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Introducción.

Benjamin Constant es un intelectual poco estudiado en el pensamiento político


francés del siglo XIX. En la siguientes páginas nos abocaremos al análisis una de sus
obras más importantes “De la libertad de los antiguos comparada con la de los
modernos” en la cual despliega una reflexión de sumo interés para un historiador, en
cuanto a las consideraciones sobre le pensamiento político liberal del siglo XIX.
De tal forma, en este ensayo enfocaremos nuestro estudio a la reflexión sobre
temas específicos presentes en la obra de Constant. Es por esto que estudiaremos la
necesidad de construir instituciones y normas en un contexto histórico específico y de
acuerdo a la realidad y necesidades de la sociedad que las ve nacer. Considerando lo
anterior, nos preguntamos por qué el autor francés valora la consideración del contexto
histórico a la hora de comprender la construcción de instituciones. Tal problemática se
constituye relevante en la medida que se enlaza en la valoración que el individuo tiene
de su presente, en este caso la valoración de lo moderno por sobre lo antiguo. Es por
esto que consideramos como tesis de nuestro escrito, que Benjamin Constant busca
generar conciencia sobre la importancia del presente y el contexto histórico a la hora de
considerar la construcción, ya sea de instituciones como de un sistema político, siendo
necesario que quienes tiene por labor moldear la sociedad, dejen de prestar idolatría
servil al pasado y consideren a su sociedad y sus necesidades como la medida de toda
construcción política
Ahora bien, para lograr tal cometido nos hemos propuesto tres objetivos que
pretenden dar cuenta de los elementos fundamentales de nuestra problemática. Por un
lado buscaremos reflexionar sobre el concepto de libertad desde la perspectiva Constant
y así mismo, exponer como tal idea es fundamental para las consideraciones sobre
nuestra hipótesis. Por otro lado, nos detendremos en la crítica hecha por Constant
respecto a la confusión existente en los intelectuales de su periodo en cuanto al concepto
de libertad; lo cual tendrá por objeto dar cuenta de la intención didáctica del autor frente
a sus contemporáneos. Finalmente expondremos la postura política de Constant en
referencia a la querella entre los modernos y lo antiguos; lo cual nos permitirá
contextualizar la construcción de su discurso en el curso de las reflexiones intelectuales
de este periodo estudiado.
Contexto.
Henri-Benjamin Constant de Rebecque nació en Suiza en 1767, para luego de
una larga itinerancia instalarse en Paris a mediados de la década de 1790 coincidiendo
con la derrota de los jacobinos, para luego recibir la nacionalidad francesa en 1798. El
ambiente del momento era intenso, porque el proceso político era extraordinariamente
cambiante y voluble periodo de la Revolución Francesa. Constant, por su origen
protestante y su formación intelectual, mantuvo una posición contra el absolutismo, por
lo que comienza a trabajar reflexionar entorno a ideas acerca del gobierno limitado y el
sistema representativo. Para esos efectos, la monarquía constitucional inglesa
representaba para los liberales moderados una suerte de modelo, y su parlamento era la
expresión más relevante de lo que debía ser un sistema representativo 1. Para Constant,
que rechazaba por igual, un retorno al Antiguo Régimen como la experiencia terrible
del Terror jacobino (periodo de violencia y represión mediante el terrorismo del Estado
1793-94), era imperioso un gobierno representativo. La verdad es que en las
postrimerías del siglo XVIII es patente la aparición de una sociedad comercial o
mercantil moderna. La libertad moderna, en conclusión, se ciñe a otros parámetros.
Desde sus posiciones políticas intenta poner atajos a los proyectos del Primer
Cónsul Napoleón Bonaparte para destruir el régimen representativo al considerar a este
anclado en el Antiguo Régimen y el paradigma de la antigüedad clásica, en abierta
contradicción con los tiempos modernos. Disputa que por cierto pierde debiendo partir
al exilio en 1802.
Pocos años después de regresar a Francia, Benjamin Constant fue elegido
diputado de la Cámara de Diputados de Francia en 1819. Su mayor preocupación, en el
Parlamento, fue contribuir a la consolidación de un régimen representativo.
En la sustancia del discurso pronunciado en el Ateneo Real de París en febrero
de 1819, confluyen dos notorias motivaciones: por un parte, la reformulación que hace
el autor de las ideas republicanas de Rousseau, y en particular, la noción de libertad
heredera de los antiguos (la Antigüedad grecolatina); y, por otra parte, la tentación de
retornar al Antiguo Régimen alentada por los sectores reaccionarios de los “nuevos
antiguos” (la Francia de la Restauración, pero también la jacobina y la del Imperio). En
ese mismo año, Constant, recién elegido diputado, se opone a la reimplantación de los
viejos modelos en política, ya que para él no es posible ser plenamente libre sin ser
resueltamente moderno, o dicho de otra manera, sin estar a la altura de los tiempos. La
1
Sabine, George. Historia de la teoría política. Fondo de cultura económica. México. 1994. Pág. 416.
libertad moderna se opone a la libertad de los antiguos, pero también a la libertad de los
jacobinos, de los revolucionarios que escriben el guión del progreso con caracteres
antiguos y tipos del pasado.

La libertad.

El concepto de libertad en la obra “De la libertad de los antiguos comparada


con la de los modernos” es fundamental ya que a través de él, Constant construye su
análisis entorno al problema de la libertad de los antiguos y modernos. Para Constant
hay una diferencia fundamental entre los antiguos y los modernos, y esta radicaría en un
contexto histórico diferente y por tanto en una apreciación distinta de necesidades y
deseos, y por tanto, en una divergente compresión sobre la libertad. “La finalidad de
los antiguos era compartir el poder social entre todos los ciudadanos de una misma
patria (…)”2. Según Constant en los anteriormente expresado se fundamentaba la
libertad de los antiguos y por el contrario, “la finalidad de los modernos es la seguridad
de los goces privados”3, todas la cuales deben estar aseguradas por las instituciones, está
garantía sería la libertad.
Observamos que Constant entiende diferencias fundamentales en la
consideración sobre la libertad de los antiguos y los modernos. Los primeros podían
ser unos esclavos en la vida privada pero eran soberanos generalmente en los asuntos
públicos, por otro lado los modernos son independientes en sus asuntos privados y
aparentemente soberanos en los públicos, ya que públicamente están restringidos o sus
libertades suspendidas y si es que existe esta se expone a grandes trabas.
Tal concepción de libertad - opuesta en muchos sentidos - estaba construida en
base a una fuente esencial de diferencia. Radicaba aquella, en que la republicas antiguas
por necesidad buscaban la guerra, por lo mismo tenían como fin la consecución de
seguridad frente a otros estados, por el contrario, los modernos caminarían
progresivamente hacia la paz, donde el comercio como medio de relación política
reemplazaría a la guerra. Estas diferencias tienen por consecuencia tres elementos
importantes. El ciudadano pierde importancia personal ya que el individuo disminuye
en cuanto a la influencia que puede tener en un gobierno, ya que el hombre pasa a ser
parte de una gran masa de ciudadanos. En segundo lugar, la abolición de la esclavitud a
2
Godoy Arcaya, Oscar. Selección de textos políticos de Benjamín Constant, Estudios Públicos. Nº 59,
1995, 431 – 439, ver. Pág. 489
3
Ídem.
terminado con el goce de ocio que existía en las población antiguas por el uso de la
esclavitud. En tercer lugar, el comercio al predominar en la sociedad ha disminuido el
tiempo en que los hombres se pueden dedicar a la política, teniendo esto por razón que
“El comercio inspira a los hombres un vivo amor por la independencia individual. El
comercio subviene sus necesidades, satisface sus deseos, sin la intervención de la
autoridad (…)”4.
De tal forma un desarrollo histórico ha decantado en una realidad social
particular, la cual ha constituido una nueva forma de entender la sociedad, la política y
finalmente la libertad; la cual para los modernos se configura como un derecho que les
permite autorrealizarse, en los antiguos esta llega a ser incierta bajo el peso del estado5.
Si bien Constant es muy sugerente en sus consideraciones sobre la libertad
moderna, es de tener en cuenta que su discurso se inserta en un contexto histórico
determinado (al que ya hemos hecho referencia) y en la influencia de diferentes
pensadores del periodo a través de los cuales se empapó del liberalismo. John Stuart
Mill y la Ilustración escocesa fueron de suma importancia para dar un curso
determinado al pensamiento de Constant, como expresa Oscar Godoy: “(…) Se supone
que, en este periodo, Constant impregna su pensamiento con las ideas de Smith y el
sistema de gobierno limitado de los ingleses”6.

Función didáctica.

Desde los albores del siglo XIX uno de los temas más complejos y debatidos por
los espíritus ilustrados fue acerca del fracaso de la Revolución Francesa, a raíz de esto
es que se buscó interpretar el mismo desde diversas perspectivas. Ante un nuevo
fenómeno autoritario de carácter imperial es que situamos la obra de Benjamin Constant
“De la libertad de los antiguos comparada con la de los modernos”.
En presencia de la confusión existente en los intelectuales de su periodo respecto
del concepto de libertad, Benjamin Constant consigue vislumbrar que este concepto se
constituye en respuesta a determinados contextos históricos, entonces distingue el
concepto moderno del preponderante en la antigüedad. El autor es capaz de comprender
esta situación que había pasado inadvertida o había recibido escasa atención.

4
Ídem. Pág. 487
5
Ídem. Pág. 483
6
Ídem. Pág. 431
Al tenor de la obra de Constant es que visualizamos una intención didáctica en
su planteamiento, pues para el autor esta confusión ha sido la causa de muchos males
para los ideales de la Revolución, él busco interpretar este fracaso e indagó en busca de
las causas del mismo. Resulta útil e interesante comprender por qué las naciones libres
de la antigüedad prácticamente desconocieron las ventajas de un gobierno
representativo y las libertades que este otorga. Constant no soslayó esta situación y
encontró la respuesta en que la organización social del mundo antiguo llevaba a desear a
las personas; un tipo de libertad de beneficios muy disímiles a los que el sistema
representativo puede dotar
Al existir una diferencia esencial entre el mundo antiguo y el moderno es que ya
no se puede disfrutar de la libertad de los primeros puesto que “consistía en la
participación activa y continua en el poder colectivo”7 y a la libertad que deben aspirar
las personas del mundo moderno es al “disfrute apacible de la independencia privada”8.
Benjamin Constant al señalar esto busca que sus contemporáneos adquieran
conocimiento de la diferencia, y de este modo dejar de adolecer de vicios que han
significado males para Francia, a su vez adjudica la causa de los mismos debido la
confusión del importante concepto de libertad.
A partir de las diferencias señaladas respecto a la libertad antigua y la moderna
es que el autor exhorta a adquirir conciencia de los peligros que conlleva esta última,
esto porque el riesgo radica en que “absorbidos por el disfrute de nuestra
independencia privada y por la búsqueda de nuestros intereses particulares,
renunciemos con demasiada facilidad a nuestro derecho de participación en el poder
político (…)”9.
Benjamin Constant va más allá, no solamente acusa vicios, esclarece
confusiones y se vale de una comparación histórica práctica, también es propositivo;
llama a una combinación de las prerrogativas de ambos tipos de libertad, ya sean civiles
o políticas. No se debe renunciar a ninguna de ellas, sin perjuicio de que los derechos
políticos hayan sufrido una contracción en la libertad moderna. Nos expresa el valor que
poseen los derechos políticos visto como un medio eficaz por el cual el hombre
perfecciona su espíritu, extiende conocimientos y desarrolla sus facultades, todo esto

7
Constant, Benjamin; “De la libertad de los antiguos comparada con la de los modernos”; Traducción
de María Luisa Sánchez Mejía; Centro de estudios Constitucionales; Valladolid; España; 1989; Pág. 4
8
Ídem
9
Constant, Benjamin; “De la libertad de los antiguos comparada con la de los modernos”; Traducción
de María Luisa Sánchez Mejía; Centro de estudios Constitucionales; Valladolid; España; 1989; Pág. 7
con miras a un fin último que vendría siendo la felicidad. Asimismo el autor nos
propone – entre otros - un accionar ideal de cómo deberían funcionar las instituciones, a
partir de ambas clases de derechos y libertades (civiles y políticos) vigorosos y
amalgamados, a saber; “Las instituciones tienen que completar la educación moral de
los ciudadanos. Respetando sus derechos individuales, cuidando de su independencia,
no turbando sus ocupaciones, deben sin embargo reafirmar su influencia sobre la cosa
pública, llamarles a concurrir al ejercicio del poder a través de sus decisiones y de sus
votos, garantizarles el derecho de control y de vigilancia a través de la manifestación
de sus opiniones, y formándoles adecuadamente en tan elevadas funciones por medio
de la práctica, darles a la vez el deseo y la facultad de satisfacerlas”10

La postura política de Constant en referencia a la querella entre los modernos y lo


antiguos.

La Querella entre los Antiguos y los Modernos, se originó en la Academia


Francesa en 1690. Originalmente esta academia se fundó a modo de regular el idioma
francés y su relación con los clásicos, pero posteriormente se fue dando un conflicto
filosófico central que giraría en torno al progreso intelectual y que irá empapando otras
esferas de la realidad, entre ellas, la política.
Según el diccionario Akal de filosofía política, en el marco de la querella entre
antiguos y modernos plasmado en el contexto de la revolución, Constant considera que
el error trágico de los jacobinos fue el querer resucitar la “libertad de los antiguos”
basada en la participación de todos en el poder político en un mundo donde la extensión
de los Estados y el desarrollo universal de las relaciones comerciales ya no permiten
mas que “la libertad de los modernos”, la cual tiene que constar con el disfrute pacifico
de la independencia privada11, y por lo tanto implicaba un error en el diagnóstico
jacobino acerca de la realidad del tiempo histórico que se estaba viviendo. Robespierre,
por ejemplo, aspiraba a recrear las virtudes públicas de la antigüedad para darle un
contenido moral a la construcción de la república moderna, sin consideración alguna a
la extemporaneidad de su propuesta, y el resultado fue una terrible dictadura. Esto
explica por qué, con posterioridad a la revolución, se asociaba la revalorización del
espíritu cívico y la vida pública con la tiranía.

10
Ibídem. Pág. 8
11
Philippe Raynaud; Stephane Rials. Diccionario Akal de Filosofía política. Ediciones Akal. 2001. Pág.
50
En la oposición entre la virtud y el comercio, se hace hincapié en el contenido
del “civismo” antiguo, más que en las diferencias entre la filosofía clásica y la de los
modernos. La superioridad de la libertad moderna se basa en que aun reconociendo la
grandeza del civismo antiguo, considera los derechos del hombre como principios
absolutamente superiores a las exigencias del Estado12.
“Sin embargo, aun cuando Constant parece oscilar entre una condena radical
de la libertad de los antiguos y una apología del apoliticismo de la vida privada, la
verdad es que busca un punto intermedio. Cree que hay que conciliar la participación
política y los derechos individuales”13.
La verdadera libertad es una mezcla óptima de lo público y lo privado, de la
participación y la no participación, de la responsabilidad cívica y de la independencia,
del activismo y del apoliticismo, de la cooperación y de la singularidad.14
Benjamin Constant indica que las constituciones garantizan la libertad
individual, pero ella es sistemáticamente violada. Este fenómeno nos muestra que no
basta el discurso de la libertad, y sus expresiones constitucionales, sino que se hace
necesario limitar el poder soberano y fortalecer los cuerpos intermedios de la sociedad
civil (Sabine). La reflexión acerca de estos dos elementos que permiten garantizar
realmente la libertad individual constituye vertientes básicas del pensamiento de
Constant.15

Conclusión.

El camino recorrido a través del pensamiento de Constant, nos ha permitido


vislumbrar ciertos elementos de su concepción de mundo, fundamentalmente en
referencia a su pensamiento político. Sobre él hemos comprendido que es un vivo
reflejo de los intereses de su tiempo y es así como en su defensa de la libertad y el
progreso de los modernos ha intentado ser un aporte en el camino del progreso, dando
cuenta de los errores y confusiones presentes en los intelectuales de su época, es en este
sentido que podemos afirmar que uno de los objetivos de la obra es “De la libertad de
los antiguos comparada con la de los modernos”, es pedagógico ya que tiene por

12
Philippe Raynaud; Stephane Rials. Diccionario Akal de Filosofía Política. Ediciones Akal. 2001. Pág.
50
13
Op. Cit. Godoy. Pág. 7
14
Holmes, Stephes. Benjamin Constant et la genèse du libéralisme moderne. Presses Universitaires de
France. París. 1994. Pág. 64
15
Op.Cit. Godoy Pág. 8
objetivo dar cuenta de los errores en el pensamiento de su periodo y así mismo sugerir
caminos y soluciones a tales problemas, llevando a sus contemporáneos al análisis de su
realidad en que viven para que en función de ella se desarrollen plenamente.
Este mejora sólo se puede lograr en razón de conseguir la máxima libertad
posible, libertad que solo puede ser comprendida desde la modernidad y en función de
las necesidades de los modernos, es así como Constant rechaza la idolatría a los
antiguos y comprende que su forma de vida no puede ser resucitada, pertenecía a otro
tiempo y a otro contexto, reflejo de sus necesidades, las cuales no se condicen con la
forma vida y necesidades de los modernos.
Esta reflexión en torno a la libertad, inserta en la querella entre lo antiguos y los
modernos, nos habla de un punto de vista interesante, en que lo antiguo no es visto
como inferior, sino que más bien como el reflejo de las posibilidades existentes en
aquella época. Es así que el acento de la reflexión se pone en comprender los errores del
presente más que a mirar al pasado buscando soluciones. Constant como buen hijo de su
tiempo comprende que la razón es la posibilitadora del progreso y sólo en cuanto a ella
el hombre puede avanzar, sus análisis históricos entorno a ellos funcionan.
Ahora, es interesante dejar cuestionamientos respecto a los problemas que nos
plantea Constant, uno de los cuales puede extrapolarse hasta nuestro presente y tiene
que ver con qué postura estamos tomando hoy en día en cuanto a al gobierno, a qué lado
de la balanza nos estamos acomodando, si a la excesiva preocupación de nuestro
intereses privados, o a la desmedida exigencia de una mayor participación en la toma de
decisiones. Sería muy interesante poder reflexionar en torno a esta problemática, ya que
podría poner de manifiesto una total vigencia de los postulados de Benjamin Constant
en el tema de la participación, el poder determinar en que punto se mezclan
óptimamente nuestro mundo público y nuestro mundo privado, nuestra responsabilidad
cívica y nuestra independencia, de tal forma que la libertad que debiésemos gozar no se
vea truncada por ninguno de ambos aspectos. Y así tampoco por lo ídolos del pasado
que no permiten ver que en nuestro presente está los problemas que determinan nuestro
futuro a seguir.

Bibliografía.
Godoy Arcaya, Oscar. Selección de textos políticos de Benjamín Constant, Estudios
Públicos. Nº 59, 1995, 431 – 439

Holmes, Stephes. Benjamin Constant et la genèse du libéralisme moderne. Presses


Universitaires de France. París. 1994.

Raynaud, Philippe; Rials, Stephane. Diccionario Akal de Filosofía Política. Ediciones


Akal. 2001

Sabine, George. Historia de la teoría política. Fondo de cultura económica. México.


1994.

Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.


Facultad de Filosofía y Educación.
Instituto de Historia

Benjamín Constant:
La función pedagógica de la historia en la política.

Cátedra: Pensamiento Político


Profesor: Marco Antonio Huesbe
Alumnos: Cesar Canales
Oscar Gajardo
Danilo Herrera
Fecha: 24 de Noviembre del 2010

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