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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN.


UNIDAD EDUCATIVA “CREACIÓN EL PARQUESITO”
2do AÑO SECCIÓN “A”
MATURÍN - MONAGAS

Profesora: Estudiante:

Milangela Ramírez Ernisbeth Romero

Mayo 2021
Órganos sensoriales

Los órganos sensoriales son órganos que son sensibles a varios tipos de
estímulos existentes en el medio externo e interno, forman parte del sistema
sensorial; estos transforman los estímulos percibidos en impulsos nerviosos
que se transmiten al cerebro donde son interpretados para obtener información
del entorno y generar una respuesta adecuada. Hay órganos sensoriales
externos que obtienen información del mundo exterior, como la lengua, la piel,
la nariz, los ojos, el oído, entre otros. Al mismo tiempo, los seres vivos
necesitan recibir información del funcionamiento de los órganos internos para
propiciar el estado de equilibrio indispensable; la homeostasis.

Los ojos reciben y transforman energía en forma de luz. Los oídos captan y
perciben energía en forma de sonido. La piel es sensible a la energía que llega
al cuerpo mediante la temperatura, la presión y el contacto. Las reacciones
químicas que se producen en la lengua y en la nariz provocan a su vez
reacciones eléctricas que finalmente se traducen en gusto y olfato.
Sentido de la vista

Los órganos relacionados con el sentido de la vista son los OJOS.

El ojo está especializado en captar la luz reflejada por los objetos. En su interior
forma una imagen y la envía, en forma de impulsos nerviosos, al cerebro.

ESTRUCTURA DEL OJO

Cejas:

Impiden que el sudor o la lluvia entren en los ojos.

Las cejas también tienen función social: transmitir a los que nos miran un
mensaje (un saludo, sorpresa, enfado, tristeza, alegría y otros sentimientos).

Párpados y Pestañas:

Evitan la entrada de polvo.

Glándulas Lacrimales:

Se abren en el lado interno del ojo. Su líquido limpia y humedece la córnea.

Nervio Óptico:

Envía la información al cerebro mediante impulsos nerviosos.

Iris:

Parte anterior de las coroides. Varía de color según la persona.

Músculo Ciliar:

Se une al cristalino y lo deforma para enfocar la imagen.

Cámara Posterior:

Detrás del cristalino, está ocupada por el humor vítreo.

Esclerótica:

Capa más externa. Es blanquecina y dura y da forma al ojo (es el "blanco del
ojo").

Coroides:

La capa media. Posee vasos sanguíneos que nutren las células del ojo.

Córnea:

Transparente y abombada hacia afuera. Es la capa delantera de la esclerótica.


Cámara Anterior:

Entre la córnea y el cristalino. Contiene humor acuoso.

Pupila:

Orificio central del iris, que se dilata o contrae según la cantidad de luz que le
llegue al ojo.

Cristalino:

Lente capaz de deformarse para enfocar las imágenes en la retina.

Retina:

Capa más interna. Formada por receptores y neuronas, pues es tejido


nervioso.

Fóvea:

Punto de agudeza visual máxima.

Punto Ciego:

Es el lugar donde los axones forman el nervio óptico, en esta región no hay
fotorreceptores por lo que no puede ser estimulada, lo que se refleja en ese
punto desaparece de nuestro campo de vista.

Punto sin visión.

Los glóbulos oculares se alojan en el interior de las órbitas del cráneo. Son
aproximadamente esféricos y miden unos 2'5 cm de diámetro. Sus paredes
están formadas por tres membranas:

El movimiento del ojo está controlado por seis músculos anclados al globo
ocular para que podamos moverlo en todas las direcciones.
Sentido del olfato

El sentido del olfato está ubicado en la parte interna de la nariz, precisamente


en la mucosa del epitelio olfatorio. Está formado por células ciliadas
ramificadas y conectadas a los receptores de las fibras del primer par de
nervios craneales (el olfatorio), que atraviesan el hueso etmoides y penetran en
el bulbo olfatorio, y de ahí se conectan con la corteza cerebral.

Los receptores olfatorios son muy sensibles, ya que si son estimulados por
olores poco intensos se activan. Las sustancias aromáticas desprenden
partículas por lo general en estado gaseoso, que son conducidas por el aire. Al
penetrar hasta la región del epitelio olfatorio, se disuelven y actúan
químicamente sobre las células olfatorias. Los estímulos son conducidos al
bulbo olfatorio y, por medio del primer par de nervios craneales, al cerebro.

Para apreciar olores delicados se debe aspirar con fuerza por la nariz. Si los
estímulos son frecuentes e intensos, los receptores se fatigan con facilidad. Las
afecciones en la mucosa nasal, los inhalantes y los olores muy intensos afectan
el sentido del olfato.

Captamos estímulos producidos por la presencia de sustancias químicas del


aire o en los alimentos que entran en la boca. Partes de la nariz, órgano en el
que se halla el olfato:

Fosas nasales.

Cornetes nasales.

Mucosa olfatoria.
Sentido del gusto

El gusto reside en la lengua, esta contiene botones gustativos, que son los
órganos sensoriales del gusto. En la superficie de la lengua hay pequeñas
proyecciones o papilas, que contienen yemas o botones de tamaño
microscópico y están abiertas a la superficie de la lengua por medio de poros
(estas células son quimiorreceptoras).

Las cinco sensaciones básicas o primarias son (estas sensaciones se asocian


y producen más sensaciones gustativas):

Ácido: Captado por las papilas gustativas de la lengua ubicada a ambos


lados de la parte posterior.

Dulce: Captado por las papilas gustativas ubicadas en la punta de la


lengua.

Salado: se encuentra ubicado en las papilas gustativas a ambos lados de la


parte delantera de la lengua.

Amargo: Captado por las papilas gustativas de la lengua, se detectan en la


parte posterior de la lengua.

Umami: se detectan por las papilas gustativas ubicadas en la parte central


de la lengua.

En boca, faringe y lengua se sitúan unos receptores gustativos (botones


gustativos). Son quimiorreceptores.

El nervio intermediario de Wrisberg, lleva las sensaciones a dos tercios de la


parte anterior de la lengua.

El nervio glosofaríngeo se ocupa de regular la sensibilidad de un tercio de la


parte posterior de la lengua y de la sensibilidad del paladar.

El X par tiene una función gustativa en la faringe.

Las sensaciones del gusto llegan en principio al bulbo raquídeo y luego, de


manera consciente, a la corteza cerebral.
Sentido del oído

Es Responsable de la audición.

Las células especializadas de la audición son los mecano-receptores


(sensibles a los cambios de presión), alojadas en el oído interno.

Anatomía

Se distinguen tres partes.

Oído externo:

Constituido por el pabellón auricular (oreja).

Contiene el conducto auditivo externo. Es un túnel recubierto de glándulas


sebáceas, secretoras de cerumen que protegen al tímpano.

El tímpano es una membrana translucida (color blanquecino) que vibra


con los sonidos. Está situado en el hueso temporal y es la frontera entre el oído
externo y el oído interno.

Oído medio

Constituido por tres huesos pequeños

Martillo

Yunque

Estribo

Oído interno

El oído interno tiene una parte ósea que contiene un líquido llamado perilinfa y
una parte membranosa que contiene un líquido que se llama endolinfa.

El estribo se comunica con el oído interno a través de un orificio llamado


ventana oval y a través de la ventana redonda.

Consta de las siguientes partes:

La cóclea: Tiene forma de caracol y es la responsable de la audición.

Los conductos semicirculares: Son los responsables del equilibrio.

El vestíbulo: Constituido por el sáculo y el utrículo.

Mecanismos básicos de la audición

Produce el sonido (vibraciones en el espacio).


Llega al conducto auditivo externo.

Las vibraciones llegan al mango del martillo, yunque y estribo.

El estribo entra en contacto con la ventana oval.

La ventana oval está en contacto con la perilinfa que transmite la vibración


de los huesecillos del oído medio a través de ondas (presión).

Se produce una presión en la perilinfa de la rampa vestibular coclear.

Se estimula la membrana de Reissner y se transmite la vibración a través de


la endolinfa del conducto coclear.
Sentido del tacto

El sentido del tacto es aquel que permite a los organismos percibir cualidades
de los objetos y medios como la presión, temperatura, áspero o suavidad,
dureza. En la piel se encuentran diferentes clases de receptores nerviosos que
se encargan de transformar los diferentes tipos de estímulos del exterior en
información susceptible para ser interpretada por el cerebro.

La piel se divide en tres capas:

La epidermis, que es la capa superficial, la dermis y la hipodermis que es la


capa más profunda.

La epidermis está constituida por tejido epitelial y en su estrato basal o


germinativo encontramos la denominada melanina, que es el pigmento que da
color a la piel.

La dermis por tejido conjuntivo. En esta capa encontramos los anexos cutáneos
que son las glándulas sebáceas, las glándulas sudoríparas, el pelo y las uñas.

La hipodermis formada por tejido conjuntivo adiposo.

El tacto pertenece al sistema sensorial cuya influencia es difícil de aislar o


eliminar. Un ser humano puede vivir a pesar de ser ciego, sordo y carecer de
los sentidos del gusto y el olfato, pero le es imposible sobrevivir sin las
funciones que desempeña la piel. El tacto afecta a todo el organismo, así como
a la cultura en medio de la cual éste vive y a los individuos con los que se pone
en contacto.

Para el tacto, ese órgano es la piel, y se extiende por todo el cuerpo.

La función de la piel es vital para el organismo: llama la atención del sistema


nervioso central sobre las heridas, quemaduras, picaduras y cualquier otra
agresión mecánica, térmica o química que sufre el organismo. Sin este sistema
de alarma, los organismos correrían el peligro de no darse cuenta de que están
siendo atacados. Estos estímulos los captan receptores repartidos por la
dermis y la epidermis, que generalmente están especializados en uno o varios
tipos de sensaciones.

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