que pueda
Justus Möser (Arlequín o la defensa de lo cómico-grotesco, 1761) escuchar a Tartufo haciéndole
el amor. Ilustración de 1892
consideraba la risa como una necesidad humana básica.44
(Carl Hoff y J. Ballin).
Immanuel Kant habló de la risa en el contexto de una teoría estética. Para
Kant la risa aparece cuando una tensa expectativa queda reducida a la
nada. A pesar de sus reticencias, Kant no tiene más remedio que admitir el carácter epistemológico de la
risa: además de constituir un proceso fisiológico y psicológico, implica una percepción diferente de la
realidad.44

Según Arthur Schopenhauer, la risa nace de la incongruencia repentinamente percibida entre un concepto y
el objeto real que por él es pensado.45

Jean Paul (Estética, 1804) criticó la concepción kantiana de lo cómico. Consideraba, a diferencia del
alemán, que lo cómico también aparecía cuando algo emergía repentinamente de la nada. En general,
subrayaba el carácter incongruente, cuya utilidad social residía en su capacidad de desenmascaramiento.
Coincidía con Mendelsohn en cuanto a la subjetividad, y no estaba de acuerdo con la concepción
epistemológica de la risa. Afirmaba que lo cómico, en última instancia, no tiene otra finalidad más allá de lo
cómico en sí mismo. Jean Paul, además de su labor como filósofo, creó obras literarias cómicas.46
Hegel no aportó mucho a la teoría sobre lo cómico. Su enfoque llegaba
desde el marco de la estética. Para Hegel, la comedia muestra un mundo
sin sustancia y sin finalidad; constituye una especie de mundo paralelo e
ingrávido donde las acciones pueden iniciarse a la ligera e interrumpirse
con la misma ligereza. Distingue entre lo ridículo (cualquier cosa que haga
reír) y lo cómico. Como origen de lo cómico distingue varios tipos de
incongruencia: entre el esfuerzo y el resultado, entre la capacidad y la
ambición y entre las decisiones y los accidentes externos; lo cómico surge
de la contradicción entre el mundo real, «pesado», y el mundo al que
aspira el espíritu humano, «ingrávido».47

Charles Baudelaire expresó claramente la contradicción de la risa en De la


esencia de la risa y en general de lo cómico en las artes plásticas, un
ensayo publicado en 1855:48
Charles Baudelaire en 1855.
Toda vez que —la risa— es esencialmente humana, también es
contradictoria, o sea, que es a la vez una muestra de infinita grandeza y
de infinita miseria: de infinita miseria en comparación con el ser
absoluto que existe como idea en la mente del hombre; de infinita
grandeza en comparación con los animales. La risa procede del
sobresalto permanente que generan estas dos infinitudes.48
Baudelaire

Søren Kierkegaard abordó el estudio de la ironía como precursora del


conocimiento interior de carácter religioso. Para él, lo ironía es la fase
existencial que precede a la fe, una especie de «fe de incógnito». Sitúa el
origen de lo cómico en la incongruencia.49

A finales del siglo XIX, Henri Bergson reconoció la risa como


fundamentalmente social.18 En 1900, publica Le rire («La risa»). Define
la risa como un fenómeno exclusivamente humano: aunque otros animales Charlie Chaplin.
pueden manifestar síntomas parecidos a la risa, solo los seres humanos ríen
de verdad. También la define como un fenómeno grupal, y por lo tanto con
funciones sociales.n. 6 Un aspecto destacable de su pensamiento es que considera que lo cómico aparece
cuando se reprimen otras emociones, como el odio, o la compasión. En sus palabras:50

Lo cómico exige algo así como una anestesia momentánea del corazón. Se dirige a la inteligencia
pura y simple.51
Henri Bergson

Este planteamiento es compatible con el de Alfred Schütz, acerca de las parcelas finitas de significado
(véase la sección Perspectiva social). Es un concepto que, aplicado a las personas, se resume en lo
siguiente:51

Las actitudes, gestos y movimientos del cuerpo humano resultan risibles en la medida exacta en
que dicho cuerpo nos recuerda meramente a una máquina.52
Henri Bergson

Es decir, en virtud de este pensamiento, nos reímos cuando vemos a una persona darse un golpe sin pensar
en que es una persona. Su tesis afirma que la incongruencia cómica se produce entre el cuerpo y la mente, o
entre la vida y la materia; la sexualidad es un claro ejemplo del primer caso, ya que lo meramente físico se
entromete en las pretensiones de los roles sociales. Berger, personalmente,
critica este planteamiento ya que, según él, no cubre todos los posibles
tipos de lo cómico. Don Quijote es para Bergson un referente de la
comicidad.52

Para Carl Ritter, lo cómico depende del mundo vital concreto en el que se
produce. Esto explica que, por ejemplo, no entendamos el humor de la
Antigua Grecia, que el humor británico sea diferente del chino, o que el
humor entre físicos no sea inteligible para un campesino. No obstante, este
planteamiento no contradice el postulado universal de incongruencia:
siempre es posible encontrar la esencia de lo cómico más allá de lenguas o
formas de pensar. Al final de su ensayo, Ritter asimila el humor a una
forma de juego, que se vuelve serio, peligroso, de hecho, al convertirse en
una forma de filosofía que muestra los límites de la razón frente a la «Escribí este libro durante las
interminables horas que
inmensidad de la realidad.53
empleé esperando a que mi
mujer acabara de vestirse
Sigmund Freud sugiere que la risa posiblemente posea un efecto catártico
para salir. Si hubiera andado
liberador de la energía nerviosa reprimida. Más adelante pasaría de
siempre desnuda, nunca
centrarse en la risa en sí misma a dirigir su atención a los epifenómenos
habría tenido la oportunidad
asociados del humor, la personalidad, la socialidad y la cognición. No de escribirlo». —Prólogo de
obstante, ninguno de los teorizadores de la risa anteriores a finales del Memorias de un amante
siglo XX disponía de una base empírica que soportase sus suposiciones.18 sarnoso.42 Groucho Marx.

En 1950, Francis Jeanson propone un enfoque fenomenológico y


existencial de la risa.53

En 1955, Marie C. Swabey rechaza la idea de que la risa sea una mera
expresión emocional, y resalta el carácter cognoscitivo de lo cómico, es
decir, su capacidad para ayudar a la comprensión de las cosas. Distingue
entre risa cómica y los demás tipos de risa, y sitúa el sinsentido como
comicidad no cognoscitiva, a diferencia de la ironía, la sátira, el ingenio y
el humor; de estas expresiones, probablemente las más complejas son las
que están basadas en el lenguaje y las que están deliberadamente dirigidas
a esclarecer la realidad. Admite la existencia de la incongruencia más allá
de toda subjetividad, y sitúa dicha objetividad en la diferencia entre el
impulso humano de ordenar la realidad y algo que queda fuera del orden
general de las cosas. La intuición cómica de ese orden de cosas está más
allá de las funciones sociales de lo cómico, y dentro de dicha intuición la Dispositivo para erradicar el
vida humana puede adquirir sentido. Rechaza que la experiencia cómica mal (1997), por Dennis
esté exclusivamente encaminada a la búsqueda del placer.54 Oppenheim. Vancouver
(Canadá).
Helmuth Plessner aborda la comicidad desde el punto de vista de la
antropología filosófica: un enfoque entre la filosofía y la biología.55

Peter Berger, tras hacer un repaso a los principales pensadores que han tratado el tema de la risa y lo cómico
desde la Antigua Grecia hasta su actualidad, sentencia en el libro Risa redentora (1997) que la
incongruencia desvela una verdad central sobre la condición humana: que «el hombre se encuentra en un
estado de discrepancia cómica con respecto al orden del universo».

Llegados a este punto, ¿Por qué Sara logró enfadar a Dios con su risa? Más de treinta siglos después de
Abraham y de veintidós siglos después de Aristóteles, Umberto Eco escribió su novela El nombre de la rosa
(1980). Hacia el final de la obra, una conversación entre Guillermo de Baskerville y Jorge de Burgos, el
monje, arroja una visión muy particular sobre la influencia que, dentro de la propia ficción de la novela, las
ideas de Aristóteles sobre la risa contenidas en su —hipotético— segundo libro de la Poética podrían
acarrear sobre el temor a Dios del cristianismo:29

—Hay muchos otros libros que hablan de la comedia, y también muchos otros que contienen el
elogio de la risa. ¿Por qué éste te infundía tanto miedo? —Porque era del Filósofo. Cada libro
escrito por ese hombre ha destruido una parte del saber que la cristiandad había acumulado a lo
largo de los siglos. Antes mirábamos el cielo, otorgando sólo una mirada de disgusto al barro de la
materia; ahora miramos la tierra, y sólo creemos en el cielo por el testimonio de la tierra. Cada
palabra del Filósofo, por la que ya juran hasta los santos y los pontífices, ha trastocado la imagen
del mundo. Pero aún no había llegado a trastocar la imagen de Dios. Si este libro llegara... si
hubiese llegado a ser objeto de pública interpretación, habríamos dado ese último paso. —Pero,
¿por qué temes tanto a este discurso sobre la risa? No eliminas la risa eliminando este libro. —No,
sin duda. La risa es la debilidad, la corrupción, la insipidez de nuestra carne. Es la distracción del
campesino, la licencia del borracho. Incluso la Iglesia, en su sabiduría, ha permitido el momento
de la fiesta, del carnaval, de la feria, esa polución diurna que permite descargar los humores y evita
que se ceda a otros deseos y a otras ambiciones... Pero de esta manera la risa sigue siendo algo
inferior, amparo de los simples, misterio vaciado de sacralidad para la plebe. Ya lo decía el
apóstol: en vez de arder, casaos. En vez de rebelaros contra el orden querido por Dios, reíd y
divertíos con vuestras inmundas parodias del orden... al final de la comida, después de haber
vaciado las jarras y botellas. Elegid al rey de los tontos, perdeos en la liturgia del asno y del cerdo,
jugad a representar vuestras saturnales cabeza abajo... pero aquí, aquí —y Jorge golpeaba la mesa
con el dedo, cerca del libro que Guillermo había estado hojeando—, aquí se invierte la función de
la risa, se la eleva a arte, se le abren las puertas del mundo de los doctos, se la convierte en objeto
de filosofía, y pérfida teología. La risa libera al aldeano del miedo al diablo, porque en la fiesta de
los tontos también el diablo parece pobre y tonto, y, por tanto, controlable. Cuando ríe... el aldeano
se siente amo porque ha invertido las relaciones de dominación... la risa sería el nuevo arte capaz
de aniquilar el miedo... Y este libro, que presenta como milagrosa medicina a la comedia, a la
sátira y al mimo, afirmando que pueden producir la purificación de las pasiones a través de la
representación del defecto, del vicio, de la debilidad, induciría a los falsos sabios a tratar de
redimir (diabólica inversión) lo alto a través de la aceptación de lo bajo.
Umberto Eco, El nombre de la rosa

La historia —y finalmente la ciencia— nos ha demostrado que la risa, ya sea de origen maléfico o benigno,
es inherente al ser humano, al tiempo que una necesidad. Valga este ejemplo contemporáneo de la
inevitabilidad de la risa, en el que Erik Hartmann y otros actores flamencos representan una situación que, si
fuese real, resultaría, para quienes no reparen en el verdadero funcionamiento del mecanismo de la risa, algo
cruelmente tragicómico.n. 7

Historia oral
A pesar de que la socióloga Gail Jefferson (1985) demostraba que la risa es un recurso interactivo, una
actividad insustituible por la mera mención de su ocurrencia, la risa siempre ha aparecido en todos los
relatos de historiadores orales como un elemento no léxico y accesorio, señala Kate Moore, profesora de la
Universidad de Helsinki.

Puede ser ilustrativo su estudio, realizado sobre entrevistas de historia oral hechas a inmigrantes llegados a
Estados Unidos entre 1915 y 1940. En los casos estudiados, los entrevistados reían para expresar dificultad
en:7

Su memoria. Markku Haakana (1999) llama a este tipo de risa «mecanismo de


normalización», y sirve para hacer ver que realmente se es consciente del problema que
representa el olvido. Solía aparecer cuando lo que se olvidaba era realmente importante.
Ejemplo ficticio: ¿Recuerdas a tus padres? —La verdad es que yo era muy pequeña, y
apenas me acuerdo [risa].
Sus recuerdos dolorosos, tras contar problemas, como una especie de desahogo. Solía
ocurrir más cuando los recuerdos eran más dolorosos, y demuestra la capacidad de hablar de
dichos recuerdos, así como de mostrar los sentimientos asociados, a un desconocido.
Ejemplo ficticio: ¿Cómo fue su vida durante esos años? —Pues fíjese, mi marido murió, perdí
mi casa, sufrí una neumonía porque tenía que vivir en la calle y mi familia no sabía dónde
estaba. Como se puede imaginar, no fue una vida fácil [risa].
Las preguntas planteadas. Se producía cuando el entrevistado percibía la pregunta como
absurda o ridícula. Ejemplo ficticio: Entonces le gustaría volver con su familia... —[Risa] Por
supuesto; son lo que más quiero en este mundo.
Contradicciones ante los estereotipos de género percibidos. La risa aparecía, de modo
análogo al caso de pérdida de memoria, para hacer ver que se sabía que lo que se estaba
diciendo era una contradicción. Ejemplo ficticio: —Mi madre era la que llevaba las riendas de
la casa [risa].

Phillip Glenn, profesor de estudios de la comunicación en el Emerson College (2003), apunta que «la risa
resulta especialmente útil además en situaciones de bochorno, incomodidad o ansiedad».7

En general, Moore distingue tres tipos de situaciones:7

a) Risa unilateral: el entrevistado se ríe solo, casi siempre cuando le toca hablar.
b) Risa compartida: el entrevistado ríe invitando a reír al entrevistador.
c) Risa del entrevistador, como respuesta a algo que dice el entrevistado. Por cuestiones de
profesionalidad, suele ser cuidadoso en cuanto a de qué se ríe y se reprime cuando lo cree
conveniente.

La autora concluye que la risa no humorística podría servir en las transcripciones de historia oral para
enfatizar la seriedad que representan determinadas declaraciones para el hablante. No sin dejar de
aprovechar para utilizar el humor dentro de su —serio— estudio:

Quizás, teniendo en cuenta estos experimentos, ha llegado el momento de que el historiador oral se
tome la risa en serio.7
Kate Moore

Notas
1. Pero, ¿de qué se ríen los simios? Los humanos nos reímos cuando algo es gracioso, o
cuando sentimos mucho agrado por alguien o algo. Los investigadores encontraron que en los
orangutanes ocurre algo muy similar. «Los animales producen estas expresiones cuando
están en una situación positiva, por ejemplo cuando están jugando, lo cual revela que el
contexto social también es muy importante para ellos», dice la psicóloga Marina Davila-Ross,
de la Universidad de Portsmouth.6 «Y vimos que esta conducta de mimetismo ocurre más a
menudo entre orangutanes jóvenes y adolescentes que entre los infantes», agrega. «Pero lo
que está claro —dice la autora— es que los componentes de las emociones positivas y
empatía que conducen a movimientos faciales involuntarios en el ser humano, se
desarrollaron antes de que surgiera la especie humana». Más información en «Los monos
“inventaron” la risa.» (http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_7169000/7169553.stm)
2. Óigase la risa de un chimpancé. (http://www.guardian.co.uk/science/audio/2009/jun/04/guardia
n-sample-primate-laughter1)
3. Vídeo de un gorila con cosquillas. (https://www.youtube.com/watch?v=LVNr5NsLFoY&feature=
fvw)
4. En este sentido, psicólogos de la Universidad de Middlesex realizaron un experimento sobre
20 varones y 20 mujeres que escucharon una comedia radiofónica con y sin «risas
enlatadas». Sus rostros fueron filmados en vídeo y se anotaron sus reacciones. Las
conclusiones fueron que las carcajadas de fondo influían notablemente, de tal modo que, con
ellas, la grabación se percibía como mucho más divertida que sin ellas (The Journal of Social
Psychology 1996; 136: 221-231).
5. Hay estudios adicionales que avalan la veracidad de esta teoría. Psicólogos de la Universidad
de Nevada realizaron un estudio sobre 162 voluntarios que fueron filmados para registrar sus
expresiones faciales mientras veían una película cómica. Se estudiaron en 3 condiciones:
solos, acompañados por una persona desconocida del mismo sexo, y acompañados de un
amigo, también del mismo sexo. Los resultados mostraron que, a pesar de que su valoración
de la comicidad de la película y de su diversión fuera la misma, la frecuencia y duración de la
risa fue significativamente mayores cuando los individuos estaban acompañados. En opinión
de los autores, es una demostración de que la risa y la sociabilidad están emparentadas
(Journal of General Psychology 2001; 128: 227-240).
6. Peter Berger, en su libro Risa redentora (1997), declara no estar de acuerdo con el
pensamiento de Bergson acerca del carácter social de la risa. En sus propias palabras: «esto
es discutible, sin duda también existe la diversión solitaria». Obviamente, aún no se habían
publicado trabajos como el de Robert Provine. Incluso en la risa en soledad, siempre existe un
elemento humano —o, al menos, de un ser vivo animado— directa o indirectamente
relacionado con el suceso desencadenante. Por ejemplo, un plátano no nos produce risa, pero
sí nos la producirá cuando una persona lo pise y se resbale; una persona viendo un paisaje
por la televisión no se reirá, pero sí lo hará si lo que aparece es otra persona contando un
chiste; una persona con la mente en blanco difícilmente se reirá de cualquier cosa:
únicamente cuando su mente empiece a funcionar, y por lo tanto, a relacionar sus
percepciones con el entramado sociocultural en el que está inmersa, aparecerá la risa.
7. Sketch de In De Gloria (Erik Hartmann y otros). (https://www.youtube.com/watch?v=bWKfyRPf
8gM)

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Véase también
Sonrisa
Broma
Catarsis
Chiste
Comedia
Cosquillas
Humor
Sátira
Diversión
Felicidad
Risoterapia

Enlaces externos
Wikcionario tiene definiciones y otra información sobre risa.
Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Risa.

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