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Facultad de Filosofía y Humanidades

ABORDAJE PSICOANALÍTICO DE ADULTOS


Lic. En psicología
Recuperatorio Parcial
“PSICOANALISIS DE FAMILIA”

Cuerpo Docente:
 Titular: Mag. Cecilia Petrella
 Prof. Emérito: Esp. Liliana Gattoni de Ferrari
 JTP: Lic. Alejandra Gálvez

Integrantes:
 Andrada, Mauricio. – 62.721

-Cuarto año-
-Ciclo lectivo 2020-

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Índice:

_ Noción de Inconsciente en el grupo familiar… Pág.3


_ Organización dualista en la familia………… Pág. 4
_ Elementos para el análisis de la estructura inconsciente familiar
…………………………………………….. …….Pág.5
_ Transferencia en el setting familiar…………… Pág. 6
_ La interpretación en la terapia familiar………… Pág. 7

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1. ¿Por qué Berestein introduce la noción de Inconsciente al hablar del Grupo Familiar?

En primer lugar, es necesario hacer referencia, desde Freud y su primera teoría del aparato
psíquico, al inconsciente como aquel sistema con contenidos reprimidos y con reglas de
funcionamiento particulares, en donde se ubican las representaciones, las cuales están
reguladas por el proceso primario y cargadas con energía pulsional, pudiendo dar lugar
mediante formaciones de compromiso, a sueños o síntomas. Luego, Freud en su presentación
del segundo modelo del aparato psíquico (Ello, Yo, Superyó), refiere que lo inconsciente
contiene representaciones reprimidas que pueden convertirse en actos.

Con base en lo anterior, Berenstein sostiene que una familia (como sistema), posee
funcionamientos que no se ubican en el campo de lo consciente de los individuos que la
integran, y sin embargo, regulan y dan sentido a las relaciones entre ellos. Esta estructura
inconsciente del grupo familiar, puede expresarse a través de normas que se van originando
con la historia particular del grupo, y que además, pueden mantenerse aunque sean
desconocidas las condiciones que permiten que perduren en el tiempo. Tomando las normas o
reglas de las que hablamos, se puede decir que son formaciones (expresiones verbales, mitos
familiares, símbolos) que sostienen la organización familiar, más allá de que se sucedan
situaciones de conflicto. Es decir, un desajuste puede llegar a ser mantenido por una familia,
a través de mecanismos homeostáticos, ya que lo inconsciente está históricamente
determinado y conservado en forma estructural. Entonces, cuando un conflicto no puede ser
resuelto, posiblemente se produzcan rupturas ya que no es posible un cambio en la estructura
del aparato psíquico, en cuanto que las bases conflictivas no son percibidas conscientemente
por los integrantes del grupo familiar. Una forma de explicar y advertir la estructura
inconsciente compartida por varios individuos, es a través de, por ejemplo, los sueños que se
traen al consultorio (material analítico). Dos integrantes pueden contar sueños soñados la
misma noche, y si bien el sueño es una producción singular e individual, éste expresa y da
significado a material de los restos diurnos, y al compartirse gran parte de restos diurnos por
la convivencia, se puede, a través de los fragmentos de cada uno., dar cuenta de una
estructura significante compartida, es decir, un universo común de significaciones
inconscientes más allá de las diversas significaciones a nivel consciente. El trabajo del
analista, y sus interpretaciones, son las que posibilitarán descubrir las (in)coherencias y
correlaciones entre los diversos materiales que se aportan en el dispositivo analítico, para
luego realizar un pasaje de lo explícito y particular (consciente) a lo implícito y universal
(inconsciente).

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2. A partir de lo propuesto por el autor en “Familia y Enfermedad Mental”, ¿Que tendría en
cuenta si se presenta un sujeto con un padecimiento mental grave y su familia en una
entrevista?

Es necesario analizar cuál es la organización (y funcionamiento) que ha adoptado este grupo


familiar a partir la patología de uno de sus miembros. Berenstein menciona que cuando un
grupo familiar presenta uno de sus integrantes con una enfermedad mental, esto puede
considerarse como un mensaje, cuya naturaleza debe desentrañarse. Al embarcarse en este
trabajo, es posible observar el impacto que se deriva de la subversión del criterio salud y
enfermedad, ya que por lo general, cuando hay una crisis en el funcionamiento mental de una
persona, el grupo se escinde entre los definidos como “sanos” en oposición del integrante
definido como “enfermo”; es aquí donde debe tenerse en cuenta que salud/enfermedad, está
en gran medida superpuesto con normalidad/anormalidad y adaptación/desadaptación. De
aquí que Berenstein, procura trascender esa división, para establecer una relación posible
entre la familia y el enfermo mental, en donde no sea posible entender uno de los términos sin
ponerlo en relación con el otro. Es decir, en donde no sólo sea posible superar la problemática
de que la enfermedad ocupe el lugar del “ser” del paciente, si no que se logre hallar un nuevo
nivel de relación y de homogeneidad entre todos los integrantes de la familia, evitando caer
en el error y en el pensamiento de causalidad lineal que refiere que la familia determina el
trastorno mental de uno de sus integrantes o que el paciente determina con su enfermedad
“natural” la organización familiar, si no encontrando el pasaje a una causalidad circular o
estructural. Para lograr esto, en el dispositivo analítico se lleva adelante un lento y penoso
proceso de borramiento de las diferencias normativas y convencionales entre el enfermo y sus
familiares (con sus respectivas resistencias).

Un concepto para explicar lo antes mencionado es el de “organización dualista”, el cual hace


referencia a una comunidad, en donde sus miembros mantienen relaciones entre sí, pero se
reparten en dos divisiones, provocando relaciones más complejas que van desde la hostilidad
declarada hasta una intimidad muy estrecha, y que suelen estar asociadas a formas de
rivalidad y cooperación. A nivel familiar, y en este caso, se puede producir una escisión entre
la mitad formada por el enfermo y la otra mitad formada por los sanos, en donde no puede
entenderse el significado de los síntomas de un integrante familiar si no se los incluye dentro
del contexto socio familiar, ya que la organización se constituye como consecuencia de una
reorganización sucesiva del grupo hasta la estructura actual del sistema. Una familia, se
organiza de esta manera cuando fracasa en la tarea de reducir lo que considera como

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funcionamientos anómalos dentro del sistema y no puede superarlos con otros recursos.
Teniendo en cuenta lo mencionado en el punto anterior con respecto a la estructura
inconsciente de una familia, los integrantes del grupo no advierten las circunstancias
particulares que condicionaron ésta organización dualista y utilizan hipótesis normativas que
en realidad son poco explicativas y no sistemáticas para dar cuenta de la evolución y
resultado del sistema que integran. Entonces, a la vez que refuerzan este tipo de organización,
los integrantes van adquiriendo diversos tipos de síntomas.

3. ¿Qué elementos propone Berestein para analizar la estructura inconsciente en las


relaciones familiares? ¿Por qué? Desarrolle brevemente cada uno de ellos.

Los elementos propuestos por Berenstein para el análisis de la estructura inconsciente


familiar son los nombres propios, el espacio familiar, y el tiempo familiar. A través de un
análisis de estos aspectos, puede obtenerse información profunda de un grupo familiar,
material que diferencia y distingue a un sistema familiar de otro.

El primero de ellos, el nombre propio, refiere a la idea de que toda persona lleva uno, con el
cual se lo denomina, y éste nombre es dado por los demás integrantes de su familia, en donde
finalmente la denominación de una persona es resultado de un interjuego entre apellido,
nombre, sobrenombre y apodo, todas con un sentido diferente pero que a un sujeto le dan:
unicidad, identificación, denotación, sonido distintivo, y criterio gramatical. Éste nombre, y
esto es lo destacable y que sirve como material analítico, puede estar referido a un
sentimiento familiar o religioso, a la moda, a la practicidad o denominar a un representante de
la familia significativo. De cualquier manera, el nombre propio establece y marca una
relación entre el receptor y el dador o dadores, y puede ser una expresión inconsciente sobre
el sistema de relaciones entre ellos.

En segundo lugar encontramos el espacio familiar. Berenstein refiere que el espacio que
ocupa una familia tiene características particulares, y la forma de organizar y organizarse en
ese espacio, es un indicio de la estructura del grupo familiar. Al cada familia concebir el
espacio compartido de una forma diferente, estudiar esa dimensión puede dar datos de la
organización inconsciente de la familia, teniendo en cuenta el factor ubicación y el factor
distancia. Por ejemplo, Berenstein da el ejemplo de una familia con un integrante con una
enfermedad grave (cáncer), el cual es “depositado” en una habitación segregada y alejada del
resto del hogar, en donde puede aparecer la figura de otro integrante que es el único que actúa
como intermediario entre “el enfermo” y el resto de la familia, “los sanos” (a partir de este

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caso puede advertirse lo tratado en el punto anterior, con respecto a la organización dualista
que puede sucederse en un grupo familiar).

Por último, encontramos el tiempo familiar. Está relacionado con la historia familiar.
Berenstein considera que ésta dimensión, al igual que la anterior, contiene propiedades
inconscientes, que pueden ser ocultadas con facilidad o racionalizadas. Cada familia ordena
sus experiencias vividas en un tiempo que contiene todas las características de la estructura
familiar. Es un ordenamiento temporal que toda familia tiene, que puede no haber sido
explicitada, pero que todos adhieren a dicha historia, y por ello a través de ella puede inferirse
acerca de la estructura inconsciente. En este elemento cobra vital importancia el concepto del
tiempo inconsciente, el cual es no evolutivo, reversible; Es el tiempo de la significación, del
modelo estructural y no solo de los datos biográficos. Así, toda familia tiene ordenada su
historia en periodos llenos de sucesos y periodos vacíos, ya que pueden borrar de su historia
acontecimientos indeseables, o conservarlos pero readquiriendo un significado muy diferente
del original.

4. ¿Qué particularidades presenta el funcionamiento de la transferencia en el setting familiar?

El setting es aquel conjunto de detalles que se refieren al desarrollo de análisis, se refiere al


rol del analista y a las constantes espaciotemporales y contractuales organizadas por el
analista para el desarrollo ordenado del análisis. Además de estos aspectos formales, existe
un “setting interno”, referente a la disposición mental del analista y su capacidad de contacto
y comprensión de las vivencias, emociones y sensaciones psicológicas de los pacientes, que
le servirá ser flexible en ciertos aspectos formales, analizando las variaciones que pueden
generar los integrantes de la familia o los ataques al mismo. Es en este sentido que Bleger
menciona dos tipos de setting, el que es propuesto y mantenido por el analista, y que es
aceptado por los pacientes; y el setting que es proyectado por el paciente, o pacientes en este
caso. A las rupturas del setting, debe prestárseles atención ya que darán información sobre las
necesidades inconscientes de los analizantes, y además porque las familias llevan al
consultorio su clima y ambiente relacional, por lo que estas transgresiones a los aspectos
formales van a ser expresión de aspectos del funcionamiento particular del sistema.

Es necesario agregar, que en el escenario terapéutico, aparecen no sólo los niveles


fantasmáticos, sino también las relaciones reales de los individuos y también las
representaciones de las relaciones pasadas (la historia de la familia), y en donde el propio
analista es para la familia tanto un objeto real, como un objeto fantasmático.

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Pensando que la transferencia es el núcleo en el que se centra la situación analítica, para el
progreso de la misma, es necesario tener presente que en la terapia familiar se producen
fenómenos transferenciales diferentes:

 Los pacientes ejercen en las interacciones, la relación transferencial que caracteriza su


funcionamiento e incluyen al analista, para atraerlo a su sistema de defensa o
impulsarlo a la acción antes que la comprensión (teniendo como riesgo la actuación
por parte del analista). En este caso, el analista debe recomponer en su psique los
aspectos dispersos o escindidos de los pacientes, para otorgarles un significado.
 Cada miembro de la familia desarrolla su propia transferencia. Debe ser tenida en
cuenta, ya que ésta puede ir dirigida no sólo al analista, si no a otros miembros del
sistema familiar (fenómeno de transferencia lateral). La interpretación de éstos tipos
de transferencia es importante ya que brinda un significativo grado de libertad a los
individuos, y define representaciones reciprocas, funciones y atribuciones de rol. En
éste sentido, la interpretación de la transferencia remite a interpretar la diferencia
entre la repetición del pasado y la posibilidad de construir algo nuevo.
 El último tipo de transferencia propio del análisis familiar, es la transferencia sobre el
contexto terapéutico. Es una transferencia contextual dirigida a la función de apoyo
del setting, y es importante evaluar y trabajar en ella, ya que la familia transfiere su
ambiente emocional en la situación terapéutica.

5. ¿Cuáles son las características de la interpretación en la terapia familiar?

La interpretación, pensada esta como una hipótesis explicativa, forma parte de un proceso co-
construido junto con el paciente, que finalmente puede dar lugar a un cambio, a través de una
continua elaboración y asociación que paciente y analista producen. Si bien el analista sabe
de esta construcción compartida, la posición del analista tiene siempre hacia la diferenciación
de los dichos del paciente, convirtiéndose éste acto analítico en una tentativa de jugar con el
paciente, presentarle una idea o un pensamiento como un objeto que existe en el espacio
potencial entre paciente y analista..

Lo anterior mencionado, tiene validez también para la sesión familiar, en donde hay más
participantes. En este caso, interpretar consiste en iniciar el trabajo y el funcionamiento hacia

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una pensabilidad del grupo novedosa, junto con una elaboración del sufrimiento mental de
cada uno de los integrantes del sistema. La interpretación en la terapia familiar, posee tres
niveles de significado:

 Un nivel horizontal, referido a la cantidad y calidad de las identificaciones


proyectivas cruzadas y reciprocas, de las escisiones y mecanismos de defensa que
surgen de las interrelaciones.
 El nivel vertical, el cual abarca todo aquello que emerge de la historia traumática de la
familia. En este nivel se percibe la particular modalidad con que la familia vive y
comparte lo que fue heredando de forma consciente e inconsciente del propio pasado
(mito familiar).
 El tercer nivel de interpretación es el transversal, que consiste en interpretar la
transferencia-contratransferencia, debido a que las emociones y sentimientos de los
terapeutas, bien elaborados, son herramientas de conocimiento para comprender lo
profundamente vivido a nivel emocional por el grupo familiar.

Por todo esto, es que la interpretación en el setting familiar, no consiste sólo en lo


comunicado por cada miembro del grupo, sino una interpretación de la relación entre ellos,
con la particularidad, de que las interpretaciones generalmente son ofrecidas por el analista,
pero pueden también ser comunicadas por algún miembro de la familia, siendo ésta eficaz en
otro de los miembros la interpretación, en fin, estará referida a las defensas transpersonales
que todos los miembros construyeron a lo largo del tiempo para enfrentar angustias
compartidas.

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Bibliografía:

 Berenstein, I. & Puget, J. “Familia y Enfermedad mental”. Ed.Paidós.


 Nicoló, Ana María. “Psicoanálisis y familia”.-

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