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Noviembre

2019 ETICA Y
RESPONSABILIDAD
SOCIAL
ETICA EN LA CONTADURIA PUBLICA


Introducción.
El propósito del proyecto es investigar y documentar la ética del ejercicio
profesional de tu licenciatura y resolver a partir de ello diversos dilemas éticos que
son recurrentes en el mundo laboral. Considera los recursos proporcionados
previamente; además, indaga en internet sobre los principios éticos y la
deontología que rigen el ejercicio profesional de LA LICENCIATURA QUE ESTÁS
CURSANDO.
Al llevar estos conceptos al campo de la actividad laboral, es factible pensar
en una ética profesional, entendida como los preceptos que permiten obrar de
manera correcta.
Aquiles Menéndez -en su obra Ética Profesional- define esto como: “La
ciencia normativa que estudia los deberes y los derechos de los profesionistas en
cuanto a tales.” En consecuencia, el desarrollo de cualquier oficio debe estar
mediado por un “deber hacer”, determinado por los principios y valores
socialmente aceptados, ya que el resultado de cualquier trabajo siempre tiene
consecuencias -negativas o positivas- para un tercero en particular o para la
sociedad en general.
PRINCIPIOS ETICOS EN LA CONTABILIDAD.
¿Qué es la ética?
Es una racionalización del comportamiento humano. Son un conjunto de
principios o enunciados dados por la luz de la razón y que iluminan el camino
acertado de la conducta.


¿Por qué es importante la ética en la profesión contable?
El contador es como el depositario de la confianza pública, da fe, cuando
suscribe un documento que expresa opinión sobre determinados hechos
económicos, pasados, presentes y futuros.
El contador tiene un papel importante en la sociedad. Los inversionistas,
acreedores, empleadores y otros sectores de la comunidad de negocios además
del gobierno, público en general y todo aquel que tenga movimientos financieros,
confían en los contadores para tener una sólida información financiera. La actitud y
comportamiento de ellos al proporcionar varios servicios, tiene un impacto en el
bienestar económico del país.
Principios éticos del Contador.
INTEGRIDAD-. El contador público deberá mantener incólume su integridad
moral en el ejercicio profesional. De el se espera: rectitud, honestidad, dignidad y
sinceridad en toda circunstancia.
OBJETIVIDAD-. Para el contador público, objetividad representa:
imparcialidad desinterés y actuación sin prejuicios en todos los asuntos que
corresponden al campo de su actuación profesional.
INDEPENDENCIA-. El contador publico en el ejercicio profesional deberá
tener y demostrar absoluta independencia mental y de criterio con respecto a todo
interés que pudiera considerarse incompatible con los principios de integridad y
objetividad, junto a los cuales la independencia de criterio es esencial.
COMPETENCIA Y CUIDADO PROFESIONAL-. El contador deberá contratar
solamente trabajos para los cuales el o sus asociados cuenten con la capacidad
necesaria para que los servicios comprometidos se realicen satisfactoriamente, El
contador actuara con la intención, cuidado, diligencia de un profesional responsable
consigo mismo y con la sociedad, asumiendo siempre una responsabilidad personal
indelegable por sus trabajos.
CONFIDENCIALIDAD-. Tiene la obligación de guardar el secreto profesional,
no revelado por ningún motivo las circunstancias de que tenga conocimiento durante
el curso de la presentación de sus servicios profesionales, a menos que exista la
obligación o el derecho legal o profesional para hacerlo.
OBSERVANCIA DE LAS NORMATIVAS-. El contador debe realizar su
trabajo cumpliendo las normas técnicas establecidas y profesionales promulgadas
por la federación internacional de contadores. Además, deberá observar las
instrucciones recibida de sus clientes o de los funcionarios competentes del ente
que requiere sus servicios.
DIFUSION Y COLABORACION-. El contador tiene la obligación de contribuir,
de acuerdo con sus posibilidades personales, al desarrollo superación y
dignificación de la profesión.
COMPORTAMIENTO PROFESIONAL-. El contador público deberá
abstenerse de realizar actos que afecten negativamente la reputación de la
profesión para ello debe tener siempre presente que la sinceridad, buena fe y lealtad
para y/o sus colegas, son las condiciones básicas para el ejercicio libre y honesto
de la profesión.

Deontología del Contador Público.

Deontología es la ciencia que estudia los actos morales y éticos de grupos


de profesionales que actúan, de acuerdo con ciertas normas, reglas o criterios
correctos, sobre todas las funciones privativas de cada tipo de profesionales.

Dentro de las actividades cotidianas que se desarrollan en el ámbito


profesional del Contador Público, cuando lleva a cabo trabajos con sus clientes,
siempre será importante que se cumpla con la normatividad relativa a los postulados
de ética profesional, establecidos en el código de ética promulgados por el Instituto
Mexicano de Contadores Públicos, o bien, la Asociación Mexicana de Contadores
Públicos, dos instituciones que fungen como federaciones de Contadores Públicos
a nivel nacional, tanto para aquellos que se encuentran afiliados a una u otra y
porque no, también para aquellos que no están afiliados a éstas.

Por lo tanto, un código deontológico profesional para los contadores públicos,


será aquel sobre el cual se establecen los criterios mínimos de ética y moral en el
cual deberán basar su actuación, con el fin de no dañar o lesionar a los usuarios de
su servicios, como lo son los propios contribuyentes, las autoridades que son ante
quienes tienen que cumplir una serie de obligaciones fiscales, ante los socios de las
empresas o posibles inversionistas, ante los trabajadores, proveedores, acreedores
entre otros.

En el presente documento se pretende establecer un breve decálogo que


puede ser de utilidad para los contadores públicos, sobre su forma de actuar en pro
de quien contrata sus servicios profesionales, independientemente de los
postulados establecidos en los propios códigos de ética profesional.

Decálogo del Contador Público.


1.- Dignificar la profesión del Contador Público, con una buena actuación ante
quien contrata sus servicios.
2.- Guardar el secreto profesional no dando a conocer información a otras
personas no autorizadas sobre datos que conozca de las empresas a quienes
presta sus servicios.
3.- Mantenerse actualizado, en todas las áreas que sean indispensables para
poder ejercer correctamente su trabajo.
4.- Responder ante quienes corresponda por su actuación correcta o
incorrecta.
5.- Actuar con imparcialidad cuando tenga que emitir algún tipo de juicio o
dictamen sobre la información que revisa.
6.- Ser sincero al aceptar un trabajo para el cual este o no capacitado,
haciéndoselo saber a los clientes.
7.- Mostrar su lealtad hacia quien paga por sus servicios.
8.- Respetar el propio código de ética profesional al cual se debe.
9.- No firmar documentos para los cuales no esté autorizado o capacitado.
10.- Invitar a sus clientes a actuar siempre con la verdad, inclusive cuando
se trate del pago de contribuciones elevadas, siempre y cuando sean las justas.

Evolución del código de ética del Contador Público.


Desde la formación de los gremios que agrupaban a miembros de oficios o
profesiones comunes y que procuraban perfeccionar y transmitir sus conocimientos
mediante las figuras del aprendiz, oficial y maestro, se reconoció la necesidad de
establecer normas que regularan la conducta de sus miembros con la finalidad de
evitar el manejo amoral de la profesión
Para la Contaduría Pública en México, ya en 1925, a dos años de haberse
creado el Instituto de Contadores Públicos Titulados de México —antecedente del
Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP)— se estableció un Reglamento
de Ética Profesional que constaba de veintidós artículos. Para 1955, ya con su
denominación actual, el Instituto actualiza ese reglamento y es llevado a treinta y un
artículos que son agrupados en seis capítulos:
Alcance e interpretación.
Relaciones con el público en general.
Relaciones con la clientela.

Relaciones entre Contadores.


Relación con la profesión.
Sanciones.
Producto de los cambios en la práctica de la profesión y con la finalidad de
proporcionar mayor formalidad a las normas éticas de la Contaduría, en el año de
1968 se establece el Código de Ética Profesional (CEP) —primera edición—, el cual
se encontraba formado por cuarenta y seis artículos, también agrupados en seis
capítulos, dos de los cuales son renombrados:
“Relaciones entre Contadores” cambia a “Relaciones entre Contadores Públicos y
con otros profesionales”.
“Relación con la profesión” cambia a “Publicidad”.

En 1976 se actualiza el Código y se publica la segunda edición, una novedad


importante en esta es que se incluyen como planteamientos básicos doce
postulados, además, se le incorpora un artículo, pasando a un total de cuarenta y
siete; de igual forma, se vuelve a modificar la estructura capitular reduciéndolos a
cinco, quedando los siguientes:
Normas generales.
Del Contador Público como profesional independiente.
Del Contador Público como profesional dependiente.
Del Contador Público en la enseñanza.
Sanciones.
La tercera edición del Código entró en vigor en 1979, contemplando 56
artículos y modificando el nombre de los postulados III y IV para quedar: “Calidad
profesional de los trabajos” y “Preparación y calidad del profesional”,
respectivamente; también se modifican los nombres de los capítulos tres y cuatro,
para definir la estructura capitular que permanecería vigente hasta la octava edición:
Normas generales.
Del Contador Público como profesional independiente.
Del Contador Público en los sectores público y privado.
Del Contador Público en la docencia.
Sanciones.
Esta versión ha sido, hasta ahora, la que más tiempo ha tenido vigencia, pues
fue modificada hasta 1999 —veinte años después— con la entrada en vigor de la
cuarta edición que incluía sesenta artículos.
El dinamismo en el ambiente de los negocios y la ampliación de los servicios que
los Contadores Públicos ofrecen, también se han reflejado en los cambios a las
normas éticas del IMCP, pues en lo que va del siglo han sido cinco las ediciones del
Código que se han emitido. En el año 2001, la quinta edición inicia su vigencia y
comprende sesenta y tres artículos; ya para el año 2005 aparece la sexta edición
que lleva el articulado a un total de sesenta y siete disposiciones, que son ampliadas
a setenta en el año 2006 con la incorporación de la séptima edición.
Con la entrada en vigor de la octava edición, en el año 2009, es incorporada una
gran innovación al adicionarse al cuerpo del Código una guía de ejemplos para el
Contador Público Independiente; de forma paralela se reconocía que para atender
los compromisos internacionales asumidos con la Federación Internacional de
Contadores (IFAC), esta edición se complementaba con el Código modelo
establecido por ese organismo internacional y mantenía la estructura de postulados,
capítulos y articulado heredada de las versiones anteriores, pero llegando a setenta
y cinco artículos.

En el año 2010, durante la vigencia de la octava edición del CEP, el Comité


Ejecutivo Nacional del Instituto Mexicano de Contadores Públicos, determinó la
adopción, a partir de enero de 2012, de las Normas Internacionales de Auditoría
(NIA) emitidas por IFAC. Esta decisión implicó, en consecuencia, modificaciones en
la normatividad prevista en el Código de Ética del IMCP, procurando alinearlo al
Código de Ética Internacional emitido por la IFAC, y es vigente a partir de enero de
2011. Partiendo de esa disposición, se adecuó el uso de términos propios del
contexto nacional, suprimiéndose aquellos no aplicables y, por otro lado,
incorporando disposiciones que por tradición permanecían en el propio Código del
Instituto o que tenían la finalidad de hacerlo más riguroso. De este modo, surge la
novena edición del Código de Ética Profesional, que entró en vigor a partir del 1 de
octubre de 2012.

Con esta adecuación, el CEP pasa de los setenta y cinco artículos contenidos
en la edición anterior a cuatrocientos veintiuno en la actual. Si bien el Código
internacional agrupa los artículos en tres partes:
A-Aplicación General del Código.
B-Profesionales de la Contabilidad en Ejercicio.
C-Profesionales de la Contabilidad en la Empresa.
El del IMCP los renombra empleando términos propios y agrega dos apartados más,
por las razones señaladas en el párrafo anterior, para quedar como sigue:
A-Aplicación General del Código.
B-Contadores Públicos en la práctica independiente.
C-Contadores Públicos en el sector público y privado.
D-Contadores Públicos en la docencia.
E-Sanciones.

El planteamiento general del nuevo ordenamiento gira en torno a tres figuras


sustantivas:
Principios fundamentales.
Amenazas.
Salvaguardas.
El nuevo Código establece en la parte “A” el esquema conceptual en el que
se definen los principios fundamentales como aquellas reglas básicas de conducta
que debe seguir el Contador Público y que son:
Integridad.
Objetividad.
Diligencia y competencia profesional.
Confidencialidad.
Comportamiento profesional.
En el ejercicio profesional del Contador Público, estos principios, se
encuentran bajo hechos o circunstancias que ponen en riesgo su cumplimiento, a
los cuales se denomina “amenazas”, clasificadas en cuatro tipos:
De interés personal.
De interceder por el cliente.
De familiaridad.
De intimidación.
Y el tercer elemento sustantivo del Código está representado por las
“salvaguardas”, que son justamente las acciones u otras medidas que pueden
eliminar o reducir las amenazas a un nivel aceptable.
Como podrá inferirse, las partes B, C y D se refieren a las amenazas específicas a
los “principios fundamentales”, a que se encuentran expuestos los Contadores
Públicos en el ejercicio de cada actividad en que se desarrollan y, por
correspondencia, a las salvedades aplicables en su caso.
A la luz de estos cambios, resulta imperativo que los Contadores Públicos se
identifiquen y familiaricen con el nuevo planteamiento que ofrece el Código de Ética
Profesional con la finalidad de promoverlo, ser garantes de su cumplimiento y
contribuir a dignificar a nuestra profesión.

Inventario Conceptual.
Inversionistas-. Persona física o moral que destina parte o la totalidad de
sus Recursos a la adquisición de títulos- Valor, con el fin de obtener
un Ingreso regular o realizar una Ganancia de Capital. El factor seguridad es
primordial en la selección de los títulos- Valor que se decida adquirir.
Acreedores-. Un acreedor es una persona, física o jurídica, que ha entregado
un crédito o un bien material a otra persona (deudor) y espera recibir un pago a
cambio.
Empleadores-. es, en un contrato de trabajo, la parte que provee pago de una
remuneración o salario. La otra parte del contrato se denomina «trabajador» o
empleado.
Información Financiera-. es información que produce la contabilidad indispensable
para la administración y el desarrollo de las empresas y por lo tanto es procesada
y concentrada para uso de la gerencia y personas que trabajan en la empresa
Incólume-. Que no ha sufrido daños.
Contribuyentes-. En el ámbito de las obligaciones fiscales y pago de impuestos, el
contribuyente es la persona física o jurídica que soporta la carga del impuesto,
pero no necesariamente es el obligado al pago del impuesto a la Hacienda
Pública.

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