Está en la página 1de 7

Revisión

Retardo del crecimiento intrauterino ( RCIU )


Juan Carlos Sabogal*

RESUMEN: Se realizó una revisión bibliográfica de los últimos 10 años por medio del MED-LINE, de los tópicos más relevantes del
retardo de crecimiento intrauterino. Se definen el concepto y la incidencia de acuerdo al consenso internacional. Posteriormente, se revisan
los principales aspectos relacionados con la epidemiología del RCIU a la luz de la literatura actual. Se presenta de manera sucinta la
fisiopatología de la entidad y su clasificación ecográfica en retardo simétrico y asimétrico. Los recientes avances en el diagnóstico del RCIU,
son divididos en métodos clínicos y paraclínicos los cuales son discutidos en su eficiencia para identificar la entidad. En el aspecto
imagenológico, se mencionan los parámetros ecográficos clásicos y de reciente desarrollo que la literatura refiere como útiles en el
diagnóstico y se discute la información disponible referente a la aplicacion del doppler en éstos casos. Por último, se discute el manejo de
los fetos ya identificados y la manera· de vigilarlos y abordarlos terapéuticamente.

PALABRAS CLAVES : Retardo de crecimiento intrauterino, parámetros ecográficos, Doppler.

SUMMARY: An overview ofthe main aspects oflntrauterine Growth Retardation (IUGR), obtained from MED-LINE during the Iast
10 years is presented. The concept and incidcnce of IUGR are reviewed according to international standarts. The diffcrent factors involvcd
in and related to the epidemiology of this cntity based on the available Iitcraturc are cited. Thc patophysiology and the ultrasound
clasification in symctric and asymctric fetuscs are commented in brief. Recent advances in diagnosis are analysed and thcir value to identify
IUG R is defined. Clasic and recen ti y developed ultrasound criteria as described in litera tu re are presented and their usefulness is disscused.
Dopplcr applications to these patients is also commented. Finally, new definitions on management alternatives and fetal surveilliance are
estated.

KEY WORDS: Intrauterine growth retardation, ultrasound criteria, Dopplcr applications.

l. Concepto 111. Epidemiología


Se define como la presencia de un pe'so fetal calcula- Las pacientes que cursan con esta entidad suelen encon-
do, que se encuentra por debajo del percentil 10 para la trarse en los extremos de la vida reproductiva.
edad gestacional. Generalmente, los productos de estos Adicionalmente, aquel las entidades que tienen implicaciones
embarazos son susceptibles de sufrir comp licaciones en vasculares ( Hipertensión Inducida por el Embarazo,
el período perinatal tales como obito, asfixia intraparto, Hipertensión Arterial Crónica, Di abetes Mellitus), pueden
aspiración de -meconio, hipoglicemia ,. hiponatremia , he- causar RCTU si se presentan concomitantemente con el
morragia subaracnoidea, entre otras. Algunos autores embarazo (4). Las Pacientes con antecedentes previos de
definen e l término "pequeño para edad gestacional", en embarazos complicados por RCIU u obito inexplicado
el cual, a pesar de tener un peso menor al percentil 10, deben considerarse como de alto riesgo para sufrir la
clínicamente no se logra identificar un factor causal y entidad. Ciertos hábitos maternos como el tabaquismo (5) y
cursan el período perinatal como fetos sanos, sin compli - la drogadicción también han sido involucrados en la génesi s
caciones (1). de ésta condición (6) . La exposición a ciertos tóxicos
ambientales puede causar efectos teratogénicos que a su
11. Incidencia vez, afectan el crecimiento fetal. Así, el consumo de ciertos
tipos de fármacos ( narcóticos , anticonvulsivantes ,
Por definición, el RCIU afecta el 10% de la población
corticoides) durante el embarazo ha sido relacionado con
general, que no es población de alto riesgo. En ocasiones, se
alteración del crecimiento fetal (7 ,8). El embarazo múltiple
puede encontrar que el parámetro límite es el percentil 2.5
puede llegar a comp licarse con RCIU (9). Las entidades que
para determinar el peso anormalmente bajo para la edad
comprende el TORCHS pueden causar fenómenos
gestacional; este criterio tiene el inconveniente de ser muy
inflamatorios entre ellos la vasculiti s que se ha encontrado
estricto y de excluir potencialmente fetos que ameritan
asociada al déficit de crecimiento fetal
estudio y seguimiento (2). El diagnóstico de RCIU, depen-
(10). Factores genéticos (11) , las cromosomopatías
derá de la curva de peso neonatal -edad gestacional que se
(trisomias, anomalías en los cromosomas sexuales, entre
halla usado en una población definida (3).
otras)(l2) y ciertas malformaciones congénitas (cardiopatías,
Displasia renal) tienen una repercusión tal que se complican
* In structor Asistente, Departamento de Ginecología y Obstetrici a, con RCIU ( 13). La desnutrición materna actúa como factor
Fac ultad de Medicina. Universidad NacionaJ de Colombia. deletéreo del crecimiento fetal (14).

107
Vol. 48 No. 2 - 1997 REVISTA COLOMBIANA DE OBSTETRIC IA Y GlNECOLOGIA

PRINCIPALES CAUSAS DE RCIU aquí enumerados, constituye suficiente evidencia por sí


mismo y deberá evaluarse en e l contexto clínico general.
HIE
Los elementos diagnósticos pueden ser comprendidos
Hipertensión arterial crónica
desde el punto de vista clínico y paraclínico por un lado,
Diabetes mellitus
y la 1magenología ecográfica y el Doppler por el otro.
Tabaquismo
Drogadicción
Clínico
Tóxicos Ambientales
Desde hace varios años, viene considerándose la pro-
Medicamentos gresión en la altura uterina como uno de los signos
Embarazo Múltiple que eventualmente evidencian el RCIU. Sin embargo, es
TORCHS Importante señalar que su utilidad es discutible ya que solo
Factores Genéticos detecta al 40 % de las paciente afectas , por lo cual el
Cromosomopatías diagnóstico ha de fundamentarse en otros hallazgos (20).
Mal formaciones congénitas La ganancia de peso materna durante el embarazo ha
Desnutrición Materna sido esgrimida como un elemento diagnóstico sugestivo
de RCIU , aunque su utilidad ha sido restringida a los
casos mas severos (21). Ello contrasta con las cifras
IV. Fisiopatología obtenidas por el CLAP que utilizando combinadamente
• Como factor Fisiopatológico común a muchos (pero la ganancia de peso materno y el seguimiento de la altura
no todos ) de los factores causales, se debe mencionar el uterina obtuvo una sensibilidad del 75% , basados en una
compromiso de la circulación uteroplacentaria que desde prevalencia del 38% (22).
el punto de vista anatomopatológico se presenta con Finalmente, resulta necesario recordar que desde el
placentas pequeñas, con múltiples áreas de infartos y con punto de vista clínico, la piedra angular del diagnóstico
desarrollo vascular deficiente (15) . Los mecanismos del RCIU se basa en una historia clínica detallada donde
hemodinámicos compensatorios fetales causan una re- se evidencien los antecedentes o condiciones actuales
distribución de la volemia fetal hacia órganos "vitales" relevantes que eventualmente comprometan el estado del
como cerebro, corazón y suprarrenales en detrimento de presente embarazo (l).
la perfusión en otros órganos ( intestino, riñón, piel ).
Este cuadro en los casos severos se encuentra asociado a Paraclínico
la presencia ecográfica de oligoamnios, consecuencia de En una época, se utilizó la medición bioquímica de
la perfusión fetal insuficiente (16). Según el momento de varios metabolitos en un intento por encontrar aq uel que
instauración del cuadro de insuficiencia vascular dentro representara de modo fidedigno la función placentaria .
del desarrollo fetal se han descrito dos patrones De ellos el más usado fue el estriol, pero su interpretación
ecográficos de RCIU: hizo difícil determinar su verdadero papel. Adiciona l-
• Simétrico: se presenta cuando la noxa se instaura mente, valores normales fueron encontrados en fetos
temprano en el curso de la gestación durante el período comprometidos por RCIU , por lo que ha caído en el
hiperplásico de desarrollo celular, repercutiendo de ma- desuso (23). El Lactógeno placentario se encontró re la-
nera uniforme sobre las dimensiones corporales, por lo cionado más con el tamaño de la placenta que con su
cual las relaciones entre los diferentes segmentos corpo- función (24 ).
rales no se afectan .
• Asimétrico: Es frecuente en aquellas entidades que Imagenología ecográfica
afectan la gestación de.manera tardía, durante el período En años recientes gran parte del desarrollo diagnósti-
hipertrófico de .desarrollo celular y por tanto actúa más co en el RCIU ha sido posible gracias al refinamiento de
sobre tejidos de crecimiento tardío como el tejido graso, la tecnología del ultrasonido . Es de particular utilidad en
por lo que suele alterar las proporciones corporales (17.). el seguimiento de aquellos casos en los cuales la fecha
Aunque el compromiso del sistema nervioso se presenta d_e última regla es desconocida o dudosa. El problema ha
en ambas formas, el pronóstico desde éste punto de vista, sido abordado desde la perspectiva de los parámetros
es mejor en la variante asimétrica.Obviamente, la carac- biométricos y su relación con la maduración fetal y desde
terización apropiada del tipo de retardo requiere de un otro punto de vista se han desarro!Jado índices basados en
relaciones corporales fetales. Debe señalarse que asumir
seguimiento ecográfico desde el primer trimestre.
el diagnóstico del RCIU basado en los hallazgos
El retardo en las dimensiones fetales puede acom-
ultra?onográfic?s requiere de varios principios que
pañarse de retardo en los parámetros habituales de ma-
amentan menc10n:
duración ósea (18). Algunos autores han considerado
• La precisión del ultrasonido es inversa a la edad
que la aparición retardada en la secuencia habitual de los
gestacional. Así, los estudios practicados al inicio de la
nucleos de osificación , es útil como criterio diagnóstico
gestación revisten mayor exactitud en la necesidad de
en los casos de RCIU (19).
definir la edad gestacional por biometría ecográfica.
• La medida de elección para determinar la edad fetal
V. Diagnóstiéo
cam_bia con el momento del desarrollo fetal en que
El alto índice de sospecha es fundamental consideran- realiza el examen. En el primer trimestre, la longitud
do la entidad. Debe entenderse que ninguno de los ítems céfalo-nalga es una medida ideal , mientras que, a partir

108
Vol. 48 No. 2 - 1997 REVISTA COLOMBIANA DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGIA

del segundo trimestre, el diámetro biparietal y la longi - 7. Longitud del pie: Este parámetro guarda una
tud femoral deben ser las medidas consideradas. correlación significativa con la edad gestacional y puede
• El error técnico de medida es relativamente constan- usarse como coadyuvante en la biometría fetal en aque-
te (por el mismo examinador). llos casos en los cuales enfermedades como la hidrocefa-
• La determinación de la edad fetal será más exacta lia o las displa sias esqueléticas alteran las medidas
entre más variables biométricas se consideren. habituales (27).
• En la gestación avanzada, las mediciones seriadas 8. Relación Circunferencia Cefálica 1 Circunferencia
serán más útiles para determinar la normalidad del creci- Abdominal: Ya ha sido descrito una distribución del valor
miento fetal (25). de ésta relación en función de la edad gestacional en fetos
A continuación se enumeran los parámetros ecográ- normales. Los fetos con RCIU, especialmente aquellos con
ficos de más frecuente uso. Ninguno de ellos por sí solo la modalidad asimétrica exhiben relaciones anormalmente
representa un criterio confiable de RCIU, y debe ser altas que permiten la sospecha de la entidad (28).
valorado en el contexto clínico y ecográfico general. 9. Relación Fémur 1 Circunferencia Abdominal:
l. Diámetro medio del saco gestacional: es quizás la La relación se expresa como porcentaje. De reciente
primera medida útil desde el punto de vista biométrico. descripción, se ha corroborado un cociente de 22 % +/-2
Dado que el saco raramente es esférico es necesario prome- en fetos sanos. Si el índice es mayor a 24 %, se supone
diar los diámetros en los planos longitudinal, anteroposterior sugestivo de RCIU, con una sensibilidad del 60 % (29).
y transversal, usándose el promedio. Es útil en las primeras lO. Diámetro Transverso del Cerebelo: Se mide
4-5 semanas de desarrollo embrionario. desde los bordes externos del cerebelo en un corte de la
2. Longitud Céfalo-Nalga: este parámetro es valo- fosa posterior. Se ha descrito una relación 1: 1 en el
rable a partir de la quinta semana ( con eco transvaginal segundo trimestre de embarazo entre la medida en nlilí-
) y representa la longitud embrionaria que guarda una metros y la edad gestacional. Hipotéticamente no se
relación lineal con la edad gestacional. Es útil hasta las afectaría en el RCIU. Su verdadera utiLidad sigue en
semanas 12-14 en las cuales el cuerpo embrionario se controversia. Pierde validez en el tercer trimes tre (30).
dobla sobre sí mismo haciendo imprecisa la medida. Este 11. Diámetro longitudinal renal: se mide de extre-
es uno de los parámetros que, adecuadamente medido, mo cefálico a extremo caudal de los polos renales. Su
guarda mejor relación con la verdadera edad gestacional medida en milímetros guarda una relación 1: 1 a partir del
(+/-5 días). segundo trimestre hasta el término. También se supone
3. Diámetro biparietal: útil a partir de las 12-14 no afecto por el RCIU (31) .
semanas. Se mide desde el borde externo del diploe óseo 12. Diámetro transverso del colon: Durante el tercer
proximal al transductor, hasta el borde interno del diploe trimestre , el progresivo depoósito de meconio en el colon
óseo distal con un segmento perpendicular a la línea distie11de sus paredes, representando indirectamente la
media del encéfalo, y en un corte que incluya la insinua- maduración funcional del colon . La medida transversa de
ción de la apofisis cristagalli, el cavum del septum la luz cólica en su sitio mas prominente es la medida que
pelucidum, los tálamos , la cisterna cuadrigémina y que debe ser evaluada. Si es mayor a 14 mm , se considera
excluya la fosa posterior. Su medida entre las semanas 15 propia de una gestación a término (32).
a 25 suele tener una adecuada relación con la edad l3. lndice Ponderal Fetal: se obtiene al dividir el
gestacional (+/-7 días). Alteraciones en su forma (dolico peso fetal estimado entre la tercera potencia de la longi -
o braquicefalia) pueden modificar este parámetro obli - tud femoral. Este cociente permanece estable durante la
gando a corregirlo matemáticamente para la edad segunda mitad de !.a gestación y en fetos normales es de
gestacional. En las últimas semanas de embarazo puede 8.325 +1- 2.5. Si es menor de 7 , sugiere RCIU. El valor
verse disminuido en virtud del acaballamiento de suturas predictivo positivo es de sólo el 35 % por lo cual su uti-
producido por las contracciones uterinas. lidad ha sido cuestionada (33) .
4. Circunferencia cefálica: esta medida se toma en el 14. Peso Fetal Estimado (PFE): De particular impor-
mismo corte ecográfico ya descrito para el diámetro tancia, el cálculo del peso fetal estimado y su seguimiento
biparietal, siguiendo lo más fielmente posible el borde cada 2-3 semanas, con el uso de tablas de peso-edad
externo de la tabla ósea. No comprende el cuero cabellu- gestacional y distribución por percentiles. Tal seguimien-
do que debe quedar excluido de la medida. to es quizás la manera más objetiva de evidenciar las
5. Circunferencia Abdominal: El parámetro se eva- alteraciones en el patrón de crecimiento fetal. Esta sería la
lúa en un corte abdominal transverso que incluye el forma adecuada de establecer el diagnóstico en aquellos
· raquis con sus· tres núcleos de osificación, la cámara casos en los que se desconoce la fecha de última regla (22).
gástrica y la rama izquierda de la porta. La medida se
toma siguiendo el borde externo de la piel observada en No ya desde el punto de vista biométrico, pero sí
el corte descrito. Aisladamente es la medida más útil desde el punto de vista ontogénico se ha usado la crono-
determinando la presencia de RCIU. logía de aparición de los núcleos de osificación para
6. Longitud Femoral: Se mide en un corte longitudinal determinar edades gestacionales mínimas , que junto con
del fémur que incluya las epífisis . Es una de las medidas las sugeridas por la biometría pueden afinar el diagnós-
mas confiables tomada entre las 15 y las 25 semanas. La tico de RCIU. Así, el Núcleo de osificación dei calcáneo
medida de otros huesos largos (húmero, tibia ... ) también aparece a las 22 semanas (34) , el núcleo de osificación
se ha usado con fines biométricos sin que represente distal del fémur aparece a las 33 semanas y el proximal
ventajas significativas con respecto al fémur (26) . de la tibia a las 36 semanas (35). Si el núcleo de osifica-

109
Vol. 48 No. 2- 1997 REVISTA COLOMBIANA DE OBSTETRlClA Y GlNECOLOGlA

ción distal del fémur mide más de 7 mm , se considera feto VI. Manejo
mayor de 37 semanas. El núcleo de osificación proximal
Resulta llamativo que una entidad de tan complicado
del húmero aparece a las 38 semanas y su presencia se ha
diagnóstico sea a la vez tan simple en los recursos
descrito como altamente asociada a maduración pulmonar
terapéuticos probados como útiles en su manejo. Inicial -
completa (36). Se ha descrito un retraso en la aparición
mente, resulta útil el sistemático esfuerzo por la identi -
de los núcleos de osificación en los casos de RCIU severo
(18). Los núcleos de osificación usados como tamizaje ficación y corrección (si ello es posible), del factor
han mostrado que están consistentemente ausentes en los etiopatogénico. Algunos autores mencionan el cariotipo
fetos con RCIU (19, 37). fetal (49) y el estudio TORCHS (50) como parte de la
En los casos de RCIU ocurre una di s minución de la búsqueda habitual por encontrar un factordesencadenante ,
grasa subcutánea tanto en tronco como en extremida- en aquellos casos en que una historia clínica completa y
des. Así, algunos investigadores han adicionado la detallada no da luces al respecto. El estudio de la condi -
circunferencia del muslo a la biometría fetal convencio - ción fetal es decisivo en la toma de la conducta espectante.
nal como método más preciso para calcular peso fetal La vigilancia fetal es llevada a cabo con :
estimado (38). NST (monitoría sin stress): dado que la tasa de falsos
• de Doppler: negativos del examen es de 3.2 x 1000, la posibilidad de
Con fines tanto de diagnóstico como de seguimiento, la muerte fetal luego de un NST reactivo es muy baja.
implementación de sistemas de registro del efecto Doppler Característicamente, tiene una alta tasa de falso s positi -
a los aparatos de ultrasonido, ha permitido estudiar vos (por ello, una monitoría leida como no reactiva debe
flujométricamente el cordón umbilical, encontrándose un evaluarse críticamente) (51) y además es relativamente
aumento de la resistencia al flujo diastólico que puede fáci 1 de hacer. Por tanto, es fundamental dentro de la
incluso llegar a desaparecer en los casos de RCIU (39) . La vigilancia fetal del feto con RCIU . La frecuencia con que
ausencia de flujo diastólico se ha encontrado asociada a debe repetirse en los casos de RCIU varía desde una vez
sufrimiento fetal (40) . Se ha descrito que la ausencia de por semana, hasta diariamente según el estado fetal (1 ).
flujo diastólico en el cordón umbilical, es un hallazgo más La implementación del Test de estimulación vibroacústica
temprano a la positivización de las pruebas de la vigilancia en la metodología del NST, ha reducido la proporción de
fetal tipo monitoría (41) . Su implementación como méto- falsos positivos (52) y por ello deberá usarse en la
do de tamizaje en población obstétrica de bajo riesgo no ha vigilancia fetal del feto con sospecha de RCIU siempre
probado tener mayor importancia (42). No así en la pobla- que sea posible.
ción de alto riesgo donde se ha descrito una disminución CST (monitoría con stress): es generalmente el paso
de la probabilidad de muerte perinatal hasta en un 38 % subsiguiente en aquellos casos en los cuales la NST da
cuando la conducta clínica es guiada por el resultado del lugar a dudas. Tiene una menor proporción de fálsos
Doppler (43). El Doppler ha sido encontrado ·m ejor que negativos ( 0.4 X 1000 ) e igual proporcion de fálsus
otros métodos de vigilancia fetal, como predictor de positivos que la NST (53). No está indicado como exámen
morbilidad perinatal ( 44 ). inicial en los fetos con RCIU.
La utilidad del Doppler también se ha documentado Perfil biofísico: Ha sido reconocido como el método
en la vigilancia fetal de pacientes con Hipertensión de vigilancia fetal más preciso en la identificación del
Inducida por el Embarazo ( 45-46) . En ésta ultima enti- feto comprometido si se le compara con los otros méto-
dad , se ha descrito que la identificación de una mella dos en el período antenatal. La posibilidad de muerte
diastólica a la semana 24 tiene una sensibilidad del 67 % fetal con un perfil biofísico normal es de 0 .7 X 1000 (54)
para subsecuente desarrollo de Hipertensión Inducida Sin embargo, debe recordarse que el diseño de este
por el Embarazoque re,q,uiere parto (42) . No estudio I)O define la periodicidad de su realización en el
obstante, algunos autores dudan que el Doppler sea de RCIU, que debe ser individualizada. Su ejecución e
utilidad alguna en el estudio del RCIU (47) . Es proceden- interpretación están sujetos a varias fuentes de error. De
te citar el estudio RADIUS de tamizaje prenatal ecográfico particular importancia, la consideración del parámetro
en población de bajo riesgo, que pretendía establecer el del líquido amniótico en los fetos con sospecha de RCIU,
beneficio que aportaba el ultra sonido al pronóstico el cual puede modificar la conducta (55).
perinatal y manejo de la madre. Concluyó que dicha Líquido amniótico: el hallazgo de un líquido amniótico
actividad no redundó en ningún beneficio clínico signi- disminuido precedió en un 85% a los fetos con sospecha de
ficativo en la cohorte estudiada (48). crecimiento inadecuado (56) . El desarrollo de oligoamnios
es el signo ecográfico más significativo de compromiso en
DIAGNOSTICO DEL RCIU los fetos con RCIU e impone una intensificación de la
vigilancia fetal con NST y registro Doppler. Debe consi -
l. Identificar factores de riesgo. derarse seriamente la posibilidad de terminar el embarazo
2. Definir si la última regla es confiable. si el oligoamnios aparece y/o aumenta (1).
3. Extrapolar la biometría de 1er y 2do trimestres. Doppler de cordón umbilical: de ser posible, debe
4. Seguimiento de parámetros biométricos y PEF C/ 2 realizarse de manera seriada con la intención de registrar
semanas. incrementos en los índices que permitan evidenciar com-
S. ldentificacion de signos indirectos de compromiso promiso creciente del estado fetal. Como ya se mencionó
del crecimiento fetal. - es posible que éste método detecte más tempranamente el
compromiso fetal que las pruebas de monitoría (41). La

110
Vol. 48 No. 2 - 1997 REVISTA COLOMBIANA DE OBSTETRJCIA Y GINECOLOGIA

frecuencia con que el examen debe repetirse no ha sido • Aporte nutricional balanceado, con administración
definida. de proteínas de alto valor biológico y suplementos vita-
Biometría fetal y curva de crecimiento: es particu- mínicos.
larmente útil cuando se desconoce o se duda de la fecha • Reposo en cama y limitación de la actividad física
de última regla. Prospectivamente, el diagnóstico de diaria (61).
RCIU sólo puede hacerse demostrando una desviación • Hiperoxigenación : se ha descrito mejoría de los
del patrón de crecimiento normal(57). El seguimiento flujos diastólicos en los estudios Doppler de fetos con
del crecimiento fetal debe hacerse con los parámetros de RCIU, así como mejoría de la mortalidad perinatal en las
biometría fetal habituales y como función suya, con el madres con fetos afectados con RCIU que son tratadas
cálculo del peso fetal estimado (58) y posterior ubicación con oxígeno (62).
en una tabla con distribución por percentiles, en la cual • Los resultados de la administración de do s is
el límite inferior de normalidad es el percentil 1O ( que antiagregantes de Acido Acetil Salicílico en pacientes de
equivale a 1.28 SD ) para la edad gestacional y de ser alto riesgo (identificados por doppler anormal en segun-
posible, repetir cada 2 semanas, dado que un período do trimestre) han mostrado disminución en la prevalen-
menor arroja medidas cuya diferencia con registros pre- cia de RCIU con respecto a grupos placebo (63,64 ).
vios puede caer dentro del margen de error. Durante éste La mayoría de las estrategias de intervención pro-
seguimiento se establece una forma de crecimiento fetal puestas en los últimos años adolecen de errores
con un perfil determinado y puede observarse alguno de metodológicos que dificultan objetivar la verdadera uti -
los siguientes patrones anormales: la velocidad de creci- lidad de estas medidas, a pesar de lo cual aún es posible
miento muestra una progresión paralela al percentil 10, hacer las siguientes recomendaciones :
permaneciendo por debajo de el; en tales casos puede • Aleccionar a la paciente a suspender el tabaquismo.
tratarse de un feto pequeño normal y debe seguirse • Implementar medidas para mejorar la nutrición
evaluando bisemanalmente. Un segundo patrón muestra materna, aunque los estudios muestran que el efecto de
un "aplanamiento" en la curva de crecimiento, alejándo- las medidas dietéticas sobre el peso neonatalno es mayor
se de la velocidad de crecimiento esperada, que es muy a 100 gm y no cambia la mortalidad perinatal. No
probablemente un feto con RCIU que amerita estrecha obstante, aument-a la ganancia de peso materno y dismi-
vigilancia. Finalmente, puede presentarse un feto con nuye las posibilidades de RCIU.
biometría por encima del límite inferior, con posterior • En áreas endémicas de malaria, es posible que la
"caída" hacia percentiles inferiores. Fetos en esta cate- quimioprofilaxis con agentes antimaláricos tenga algún
goría pueden mostrar signos de RCIU y aún morir antes beneficio en las pacientes primigrávidas. La instauración
de alcanzar el percentil límite inferior de la distribución de regímenes antibióticos profilácticos ha mostrado que
(25). Groso modo, a partir del segundo trimestre y hasta estas pacientes exhiben mejores cifras de hemog lobina y
las 28 semanas, el Diámetro biparietal aumenta 3.5 mm mejor peso neonatal que las pacientes de los grupos
por semana; de las 28 a las 32 semanas, aumenta de 2 a control (65) .
2.5 mm -por semana y de las 32 semanas en adelante, • Finalmente, el personal médico y paramédico que
aumenta 1.7 mm por semana (59). Debe mencionarse que tiene a cargo la realización del control prenatal, debe ser
las tablas existentes provienen de paises desarrollados y estimulado y entrenado para evitar la rutinización y
probablemente no reflejan nuestra población adecuada- estrechar la vigilancia del crecimiento fetal disminuyen -
mente. De manera ideal, el seguimiento debe realizarse do así la posibilidad de omitir el diagnóstico de RCIU en
por el mismo examinador, en el mismo equipo, conside- la gestante con riesgo.
rando un mismo mínimo de variables biométricas y con
base en las mismas tablas. MANEJO DEL RCIU
-Cordocentesis: indicada en la necesidad de realizar
cariotipo. El estudio de los gases arteriales tiene un valor - Vigilancia fetal estrecha
limitado en el manejo del RCIU (60). - Identificación de factor causal
-Amniocentesis: se indica con el objetivo de practi- - Reposo
car pruebas de maduración pulmonar. - Soporte nutricional
En aquellos casos en que el deterioro fetal es eviden- - Hiperoxia
te, procede la terminación del embarazo por vía abdomi- - ASA
nal (esta vía se contraindica en presencia de una - Suspender tabaquismo
cromosomopatía). Si se instaura el trabajo de parto, la
monitoría intraparto y aún el monitoreo constante son
medidas pertinentes debido a la alta posibilidad de as-
VII. Pronóstico
fixia fetal intraparto. El manejo también está supeditado
a la edad gestacional; en los embarazos cerca del térmi- Guarda estrecha relación con el factor causal. Si se
no, debe hacerse una vigilancia fetal intensiva para establece un síndrome genético, las malformaciones
identificar aquel momento en el cual el feto ya no se asociadas al RCIU ensombrecen la sobrevida fetal. Lo s
beneficia de la conducta espectante y por tanto debe fetos con RCIU simétrico tienen la tendencia a exhibir
terminarse el embarazo. Lejos del término, además de lo crecimiento aún retardado luego del nacimiento , mien -
anterior, pueden instaurarse medidas de sostén para in - tras que los fetos con RCIU asimétrico tienden a recupe-
crementar el peso fetal tales como: rar el crecimiento luego del parto (66) .

111
Vol. 48 No. 2 - 1997 REV ISTA COLOMBIANA DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGJA

Se ha corroborado déficit neurológico, de aprendizaje (67-68). El riesgo de récurrencia en un posterior embara-


y relación con la pará li sis cereb ral en niños de 9 a 11 zo es mayor en pacientes de bajo estrato socio-económi -
años , productos de e mbarazos complicados por RCIU co (69) o con complicaciones médicas (70).

BIBLIOGRAFIA

l. Arias F. Practica! gu ide to high risk pregnancy and delivery. Mosby 27 . Goldstein Y., Reece EA. , Hobbins JC Sonographic appearance of the
Year Book, Second edition. 1993. fetal heel ossification centers and fool len g th measurement provide
2. C reasy RK. , Resnik R. Maternal -F etal Medicine. Principies and inde pendenl markers for gesla tional age estimation. Am. J. Obstel.
Practice. W .B. Saunders Company, Third Edition. 1994. Gyneco l. 159/4 (923-926) 1988.
J. Brenner WE. , Edelman DA., Hendricks CH. A standart for fetal 28. Campbell S., Thomas A. U llrasonic measuremenl of the fetal head-lo-
growth in the Un ited States of Ameri ca. Am. J. Obstet. Gynecol. abdo men circumference ratio in the assessmenl of growth retardal.ion .
1976; 126: 555. Br. J .Obstel. Gynaecol. 1977 ; 84: 165 .
4. Galbraith RS. , Karchmar EJ ., Piercy WM., Low J A. T he cli ni cal 29. Hadlock FP. , De ter RL. , Harrist RB el al. A date independenl predictor
prediction of intrauterine growth retardation. Am. J. Obslel. Gynecol. of intrauterine growth retardation. Femur lenght 1 abdominal
1979 ; 133: 281. circumference ratio. AJR 1983; 141: 979.
S. Haworth JC. , Ellestad-Sayed JJ ., King J el al: Fetal g rowth relardation 30. Reece EA. , Goldstein Y., Gianluigi G et a l. Feta l cerebelar growth
in smokin g mothers is not due lo decreased maternal food intake. Unaffecled by int.rauterine growlh retardation. A new param eter for
Obstel. Gynecol. 1980; 137:71.9. prenatal diagnosis. Am. J. Obstet. Gynecol. 1987 ; 157: 63 2.
6. Keith L. , MacGregor S. , Friedel S et a l. Substance abuse in pregnant 3 1. Bertagnoli L. , Lalalta F., Gallicchio R e l a l. Quantitative
women: Recent expe ri ence at the perinatal center fo r chemical characteri za tion or growth of the fetal k:idney. J. C lin. Ultrasound.
dependence of Northwes tern Memorial Hospital. Obstet. Gyneco l. 1983; ll: 349.
1989; 73: 715. 32. Gold stein J. , Lockwood C., Hobbin s JC. Ultrasound assessment of
7. Stone ML ,Sa lerno LJ .,Greene M. , Zelson C. Narcotic Addiction ln fetal intestinal development in lhe evaluation of gestal iona l age .
pregnancy. Am. J. Obstet. Gynecol. 1.971; 109:716. Obstel. Gynecol. J 987; 70: 682-686.
8. Hanson JW. , Myriamhopoulos NC. , Harvey MAS et a l. Risks to the 33. V intzileos AM .. Lode iroJG. , Feinstein SJ e tal. Valueof fetal ponderal
offspring of women trealed with hydantoin anli-convulsants with index in predicting growlh retardation. Obstel. Gynecol. 1986 ; 67:
emphasi s on the fetal hydantoin sy ndrome . J. Pediatr. 1976; 89: 662. 584.
9. Jones JS., Newman RB. , Miller MC. Cross-sectional Analysis of 34. Go ldstei n l. , Reece EA., Hobbins JC. Sonographic appearance of the
triplet birth weig ht. A m. J. Obstel. Gynecol. 1991.; 164:135. fetal heel ossification centers and foot length measurement provide
l O. A lford CA jr: Rubella. en Remington JS. , Klein JO ( ed itores ): independent markers for gestalio nal age estimation. Am. J. Obstel.
[nfectou s diseases o f the Fe tu s and Newborn Jnfant. Philadelphia, Gy necol. 159/4 (923 -926) , 1988.
WB. Saundet-s. Co. 1.976. 35. Goldstein l. , Lockwood C., Belanger K. , HobbinsJC. Ultrasonograp hi c
1l . T homson AM., Billewicz WZ., Hytten FE. T he assessment or fetal assessmenl of gestational age wilh the distal femoral and proximal
g rowth. J. Ob stet. Gynaecol. Br. Co mmonw. 1968; 75: 906. tibia! oss ification centers in the third trimester. Am. J. Obstel.
12. Peuschel SM. , Rothman KJ. , Ogilvy JD. Birth weight of children wi th Gynecol. 15811 (127- 130), 1988.
Down's sy ndrome. Am. J. Ment. Defic. 1976; 80: 442. 36. Mahony BS ., Bowie JD. ; Killiam AP el al. Epiphyseal ossification
13. Naeye RL. Unsuspected o rgan abnormalities associa ted with cenlers in the assessmen l of fetal maturity: Sonographic correlation
co ngeni tal heart disease. Am. J. Pathol. 1965 ; 47 : 905. with the amniocentesis lung profile. Radiology. 1986; 159: 521.
14. Anatov AN. Children born during the siege or Leningrad in 1942. J. 37. Genlili P., Trasimeni A. , Giorlandino C. 1i'e ta l ossification centers as
Pediatr. 1947; 30: 250. predictors of geslational age in normal and abnormal pregnancies. J.
15. Lee MML. , Yeh M. Fetal microcirculation of abnormal human Ultrasound. Med. 1984; 3: 193- 197.
placenta: l. Scann ing electron microscopy o[ placen tal vasc ular casts 38 . Balouet P. , Hamel P .. Domessent D. , Allouche D el al. Es timalion du
from small for gestationa l age fetuses. A m. J. Obste t. Gyneco l. poids foetal par la mesure de la graisse des membres. Applicalion au
1986; 154: llJ3 . diagnostic de J'hypotrophie. J. Gynecol. Obstel. Biol. Re prod.
16. Polin RA., Fox WW. Feta l and Neonatal Phy siology. WB Saunders, Paris.l994; 23(1): 64-68.
1992. 39. Erskine RLA., RitchieJWK. Umbilical arlery blood tlow characteristi cs
17. Naeye RL. , Kelly JA . Judgement of fetal age. Jll. The pathologists ' in normal and growth- retarded fe tu ses. Br. J .Obstet. Gy naeco l. J 985;
evalualion. Ped iatr. Clin . Norlh. A m. 1966; 13: 849. 92: 605 -610.
18. Roord JJ. , Ramekers LHF., Van Enge lshoven JMA. lntrauterine 40. Marsa! K., Persson PH. Ullrasonicmeasuremenl offetal blood ve locity
malnutrition and skeletal retardation. Biol. Neonate. 1978; 34: 167 . waveform as a secundary diagnostic test in screeni ng for intrauterine
19. Zilianti M., Fernández S., Azuaga A., Jorges J el al. Ultrasound growlh retardation. J. C1in. Ultrasound. 1988; 16: 239-244.
evalualion of the distal femoral ephiphyseal ossificalion cenler as a 41. Rochelson B., Schulman H. , Farmak:ides G et a l. The s ignifi cance of
screening test fo r intrauterine growth retardation. Obstet. Gynecol. absenl end-diastolic velocity in umbilical artery ve locity waveforms.
1987; 70 : 361. Am. J. Obstel. Gynecol. 1987; 156: 1213- 1218.
20. Campbell S. , Dewhursl CJ. Diagnosis ofthe Small-for -dates felus by 42. Todros T., Ferrazzi E., Arduini D. , Bastonero S el al. Performance or
serial ultrasound cephalometry. Lancet. 1971; 2: 1002. dopp1er ultrasonography as a screening test in Jow risk preg-
21. Low JA. , Galbraigh RS. Pregnancy C haracleristics of inlrauterine nancies :results ora multicentric study. J. Ultrasound. Med. 1995 ;
growth retardation. Obstel. Gynecol. 1974;44: 12. l4(5): 343-348.
22. Fescina RH., Schwarcz R. , Díaz AG. Vigilancia del crecimiento fetal. 43. Alfirevic Z., Neilson JP. Doppler ultra sonography in high -risk
Publicación Científica CLAP No. 1261 , 1992. pregnancies: Syslematic review with mela-analysis. Am. J. Obste l.
23. Tu lchin sky D. Endocrineeva luation of IUGR. Clin. Obstel. Gynecol. Gynecol. 1995 ; 172: 1379-1387.
1977 ; 20: 969. 44. Kurjak A., Kupesic S. , Zudenigo D. Doppler ullrasound in all three
24. Spellacy WN. , Usalegui -Gomez M., Fernandez- Decastro A. Plasma trimeslers of pregnancy. Curr. Opin. Obstel. Gynecol. 1994; 6(5):
human placentallactogen, oxytocinase, and placenta! phosphatase in 472 -478.
normal and toxemic pregnancies. Am. J .Obstel. Gynecol. 1976; 45. Arbeille P., Maulik D., Stree JL., Fignon A el aL Fetal cerebral and
127:10. renal Doppler in small for gestational age fetuses in hipertensive
25. Fleisher AC. , Romero R., Manning FA., Jeanty P. , James AE. The pregnancies. Eur. J. Obstet. Gynecol. Reprod. Biol. 1994 ; 56(2): lll -
principies and practice of ultrasonography in obstetrics and 116.
gynecology . Fifth Edi tion . Prentice- Halllnternationallnc. 1996. 46. Torres PJ., Gratacos E., Alonso PL. Umbilical arterydopplerultrasound
26 . Callen PW. Ultrasonography in obstetrics and gynecology. Third predicts low birth weight and fetal dealh in hyperlensive pregnancies.
Edition. WB Saunders. 1992.· Acta Obstel. Gynecol. Scand. 1995 ; May:4/5: 352-355.

112
Vol. 48 No. 2- 1997 REYIST A COLOMBIANA DE OBSTETRICIA Y GINECOLOGIA

47 . Craigo SD. The role of ultrasound in the diagnosis and management 59 . Hadlock FP. , De ter RL. , Harrist RB. Sonographic detection of abnormal
of intrauterine growth retardation. Semin. Perinatol. 1994; 18(4): fetal growth patterns. Clin . Obstet. Gynecol. 1984; 27: 342.
292-304. 60. Nicolini U., Nicolaidis P. , Fisk NM et aL Limited role offetal blood
48. Lefevre ML., Bain RP., Ewigman BG., Frigoletto FD et al. A sampling in prediction of outcome in intrauterine growth retardatio'n.
randomized trial of prenatal ultrasonographic screening: impact on Lancet. 1990; 336: 768-772.
maternal management and outcome. RADIUS study group. Am. J. 61. Cunningham FG., MacDonald PC., Leveno KJ., Gant NF et al.
Obstet. Gynecol. 1993; 169(3): 483-489. Williams Obstetrics. 19th Edition. Appleton & Lange 1993.
49 . Nicolaides KH ., Rodeck CH., Soothill PW., Campbell S. Ultrasound- 62. Nicolaides KH., Bradley RJ ., Soothill PW et al. Maternal oxygen
guided sampling ofumbilical cord and placenta! blood to assess fetal therapy for intrauterine growth retardation. Lancet 1987; 942 .
wellbeing. Lancet. 1986; 1: 1065. 63 . Uzan S., Beaufils S., Breart G et aL Prevention of fetal growth
50. Klein JO ., Remington JS. Infectous diseases of the fetus and newborn retardation with low-dose aspirine: Findings of the EPREDA triaL
infant. 3'd de. Philadelphia, WB . Saunders. Co. , 1990, Chapter l. Lancet. 1991; 337:1427.
51. De Yoe LD., Castillo RA., Sherline DM. The nonstress test as a 64. McParland P. , Pearce JM. , Chamberlain GYP. Doppler ultrasound
diagnostic test: A critica! reappraisal. Am. J. Obstet. Gynecol. and aspirine in recognition and prevention of pregnancy induced
1985;152: 1047-1053 . hypertension. Lance t. 1990;335: 1552.
52. Smith CY., Phelan JP., Platt LD. et al: Fetal acoustic stimulation 65. Gülmezoglu M., de Onis M., Yillar J. Effectiveness of interventions
testing:II. A randomized clinical comparison with the nonstress test. to prevent or treat impaired fetal growth. Obstet. Gynecol. Survey
Am. J. Obstet. Gynecol. 1986;155 :131-134. 1997; 52(2): 139-149.
53 . Thacker SB., Berkelman RL. Assessing the accuracy and efficacy of 66. Brook CGD. Consequences of intrauterine growth retardalion. BMJ
selected antepartum fetal surveillance techniques. Obstet. Gynecol. 1983 ; 286: 164.
Surv. 1986; 41: 121-141. 67. Blair E., Stanley F. Intrauterine growth and spastic cerebral palsy. L
54. Yintzileos AM., Campbell W A., Ingardia CJ et al. The biophysical Association with birth weight for gestational age. Am. J. Obste t.
profile and its predictive value. Obstet. Gynecol. 1983 ; 62: 27 l. Gynecol. 1990; 162: 229.
55. Yintzileos AM ., Campbell WA., Nochimson WJ., Weinbaum PJ. The 68. Blair E., Stanley F. Intrauterine growth and spastic cerebral palsy. IL
use and misuse of the fetal biophysical profile. Am. J. Obstet. The association with morphology at birth. Early Human Dev 1992;
Gynecol. 1987; 156: 527-533. 28: 91.
56. Philipson EH., Sokol RJ., Williams MA. Oligohydramnios: Clínica] 69. Bakketeig LS., Bjerkedal T., Hoffman HJ. Small-for-gestational age
associations and predictive value for intrauterine growth retardation. births in successive pregnancy outcomes: Results of a longitudinal
Am. J. Obstet. Gynecol. 1983; 146: 271. study of births in Norway. Early Human. Dev. 1986; 14: 187.
57. Physical Status. The use and interpretation of anthropometry. Report 70. Patterson RM. , Gibbs CE. , Wood RC. Birthweight percentile and
of a WHO expert committee. Technical Report Series No . 854. perinatal outcome: Recurrence of intrauterine growth retardation.
Geneva: World Health Organization,1995. Obstet. Gynecol. 1986; 68: 464 .
58. HadlockFP. , Harrist RB ., Sharman RS et aL Estimation offe tal weight
with the use of head, body and femur measurements. A Prospective
Study. Am. J. Obstet. Gynecol. 1985;151: 333.

113

También podría gustarte