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U2m1t2-Opinión Documentada
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La colangitis aguda es una infección potencialmente grave de las vías biliares como
consecuencia de una obstrucción al nivel de las mismas, generalmente por presencia
de un cálculo (30-70% de los casos por coledocolitiasis). La obstrucción de estas
vías y, como consecuencia, la colonización bacteriana, terminan condicionando la
aparición de una infección. Las edades mayores a 60 años, el sexo femenino y
hábitos nocivos como tabaquismo y alcoholismo son de los factores de riesgo más
importantes para presentar esta patología. Sus manifestaciones clínicas pueden ser
resumidas en la llamada triada de Charcot compuesta por fiebre, ictericia y dolor
tipo cólico en el hipocondrio derecho.
La hepatitis viral es una infección generalizada que afecta al hígado y causa
inflamación, en donde los procesos que se llevan a cabo en el hígado como
desintoxicación sanguínea, producción de hormonas, almacenamiento de vitaminas,
entre otras, se ven alterados y traen consigo graves problemas de salud al
organismo. Existen 5 microorganismos virales causantes de esta patología: virus de
la hepatitis A (HAV), virus de la hepatitis B (HBV), virus de la hepatitis C (HCV),
virus de la hepatitis D (HDV) y el virus de la hepatitis C (HCV). Tras un período
variable de incubación los síntomas y signos principales que suelen presentarse son
anorexia, náuseas, vómitos, fatiga, malestar, artralgias, cefalea, faringitis, tos,
alteraciones del olfato y gusto.
La cirrosis biliar primaria es una patología donde los conductos biliares se inflaman
y necrosan obstruyendo el flujo de la bilis, con posterior cicatrización o fibrosis del
hígado. Entre los síntomas y manifestaciones se encuentran fatiga, prurito
intermitente por las noches, hiperpigmentación en tronco y brazos, xantelasmas,
dolor óseo, ictericia, hepatomegalia, esplenomegalia, ascitis y edema. Su
epidemiología tiene un predominio en el sexo femenino de 50 años en adelante.
El cáncer de cabeza de páncreas se da frecuentemente por la presencia de un
adenocarcinoma ductal, que se presenta como masas duras diferenciadas que
obstruyen distalmente el conducto biliar común o el conducto pancreático principal.
Este adenocarcinoma tiende a infiltrar espacios vasculares, linfáticos y perineurales,
por lo que suele presentar metástasis hacia otros órganos, siendo el hígado
(metástasis que habría ocurrido en este caso clínico), el peritoneo, los pulmones y la
pleura los principales. Los síntomas y manifestaciones principales son anorexia,
pérdida de peso, malestar, triada (náuseas, ictericia, dolor epigástrico que puede
irradiar a otras regiones del abdomen). En estadios más avanzados se presenta un
evidente desgaste muscular, caquexia, hígado palpable nodular, el nódulo de
Virchow, adenopatías periumbilicales y ascitis.
De entre estas hipótesis estoy entre dos: la colangitis aguda y el cáncer de cabeza de
páncreas. La primera debido a la triada de Charcot y el rango epidemiológico de la
paciente, y la segunda debido a la posible metástasis del cáncer hacia el hígado y la
coincidencia de gran parte de la sintomatología. De cualquier manera, para poder
precisar el mejor diagnóstico posible de entre mis hipótesis es necesario llevar a cabo un
plan diagnóstico adecuado, por lo que necesitaríamos realizar distintos exámenes
auxiliares: un hemograma para detectar el recuento de leucocitos y determinar la
cantidad de hemoglobina; el perfil hepático para evaluar el estado bioquímico del
hígado y determinar así la presencia de enzimas, proteínas y bilirrubina en sangre; una
ecografía que nos permita evidenciar la presencia de alguna obstrucción biliar; y una
tomografía computarizada que ayude a visualizar si es que existe algún tumor
pancreático.
Con respecto a la fiebre que presenta el paciente, nos quedemos con el diagnóstico por
colangitis o por cáncer pancreático, en cualquiera de las dos aparecerá una infección ya
sea por la colonización bacteriana de la bilis o por una obstrucción biliar o pancreática.
El tipo de fiebre que se le atribuye a este tipo de infecciones es una fiebre aguda con
menos de 15 días de duración y sin ningún patrón ni magnitud que la diferencia, en este
caso se encuentra bien controlada debido a que cesa solamente con tratamiento
farmacológico.
BIBLIOGRAFÍA:
1. Ball, J. and Dains, J., 2019. MANUAL SEIDEL DE EXPLORACIÓN FÍSICA.
9th ed. España: Elsevier.
2. Argente H, Álvarez M. 2018. Semiología Médica: Fisiopatología, Semiotecnia y
Propedéutica. 2° edición. Buenos Aires: Médica Panamericana.
3. Harrison. and Jameson, L., 2018. Harrison Principios De Medicina Interna. 20th
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