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Para otros usos de este término, véase Túpac Amaru.
Túpac Amaru II
1780-1781
Familia
Índice
1Infancia y juventud
2Sublevación
o 2.1Captura y ejecución
3Mesianismo de Túpac Amaru II
4Reconocimiento
o 4.1Siglos XX y XXI
5Ancestros
6En la ficción
7Música
8Bibliografía
9Referencias
o 9.1Libros y publicaciones
10Enlaces externos
Infancia y juventud[editar]
José Gabriel Condorcanqui ("tú eres un cóndor" en quechua)7 nació el 19 de
marzo de 1738 en la localidad de Surimana, provincia de Canas (Cuzco - Perú).
Fue hijo de Miguel Condorcanqui Usquiconsa y Carmen Rosa Noguera
Valenzuela.8 Su padre fue curaca de tres pueblos en el distrito de
Tinta: Surimana, Pampamarca y Tungasuca, cargo que heredó José Gabriel.7
Durante su infancia vivió en Surimana, pero acompañaba a su padre en sus viajes
a lo largo del distrito y más lejos mientras este cumplía sus deberes como curaca y
ejercía su oficio de mercader. Estas expediciones continuaron cuando José
Gabriel se hizo mayor de edad y asumió el puesto y la profesión de su padre.9
Su educación inicial quedó a cargo de los padres López de Sosa y Rodríguez. Por
su condición de indígena noble estudió en el prestigioso colegio San Francisco de
Borja del Cuzco, dirigida por la orden de los jesuitas para los hijos de los curacas.9
Posteriormente, estudió en la Universidad de San Marcos.10 Dominaba el
quechua, castellano y latín, destacando entre sus lecturas los Comentarios
Reales del Inca Garcilaso de la Vega, las Siete Partidas de Alfonso el Sabio,
las Sagradas Escrituras, el drama quechua Apu Ollantay, así como posterior y
clandestinamente textos de Voltaire y Rousseau, en aquella época censurados.
El 25 de mayo de 1758, contrajo matrimonio con Micaela Bastidas Puyucahua con
quien tuvo tres hijos: Hipólito, Mariano y Fernando (todos apellidados
Condorcanqui Bastidas); seis años después de su matrimonio fue
nombrado cacique de los territorios que le correspondían por elemental herencia.
Condorcanqui fijó su residencia en la ciudad del Cuzco, desde donde viajaba
constantemente para controlar el funcionamiento de sus tierras.
Como curaca, José Gabriel mantenía derechos sobre la tierra. También tenía
intereses en la pequeña minería y campos de coca en Carabaya, al sur, y poseía
varias casas y una pequeña hacienda.9 Heredó 350 mulas de su padre, las que
usaba para trabajar el circuito Cuzco-Alto Perú, la ruta de comercio que
ligaba Lima y Cuzco con las sumamente importantes minas de Potosí. Las
personas lo reverenciaban por su herencia inca y, de acuerdo con muchos, por
sus educadas maneras y su disposición a defender al campesino pobre.9
Debido a sus prósperas actividades económicas, empezó a sufrir la presión de las
autoridades españolas quienes lo sometían al pago de prebendas, en especial por
presión de los arrieros que vivían en la región de la cuenca del Río de la Plata,
quienes intentaban tener el monopolio del tránsito de mineral por el Alto Perú.
A finales de la década de 1770, la apertura de Buenos Aires al comercio del Alto
Perú acabó con el monopolio comercial de Lima y significó una mayor
competencia para los productores del Cuzco que vendían sus mercancías en
Potosí y tenían que competir con las de Buenos Aires e, incluso, los de España.
Por otro lado, la extendida sobreproducción a lo largo de los Andes empujó los
precios a la baja. Mas aún, en los años 1778 y 1779, un clima extremadamente
frío dañó las cosechas y dificultó los viajes. En 1780, Túpac Amaru, quien también
experimentó esta crisis, tenía considerables recursos pero, del mismo modo,
numerosas deudas. También fue testigo del malestar económico y oyó hablar de
él a diferentes autores, desde mercaderes al borde de la bancarrota hasta
comunidades que no podían solventar la creciente carga fiscal.11
Condorcanqui vivía la situación típica de los curacas: tenía que mediar entre el
corregidor y los indígenas a su cargo. Sin embargo, se vio afectado, como el resto
de la población, por el establecimiento de aduanas y el alza de las alcabalas.
Realizó reclamos sobre estos temas pidiendo también que los indígenas fueran
liberados del trabajo obligatorio en las minas, reclamos dirigidos por las vías
regulares a las autoridades coloniales en Tinta, Cusco y después en Lima,
obteniendo negativas o indiferencia.
Además, adopta el nombre de Túpac Amaru II, en honor de su antepasado Túpac
Amaru I, el último Inca de Vilcabamba, buscando que se le reconociera su linaje
real inca por lo cual siguió por años un proceso judicial en la Audiencia de Lima,
por el reconocimiento del título de marqués de Santiago de Oropesa, que fue
finalmente rechazado.
Monumento actual en el Cusco, en homenaje a José Gabriel Túpac Amaru, en la plaza del mismo
nombre.
Sublevación[editar]
Véase también: Rebelión de Túpac Amaru II
El 4 de noviembre de 1780 captura, enjuicia y ejecuta
al corregidor español Antonio de Arriaga, iniciando con ello la rebelión contra la
dominación colonial. Al comienzo el movimiento reconoció la autoridad de la
Corona, ya que Túpac Amaru afirmó que su intención no era ir en contra del rey
sino en contra del «mal gobierno» de los corregidores. Más tarde la rebelión se
radicalizó llegando a convertirse en un movimiento independentista.
Su esposa Micaela Bastidas así como familiares de ambos tuvieron una
participación de primer orden en el movimiento, tanto en el reclutamiento,
abastecimiento y hasta cierto punto en la toma de decisiones. Con el apoyo de
otros curacas, mestizos y algunos criollos, la rebelión se extendió, llegando a tener
tropas de decenas de miles de combatientes.12 Entre sus ofrecimientos se
hallaban la abolición tanto del reparto como de la alcabala, la aduana y la mita de
Potosí.
Túpac Amaru se autodeclara Inca, Señor de los Césares y Amazonas,13 y jura con
el siguiente bando su coronación: «... Don José Primero, por la gracia de Dios,
Inca Rey del Perú, Santa Fe, Quito, Chile, Buenos Aires y Continentes de los
Mares del Sur, Duque de la Superlativa, Señor de los Césares y Amazonas con
dominio en el Gran Paititi, Comisario Distribuidor de la Piedad Divina, etc...».14
Su movimiento tuvo dos fases:
Tras negarse a tomar el Cuzco sacrificando a los indígenas que los realistas
ubicaban en la vanguardia y ante la llegada de un ejército de 17 000 soldados
desde Lima, Túpac Amaru II ordenó la retirada de su ejército a su base militar
en Tinta, mientras las fuerzas realistas mandan una expedición punitiva de casi
20 000 soldados en su contra. Fue en esta campaña en la que, tras ser derrotado
en la batalla de Checacupe, Túpac Amaru II fue traicionado por dos partidarios
suyos, el mestizo Francisco Santa Cruz y el español Ventura Landaeta, y es
capturado en Langui el 6 de abril de 1781.
Fue llevado al Cuzco encadenado y montado en una mula, ciudad donde ingresó
una semana después, «con semblante sereno», mientras las campanas de la
Catedral repicaban celebrando su captura. Y es apresado en la capilla de San
Ignacio del convento de la Compañía de Jesús, donde fue sucesivamente
interrogado y torturado17al límite del fallecimiento, con el objetivo de arrancarle
información acerca de sus compañeros de rebelión en el Cuzco y otras ciudades,
y de sus ejércitos que aún conservaban grandes territorios. La madrugada del 29
de abril a causa de los rigores del tormento le fracturaron el brazo derecho.
Torturas que fueron inútiles ya que no dio confesión alguna y más bien trató de
enviar mensajes escritos con su propia sangre pero que fueron
interceptados.[cita requerida]
Cuando el visitador español José Antonio de Areche, enviado del rey de España,
entró intempestivamente al calabozo para exigirle nombres a cambio de
promesas, Túpac Amaru II le contestó: «Solamente tú y yo somos culpables, tú
por oprimir a mi pueblo, y yo por tratar de libertarlo de semejante tiranía. Ambos
merecemos la muerte».
El viernes 18 de mayo de 1781, en un acto público en la Plaza de Armas de
Cuzco, se cumplió la sentencia de Túpac Amaru, sus familiares y principales
capitanes quienes fueron sacados de sus celdas, custodiados por miembros
fuertemente armados de la milicia de mulatos y la de Huamanga, hasta llegar a la
plaza donde se habían levantado horcas, también vigiladas por mulatos armados.
Los prisioneros iban vestidos con zurrones, que se usaban para traer hierba mate
del Paraguay, y con las manos y los pies fuertemente atados.
Diego Verdejo; Antonio Oblitas (sirviente negro que participó del ahorcamiento de
Arriaga y posiblemente dibujó un retrato de Túpac Amaru); el hermano de Micaela,
Antonio Bastidas; y Antonio Castelo, fueron las primeras víctimas. Después,
fueron ejecutados Francisco Túpac Amaru (tío de José Gabriel) e Hipólito (hijo
mayor de Túpac Amaru y Micaela Bastidas), a quienes les cortaron la lengua
antes de ser ahorcados. Al pie del cadalso, los soldados forzaron a Túpac Amaru y
a Micaela a mirar. A continuación, fue ejecutada por garrote Tomasa Tito
Condemayta, en algún momento llamada la favorita de Túpac Amaru.18
Después, Micaela Bastidas fue llevada a las horcas donde se le intentó cortar la
lengua pero se afirma que los verdugos no lo lograron y solo pudieron hacerlo tras
su ejecución mediante el garrote.18
A José Gabriel, al igual que hicieron con varios de sus lugartenientes, con su tío y
su hijo mayor, le cortaron la lengua.19 Intentaron descuartizarlo vivo, atando cada
una de sus extremidades a caballos para que estos tirasen de aquellas y las
arrancaran, pero sus intentos fracasaron debido a su contextura física.
Atáronle a las manos y pies cuatro lazos, y asidos estos a la cincha de cuatro caballos, tiraban cuatro
mestizos a cuatro distintas partes: espectáculo que jamás se había visto en esta ciudad. Intentaron por
mucho tiempo pero no pudieron absolutamente dividirlo después que por un largo rato lo estuvieron
tironeando, de modo que lo tenían en el aire, en un estado que parecía una araña.
Clement Markham
La rebelión general del Alto y Bajo Perú en 1780, fue encabezada por José Gabriel
Condorcanqui con el objetivo de liberar a sus compatriotas de las pesadas cargas
a las que estaban obligados por las autoridades españolas desde hacía casi tres
siglos, aunque agravadas en la década anterior por las reformas
borbónicas: mitas, repartimiento de efectos, tributos, alcabalas y otros derechos;
trabajos en corregimientos y obrajes; diezmos y primicias eclesiásticas, y la
eliminación de las divisiones en castas. Buscaba la creación de un reino
independiente de España, gobernado por una monarquía hereditaria incaica, a
través de la creación de un ejército y una administración propias, introduciendo
una tributación única a todos los súbditos, libertad de comercio y trabajo.
Con las masas, el inca iba a comunicarse usando un lenguaje simbólico, de
raigambre mesiánica. Ese lenguaje se manifestaba en el uso de instrumentos
musicales tradicionales, en el uso de banderas, insignias y vestimentas incaicas,
así como del apelativo Inca, que poseía implicaciones mesiánicas (vinculadas al
mito de Inkarrí), por cuanto el Inca no se mostraba solamente como rey y
soberano legítimo, sino también como redentor, restaurador del mundo, salvador
de los indios, esperándose de él un comportamiento milagroso. Se le otorgaban
rasgos divinos o prodigiosos.
Al respecto, las palabras de Túpac Amaru II a su compañero de lucha, Bernardo
Sucacagua, afirmando que las personas que murieran siéndole fieles tendrían su
recompensa, sugieren que aquel se veía a sí mismo, en principio, como redentor.
El obispo del Cuzco afirmó que Túpac Amaru II, había persuadido a los indios de
que los que muriesen en su servicio resucitarían al tercer día. Sahuaraura Tito
Atauchi afirmó que los indios se arrojaban a pelear en las batallas sin temor y
ciegamente, pero aun estando mal heridos no querían invocar el nombre de Jesús,
ni confesarse. Ello se debería a que Túpac Amaru II les había dicho que el que no
dijese Jesús resucitaría al tercer día, y los que lo invocaban, no. Igualmente se
presentaba el modelo peruano, que preveía la resurrección al quinto día.
El sistema de creencias indígenas aceptaba a Túpac Amaru como dios, redentor y
liberador de los oprimidos, vale decir como una figura equivalente a la
de Jesucristo. El Inca reforzaba esta creencia, al afirmar que los españoles habían
impedido a los indígenas el acceso al dios verdadero, siendo él mismo quien
designaría personas que les enseñaran la verdad.
El mito de Inkarrí, al imaginar el regreso de un inca para enderezar el mundo
injusto, era un símbolo unificador poderoso usado para unificar poblaciones
indígenas divididas por la geografía y las fronteras étnicas. Pero también era un
símbolo divisionista, cuando no se reunían todas las condiciones necesarias para
gobernar; tal el caso de José Gabriel Condorcanqui o Túpac Amaru II, al que
muchos nobles incaicos consideraron un "advenedizo fraudulento", más que un
verdadero redentor, aunque él se reivindicara como descendiente del último inca
de Vilcabamba, Felipe Túpac Amaru, o Túpac Amaru I.
Para la mayoría de los rebeldes peruanos, la fuente de sus creencias acerca del
fin de la dominación española estaba en la concepción que tenían del futuro, por la
cual, el Inca que regresa pone término a la dominación española y devuelve el
orden al mundo. Igualmente, la muerte del Inca implicaba una destrucción del
orden, del principio regente del mundo. La muerte de Túpac Amaru, al ser la
muerte de un Inca, era la muerte de un hombre que reunía la tierra, el cielo y los
elementos; era la muerte del hijo del sol.20
Reconocimiento[editar]
Monumento de Tupak Amaru en la Plaza Libertad en El Alto, Bolivia.
La fama de Túpac Amaru II se extendió a tal punto que los indígenas sublevados
en los llanos de Casanare, en la región de Nueva Granada, lo reconocieron como
"Rey de América".[cita requerida]
Movimientos posteriores invocaron el nombre de Túpac Amaru II para obtener el
apoyo de los indígenas, caso entre otros de Felipe Velasco Túpac Amaru Inca o
Felipe Velasco Túpac Inca Yupanqui, quien pretendió levantarse
en Huarochirí (Lima) en 1783. La rebelión de Túpac Amaru II marcó el inicio de
la etapa emancipadora de la historia de Perú.
Esta gran rebelión produce una fuerte influencia sobre la Conspiración de los tres
Antonios, indicios descubiertos en Chile el 1 de enero de 1781, en pleno desarrollo
de la insurrección. Los conspiradores se animaron a actuar gracias a las noticias
de los avances de Túpac Amaru II en el Virreinato del Perú.
Siglos XX y XXI[editar]
Ancestros[editar]
Túpac Mama
Yupanqui Ocllo
SAPA INCA COLLA
Huayna
Cápac
SAPA INCA
Manco
Inca
INCA DE
VILCABAMBA
Túpac
Amaru I
INCA DE
VILCABAMBA
Juana
Felipe Condorca
Pilcohuaco
nqui
ÑUSTA
Blas
Condorcan
qui Francisca
CURACA DE Torres
SURIMANA,
PAMPAMARCA Y
TUNGASUCA
Sebastián
Condorcan
qui Catalina
CURACA DE Usquiconsa
SURIMANA,
PAMPAMARCA Y
TUNGASUCA
Miguel
Condorcan
qui Rosa Noguera Valen
CURACA DE zuela
SURIMANA,
PAMPAMARCA Y
TUNGASUCA
José
Gabriel
Condorcan
qui
CURACA DE
SURIMANA,
PAMPAMARCA Y
TUNGASUCA
TÚPAC AMARU
II
En la ficción[editar]
Ángel Avendaño escribió la novela Túpac Amaru. Los días del tiempo profético,
publicada en Lima en 2006 por el INC-Cusco y la UNMSM.
Música[editar]
Túpac Amaru, poema sinfónico del compositor venezolano Premio Tomás Luis de
Victoria Alfredo del Mónaco estrenado en 1977, ha sido interpretado en numerosos
festivales internacionales.
Túpac Amaru, sinfonía Nº5 del compositor peruano Armando Guevara Ochoa.
La canción Águila de trueno (parte II) del álbum Kamikaze de Luis Alberto
Spinetta está inspirada en la figura de Túpac Amaru II.
El grupo francés de hip-hop Canelason sacó a la luz un tema llamado "Libre", en cual
narra la historia de este revolucionario y su trágico asesinato.
Bibliografía[editar]
Tupac Amaru de Daniel Valcárcel.
Revolución de Tupac Amaru (ensayo) de Luis E. Valcárcel.
Historia de los incas de Zubirki, dedica un capítulo a la "Rebelión de Tupac Amaru"
Campbell, León G., Ideología y faccionalismo durante la gran rebelión, en Steve J.
Stern (comp.), Resistencia, rebelión y conciencia campesina en los Andes - Siglos
XVIII al XX, Instituto de Estudios Peruanos, Lima, 1990.
Szeminski, Jan, La utopía tupamarista, Instituto de Estudios Peruanos, Lima, 1984.
Sahuaraura, Tito Atauchi, Estado del Perú, Lima, 1944.
Lewin, Boleslao. La rebelión de Túpac Amaru y los orígenes de la emancipación
americana=1957. Buenos Aires.
O’Phelan Godoy, Scarlett (1988). Un siglo de rebeliones anticoloniales, Perú y Bolivia,
1700-1783. Cuzco.
Flores Galindo, Alberto (comp.) (1976). Túpac Amaru 1780. Antología. Lima: Retablo
de Papel Ed.
Frigerio, José Oscar (2011). La rebelión criolla de Oruro fue juzgada en Buenos Aires
(1781-1801). Córdoba: Ediciones del Boulevard. ISBN 978-987-556-345-2.
Referencias[editar]
1. ↑ [1] Archivado el 3 de marzo de 2016 en Wayback Machine. APU SAHUARAURA, Justo,
Noticia importante para el conocimiento de la posteridad, en: Cornejo Bouroncle, Jorge Op. cit.,
p. 133.
2. ↑ Usó indistintamente los dos nombres.
3. ↑ Saltar a:a b c Enciclopedia Temática del Perú. Tomo II: Conquista y Virreinato. Del Busto, José
Antonio. Lima, Orbis Ventures, 2004.
4. ↑ «¿Quién fue Túpac Amaru II?».
5. ↑ [2], 1781.
6. ↑ «Excomunión de Túpac Amaru».
7. ↑ Saltar a:a b Walker, Charles (2015). IEP, ed. La rebelión de Tupac Amaru. Lima-Perú. p. 37.
8. ↑ Alfredo Moreno Cebrián, Núria Sala i Vila (2007). «Violencia e intolerancia en el siglo XVIII
andino». En Francisco Javier Lorenzo Pinar, ed. Violencia e intolerancia en el siglo XVIII
andino. Universidad de Salamanca. p. 145-174. ISBN 978-84-7800-358-7.
9. ↑ Saltar a:a b c d Walker, Charles (2015). IEP, ed. La rebelión de Tupac Amaru. Lima-Perú.
p. 38.
10. ↑ Rosas, Fernando (2016). «La Independencia». Breve Historia General de los Peruanos.
Ediciones El Lector. p. 154.
11. ↑ Walker, Charles (2015). IEP, ed. La rebelión de Tupac Amaru. Lima-Perú. p. 39.
12. ↑ Grigulévich, Iósif: Luchadores por la libertad de América latina (1988).
13. ↑ El lago español. O. H. K. Spatesares
14. ↑ Un mundo aparte. Por Antonio Núñez Jiménez
15. ↑ Saltar a:a b Rosas, Fernando (2016). «La Independecia». Breve Historia General de los
Peruanos. Editoriales El Lector. p. 156.
16. ↑ Walker, Charles F. 2015 “La rebelión de Tupac Amaru”. Hidalgo Wuest, Óscar. Lima: Instituto
de Estudios Peruanos, 377p. ISBN 978-9972-51-524-8.
17. ↑ Walker, 2015.
18. ↑ Saltar a:a b c Walker, Charles (2015). «El tormento». La rebelión de Tupac Amaru. Lima-Perú:
IEP. p. 218.
19. ↑ Pigna, Felipe (2007). Los mitos de la Historia argentina. Barcelona: Belacqva. pp. 133 a
165. ISBN 8496694720.
20. ↑ Flores Galindo, Alberto (comp.), Túpac Amaru 1780. Antología , Retablo de Papel Ed., Lima,
1976; Campbell, León G., Ideología y faccionalismo durante la gran rebelión, en Steve J. Stern
(comp.), Resistencia, rebelión y conciencia campesina en los Andes - Siglos XVIII al XX ,
Instituto de Estudios Peruanos, Lima, 1990; Szeminski, Jan, La utopía tupamarista, Instituto de
Estudios Peruanos, Lima, 1984; Sahuaraura, Tito Atauchi, Estado del Perú, Lima, 1944.
21. ↑ Secretos del llamado Gobierno revolucionario de las fuerzas armadas
22. ↑ Dall'Orso, Manuel Tovar. «Salón Túpac Amaru (1) - Palacio de Gobierno
Peruano». www.comunidadperuana.com. Archivado desde el original el 20 de agosto de 2007.
Consultado el 19 de marzo de 2017.
23. ↑ Historia de América de Luis Alberto Sánchez
24. ↑ Galería de los Patriotas Latinoamericanos abrió ante siete presidentes. 26noticias.com.ar
25. ↑ Galeano, Eduardo (2012). Los hijos de los días. Barcelona: Siglo XXI. p. 164. ISBN 978-84-323-
1627-2.
26. ↑ Rostworoski, María (1983) "Introducción" y "La diarquía de los inkas", en: Estructuras Andinas
del Poder, oo. 9-17 y 130-179- IEP, Lima.
27. ↑[https://web.archive.org/web/20131203013008/http://histfam.familysearch.org/getperson.php?p
ersonID=I907&tree=Peru Archivado el 3 de diciembre de 2013 en Wayback Machine. Miguel
Condorcanqui Usquiconsa
28. ↑ «Actor Reynaldo Arenas representará a Túpac Amaru». RPP. 27 de octubre de
2011. ISSN 1134-6582. Consultado el 3 de mayo de 2019.
29. ↑ LR, Redacción (15 de abril de 2021). «Cristhian Esquivel sobre interpretar a Túpac Amaru:
“Fue un regalo de los ancestros”». larepublica.pe. Consultado el 18 de mayo de 2021.
Libros y publicaciones[editar]
Walker, Charles (2015). La rebelión de Túpac Amaru. Lima: IEP. ISBN 978-9972-51-
524-8.
Enlaces externos