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CELEBRACIÓN EN LA SEDE PARROQUIAL

Canto: Iglesia Peregrina


El Guía o quien presida la celebración inicia con la invocación trinitaria,
signándose:
En el nombre del Padre +, del Hijo y del Espíritu Santo
R./ Amén.

SALUDO INICIAL:
Lector 1: «Ustedes son una raza elegida, un sacerdocio real, una
nación consagrada para proclamar las hazañas del que nos llamó a
salir de la tiniebla y a entrar en su luz maravillosa» (1 P 2,9).
Guía: «Según el Nuevo Testamento, la Iglesia es al mismo tiempo
comunidad local y comunión universal. Es decir, la Iglesia universal se
concentra en la acción o el acontecer de la Iglesia local como
comunidad. La Iglesia comenzó, después de la resurrección de Jesús,
como grupo (los doce) o comunidades (las apostólicas), con la
preocupación de una continuidad entre Jesús (su persona, su mensaje
y su obra) y sus discípulos. El "pequeño rebaño" al que alude Jesús
(Lc 12, 23) está formado por "pequeños" libremente elegidos, que
constituyen un "resto" solidario de las promesas, son servidores, no
dueños de la comunidad, no tienen miedo a manifestarse
evangélicamente y poseen una plena esperanza».

LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS:


Proclamada por el Lector 1
De la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1 Cor 12,12-
30)
“El cuerpo humano, aunque tiene muchos miembros, es uno; es decir:
todos los miembros del cuerpo, no obstante su pluralidad, forman un
solo cuerpo. Pues así también es Cristo.
Porque hemos sido todos bautizados en un solo Espíritu, para no
formar más que un cuerpo entre todos: judíos y griegos, esclavos y
libres. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu.
Así también, el cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de
muchos. Si dijera el pie: «Puesto que no soy mano, no pertenezco al
cuerpo», ¿dejaría por eso de formar parte del cuerpo? Y si el oído
dijera: «Puesto que no soy ojo, no pertenezco al cuerpo», ¿dejaría por
eso de formar parte del cuerpo? Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿dónde
quedaría el oído?; y, si fuera todo oído, ¿dónde estaría el olfato?
Ahora bien, Dios colocó cada uno de los miembros del cuerpo donde
quiso. Si todo fuera un solo miembro, ¿dónde quedaría el cuerpo? Por
tanto, aunque los miembros son muchos, el cuerpo es sólo uno. Y no
puede el ojo decir a la mano: « ¡No te necesito!», ni la cabeza a los
pies: « ¡No os necesito!»
Pensemos que los miembros del cuerpo que consideramos más
débiles, son indispensables; y que solemos cubrir con mayor dignidad
a los que nos parecen los más viles. Así, a nuestras partes menos
honrosas las vestimos con mayor recato, pues nuestras partes
honrosas no lo necesitan. Dios ha formado el cuerpo dando más honor
a los miembros que carecían de él, para que no hubiera división
alguna en el cuerpo, sino que todos los miembros se preocuparan lo
mismo los unos de los otros. Si sufre un miembro, todos los demás
sufren con él; si un miembro es honrado, todos los demás toman parte
en su alegría.
Ahora bien, ustedes forman el cuerpo de Cristo, y cada uno es
miembro con una función peculiar. Así, Dios puso en la iglesia primero
apóstoles; en segundo lugar, profetas; en tercer lugar, maestros;
luego, los milagros; después, el don de las curaciones, de asistencia,
de gobierno, diversidad de lenguas. ¿Acaso todos son apóstoles, o
profetas, o maestros? ¿Tienen todos poder de hacer milagros?
¿Comparten todos el carisma de las curaciones? ¿Hablan lenguas
todos? ¿Todos las interpretan?”.
Palabra de Dios. R./ Te alabamos Señor
REFLEXION: Después de un momento de silencio para interiorizar el
texto, se puede compartir aquellas frases que más han impresionado y
su resonancia en la propia vida. Seguidamente se hace la siguiente
reflexión:
Guía: «Iglesia» procede de la palabra griega ekklesía, que significa
reunión de ciudadanos para un propósito concreto. En el Nuevo
Testamento, «iglesia» equivale a asamblea reunida o comunidad de
convertidos que creen en Jesús y han recibido el bautismo. La Iglesia
no es primordialmente un edificio, ni la jerarquía, sino el pueblo de los
cristianos llamados por Dios.
Es, pues, el cuerpo de Cristo, la comunidad de creyentes, la asamblea
que se reúne en nombre de Dios. Como pueblo de Dios, la Iglesia es
la congregación de creyentes en Jesús resucitado que recibe la misión
del evangelio. Al mismo tiempo que la comunidad cristiana se visibiliza
en las Iglesias locales o particulares, es también Iglesia universal. La
realidad de la Iglesia comprende dos dimensiones: la convocación de
Dios hecha por Jesucristo para la salvación, y la congregación de los
convocados para compartir los bienes de dicha salvación.
Radicalmente, la Iglesia nace de la fe pascual o se congrega después
de la Pascua como comunidad, gracias a la resurrección de Jesús y a
la efusión del Espíritu.
Canto: Danos un Corazón de Fuego
PRECES:
Presidente: Como comunidad de fe vamos a elevar nuestra oración al
Señor, poniendo en sus manos nuestra Iglesia. Hagámoslo
pausadamente, dando oportunidad a que resuene en nuestro interior
cada intención proclamada. Responderemos: Santifica a tu Iglesia,
Señor.
Lector 1: «Dios y Padre nuestro, te rogamos por la Iglesia de tu Hijo
Jesús. Haz que resplandezca con su belleza y evite adornarse con la
belleza vana de este mundo.
R./ Santifica a tu Iglesia, Señor
Lector 2: Haz que no se desfigure con las arrugas de la vejez y
represente para todos los pueblos la esperanza del futuro.
R./ Santifica a tu Iglesia, Señor
Lector 1: Haz que su rostro sea purificado de toda mancha de orgullo
y que prefiera a los pobres y a los humildes.
R./ Santifica a tu Iglesia, Señor
Lector 2: Haz que sea santa y sin mancha y no se vea mutilada por el
pecado.
R./ Santifica a tu Iglesia, Señor
Lector 1: Haz que sea hermosa como una novia engalanada para su
esposo y evite la seducción del dinero y del poder.
R./ Santifica a tu Iglesia, Señor
Presidente: Señor Jesús, tú has amado a tu Iglesia y te has entregado
por ella; te rogamos guíes a tu Iglesia, para que ella, a su vez, ame a
todos los pueblos y se entregue a su servicio. Amén.
ACCIÓN DE GRACIAS
Guía: Señor, te sentimos vivo y actuando entre nosotros. Somos tu
comunidad. Queremos trabajar unidos el proyecto y la misión que
tanto nos insiste el Evangelio. Hemos aprendido muchos valores de Ti.
Ahora seguiremos caminando con nuestro pueblo. Ayúdanos a
mantener el espíritu despierto y la fina sensibilidad de los resucitados.

ORACIÓN: El que preside dirige la siguiente oración


En comunidad de redimidos te dirigimos, Padre, nuestra oración.
Sabemos que nos habitas y que tu amor nos hermana.
Somos prolongación de aquella Iglesia original
donde fluían los signos de la redención,
los síntomas de tu presencia cariñosa.
Esta comunidad, Padre,
también te festeja por el prodigio de Jesús resucitado.
Él nos entusiasma, nos vincula
y nos urge a diario el milagro de la solidaridad.
Esta comunidad te aplaude
por sentirse convocada a ensanchar tu Pueblo
trabajando sin descanso por tu Reino.
Nos has dejado en Jesús el trazado humano que te convence
y en su Comunidad un ideal desafiante
de servicio mutuo, de apertura y de misión.
En comunión con todos los que sienten este ideal
acoge, Padre, la oración que sella nuestra fe: Padre nuestro...

Despedida
Presidente: Es una gran suerte poder caminar con la comunidad,
viviendo en profundidad la experiencia del Resucitado. Que nos
santifica y configura con los valores del Reino. Por eso, demos
testimonio de la fe y presentemos el ideal cristiano a los demás como
un estilo de vida posible a diario.
En el nombre del Padre +, del Hijo y del Espíritu Santo
R./ Amén.
Canto Final:

Se necesitará: Templo parroquial:


 Coro
 Impresión del material
 Tres lectores (el guía, dos lectores para las peticiones)
 El presidente (sacerdote)
 Oración impresa

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