El derecho a la vida tiene sus fundamentos jurídicos en el art. 11 de la constitución
donde se señala expresamente que este derecho es inviolable y adopta como una de las formas de garantía expresamente la prohibición de la pena de muerte. Tenemos por otra parte el art. 4 de la convención americana de derechos humanos que fue ratificada por el estado colombiano y que forma parte del bloque de constitucionalidad Tenemos por otra parte el art. 6 del pacto internacional de derechos civiles y políticos de las naciones unidas que también fue ratificado por el estado colombiano. Tenemos el protocolo facultativo a la convención americana de derechos humanos sobre la prohibición de la pena de muerte. Donde se establece como un deber del estado la prohibición absoluta de esta sanción. Tenemos la convención internacional contra el delito del genocidio, donde se van a incorporar el concepto de genocidio y las conductas con las que se desarrollan este delito y los deberes de los estados en relación con esta conducta. Tenemos las disposiciones del DIH donde se protege la vida de quienes no participan en las hostilidades en contextos de conflictos armados internos. El Ord. Jurídico colombiano va a incorporar 2 dimensiones o concepciones del derecho a la vida que se protegen con este ordenamiento jurídico. 1. Derecho a la existencia física Aquí lo que se va a proteger como valor jurídico tutelado es la vida como hecho biológico, como fenómeno de la naturaleza, en ese sentido, podemos decir que tenemos derechos a no ser objeto de conductas que atenten contra ese proceso vital. La convención americana de derechos humanos reconoce que la vida como hecho físico, como hecho biológico se protege y se garantiza desde el momento de la concepción. Los titulares de este derecho somos todos los seres que pertenecemos a la especie humana, independientemente del estado en el que se encuentre ese proceso vital, todos los miembros de la especie humana somos titulares de este derecho, por eso los deberes básicos que exige el derecho a la vida desde esta dimensión, son deberes de abstención; el deber que tiene el estado y los particulares de no incurrir, de no desarrollar esas conductas que atenten contra la existencia física de las personas. El pacto internacional de derechos civiles y políticos reconoce que es uno de los derechos que se consideran como derechos de la personalidad. Se considera inalienable, imprescriptible, irrenunciable; como todos los demás derechos. 2. Derecho a vivir en condiciones de dignidad. Aquí ya trasciende la mera existencia física a ya la concepción de un proyecto de vida, donde va a exigir ya del estado deberes de intervención, de acción para que garantice unos estándares de vida mínimos básicos para desarrollar plenamente esos proyectos de vida.