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, PAT R IC I A R ETAMA L. Chilena. Estudios de antropología en la Universidad de Concep­


ción, Chile, y en la Agraria de Lima, Perú . Maestría en Educación por la Universidad de
, Harvard, Estados Unidos. Ha realizado investigaciones en el campo de la antropología
J.
I
andina.
,
1.(
i
x
1

PATRICIA RETAMAL
El presente trabajo surge como el cual los niveles de organización
una primera aproximación a la obra social, económico y religioso van
literaria de José María Arguedas, formando una imagen de totalidad
tomada como medio de conoci­ de "lo andino" que las ciencias
miento del mundo andino peruano, sociales no han alcanzado, con ex­
tratando de señalar el carácter sin­ cepción de los trabajos de Luis E.
gular de esta narrativa, que a través Valcárc el , "Tempestad en los An­
del desarrollo del discurso literario des" , 1927, y José C. Mariátegui,
va reflejando una realidad de carác­ "Siete ensayos de interpretación de
ter etnográfico. la realidad peruana", 1928. En los
¿Aproximación de arte y cien­ estudios antropológicos posteriores
cia? Pensamos que en Arguedas, a estas obras, se mantiene en Perú la
por su calidad de escritor y antro­ tendencia a análisis microsociales
pólogo, es posible la conjunción de como resultado de la influencia de
literatura y antropología. Enten­ la escuela norteamericana, con
dido el arte como representación Kroeber, Boas, Benedict. "Lo que
estética de una experiencia vital predominará en los inicios de las
percibida sensiblemente como co­ ciencias sociales empíricas del Perú
nocimiento y expresión de la rea­ de los años cincuenta y sesenta,
lidad, y la ciencia como explicación serán los inventarios sobre comuni­
objetiva y racional del universo y de dades indígenas y otros aspectos
las leyes de su funcionamiento. Así, menudos, con renuencia casi total
encontramos que el valor de este al' tratamiento de la interdepen­
autor está en la descripción que dencia de fenómenos. " l
hace del mundo andino desde su Encontramos entonces, informes
dinámica interna, como proceso so­ de investigaciones parciales y aisla­
cial determinado, verificable me­ das entre s í, que en un afán de mal
diante análisis de ciencias sociales; y entendida objetividad se apoyan en
en la creación de personajes como extensos análisis de datos estadís­
producto de ese mismo proceso, en ticos, reduciendo los hechos socia-

4
les a compuestos numéricos o jue­ "Un comportamiento o un escrito
gos de cifras, limitando además su sólo se convierte en expresión de la
difusión y capacidad de compren­ conciencia colectiva -conjunto de
sión por toda la sociedad. Este las conciencias individuales y sus
excesivo empirismo había sido cues­ tendencias tal como resultan de la
tionado por Mauss y Malinowsky, influencia mutua de los hombres,
quienes " Fueron los primeros que los unos sobre los otros, y de sus
comprendieron claraIlÍente que no acciones sobre la naturaleza- en la
bastaba descomponer y disecar. Los medida en que la estructura que
hechos sociales no se reducen a expresa no es particular de su autor,
fragmentos dispersos, son vividos sino común a los diferentes miem­
por hombres, y esta conciencia sub­ bros que constituyen el grupo so­
jetiva -a igual título que sus carac­ cial. ,,3
teres objetivos- es una forma de su Será, pues, la visión del mundo
realidad".2 andino como coherente relación del
La producción literaria de Argue­ hombre y la naturaleza, que Argue­
das aparece como una obra realista das presenta y asume, lo que trata­
de testimonio social, que al mismo remos de analizar en sus primeros
tiempo que expresa una determi­ cuentos y en su novela Yawar Fies­
nada forma de aprehensión del ta.
mundo, resuelve el problema técni­ Si bien Arguedas ha descrito el
co del lenguaje creando una dimen­ mundo andino y sus personajes
sión estética particularísima. Y en principales son indios, el autor no
este sentido cabe señalar un comen­ estuvo de acuerdo en calificar su
tario que hace L. Goldmann en obra de "indigenista". Y en este
relación al problema de forma y sentido deja notar su formación
expresión, para el análisis de las antropológica. "Siempre se habla de
obras artísticas y literarias, en espe­ uno como del intérprete del indio y
cial tomando el concepto de forma eso me parece muy parcial, no se
utilizado por Lukács entre 1905 y puede conocer al indio si no se
19 17. conoce a las demás personas que
"Si todo sentimiento, todo pen­ hacen del indio lo que es; solamente
samiento y, en su límite, todo pueden conocer bien al indio las
comportamiento humano, es Expre­ personas que conocen también, con
sión, es necesario, en el interior del la misma profundidad, a las gentes
conjunto de las expresiones, distin­ o sectores sociales que han determi­
guir el grupo particular y privile­ nado que el indio sea tal como es
giado de las Formas que constitu­ ahora, tal como va cambiando y
yen las expresiones coherentes y evolucionando; es decir, era necesa­
adecuadas de una visión del mundo rio y es necesario conocer el mundo
en el plano del comportamiento, total humano, todo el contexto
,,
del concepto o de la imaginación." social. 4 Esta posición coincide con

5
la orientación de las investigaciones
realizadas en México. "La defini­
ción del indio y de lo indio dejó de
tener importancia trascendente, así
como el estudio del continuum I
folk-urbano ; lo importante era el I
desarrollo integral del sistema, esto
es, de la región intercultural, com­
prendidos indios, mestizos y ladi­
nos, ya que la mutua dependencia
los conectaba. "5
. .

Además de esta necesidad de


descripción de lo andino, existe en I
I
nuestro autor un compromiso social
de reivindicación de lo indígena
para lograr un mejor futuro del
hombre peruano en general, y reco­
nociendo la influencia de José C.
Mariátegui, Arguedas declara: "Es
Amauta ( Revista dirigida por Ma­
riátegui) la p osibilidad téorica de
que en el mundo puedan, alguna
vez, p or obra del hombre mismo,
desaparecer todas las injusticias so- .
ciales, lo que hace posible que
escribamos y lo que nos da un
instrumento teórico, una luz indis­ I
pensable para juzgar estas viven­ I
cias".6 Este objetivo alcanza su
finalidad, como lo reconoce el di­
rector del Instituto de Estudios
Peruanos, del cual Arguedas fue
miembro fundador: "los escritos de
Arguedas iluminaban aspectos sus­
tantivos del debate sobre el Perú y I
I
exigían al lector, por eso mismo, un
apasionado y legítimo compromiso
con la nación. Frente a un texto de
Arguedas no cabía (mejor : no c abe)
la impasibilidad". 7
Al enfrentar la técnica del len-
6

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-
- ----
.-----

guaje, Arguedas resuelve el proble­


ma con la misma intencionalidad
con que ha creado la imagen del
h o m b r e andino, integralmente.
"Fue y es esta una búsqueda de la
universalidad a través de la lucha
por la forma, ¿sólo por la forma?
Por la forma en cuanto ella significa
conclusión, equilibrio alcanzado
por la necesaria mezcla de elemen­
tos que tratan de constituirse en
una nueva estructura.. . Mas existe
un caso, un caso real en que el
hombre de estas regiones, sintién­
dose extraño ante el castellano he­
redado, se ve en la necesidad de
tomarlo como un elemento prima­
rio al que debe modificar, quitar y
poner, hasta convertirlo en un ins­
trumento propio."8
Es este un claro ejemplo de uno
de los niveles en que se ha produ­
cido el proceso de aculturación en
el área andina peruana, cambio lin­
güístico que, a pesar de las presio­
nes ejercidas por la Colonia, mantie­
ne el idioma nativo y sus propios
criterios de selección en la adopción
del español. Una de las formas de
combatir el movimiento naciona­
lista inca del siglo XVIII, en la
sentencia del Visitador Arreche
contra Túpac Amaru, establecía la
prohibición de toda representación
artística, uso de trajes antiguos y la
imposición del castellano como len­
gua única.
En la tesis presentada para optar
al grado de etnología en la Universi·
dad de San Marcos, Arguedas hace
1
un estudio comparativo de dos co­ área de influencia cultural y comer­
munidades españolas de la región de cial de Huamanga. La carretera con­
Castilla y de las comunidades andi­ virtió a Puquio en centro comer­
nas de Puquio. Busca en la organiza­ cial " l l . Ambas comunidades man­
ción de las antiguas comunidades tienen tierras comunales para el
españolas, los elementos que la Co­ cultivo de cereales y mantención
lonia utilizara para la administra­ del ganado, y la estratificación so­
ción y mejor aprovechamiento eco­ cial distingue dos grupos o castas,
nómico del Nuevo Mundo. "Porque dependiendo del tipo de trabajo
fueron extremeños y castellanos los que se realiza más que de la canti­
más de los conquistadores y coloni­ dad de tierras privadas que se posea;
zadores y porque la médula de el señorito equivale al vecino perua­
España como país colonizador está no, y el vecino español ocupa el
en las dos regiones citadas. Se llevó mismo status del comunero indí­
a América el espíritu de la recon­ gena. "Los indios llaman también,
quista y sus métodos : la domina­ como es sabido, wiraqocha (nombre
ción del Nuevo Mundo y su coloni­ del Dios supremo incaico) a los
zación fueron como proceso histó­ vecinos ; éstos se denominan a sí
rico una prolongación de la recon­ mismos vecinos y así se denomina­
quista. "9 ron los españoles sin título nobilia­
Bermillo y La Muga, del partido rio en el Perú colonial, y el término
judicial de Sayago en la provincia comprendía , genéricamente, a to­
de Zamora, son comunidades que al dos los peninsulares, a la casta
igual que Puquio , en la provincia de dominante. La calidad de wira­
Lucanas, departamento de Ayacu­ qocha, de Dios, que el indio confi­
cho, permanecieron aisladas de los rió al español se explica por la
centros "civilizados ", en poder de forma 'sobrenatural' en que éste
los naturales o indios, hasta muy apareció en el imperio y por las
avanzado el período colonial. Ber­ armas de fuego que empleó para la
.

millo sufre el cambio social con la conquista. "12 Vemos entonces que
introducción del cultivo de trigo. el vecino-labrador de Castilla, ' al
"No hará más de cincuenta años, trasladarse a América, asumió el
dijo. Hasta entonces no se compra­ status de señorito, sin cambiar su
ba casi nada. No había tiendas sino denominación , respecto de la masa
dos tabernas . . . ", declara un infor­ indígena que pasó a trabajar la
mantelO. y Puquio rompe su aisla­ tierra para él; " . . . las bases econó­
miento con la construcción de la micas de los ayllus convertidos en
carretera central, "Hasta la cons­ comunidades fueron conservadas en
trucción de la moderna carretera grado suficiente, pues se concilia­
-la primera la hicieron los indios, ban con la de los municipios espa­
por acción popular en 1926- la ñoles, florecientes aún durante el
provincia de Lucanas pertenecía al período de la organización del Vi-

8
rreynato". 13 El ayllu, organización ambiental que postula una influen­
preinca, es la célula socio económica cia decisiva del ambiente sobre el
basada en vínculos familiares y reli­ hombre, lo que implica una rdación
giosos, destinada a trabajar y usu­ estática y unilateral. En la visión del
fructuar colectivamente la tierra. mundo que tiene el hombre andino
Otros aspectos de las comunida­ pensamos que existe una relación
des de Puquio, como la religión y el dialéctica; cada acción del hombre
desarrollo de algunas manifesta­ sobre la naturaleza mediante el tra­
ciones artísticas, no encuentran e­ bajo de cultivo de la tierra funda­
quivalente en las comunidades de mentalmente, construcción de te­
Sayago. rrazas, canales de regadío, vivien­
El primer cuento de Arguedas, das, etc., implica una modificación
"Warma Kuyay" -Amor de niño-, del paisaje-ambiente. Esta modifica­
escrito en 1934, fue defendido por ción de la naturaleza no aparece
el autor en el encuentro de narra­ como resultado de una imposición
dores peruanos de 1965, como un o dominio de fuerza humana; co­
relato autobiográfico donde "no rresponde más bien a una interac­
hay nada de literatura", refirién­ ción, cuyos resultados transforman
dose a que no estaba consciente del también al hombre, como parte del
uso de técnicas literarias. proceso.
Notamos en "Warma Kuyay",
como introducción al conocimiento "Y yo mismo te separé del monte,
del universo andino, una plena iden­ tormenta de agua y de nieve;
tificación del hombre con la natura­ y tú mismo me desangras,
,,
leza. No sólo son imágenes metafó­ tormenta de agua y de nieve. 14
ricas las usadas para indicar el tipo
de relación que se establece entre Como indicación para la esceno­
,los personajes. En este universo toda grafía de una pieza de teatro, co­
la comunicación que existe entre mienza Warma Kuyay "Noche de
los hombres está mediatizada por luna en la quebrada de Viseca",
referencias o asociaciones con ele­ quebrada que fuera "nido", "verde
mentos de la naturaleza, animales, y llena del calor amoroso del
plantas, ríos, cerros. También hay Sol". l 5
comunicación directa con estos ele­ En un diálogo colectivo se esta­
mentos, se habla al cerro, al río . . . blece el tema del cuento, el amor de
Creemos que este tipo de comunica­ Ernesto, niño misti -propietario­
ción está indicando la forma de sobrino del dueño de la hacienda,
aprehensión del mundo que tiene el por ]ustina, mujer indígena trabaja­
hombre andino, consciente de ser dora de la hacienda. Se improvisa
parte de la naturaleza. Esta aproxi­ un baile entre los indios y el niño
mación a la naturaleza no debe no participa de esta diversión; va a
confundirse con el determinismo comunicar su pesar al cerro : "- ¡Si

9
te cayeras de pecho, tayta "Chawa­
la", nos moriríamos todos! ". 16
La presencia del cerro, a manera
de testigo en todo el desarrollo del
cuento indica esta " comunicación"
entre los hombres y los elementos
de la naturaleza. "Daba miedo por
las noches; los indios nunca lo
miraban a esas horas y en las noches .
claras conversaban siemfre dando
las espaldas al cerro." 1 Mientras
Ernesto piensa en la muerte del
hombre que ha violado a J ustina,
". . . miré al Chawala que parecía
terrible y fúnebre en el silencio de
la noche". 1 8 y cuando Kutu decide
abandonar la hacienda, "Pero mÍra­
le al tayta -padrecito- 'Chawala' :
diez días más atrás me voy a ir". 1 9
Kutu es el personaj e que representa
al indio aplastado por la domina­
ción de los mistis, Ernesto lo llama
"cobarde", Kutu siente rencor ha­
cia los mistis y puede asociar el
deseo de Ernesto de dar muerte a
Justina, que ha permitido la agre­
sión del patrón, como una actitud
corre spondi e nte a su status,
"- ¡Verdad! Así quieren los mis­
tis",2 o dice el indio, pero tampoco
puede él reaccionar: "Yo, pues, soy
'endio' , no puedo con el pa­
trón"2 1 .
Brevemente se deja notar un as­
pecto del fenómeno de migración
sierra-costa, que representa un pro­
blema de espacio vital, pérdida de
sentido de pertenencia o referencia
espacial, ". . . me arrancaron de mi
querencia, para traerme a este bulli­
cio, donde gentes que no quiero,
que no comprendo".2 2 " . . . aquÍ,

10
de cada ayllu, de pie sobre una o visto bueno, ¡¡mu­
piedra o un corredor alto, repartía lio, "don ,
."' seílÚn tu
el agua a cada quien según sus conciencia".3 o
necesidades, y los 'señores' no neros la idea
pudieron arrebatar esta �otestad de agua,
manos de los indios . .. " $ aIlpa \���: ) �'�t
: �-
i
Pero en San Juan, escenario de para
"Agua", es el terrateniente don quiera, pobre
Braulio quien hace uso absoluto de semana.
las aguas para su beneficio propio y pobre SUs
de algunos otros mistis. Formal­ sus maizalitos.
mente se mantiene la ceremonia de hace correr a
repartición. "El varayok había tanque) agua
puesto ya la mesa para el repartidor regar: K'ocha
de agua",26 pero la decisión última para
en la selección de las familias bene­ Los cerros
ficiadas cada semana dependerá de y Chitulla,
la voluntad del misti. los indios
"-Agua, niño Ernesto. No hay
pues agua. San Juan se va a morir tiene una
porque don Braulio hace dar agua a tulla es un
unos y a otros los odia. "2, "Chacra
hay, Pantacha (diminutivo de Pan­
taleón), agua falta. Pero mejor haz miraban a
llorar a tu corneta para que venga
,, 8
gente. 2
Aparece la función de la música
como factor de integración entre vaaprotestar
los comuneros y como indicador cgtnetú;ót ."E!
del "estado de ánimo" del pueblo. me enttó
"Como todos los domingos, al oír aguantaba IQ
la tocata del cholo, la gente empezó ..-,L,. ,,,"
al llegar a la plaza." "En el silencio
de la mañana la voz de la corneta
sonó fuerte y alegre, se esparció por al cerro su
encima del pueblecito y lo ani­ cia, esta vez,
mó. ,,2 \l Chitulla, le
Los comuneros de Tinki y de San mueran los
Juan, alrededor de doscientos hom­ partes".3 S

bres reunidos en la plaza, piden quc La 'c[,,"e,,,i,


el reparto de agua lo haga esta vez senta al
el varayok, sin esperar la presencia, habita en

11
Auki es el mensajero o intermedia­ ventajas de la alfabetización y las
rio entre la comunidad y el Wa­ ventajas que llevará al país la reali­
mani. Pero también aparece perso­ zación del censo nacional de pobla­
nificando al propio Wamani, con­ ción y ocupación. Han pasado 63
fundido con su "espíritu", como años desde el censo anterior, hecho
está referido en el cuento. antes de la Guerra del Pacífico ; por
La muerte de Pantaleón, en su lo tanto es sumamente importante
función de músico y como el perso­ lograr la colaboración de toda la
naje que se atreve a enfrentar al población para el buen desarrollo
misti reivindicando los derechos de de este censo. El pueblo de Huani­
los comuneros, es un doble ateri­ paca obtiene información de las
tado.El cornetero no sólo animaba noticias de Lima a través del maes­
al pueblo con su música, sino tam­ tro rural; "A la salida de misa se
bién socialmente. "Por las noches reunían las autoridades y los veci­
en su choza, hacía llorar en su nos en el atrio de la Iglesia, para
corneta la música de los comuneros recibir el solcito y para oír las
que viven en las altas llanuras. En el noticias de Lima que el maestro
silencio de la oscuridad esas tonadas sabía. -¿Qué hay de nuevo señor
llegaban a los oídos, como los maestro? -¿Qué dicen del cen­
vientos fríos... "36 El asesinato de so? ".3 9 N o se sabe exactamente
don Braulio ha apagado también el qué significado tendrá este suceso y
ánimo del pueblo. por qué se hace a cargo del gobier­
Runa-Yupay, publicado en 1 939, no. "De extranguero será man­
es "una obra de propaganda, escrita dado? ¿Acaso indio malobra ruiia�
,,
por encargo para crear entre los yupay? 40
maestros rurales un ambiente propi­ Cuando el pueblo de Huanipaca
cio al censo de 1 940".3 7 comprende cuáles son los objetivos
No logramos saber si este cuento del censo, encuentra que éste coin­
fue difundido entre los maestros cide con la práctica del Runa­
rurales o personas encargadas de Yupay indígena realizado en tiem­
realizar el censo, pero la publi­ pos del Imperio Inca. Era necesario
cación hecha por el Ministerio de entonces encontrar los nexos con la
Educación del Perú hace suponer tradición cultural y lograr que el
que llegó a cumplir su objetivo. pue,blo mismo se interesara por
Durante este tiempo Arguedas es desarrollar una actividad que, man­
profesor del Colegio Nacional de teniendo los mismos principios del
Sicuani, Cusca. Runa-Yupay practicado por sus an­
Se describe el pueblo de Huani­ tepasados, les informara ahora so­
paca, en la región de Apurimac, y el bre las condiciones de salud, educa­
maestro rural, que, "está decidido a ción, mortalidad, etc. "En antiguos,
llevar a la escuela a todos los hijos rato rato mandaban runa-yupay.
,,
de los indios 3 8 va señalando las Muriendo gente a.visaban. Naciendo

12
gente avisaban. Cuando salía k'oto de ellos sale un responsable de las
(bocio) también avisaban. Gentiles, cinco familias llamado Pichqa Ka­
dice, sabían cierto cierto, cuánto mayoq (el que tiene cinco) ; de cada
gente era sano, cuánto k'oto, cuan­ dos Pichqa Kamayoq sale un Chun­
to huahua, cuanto machu, cuanto ka Kamayoq (responsable de diez);
viuda... " 41 de cada cinco Chunka Kamayoq
"Por el sistema sobresaliente de surge un responsable llamado Pich­
su estadística, los incas conocían qa Chunka Kamayoq y de dos de
con exactitud la población del im­ ellos un Pachaq Kamayoq, que res­
,,
perio y sus recursos ; tierra y hom­ ponde de cien pureq o familias. 4 4
bre, en matemática relación, concu­ N o existen muchas publicaciones
rrían al desarrollo del Inkario con de este cuento y más bien parece
fácil movimiento."4 2 que Arguedas no lo consideró muy
Se ha dicho que la organización propio. Al igual que "El forastero",
política jerarquizada en función de publicado en 1 964, no fueron in­
obtener el control de los tributos cluidos en una colección de cuentos
que la población debía pagar al que se le encargó.
Imperio, en trabajo y objetos, agili­ En el artículo "Vida y obra de
zó y perfeccionó los sistemas de J osé María Arguedas" de la Dra.
censo. ". . . los Inka tuvieron un Mildred Merino, se señala que "Ar­
permanente conocimiento de la po­ guedas protestó debido a las varia­
blación parcial y total de sus colo­ ciones introducidas en sus origina­
nias, pese a que los números no les, por lo cual en el colofón de la
fueran exactos plenamente, debido 3a. edición se lee: 'Se publicó este
a que las pachaq no siempre eran cuento de J .M.A. adaptándolo a las
exactamente cien. La contabilidad finalidades del Servicio de Publi­
se hacía con la ayuda de un sistema caciones y Propaganda' ".4 s
de cordones conocidos con el nom­ La agonía de Rasu-l\riti (196 1 )
bre de Kipu que eran entendidos corresponde a la última etap<l de la
solamente por unos especialistas lla­ producción literaria de Arguedas.
mados Kipu Kamayoq."4 3 Este cuento está basado en una
El hombre del Imperio Incaico leyenda folclórica de la región de
adquiría su ciudadanía en el mo­ Ayacucho. Representa con gran ple­
mento de contraer matrimonio, re­ nitud la belleza plástica del baile de
cibía una parcela de tierra y media tijeras, al mismo tiempo que tra­
parcela para su mujer; desde ese duce toda la magia que rodea al
momento se convierte en "pureq" o dansaq (danzante). ¿Magia de lo
ciudadano, debiendo responder a estético o estética de lo mágico?
las obligaciones tributarias que im­ El baile de tijeras mantiene un
ponía el Imperio. "Para poder con­ contenido ritual que aparece en
tabilizar adecuadamente su parte, es todo el desarrollo del cuento. En­
reunido con otros cuatro pureq y tendido el ritual como un fenó-

13
meno cultural de representación del , ,,
sak . 47
proceso de comunicación que se Volvemos a citar a Arguedas co­
establece entre hombres y "otras mo antropólogo, en su juicio sobre
fuerzas". En este caso, comunica­ el desarrollo artístico. " . . . se man­
ción entre el dansaq y el Wamani. tuvieron, a pesar de la aniquilación
"El genio de un dansak depende de en masa de la población, las formas
quien vive en él: el 'espíritu' de de recreación prehispánicas, con
una montaña (Wamani) ; de un pre­ gran esplendor, y permitieron la
cipicio cuyo silencio es transpa­ continuación del ejercicio de las
rente; de una cueva de la que salen virtudes creadoras artísticas indíge-

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• • • • • •
toros de oro y 'condenados' en nas que, en cierto modo, fueron
andas de fuego. O la cascada de un enriquecidas por los instrumentos y
río que se precipita de todo lo alto técnicas tomados o impuestos por
de una cordillera; o quizá sólo un los españoles. Una nueva era se
pájaro, o un insecto volador que abrió para las artes tradicionales
conoce el sentido de abismos, árbo­ nativas, porque, además, las fuentes
les, hOI,mi§as y el secreto de lo mágicas de su inspiración no fueron
nocturno." 6 cegadas. ,,*
Este baile muestra también el y son estas fuentes mágicas las
grado {jn que el hombre de los que inspiran al dansaq para realizar
Andes ha podido incorporar para sí, --
las figuras de su danza. En las
algunos de los elementos de la principales obras de Arguedas apa­
cultura hispana. Arpa y violín rece el personaje-dansaq, es el Tan­
acompaftan al dansaq mientras éste kayllu de "Yawar Fiesta", es Berna­
toca sus tijeras. "Son hojas de acero co en "Agua" y es el gran Rasu-l'liti
sueltas. Las engarza el dansak' por (que aplasta nieve) Pedro Huanca­
los ojos, en sus dedos y las hace yre, en su última danza de "La
chocar. Cada bailarín puede produ­ agonía de Rasu-l'liti".
cir en sus manos con ese instru­
mento una música leve, como de
agua pequeña, hasta fuego ; depende *
Arguedas, José María. "Las comunidades
del ritmo, de la orquesta y del de España y del Perú'� Edit. U niv. de
'espíritu' que protege al dan- ,San Marcos. Lima. 1968. P. 335.

14
Pero esta última danza de Rasu­ avisa" y Rasu-I'iriti dejará sus pode­
I'iriti significa también un juego de res al discípulo Atok'sayku (que
poder con esas "otras fuerzas" del cansa al zorro) como una forma de
ritual, que el dansaq quiere medir continuidad, otro aspecto de esta
de acuerdo con sus propias fuerzas. actitud ante la muerte.
Podría decirse que hay aquí un y comenzará la danza ritual;
encuentro de poderes, la capacidad Pedro Huancayre avisa a su mujer:
creativa del artista alcanzará su má­ "-Bueno, 'Wamani está hablando'
xima expresión, el bailarín Rasu­ -dijo él-o Tú no puedes oír. Me
I'iriti es capaz de decidir en qué habla directo al pecho". s o

momento dará curso al "llamado "Rasu-I'iriti era hijo de un Wama­


del Wamani". -"Tardará aún la ni, grande, de una montaña con
chirinka (mosca azul) que viene un nieve eterna. El, a esa hora, le había
poco antes de la muerte. Cuando enviado ya su 'espíritu' : un cón­
llegue aquí no vamos a oírla aunque dor gris cuya espalda blanca estaba
zumbe con toda su fuerza, porque vibrando. "s 1
voy a estar bailando."4 8 Esta espe­ El arpista seguía el baile de Rasu­
cie de reto puede corresponder a I'iriti desde el jaykuy (entrada), sisi
una actitud ante la muerte, como nina ( fuego hormiga), waq tay (la
actitud de vida. . . lucha) , yawar mayu (río de sangre).
"Bailan solos o en competencia. "Rasu-I'iriti dejó caer las tijeras.
Las proezas que realizan y el hervor Pero siguió moviendo la cabeza y
de su sangre durante las figuras de los ojos.
la danza dependen de quien está El arpista cambió de ritmo, tocó
asentado en su cabeza y su corazón, el illapa vivon (el borde del rayo).
mientras él baila. . . " Esta vez, Ra­ Todo en las cuerdas de alambre a
su-I'iriti prepara su baile, "-El cora­ ritmo de cascada. El violín no lo
,,
zón está listo. El mundo avisa. pudo seguir. 5 2
Estoy oyendo la cascada de Saño. "El ojo del bailarín moribundo,
'Estoy listo' dijo el dansak' Rasu-I'iri­ el arpa y las manos del músico
ti_". 4 9 Como conciencia de ser funcionaban juntos; . . . El mundo a
parte de la naturaleza, no hay deses­ veces guarda un silencio cuyo senti­
peración ante la muerte, "el mundo do sólo alguien percibe. Esta vez era

15
por el arpa del maestro que había transforma todo lo ajeno antes de
acompañado al gran dansak' toda la incorporado a su mundo, que no se
vida, en cien pueblos, bajo miles de deja destruir, ha demostrado que no
piedras y toldos."s 3 cederá sino ante una solución to­
Termina la agonía de Rasu-I\J"iti y tal. ,,*
comienzan las proezas del discípulo Yawar F iesta será, pues, 'Fiesta­
"Atok'sayku". "-'El Wamani aquí' diversión' del terrateniente-misti
'En mi cabeza' 'En mi pecho, don Julián, por 'Yawar-sangre' de
aleteando' -dijo el nuevo dan­ los indios en la corrida de toros.
sak'."s 4 "Y nadie volaba como ese " 'Porque es el patrón de las alturas'
,, lo he regalado a K'ayau para que el
joven dansak'; dansak' nacido. 5 5
En Yawar Fiesta ( 194 1 ), ya el Misitu se banquetee con los indios.
,,
título mismo de esta obra es revela­ Es un regalo al Misitu, más bien. 5 6
dor. La conjunción de los dos tér­ Y será también, 'Fiesta-triunfo'
minos, quechua y español, está indi­ de los indios, por 'Yawar-sangre' del
cando claramente que el desarrollo Misitu en el TurupuklIay. "Los
de la novela corresponderá a un wak'rapukus ( cornetas de cuernos)
suceso que compromete a dos cul­ tocaron una tonada de ataque. . . El
turas. Dos culturas que durante Misitu caminaba a pasos con el
cuatro siglos han venido sufriendo pecho destrozado; parecía ciego.
diferentes procesos de adaptación, -'Muere, pues, muérete, salIk'a! '
pero que en definitiva mantienen (toro salvaje). "5 7
un tipo de conflicto básico, como Yawar Fiesta será, entonces, un
consecuencia del contacto de dos juego de poderes entre la masa
formas diferentes, y casi antagó­ indígena y los representantes de la
nicas, de conocimiento y de rela­ sociedad occidental. Los indios de­
ción con el mundo. En Yawar mostrarán poseer una fuerza inque­
Fiesta aparecen diferentes fenóme­ brantable, más allá de su supuesta
nos socioculturales, producto del conciencia mítica. "El Misitu baj a­
encuentro hispano-andino, encuen­ ría a la quebrada; lo sacarían de su
tro que aparentemente ha sido solu­ k'eñwal; lo arrastrarían con lazos,
cionado bajo la fuerza coercitiva de por el cascajo del camino, como a
una de las partes en pugna. "¿Hasta un sallk'a sucio. En la plaz � de
cuándo durará la dualidad trágica Pichk'achuri reventarían dinamita
de lo indio y lo occidental en estos bajo su pecho. Cansado entraría al
países descendientes del Tahuantin­ pueblo; capaz de su casco saldría
suyo y de España? ¿Qué profun­ sangre." S 8
didad tiene ahora la corriente que
los separa? Una angustia creciente *
Arguedas, José María. "La novela y el
oprime a quien, desde lo interno del
problema de la expresión literaria en el
drama contempla el porvenir. Este Perú'� 1 959. Apéndice Yawar F i esta,
pueblo empecinado -el indio- que Edit. Losada, 1 9 74. P. 1 67.

16
transforma todo lo ajeno antes de Este toro Misitu se había conver­
incorporado a su mundo, que no se tido en personaje m ítico en una
deja destruir, ha demostrado �ue no extensa región de la sierra. "Los
cederá sino ante una solucIOn . to­
,, punarunas (gente de la puna) lleva­
tal. * ron su fama a todos los pueblos . . . ,
Yawar Fiesta será, pues, 'Fiesta­ hablaban del Misitu, como si fuera
diversión' del terrateniente-misti auki. Los k'oñanis le temían. Hicie­
don Julián, por 'Yawar-sangre' de ron creer, a todos los comuneros
los indios en la corrida de toros. del alto, que había salido de Torko­
" 'Porque es el patrón de las alturas'
k'ocha, que en las noches su lengua
lo he regalado a K'ayau para qu� el ardía como fuego; "S 9 "Se persigna­
.
Misitu se banquetee con los mdIOs. ban los comuneros cuando pasaban
. . ' b· en. "S 6
Es un regalo al M lSltU, mas l cerca, y se paraban de rato en rato
y será también, 'Fiesta-triunfo'
para oír si el Misitu bramaba. "6 o
de los indios, por 'Yawar-sangre' del
El Turupukllay -corrida de to­
Misitu en el Turupukllay. "Los
ros-, se realizará en Puquio, "pue­
wak'rapukus (cornetas de cuernos)
blo grande " de la sierra peruana,
tocaron una tonada de ataque. . . El
capital de la provincia de Luc-anas
Misitu caminaba a pasos con el
en el departamento de Ayacucho.
pecho destrozado; parecía ciego.
, Lugar que Arguedas conoce a través
-'Muere, pues, muerete, sallk'a., '
de su experiencia de vida durante la
.(toro salvaje). "s 7 infancia y parte de la adolescencia,
Yawar Fiesta será, entonces, un
y donde luego hace estudios antro­
juego de poderes entre la masa
pológicos, en los años 1 952 y 1 956.
indígena y los representa� te� de la
Los datos que obtiene en su investi­
sociedad occidental. Los mdIOs de­
gación vienen a reforzar el valor
mostrarán poseer una fuerza inque­ etnográfico de su relato literario.
brantable, más allá de su supuesta Lo que para algunos críticos resulta
conciencia mítica. "El Misitu baja­ negativo, "La calidad de Yawar
ría a la quebrada; lo sacarían de su Fiesta " puede resentirse por el ex­
k'eñwal ; lo arrastrarían con lazos, ceso de información sociológica y
por el cascajo del camino, co�o a antropológica que el texto inclu­
un sallk'a sucio. En la plaza de ye. "*
Pichk'achuri reventarían dinamita Se ha dicho que el personaje
bajo su pecho. Cansado entraría al principal de esta novela es la masa
pueblo; capaz de su casco saldría indígena, y Arguedas lo confirma;
sangre. "5 8 ". . . con mucho acierto todos los
que han hecho comentarios sobre
*
este libro han considerado que el
Arguedas, José María. "La novela y el
problema de la expresión literaria �n el
verdadero personaje de esta novela
Perú'� 1 959. Apéndice Yawar Fiesta, es la masa indígena que destruye un
Edit. losada, 1 9 74. P. 1 67. mito que está representado por el
Los terratenientes se han agru­ en sus ojos el cielo y el sol están
pado en el J irón Bolívar, calle viviendo; en su adentro está cantan­
central que "como culebra parte en do la quebrada, con su voz de la
dos al pueblo : la Plaza de Armas es mañana, del mediodía, de la tarde,
,,
como cabeza de culebra, allí están del oscurecer. 6 2
los dientes, 'los ojos', la cabeza, la Así, la relación con el mundo de
lengua -cárcel, coso, subprefecto, los polos sociales que se encuentran
Juzgado-; el cuerpo de la culebra en Puquio, y la relación entre ellos
es el Jirón Bolívar". también corresponde a esta actitud
La masa indígena de los cuatro vital, como conciencia colectiva en
ayllus de Puquio, K'ayau, Pichk'a­ los términos de Goldmann.
churi, Chaupi y K'ollana se ha y a pesar del contacto con las
establecido entre riachuelos, en las "fuerzas civilizadoras", la masa in­
faldas de los cerros, buscando la dígena ha mantenido un grado de
sombra de los molles, en casas cohesión y ha hecho respetar algu­
construidas de adobe, con techos de nos aspectos de su tradición cultu­
teja rojos, que no alteran el colo­ ral. Fundamentalmente, los ayllus
rido del paisaje; a diferencia de los de Puquio se benefician cultural­
techos de calamina blanca del J irón mente por dos circunstancias socio­
Bolívar. económicas: ausencia de minas y
"Puquio tiene la fisonomía de un conservación del antiguo derecho
pueblo indio, con una población de comunitario al uso de las fuentes de
14.000 Hab., el 70% indígena. "* agua. "En los cerros de Puquio no
y pertenece más a los ayllus, había minas; por eso los mistis
desde tiempos preincaicos. "Desde llegaban de repente, hacían su fiesta
las cumbres bajan cuatro ríos y con las indias, reclutaban gente, de
pasan cerca del pueblo; en las casca­ grado o por fuerza, para las minas;
,,
das, el agua blanca grita, pero los y se volvían, hasta tiempo. 6 3
mistis no oyen. En las lomadas, en Cuando las minas de los pueblos
las pampas, en las cumbres, con el cercanos a Puquio se agotan, los
viento bajito, flores amarillas bai­ mistis caen sobre el pueblo. "Pu­
lan, pero los mistis casi no ven. . . quio es pueblo nuevo para mistis.
tras el filo de las montañas, aparece Quizá hace trescientos años, quizá
el sol; mientras, los mistis duermen, más, quizá menos, llegaron a Pu­
o miran, calculando la carne de los quio los mistis de otros pueblos
novillos. Al atardecer, el taita Inti donde negociaban en m inas."6 4
(padre sol) dora el cielo, dora la
tierra, pero ellos estornudan, espue­
lean a los caballos en los caminos, o *
Arguedas, José María. "Puquio, una cul­
toman café . . . tura en proceso de cambio". Revista del
Pero en el corazón de los puquios Museo Nacional. Tomo XXV. Lima.
está llorando y riendo la quebrada, 1956. P. 184.

18
en sus ojos el cielo y el sol están Cuando antes aparecían esporádi­
viviendo; en su adentro está cantan­ camente, los indios asociaban su
do la quebrada, con su voz de la presencia con "las granizadas locas,
mañana, del mediodía, de la tarde, un ratito, hacían su daño, y se
,, 2
del oscurecer. 6 iban".65
Así, la relación con el mundo de y luego se produce el despojo de
los polos sociales que se encuentran tierras, las tierras necesarias para
en Puquio, y la relación entre ellos explotar el ganado que demanda la
también corresponde a esta actitud costa, especialmente Lima. Los mis­
vital, como conciencia colectiva en tis se establecen en Puquio y apoya­
los términos de Goldmann. dos por las autoridades se convier­
y a pesar del contacto con las ten en propietarios de las tierras de
"fuerzas civilizadoras", la masa in­ los indígenas. "Año tras año, los
dígena ha mantenido un grado de principales fueron sacando papeles,
cohesión y ha hecho respetar algu­ documentos de toda clase, diciendo
nos aspectos de su tradición cultu­ que eran dueños de ese manantial,
ral. Fundamentalmente, los ayllus de ese echadero, de las pampas más
de Puquio se benefician cultural­ buenas de pasto y más próximas al
,,
mente por dos circunstancias socio­ pueblo. 66
económicas: ausencia de minas y Pero la organización de los ayllus
conservación del antiguo derecho se mantiene. "Todos los domingos
comunitario al uso de las fuentes de había cabildo en los ayllus; todos
agua. "En los cerros de Puquio no los domingos se juntaban los comu­
había minas; por eso los mistis neros para tomar acuerdos. Y pusie­
llegaban de repente, hacían su fiesta ron atajo a los despojos de la
con las indias, reclutaban gente, de quebrada.Cuando los mistis ya eran
grado o por fuerza, para las minas; dueños de casi todas las tierras de
.
vlan, hasta tIempo."6 3
Y se va 1, sembrío; cuando los k'ollanas y los
Cuando las minas de los pueblos k'ayaus habían quedado para jorna­
cercanos a Puquio se agotan, los leros de los principales."6 7
mistis caen sobre el pueblo. "Pu­ Como se mantiene esta organiza­
quio es pueblo nuevo para mistis. ción, los indios "soltaron el agua"
Quizá hace trescientos años, quizá con los mismos principios de siem­
más, quizá menos, llegaron a Pu­ pre, por turnos de riego, "En nin­
quio los mistis de otros pueblos gún distrito de la provincia las
,
donde negociaban en minas., 6 4 autoridades comunales indígenas,
Varayoq, cabecilla, tienen tanta in­
fluencia y jurisdicción como en
*
Puquio, ellos presidían los cabildos
Arguedas, José Mar ía. "Puq uio, una cul·
tura en proceso de cambio". Revista del dominicales hasta hace sólo diez
Museo Nacional. Tomo XXV. L i ma. años, y el Varayoq tenía autoridad
1956. P. 184. absoluta en el reparto del agua de
!!!
regadío en Puquio, él repartía".* los dansaq. El' turupukllay se hace
Otra manifestación de la fuerza en una plaza de toros arreglada por
de este personaje-masa queda de­ los indios sin barreras especiales,
mostrado con la construcción de la con un foso al centro, "capean con
carretera Nazca-Puquio, alrededor sus ponchos; y cuando se asustan,
de la década de los años veinte. corren, y se tiran al choclón, en
"Los periódicos de Lima ablaron ? pelotera. El toro se queda a la orilla
de la carretera Nazca-PuqUIo. , Tres­ del hueco, resoplando con furia".7
o
cientos kilómetros en veintiocho Antiguamente, hacían entrar a
días'. Por iniciativa popular, sin un cóndor en el turupukllay, ama­
,,
apoyo del gobierno. 6 8 Esta c� rre-_ rrado al lomo del toro más bravo.
tera agiliza el fenómeno de migra­ "El toro picoteado por el cóndor,
ción sierra-costa, y "los serranos volteaba indios como si nada. Y
invaden la capital "; viviendo en después entraban los vecinos a caba­
barrios marginales, se agrupan en llo; a rejonazo limpio mataban al
organizaciones regionales como el toro. Al final de la fiesta se cosían
centro cultural deportivo Lucanas, cintas en las alas del cóndor y se le
que preside el estudiante Esc�b�r; soltaba entre gritos y cantos. . .
celebran sus fiestas con la mUSlCa Meses después, e n la alturas, el
andina que les recrea el paisaje cóndor ése volaba todavía de neva­
dejado en los pueblos: "El canto de do en nevado jalando sus cintas._"71
la sierra, en quechua o en castella­ Estas corridas fueron prohibidas
no, el alma de las quebradas, de la por el gobierno, como una forma de
Puna y de los ríos, de los montes de protección al indígena se autoriza­
.
-
retama, de klswar y de k' enwa ".69
rían corridas solamente con la con­
En las fiestas grandes, como el 28 tratación de un "diestro", torero
de julio -Día Nacional d: l Perú-, contratado en Lima.
contratan orquestas de Jazz, que "-Para el 28 no hay más que la
terminan apagadas por la voz del corrida, el TankayIlu (dansaq) y el
charango y de la quena . ..
paseo de antorchas de los escolares.
En la sierra, en Puquio, la cele­
-Pero la corrida es lo fuerte. Lo
bración del 28 de julio consiste en
demás es ñagaza, ripio no más. Sin
la realización de una corrida de
el TurupukIlay, el 28 sería como
toros al estilo serrano, anunciada
cualquier dÍa."7 2
desde junio por la música de los
Las discusiones en torno a la
wakawak'ras y las competencias de
medida del Gobierno llevan a los
mistis a hacer un arreglo con las
autoridades y el cura, determinando
contratar un torero en Lima y hacer
* Arguedas, José María. "Pu � uio, u� a cul­
, construir una plaza "verdadera",
tura en proceso de cambio Rev/St� del
.

Museo Nacional. Tomo X XV . Lima. para finalmente prohibir la partici­


1 9 56. P. 1 85. pación de los indios en la corrida,
los dansaq. El' turupukIlay se hace por la fuerza. Pero la decisión de los
en una plaza de toros arreglada por ayIlus también ya está tomada:
los indios sin barreras especiales, "-Aunque sea en iglesia, K'ayau
con un foso al centro, "capean con toreará. En altar mayor también,
sus ponchos ; y cuando se asustan, t o r e a n d o n u m á s -am e n a z a­
,,
corren, y se tiran al choclón, en ban -?3
pelotera. El toro se queda a la orilla La referencia a los cerros nueva­
del hueco, resoplando con furia". 7 o mente cumple en esta obra una
Antiguamente, hacían entrar a función de comunicación, "J atún
un cóndor en el turupukIlay, ama­ auki K'arwarasu (alto espíritu del
rrado al lomo del toro más bravo. cerro) manda, para K'ayau es Misi­
"El toro picoteado por el cóndor, tu, dice. Desde su cumbre, dice, va
volteaba indios como si nada. Y ver yawar fiesta de Pichk'achuri;
después entraban los vecinos a caba­ para él va jugar Misitu". 7 4 "-'Yas­
llo; a rejonazo limpio mataban al tá' 'Tayta K'arwarasu cuidando mi­
,,
toro. Al final de la fiesta se cosían rará' 'A su ayIlu K'ayau'. 7 s
cintas en las alas del cóndor y se le Después del fracaso del torero
soltaba entre gritos y cantos. . . limeño, los ayIlus de Puquio se
Meses después, en la alturas, el apoderan del espectáculo. "Saltaron
cóndor ése volaba todavía de neva­ todos los capeadores al suelo. Y los
do en nevado j alando sus cintas."7 I corneteros tocaron, de nuevo, el
- 'Wak'raykuy' , en la voz más grue­
Estas corridas fueron prohib
por el gobierno, como una forma de sa."7 6 Termina la corrida transfor­
protección al indígena se autoriza­ mada en TurupukIlay, en Yawar
rían corridas solamente con la con­ Fiesta, en el encuentro de los gru­
tratación de un "diestro", torero pos de poder de Puquio.
contratado en Lima. Pensamos que esta obra represen­
"-Para el 28 no hay más que la ta el fenómeno del proceso de
corrida, el TankayIlu (dansaq) y el aculturación que afecta a los pue­
paseo de antorchas de los escolares. blos andinos de Perú. Caracteri­
-Pero la corrida es lo fuerte. Lo zados los grupos en contacto y
demás es ñagaza, ripio no más. Sin tomando como ejemplo un suceso
el TurupukIlay, el 28 sería como social, la corrida de toros, se da a
cualquier dÍa. "7 2 conocer la cultura de Puquio en
Las discusiones en torno a la toda su dinámica social. "Acultura­
medida del Gobierno llevan a los ció n es el proceso de cambio que
mistis a hacer un arreglo con las emerge del contacto de grupos que
autoridades y el cura, determinando participan de culturas distintas. Se
contratar un torero en Lima y hacer caracteriza por el desarrollo conti­
construir una plaza "verdadera", nuado de un conflicto de fuerzas,
para finalmente prohibir la partici­ entre formas de vida de sentido
pación de los indios en la corrida, opuesto, que tienden a su total

21
z Arguedas, José María. Las comunidades
o
1 2.
-t de España y del Perú. Edit. Univ . San
l>
en Marcos. Li ma. 1968. P. 1 6 1 .

1 3. O p . cit. P. 334.

14. "T ormenta de nieve", fragmento de poe·


sía folcl óri ca actual recopilada por José
María Arguedas, en Ollantay y cantos y
1. N eira, H ugo. Y después de Mariátegui,
narraciones quechuas. Edic. Peisa. Lima.
¿qué? Edi c. Peisa, Li ma. 1973. P. 183. 1974. P. 1 00.

2. Levi·S trauss . "Antropología estructurar�


1 5. Arguedas, José María. "Agua" en Warma
E u deba. Bs. As. 1 9 70. P. XXV.
Kuyay. P. 108. Edic. Universidad de San
Marcos. Li ma. 1 9 74.
3. G o ldmann , Luci en. "Las ciencias huma-
nas y la filosofía" ( E di c. N ueva Visi ón .
16. O p . ci to P. 1 0 2 .
1 967. P.p. 1 22-124.
17 O p . cito P. 102.
4. Primer encuentro de narradores perua-
nos. Arequipa. 1 965. Edi c. Casa de la
1 8. O p . ci to P. 1 04.
Cu ltura del Perú . 1 969. P. 1 7 2.

19. O p . cito P . 1 08.


5. Aguirre Beltrán , G on zalo. "El proc�s� de
aculturación'� Edi c. U N AM. Mexlco.
20. O p. cit. P. 1 0 5.
1 9 57. P. 190.
21. O p. ci t. P. 1 04.
6. Primer encuentro de narradores perua-
nos. Areq ui pa. 1965. Casa de la Cultura 22. O p. cit. P. 108.
del Perú . Li ma. 1 969. P.p. 235·236.
23. O p . cit. P. 1 09 .
7. Matos Mar, José, en presen tación a la
tesi s de S ara Castro, "El mundo mágico
24. Arguedas, José María. "Las comunidades
de José María Arguedas'� ( E dit. I E P.
de España y del Perú'� Edit. Univ. San
Li ma. 1 9 73).
Marcos. Li ma. 1968. P. 334. Tomado de
G . Escobar.
8. Arguedas, José María. "La novela y el
problema de la expresión literaria en el 25. Arguedas, José María. O p. ci to P. 20.
Perú'� 1 9 50. Apéndice Yawar Fiesta.
Edit. Losada. 1 9 74. P.p. 1 70-1 73. 26. Arguedas, José Mar ía. Agua. P. 1 6. Edic.
Universi dad de S an Marcos. Lim a. 1 974.
9. Arguedas, José María. Las comunidades
de España y del Perú. Edit. Univ. S an 27. Op. ci t. P. 16.
Marcos. Li ma 1 968. P. 8.
28. O p. cito P. 1 6.
10. O p . cito P. 57.
29. O p . cit. P. 1 7.
1 1. Arguedas, José María. "Puqui o, una cul-
tura en proceso de cambi o". Rev. Museo
30. Op. cit. P. 33.
Nacional. Tomo XXV. Li ma. 1 957.
P. 1 86.
12. Arguedas, José María. Las comunidades 31. O p. cito P. 34.
de España y del Perú. E di t. U niv. San
Marcos. Li ma. 1968. P. 161. 32. O p. ci to P. 33.

13. O p. cit. P. 334. 33. O p. cito P. 25.

14. "Tormenta de nieve", fragmento de poe­ 34. O p. cit. P. 42.


sía folcl óri ca actual recopi lada por José
María Arguedas, en Ollantay y cantos y 35. O p. cito P. 45.
narraciones quechuas. Edic. Peisa. Li ma.
1974. P. 100. 36. O p. ci to P.p. 21-22.

15. Arguedas, José Marí a. "Agua" en Warma 37. Arguedas, José Marí a. " R una-Yu pay",
Kuyay. P. 108. Edic. U niversi dad de S an P. 15 (contar gentes). Colecci ó n "Agua y
Marcos. Li ma. 1974. otros cuentos indígenas'� Edit. Mi lla
Batres, Li ma. 1974.
16. O p. cit. P. 102.
38. O p. cit. P. 126.
17 O p. cito P. 102.
39. Op. cit. P. 127.
18. O p. cito P. 104.
40. O p. ci to P. 137.
19. O p. ci to P. 108.
41. O p. cit.
20. O p. cit. P. 105.
42. Valcárcel, L. E. "Mirador Indio': P. 11.
21. O p. cit. P. 104. Edit. Museo Nacional. Li ma. 1937.

22. O p. ci to P. 108. 43. Lumbreras, Luis. "Oe los pueblos, las


culturas y las artes del Antiguo Perú".
23. O p. ci to P. 109. Edit. Francisco Moncloa. Li ma. 1969.
P. 334.
24. Arguedas, José María. "Las comunidades
de España y del Perú'� Edit. U niv. San 44. Lum breras, Luis. O p. cito P. 333.
Marcos. Li ma. 1968. P. 334. Tomado de
G. Escobar. 45. Revista Peruana de Cultura. Nos. 13-14.
Casa de la Cultura del Perú. Li ma. 1971.
25. Arguedas, José María. O p. ci t. P. 20. P. 162.

26. Arguedas, José Marí a. Agua. P. 16. Edic. 46. Arguedas, José Marí a. "La agonía de
U niversidad de S an Marcos. Li ma. 1974. Rasu-Ñiti'� P. 179. Col. Amor Mundo.
Edic. Arca. M o ntevi deo. 1967.
27. O p . cito P. 16.
47. O p. ci to P. 178.
28. O p. cito P. 16.
48. O p. cito P. 176.
29. O p. cito P. 17.
49. O p. cito P. 175.
30. O p. ci to P. 33.
50. O p. cit. P. 1 76.

23
51. O p . cito P . 1 79 . 64. O p. cit. P. 1 1 .

52. O p. cit. P. 1 83 . 65. O p . cito P. 1 6.

53. O p . cit. P. 1 84. 66. O p. cit. P. 1 8.

54. Op. cit. P. 1 84. 67. O p . cit. P. 1 3 .

55. Op. cit. P. 1 84. 68. O p . cit. P . 76.

56. Arguedas, José María. Yawar Fiesta. 69. O p . cit. P. 78.


P. 38. Edit. Losada. Buenos Aires. 1 9 74.
70. O p. cito P. 39.
57. Op. cit. P. 1 64.
71. Op. cito P. 4 1 .
58. O p . cit. P. 1 1 9 .
72. O p . cit. P . 40.
59. Op. cit. P. 9 1 .
73. Op. cito P. 1 1 3 .
60. Op. cito P. 86.
74. O p. cit. P . 1 1 8.
61. O p . cito P.p. 1 4· 1 5.
75. O p. cit. P. 1 1 3.
62. O p . cit. P. 1 5.
76. O p . cito P. 1 63.
63. Op. cit. P. 1 2.

· "Yawar Fiesta': Edit. Losa­


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·

ciones quechuas'� Edit. Peisa. Lima. 1 9 74.

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Marcos. Lima. 1 968.

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