Está en la página 1de 3

Dar el Primer paso

Siempre pensé que la vida seguiría siendo lo que conocía y nada cambiaria
significativamente, pero que equivocada estaba pasaba por alto lo mas importante y es que
la vida es impredecible, me presento soy Andrea una estudiante promedio, con una familia
estipulada por la sociedad como común y corriente, vivo mis días estudiando, o inmersa en
las diferentes opciones de tecnología que tengo a mi alcance.
- ¡Andrea voy a estar en la sala trabajando!
- ¡Si mama !, ella es mi madre trabaja en una empresa como contadora algo que ocupa la
mayor parte de su tiempo, pero ahora realiza su trabajo desde casa, muchas cosas
cambiaron cuando empezó la pandemia a causa de un virus que no se sabe ni su lugar de
procedencia. Antes podía salir con mis amigas a pasear sin necesidad de tener un
tapabocas sofocante y un miedo a contagiarme, sin hablar del estudio que aunque tuviera
que madrugar algo que no me gusta, tenía la ventaja de poder preguntarle a mi profesor si
no entendía algo y poder socializar con mis compañeros, pero ahora todo es diferente, algo
que me gustaba al principio pues podía quedarme en casa y tomar mis clases virtualmente
desde la cama sin necesidad de hacer mayor cosa, pero poco a poco me fui
aburriendo,*suspira*y en ese presente es en el que estoy.
-*Suena el celular*¿Hola?
-Andrea soy tu maestra, ¿Por qué no asististe a la clase? llevas bastante tiempo sin asistir y
vas perdiendo el periodo.
- Profesora es que no tengo internet.
-Okey, recuerda que tienes una cartilla para desarrollar las actividades, si tienes alguna
duda puedes escribirme en el horario establecido.
Me agrada la maestra siempre esta dispuesta a explicar, aunque no entienda mucho de la
tecnología, pero me da pena preguntarle, ya que, aunque tengo la cartilla, no es igual a
tenerla presencialmente y siento que no aprendo, pues nunca entiendo.

- ¡Andrea ¡llego tu amiga


- Hola Danna, ¿qué haces?
- Ni me lo preguntes señorita Andrea, ya dieron las notas, ¡tú vas perdiendo el
periodo!, ¿qué te paso?
- Ya me lo imaginaba, es que por más que sepa los trabajos que tengo que hacer y
enviar, no puedo, me distraigo o ¿no sé?, me da pereza.
- Mira, en el camino estuve pensando que hacer y se me ocurrió algo, llama a los
profesores con los que perdiste materias, ¡pero eso sí! Se respetuosa y sincera dile
todo lo que me dices a mí, a ver cómo puedes solucionar el problema.
- Sabes que Danna, voy a intentarlo y tratare de mejorar mis notas ya que los
directivos avisaron que regresásemos a clases semi presenciales y no quiero
terminar sin saber dónde estoy parada.
*Un tiempo después*
- Andrea que pasa porque estas trasnochando tanto, ¿qué estás haciendo?
-Mamá estoy haciendo todos los trabajos que debo, pero me demoro de más porque
quiero entender lo que estoy desarrollando.

Así fue como después de hablar con mi madre sobre lo sucedido que después lo comento
con mis profesores, me seguí esforzándome al hacer trabajos y con ayuda de mi amiga que
me explicaba lo que no entendía pero sobre todo del internet que fue como mi segundo
profesor, hay entendí que la solución a un problema no llega solo deseando y pidiendo sin
dar un esfuerzo, *risita*aunque es lo que quisiéramos todos, pero sobre todo entendí a
cómo repartir y utilizar mi tiempo, con esa experiencia supe que el ser humano no nace
aprendido, sino que nace aprendiendo.

También podría gustarte