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DERECHO A INTERRUMPIR LOS EMBARAZOS (ART.

11)
También se va a garantizar a través de la prestación del servicio público de la
salud.
Este será un derecho fundamental.
Reconoce el ejercicio de este derecho a través de una sentencia de exequibilidad
condicionada sobre el delito del aborto y va a vincular a esa interpretación que
hace del art. 11 la cláusula del estado social de derecho, el principio de dignidad
humana y el principio de igualdad.
Este derecho se define como el derecho que tienen las mujeres de acudir a la
prestación del servicio público de la salud con el fin de interrumpir su embarazo
por razones de dignidad cuando ese embarazo:
1. Haya sido producto de un acceso carnal violento, de un acceso carnal
abusivo, de un incesto o de una inseminación artificial no consentida.
La mujer es víctima, por lo que se considera excesivo y desproporcionado
imponerle una sanción penal, en la medida en que es víctima exige, ser
protegida por tanto del estado, en tanto que es víctima es un sujeto de
especial protección constitucional. Entonces sujeto de especial protección
constitucional no puede sancionarla penalmente u obligarla a continuar con
un embrazo no deseado. La mujer en estos casos, no tuvo la oportunidad
de dar su consentimiento, de si quería o no quería quedar embarazada,
luego entonces el estado no tiene legitimidad de obligarla a continuar con
un embarazo. Esa sanción es excesiva.
Cuando la mujer otorgue su consentimiento, basta con que anexe copia de
la denuncia, luego entonces en este caso, se presume el principio de la
buena fe; se presume veras lo que consigna en esa denuncia, luego basta
con eso, para que se inicie la aplicación de los protocolos para la
realización del procedimiento.
2. Cuando está en riesgo la salud y la vida de la madre.
Cuando está en riesgo la salud, se va a entender como salud aquel estado
de equilibrio, de armonía, de bienestar en nuestras funciones vitales, bien
sea físicas o emocionales. Se debe anexar a la solicitud copia de la historia
clínica o la certificación del médico tratante que dé cuenta de los riesgos en
la salud.
Exigir formalidades, se configura como barreras para el acceso a la prestación del
servicio público. Basta con que la mujer de manera verbal, le manifieste a su
médico la decisión de interrumpir su embarazo para que ya se inicien los
protocolos de la realización del procedimiento.
Cuando hacemos referencia a la inviabilidad de la vida de quien está por nacer,
hacemos referencia a que también los médicos tratantes, certifica o deja
constancia en la historia clínica que la vida de quien está por nacer y en términos
de dignidad humana, es sencillamente inviable.
En relación con el ejercicio a la autonomía, esta deberá darse bajo condiciones
que se van a configurar como elementos del núcleo esencial del derecho y que
son los siguientes. Para que se garantice el ejercicio de esa autonomía:
1. La mujer tiene derecho a ser informada de manera plena, veras, objetiva
sobre su estado físico o emocional.
Deberá ser informada sobre los riesgos que se están asumiendo o que se
van a asumir, bien sea si desea o no interrumpir su embrazo.
2. Tiene derecho a acceder a una prestación integral del servicio de salud
sexual y reproductiva.
3. Tiene derecho a recibir asesoría, acompañamientos de manera permanente
por especialistas para que en la mayor medida posible, su decisión sea
autentica.
No a que tomen la decisión por ella, sino que le ayuden a tomar esa
decisión.
Esa asesoría o acompañamiento deberá darse incluso después del
procedimiento, sobre todo por la afectación psicológica que implica
someterse a una interrupción del embarazo.
4. Se proteja su identidad, de tal manera que, los procesos administrativos
que se desarrollen deberán realizarse omitiendo el nombre y la
identificación de la mujer para garantizar su derecho a la intimidad, al buen
nombre y a la honorabilidad.
5. Que sus datos se manejen bajo el principio de la confidencialidad por parte
de la eps.
6. El procedimiento se realice bajo los protocolos de la organización mundial
de la salud, sin que eso vaya implicar mayores riesgos en su salud, en su
vida o en su integridad.
7. Tendrá derecho, después de la realización del procedimiento a ingresar o
continuar en los programas de salud, sexual y reproductiva.
8. Independientemente de la edad de la mujer, se reconoce el ejercicio de
este derecho. Si es adulta o menor de edad, se considera que tiene
capacidad para decidir. Incluso si es menor de edad, es sujeto de especial
protección constitucional y lo menos que puede hacer el estado es
impedirle que tome una decisión al respecto, al contrario, promover que
esos pequeños espacios de autonomía los pueda ejercer.

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