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Religion Fenomeno Social
Religion Fenomeno Social
https://www.instec.cu/maestrias/ingenieria/Biblioteca%20virtual/01%20-
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%C3%ADa%20digital%20Filosofia/GUIA%20FILOSOFIA%20II/BIBLIOGRAFIA/BI
BLIOGRAFIA%20COMPLEMENTARIA/LA%20RELIGI%C3%93N%20COMO%20F
EN%C3%93MENO%20SOCIAL.htm de Google.
Todo ello provoca que frecuentemente las personas se interesen por saber qué es
y en qué consiste la religión, qué repercusión real tiene en la sociedad, así como
otros aspectos relacionados con este fenómeno social y sus manifestaciones en el
mundo contemporáneo.
Este aspecto suele ser el más referenciado cuando se habla de religión por cuanto
existe la tendencia a identificar a esta con determinadas instituciones religiosas.
Así, cuando nos remitimos al catolicismo como religión tiende a establecerse una
referencia inicial con la Iglesia, el Vaticano, el Papa y el sacerdocio católico.
¿Existe algo común a toda religión en lo relativo a la conciencia religiosa?. Sí, ese
elemento común existe y es a nuestro entender el elemento esencial, el criterio
distintivo que caracteriza a toda religión. Es la fe en lo sobrenatural.
RELIGIÓN Y RELIGIOSIDAD.
Aun cuando en una sociedad determinada exista más de una religión importante
(aspecto por lo demás muy común) o incluso la mayoría de la población
correspondiente no sea religiosa o no profese una religión predominante, se
evidencian las implicaciones de la interacción de la religión en el todo de la cultura
de que se trate.
Pero lo anterior no niega que los aspectos religiosos sean condicionantes de otros
sociales. Así la cultura humana, en cada época y lugar, pueden asumir y asume,
religiosa o extrareligiosamnete, elementos significados y contenidos provenientes
de la religión.
Son comunes las fiestas populares y ceremonias “profanas” que tienen su origen
en celebraciones religiosas.17
La lucha contra los males sociales en todas las épocas ha tenido que asumir
criterios, posiciones y actitudes contradictorias e incluso son hostiles las
“santificadas” por las doctrinas religiosas “oficiales” entronizadas en el poder.
De igual forma Lenin valora la religión y su papel: “La es el opio del pueblo. La
religión es una especie de aguardiente espiritual de mala calidad, en la que los
esclavos del capital ahogan su figura humana, hunden sus reivindicaciones de una
vida digna del hombre.”27
Esta crítica leninista a la religión parte de la valoración del rol histórico jugado por
las instituciones religiosas y en especial, la Iglesia Ortodoxa Rusa, a cuya cabeza
se encontraba el propio Zar, como medios oficiales de sostenimiento del pueblo
ruso y de otros pueblos sometidos al imperio. Tal crítica a la religión como religión
institucionalizada al servicio de los explotadores, se evidencia cuando afirma: “la
religión enseña resignación y paciencia en la vida terrenal a quienes trabajan y
pasan necesidades toda la vida consolándoles con la esperanza de recibir la
recompensa en el cielo. Y a quienes viven del trabajo ajeno, les enseña caridad en
la vida terrenal, ofreciéndoles una absolución muy barata de su existencia de
explotadores y vendiéndoles a precios módicos pasajes al bienestar celestial”,28 e
igualmente sucede con otros pasajes de su obra.29
Pero lo anterior no autoriza a afirmar que la oposición de los clásicos del marxismo
a la religión fuera absoluta e incircunstancial.
Para el Estado, apuntaba, es y debe ser un asunto privado. “Toda persona debe
tener plena libertad de profesar la religión que prefiera o de no reconocer ninguna,
es decir, de ser ateo, como lo es habitualmente todo socialista. Es intolerable en
absoluto cualquier diferencia de sus creencias religiosas. En los documentos
oficiales debe ser suprimido por completo incluso la menor alusión a una u otra
religión de los ciudadanos.”31
En su explicación a tal problemática apunta que le Partido, que debe aglutinar las
fuerzas para hacer la revolución y construir la nueva sociedad, no se puede excluir
de las mismas a los sectores religiosos proletarios y populares en general, que
son por lo regular la mayoría.
El segundo punto de vista importante está dado por el hecho de que “la unidad de
esta verdadera lucha revolucionaria de la clase oprimida por crear el paraíso en la
tierra tiene para nosotros más importancia que la unidad de criterios de los
proletarios acerca del paraíso en el cielo”,34 y por tanto la contradicción “filosófica”
que existe entre el materialismo y religión se subordina a la unidad de acción y
pensamiento de los sectores más revolucionarios del proletariado y sus aliados de
clase por enfrentas los males de la sociedad de explotación y por construcción de
la nueva sociedad. “He ahí por qué no proclamamos ni debemos proclamar
nuestro ateísmo en nuestro programa; he ahí por qué no prohibimos ni debemos
prohibir el acercamiento a nuestro partido a proletarios que conservan todavía uno
u otros vestigios de los viejos prejuicios. Propagaremos siempre nuestra
concepción científica del mundo, necesitamos luchar contra la inconsistencia de
unos u otros ´cristianos´, pero esto no significa en modo alguno que debamos
colocar el problema religioso en un primer plano, que no le corresponde, ni mucho
menos; que debamos admitir la división de las fuerzas de la lucha verdaderamente
revolucionaria, económica y política en aras de opiniones o desvaríos de tercer
orden, que pierden rápidamente importancia política y son arrojados con no menos
rapidez al desván de los trastos viejos por la propia marcha del desarrollo
económico.”35 Esta idea es retomada en otros momentos de la obra del gran
revolucionario ruso, y continuamente ratifica que “debemos no sólo admitir, sino
traer sin falta al Partido Socialdemócrata a todos los obreros que conservan la fe
en Dios; somos enemigos incondicionales de la misma forma a sus creencias
religiosas, pero los atraemos para educarlos en el espíritu de nuestro programa y
no para que luchen activamente contra él”.36
Tal situación puso en evidencia cualquier intento de clasificar a los hombres solo
por sus ideas cuando lo más significativo resulta su integración y participación en
los movimientos y conflictos sociales propios de su época.
La reflexión entonces del papel social de la religión debe tener en cuenta esta
regularidad. Si a pesar de los intentos de manipular los sentimientos honestos de
los creyentes por parte de los sectores reaccionarios de la sociedad y de las
implicaciones enajenantes de ciertas posiciones religiosas, especialmente
irracionales y fanáticas, la mayoría de los participantes en los grandes sucesos de
la historia y en la resultante progresiva de la misma son y han sido religiosos;38 si
a pesar de las intenciones de religiosos, y también, por qué no, de ateos
reaccionarios, entre los representantes más avanzados y consecuentes del
pensamiento y la obra revolucionarios del mundo se encuentran y se han
encontrado también religiosos;39 si a pesar de las orientaciones e indicaciones de
las jerarquías eclesiásticas comprometidas con la reacción, numerosos religiosos,
inclusive miembros del clero y de la propia jerarquía, han actuado
consecuentemente en la historia, entonces tiene sentido afirmar que la religión no
es necesariamente el opio del pueblo.
Es precisamente en esta entrevista en la que Fidel nos ofrece una reflexión sobre
el carácter relativo e histórico de la frase usada por Marx y Lenin de “la religión es
el opio del pueblo”,46 de las consideraciones importantes en torno a la posibilidad
de ser marxista sin dejar de ser cristiano47 y del ingreso de creyente a las filas del
PCC.48
Estas ideas manejadas entonces por Fidel en su entrevista con Frei Betto, se
hacen posibles a partir de la realización del IV Congreso del PCC, que valida la
posibilidad de ingreso al mismo de los más revolucionarios sin distinguir entre
creyentes y ateos.
8- “No es el catolicismo el que implica al feudalismo sino, por el contrario, son las
relaciones feudales las que condicionan la existencia de una religión centralizada
que asumiera el monopolio ideológico-cultural de la sociedad”
10- DÍAZ GARCÍA, W.: Mahoma y los árabes, Editorial de Ciencias Sociales, La
Habana, 1990, pp. 203-236.
12- ENGELS, F.: Prólogo a la tercera edición de la obra de Marx “El Dieciocho
Brumario de Luis Bonaparte”, en Obras Escogidas, Ed. Progreso, p.94.
17- Los carnavales, las parrandas de las poblaciones del centro-norte de Cuba, la
Navidad, el Día de Reyes.
18- La cruz que se utiliza como adorno corporal o como remate de las tumbas en
los cementerios.
21- Así el lunes rememora a la Luna como deidad, el martes a Marte, el miércoles
a Mercurio, el jueves a Júpiter, el viernes a Venus, el sábado a Saturno y el
domingo es el Dominus dei, día de Dios, y en otros idiomas, como el inglés, es el
Sunday, día del Sol.
22- El calendario cristiano u occidental que sitúa como punto cero el nacimiento de
Cristo, de la misma forma que el musulmán empieza con la Égira o salida de
Mahoma de La Meca, etcétera.
24- Al respecto téngase en cuenta las opiniones de Engels sobre los blanquistas:
“Literatura emigrante”, en MARX y ENGELS: Sobre la religión, ed. cit., pp.123-
124; o en “Anti-Duhring” en la misma obra, pp. 127-129.
25- Marx, C.: “Crítica a la Filosofía del Derecho de Hegel”, en Marx y Engels:
Sobre la Religión, Ed. Política, La Habana, 1963, p. 38.
28- Ibídem, p. 5.
29- LENIN, V. I.:“Actitud del Partido Obrero ante la religión “, en ob. cit. p. 18.
32- SUJÓV, A.D.: Las raíces de la religión, Editorial Ciencias Sociales, La Habana,
1972, pp.11-103.
34I- bídem, p. 9.
35- Ídem.
36- LENIN, V. I.: “Actitud del Partido Obrero ante la religión “, en ob. cit. pp.24-25.
37- MISOV, N.: Teoría marxista leninista de la religión y el ateísmo,t. II, Academia
de Ciencias Sociales y Gestión Social. CC PC Búlgaro, Sofía, 1983, pp. 144-171.
38- Cabría preguntarse, por poner sólo el caso de Cuba, cuántos mambises,
cuántos luchadores contra la tiranías pseudorrepublicanas o de la gesta
revolucionaria del Moncada, el Granma, la Sierra y la clandestinidad, cuántos
combatientes de la lucha contra bandidos, cuántos internacionalistas cubanos
cumplieron con sus deberes revolucionarios siendo indiferentemente ateos o
religiosos.
41- BACHMAN, S.: “Las comunidades de base y los sacerdotes ligados al pueblo;
el actual proceso revolucionario de los países latinoamericanos” en Concepciones
burguesas y pequeño-burguesas acerca del desarrollo social y del proceso
revolucionario en América Latina, Rostock, Wilhelm-Pieck-Universitat, 1985, pp.
27-30.
42- CASTRO RUZ, FIDEL:”Intervención en Plenaria Nacional de los círculos
sociales obreros. Diciembre de 1960, en Obra Revolucionaria, La Habana,
Imprenta Nacional de Cuba, 17 de diciembre de 1960, pp. 6-32.
45- FREI BETTO, E.: Fidel y la religión, Oficina de Publicaciones del Consejo de
Estado, La Habana, 1985.