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Laysha Cuevas, Matricula: 100660104

¿Fe o razón?

La fe, es el motor vivificante para la raza humana. Fe en lo que se hace, fe en


el arduo trabajo, fe en el conocimiento, fe en los vínculos emocionales con
agentes externos, fe en mi. Pero ¿Qué e la fe? ¿es la fe de procedencia santa
o meramente humana? ¿Qué define de mi la fe? Además, sin olvidar una de
las preguntas más impactantes en pleno siglo XXI: ¿fe o razón? El presente
ensayo pretende desatar en mediana medida las dudas que, personalmente
considero existenciales; a cerca de la fe, la razón y la creencia en algo o
alguien superior.

El desarrollo de lo anterior mencionado es basando en la temática de la


película cristiana A prueba de la fe, además anexando a diferentes autores a
favor y en contra de lo mencionado en la anterior película.

La película a prueba de fe desata varias incertidumbres que hoy en día


realmente afecta la forma en la que el ser humano del mundo y más importante
aún, el despliegue de la verdad acerca la procedencia humana. Tanto al mundo
moderno como el mundo antiguo se ha visto divididos por dos verdades
contundentes sabiendo que coma el hombre tiene la distinguida capacidad de
razonar, pensar, de poder elegir como razonamos punto, además presenta
necesidad de confiar, y creer en algo, en alguien o en sí mismo y eso viene
determinando la fe. Como base fundamental se puede describir qué esas dos
cuestiones son ciertas y válidas desde cualquier punto de vista.

Si la Razón debe o no ser considerada como autosuficiente depende de lo que


se entienda por Razón. Estricta y técnicamente, la Razón es una facultad no de
hechos sino de principios y relaciones. Al margen de sus propios recursos no
puede establecer qué hechos existen; pero si le es dado un hecho, es capaz de
inferir otro, y se supone que mediante ciertos principios que posee, es capaz de
establecer con anticipación qué relaciones deben tener unos hechos con otros,
que las causas, por ejemplo, deben preceder y no seguir a sus efectos, y otras
parecidas.

La cuestión religiosa es del todo una cuestión fáctica. ¿Existe o no un Dios?


¿Se encuentra el mundo realmente conducido por sus fuerzas más altas o por
las más bajas? Sentir que las cosas son más altas o bajas, pero confesar que
las cosas más elevadas carecen de potencia, sería una conclusión irreligiosa.
Si hubiera un Dios, la Razón podría ser teísta y decir que existimos junto a él, o
panteísta y decir que somos parte de él; pero la Razón tan sólo puede inferir
que exista un Dios a partir de los hechos de la experiencia, de su naturaleza en
cuanto que necesitan una causa, o del propósito que manifiestan.

Si entendemos la Razón en este sentido estricto de una facultad de inferencia,


nada es más notable que su insuficiencia para extraer conclusiones religiosas
con una base sólida. Los hombres del mundo podrían decir probablemente que
la Fe se encuentra implícita en las conclusiones de ambos. Su Razón señala la
entrada y su Fe entra. La Fe emplea una lógica completamente distinta de la
lógica de la Razón. La Razón exige certeza y finalidad para sus conclusiones.
La Fe se conforma si las suyas parecen probables y casi juiciosas.

La forma de la Fe es algo así: Si consideramos una determinada visión del


mundo, siente que "Es adecuada para ser verdadera"; "estaría bien
si fuera verdadera, tendría que ser verdadera; podría ser verdadera; puede ser
cierta", dice, "debería ser verdadera” continua; "Será verdadera", concluye,
"para mí; esto es, voy a considerarla como si fuera cierta en lo que a mi
advocación y acciones concierne".

Obviamente, ésta no es una cadena intelectual de inferencias, como


las sorites de los libros de lógica. Podría llamarse si ustedes quieren, la
"escalera de la fe"; pero, le llamen como le llamen, es la clase de pendiente en
la que vivimos habitualmente. Nuestras conclusiones sobre cualquier asunto
complejo no pueden ser mas que probables. Empleamos nuestros
sentimientos, nuestra buena voluntad, en juzgar dónde reside la mayor
probabilidad, y cuando nuestro juicio ya está conformado, volvemos
prácticamente la espalda a las posibilidades más pequeñas, como si éstas no
estuvieran ahí. La probabilidad, como saben, es matemáticamente expresable
mediante una fracción. Sin embargo, rara vez
podemos actuar fraccionadamente -media acción no es acción (¿cuál es la
utilidad de medio asesinar a nuestro enemigo? -mejor si no lo tocamos en
absoluto); para los propósitos de la acción equiparamos la idea más probable a
1 (o certeza) y consideramos otras ideas como cero.

Llegados a este punto los defensores de la autosuficiencia de la Razón pueden


seguir una de las dos direcciones, pero no ambas. Pueden aceptar la escalera
de la fe y adoptarla, pero llamándola al mismo tiempo un ejercicio de Razón. En
este caso cierran la controversia mediante una definición verbal, lo que
equivale a una capitulación material frente a la facción opuesta.

Relación entre religión y filosofía

Es frecuente distinguir entre la filosofía de la religión y la filosofía religiosa. La


primera refiere al pensamiento filosófico sobre la religión, que puede ser
llevado a cabo por creyentes y no-creyentes por igual, mientras que la segunda
alude a la filosofía inspirada y guiada por la religión, como la filosofía cristiana y
la filosofía islámica.

Siempre ha existido un combate despiadado entre la Razón y la Fe. Algunos


teólogos intentaron convertir la Filosofía en sierva de la Teología, y los
científicos limitar la Razón a la verdad experimental. Sin embargo, el nuevo
cristianismo liberador y el pensamiento teológico actual buscan armonizar, la
racionalidad con el sentimiento de la fe. En este sentido, la obra filosofía de
la religión, es un valioso ejemplo de esta nueva tendencia. Aranguren,
Bergamín, Lacroix, Mounier, son los precursores de este renacimiento
filosófico, humanista, del cristianismo. Esta obra sabia, enciclopédica,
constituye una visión integradora de la problemática religiosa contemporánea.
El profesor José María Valverde, en su ensayo sobre Kierkegaard, sostiene
que el pensador danés luchó contra la filosofía para purificar el cristianismo de
la razón pura, y como siempre pretendía ser cristiano combatió a una Iglesia
protestante que deforma la pureza del mensaje evangélico. Por esta razón trata
de salvar al individuo del propio cristianismo dogmático, esclavizador.

Ser lo que se dice, respaldar la palabra con la existencia personal, es la


autenticidad, lo que implica en cierto sentido la renuncia al yoísmo (las
personas que, de alguna manera, se creen el centro del universo y creen que
sus propias opiniones o intereses son más importantes que los de los demás.).
"De ahí su ataque a los prelados y profesores de teología, disfrutadores de una
vida fácil y regalada a costa de predicar a Cristo". Las etapas en el camino de
la vida llevan, según Valverde, al individuo cristiano colectivizado o,
universalizado a un Nosotros esperanzador. El problema será amar al prójimo.
Es el salto difícil a la alegría final.

También se dice la religión como la filosofía, cada una, constituye la


continuación a la otra, son importantes y necesarias para el ser humano por su
recíproca relación. Ya que la filosofía se ocupa de la parte lógica y razonable
del pensamiento humano, mientras la religión se encarga de la parte espiritual
de su vida.

Por,último, Ramón Panikkar analiza la religión del futuro, que concibe como
una religación., cohesión de todas las esferas de la realidad y la vida, sin estar
sujeta a ninguna institución. El vínculo es el espíritu que llena por completo la.
faz de la tierra. La conclusión final y profunda coherencia de esta obra sobre la
filosofía de la religión sitúa la Trascendencia en el hombre y sus raíces en el
cosmos viviente.

Sin embargo, pueden considerarse dentro del análisis filosófico de la religión,


cuestiones basadas en la estructura de todas las religiones; a modo de
comparación entre cada una, en proporción con temáticas que abordan
interrogantes sobre la perfección y el sentido de la existencia en relación con
un cosmos perfecto y por tanto un ente perfecto que los creó. De ahí que
pueden considerarse dentro de las diferentes religiones otras manifestaciones
de la filosofía de y sobre la religión, conforme a doctrinas orientales como el
hinduismo y el budismo, interesados fuertemente en la idea de un todo
absoluto, una esencia que lo reviste todo; por cuanto crea esperanza y
despierta el interés humano en el desarrollo de una dimensión más espiritual.

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