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PUBLICACIONES DEL

MUSEO ARQUEOLOGICO
DE LA SERENA
MUS EO ARQIIEOLOGISO
B 13 LI GT - '
Casilla 61'1 - ronJ 2LJ:..3
U Sl:Jll".NA - CHlLB

BOLETIN 14

LA SERl!NA - CHILE

1 9 7 1
MUSEO DE LA SERENA

Director: JORGE IRIBARREN CH.

Arqueó logo, GONZALO AMPUERO B.

Secretoria: HILDA VERA Q.

Bib liotecaria: FRESIA ALFARO C.

Dibujante: GABRIEL COBO C.

Profesores Guías: ARTURO RODRIGUEZ O.

JAIME ALAN IZ C.

SECCIONES

Arqueología, Etnologfa y Antropologfa


Historia

Poleontologla

Bellas Artes

Dirección Postal: Casilla 117

la Sereno, Chile

Encargado de la Publicación, gentileza de HANS NI EMEYER FERNANDEZ


SUMARIO

INSTRUMENTOS MUSICALES DEL NORTE CHICO CHILENO. Jo, gc fribmen


Chorlín ............. .

APENDICE N• I, ANOTAC IONES MUSICALES SOBRE LOS INSTIIUMENTOS


DEL MUSEO ARQUEOLOGICO DE LA SERENA. Millapol Gajmlo ... 31

APENDICE '' 2, LO S INSTIIUMENTOS MU ICALt:S DEL MU SEO DE LA SE-


HENA. Julio Vi g@'. iano Eauin ............ ........................ 40

SECUENCIA AHQUEOI.OGICA DEL ALERO ROCOSO DE SAN PEDRO VIEJO -


PICHASCA. (OVALLE, CHILE). Gonza lo Ampuero Brito y Mario Rivera Oíat 45

LAS MAN I FESTACIONES IIUPESTRES Y AHQUEOLOGICAS DEL VALLE EL


ENCA TO (OVALLE, CH ILE). Gonza lo Ampuero Brito y Mario Rivera Díaz 71

CARL SCHUSTER, COHHESPONDENCJA CON EL AHQUEOLOGO DEL MUSEO


DE LA SEIU:NA , PROFESOR GO ZALO AMPUERO BlllTO. Tcaducción
y No las: Gonzalo Ampu ero Brito 105

ACTI V I DADES DEL MUSEO ARQUEOWGICO DE LA SERENA

J 'FORME SOBRE TRABAJOS DE CAMPO. Jorge lribarren Ch. 119

INFOIIME SOBRE TRABAJOS DE CAMPO. Gon,al o Ampucco B..... 125

REUNIONES . 121

IMPOIITANTES DONACIONES AL MUSEO DE L~ SERENA 135

PUIJLICACIO ' ES - 1969/ 1910 136

BIBLIOTECA 138

AIICHIVO , FOTOTECA 139

P UBLI CACIO,¡ES HECIDIDAS DE ENEIIO A SEPTIEMBRE DE 1910 141

LIDROS Y PUBLICACIONES (ENERO A SEPTIEMBIIE DE 1910) 151


Instrumentos musicales del
orte Chico chileno

(Provincias de Atacama y Coquimbo)

JORGE lRIBARREN CHARLÍN

En trabajos anteriores (IareARREN, 1949, 1957 y 1969) hemos expues-


to algunas de las caracteristlcas de los ejemplares indigenas que, catalo-
gados como instrumentos musicales, se conservan en los museos existentes
en el área.
Hemos creido de interés volver sobre el tema con otras anotaciones
organográficas y agregando la colaboración del profesor Mutapol Gajardo,
quien hizo un estudio de las condiciones musicales de los instrumentos in-
ventariados en el Museo Arqueológico de La Serena. Como corolario a esta
contribución, el distinguido musicólogo argentino, profesor Julio Vigglano
Esain, participa con un estudio técnico que resulta de las observaciones
anteriores.

AEROFONOS

Dentro de los instrumentos musicales, el grupo de los aerófonos in-


dudablemente es el de mayor frecuencia en los hallazgos arqueológicos.
A simple vista, y considerando sus caracteristlcas, pueden distin-
guirse entre ellos: silbatos en tipos diversos, flautas, flautas de Pan y oca-
rinas.

SILBATOS

Se considera como silbato, piezas de un solo tubo facturado en pie-


dra o arcilla; se supone también el empleo de la caf\a y la madera. Estos

7
tubos pueden ser abiertos o cerrados. Los Instrumentos estudiados presen-
tan un diverso diámetro si se compara el de la embocadura con el del
ori!lclo terminal.
Las formas de estos Instrumentos permiten separarlos, estableciendo
una subdivisión entre silbatos de tubo longitudinal recto con otros ejem-
plares en que el conducto sigue una linea acodada en un ángulo aproxi-
madamente de 90°. A estos silbatos los hemos denominado acodados, re-
conociendo la caracteristlca principal que los Identifica.
El material Utlco empleado comprende una variedad petrográflca
bastante amplia, incluyéndose: calcedonia, lava, talco y pórfidos. Algunos
de ellos con la dureza caracteristlca de las rocas metamórficas y otras
que, por ser más dúctiles, permiten una elaboración de menos esfuerzo
manual y artesanal.
Los instrumentos con un tubo, por su propia simplicidad, con una
escasa gama tonal de desarrol10 1 tendrán que seguir considerándose co-
mo elementos de ejecución musical secundaria. Pese a estas consideracio-
nes subjetivas, los aditamentos que poseen y que permiten llevarlos col-
gados de una cuerda, abren perspectivas sobre una consideración de es-
pecial aprecio por parte de sus poseedores.

Silbatos rectos.

A este grupo pertenecen los ejemplares del Museo de La Serena, que


llevan los siguientes números de Inventarlo: 1.529, 1.528, 4.900, 316 y 9.825.

Silbato NP 1.529 - Museo La Serena.


Manufacturado en una lava. Tiene forma relativamente cillndrlco-
cónlca con diferencias notables entre los diámetros de ambos extremos.
La superficie negra y lustrosa es muy puUda.
Un trozo de la pieza, que resulta prominente en el objeto, tiene un
agujero que sirve para colgar el instrumento. En lo que podriamos califi-
car como cara superior del sllbato hay una ranura longitudinal.
Posiblemente por razones de factura, el tubo ha estado en una po-
sición excéntrica con respecto al eje del objeto, quedando en una condi-
ción de Inferioridad con respecto a éste. ·

DIMENSIONES:

Largo total 210 mm


Diámetro menor del Instrumento 23 mm
Diámetro mayor del Instrumento 31 mm
Diámetro menor del tubo-entrada 5 mm
Diámetro mayor del tubo-salida 14 mm

8
Umina I

o s IO FIG 1
cms.
FIG. NP 1: 1.529 M.L.S. Colecc. Schwe11 n

11
FIG ?
PIG. f\P 2: 1.528 M.L. S. Colccc. Schwc1111
Silbato N9 1.528 - Museo La Serena.

Trabajado sobre una Java. Tiene forma cilíndrico-cónica con muy


apreciable diversidad de diámetro si se consideran ambos extremos. Pre-
senta una saliente con un agujero Inconcluso que tuvo la finalidad de
colgar el Instrumento. La pieza es de color negro y apariencia lustrosa.
Los agujeros de entrada y salida se elaboran considerando todo el
espacio disponible, resultando de esta manera que el conducto tiene un
diámetro diferente si se comparan ambos extremos. Podria considerarse
un propósito Intencional en este proceso de elaboración del tubo, pese a
que los estudiosos de esta materia consideran secundariamente Importan-
te, en la gama musical, la condición del diámetro en los tubos de los Ins-
trumentos musicales, asignándoles a la longitud el máximo significado .

DIMENSIONES :

Largo total 90 mm
Diámetro mayor de la pieza 21 mm
Diámetro menor de la pieza 14 mm
Diámetro del tubo-entrada 7 mm
Diámetro mayor del tubo-salida 15 mm

Silbato N9 4.900 - Museo La Serena.

Facturado en una calcedonia de color verdoso vetado azul, tiene for-


ma cuadrangular llgeramente curvado; con paredes aplanadas en el sec-
tor de mayor , diámetro, es cillndrlco en el extremo contrario. Presenta
diámetros muy dlv~rslflcados. El tubo acústico, elaborado desde los dos ex-
tremos a su vez, tiene dimensiones muy diferentes. Un agujero labrado
en una de las caras laterales sale a la cara superior permitiendo este
conducto sostener el instrumento mediante una cuerda.
Un surco longitudinal, poco profundo, se extiende en varios centl-
metros sobre la cara superior. Es curioso sef'i.alar estos cortes trazados con
una herramienta cortante que en su reiteración en los diversos instru-
mentos parecen sef\alar un propósito de adorno simple.

10
DIMENSIONES:
Longitud total 25 mm
Diámetro mayor de la forma cuadrangular 12 mm
Diámetro menor, parte circular 7 mm
Diámetro de la embocadura 3 mm
Diámetro del agujero de la sallda 8 mm

Silbato abierto N P 316 - Museo La Serena.

Posiblemente trabajado en un pórlldo dlorltlco. La forma es semi-


cuadrangular, con un costado ligeramente curvo.
El agujero excéntrico y ejecutado torpemente, atraviesa al Instru-
mento en toda su longitud, teniendo un diámetro homogéneo.

DIMENSIONES :
Longitud 46 mm
Ancho 37 mm
Espesor 23 mm
Diámetro del agujero 15 mm

Silbato S/ N.

Encontrado en el sitio erosionado y destruido del antiguo cemente-


rio lndlgena dlagulta, ubicado en Falda Mala, a 4 km de las casas del fun-
do El Bosque, valle de Hurtado, en el Departamento de Ovalle.
Tenla las características de un tubo de piedra abierto y una di-
mensión aproximada de 70 mm de longitud. Esta pieza se extravió de una
colección particular antes que se traspasara al Museo de La Serena.

Silbato NP 9.239 - Museo La Serena.

Elaborado posiblemente en una lava. Tiene la forma de un semico-


no truncado en desarrollo progresivo. La superficie, de un negro lustroso,
está recorrida por diversos surcos horizontales profundos y un trazo lon-
gitudinal que resulta incompleto, puesto que no alcanza al borde de sali-
da. Sobre ese trazo longitudinal se grabaron 6 rasgos en ángulo recto.

DIMENSIONES:
Longitud total 42 mm
Diámetro en la embocadura 11 mm
Diámetro en la sallda 13,5 mm
Diámetro menor del agujero 5 mm
Diámetro mayor del agujero 10 mm

11
Lámina 11

1D .
.

FJG. 1

FIG ..2

FIG 3

e-·-··----~
-·-·--- -........ , __ i
FIG 4
.s
1

Sll8.~T0S RECTOS
FTG. f\19 1: &/ n. Colecc. Mu&eo Arqueológico de Ovalle
FIG. N9 2: 4.900 M.L.S. Punta de Teatino& - Mrueo La Serena
FIG. N9 3: 9.239 M.L.S. Punta de Piedra . Mu&co La Seréna
F'IG. N9 4: 316 M.L.S. Colecc . Mu&eo Lo Serena

Silbato S/ N . - Museo Arqueológico de Ovalle


Este pequef\o e Interesante Instrumento se elaboró en calcedonia.
Tiene una forma cllindrlca que se ensancha en su completo desarrollo. En
el extremo distal Inmediato al tubo de salida se esculpieron dos figuras es-
tilizadas de peces cuyas bocas alcanzan al borde. En los ojos, hay mayor
relieve que en el resto de la forma zoomorfa.
El silbato mide aproxlmadamente 40 mm.

12
Silbatos acodados

Son formas curiosamente diferentes a las de los instrumentos in-


digenas conocidos que aparecen en las publicaciones especializadas de
D'Harcourt, Carlos Vega, Julio Viggiano, Arturo Jiménez Borja y Samuel
Mart!.
Los cuatro instrumentos de este tipo que se conocen tienen una for-
ma compleja; la más próxlma a la que debe ser la embocadura es tronco-
cónica con un progresivo aumento del diámetro. La segunda parte es ci-
lindrica y comparativamente con un considerable mayor diámetro.
Esta forma c!lindrica está ubicada en un ángulo casi recto con res-
pecto a la primera sección. En el codo, que vendria a ser el vértice del
ángulo, hay uno o dos agujeros realizados intencionalmente.
Tal como sucede en los silbatos rectos, se observa una diferencia
notable en el diámetro del tubo, considerándose los extremos en ángulo.
También se aprecian aquellas condiciones de partes protuberantes perfo-
radas y que permiten conservar colgados los instrumentos.
De este tipo de s!lbatos acodados se conocen tres ejemplares con-
cluidos.

Silbato acodado N9 2.123 - Museo La Serena.

Esta pieza fue elaborada en un posible pórfido dioritico.


La parte anterior, tronco-cónica, es breve y de escaso volumen . La
siguiente, c!lindrica, es considerablemente mayor en el diámetro y en su
extensión. Sobre el ángulo que hacen las dos ramas se ha conservado un
trozo prominente de forma irregular e inconcluso, con un agujero que la
atraviesa y que tiene la función general de permitir transportar cómoda-
mente el instrumento musical.
En la misma región del codo, en la unión de las dos partes del ob-
jeto, existe un agujero pequefío que comunica la cámara actlstica con el
exterior, estableciendo un trayecto más corto para la expulsión del soplo.
El agujero es defectuoso y podria interpretarse dubitativamente como de
factura accidental. La contextura original de la roca en esa parte presen-
ta un aspecto Irregular con secciones granulari6 de segura menor rests-
tencia.
Pese a esta observación hay que considerar la repetición de este he-
cho y que indudablemente es proveniente de acto premeditado que se ob-
serva en el objeto siguiente. La manufactura misma del instrumento es
deficiente, permitiendo que el paso del soplo desde el tubo horizontal has-
ta el vertical sólo se efectúe con algún obstáculo.

13
Lámina IH

FJG. 2
•·~
f~ 1
FJG 1

SILBATO S ACODADOS
Fig, NP 1: sin. Donación Dr. Gustavo Galleguillos
Fig, NP 2: 2 .123 M.L.S. Colecc . A11ueo La Scr en n

DIMENSIONES:
Longitud total 84 mm
Longitud del brazo corto 22 mm
Longitud del brazo mayor 62 mm
Diámetro en la embocadura 13 mm
Diámetro en el ángulo de la unión de
las dos ramas 26 mm
Diámetro en el extremo de salida 20 mm
Diámetro del agujero mayor 6 mm
Diámetro del agujero en la salida 14 mm

14
Silbato acodado S/ N.

Este instrumento musical fue donado al Museo por el Dr. Gustavo


Galleguillos. Como la pieza anterior, ha sido trabajada en una roca, posi-
blemente un pórfido-dioritico.
La forma caracteristica del tipo acodado consta de una rama hori-
zontal de forma tronco-cónica y otra ascendente cillndrica que hace án-
gulo en 909 con respecto a la anterior. En esta segunda parte se observa
la saliente en arco con un agujero elaborado desde ambos lados.
En aquella región en que se establecen la conjunción de ambas ra-
mas se observan dos agu jeros pequefios que penetran en el tubo permi-
tiendo la expulsión de la columna de aire al exterior por este sistema más
corto.
Observado el instrumento en sus posibi:idades, pueden establecerse
condiciones alternas, ya fuere con 1 ó con 2 agujeros cerrados o abiertos,
obturándolos con los dedos y haciendo salir el soplo por el extremo del
instrumento.

DIMENSIONES :

Longitud total 132 mm


Longitud de la rama cónica 62 mm
Longitud de la rama cillndrica 70 mm
Diámetro menor en la rama horizontal 14 mm
Diámetro mayor en la rama horizontal 28 mm
Diámetro en la salida 20 mm
Diámetro del agujero en la embocadura 4 mm
Diámetro del agujero en la salida 10 mm

Silbato acodado S/ N.

Pieza s/ n perteneciente a la colección del Museo Arqueológico Dr.


Francisco Fonck, de Viña del Mar.
Este silbato fu e encontrado por el Dr. Roberto Gajardo Tobar en
excavaciones practicadas en el fundo La Vifiita, en las inmediaciones de
Paihuano, Departamento de Elqui, y aproximadamente a 90 km al oriente
de La Serena.
Está factu rado en una roca ama rillenta , posiblemente un pórfido
dioritico.

15
Lámina ]V

FIG. 1A

FIG. 3B

o 1 .,. 4 .s

c ms.•

SILBATOS ACODADOS
FJ GS. N.os IA y 38: s/ r1. La Viñita , Elqui
FIG. f\19 2: 8.973 M.L.S. Colecc. Schwer1n. Mu.seo La Serena

16
Como todas las piezas de este tipO, presenta una rama horizontal
tronco-cónica y otra vertical en 90º, aproximadamente clllndrlca. Cerca
del codo hay un agujero de suspensión. Y es notoria la dlterencla en el
diámetro del tubo acústico si se comparan la embocadura y la respectiva
salida.
En toda la superficie se trazaron, con escasa profundidad y en un
esbozo ornamental, rasgos sinuosos que, tal vez por dificultades de ejecu-
ción, se transformaron en un trozo angular de ejecución Imperfecta.

DIMENSIONES :
Longitud total 93 mm
Longitud de la rama tronco-cónica 38 mm
Longitud de la rama clllndrlca 55 mm

Silbato acodado N' 8.973 - Museo La Serena.

Facturado posiblemente en una piedra talcosa. Presenta las formas


tlplcas, con dos secciones en ángulo recto. El tubo ofrece dimensiones di-
versificadas, considerando la embocadura y el agujero de salida que es de
diámetro mayor. También se observa el agujero de suspensión en el vér-
tice de la pieza.
El trabajo de perforación del canal acústico es muy Imperfecto o
irregular, habiéndose intentado varios procesos de horadación que luego
se abandonaron.

DIMENSIONES :
Longitud total 113 mm
Lonpltud rama horizontal 55 mm
Longitud rama vertical 58 mm
Diámetro en la embocadura 20 mm
Diámetro en la salida 19 mm
Diámetro en el vértice 31 mm
Diámetro en el agujero menor 7 mm
Diámetro en el agujero mayor 15 mm

Pieza N9 1.330 - Museo La Serena.

Facturada en un roca talcosa. Es un fragmento que conserva la ra-


ma corta y un trozo de la de mayor extensión que no permiten recons-
truir la forma completa.

17
DIMENSIONES:
Longitud de la rama corta 30 mm
Fragmento de la rama larga 39 mm
Diámetro del tubo 11 mm
Diámetro del agujero 7 mm

Silbato acodado - Museo Nacional de Historia Natural - Santiago.

En la revista de la Sociedad Arqueológica de Santiago -enero 1•


de 1880, lámina IX, Flg. N• 3- aparece reproducido con un titulo gene-
ral: Antigüedades Chilenas; colección del Museo Nacional (actual Museo
Nacional de Historia Natural), un Instrumento de piedra de análogas ca-
racterlstlcas con los silbatos acodados que aqui se describen. Aparecen la
sección cUindrica y aquella otra tronco-cónica en un ángulo recto y lue-
go en una prolongación, el agujero para suspender al objeto. El dibujo
parece ser algo mayor que el original. Deductlvamente podria determi-
narse una longitud de 220 mm.
En la Primera Entrega consultada no se suministran pormenores
acerca de los objetos contenidos en la lámina.

Piezas dudosas

Pteza N• 1.609 - Museo La Serena

Este es un ejemplar en elaboración en el que se utilizó una roca


talcosa. Su función no es segura como instrumento musical, pudiendo ha-
berse Intentado la elaboración de una cachimba del tipo "T" invertida de
general uso en los pueblos de la cultura de El Molle. Presenta un tubo
horizontal parcialmente perforado y un "hornillo" apenas esbozado. La
rama que se prolonga más allá del "hornillo" es Imperfecta; su forma es
aguzada y semlplana, totalmente lnapta para un posible trabajo de per-
foración. En las cachimbas del tipo ya mencionado, el extremo anterior
es sólido.
Se menciona este ejemplar con la salvedad ya Indicada en esta cla-
sificación de instrumentos musicales, sólo por consideraciones a la deno-
minación que aparece en un trabajo anterior.

DIMENSIONES:
Longitud total 91 mm
Altura que comprende al hornillo y
cuerpo 35 mm

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Pteza N• 2.124 - Museo La Serena.

Facturada en una roca talcosa. Tiene una forma semejante a la pie-


za anterior, con un hornillo al centro que lleva una excavación muy re-
ducida, una rama cónica y otra de desarrollo menguado.
Indudablemente se trata de un ejemplar inconcluso, cuya función
resulta muy diflcll de atribuirla a un instrumento musical. Valen para
este ejemplar los arg umentos que sef\alamos en la oportunidad anterior.

DIMENSIONES :
Longitud total 60 mm
Altura total 34 mm

Lámina V

F/G 1

FIG 2
s .. .. , s.,.-·-1

e ., .s
4"
FIG. 3
Pi'eza s de dudosa /ur1ció11 como illstrumc11tos musicales
l<'JG. N9 1: 2. 124 M.L . . Colecc. Museo La Serena
FIC. NP 2: 1.609 M,J.,,S. Colecc. Schwen11. Musco Lo Serena
FIC . N9 3 : 1.330 M.L.S. Colecc. Mus eo La Serena

19
FLAUTAS

La denominación de "Flautas" no se cifle exactamente a una fun-


ción determinada, sino especmcamente a la forma de los objetos.
Son en general cuadrllongos, con caras planas y en escaso espesor.
Los tubos, cuando existen en determinada cantidad, aparecen distribuidos
en condición paralela, Jo que naturalmente faclllta el cambio de posición
de la boca y de la ejecución de la música.
En las colecciones del Museo hay tres ejemplares que respectiva-
mente llevan 1, 2 6 3 tubos.

Pieza N• 1.125 - Museo La Serena.

Posiblemente elaborado sobre un pórfldo-dlorltlco. Es de forma rec-


tangular y ligeramente más ensanchada en la base. Es de factura tosca,
sin ese acabado demostrativo de cierta calidad artesanal.
En la base hay un agujero que sirve para sustentar el objeto. El
tubo está excavado en 30 mm de extensión, teniendo una salida al exte-
rior mediante un agujero realizado en un costado de la pieza y a menos
de 20 mm de la embocadura.

DIMENSIONES:
Longitud total 58 mm
Ancho 27 y 32 mm
Espesor medio 13 mm
Diámetro de la embocadura 13 mm
Diámetro del agujero lateral 7 mm

Este Instrumento primitivo, considerando su factura y poslbllldades


funcionales, pudo servir como nauta longitudinal utilizando el agujero prin-
cipal, o eventualmente como flauta travesera, empleando el agujero la-
teral. En ambos casos es posible alternar la emisión de la columna de aire
cubriendo o destapando las salidas.

Pieza N• 1.527 - Museo La Serena.

Esta es una nauta de 2 tubos cerrados y está elaborada en calce-


donia: es de forma rectangular con las caras pulimentadas, en tanto que
el dorso, lo que dlrlamos el término de la pieza, conserva las caracterls-
tlcas de la roca sin otra demostración de trabajo artesanal. Una saliente
lleva el agujero de suspensión.

20
Tal vez como una precaria ornamentación sobre las caras se obser-
van ranuras con escasa profundidad, ya en formas paralelas o cruzadas.
Estos surcos también pueden Interpretarse como gulas en la ubicación de
los tubos previos al trabajo de horadación.
Lámina VI

FIG. 2

FIG. 1

FíG . 3
FLAUTAS
FIG. N9 1: 1.125 M.L.S. Compañia Baja
FIG. N9 2: 1.527 M.L.S. Cokcc , Schwenn. Mu.seo La Serena
FIG. N9 3: 7.503 M.L.S. Puerto Aldea, Museo La Serena
(Reducción aproximada 4/ 5 del tamaño original).

21
DIMENSIONES:

Longitud total 65 mm
Ancho 26 mm
Espesor 17 mm
Longitud del tubo mayor 51 mm
Longitud del tubo menor 41 mm
Diámetro de los tubos 5 mm
Distancia entre ellos 1,5 mm

Flauta N• 7.503 - Museo La Serena.

Es una flauta de arcilla cocida con tres tubos cerrados. La forma


cuadrilonga es ligeramente más ancha en la embocadura.
La superficie, apenas alisada, es de color rojo natural con ciertos
espacios ennegrecidos accidentalmente durante el proceso de cocción.
En el estado actual de conservación se observan vestiglos del agu-
jero de suspensión y, además, se deduce la existencia del apéndice lateral.

Procedencia: Penlnsula Lengua de Vaca, Departamento de Ovalle.

DIMENSIONES:

Longitud total 64 mm
Ancho 35 mm
Espesor 7 mm
Longitud de los tubos 51 - 45 - 47 mm
Diámetro de los tubos en la embocadura 6 mm
Distancia entre los tubos 4 mm

FLAUTAS DE PAN

La flauta de Pan, ampliamente conocida en las culturas del Medi-


terráneo, entre los griegos es mencionada con ese nombre como una tra-
dición griega y es la arunda o fistula entre los romanos.
Su dispersión en Asia y Melanesia es bastante amplia, siendo Amé-
rica el continente en el que el instrumento se generalizó en muy diversos
núcleos de población aborigen.
Algunos trabajos de investigación han establecido diversas hipótesis
sobre su origen, planteándose relaciones culturales transpaclficas. Indu-
dablemente existen slmllitudes que permiten ampliamente teorizar sobre
la materia.

22
Flauta de Pan N' 1.531 - Museo La Serena.

Facturada en una roca marrón oscura, posiblemente una lava. La


forma cuadrilonga ofrece en un costado una prolongación agujereada que
pudo haber servido para llevarla colgada. Su superficie es muy pulida y
los contornos son suavemente redondeados.
Esta flauta es de 4 tubos abiertos. Estos ofrecen diámetros diferen-
tes en una relación de comparación entre la zona de embocadura con la
sección de salida.
Los respectivos diámetros de los tubos en la embocadura conservan
una misma dimensión durante una parte de su desarrollo; luego adquie-
ren el menor diámetro de la salida.
En diversos cuadros se anotan las dimensiones generales y también
los valores longitudinales de cada tubo sef\alando sus dos respectivas sec-
ciones.

DIMENSIONES:
Longitud total 228 mm
Ancho 62 mm
Grosor 22 mm

DIMENSION EN LOS TUBOS (mm) :

II III IV

Diámetro en la entrada 9 10 10 9
Diámetro en la salida 5,5 6 6,5 4,5
Longitud de la primera sección 120 110 100 90
Longitud de la segunda sección 108 96 87 80
Longitud total 228 206 187 170

DECORACION:

Por ambas caras de esta flauta pueden observarse ornamentaciones


grabadas en escasa profundidad.
Los motivos fueron realizados en forma descuidada y sin mucho or-
den. En una cara corresponden a trazos rectos, cheurrones y espirales que
nacen de un rasgo horizontal. En la cara opuesta los adornos son simila-
res, salvo en una franja que ocupa la parte central en que las figuras, en
forma de ganchos de doble trazo, aparecen distribuidas en dos hileras.

23
Lámina VII

\1 l '. 1

1 i; 1 1
1

1 I'

11 111
1

11
i l

Flauta de Pan N9 1.531 M.L.S. Colecc. Sch11Jenn. Museo La Serena


24
Aun en esta expresión tan simple de decoración de ganchos, puede
reconocerse un motivo de adorno bastante frecuente en la alfarerla dla-
gulta.
Este ejemplar fue encontrado accidentalmente en la Plaza Santo
Domingo de La Serena al Implantarse en un sector marginal un poste de
lineas telefónicas. Conjuntamente con el Instrumento musical apareció un
fragmento de ceramlo ordinario dlagulta.

Flauta de Pan N• 7.599 - Museo La Serena.

Facturada posiblemente en un jaspe. Es de forma cuadrilonga, con


un borde llgeramente curvado. Presenta la correspondiente prolongación
agujereada, común a la gran mayorla de los Instrumentos aerófonos. Las
caras están bastante bien pulldas, siendo los bordes redondeados.
Este Instrumento tiene 4 tubos abiertos. El de más larga extensión
termina normalmente ; a los otros 3, por defectos de la planlflcaclón de la
pieza, hubo que abrirles la sallda en un costado. Estos agujeros de salida
son de ejecución bastante torpe. Pese a estas aberturas laterales, la pieza
tiene la forma escalonada de mayor a menor extensión y que vendrla a
ser la configuración propia y original de las flautas de callas, atadas en
orden decreciente.

DECORACION:

En ambas caras se observan tres rasgos paralelos escasamente pro-


fundos que parecen Indicar la ubicación relativa de los tubos. Entre esos
espacios existen grabados, bastante más superflclales, de diversos motivos.
Algunos de ellos superpuestos, sin que pueda establecerse si hubo una di-
ferencia temporal o fue el producto de una ornamentación Improvisada.
En delineamientos tan simples no creemos atribuirles mayor Impor-
tancia a estas especulaciones.
Considerando como anverso a la cara que ofrece las aberturas de
3 de los tubos, ofrece de arriba a abajo:

Primer espacio Trazos angulares desordenados ;


Segundo espacio Trazos angulares y otros rasgos en desorden ;
Tercer espacio Dos lineas de trazos angulares superpuestos, y
Cuarto espacio Un trazo superior angular de ángulos abiertos y otro
Inferior con ángulos más pequellos y repetidos.

25
Lámina Vlll

1i11 1

1//1/1 i
/ \/ 11 1
o / i // ! 1 1
1J 11 ¡( 1
/1 /¡ ¡ ! J
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Í :!:_ .... -== #~ - b"'

A 8 A B A

TUBO TUBO 3 TUB04


"
Flauta de Pa11 N9 7.599 M .L. S . Pla:.a S 10. Domin go, La Serena . A1useo La Scrc11a

26
REVERSO:

Primer espacio Un trazo corto angular y una decoración del motivo


"Ganchos'\ dos curvas opuestas que se unen en el ex-
tremo libre;
Segundo y Ter-
cer espacios 6 trazos paralelos verticales que cubren una sección
de este espacio; diversos rasgos paralelos horizontales
que los divide en rasgo angular; un pequefi.o cuadri-
látero y otros trazos sin orientación determinada cu-
bren todo el resto de ese sector;
Cuarto espacio Hay una linea angular continua. dentada, como sue-
le definirse a estos motivos simples.

DIMENSIONES:

Longitud mayor o total 225 mm


Longitud menor 155 mm
Ancho (sin la prolongación agujereada) 72 mm
Grosor 27 mm

DIMENSION DE LOS TUBOS (mm) :

11 111 IV

Longitud 225 190 153 140


Diámetro en la embocadura 8 8 8 8
Diámetro en la salida 6

Flauta de Pan S/ N. - Museo Arqueológico de Ovalle.

Este instrumento está trabajado en una pirofilita de color verde


claro. Tiene 4 tubos abiertos, de los cuales 2 están bastante dai'iados. Las
aberturas de entrada tienen forma cuadrangular, en tanto que los aguje-
ros de salida son circulares y están orientados en formación de un arco.
Las dimensiones diferentes de los tubos en su correlación de embo-
cadura y salida dan una dimensión de diámetro distinta a sus respectivas
secciones.

27
DIMENSIONES:

Longitud total 100 mm


Ancho 48 mm
Prolongación agujereada 12 mm

DIMENSION DE LOS TUBOS (mm) :

n rn IV

Longitudes 100 92 75 58
Diámetros :
Embocadura 7 7 7 6
Salida 7 6 5 5

Flauta de Pan S/N.

Corresponde al Instrumento dlbujado en la obra "Aborlgenes de Chi-


le", de José Torlblo Medina, Flg. 74. Elaborada en roca porflrltlca, "fue
hallada en La Serena". Presenta 3 tubos, al parecer abiertos, y tiene una
prolongación agujereada apta para colgarla. La dimensión que se deduce
de la figura equlvaldrla a 10 cm de longitud.

Flauta de Pan N• 1.530 - Museo La Serena.

Está elaborada en madera.


Esta flauta perteneció a la ex colección Schwenn, adquirida por el
Museo.
Según los antecedentes conocidos, fue encontrada en el gran cemen-
terio Dlagulta de Pefiuelas. Este cementerio, ubicado en un llano bajo,
durante un tiempo prolongado -estimable en varios cientos de atlos-
estuvo permanentemente Inundado. En ese medlo húmedo se desarrolló
una vegetación de vega o semlpantano. Las exhumaciones realizadas en
las sepulturas de cistas de aquel lugar contuvieron los escasos objetos de
madera que se conocen de esta cultura lndlgena.
De esta observación práctica se puede deducir que la solución sali-
na conocida en el lugar actuó acelerando el proceso de preservación que
en otro medio, por el contrario, habrla slgnltlcado una rápida descompo-
sición orgánica.
Esta flauta de madera con 4 tubos abiertos también tiene, como la
anterior, un agujero marginal para suspender al Instrumento. La madera
es pesada y de fibras largas, siendo posible que originalmente se haya
utilizado un trozo de algarrobo (Prosopls sp.), teniendo una forma cua-

28
/

Lámina IX /

I)

FlG. 1

FIG. 2 o 4 .~

FIG. 3

FLJ.UTA.S DE PA.N
FIG . N9 1: 1.530 M.L .S. Peñuela.s. Mu.teo La Serena
FIG. N9 2: 1/ n , San Pedro de Atacamo, Anto/agasta
FIG . N9 J : •/ n, Mwe.o Arque.aló1ico de Ouolle

29
drilonga. En su mayor extensión mide aproximadamente 280 mm. El an-
cho es de 58 mm y el espesor de 18 mm. La embocadura mide 9 - 9 - 8 - 8
mm en cada diámetro de sus respectivos agujeros. En tanto que los mis-
mos diámetros son, a la salida de los tubos: O (el 1• está destruido) y los
siguientes 7 - 7 - 7 mm, respectivamente.

ANTECEDENTES ARQUEOLOGICOS SOBRE LOS ANTERIORES INS-


TRUMENTOS AEROFONOS Y POSIBLES CORRELACIONES
CRONOLOGICAS

Silbatos rectos
Los silbatos rectos N.os 1.529 y 1.528 en los registros del Museo de
La Serena, fueron adquiridos conjuntamente con alrededor de 750 piezas
al coleccionista Dr. Ricardo Schwenn. Esta persona, por varios afias estuvo
haciendo excavaciones en diversos cementerios indigenas de los alrededo-
res de La Serena y en otros lugares del Valle de Elqui, sin llevar anotacio-
nes y con métodos técnicos precarios. Sus colecciones fueron adquiridas
por algunos museos europeos, coleccionistas particulares y el Museo de
La Serena. Este, en su primera formación, obtuvo por compra una consi-
derable cantidad de piezas cerámicas, principalmente de mucho valor es-
tético aunque desposeldas de su contexto cultural. Las piezas de esa co-
lección, en muy alto porcentaje, están relacionadas con la Cultura Dia-
gulta Chilena.
No es, por lo tanto, aventurado determinar que esos silbatos tienen
esa correlación cultural.
El silbato N• 4.900 fue exhumado de una tumba lndlgena ubicada
en Punta de Teatlnos, 8 km al norte de La Serena, por el arqueólogo Fran-
cisco L. Cornely y el Dr. Luis Strozzi.
La tumba, que parecia constituir parte de un antiguo cementerio
indlgena destruido, estaba Inmediata a la población alli existente. Conjun-
tamente con el esqueleto se encontraron como ofrenda fúnebre un plato
Diagulta Clásico, el instrumento musical y dos anzuelos de cobre.
El silbato procedente del cementerio de "Falda Mala" (Hurtado -
Ovalle) , tiene contextos diagulta, aunque la cbndlclón de su respectivo
hallazgo -una capa cultural delgada, con reconocimientos aislados en una
área Inmediata a diversas sepulturas de distintas épocas-, no permite
determinar una precisa correlación con un periodo temporal, que por estas
razones resulta ser oscilante entre los denominados arcaicos y clásicos.
El silbato 9.825 encontrado en excavaciones realizadas al margen
del cementerio lndigena diaguita de Punta de Piedra, a 20 km de La Se-
rena, al Interior del Valle de Elqul, ofrece similares problemas reduciendo
la duda al espacio temporal comprendido entre el de transición y el clá-
sico, que son los predominantes en el sector Investigado.

30
El Instrumento s/n en la colección del Museo de Ovalle, fue extraldo
por la arqueóloga Dra. Grete Mostny durante los trabajos realizados en
1962 en el cementerio indlgena ubicado en los terrenos del Estadio Mu-
nicipal de Ovalle.
Los contextos en estas excavaciones, claramente corresponden a un
periodo tardlo de la Cultura Diaguita Chilena, en el que se aprecia una
intensa aculturación incaica.

Silbatos acodados

Los silbatos acodados N' 2.134 y Nº 8.973 det Museo de La Serena,


pertenecían a una colección adquirida al Dr. Ricardo Schwenn. Sin pro-
cedencia conocida, pueden aducirse las razones anteriormente mencionadas
y que apoyan una segura atribución a la Cultura Diaguita.
La pieza sin número que pertenecla al Dr. Gustavo Gallegulllos fue
encontrada en el yacimiento dlaguita de Marquesa, un lugar situado
aproximadamente 30 km al oriente de La Serena.
En cuanto a la pieza que se describe y que pertenece a la colección
del Museo Francisco Fonck en Viña del Mar, ésta fue encontrada por el
Dr. Roberto Gajardo Tobar en excavaciones realizadas en el fundo La
Vi!l.ita, en las inmediaciones de Paihuano, departamento de Elqui y aproxi-
madamente a 90 km al oriente de La Serena.
El cementerio indigena que fue reconocido al iniciarse los trabajos
de una plantación de duraznos por sus propietarios, señores Hernández,
permitió identificar numerosas tumbas y exhumar una importante colec-
ción de piezas alfareras de la Cultura Diaguita, de los periodos arcaicos
y clásicos, que describió sumariamente Gajardo Tobar en 1940 •.
Ya hemos explicado que el silbato acodado que se ilustra en la re-
vista de la Sociedad Arqueológica de Santiago no tiene otras referencias de
contexto; por sus características y similitudes tenemos que considerarlo
relacionado con los descritos previamente, y por deducción puede atri-
buirsele una conexión con la Cultura Diaguita Chilena.

Flautas

El ejemplar N• 1.125 con un tubo cerrado y que tiene su salida por


el costado, se encontró en septiembre de 1948 durante las excavaciones
realizadas en la Compañia Baja por la Sociedad Arqueológica de La Se-
rena. El lugar está situado en la periferia de la ciudad a menos de 3 km
del área urbana.

* Roberto Gajardo Tobar. 1940. Cementerio Indígena de La Viñila. R ev isto Chilena


de Historia Natural, XLIV, pp . 20-25. Santiago.

31
En la Comparua Baja existen varios sitios arqueológicos que han
sido Investigados desde hace 30 a!los. Samuel K . Lothrop hizo estudios en
el cementerio de El Olivar, cuyos resultados quedaron Inéditos. Ricardo E.
Latcham lo menciona Indicando que habrla una estratlgratla muy Impor-
tante.
Francisco L. Cornely hizo un trabajo Intensivo en el mismo cemen-
terio, publicando un resumen de los resultados.
En otros cementerios que se continúan a la Carretera Panameri-
cana, se han realizado trabajos exhumatorlos sin métodos muy rigurosos.
El resultado general, se¡¡ún se desprende de la breve noticia de Cor-
nely y las anotaciones del registro del Museo de La Serena, permite tener
una información general que Identifica estos yacimientos como pertene-
cientes a la Cultura Dlagulta Chilena, en sus diversos periodos cronoló-
gicos.
La !lauta N• 1.257 se Incorporó a las colecciones del Museo de La
Serena, conjuntamente con las Importantes colecciones adquiridas al Dr.
Ricardo Schwenn. Para este ejemplar, como ocurre con toda la colección,
no se conocen antecedentes y contextos.
La pieza N9 7.503, procede '\e las excavaciones realizadas por Hans
Nlemeyer en Los Pozos, "en el borde oriental de la penlnsula de Lengua
de Vaca y a sólo 3 km de Puerto Aldea".
Puerto Aldea es una rada bastante abrigada que se sitúa alrededor
de 60 km al sur de La Serena. \
El Instrumento musical se exhumó de un concha) dlagulta que se en-
contró asociado a cistas funerarias .
El material arqueológico extraldo por Nlemeyer corresponde al pe-
rlodo que usualmente se ha denominado Clásico y que corresponde al de
mayor evolución de esta cultura. Cronológicamente se le ha asignado un
tentativo afio 1000 de nuestra era.

OCARINAS

Ocarina, s/ n. Museo Arqueológico de Ovalle


Esta pieza Instrumental pertenece a la colección Julio Broussa!n
Camplno.
Corresponde a un ceramlo de !orma bltronco-cónlca que presenta
tres agujeros : uno central, y uno en cada extremo.
La pieza tiene un engobe de color amarlllo-cremoso, siendo la deco-
ración trazada con un negro-grisáceo. Un pronunciamiento rojizo aparece
de excepción en ciertas !ajas anchas unlcoloras y en !orma alternada en
los triángulos unidos por sus bases.
La ornamentación por !ajas es asimétrica. Los motivos correspon-
den a !!guras romboidales unidas por sus extremos ; aquéllas que sola-
mente van delineadas, presentan un circulo pequetlo en su porción cen-

32
t ral; en cambio, los losanges dibujados sobre fondo oscuro no llevan esa
decoración punteada. En forma unilateral aparece otro motivo de trián-
gulos oscuros unidos por sus vértices y alternados con lineas paralelas,
decoración que aparece comúnmente en algunos aribalos y otros vasos
con motivos cerámicos de Influencia incaica.

DIMENSIONES:
El largo total del instrumento es de 90 mm con una dimensión en
su circunferencia mayor de 150 mm. Los clrculos laterales donde se han
excavado los agujeros de salidas de aire miden, respectivamente, 17 mm.
Según la expertizaclón del sefior Julio Broussaln, este instrumento
emite 4 sonidos diferenciados en escala de semitonos: Mi bemol, Fa na-
tural, Fa sostenido y Sol sostenido.
"El instrumento tiene tres agujeros. El de mayor tamafio (por donde
se sopla) tiene 10 mm de diámetro: los otros dos no son iguales: uno tiene
5 mm de diámetro y el otro sólo 3 mm. La nota baj a se produce con los
dos agujeros tapados y la aguda con los dos abiertos. El medio tono cro-
mático Fa - Fa sostenido se produce soplando alternativamente con el
portillo de 3 ó 5 mm abierto. Las notas son: Mi bemol, Fa, Fa sostenido
y Sol sostenido (La bemol). Los dos tonos están al extremo y el medio
tono al centro. No sé si originalmente deben ser solamente tres las notas
que deben producirse, es decir: Mi bemol, Fa y Sol sostenido y que el Fa
sostenido se produce accidentalmente debido a la diferencia de diámetro
(dos mlllmetros) de los agujeros laterales".
Con el objeto de completar las investigaciones relacionadas con este
instrumento primitivo, se comunicó la noticia y antecedentes de esta oca-
rina al investigador argentino sei\or Julio Vlggiano Esaln, quien muy gen-
tilmente respondió con la siguiente información técnica muy interesante
y de acuerdo con la reconocida preparación de su autor:
"Su tesitura coincide con la modalldad lndlgena andina de regis-
tros altos. Su extensión tonal da un intervalo de 3' aumentada: Mi bemol -
Sol sostenido, con un semitono cromático en la parte central; pero en el
ejemplo gráfico adjunto da un Intervalo de 4' Justa: Mi b - La b (Mi
b - - Fa - - Fa sost. - - - La b) y un salto de 3' disminuida (Fa
sost. - - - La b) entre los dos grados !lnales, impropia de la nomencla-
tura clásica, o bien, acústicamente una enarmonla (Sol sostenido - - La
b) del grado final. AdemáS, en la parte central da un fragmento de escala
lndlgena que habrá que establecer".
La ocarina de la colección Broussaln fue encontrada accidental-
mente al reallzarse algunos trabajos de alcantarillado en la ciudad de
Ovalle, en un sector inmediato al Estadio Municipal. Apareció en un con-
junto de otras piezas arqueológicas, entre las que se destacan un ceramio
antropomorfo con características de Pakcha. Corresponde a una cabeza y
parte del cuello en que los rasgos, bastante expresivos, están preferente-

33

Bolctfn - 3
mente pintados. Encima de la cabeza, que es hueca, hay un pequef\o agu-
jero teniendo una salida natural mediante un pequef\o tubo que sale del
cuello.
Otra pieza fragmentaria la hemos identificado como Cushuna y co-
rresponde al cuerpo figurado de un pequef\o animal con un agujero en un
extremo del cuerpo, prolongado con cierta exageración.
Un plato dlagulta de estilo clásico y un jarro-pato también fueron
parte de ese hallazgo.
Trabajos arqueológicos que se realizaron en el Estadio Municipal, en
diversas oportunidades, sef\alaron la existencia de un cementerio y cons-
trucciones funerarias Diagultas con Intensa aculturación Incaica.

OTRAS REFERENCIAS

Según nos lo ha comunicado verbalmente el joven Eduardo Fernán-


dez, en una Investigación sumaria realizada en un potrerlllo del lugar de-
nominado Almendrlllo (Fundo Tranqullla), en el valle del rio Choapa en
que habrlan aparecido fragmentos de alfarerla y piedras molinos, se en-
contró un fragmento de Flauta de Pan con 6 tubos cuya dimensión serla
de 8 cm por 1 cm -en la condición descendente.

IDIOFONOS

El único ejemplar de este género encontrado en el área es un sona-


jero de cerámica.

Sonajero N' 1.952. Museo La Serena

Perteneció a la colección Schwenn.


Este objeto de arcilla cocida, pintado de blanco, tiene la forma de un
esferoide hueco con un diámetro mayor en el pláno ecuatorial y un agujero
en cada polo.
Según noticias que se tienen (pero que son dificiles de comprobar
en su verosimilitud) esta esfera habrla contenido en su Interior algunas
piedrecitas que al chocar produclan alguna sonoridad.
Con cierta reserva, damos a este objeto la calificación de un instru-
mento ldlófono, pudiendo compararse en sus formas a los calabazos que
Integran los bastones de baile en ciertas tribus selvlcolas americanas.

Dimensión: Diámetro lateral, 11,5 cm; diámetro vertical, 9,5 cm.

34
Lámina X

S! J ,l. s

=.
F.IG. 2

~
FIG l ~

FIG . 3 o.

OCARINA E ID/OFONOS
FIG. N9 1: s/ ri. Colecc. Sr. Julio Brou ssai11, Museo de Ovolle
FIG. N9 2: 2.446 .M.L.S. T ernuco . Museo La SereM
li'IG. N9 3: 1.952 M.L.S. Altovalsol. Colecc. Scl1 we11ri. lt.Juseo La Serena

35
BIBLIOGRAFIA

lribarren Ch., Jorge


1949. Una int eresante colección arqueológica de Ova lle - Ocarina. R evista Universi-
taria, Año XXXIV. Sanlia go.

1957. La flauta de Pan y otros instrum entos indí genas. Publicación del Museo y So-
ciedad Arqueológica de La Serena. Boletín N9 9, pp . ] 2-21. La Serena,

1969. Estudio preliminar sobre los instrumentos musicales autóctonos en el área norte
de Chile. IV Congreso Nacional de Arqueología. R chue N9 2, pp. 91-112. Con-
cepción.

36
APENDICE N• 1

Anotaciones musicales sobre los instrumentos


del Museo Arqueológico de La Serena

MILLAPOL GAJARDO

Silbato. s/ n. Museo La Serena . Colección Dr. Gustavo Galleguíllos

El instrumento de piedra es a manera de codo. Presenta un agujero


vertical más grande que sale en su extremo inferior por dos aberturas pe-
queñas que al ser tapadas o abiertas dan diferentes sonidos. El aguiero
vertical es de unos 6 cm de largo y la embocadura de poco más de 1 cm,
angosta hacia abaio. El aguiero lateral que está comunicado con el ver-
tical tiene una embocadura de 6 mm. Al ser soplado por el agujero vertical
más grande y estando tapadas las dos salidas inferiores y el aguiero lateral
produce un Si natural con una linea sobre la pauta y al destapar el lateral,
produce un Mi con dos lineas y media sobre la pauta, o sea, una cuarta
iusta de diferencia.
El aguiero lateral produce un solo sonido bastante agudo. Las salidas
inferiores varían muy poco el sonido. Ofrece una saliente que lleva un pe-
queño agujero de ojal.

Flauta de pan. Pieza N' 1.531 , Mus eo La Serena

Abierta en los dos extremos.


Soplando en la flauta completamente abierta se obtienen cuatro so-
nidos fundamentales y por mayor presión de aire, cuatro sonidos armónicos,
que en este caso corresponden al segundo de la serie de los armónicos, esto
es, una octava más una quinta.
Cerrando la flauta en el extremo inferior y soplando en l a parte su-
perior, se obtienen otros cuatro sonidos fundamentales y por mayor presión
de aíre, sonidos que están una octava más alto que el fundamental, o sea,
el primero de la serie de los armónicos. Hay que hacer notar que estos
sonidos anotados no son de una ;usta precisión.

37
Sin embargo, es dificil tapar los agujeros en su extremo inferior por
el poco espacio para colocar los dedos sin dejar escape de aire, por lo que
se supone que los indígenas no hayan usado esta flauta en posición cerrada
sino solamente abierta en los dos extremos.
No se logra cubrir con el labio dos agujeros simultáneamente, por lo
que se supone que los tndlgenas tampoco hayan podido hacerlo. Esto sig -
nifica que no es probable que hayan producido acordes de dos sonidos si-
multáneos.

Flauta de Pan. Pieza N' 7.599. Museo La Serena

Cerrada en el extremo inferior .


Esta flauta se presenta cerrada en su extremo Inferior, con excep-
ción del agujero N' J que se encuentra abierto por ambos lados, terminando
más angosto en el extremo inferior que en la embocadura. En este estado
se producen al soplar cuatro sonidos fundamentales , y por mayor presión
de aire, cuatro sonidos armónicos que no obedecen a la misma lógica (como
en el caso de la flauta p. N' J.531).
Al tapar en su extremo inferior el agujero N' 1, el sonido producido
es un Do natural tercer espacio, produciéndose con este sonido y el del
mismo tubo en estado abierto una cuarta aumentada o trítono.
En una de sus paredes laterales presenta esta flauta unas perfora-
ciones frente a los tubos 2, 3 y 4, que comunican con éstos. Al ser destapadas
estas perforaciones y soplando por los tubos verticales correspondientes se
producen en cada tubo sonidos que están una tercera mayor o una tercera
menor más bajo que el sonido del mismo tubo con esta perforación tapada.
Estas perforaciones laterales equivalen a los agujeros de la flauta
común transversa o recta y tienen la misma función que ellos. Con estas
perforaciones, esta flauta de Pan puede producir 8 sonidos diferentes por
el método de tapar o destapar agujeros. Sin embargo, es probable que esta
flauta fuera utilizada para producir melodlas por la falta absoluta de re-
lación de escala entre los sonidos de los diferentes tubos; antes bien, se
podría hablar de arpegios que pueden haber tenido una finalidad de acom-
pa1!amtento u otra.
En esta flauta , por estar los agujeros de embocadura más juntos entre
st, es posible cubrir con el labio 2 tubos vecinos, obteniéndose asl acordes
de dos sonidos.

COMENTARIO

Estos dos instrumentos, no parece que hayan sido utilizados para


ejecución solista de melodias por lo reducido de su extensión y la poca o
ninguna relación de escala que existe entre los diferentes tubos, aún si se

38
tratara de la escala pentáfona, que es una de las primeras utilizadas por
las culturas primittvas de las diferentes partes del globo. Para ejecución
con escalas completas se necesitan flautas con varias filas de tubos. En
el caso de estas flautas de piedra, lo más probable es que no hayan servido
una finalidad musical propiamente, es decir, como función melódica como
el caso de las primitivas flautas rectas o transversas, sino que fueran des-
tinadas a otros menesteres de la vida cotidiana o para simple acompaf!a-
miento ritmico de sus danzas (como en el caso de los "chinos'' de Andacollo
y otros en que los instrumentos se limitan a producir dos sonidos y nada
más) como anota Policarpo Caballero Farfán. ( Instrumentologia Musical
Popular Argenttna, por Julio Viggiano Esain, N' XX, p. 82).

• Las onotocioncs musicales del proíesor MillaJ)ol Gajardo se inclu yen al margen de
las ilustraciones. Estas últimas fueron realizadas por el señor Gabriel Co bo Contrcras.

39
APENDICE N• 2

Los instrumentos musicales del Museo


de La Serena

JULIO VIGGIANO ESSAIN

Folklorólogo y musicólogo del lns litu lo de


Antropología y del de Estudios Americnnistas
de la Facultad de F il osoíía y Humanidades de
la Universidad Naciona l de Córdoba.

COMENTARIO

Pieza N' 1.531. Flauta de Pan

Esta pieza 1 física y musicalmente, es una expresión de las innume -


rables formas de esta especie aerófona autóctona. Además de las anota-
ciones fónicas tomadas habría que determinar el con j unto de mediciones
del instrumento:
Largo absoluto - Ancho de la base tuba! o tubular - Ancho de la
boquilla - Espesor d e la base - Espesor de la boquilla - Largo de los tubos.
La altura y extensión de su tesitura tetráfona, con sonidos conjuntos
o contiguos, de tonos y semitonos del sistema temperado europeo, presentan
a esta grafía musical como un fragmento de escala. Abierta en los dos
extremos, con totales perforaciones tubulares, y qon una resonancia armó-
nica correspondiente al segundo sonido de la serie natural de los armónicos,
y a pesar de que, generalmente, los empleados en la ejecución musical
colectiva sertan de mayor número de tubos, ella aparecerta como una ex-
presión aislada de un par o grupo de instrumentos similares, dado el ca-
rácter colectivo de esta especie. La extensión de su tesitura puede muy bien
representar el segundo tetracordio superior de la escala menor natural, Za
5, con inflexión a la sexta aumentada, la sexta dórica conocida por los an-
tiguos peruanos anteriores a la conquista, como igualmente de otras estruc-
turas acústicas. Teniendo en cuenta, además, la posibilidad de obtención
de más sonidos por mayor o menor presión de la columna de aire; por la

40
obturación de toda o parte de los tubos de la parte tnfertor o base; por el
levantamiento del instrumento al tocarlo, como también, de la producción
simultánea de sonidos o btcordes. Todo este problema de esclarecimiento,
para el musicólogo no deja de ser una incógnita. Por eso, sin entrar en
conjeturas a veces peligrosas, y ateniéndose a la resultante fóntca obte-
nida con los medios más directos y sencillos, naturales y evidentes, ella
pudo integrar la producción de melodtas colecttvas, tetráfonas, pentáfonas,
liexáfonas y lieptáfonas, stn por ello olvidar que, también, pudo ser un Ins-
trumento puramente acompaf!ante rttmico danzante, de avisos y seftales,
de simple vibración fóntca de silbato u ocartna o Instrumento con stmple
esquema fónico para representar melogramas ritual es en sus cultos del
agua, en su impetración de lluvias, al sol en sus invocaciones rituales agrí-
colas, de protección en los largos vtajes, cuidado y fecundidad del ganado,
ritos fúnebres y otros. Por su ttpologta antropomorfa, morfológicamente
piramidal o pirifor me, esta pieza parecerla liaber stdo uttltzada a manera
de silbato u ocarina, con sentido religioso en sus cultos rituales mencio-
nados.
Además, no indicándose tamaño del instrumento, por el dibujo pa-
rece ser de dimensiones reducidas, a manera de silbato o amuleto, en ambos
casos por el agujero de suspensión que presentan. En cuanto a la unifor-
midad del diámetro de los tubos, en los stlcus de piedra, generalmente fusi-
formes o cilíndricos, en algunos es uniforme en toda su extensión y en otros
es de mayor a menor.
Referente a la afinación en los instrumentos de piedra, piedra caliza,
piedra sapo, terracota, etc., es posible que, como en los de ca1!a, las cons-
tructores liayan uttltzado la cera de avispas o abejas o materias resinosas
para obturar o acortar el tubo por donde circula la columna de aire , a
efectos de mejorar o corregir la afinación en algunos casos, qutzá ; pero lo
que no es crelble, como afirma Caballero Farfán, es que liayan utilizado la
cera o taquitos de madera, movibles, para adaptar el instrumento a los
frecuentes cambios tonales o modulatorios de los diferentes modos incaicos
y aun preincaicos que constitutan el sistema tonal de las piezas ejecutadas,
y en esto parece tener razón los D'Harcourt.
Otro factor que influye en la resultante fónica, y por lo mismo en la
afinación, es el estado de la pteza, de los tubos, perfección en la confección
de los mismos, y en nosotros, investigadores, subjetivamente, la obsesión
vor querer encontrar en toda una razón de ser o significación musical, en
objetos, muclios de ellos lieclios empir icamente y por lo tanto susceptibl es
de producir las imperfecciones, contradicciones o efectos raros que solemos
observar en ellos.
Para esto y para su exacta determinación, por su extensión fónica
o tesitura, colocada esta pieza entre una rudimentaria exprestón de sikus
y adelantada expresión de silbato, un factor Importante es la necesaria
determinación de la edad o antigüedad de la pieza, en este caso de piedra,

41
con completas perforaciones tubulares, por esta característica, especie casi
extinguida, y que por ello supone valor y significación arqueológico-musi-
cal, dando idea de su antigüedad y, posiblemente, anterior al uso de la caña
y materia vegetal . Por su aspecto preincaico, según el diagrama o dibuio
adjunto, recuerda la tipología musical instrumental aerófona arqueológica
de la cultura nazca, de las zonas peruanas de la costa del Pacifico, y co-
rridas al sur hacia el norte de Chile, y también, recuerda las muestras
arqueológicas de la zona andina de las culturas dtaguítas calchaquies.

Pieza N• 7.599. Flauta de Pan

Esta pieza de cuatro tubos, de piedra o terracota y tamaño reducido,


piriforme, presenta obturación en su extremo inferior, con excepción del
primer tubo abierto en ambos extremos. Además presenta tres perforacio-
nes u orificios laterales, aparentemente, y considerada en la producción
literal de sus cuatro sonidos básicos y sus correspondientes armónicos, da
una serie tonal inconexa o incoherente, y en ese caso serta instrumento
rítmico, de acompañamiento y demás funciones mencionadas anterior -
mente; pero agregando a ellos la serte de ocho sonidos obtenidos tapando
y destapando tubos, aparece apta para la producción de melodías solistas
basadas en una serie escalística coherente que gráficamente, con alguna
transposición enarmónica se representa como una escala heptafonal o hep-
tatonal con sexta mayor o dórica (Fa sostenido), en el modo mayor.
En cuanto a la posibilidad de haber obtenido sonoridades bicordales
por el empleo simultáneo de dos tubos, ello pudo ser posible, dando lugar,
hipotéticamente, a otras combinaciones tonales y modales. Si no hubiere
habido uso de los orificios laterales, que con los demás supone un manejo
virtuoso del instrumento, aun con los bicordales, esta pieza también pudo
ser de simple acompañamiento rítmico y demás funciOnes mencionadas en
el estudio de la pieza anterior.
Esta pieza N• 7.599 como la anterior N• 1.531 son de excelente valor
arqueo-etno-mustcográfico, especialmente la primera por las totales perfo-
raciones tubulares, típico en las piezas de piedra o terracota de las antiguas
culturas preincatcas, modelo extinguido desde largos años, y la segunda por
la riqueza de sonidos y la presencia de las per/O'l'aciones laterales, combi-
nación de sikus y flauta travesera, recursos no frecuentes en la arcaica
instrumentologia musical de estas culturas andinas.

SILBATOS

La serie de silbatos que constituye el otro capitulo de instrumentos


aerófonos adjuntados para su estudio, constituye un interesante con/unto
de esta tipología musical.

42
Su uso fue general en las antiguas parcialidades indígenas integran -
tes de las primitivas culturas indigenas americanas. Tuvieron significación
religiosa y mágica en sus cultos rituales de la naturaleza, en su mitográ-
fico simbolismo pagano, ceremonias propiciatorias, curativas, para señales
y llamadas, en sus cacerias y en la guerra, en sus marchas por las zonas
selváticas para anunciar el peligro y utilizados por los chasquis y correos
indigenas, como lo digo en mi libro " lnstrumentologia musical popular
argentina".
De piedra, de pequeño tamaño y diferentes formas, la mayoria da
un sonido Si, con el tubo tapado en un extremo, y da Do, abierto en am-
bas extremidades, con las altitudes fónicas expresadas en el diagrama (pie-
za N• 4.900). Ellas presentan las caracterlsticas típicas y normales de esta
tipologia musical aerófona autóctona.
La pieza N ' 7.503, silbato trifónico, según los datos acústicos adiun-
tos, podria ser una pieza abandonada por defectuosa u otra causa cual-
quiera, antes de su terminación, o bien, empleada con otros ingredientes,
como cera, en los tubos (cosa poco probable) y haber desaparecido por la
ación del tiempo.
Interesante como curiosidad dentro de la especie, por sus conductos
separados y forma de pipa, es el silbato doble o bifónico, N• 2.123 como
igualmente el N' 1.125 con conductos vertical y horizontal unidos, también
doble o bifónico; el N' 1.527 silbato doble o bifónico, con conductos verti-
cales separados . Muy interesante dentro de esta especie tipológica es el
silbato sin número en forma de pipa o codo, con perforación tubular ver-
tical que se bifurca en el extremo inferior o base, y comunica con otro
conducto horizontal.
Todas estas piezas presentan típicos rasgos de las culturas alfareras
de la costa andina, araucanos con algunos rasgos de la preincaica nazca, y
quizá de la diaguita calchaqui del noroeste argentino.

43
Secuencia arqueológica del alero rocoso
de San Pedro Viejo - Pichasca
(Ovalle, Chile)

GONZALO AMPUERO BRITO


MARIO RIVERA DÍAZ

ANTECEDENTES ARQUEOLOGICOS

El alero rocoso de San Pedro Viejo se conoce en la arqueolog!a chi-


lena a partir de las investigaciones realizadas por Jorge Iribarren Ch. en
1949 y 1963, esta última realizada en compañia del arqueólogo Julio Mon-
tané M. (Iribarren: 1949, 1967 y 1970).
Los resultados de estas investigaciones señalaron la existencia de un
pueblo recolector y cazador precerámico, con una secuencia no claramen-
te definida, y que presentaba la existencia de cult!genos, especialmente
algunas variedades de porotos {phaseolus), que permlt!an suponer la in-
troducción de cultivadores en la región, probablemente pertenecientes a
una cultura cerámica conocida, paralelamente a ese pueblo de economia
mixta. •:f 1

IribarrelJ, en su últlmo trabajo sobre r!o Hurtado, señala: "Obser-


vando los implementos y las técnicas empleadas por una conclusión mo-
tivada exclusivamente de la morfolog!a, aunque las investigaciones hasta
ahora han sido negativas, puede aducirse la existencia de una cultura
anterior precerámica de breve existencia seguida de otro desarrollo cul-
tural más evolucionado mixto agricola-cazador" (IRIBARREN: 1970, 198).
Las excavaciones realizadas con anterioridad a las nuestras, se ci-
f\eron principalmente al sector oriente del alero y en un sector restrin-
gido del extremo occidental, sin poderse ubicar claramente una estrati-
grafla precisa.
Frente a estos antecedentes y siguiendo los criterios expuestos por
nosotros y otros Investigadores en lo referente a una posible vinculación
de los materiales encontrados en San Pedro Viejo con los pertenecientes
a la Quebrada El Encanto (AMPUERO - RIVERA, 1964; RIVERA - AMPUERO, 1969)
y con los estudiados en el sector de Punta Colorada {AMPUERO, 1969), de-

45
cidimos intentar un nuevo estudio en el alero, ya que éste presentaba en
su centro una amplia área no removida. La presencia de cultigenos pre-
colombinos, asociados a restos culturales, eran más que suficiente razón
para estos estudios.
Además, se hacia necesario realizar investigaciones dirigidas a de-
terminar la antigüedad y el rol que han Jugado en los complejos cultu-
rales recolectores-cazadores la presencia de agricultura y su conexión con
culturas agroalfareras, particularmente la Cultura de El Molle, insuficien-
temente definida aún.

UBICACION DEL SITIO

El alero rocoso de San Pedro Viejo se encuentra ubicado en la Pro-


vincia de Coquimbo, Departamento de avalle, Chile, latitud 30º 21' sur y
longitud 70° 52' oeste, al oriente de Sama Alto, al norte del pueblo de
Pichasca y del valle del rlo Hurtado, en el flanco oriental de una quebra-
dllla que se comunica con el valle.
El alero ha sido formado por procesos erosivos asentados en forma-
clones del Cretásico Superior (Formación Vifiita) (CASAMIQUELA, CoRVA-
LÁN, FRANQUESA, 1969; THoMAS, 1967) . Desde el punto de vista geológico,
el fenómeno más importante es la formación Villita, puesto que a menos
de dos kilómetros de distancia fueron ubicados fósiles que podrlan datar
esta formación. THOMAS (1967, 36) ha concluido que "esta formación es de
origen continental volcánico, y por su posición estratigráfica, y en parte
por su litografia, se la ha correlacionado con las formaciones Cerrillos
en la Provincia de Atacama (SEGERSTROM Y PARKER, 1959), y Coya-Mach a-
11 (KLOHN, 1960), Abanico (AGUIRRE, 1968) y las Chilcas (THOMAS, 1958)
de Chile Central". Por hallazgos de fauna de vertebrados y plantas fósiles
en el área de Pichasca, CASAMIQUELA asigna a esta formación una edad
del Maestrichtiana Superior, que corresponderla a la parte alta de la For-
mación Villita (CASAMIQUELA, 1969) .
Según el estudio preliminar del geólogo sellar Eugenio Rodrlguez, el
alero se ha formado "por la diferente resistencia a la meteorización que
ofrecen las dos clases de roca que la constituyen .
La roca que forma el techo es un f!ión porflrico lntrusivo casi ho-
rizontal (tiene 15º de inclinación hacia el Este) que tiene mayor resisten-
cia mecánica y qulmica que las areniscas y lutitas que subyacen y que al
destruirse han dado origen a la caverna" (Véase Apéndice).
El alero tiene un desarrollo ligeramente norte-sur de 75 m de fren-
te por 9 m en su sección más profunda. En el sector en que su profun-
didad decrece y parte del centro, la acción erosiva ha re bajado el nivel,
formando un talud entre el piso actual del alero y el piso de la quebra-
da. Sobre el techo porflrltico corre, en afias lluviosos, un curso de agua
que cae en cascada en el sector oriental.

46
El clima del área corresponde al llamado Clima de Estepa con gran
sequedad atmosférica (BSt) . HUMBERTO FuENZALIDA PONCE (1965, 131) se-
flala:
"Ya se ha hecho notar que en esta parte de Chlle la temperatura
41
en vez de decrecer con la altura, aumenta. Almeyda supcne asi que los
"valles de los rios Hurtado Alto, Turbio y Grande deben presentarse pro-
u medios térmicos anuales de 17°, lo que es muy probable. Como no po-
" seemos observaciones termométricas de estos lugares, no podemos sefia-
" lar la posición de las máximas y minimas anuales. En todo caso, es fácll
"suponer que la amplitud anual crezca un poco. La amplitud diaria debe
"ser, en cambio, notablemente más fuerte, y no será raro encontrar am-
" plitudes de 18° y 20°. Como ya se ha dicho, en los valles altos domina
"un clima luminoso y seco. La humedad relativa debe bajar, como pro-
" medio anual, a va lores no superiores a 50% y aún mucho menores. Las
" lluvias son extraordinariamente variables, y las variaciones dependen
"principalmente de la orientación de los cordones. As!, Combarbalá tle-
11 ne 265 mm como promedio anual".

La vegetación característica, según HUMBERTO FUENZALIDA VrLLEGAS


(1965, 240-241) , para este sector del rio Hurtado, corresponde en general
a la que define la zona Mesomórfica, en este caso circunscrita al valle
mismo, ya que este tipo de vegetación se representa más nitidamente ha-
cia el sur del rio Limar!.
Las especies arbóreas más caracteristicas son Acacia Caven (chur-
que o espino), Schinus polygamus (Molle), Cordia decandra (Carboncillo).
El tapiz herbáceo y arbustivo está compuesto por numerosas grami-
neas. pertenecientes a los géneros Stipa, Bromus, Nassella , y entre los ar-
bustos la Proustia pungens (Brillante) y la cactácea Tricnocereus cht-
lensis (Guillave o quisco), etc.
El alero, frente a las condiciones climáticas, preservó perfectamen-
te los restos culturales, al igual que el caso estudiado por nosotros en el
sector de Punta Colorada (AMPUERO, 1969). En su interior se cenforma un
verdadero microclima seco constante.

METODO DE EXCAVAC ION

Se realizaron dos temporadas de excavaciones. En julio de 1968 se pla-


nificaron y excavaron dos cuadriculas de sondeo (C-1, C-2). En noviem-
bre de 1968 se realizó la temporada definitiva de excavación. Se estable-
cieron dos ejes, X y Z, que unen los puntos X'-X-Y -Z' en ángulo de
134º y que delimita a su vez el desarrollo máximo aproximado del a lero.
En seguida se eligió un punto O sobre el eje X para trazar la perpendicu-
lar correspondiente que servirá de base a un sistema de coordenadas para
trazar una red de cuadriculas A-1, A-2, A-3; B-1, B-2, B-3; C-1 , C-2 (co-
rrespondientes a pozos de sondeo), C-3, C-4; D-1, D-2, D-3, D-4; E-1, E-2,
E-3 .

47
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--- --- ---


X' o Á il

1
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PICHASCA ' '


ALERO SA"I PEDRO VIEJO

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mis.
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PERFIL TRANSVERSAL DEL ALERO ROCOSO SEGUN P • Q

50
ESTRATIGRAFIA

Las cuadriculas de sondeo ya hablan puesto de man!liesto la estra-


t!graf!a aproximada del alero rocoso. De tal manera que no fue dificil
seguir esta estratigrafia natural que, en resumen, puede describirse de la
siguiente manera:

Estrato I a
Estrato I
Estrato II
Estrato III

Además, muestras de carbón fueron obtenidas de la zona de contac-


tos de las capas II y III, capa II y capa III para dataciones absolutas.
En general, la estratigraf!a de la totalidad del sector excavado pre-
senta los niveles señalados, aunque es necesario hacer resaltar que las
cuadriculas A-1, B-3, C-1, 2, 3, 4, D-4 y E-3 presentaron sef\ales de re-
moción en sus niveles que hicieron necesaria una observación más cuida-
dosa y detallada, principalmente en el nivel II.
En todos los niveles estudiados se pudo observar pequef\os fogones
con caracter!sticas lenticulares sin desarrollos amplios, lo que indudable-
mente nos Indica ocupaciones temporales de la población que habitó el
lugar. Entre los estratos I y II se pudo seguir perfectamente el piso, por
lo menos en las cuadriculas D-1, 2 y E-1, 2. Lo mismo se pudo hacer con
las A-1, 2 y B-1, 2, las cuales, por esta característica de una estratigrafla
compacta y segura, nos permitieron resumir con seguridad el nivel II.
También pudimos comprobar que entre los niveles II y III se produ-
jo un desprendimiento de una parte del techo del alero, principalmente
en las cuadriculas A-1, 2, B-1, 3, D-1 , 2, 3. Este fenómeno h a permitido
tener la mayor seguridad en las fechas obtenidas por el RC - 14.

CERAMICA

Todos los fragmentos cerámicos rescatados corresponden al Com-


plejo El Molle. Se trata de fragmentos burdos negro-grises de facturas
relativamente toscas. Sólo uno de ellos presentaba decoración Incisa. En
general los fragmentos corresponden al grupo A de nuestra preclasifica-
c!ón para El Encanto (RIVERA, A.MPUERO, 1969). Un fragmento podr!a co-
rresponder al subgrupo D-4, con la salvedad de que se trata de un frag-
mento de superficies negras.

51
MUSEO ARQUEOLOGI CO DE LA SER ENA

EXCAVACION Alero rocoso


UBICACION San Pedro Viejo. Rro Hur tado . Ova lle.
Prov. de Coqu,mbo . Lat 30" 20' . Long. 70°52'.
INVESTIGADORES GONZALO AMPUERO B.
MARIO RIVERA D.
DIBUJANTE GABRIEL COBO C.
o 1 2
l II lll IV
ESCALAS Cortes m.
o
V º"
m.
1

CD

CORTE A/1·2-3 N.O.

52
SIMBOLOGIA

D GUANO

• CAR80N

~ BASURA COl'tTE C / 1-2 . N.E.

• BASURA V CENIZA

[§j CENIZA

~ PIEDRA Y CENIZA

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BlNE C3NE

~ 62NE 1
'
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z
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11
g ~

• ü

53
De fragmentos diagnósticos con respecto a formas, podemos concluir :
Bases : una, plana, circular.
Bordes : seis.

Un borde angular;
Cuatro bordes redondeados;
Un borde angular evertido (RIVERA, AMPUERO, 1969).

La cerámica, como se sefiala en el cuadro de resumen, se encontró


en los niveles I a y I con un total de 17 fragmentos . La existencia de dos
fragmentos en el nivel II corresponde a un hallazgo efectuado en la su-
perficie de contacto de los niveles I y II, por lo cual podr1amos conside-
rarlos como pertenecientes al primero.

MATERIAL DE CONCHAS

1) Del material de conchas rescatado destacaremos nuevamente las


herramientas trabajadas en Choromytilus chorus (RIVERA, AMPUERO, 1964;
RIVERA, 1968). De éstos algunas valvas presentan alisamientos superficia-
les externos y desgaste en el borde interior de la valva (bisel).

Frecuencia de las conchas trabajadas :

Ia 4

II

III 11

s/ c

Total 33

Todas estas frecuencias corresponden a fragmentos de valvas.

54
2) Cuenta de collar, confeccionada en concha, finamente pullda y
ubicada en el nivel III (E-1, 2; D-1, 2). Presenta las siguientes dimen-
siones:

Diámetro 1,0 x 0,9 cm


Perforación Central : 0,3 cm diámetro
Grosor 0,2 cm.

HUESO

1) Retocadores. En general son herramientas de dimensiones va-


riadas que presentan muestras de desgaste en un extremo. Algunos son
terminados en extremos redondeados, otros en extremos puntiagudos.
Tres ejemplares presentan muestras de haber sido enmangados.
Otros dos ejemplares, aparentemente completos, parecen haber sido uti-
lizados por ambos extremos sin enmangamiento; presentan , además, res-
tos de colorantes rojos. Dos ejemplares corresponden al nivel III, termi-
nan en punta y han sido enmangados. Parece que han sido utlllzados más
bien como incisores.

Distribución

la 2 (con colorante rojo)

II 2

III 4

s/c

Total 12

2) Tubltos. Pequeflos huesos, recortados en sus extremos, que pro-


bablemente han sido usados como tubos.

55
Total tres ejemplares : Dos del estrato r,
Uno del estrato II.

3) Otros fragmentos óseos con algún tipo de desgaste de funcio-


nes indeterminadas, incluyendo dos molares y una rótula. Número total: 9.

MADERA

1) Fragmento de caf\a, enmangado con fibra vegetal (Lám. 2,


Fig. 4).

Longitud 14,5 cm
Sección enmangada 9 cm
Grosor del fragmento : entre 1 - 1,5 cm.

Parcialmente quemado en un extremo. Funcionalmente corresponde


a parte de un arma arrojadiza. Ubicada en el nivel I, bajo la capa de gua-
no (C-3).

2) Cabezal de madera para puntas. (Lám. 2, Fig. 8).

Longitud : 3,5 cm; Grosor : 1,3 cm.

Presenta un corte longitudinal con una profundidad de 11 2 cm, don-


de probablemente iba enmangada la punta, y a continuación restos de
cuerdas vegetal fina en una superficie de 1 cm, cubierta de una pasta
resinosa café. No hay duda que se trata de un fragmento de un arma
arrojadiza. Nivel ra; E-1,2. Este cabezal de madera para punta presenta
indudablemente evidencias de haber sido utilizado, probablemente, para
enmangar otros instrumentos.

3) Palitos. Probablemente utilizados como herramientas para el fue-


go. Son palitos redondos en sección transversal de "desarrollo longitudinal,
levemente aguzados en un extremo y generalmente quemados en el ex-
tremo aguzado.
Distribución

Ia

56
n

nr

s/c

Total 11

4) Palitos finamente aguzados en un extremo, probablemente re-


tocadores; un ejemplar de espina de cactus de 11,5 cm de longitud, sin
contexto, y tres otros ejemplares de madera, de los cuales uno está cu-
bierto parcialmente con colorante rojo (B-1 , 2; estrato I).

5) Un fragmento bastante trabajado, probablemente un retocador


o bien parte de una tab!ita para preparar fuego, actualmente fracturada.
Longitud: 4 cm, ancho medio: 1,7 cm (C-3, 2E).

6) Palitos sin probable uso, generalmente alargados y de sección


transversal redondeada. Cantidad total: 11. Algunos de ellos presentan al-
gún desgaste en sus extremos o bien en la sección media.

Distribución
la 2

II 3

s/c

Total 11

57
FIG. 4

~FIG.

Cm

FIG.
~
FIG. 9 • FIG. 10

)
FIG. 11

' FIG. 12

LA MIN A N9 l. Puntas de Proyectil. Formas de 1/oja: Fig, 1: N ivel 11 ; Fi g. 2: Niv el la ;


Fig. 3: Nive l I ; Fig. 4: Nivel ll ; Fig, 5: Nive l 111 . Formas T rian gulares : Fi g, 6: N iuel Il ;
Fig. 7: N ive l 111 ; Fig. 8: Nive l la; Fi g. 9: N ivel I ; Fi g. JO: Nive l l . Cerámica: Fi g. ll :
Fragmento gris in ciso, Nivel / ; Fig, 12: Fragmento Negro Pulido, N ivel/ .

58
:.
7) Misceláneas. Pequefios fragmentos de madera, algunos de ellos
con muestras cortantes o de uso, aparentemente como partes que soste -
n!an otros elementos: uno de ellos corresponde a un fragmento de cafia.
Total: 8.

8) Un trozo de madera con una amarra de fibra trenzada en un


extremo. Longitud del trozo: 12 cm (D-1, 2; E-I a).

MATERIAL LITIGO

Puntas de · proyectil. Real!zando una clasificación tentativa y te-


niendo en cuenta que todas las puntas, a excepción de una, no tienen pe-
dúnculo, las hemos clasificado en dos grandes grupos:

Tipo hoja
Tipo triangular

Cada uno de estos tipos, a su vez, se subdivide ·en:

Tipo hoja base cóncava


base recta
base cóncava con aletas convergentes

Tipo triangular base recta


base redonda
base cóncava

a) Tipo hoja base cóncava. De un total de 99 puntas, las siguientes


medidas promedios fueron obtenidas:

Largo máximo : 83 mm
Ancho máximo: 21 mm
Grosor : 5 mm

Las bases propiamente tales miden entre 24 y 30 mm.

Largo mínimo: 29 mm
Ancho máximo: 15 mm
Grosor: 5 mm

59
FIG . 2

FIG . 3

F IG. 4

o 5
Cm.

~tlf;f~~i:~ FIG .9

FIG 5 FIG . 6
LAMINA N9 2. Cestería: Fig, l : Ccs/.erfo e11 técnica e11trclazada ( 1win cd ), Niv el 111 ; Fig.
N9 2: Id ., Niv el / ; Fig. 3: Cestería c11 técnica espiral (coilcd), Ni vel /JI ; Fig. 4: Frag-
me1110 de ca,ia enman gada cori fibra vegetal, Niv el I ; Fig. 5: Retocador de hu eso, Nivel I ;
Pig. 6: I d. , Nivel l ; Fig. 7: Gancho de Estólica , Niu el / ; Fig. 8: Cabezal de madera para
punta de Proyectil; Fig. 9: Tubito de hueso , Ni ve l 11 ; Fi g. 10: Id. , Nive l I ; Fi g. Il: Val-
va de Choromy1il11s Ch . con bisel trabc,jado, Niv el 11 ,
En general, presenta secciones transversales lenticulares, aletas lige-
ramente pronunciadas, limbo parejo, finamente retocadas. En general, su
forma se asemeja a la hoja de sauce. 67 ejemplares presentan mástic.
b) Tipo hoja base recta. De un total de 37 ejemplares asignados a
esta categor!a, se obtuvieron las siguientes dimensiones:

Largo máximo: 60 mm
Ancho máximo: 17 mm
Grosor: 8 mm

Las bases fluctúan entre 27 y 33 mm.

Largo minimo: 25 mm
Ancho máximo: 13 mm
Ancho base: 10 mm
Grosor: 5 mm

De secciones transversales lenticulares o trapezoidales, presentan


claras tendencias a limbos aserrados con algunas semejanzas a secciones
piramidales. En forma excepcional podemos sefí.alar la existencia de un
ejemplar de base redonda. 18 ejemplares presentan mástic.
c) Tipo hoja base cóncava con aleta convergente. De un total de
11 ejemplares, se pudieron obtener solamente medidas máximas, pues los
ejemplares más pequefí.os se encuentran muy incompletos.

Largo máximo: 43 60 mm
Ancho máximo: 22 - 30 mm
Grosor: 5 mm
Ancho base: 12 - 17 mm

Los lados de estas puntas son curvo-convexos, terminando en aletas


convergentes. No fu e posible distinguir mástic.
d) Tipo triangular base recta. Un total de 28 puntas fueron asig-
nadas a esta categorla obteniéndose las siguientes medidas :

Largo máximo: 45 mm
Ancho máximo: 25 mm
Ancho base: 20 mm
Grosor: 4 mm

61
Largo mlnimo: 24 mm
Ancho máximo: 16 mm
Ancho base: 16 mm
Grosor: 5 mm

Dentro de este tipo, hay diferentes puntas de bases más anchas o


angostas, Jo que permite el desarrollo de lados curvos. 14 ejemplares mues-
tran mástlc.
e) Tipo triangular base redonda. 4 puntas fueron asignadas a esta
ca tegoria, de las cuales sólo una presenta mástlc. Las siguientes dimen-
siones fueron obtenidas:

Largo máximo : 38 mm
Ancho máximo: 24 mm
Ancho base: 18 mm
Grosor: 5 mm

Largo mlnlmo: 23 mm
Ancho máximo: 24 mm
Ancho base : 14 mm
Grosor: 4 mm

De secciones lenticulares y formas en general almendradas.


f) Tipo triangular base cóncava. De un total de 94 puntas, las si-
guientes medidas fueron obtenidas :

Largo máximo: 30 mm
Ancho máximo: 30 mm
Ancho base: 30 mm
Grosor: 8 mm

Largo m!nimo: 25 mm
Ancho máximo: 18 mm
Ancho base : 18 mm
Grosor: 5 mm

De secciones lenticulares, lados curvos convergentes, limbo en gene-


ral aserrado y aletas poco desarrolladas. 46 ejemplares presentan mástlc.

62
Un ejemplar único de lados rectos convergentes, también fue posible ubi-
car: largo, 50 mm ; ancho, 28 m; grosor, 4 mm.

RASPADORES

De un total de 43 raspadores, 23 corresponden a raspadores de ulla,


finamente trabajados. Los 20 restantes son Instrumentos más macizos co-
rrespondientes a raspadores de morro y circulares.

INSTRUMENTOS FRAGMENTADOS

Esta categoria se subdivide en dos rubros: bases y puntas propia-


mente tales o fragmentos de puntas. La distribución en los distintos nive-
les está dada en el cuadro resumen.

MISCELANEAS

En esta categorla hemos agrupado una serie de rubros que ya sea


por su poca frecuencia o por la generalidad con que se presentan, se hace
muy dificil asignarle otra categorla. Se subdivide en:
- Elementos de núcleo, generalmente toscos y probablemente pro-
ductos de desechos.
- Elementos de lascas, en un gran porcentaje constituido por gran-
des lascas, pesadas, probablemente lascas primarias o secundarias.
- Núcleos trabaj ados, pero Imposible determinar segura función es-
pecifica de ellos.
- Pulidores liticos, constituidos por piedras para pulir o afilar.
- Bolitas liticas, que probablemente han servido como pulidores.
- Piedras con colorante rojo.

MANOS DE MOLER

También fueron encontradas algunas manos de moler, de regulares


dimensiones, cuya distribución se sef'iala en el cuadro resumen.

GANCHO DE ESTOLICA

corresponde a un gancho lltico, con una longitud de la rama ascen-


dente de 3,0 cm. Longitud rama componente, 1,5 cm. Presenta una incisión
profunda en el cabezal (C-D-4, E-1). (Lám. 2, Fig. 7).

63
CUADRO DE DISTRIBUCION DE MATER I AL ARQUEOLOGI CO. SAN PEDRO VIEJO

CONCHAS MADERAS HUESOS LIT I C O VEGETALES

RASPA- INSTRU- CESTERIA


PUNTAS DE PROYECTILES MISC~LANEAS
DORES MENTOS
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¡¡: :5 ....

1ª 10 12 o o o 6 2 2 80 9 7 1 5 2 5 5 4 5 19 2 3 27 3 2 o o 23 22 o 4 1 13 1

1 7 13 o o 2 3 2 3 37 22 7 4 9 8 35 10 4 o 26 3 6 56 10 1 2 2 39 13 o 13 1 o o

11 2 21 o 1 1 o 3 2 103 28 13 2 8 2 18 5 6 4 31 6 13 75 12 o 1 o 49 5 1 5 9 10 o

111 o 17 1 2 3 1 1 4 59 22 5 2 7 1 15 1 4 1 11 4 3 47 6 o o 1 9 3 4 3 7 13 o

S IC 1 12 o o 1 1 3 1 21 18 5 2 9 1 21 2 2 l 8 2 2 20 6 l o o 5 10 o 10 1 2 l

20 75 1 3 7 11 11 12 300 99 37 11 38 14 94 23 20 11 95 17 27 225 37 4 3 3 54 5 35 29 38 2

20 86 22 312 147 146 43 106 17 299 124 123 40


CUENTAS DE COLLAR

Cuatro en total, distribuidas en el nivel I, y una sin contexto. En


general, corresponden a pequeñas cuentas con una perforación central muy
pareja y perfectamente pulida.

RESUMEN Y CONCLUSIONES

Los resultados de estas nuevas investigaciones en el lugar, nos en-


frentan a una evidencia nueva, compleja y de enorme importancia para los
estudiosos de la arqueologia regional y nacional. La presencia de cultigenos
nos preocupó especialmente, para lo cual decidimos encargar su estudio a
los profesores Dres. Richard S. MacNeish, Lawrence Kaplan y Walton C.
Galinat, a quienes se les enviaron las muestras correspondientes de maiz
y porotos provenientes de los diversos niveles del sitio estudiado.
Conjuntamente con este aspecto, nos pusimos en contacto con el
Director del Laboratorio de Radiocarbono del Instituto Venezolano de In-
vestigación Cienti!ica (IVIC), Dr. M. A. Tamers, a quien se le enviaron tres
muestras para su procesamiento, correspondientes al nivel II, zona de con-
tacto entre el nivel II y III y una última directamente asociada al nivel III.
Los resultados que entregó el laboratorio sefialado, son los siguientes:

NI VEL III

Muestra IVIC - 728 : 9.920 ± 110 B. P. ..} ~ o


La muestra se obtuvo de un fogón ubicado en la cuadrlcula A-1 , a
1.10 m de profundidad. La estratigra!ia general del sitio, apareció alli sin
evidencias de remoción, garantizándonos la calldad de ella.

NI VEL II

a) Muestra IVIC - 727 7.050 ± 80 B. P.


-< (
La muestra se obtuvo de un bolsón de enterramiento vinculado al
nivel II. Los estudios que se realizaron conjuntamente con la obtención de
la muestra, permitieron determinar que los restos de carbón rescatados
proven!an de la base y zona de contacto del nivel II con el nivel III, en
la cuadricula D-2.

b) Muestra IVIC - 729 : 4.700 ± 80 B. P.


La muestra corresponde al sector medio del nivel II, claramente defi-
nido en la cuadricula D-2 y D-3. Los niveles estudiados, al igual que en los

65

Boletln - 5
otros casos, dieron amplia seguridad de su ubicación estratigráfica. Corres-
ponde también a carbón vegetal.
Estas fechas nos permiten, conjuntamente con el contexto arqueo-
lógico, señalar una secuencia cultural más o menos definida.
El nivel III, más antiguo, está compuesto por los siguientes elemen-
tos de su cultura material: puntas de proyectil, con formas de hojas, de
base cóncava, base cóncava con aletas y base recta; puntas triangulares
con base recta, redonda y cóncava; raspadores medianos y grandes circu-
lares y de morro, raspadores pequefios de ufia, desechos Hticos, blanks y
manos de moler; conchas de choro (Cltoromytilus cltorus). trabajadas;
instrumentos de madera y hueso; desechos alimenticios, algo de cestería
y probables cult!genos (porotos).
Podemos suponer aún una mayor antigüedad para este estrato. si
tenemos en cuenta cierta movilidad hacia la costa; o bien, contactos con
agrupaciones humanas costeras, puesto que aparecen en el contexto, restos
de Indudable extracción marina.
El estrato o nivel II, corresponde a un desarrollo más tard!o del
mismo complejo cazador-recolector, con una densidad de material mucho
mayor. Claramente aparecen restos de cultigenos, principalmente porotos,
evidencias de cucurbitáceas y maiz en la parte superior. Las manos de mo-
ler, que también se encuentran en el nivel inferior, utilizando guijarros sin
mayor trabajo, aparecen en este nivel en mayor cantidad. Las improntas
de cesteria en barro cocido evidencian la impermeabilización de los cestos.
Entre los instrumentos de hueso, tenemos retocadores muy característicos.
El estrato o nivel I, pertenece a los contactos de la Cultura El Molle
con este contexto de cazadores-recolectores que utilizan las técnicas agri-
colas, y que se evidencia por la aparición de fragmentos de cerámica perte-
necientes a ese complejo. La ergologia continúa en general relativamente
inalterada en relación al nivel II. Aunque no poseemos fechados radiocar-
bónicos para el nivel I, creemos que en futuras investigaciones en el área,
será posible lograr una fechación más temprana que las conocidas hasta
hoy para El Molle. La ocupación de este nivel denota, a nuestro juicio, una
mayor adaptación al medio ambiente y probablerpente una dependencia
en aumento del valle del r!o Hurtado.
El estrato Ia corresponde, en su mayor parte, al sello de guano exis-
tente en la superficie del piso actual del alero.
Las relaciones que se pueden señalar con otras zonas, hasta el mo-
mento tienen un carácter preliminar y problemático. Tipológicamente,
puntas de proyectil simllares se han ubicado en el noroeste argentino, prin-
cipalmente las formas triangulares de base cóncava de Intihuasi (REX
GoNZALEZ: 1960), comunes a las de San Pedro Viejo, de la misma manera
que las puntas de forma de hojas ubicadas en el nivel más antiguo del sitio
El Encanto (Ovalle, Chile) (AMPUERO-RIVERA: 1964; RIVERA-AMPUERO: 1969).

66
Similitudes de contexto general son claras con el alero excavado en el
sector de Punta Colorada (AMPUERO: 1969).
En un plano más general, grupos humanos con economias similares,
probablemente de un desarrollo ligeramente más tardio, han sido ubicados
en Los Morrillos (provincia de San Juan, Argentina) (GAMBIER-SACCHERO:
1969), y en el Rincón de Atuel (San Rafael, Argentina) (SEMPER-LAGIGLIA:
1968; LAGIGLIA: 1968), etc.
Nuestra hipótesis de trabajo nos mueve a suponer la existencia de
un complejo de cazadores-recolectores de gran movilidad y extensión, en
cierta manera ubicados en un área ecológica semiárida, similar a la actual,
probablemente con condiciones de una mayor humedad, que abarcarla el
Norte Chico, región precordillerana argentina y el noroeste de ese terri-
torio, con probables ramificaciones hacia el norte chileno que presenta, en
cierta medida y de acuerdo a los estudios realizados por los investigadores
de esa zona, una problemática y una ergologia un tanto diferentes.
Este complejo de cazadores-recolectores, con conocimientos de las
técnicas agricolas, habría mantenido su contexto cultural con ligeras va-
riaciones, hasta la época en que penetraron en la región grupos con una
economía básicamente agrícola y con elementos culturales desarrollados,
más precisamente agroalfareros y que en el Norte Chico chileno estarlan
representados por el Complejo Cultural o Cultura El Molle.
Fu turas investigaciones a realizarse en río Hurtado y en otras loca-
lidades de la región, darán respuesta a la problemática que presentan estas
hipótesis de trabajo y que abren nuevas proyecciones de estudio.

CASA DE PIEDRA DE PICHASCA .


CAUSAS GEOLOGICAS DE SU FORMACION

La cueva llamada "Casa de Piedra de San Pedro Viejo" está situada


en el cerro de la Pichasca, a 2 ó 3 km aproximadamente al noroeste del
pueblecito del mismo nombre.
Se trata de una caverna de sólo 10 m de profundidad, cuya mayor
longit ud es paralela a la ladera del cerro y alcanza a unos 80 m.
La altura !luctúa entre 2 y 5 m estando el suelo cubierto por un
espesor variable de arena, cenizas, restos orgánicos, etc., productos de la
habitación de la caverna por el hombre y algunos animales.
El ambiente geológico general en que se encuentra la Casa de Pie-
dra lo constituyen aglomerados volcánicos, areniscas y lutitas de la for-
mación La Vif\ita de edad Cretácica Media a Superior.
La caverna se ha originado por la diferente resistencia a la meteo-
rización que ofrecen las dos clases de rocas que la constituyen.
La roca que forma el techo es un filón por!irltico intrusivo casi ho-
rizontal (tiene unos 15º de inclinación hacia el este), que tiene mayor re-

67
slstencla mecánica y qulmlca que las areniscas y lutltas que la subyacen
y que al destruirse han dado origen a la caverna.
La destrucción de ambas rocas se realiza mediante una serie de
procesos mecánicos, fisico-quimicos y quimicos que se conocen en conjun-
to como meteorización y que Incluyen entre otros la transformación de
los feldespatos en minerales de arcilla, el agrietamiento de los cristales por
cambios de temperatura diarios, la acción destructora de musgos y llque-
nes, etc.
El fllón porfirltlco ha resistido mejor que las areniscas a estos pro-
cesos, constituyendo asl el techo de la caverna. La roca sedimentaria, en
cambio, se ha destruido dando origen a la caverna propiamente tal.

Eugenio Rodrtguez.

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69
Las manifestaciones rupestres y arqueológicas del
"Valle El Encanto"
(O VALLE , CHILE)

GONZALO A.MPUERO BRITO


MARIO RI VERA DfAZ

INTRODUCCION

En trabajos anteriores (AMPUERO, RIVERA, 1964; RIVERA, AMPUERO,


1969) hemos destacado la importancia arqueológica del Valle El Encanto,
ubicado a 19 km de la ciudad de Ovalle, en la Provincia de Coquimbo,
Ch!le.
La presente contribución tiene por objeto dar a conocer parte del
material de superficie correspondiente a las manifestaciones rupestres que
agrupamos en Petroglifos, Pictograf!as y Piedras Tacitas, estudiadas por
nosotros en la tercera temporada de terreno de marzo de 1970.

LA QUEBRADA EL ENCANTO

La que brada El Encanto lleva su nombre sólo desde los últimos 10


afias, cuando comenzó a ser visitada por algunos turistas y arqueólogos
que conocieron una antigua tradición de leyendas en torno al lugar, que
estarla "Encantado". Se conoce en la Bibliograf!a a través de los trabajos
arqueológicos de Jorge Iribarren Ch. (IRIBARREN, 1949, 1954) . La descrip-
ción realizada en esa oportunidad se circunscribió al área denominada por
nosotros QEE 2, llevando el nombre de Estero Las Pefias.
La quebrada El Encanto nace y se desarrolla sobre los depósitos alu-
viales de la terraza superior de la margen sur del rfo Limari, cortando
afloraciones graníticas que se ubican a lo largo del sector centro occiden-
tal de la provincia que se manifiesta en el cerro El Encanto, presentando
manes de lamprófiro (THOMAS, 1967).
El clima corresponde al tipo de estepa con nubosidad abundante
(BSn). El promedio anual de temperatura es de 15,3° y las precipitacio-
nes a lcanzan los 136,4 mm anuales en afio normal (FuENZALIDA, 1965 ).

71
SEC TORES
MUSEO AROUEOLOGICO DE LA SERENA

ESPEClfl CACION Plano Arqueolcig1co


SECTOR Quebrada El Encanto . Oepto. c:r Ovalle
Pro.,rnc1a de Coqurmbo Chile
30" 41 • L.al. Sur - 71º 14 Long . Oc.>!>le ap r OlC.

INVESTIGADORES GONZALO AMPUERO B.


MARIO RIVERA 0.
DIBUJANTE GABRIEL COBO C.

ESCALA 300
mi .

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El cauce de la quebrada, relativamente sinuoso en un comienzo,
presenta en todo caso un eje este-oeste. Esta disposición ha creado una
especial condición para los efectos que produce la insolación sobre las
superficies. Las rocas que se ubican en el margen sur reciben mayor can-
tidad de energ!a solar, lo que se traduce en la formación de una fuerte
pátina café sobre la superficie gran!tica y resquebrajaduras por efecto
de los cambios térmicos que sufren.
Diferente es el caso de la margen norte, en que las rocas, debido a
la menor insolación y mayor persistencia de la humedad, presentan una
ligera capa de l!quenes que ha cubierto la superficie, dándole una co-
loración negruzca. Esta condición hace dificil ubicar los petrogllfos y ha
dal\ado peligrosamente a las pictograf!as.

METODOLOGIA

Pretendimos, en nuestro trabajo de terreno, registrar todas las ma-


nifestaciones rupestres ubicadas en el área determinada por nosotros en
trabajos anteriores. Para ello subdividimos la quebrada El Encanto en 4
sectores, a saber:

Quebrada El Encanto 2A ( QEE 2A) correspondiente al extremo oriental de


la quebrada, en donde varios cursos de agua se juntan para formarla (véa-
se plano de ubicación). Aqu! se encuentran de preferencia petrogllfos en
la técnica del picado y escasas piedras tacitas.

Quebrada El Encanto 2 (QEE 2) sector inmediato al anterior, que posee la


mayor y más importante concentración de manifestaciones rupestres, en
especial en la técnica del grabado profundo.

Quebrada El Encanto 1 (QEE 1) lugar donde se han realizado las excava-


ciones en temporadas anteriores. Importantes grupos de petrogllfos y pic-
tograflas, además de piedras con tacitas se encuentran en el sector.

Quebrada El Encanto lA (QEE lA) sector muy encajonado entre las afio-
raciones rocosas y que sólo posee piedras con tacitas.

Las dos nuevas subdivisiones (QEE lA y QEE 2A) se hicieron ne-


cesarias para delimitar en mejor medida los elementos existentes en su
distribución superficial.
Tomando como referencia la numeración realizada por don Julio
Broussaln, Director del Museo de Ovalle y miembro de la Sociedad Ar-

74
queológica de esa ciudad •, procedimos a chequear esta información pro-
porcionada, con un examen · exhaustivo de la quebrada, mediante el re-
gistro de una ficha-t\po elaborada para el efecto. Cada elemento o gru-
po de elementos fue cuidadosamente estudiado, registrado y fotografiado.
También se dio especial énfasis a la ubicación de ellos con respecto a la
quebrada. Por último, se confeccionó un plano general, tomando como ba-
se fotografias aéreas obtenidas por nosotros gracias a la cooperación del
Club Aéreo de Ovalle.
En total se registraron 73 unidades de petroglifos y pictografias y
64 correspondientes a piedras tacitas o piedras mortero.
Al finalizar nuestro trabajo pudimos comprobar la existencia de al-
gunos grupos no conocidos, además de encontrarnos con problemas de
superposición, destrucción natural y vandalismo en algunos de ellos. La
constante consulta con el sefior Broussain nos permitió aclarar muchas
dudas que se presentaron en relación a ubicación y disef\o de algunos ele-
mentos. Las pictografias, por su mal estado de conservación, debieron ser
copiadas en polietileno.
En resumen, para una mejor comprensión del problema, h emos
agrupa.do las manifestaciones rupestres en dos grupos: a ) Petroglifos y
Pictografias, y b) Piedras Tacitas o Piedras Mortero.

PETROGLIFOS Y PICTOGRAFIAS

Los petroglifos y pictografias se ubican a lo largo de la quebrada


en ambas márgenes, y en algunos casos directamente vinculadas al lecho
de ella, de preferencia, como se ha sef\aiado, en los sectores QEE 2A. QEE
2yQEEl.

TECNICAS Y ELEMEN TOS DECORATIVOS

a) Picado. La técnica del picado se encuentra aplicada de pre-


ferencia en las rocas de la margen· sur y, asociada a ella, los motivos
decorativos se han realizado con una sencilla estilización de dlsef'í.os li-
neales, presentando un marcado infantilismo en el dibujo de la figura
humana, principal elemento decorativo. Esta aparece siempre en actitud
de movimiento, presentando sobre la cabeza lineas que sugieren adornos

0
Don Julio Broussain C. cluranle los i1ltim os añ os se ha preocupado pcrson alm cnl c
de habilitar el valle El Encanto, cuidando con pate rnal ca riño no só lo las manifcs1acioncs
arqueológicas del lu gar , sino qu e también lo flora , e l acceso y la numeración y se ñali zación
detenida de los lugares de mayor atracción. Sin su valiosa Cooperación este trabaj o habría
lropezado con serias dificuhades.

75
de tocados o tiaras. Los rasgos de la cara están esquematizados en puntos
y lineas o circulas, asl como las extremidades y sus dedos.
Esta representación, que con ligeras variantes se encuentra de pre-
ferencia en los sectores QEE 2A y QEE 1, se acompaf\a en algunos casos
con elementos geométricos, principalmente clrculos unidos por lineas cur-
vas, espirales, lineas onduladas, etc.
Las actitudes de las figuras, en algunos casos, sugieren una escena
ceremonial de danza en la que el o los personajes aparecen dibujados de
cuerpo entero, con los brazos en movimiento.

b) Grabado profundo. Definimos esta técnica como un trabajo


de surco profundo en la que, probablemente, se ha utllizado en forma mix-
ta el raspado y el picado, para lograr luego un surco profundo bien se-
f\alado que alcanza a los 5 mm de profundidad y los 15 mm de ancho. Se
ha utilizado preferentemente en la margen norte, sector QEE 2, en don-
de la roca granltica presenta una superficie más compacta y cubierta con
una ligera, pero persistente capa de liquenes, lo que a nuestro parecer ha
impedido la aplicación de la técnica del picado.
Adelantándonos a nuestras conclusiones, se puede afirmar que las
técnicas para la confección de los petroglifos en la quebrada El Encanto
están directamente vinculadas a la calidad de la superficie de la roca.
Este factor ha hecho variar notablemente la aplicación de los elementos
de disef\o.
Hecha esta aclaración, debemos sef\alar que los principales elemen-
tos decorativos continúan en un alto porcentaje siendo antropomorfos,
pero presentando una estilización mas perfecta del rostro humano, con
imponentes adornos de complicado disef'io lineal, que expresan claramen-
te la estilización de ornamentos, probables cofias o tiaras que , como vi-
mos en la técnica del picado, estaban apenas esquematizados en pocas
lineas. Vistas en conjunto, aparecen como verdaderas máscaras.
La tendencia a representar sólo la cabeza de la figura humana con
estos ornamentos es la caracteristica más sobresaliente. (Se ubican en su
totalidad en la margen norte de la quebrada o directamente vinculados
al lecho de ella, agrupados en el sector QEE 2, salvo una excepción exis-
tente en QEE 1).
Es en este lugar donde el agua corre cantarinamente por entre las
rocas que afloran del basamento, lo que se presta magníficamente para
formar un marco imponente de estas manifestaciones. Muchos de los pe-
troglifos que se encuentran en el actual curso del agua muestran severas
erosiones.
c) Ptctografta, . Las pictograflas del valle El Encanto son de es-
caso número (5 en total). Se presentan en trazos lineales, con una temá-
tica geométrica de lineas onduladas o quebradas, al parecer desvinculadas
de las tipicas representaciones humanas, tan abundantes en los petrogl!-

76
!os. Su estado de conservación es en general malo, presentándose muy
borradas y dlrtclles de reconstituir en su forma original.
De ellas destaca la plctogra!la que representa una forma geométri-
ca estlllzada de la figura humana, de gran factura, en dos llneas dispues-
tas perpendicularmente a un eje, cerradas por una tercera que bordea la
!lgura. En el extremo superior las llneas terminan en un triángulo que
representa la cabeza. Sobre esta !!gura aparecen tres llneas onduladas pa-
ralelas (55 b) . (Lámina 6, !lg. 3).
Todas las plctogra!las son de color rojo.
d) Superpostctones. Hemos encontrado dos tipos de superposicio-
nes: petrogl\!os sobre petrogll!os y petrogll!os sobre plctogra!las.
En el primer caso se trata siempre de los mismos estllos y técni-
cas. Los elementos est111stlcos pueden variar, pero sin denotar mayormen-
te cambios substanciales.
La técnica del grabado profundo presenta ejemplares caracterlstl-
cos de superposlcl6n o utlllzaclón de la roca en toda su super!lcle, como
en el caso del bloque N• 19 a. Más caracterlstlco es el N• 18, que posee
3 !!guras de estllo antropomorfo. La superior se presenta claramente y
sin deterioro. Las dos Inferiores están superpuestas y su dlsef\o está poco
claro por la erosión.
La técnica del picado posee dos ejemplares bien de!lnldos. El N• 1
muy bien representado con !!guras esquemáticas geométricas sobre una
!lgura humana central. El N• 46 posee diversos elementos superpuestos,
también con una !lgura humana de tipo llneal esquemática y otras !!gu-
ras lineales. En otros casos existen elementos estlllstlcos diversos asocia-
dos a un mismo bloque, aunque siempre reallzados con una misma téc-
nica .
El segundo tipo de superposlclón, petrogll!os sobre plctogra!las, lo
encontramos claramente en tres casos: dos en el sector QEE 2 y uno en
QEE l. En todos los casos la plctogra!la ha sido prácticamente borrada
por la confección del petrogll!o, restando solamente algunas Uneas del
dlsef\o orlglnal.
Como caso particular cabe sef\alar el ejemplar N• 57, que ha sido
confeccionado ut111zando el trazado de la !!gura en la técnica del picado
sobre pintura roja.
El dlsef\o, prácticamente es copla de los motivos existentes en el
sector QEE 2 en la técnica del grabado profundo, es decir, las !!guras an-
tropomorfas con compllcados tocados en la cabeza. Ha sido trazado sobre
una capa de pintura roja. Da la lmpreslón de que el dlsefio con el fondo
rojo ha sido Intencional, lo que slgnlflcarla una contemporaneidad del
conjunto.

77
PETROGLIFOS Y PICTOGRAFIAS.
DESCRIPCION

QUEBRADA EL ENCANTO 2-A (QEE 2-A)

N9 l a - Margen sur de lo quebrada.


Técnica: Picado.
Dimensiones del área decorada: 0.89 x 1.50 m.
Elementos decorolivo.J : Fi1mra antropomorfo cen tral, csqu<'mii lica, círculos y líneos scrpenti-
formes.
Regular estado de conservación,
Superposición: La figura cen tral posee líneas curvas superpu estas sobre lo fi gura principal.

N9 1 b - Múrgen sur de la quebrada.


Técnica: Picado.
Dim ensiones del área dccorad<1: ?
Elementos decorativos: Figuras antropomorfos esquemáticas lin eales, con esbozo de ado rn os
cefálicos.
Parcialmen te borrada por erosión de las superfi cic,s.
Superposiciones: No existen.

N9 1 e - MurJ5en sur de la queb rada.


Técnica: Picado.
Dimensiones del área decorada: 1.50 x 0.60 m.
Elementos dccora~ivos: Lineales. Muy deteriorada por los agentes almosíéricos.

N9 1 d - Margen sur de la quebrada .


T écnica: Picado.
Dimensione.! del área decorada: 0.40 x 0.55 m.
Elementos decorativos: Círculos r adiados, con p rolongaciones que preseR lan sus extremo!
subdivididos .. ,
Buen estado de conservación.

N9 2 a - Margen norte de la quebrada .


Técnica : Grabado profundo.
Dimensiones del área decorada: 2.10 x 1.20 m.
Elementos decorativos: Antropomorfos presen tando dos cs lil os diferentes en el m ismo bloque:
a) Representació n esquemá1ica lin eal de la fi gura humana co n esbozo de ado rnos cefáli cos, y
b} Represent ación de la cara adornada con los típicos tocados y penachos que dan aspecto de
máscara. Muy erosion ada . La superfi cie ha sufrido la acción destruc ti va de líquene1:1.

N9 2 e - Margen norle de la quebr ada.


Técnica: Grabado pro fun do.
Dim~nsiones del área decorada: 1.11 x 2 m.
Eleme11tos decorativo.~: Antropomorfos . Dos íi guras
(' TI ac titud de movimiento , en líneas es-

quemáticas. Esbozo de adornos ce íáli cos. La roca posee un a fu er1 e cubierta de líquenes.

78
N9 5 a - Margen sur d e la quebrada .
T écn ico: Picado.
Dimc11 sio11es del área decorada: 0.43 x 0.40 m.
Elementos decorativos: Figuras anlropomorfas csqurmál icas lineales con esbozo de 11dornos
ce fáli cos.
La superficie de la roca se prese nta muy erosionada.

N9 5 b - Margen su r de la quebrada.
T écnira: Picado.
Dimensiones del área decoradn: l. 80 x l. 96 m.
Elementos decorativos: Figura antropomorfa esque mát ica lineal con esbozo de adorno! ce fá-
licos. Le acompañan cí rcu los con punlos y o tras fi ~uras muy difusas.
La supe rficie de la roen se prcsen l:i muy ero"-ionada.

N9 5 c - Margen sur de la quebrada.


Téc11ica: Picado.
Dimensiones del área decorada: 0.60 x O. 97 m.
Elementos decorativos: Círculos y line::as quebrad:is unidas entre si. Las figuras están muy bo-
rradas por b acción erosiva de los agentes atmos féricos.

N9 5 d - Margen sur de la quebrada.


T écnica: Picado.
Dimensiones del área decornda: 0.80 x O.SO m .
Elementos decorativos: F igura anlropomoría esq uemática co n esbozo de :idornos cef:ili cos. Le
acompañan círcu los con puntos y otras línca!ló borrosas.
La superfi cie de In roca se presenta muy erosionada.

N9 5 e - Margen sur de la quebrada.


T écnica: Picado.
Dimension es del área decorada: 0.30 x 0.88 m.
Elemerilos tlecoralivos: Círcu los con punto! unidos por una líneo eje. Sobre este conjunto, 5
linc::as onduladas paralelos.
La superficie ele la roca se prr!ló<'n la m uy cro5ionada.

N9 5 f - Margen sur de Ja riucbrada.


T écnica: Picado.
Dimensiones del área decorada: 0.83 x 0.40 m.
Elementos decorati vos: Figura nnlropomorfa linea l esquemática con esbozo de tocado. F.I
cuerpo es tá delineado en superfici e. La supcríicie de la roca estlt muy erosionada. Probabl e-
mente e l conjunto fu e mayor.

N9 7 a - Margen sur d e la quebrada.


Técnica: Pintura. Color rojo.
Dimen siones de l área decorada: 1.00 x 0.80 m.
Elerne11l0s decorativos: líneas vcrti cnles paralelas en dos columnas horizontales. Sumamente
borradas por los efectos de erosión.

79
N9 7 e - Margen s ur de In qu chrnrl a.
Téc11ica: Picado.
Dim ensiones tlel área dPcorada: 0.80 x 0.80 111 . (?).
Elementos decorativos: cí rcu los unid os por líneas curvas , muy horro~as.
La superíi cie se presenta mu y erosionada.

QUERRAD.4 EL ENCANTO 2 (QEE 2)

N9 9 o - Margen norle de la quehroda.


1'éc11ica: G rabado profund o,
Dimensio11ps c/Pl área ,lecorada: 0.65 x 0.90 m.
Elt>me11 tos deco rativos: Figura 11n 1ropomorfa corrrs11011dirn 1c a una cara con aclornu5 ccíáh .
cos que se presentan co mo cuernos lalf'ra les a 13 cara.
La superíicie de la roca sr present a mu y crosionad:t.

N9 Q b - !\hrgen norl e de la íluehr:.ula.


Técnica: Picado.
Dimensiones del área decorada. l .00 x O. 70 m.
Elementos decorutivos: lineales (?).
La:1 íi guras se prcsf' nt an sunrn ment e Lorradas.

N9 9 e - l\lorge n nor1 e de la quebrada.


Técnica: Picado.
Dimensiones de l área decorada: 1.00 x O.SO m.
Elem entos decoralivos: lin ea lea (?).
Las íigura1 se preaenlan 1,uma111cn1e borrada&,

N9 10 a - Margen n ort e de la qucbraJo.


Técnica: Grabado profundo.
Dim e1uio11í's de l área ,lecorada: (?)
Elcme11tos ,/ecoratfros: Representación de la cara con claboradoa adornos cefálicos con
lín eas geométrica denlro de un cireu lo con penacho en la parl e s uperio r. Acompolum la
rigura línea1 curvas y quebradas si n poder3e aprecior e l conjunto represe ntado .
La su períi cie de la roca estú erosio nado y co n 11 11 11 ligera capa de liquenes.

N9 JO b - Margen n or te de la 1¡uebrncla.
T éc11 icn: G rnbado profundo.
Dimensio11es: 1.00 x 0.70 m.
E lem entos decorativo.,: Figura cuadrnngufor ,:eom étr icn de líneas dobles curvas. La fi gura ,
poco clara. ¡,arece pobeer atributos an1ropo111oríos.
La tuperíicie de la roca se presento muy eros ionada )' con uno cubierta de líqucnet,

N9 12 a - Mugen sur de la quebrada.


T écnica: Picado.
Dimension es del área de cortufo: 0.60 x 0.40 m,
Elementos decort11i vos: Círc ul o co n lin eas r1.1 diad as hacia el centro. Otras líneas no present:in
co nlinuidad de forma.
La , uperíic 1e de la roca se encuentra muy cro1iom11ln y en nlgun oil sectores se ha rc11q uebra-
jado por lo acc ió n de los agent es ntmosféricos.

80
N 9 12 h - Margen su r de la qurbra<la.
Ti:cnica: Picado.
Dimensiones del árcn clccornda: 1.40 x 0.60 m.
Elemc11tos decorativos: Antropomorfo (?),
La supe rficie rocosn se encuentra sumamcnle erosionada.

N9 13 a - l\Inrgen sur <le In quebrada, muy cercano al lecho aclual.


Téc11ica: Grabado proíundo.
Dimensiones del área decorada: l .00 x 0.80 m.
Elementos decorativos: Representación ele una cara con elaborados adornos ceíálicos en (í.
neas geométricas dcniro de una superficie circular con un penacho en la parte superior. Los
r asgos de lo cor:i están cnractcrizados en los ojos, nari z y boca sin uosa.

N9 13 b - Margen norte de la queb rada.


Técnica: Grabado profundo.
Medidas: 1.30 x 1.00 m.
Eleme11tos decorativos: Figura cuadrangular recorrida por lín ens formando una red. La SU·
pcrficic de la roca se encue ntra muy borroda y con uno fu erte copa de líquenes.

N9 14 a - Morgcn sur de lo quebrada.


Técn ica: Picado (Superposición sobre pinturo).
Dimensiones del área decornda: 2.10 x 1.00 m.
Elemu1los decorativos: Figura, ontropomoría<1 muy borrodas, al part'ccr rep resentaciones ele
las c11rns con los elaborados adornos cefálicos, en rt'prcsentación nuis !limpie. Se obstrvan al·
gunos círculos radiados y lín eas no bien definidas.
Superposición: La delcnidn observación ele la superficie demostró la exislenria más anligua
de pictografias, de lns que ~ó lo restan algunas líneas.

N9 14 b - Margen snr de In quebrado .


Técnica: Grabado profundo .
Dimension es del área dl'corada: 2.43 x 1.40 m.
Elementos decorativos: La íi gura central es una caro con rl'prest"nt:iciiin de un adorno ccfii.
li co sem icircular, con nn gran penacho en la parte central. Ülra figura más pequeña y esque•
málicn se presenta en la parte superior de la roca.

N9 14 c - Margen sur de la quebrada.


Técnica: Picndo.
Dimension es del área decorada: 2.00 x 1.30 m.
Elementos decoralivos: Figura antropomorfo esqul'nllí tica lin eal con representación de un pe·
nacho doble sobre la cabeza. Ülras lineas curva, ex istcnles no conforman un claro diseño.
Superposición: El JJe lroglifo ha sido delineado sobre una pictografía al parecer lineal , de In
cual sólo reslan algunas líneas en color roj o.

N9 14 d - En el lecho actual.
Técnica: Grabodo proíundo.
Dimensiones del Orca decorada: 1.30 x 0.70 m.
Elementos decorativos: Círculos con punto central y apl:ndices paralelos. Una de ]as figura~
posee los rasgos que las definen como vuh as.

81

Bolctfn - 6
Se encu cnlran algo erosionadae por la acción del agua que algunas veces co rre por sobre esos
bloquea rocosos.

N 9 14 e - En el lecho actual de la quebrada.


Téc11ica : Grabado profundo.
Dirmn.sione.s del área decorada: 0.85 x 0.35 m.
Elemento.s decorativo.s: Antropomorfos. Un círculo doble muy borrado parece r cpresent:lr
un a cara. Hacia el lado derecho, en iguales condi ciones , se perfila una represent ac ión e11que-
mótica de una cara con adornos cefálico~ esqu emáticos linea les.
La superfi cie de la roca, por In acción del agua, se prc,cnta mu y erosionada.

N9 14 f - Margen sur de la queb rada. Mu y cerca no ni lecho actual.


Técnica: Picado (?).
Medida s del área decorada: 0.60 x 0.40 m.
Elemento decorativo: Figuras lineales co n círculos y líneas paralelas muy difusas.
La superficie se encuentra muy erosionada.

N9 14 g - Margen sur de la quebrada .


Técnica: Picado(?).
Dimension es del rirea decorada: (?).
Elementos decorativos: Lineales (?).
La superficie se. encuen tra mu>' erosionada .

N9 14 h - E n el hecho aclual de la quebrada.


T écn ica : Pi cado .
Dimcruione.s del área decorada: 0.35 x 0.30 m.
Elementos decorativos : Cí rculo unido por líneas recias y curvas. El bloqu e se encuentra
con su cara decorada en posición horizont al, en el sec tor del lecho en donde corre el agua.

N9 14 i - Margen sur de la quebrada.


Técnica: Picado.
Dimtlnsione.s del tirea decorada: 0.20 x 0.30 m.
Elemen tos decorativos: Círculos con apéndices de dos líneas p:irolelas.
La 1uperíicie de la roca se encuen tra sumamen le deteriorada por los agentes atmosféricos.

N9 14 j - Margen norte de la quebrada. Muy cerea del lecho ac lua1.


T écnica: Picado (?).
Dimensiones del área decorada: (?).
Elemen los decorativos: Lineales (?).
La superfici e de la roca se encuentra muy erosionada.

N9 15 a - Margen norte de la quebrada .


Técnica : Grabado profundo .
Dimension es del área decorada: 1.15 X 1.00 m.
Elementos decorativos: Cinco fi guras antropomorfas. De izquierda a derecha: uno cara con
adornos ccfólicos, se mici rcular y pen acho, enmarcados en doble línea; cara circular con
rasgos faciales enunciados, dos adornos laterales en formn de cuernos y un penacho central ;
cara con rasgos facial es bien marcados con un adorno íacial ~emicircular en forma de

82
abanico , en mareado en dob le lín ea ; íi gura humana esquemática muy borrada (picado?) la
última con característi cas similares a la antC'rior,

N9 15 b - Margen nort e de la qu ebrada .


T écnica: Grabado profundo.
Dimensio11 es del área decorada : 0.87 x 0.94 m .
Elcm enlos decorativos: Fi gura que represent a un a ea ra con sus rasgos facia les bi en esque-
matizados, enmarcada en un adorno cefáli co semicircu lar de línea doble, decorado con
Jíneus escaleradas y curvas.
El sector inferior se encuentra dorlado por la acc ión de l agua.

N9 15 c - Margen nort e de la que brada.


Técnica: Grabado profundo.
Di'mensiones del área decorada: 0.10 x 0.76 m.
Elementos decorativos: Figura que representa una cara con sus rasgos facia les bi en deíi-
nidos, enmarcad a en un adorno cefálico ovoidal en línea dobl e, con un penacho central.
El adorno cefálico posee una decoración geométrica de líneas curvas y quebradas un tanto
borradas.
L a superficie d e la roca se present a con una fu erte capa de líquenes negruzca.

N9 l 7 a - Margen nort e d e la quebrada.


Técn ica: Grabado profundo.
Dim ensio11es del área rlecorn,Jo: 1.1 0 x 0.90
Elementos decorativos: Fi gura que represento una ca ra de form a cuad rangular con aua
rasgos facial es bi en definidos , enmarcado por un adorno cefálico se micircul ar en línea
dobl~ con un penacho cent ra l for mado por arnhasc líne3S. La decoración interior es geo-
métrica de lín eas escaleradas y cun•as. Un apéndice en lín ea doble pende d el lado izquierdo
de la figura.

N9 ) 7 b - Margen norte d e la quebrada.


T écnica: Grabado profundo (?).
Dimensiones del área decorada: (?).
Elementos decorati vos: La superficie de la roca, cubierta d e líquenes hizo imposible la de-
terminación del diseño al parecer linea l.

N9 17 c - Margen nort e de la quebrada.


T écnica : Grabado profundo .
Dimensiones del área decorad": 0.80 x 0.80 m.
Elem entos decorativos : Fi gu r a qu e representa uno cara de forma cuadr angular con sus ras-
gos íaciol es poco claros, enmarcada por un adorno cefiíli co ~emicircul ar en línea doble. La
decoración interna es muy poco visible.
La superíicie de la roca prese nt a una persistente capa de líquenes q ue e nnegrece toda el
área decorada .

N9 18 a - Margen norte de la quebrada.


Técnica: Grabado profundo.
Diml!:ruion es del <irea decorada: 1.10 x 1.80 m .
Elementos decorativos : La fi gura superior representa una cara de forma cuadrangular y
ángulos curvos con los r asgos faci ales bien definidos . Enmarcando la eabeu aparece nn

83
adorno ovoidal. En ambos extremos y en la parte superior, la línea doble que enmarca
e1te adorno, conforma penachos dobles. Bajo esta fi gu ra, ,e ha logrado individualizar rlo1
represenlacionca similares a la anterior, supcrpueslas, lo que crea una confusión parn dC'finir
claramente loa motivo~.
Supcrposició11: Exisle superposición de figura s.
La superficie de la roen ci;:1{1 li gt>ramente cro!lionad:i y en algunos Sf'<'lorcs cuhirrln con una
capa de líquenes .

N9 18 h - Margen norle de In q ucbradn.


Téc11ica: Grabado profundo.
Dimensiones del área decorada: 0.59 x 0.56 m.
Elementos decorativos: Figura que representa unn cnrn cundraniulnr. Sobre la cnbeza f'n·
marca un adorno semici rcular decorado con líneas quchradas y curvas poco visibles en
conjunto.
La superficie de la roca se encuentra muy deteriorada por la prese ncia de líquenes.

N9 18 c - Margf'n norte de la quebrada.


Técnica: Grabado profundo.
Dimf'nsione, del área decorada: 0.80 x 0.60 m.
Elemento, decorativos: F igura muy borrosa qu e rcpretacnta una cRra cuadrangular. Sobre In
cabrza enmarca un adorno semicircular decorado con líneas quebrada s y curvas poco visi-
bles en su conjunlo. La superficie de la roca se encuentra m1.1y erosionada.

N 9 19 a - Margen norte de la quebrnda.


Técnica: Grabado proíundo.
Dimensiones del área decorada: 0.90 x 1.50 m.
Eleme111os decorativos: La roca posee unn íiµ:ura que represe nta la cara cuadrangu lar y el
adorno sobre la cabeza ovoidal, dccornclo con lineas curvas y el penacho en la p::irte su-
perior. Otras dos figur os corresponden al tipo nntropomo do con ndorno de tipo abanieo
de lin eas que irradian desde un crnlro q'J<' hipoll·1icamcnte repr<'s<' nta una cabeza, a 11110
línea semicircular. Otra fi gura , de m<'nor tamniio representa una de forma circu lar , co n
un adorno sem icircular con penacho doble. Una quinta figura representa una car ila circn!:ir
con sus rasgos faciales bien marcados.
La superíicie de la roca presenta una fuert e cnpa de liqucnes negruzcos.

N9 19 b - Margen none de la quebrada.


T écnica: Grabado profundo.
Dimensfones del área decorada: 0.30 x 0.30 m.
Elementos decorativos: Círculo.
Superíicie de la roca cubierta de líquenes y muy erosionada.

N9 21 a - Margen norle de la quebrada.


Téc11ica: Grabado profundo.
Dimensiones del área decorada: 0.60 x 0.60 m.
Elementos decorativos: Figura que representa una cara cuadrnngular, en marcada en su
parte su1>erior por nn atlorno semicircu lar con líneas que irradian desde In cabeza , de lipo
aba11ico. Se presenta rn un bloque pec¡ucllo , con unn qu ebradura lateral y muy erosionada
en su superficie.

84
N9 21 b - Margen ~orle de la quebroda.
Téc11ica: Grabado profundo.
Dime11 sio11es del área decorada: 0.40 x 0.30 111.
Eleme11los decoratiuos: Jma p:en que represen ta una fi gura correspond iente al tipo ele adorno
semicircular de líne a~ radiadas, confo rmando un aba nico. La figura humana no se encuen·
tra seña lada.

N9 21 e - Margen norte de la quebrada.


T écn ica: Grabado proíundo.
Dim e11sio11es del áreC1 d('comda: 0.60 x 0.40 m.
Elementos decorativos: Figura antropomoría.
La super fi cie de la roca se e ncuen tra muy erosio nada y dañada por la acción de la capa
de líquenes.

N9 21 el - Ma rgen nort e de la quebrada.


Técnica: Grabado profundo (?).
Dimensiones del área d<'corada: (?).
Elementos decora tivos: antropomorfo (?).
La superficie de la roca presenta un a fuerte capa de líqu enes que hace casi invisible la figura.

N9 21 e - Margen norte de la quebrada.


Técnica: Grabado profundo (?).
Dime,asion es del área decorada: (?).
Elemen tos decorativos: (?).
La superficie de la roca prese nta una fuerte capa de líquenes que hace casi invisible la fi gura .

N9 21 f - Margen norte de la quebrada.


Técnica: Grabado p roíundo.
Dim e11sio11cs del área dccor(l(/a: 0.50 x 0.30 m.
Elementos decorati vo.~: nn lropomorfo (?).
La superficie de la roca prcscnla una fu er te capa ele líquenes que hace casi inv isible la figura.

N9 2] g - Marge n norte de fa quebrada.


Técnica: Grabado profundo.
Dimensiones del área decorada: 0.30 x 0.35 m.
Elementos decorativos: Fi 1!1ira pcqucfi a qu e repre~cnta una carn borrosa con un tocn<lo
cefóli co sem icirculnr.
J,a snperfi cie de la roen se presen ta mu y erosionada y con una fu ert e capa de líquenes.

N9 30 - Mar gen nort e de la quebrada.


Técnica: Pintura.
Dimensiones del área dccoradu : (?).
Elem cralos decorativos : (?).
Sólo restan algunas líneas mu~ borradas, qu e no dan una id ea de l conjunto original.

85
QUEBRADA EL ENCANTO 1 /QEE l)

N 9 34 - Mar gen sur de la qu ebrada.


Técnica: Picado.
DimeMion es del área decorada: (?}.
Elementos decorativos: Lineales (?) .
La superficie de la roca se encuentra muy erosionada , sin distin guirse clarament e el diseño.

N9 35 a - Margen sur de la quebrada .


Técn ica: Picado.
Dimension es del área decorada: 0.40 x 0.30 m.
Elementos decorativos : Figu ra an tropomorfo esquemá tica lin ea l con sus extremidaclcs supe-
riores en cruz. Sobre la cabeza, señalada en forma circular, se observa un adorno scmicir-
lar con lineas irradiada s del tipo "abanico" .
Se encuentra relativam ente erosionado .

'N9 35 b - Margen su r de la quebn~da.


Técnica: Picado.
Dimension es del área decorada: 1.30 x O. 70 m.
Elementos decorativos: Líneas curvas formando una decoración de malla. En el sec tor 1z-
c¡uicrdo apa rece delin endo un circu lo con api ndi ce que le da aspecto de un inscclo.
La superficie utilizada se encu entra mu y deter iorada . En algunos Sf'f\lores la roca st.1 ha
descascarado.

N9 35 c - Margen sur d e In 4uebrada .


Técnica: Picado.
Dimensio11 es del área decorada: l.80 x 2.00 m.
Elementos decorativo!!: Figura lineal de un espi ral con un ej e vertical. Otras líneas exis-
tentes no complclan claramente un diseño , d ebido a la íu erlc des tru cción de la superficie dt"
la roca que se ha descascarado. Se alcanza a not ar un elemen to d e dos líneas cruzadas
dentro de una fi gura rcciangular (signo escudo) .

N9 37 - Margen sur d e la quebrarla.


T éc11ica : Picado.
Dimension es del área decorada: 2.50 x 2.00 m.
Elemertlos deco rat.iuos: Sólo es visible un círculo con rayas vertica les paralelas en su in•
terior y dos apéndices inferiores. Otras 1íneA!' no co nforman claramen te nin gún diseñ o.
La superficie d e la r oca ha sufrido un proceso de d es lruct'ión na tural, presenlándose muy
resquebrajada.

N9 38 - Margen sur de la quebrada .


T écnica: Picado.
Dim4?nsion es del tirea decorada: (?).
Elementos decorativos: Lineales (?) .
La superficie de la r oca S<' ~ncuentra mu y erosion ad a.

N9 40 - Margen sur de la qurbraJa.


T écnica: Picado.
Dimensiones del área decorada : (?).

86
Elementos decorativos: Lin calrs (?).
Lo superfici e de la roca se encuentra mu y erosionada.

N9 41 b - En el lecho actua l de la q uebrada .


T écnica: Picado.
Dimensiones del área decorada: 0.30 x 0. 20 m.
Elemenlos decorativos: Círcul os pequeños unidos enlre sí con algunas líneas de uni6n.

N9 42 - Bloqu e en el lec ho actual de la quebrada.


Técnica: Grabado profundo.
Dimensiones del área decorada: O.SO x O.SO m.
Elementos decoralivos: Fig uro antropomoría de una cara enmarcada en su parte suprrior
por un adorno semi circular de los 1ipos descritos pa ra QEE 2.
La super fici e de la roca está eubierla de una íu crle ca pa de líquenes negru zcos que impiden
logr11r deta ll es de su dccorarión,

N9 46 - Margen sur de lo quebrad a.


Técnica: Picado.
Dimensiones del área derorada : 2.30 x J ,10 m ,
Elem entos de corativos: Fi guras humanas esquemálicRs lin eales. La íi gura central presenta
su cabeza señalada en un picado zonal , con un o líneo enmarcándo la; sobre ell a se alcanza
a percibir un adorno de linea s ol es tilo abanico. Otro s íi guras se di stribuyen a ambos lados,
además de algunos c lemcnlos grométricos.
La fi gura central está super¡m esta a o lras un tant o borrosas. Una de ell as posee las caree•
!erísti cas anlropomorfos de un c irculo que rep resen ta una cabeza, con dos adornos laleralea
en forma de cuern os <l<' las <'t1a lr.:1 existf'n ele mentos similares en QEE 2.
E l es tudi o parece indi car q uc- esta úhima fi p:ura fu e pin1ada en su inleri or , de color rojo.

N9 47 - Marge n sur de la quebrada .


T écnica: Picado.
Dimension es del área dccoradn : I.60 x 1.40 m.
Elementos decorllti vos: Fi guras antropomoríns lin ea les esquemáti cas. E l cuerpo de una do
ellas eslá delineado en forma zonada, siendo los rasgos de la ca ra bien seaialados. Enmar-
ca nd o Ia cabei:a se e ncuentra un ado rno semi circular con lín eas en forma de abanico. La
superfi cie de la r oca se encucnlra mu y erosionada.

N9 48 c - Bloque en e l lec ho actual de la quebrada.


Técnica: Grabado pro fund o.
Dimensiones del área decorada: 0.70 x O.SS m ,
Elementos decorativos: Fi gura geomé lrica de un a línea espiral cuadrangular. Otra fi gura
no se alcanza a perci bi r,
La superfici e de la r oca se encn<'nlra muy erosionada por la acción del ag un. Una capa de
liqu enes oscuros entorpece la visión del con junto.

N9 49 a - Margen nort e de la qu chrada.


T écnica: Pica do .
Dimensiones del área decor(l(fo : 0.60 x 0.60 m.
Elementos decoralivos : Fi guras geométr icas poco defini das. Una fi gura parece tener lo!
rasgoe de un 8 enmarcado l'n línea doble.
La superficie de la roca se encuen tra mu y erosionada.

87
N9 51 - Margen norle de la quebrada.
Técnica: Pinlura . color rojo.
Dimensiones del área decorad u: 0.40 x 0.80 m.
Elementos decorativos: Figuras geomé lricas poco definidas . La más visible, en la parle su-
perior, representa do& círc11los unido., por una línf'a verlit'al que los di, icl c. El resto son li-
neR s on duladas paralelas e hileras de rayas pnrale lus.
La roca está cub ierta por una capa de líquenes que han dañado p;ravemcnt e las pinturas.

N9 53 - Margen norte de la quebrado.


Técnica: Grabado proíundo.
Dimension es dPL área decorada: l.20 x 2.00 m.
Elementos decorat ivos: Figuras que rrprcsentan carM circulares con adornos esquemáticos
sobre la cabeza. Prcscnlan la caraclcrística cll' po~ecr do, líncns en cada mejilla. (¿Piutur.i
facial o taiuaje?), La superficie de la roen presenta una fuert e capa de líquenes que han
dañado gravemente las íi guras, siendo m uy difícil poderlas dist in guir.

N9 54 - Ma rgen nor1 c de la quebrada.


Técnica: Pintura (roja).
Dimensiones del área decorada: J.10 x 1.20 111 .
Elementos decorativos: Líneas ondula1las paral elas en rlo.>s h aces de tres ubicadas en t'1
sec lor derecho del bloque. E l centro se encuentra totalmen te horrado. En el lado izquirrdo
se alcanzan a p ercibir pequeño!! círculos unid os, una figura fil omorfa y rayas paralcla!I
formando dos columnas.
La pintura ha sufrido los efectos de los agcnl es atmosfí'ricos .

N9 55 a - Bloque en el lecho aclual de la c¡ucbralla.


Técriica: Picado.
Dimensiones del área decorada: 0.60 x 0.40 m.
Elementos decorativos: Fi gura anlropomorfn esquemútica y lineal. La cara es un círculo en
que aparecen dibujados en dos puntos los ojos. La parte i11 ferior del cuerpo está totalmcnle
horrada.
Bloque muy afec lado por fo. erosión.

N9 55 b - Bloque en el lecho aclual de la quebrad a.


T écnica: Pinlura (color rojo).
Dimension es del área decorada: 1.30 x O.SO m,
Elementos decoralivos: Forma geo mo.! trica es tilizada ele la fi gt1rn human a ele gran factura,
en dos lín eas di spuestas perpendicularmen te a un eje, cer;adas por una 1ercera que borcl('a
la fi gura. En e l extremo superior las líneas termi nan en un trián gulo que repre~en lR la
cabe1;a. Sobre esla fi gura aparecen trel'i lín eas onduladas paralelas.

N9 56 - Margen sur de la q uebrada.


Técnica: Picado.
Dimension es del área decorada: 2.50 x 2.40 m.
Elementos decorativos: F iguras an lropomorfns. Hacia e l lado izquierdo una fi gura humana
lineal esq uemática con los bruzos en m ovim ien to. La cnra en un circul o con los ojos y nariz
seña lados. Sobre la cabeza apa recen se ñ aladas en dos lín eas los ¡1cnachos cnracterís licos de
estos tipos . Tres figuras rep resentan carns con adornos cefá li cos semicirculares co n lín eas de
tipo 11banico. EstÍln represe ntados los ojos y nariz. En e l borde derecho d('I bloqm· ha y 3

88
círculos en 1écnica de rasrrndo. Por \1himo, hay ol¡; uno!I líneas y figurll! m uy simpli ficad as
que n o con fi guran clnrnnH'nte di.,cños definidos.

N9 5i - Margen norte ele In t111ch rada .


T écn ica: Picado sobre p intura.
Dimensiones del área de('oradn.: 0.62 ,e 0.52 111.
Elemera los decoralivos: Fiiura :mlropomorfo que reprc1cnt:i una caht'za con un gran adorno
cefálico semicircular, l'n ruro inl('rior estñn trozado~ aclornos geomélricos. Sobre éste un
penacho doble, característico de este tipo. La íigura ha sido trazada sobre una capa de pin-
t ura roja.

N9 58 - Margen sur de la quebrada.


Técnica: Picado.
Dimensiones del área dccoradtr: 0.40 x 0.40 m.
Elementos decorat .' ,·os: Figura ontropomoría C"lJuc má1irn mu y borrada . Sól o se conse rva la
cara en un círculo con los ojos se,ialaclos.

De las dE.scripciones realizadas podemos ais~a r ~n la quebrada El


Encanto, al menos cuatro elementos decorativos ttpicos para este sitio:
1) Representación de caras con complicados adornos y penachos
sobre la cabeza. Estos pueden ser semicirculares y ovoidales, con decora-
ciones geométricas en su interior. En la mayoría de los casos se encuen-
tran realizados en la técnica de grabado profundo.
2) Representaciones h umanas en forma esquemática-lineal, en que
apar ecen bosquejados el cuerpo, la cabeza y las extremidades, en general
en actitud de movimiento. Los rasgos faciales aparecen en algunos casos
sef\alados con circulos y lineas para los ojos, nariz y cejas. No se dibuja
la boca. En otros casos la cara aparece raspada o sin decoración. En to-
dos los casos se sef\alan adornos cefálicos, ya sea de tlpo "abanico" o sim-
plemente con un doble penacho, a la manera de cuernos o "antenas". En
general, están reallzadas en la técnica del picado.
3) Cabezas en forma esquemática en la que se sef\alan los adornos
del tipo uabanico", sin destacar claramente los rasgos de la cara, salvo
casos espectficos. (EJ.: QEE 1 / 56).
4) Figuras geométricas, principalmente circulos unidos, llneas on-
duladas, quebradas, círculos con puntos en su interior, etc. En general,
estas figuras geométricas se encuentran acompañando, en algunos casos,
a las figuras antropomorfas o simplemente formando unidades aisladas.
De preferencia aparecen en las pictografías.
De estos cuatro elementos fundamentales podemos sei\alar que los
N.os 1, 2 y 3 son los ttpicos del sitio y del área de Ovalle, Illapel y Com-
barbalá.

89
PI EDRAS TAC ITAS

Las piedras tacitas del valle El Encanto se encuentran en gran abun-


dancia y variedad, de preferencia en los sectores QEE 2, QEE 1 y QEE 1 A,
presentándose en tres tipos: tacitas cupullformes, tacitas elipsoidales y
tacitas cuadrangulares.
Su ublcaclón en relación directa con petrogllfos y pictograf!as nos
enfrenta a una posibilidad de contemporaneidad que debe ser tomada en
cuenta.
a) El tipo cupullforme es el más abundante. Presenta una exca-
vación circular cupullforme o semiesférica, con un diámetro que varia en-
tre los 10 y los 15 cm y con una profundidad de la excavación que oscila
entre los 4 y los 8 cm. Se ubica en todos los sectores de la quebrada.
b) El tipo elipsoidal se concentra de preferencia en el sector QEE
2, presentando una excavación que sigue la forma de una elipse con una
excavación profunda. El tamaflo varia entre 20 y 25 cm para el eje ma-
yor y 10 a 15 cm para el eje menor.
c) El tipo cuadrangular, ublcado solamente en el sector QEE 1, po-
see caracterlstlcas particulares, por cuanto todos Jos tipos descritos apa-
recen unidos en un solo bloque (44). En él un ejemplar presenta la forma
cuadrangular, con la excavación muy poco profunda (2 cm). El tipo se
presta en forma ideal para la molienda.
d) Por último tenemos, como en el caso anterior, varios ejempla-
res con el tlpo cupuliforme y elipsoidal unldos en un solo bloque.
El caso más interesante lo encontramos en el bloque 50, en que los
dos tipos, conformando indudablemente los rasgos de una cara, utilizan
una especial distribución de las tacitas. Estos ejemplares aparecen de pre -
ferencia en el sector QEE l. (Véase cuadro de distribución).

CONSIDERACIONES GENERALES

La arqueologla del valle El Encanto, estudiada por nosotros (AMPUE-


RO - RIVERA, 1964; RIVERA - AMPUERO, 1969) , presenta una secuencia cultu-
ral que puede ser resumida de la siguiente manera :
1) Un primer nivel precerámlco (o acerámlco). con un con texto
cultural que caracteriza a cazadores y recolectores, representado por pun-
tas de proyectil en forma de hoja y triangulares, raspadores e Instrumen-
tos de lascas y núcleos, Instrumentos de hueso, conchas de Choromytilus
chorus trabajadas, pendientes, etc.
Los restos antropológlco-f!sicos, aún en estudio, presentan a un ti-
po humano conocido esporádicamente en la costa y que correspondería a
grupos dolicocéfalos primitivos (MUNIZAGA , 1964, 1966) .

90
Este nivel presenta marcados contactos culturales con la costa, y se
han seguido especialmente con las poblaciones de Guanaqueros, Quebrada
El Romeral y Pun ta de Teat!nos (SCHIAPPACASSE - NIEMEYER, 1964, 1966).
Los contactos hacia el Interior se evidencian en San Pedro Viejo en forma
notable (véase el trabajo al respecto en el presente Bolet!n) , lo que de-
mostrarla una gran mov!l!dad de las poblaciones precerám!cas entre costa
e !nterland.
2) Un seguncto¡nlvel cultural, separado del anterior por un estrato
estéril que demostrará a una desocupación del sitio, represen tacto por la
Cultura o Complejo Cultural de El Molle, con elementos ergológ!cos que
podr!an caracterizar la Fase II postulada para ella.
Existe en este caso una asociación de una piedra tac! ta transporta-
ble :on el nivel cerámico. No se han ubicado restos antropológlco-f!sicos
para este nivel.
Frente a esta real!dad arqueológica, existe el problema de asignar
los petrogl!fos y piedras tacitas a alguna de estas ocupaciones.
Por de pronto no existe ninguna evidencia objetiva para correlacio-
nar ambos problemas. Los _¡¡etrogillos, con una temática muy desarrollada
en su composición, nos permiten suponer una complejidad cultural que
bien podrla estar representada por El Molle. Petrogl!fos con temática se-
mej ante se han ubicado en sitios que presentan en superficie evidencias
cerámicas. (Areas de Salamanca, Illapel y rlo Hurtado).
Herbert Hornkohl describe para la Estancia Zorr!lla un ejemplar
que se encuentra en la actualidad en el Museo de La Serena (HORNKOHL,
1955) , de tipo antropomorfo, real!zado en la técnica del grabado profun-
do, con la te mática representativa del sector QEE 2, denominándola "Es-
tilo Ovallino", conj untamente con otros pertenecientes al área. Le asigna
una antigüedad mayor que aquellos petrogl!fos de estilo más simpley de
técnica de picado, los que corresponderlan probablemente a los D!agultas
ch!lenos.
Nuestras observaciones en la quebrada, ya detallada, no permiten
h acer una distinción cronológica -evolutiva de los estilos y técnicas apli-
cados.
Robert F. He!zer y Mart!n A. Baumhoff h an planteado en su obra
"Preh!stor!c rock art of Nevada and eastern California" (Heizer-Baum-
hoff : 1962) toda una problemática que sugiere este tipo de manifestacio-
nes en Nevada (U.S.A.). Es indudable que la interacción del medio am-
biente con los patrones ecoñómicos de los habitantes del área_y su bagaje
cultural han producido un quehacer caracter!st!co en las manifestaciones
rupestres. También es indudable que la actividad mágico-religiosa se _pre-
senta lnt!mamente relacionada con ellas. El estilo particular que se en-
cuentra en El Encan o y otros lugares de la provincia de Coquimbo, podr!a
seflalar no sólo la expresión ritual de un grupo humano, sino que también
la Intención de la ayuda sobrenatural en las actividades económicas, ex-
oresada en esta acción mágica aue reprP.senta el arte rupestre.

91
Por de pronto, no está claro que la temática y la técnico. $eanJndice
cronológico-cultural. Parece que el arte rupestre en El Encanto corres-
ponde a un complejo que utilizó el sitio para sus actividades de caza o
pastoreo, aprovechando las magnificas condiciones que posee, principal-
mente la existencia de agua permanente en su lecho, incluso en años secos.
La asignación más anti gua de estas manifestaciones es otro problema, pÓr
cuanto no existe ninguna asociación estilistica o cultural que pueda ser
utilizada. La superposición de algunos ejemplares, la estilización más sim-
ple de los motivos con diversas técnicas, la situación creada por la dif'e-
rente consistenc:a de las superficies rocoso.s ante la acción de los agent"es
atmosféricos, son elementos de juicio (lUe deben ser tomados en cuenta.
Las d\ferencias que se aprecian en los estilos oara diseñar la figura
humanase podrí~n explicar no sólo por los -factores amllie.n.ta.le§.._slno ue
también por la acción directa de diferentes "artistas" en diversas situa-
cio~ époc~ (véase la obra de Heizer y Baumhoff: Introducción, obra
citada).
Por otro lado, no podemos descartar la posibilidad de que los grupos
realizados en la técnica del picado sean .una expresión más t"'ardla de los
petroglifos elaborados en la técnica del grabado profundo. La superposi:-
ción de petroglifos sobre pictografias puede ser también un i n ~
debe detectarse en otros sitios, como acontece en la Hacienda Lagunillas
(AMPUERO : 1966). --
Será necesario estudiar, en base a esta problemática y a muchas
otras que presentan los yacimientos, todas las manife::;tactones rupestres
del Norte Chico, paca poder llegar a deducir algunas conductas generales
para el problema.
Las piedras tacitas o piedras molino nos enfrentan a una situación.
similar. Jorge Iribarren ha sef\alado la conexión que existe entre__elt~
la Cultura El Molle, situación que se repite en El Encanto (IRIBARREN:
1962). Sin embargo, no seria aventurado suponer en algunos casos, una
antigüedad mayor para- ella~. -
Resumiendo, podemos señalar los siguientes puntos como conclusión:
a) Los petroglifos y pictografias, aunque presentan una diversidad
en los estilos y técnicas, parecen corresponder a una sola unidad cultural,
que se representarla en el lugar con el Complejo Cultural o Cultura El
Molle.
b) Los estudios realizados demuestran que las pictografias pueden
ser manifestaciones más antiguas dentro del contexto.
c) Los estilos ubicados en El Encanto están distribuidos de prefe -
rencia en los departamentos de Ovalle e Illapel.
d) La interacción del medio ambiente ,(.condiciones climáticas, tipo
de roca, ubicación de la quebrada, acción erosiva de los agentes quimicos
y mecánicos, etc.), con las necesidades humanas que se manifiestan en

92
QUEBRADA "EL E CA TO"

CUADRO DE DISTRIBUCIO DE PIEDRAS TACITAS

Ubicación 1denti/icación N9 de tacitas Medidas de la roca tipo Observaciones

QEE-2 A E-2 b 1 1.78 X 1.95 ro Elipsoidal


QEE-2 A E-2 e 1 2.10 X 2.QQ m
QEE-2 A E-3 4 1.50 X 1.10 m Cupuliforme
QEE-2A E-4 11 5.90 X 3.46 ID Cupuliforme y elipsoidal 6 cupaliformes y 5 elipsoidales
QEE-2 A E-7 b 2 3.66 X 2.50 ID Elipsoidal

QEE-2 E-8 a 3 1.68 X 1.46 m Cupuliforme


QEE-2 E-8 b 4 1.50 X Q.9Q ID 1 sin terminar
co
w QEE-2 E-8 e s 0.54 X 0.43 ro Cupuliforme y elipsoidal 1 cupulif orme
QEE-2 2 3.50 X 3.QQ m Capuliforme 2 elipsoidales
QEE-2 E-lla 1 1.12 X 0.65 m
QEE-2 E-11 a 3 1.58 X Q.64 m
QEE-2 E-11 b 1 1.56 X 1.70 m
QEE-2 E-lle 1 1.22 X 0.93 m "
2 1.20 Q,9Q 1 sin terminar. Lecho de la que-
QEE-2 E-16 X ID
brada
QEE-2 E-18 1 1.30 X 0.58 m "
QEE-2 E-20 b 2 1.73 X Q.73 m
QEE-2 E-22 11 2.QQ X 1.24 m 3 in terminar
QEE-2 E-23 a 1 1.90 X 0.79 m
QEE-2 E-23 b 4 l.QQ X Q.84 m R oca fracturada en an extremo
QEE-2 E-23 e 1 1.60 x O.SS m
QEE-2 E-24 a 2 1.74 X Q.54 ro
QEE-2 E-24 b 3 1.50 X 1.38 m
CUADRO DE DISTRJBUCION DE PIEDRAS TACITAS (Continuación)

Ubicación Identificación N9 de tacitas Medida.s de la roca tipo Observaciones

QEE-2
QEE-2
E-25
E-26
2
5
1.77
1.80
X

X
0.69
1.40
m
m . 1 inconclusa
QEE-2 E-27 15 2.10 X 2.00 m "
QEE-2 E-28 a 42 3.78 X 2.50 m " 8 inconclusas
QEE-2 E-28 b 6 3.77 X 1.10 ID Cupuliforme y elipsoidal 5 cupuliformes y 1 elipsoidal
QEE-2 E-29 16 5.45 X 4.89 m Cupuliforme Bloque quebrado
QEE-2 E-30 4 2.00 X 2.00 m

QEE-1 E-31 c 1 0.60 X 0.30 m "


QEE-1 E-32 3
QEE-1 E-34 a 3 " Gran bloque granítico en el le-
QEE-1 E-36 2 0.97 X 0.56 ID Elipsoidal y cupuliforrne cho de la quebrada
QEE-1 E-36? 1 0.80 X 0.58 m " Id.
QEE-1 E-39 a 5 2.00 X 1.55 Dl 1 elipsoidal y 1 cupuliforme
QEE-1 E-39 b 2 1.36 X 2.10 ID "
QEE-1 E-41 a 3 3.63 X 1.56 ID
QEE-1 E-43 b 3 6.10 X 2. 70 ID " 6 inconclusas
QEE-1 E-43 b? 7 2.00 X 1.26 m Cupuliforme
QEE-1 E-44 24 10. 70 X 6.10 m Cupulíforme, elipsoidal y 17 cupuliformes, 5 elipsoidales y
cuadrangular 2 cuadrangulares
QEE-1 E-44 b 2 2.00 X 1.73 m Cupulíforme y elipsoidal Tres bloques: uno con 4 tacitas
QEE-1 E-48b 10 1.10 X 0.60 ID cupuliformes; otro con 3 cupu-
1.59 X 0.68 m liformes y una elipsoidal y otra
0.67 X 0.43 m con dos cupuliformes.
QEE-1 E-50 9 3.16 X 1.78 m Cupuliforme y elipsoidal 5 cupuliformes y 4 elipsoidales
QEE-1 E-52 a 1 3.78 X 3.69 ID Cupuliforme
QEE-1 E-59 d 3 2.00 X 1.37 ID "
CUADRO DE DISTRIBUCION DE PIEDRAS TACITAS (Continuación)

Ubicación Identificación N9 de tacitas Medidas de la roca tipo Observaciones

QEE-1 A s/ n 1 0.79 X 0.92 m


QEE-1 A s/n 2 1.66 X 1.17 m
QEE-1 A s/ n 1 1.32 X 1.63 m
QEE-1 A s/ n 2 0.82 X 0.79 m
QEE-1 A s/ n 1 2.10 X 1.45 m Elipsoidal
QEE-1 A s/ n 1 1.10 X 0.87 ID Cupuliforme
QEE-1 A s/ n 3 1.36 X 1.27 m
QEE-1 A s/n 2 1.40 X 0.66 m "
QEE-1 A s/ n 6 1.50 X 1.24 ID
QEE-1 A s/ n 2 0.70 X 0.63 ID
QEE-1 A s/n 3 1.30 X 0.99 m
co
C/l QEE-1 A s/n 4 0.75 X 0.50 ID 1 tacita inconclusa
QEE-1 A s/ n 2 1.20 X 0.80 m
QEE-1 A s/n 3 1.50 X 1.35 m 2 tacitas inconclusas
QEE-1 A s/ n 2 1.20 X 0.70 m 2 tacitas inconclusas
QEE-1 A s/n 2 1.17 X 0.57 m Cupuliforme y elipsoidal 1 cupnliforme y 1 elipsoidal
QEE-1 A s/ n 1 0.80 X 1.40 m Cnpuliforme
QEE-1 A s/n 1 1.10 X 0.72 m "
QEE-1 A s/n 25 9.10 X 2.89 ID Cnpuliforme y elipsoidal 21 cupuliformes y 4 elipsoidales
este arte rupestre, producen un tipo particular y definido de estilo que
debe de haber tenido profundos significados mágico-religiosos, ligados a
las excelentes condiciones para la actividad de cazadores-recolectores y
pastores.
e) Las piedras tacitas o piedras mortero, Hg,,mrs-d·e--una--n-otra-m-a-
ner.a-a-las- manifestaciones l'l:lpesti:es. sefla,ladas, presentan una problemá-
tica similar a la ya anotada. La existencia de "majaderos", la existencia
de una piedra tacita transportable en el nivel superior, etc., parecen in-
dicar su utilización durante la ocupación del Complejo Cultural El Molle.
Por otro lado, piedras mortero han sido utilizadas para la sefia!!zación de
las sepulturas del nivel inferior (Rivera-Ampuero : 1969). Las piedras mor-
tero han sido ubicadas en Guanaqueros (Schiappacasse-Niemeyer: 1964)
en el nivel inferior del canchal excavado. Si suponemos la utilización de
alguna de ellas en El Encanto, correspondiente al nivel inferior, no estarla
del todo desligada a la realidad detectada para ese periodo.
f) El estudio metódico de este tipo de manifestaciones en la pro-
vincia y en el resto del pais, entregarán seguramente lineas directrices
más valederas que las conocidas hasta hoy, para aclarar el rol que ha
jugado el arte rupestre en el pasado prehispánico.

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96
F i ~. 1

Fi g.

/.,, / M l j\ A N9 J. Fi g. /: Pe1rogli fo <!11 16(·1,irn d e picado co11 s ,1p<!r posicio11<!s. Fiµ11rns hu-
mm,ns esc¡uu,Hític(ls. Sec:or ¡\ 9 l. J\ 9 46. Fi [l. 2: Pe 1roglifo (' 11 1éc11irn de picudo co11 super-
¡msicio11es. Fi gurns /r11mr11rns est¡m•máticns y eleme111os geom C:tricos. Sector ¡\ 9 2A. \ 9 In .

97

Dolctin - 7
Fi :;::. 1

Fi g. 2

J.,A 1l1!1\A \ P 2. Fi(l. /: Pe1roglifo e11 1(,c11ir11 df' rúc(ldo. Fig11ms /,11r,w11as esq1w11Hí1ict1s y
cabezas co11 ador11os IÍJJO ""lw11ico .. S<•ctor \ P / - \ P 56. /l if(. 2: Pe1rog/ifo en 1éc11 ica tle
picado. Fi¡wru lwma,rn eS(J11 emátic" y ar/orno g<•ométrico; S<clor ¡\ P 2A - J\P Sb.

98
Fi g. l

_,,,. ... ~

... -? ¿
, ,...,
~

:,~ .
~~

Fi g. 2
I .IM fNA /\'9 3. F i g . /: P etrog /i(o c•11 1éc11 i t o d t' ¡1icml o. f 'igun, l11w w1u1 est¡11 e11Hi1ica c-011
el cu erpo bie11 $(•1i alu d o , Sec /01· ¡\ 9 :! A . 1\ 9 5/. Fil{. 2: l' l'lf'Oidi f o e11 t éc,,iw rle l{rabado pr0·
/1111do. Cí r c 11 los co11 ptrnlo ce11 1rt1 / y rr p é11dias; n •¡¡r<•S<' lllí1ció11 rh• 1•11frfl s. Sect or ¡\ 9 2. ¡\ 9 f 1Jd.
100
..

F i g. 1

F' ig: . 2

L AMI NA ¡\ 9 5. Fig. 1: Pe lro µlilo e 11 1éc11i('(1 de gmbmlo profundo. l< <' /Jrt'SC t1 l oci ó 11 ,/e, win
cnra co11 t1dor110 cefálico co11 liam Cl'ntral . 01rc, f i g11r(I más simple co11 tulor110 <le 1i110 ··o bn-
11ico· ' . Sector N 9 2. / 1/b. Fig. 2: Petrogli fo e11 1éc11 ic" <le grabado prof 1111 clo co11 complica<lo
1ul or110 cefá li co: fi g 11 ras ge om ét ricas aco 111vm"i m1 el co11j111110 ; Sec tor N9 2 · N9 / 0(1 .

101
1111111111,

'
1111 11
1 11111

o 50
Cm.
FIG . 1

o 50
Cm. FIG 2

t:. á~t
k-~

I!
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3. SP<10, \ º I . \ 9 ~s/º;.'18·h Ig.: Pctrogr,
/.A \// \ ; I \ 9 6. l' k 10 '" . •.
/ , Scc10,
' o \JO9brc \ 9 5 1: Fig. 2· Se ctor \ 9 IFIG
I . pintura t"-
• ~:clor ¡\ 9
4
• I\9 • _Nº 5 / . F ,g.
. º
1 57
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1967. " Geolog ia de la fl oja d e Ovalle". Provin cia d e Coquimho , Jnslituto ele l m •cs ii-
gacioncs Geológicas, B0 le1ín N9 23. Sa n tia go.

103
Carl Schuster: "Correspondencia con el
arqueólogo del Museo de La Serena,
profesor Gonzalo Ampuero Brito"
Traducción y notas:
GONZALO AMPUERO BRITO

I NTRODUCCION

En octubre del año 1966 visitó el Museo de La Serena, el profesor


Dr. Car! Schuster, .,distinguido etnólogo norteamericano, quien venia de
participar en el XXXVII Congreso Internacional de Americanistas reali-
zado en Mar del Plata, Argentina.
En esa oportu nidad se Interesó por varios aspectos de la arqueologla
nacional que se conectaban, en una u otra forma, con sus personales inte-
reses en la etnografla aplicada a la arqueologla.
Fuera de conocer y fotografiar algunas piezas del Museo, que le
llamaron especialmente la atención, visitó en nuestra compafíia el Museo
de Ovalle, en el cual encontró, al Igual que en el de La Serena, Importante
material para sus estudios.
Posteriormente inició con el suscrito una Interesante corresponden-
cia, en la cual dejó expresada varias de sus Ideas c¡ue le fueron sugeridas,
en algunos casos, por sus viajes a Sudamérica.
Desafortunadamente el Dr. Schuster no pudo terminar su obra.
Car! Schuster dejó de existir el 3 de Julio de 1969. Habla r ecibido
su Ph. D. en la Universidad de Viena y fue distinguido en varias oportuni-
dades por diferentes universidades americanas. Su especialidad ha sido
mundialmente reconocida, principalmente en lo que se refiere a l estudio
de los dibuj os y decoración de las tribus aborlgenes y en especial en Jo
referente a la pintura y decoración Incisa en madera, hueso y piedra, ade-
más del tatuaj e corporal.
Su blbllografla es muy amplia y sus manuscritos y mate rial de es-
tudio han sido enviados, como fuera su deseo, al Museo für Volkerkunde en
Base!, Suiza.
Al revisar su correspondencia pude comprobar la Importancia de al-
gunas de sus Ideas, en gran medida conectadas con la problemática que
a diario encuentra el arqueólogo en el estudio de los materJales excava-

105

Bolctfn - 8
dos. Por esta razón, consideramos importante publicar dos de sus cartas
que han sido traducidas al castellano por referirse a problemas especm-
cos de la arqueolog!a chllena y que, en este caso, presentan nuevas posi-
bll1dades de estudio en el ámbito de la etnografla.
Muchos Investigadores que conocieron personalmente al Profesor
Schuster han comprobado la acuciosidad de sus informes. Sus cartas fue-
ron, en todos los casos, Uustradas por fotograflas tomadas de su propia
colección, la que debe haber sido de una calidad y amplltud importantes.
En la presente publicación sólo se Incluyen aquellas que Uustran los pun-
tos relacionados con objetos de la arqueoiogla chllena Incluidas por él en
sus cartas.
La traducción se ha realizado tratando de captar, en la forma más
exacta posible, el sentido del autor. Por razones obvias se han omitido
algunas oraciones que no corresponden al tema básico expuesto en ellas.
Hemos agregado algunas notas que aclaran su lectura.
Deseamos expresar con esta publlcación nuestro reconocimiento y
homenaje al distinguido investigador que tanto trabajó en el estudio de
la American!stica y que a través de su correspondencia se nos muestra
con una profunda vocación y carillo a la ciencia que dedicó su vida.

106
Febrero 1', 1967.

Sr. Gonzalo Ampuero


Museo Arqueológico
La Serena, Chile.

Estimado Sr. Ampuero :


En mi visita a La Serena, cuando observaba la vitrina de
pared conteniendo "torteros para el huso, de hueso, de piedra y
de cobre; cultura dlagulta chilena", yo le sef\alé que habla vis-
to un collar con algunos "torteros" similares en forma de reloj
de arena (hourglass shape) en el Museo Plgorlnl de Roma; y
Ud. expresó Interés en conseguir una fotografla de los especl-
menes romanos. Adjunto le Incluyo una foto, Neg. 1974-34. La
información del Museo para este especimen (N• 7245 - 7268 - G)
es la siguiente: 24 oggetlnl, chlcchl, anelli, amuleti (23 foratl e
uno no) trova ti In huacas presso Caldera, Chile N. Dono C.
W. Luders, Amburgo" (Sic). Observé que el tamaf\o del objeto
mayor, en uno de los extremos del hilo, es de 4,8 cm. Tres de
los de forma de reloj de arena son aparentemente de hueso, pe-
ro uno de ellos es de una roca roja obscura. A continuación del
"reloj de arena" en piedra se encuentra un pez de turquesa,
seguido de un "pájaro" (?) de concha color naranja y blanca
(spondylus ?) , el cual tiene su duplicado, también en concha,
junto a la pieza mayor mencionada más arriba.
Como Ud. probablemente sabe, el Fleld Museum of Na-
tural Hlstory In Chlcago tiene una cierta cantidad de material
de este tipo general (especialmente hueso, algo de piedra) . No
es fácil fotografiar en ese Museo, pero tomé algunas fotos a tra-
vés del vidrio, y si le Interesan le puedo enviar algunas coplas.
Le incluyo además una copla fotostática de un "tortero"
como lo ha Ilustrado Rydén en su estudio sobre el ria Loa (!).
¿Podrla Ud. decirme con seguridad que estos objetos en forma
de "reloj de arena" fue ron usados como "torteros"? ¿Han sido
encontrados en tumbas unidos a husos como lo ha Ilustrado
Rydén?
Cualquiera Información acerca de estos objetos en forma
de "reloj de arena" será interesante para mi, pues yo poseo una
gran cantidad de Información acerca de objetos de esa forma.
El mismo ttpo de ureloj de arena'\ con una barra transversal a

(1) Rydén, Stig: "Contribulions to the Archaeology of thc Hio Loa Rcgion". Págs.
160-163, Fig 93. E. GOleborg, 1964, Suecia.

107
lo ancho de su centro, es también un elemento decorativo dis-
tribuido en Norteamérica. Hecho de hueso, y a menudo decora-
do con pequeños c!rculos (compass-marks), pero generalmente
algo más grande que los espec!menes ch!lenos, estos objetos fue-
ron evidentemente ut!l!zados como espaciadores de redes (net-
spacers) por nuestros indios de la costa norocc!dental; pero el
motivo es también conocido en diferentes artes decorativas de
los indios norteamericanos, incluyendo el tatuaje -además el
tatuaje o pintura facial (mojave, ser!. .. ) - como en sus vasijas
fragmentadas de Peñuelas.
La otra pregunta concierne a la vasija diagu!ta de dos
cabezas, que recordará yo rotogratlé en el Museo de Ovalle en
el d!a que Ud. me llevó alll. Lo que yo deseo preguntarle es si
puede darme ahora alguna indicación de la fecha probable (o
periodo) de esta pieza. SI Ud. piensa que es posible asignarle
una fecha, ello será de gran ayuda para mi.
Esta pieza d!agu!ta tiene ahora un interés especial, pues
estoy preparando un articulo para un "homenaje" de un Ame-
ricanista Danés (Dr. Jens Yde), para ser publ!cado pronto en
Copenhagen, en el cual deseo !lustrar un grupo de vasijas per-
tenecientes a diversas tradiciones sudamericanas que tienen en
común la representación humana con doble cabeza. El más an-
tiguo representante del tipo es un ceram!o de Paracas Tempra-
no, el que me fue posible fotograt!ar en Lima luego de abando-
nar Ch!le. Probablemente su ejemplar d!agu!ta es el más re-
ciente representante del tipo; un intermedio cronológico (?) es
una vasija Ch!bcha, que fotograt!é en Bogotá. Aunque hay di-
ferencias entre estos ceramios, ellos tienen en común, fuera de
la doble cabeza (y algunas representaciones de un cuerpo co-
mttn) , especialmente el asa en forma de Y que conecta las dos
cabezas con el cuerpo de la vasija o al cuello del gollete poste-
rior. En el caso del ceram!o Ch!bcha, la parte superior de una
cabeza cerrada y la otra abierta, es, por supuesto, . claramente
una reminiscencia del "prototipo" Paracas. (Mostraré también
un ceram!o de doble cabeza del noroeste de Argentina (tipo Con-
dorhuas!) y del Altiplano boliviano) . El objeto de mi trabajo pa-
ra el homenaje será el demostrar la persistencia de tipos cerá-
micos (o de un tipo de cerámica) a lo largo de un amplio pe-
riodo de tiempo, extendiéndose al sur y al norte desde un origen
(aparentemente) en Perú. He discutido esta materia con Jun!us
B!rd, quien ha expresado gran interés en él (dice que cont!rma
una de sus ideas), y hemos enviado coplas de estas fotos a John
Rowe y Alan Sawyer para comentarlos, pero no he recibido aún
ninguna répl!ca. Si tienen algo interesante que decir, se lo co-

108
munlcaré; pero yo estoy escribiéndole a Ud. con suma urgencia,
ya que en realldad tengo muy poco tiempo para la preparación
de ml articulo, puesto que los editores en Copenhagen desean el
manuscrito a fines del presente mes. De este modo, sl Ud. pue-
de arreglarse para enviarme alguna respuesta a esta carta en
forma rápida, se lo agradeceré mucho.
Creo que Ud. sabrá cuanto me agradó ml visita a La Se-
rena, y especialmente a su atractivo museo y el de Ovalle, a todo
lo cual Ud. contribuyó tan generosamente con su tiempo. La
Serena permanece en mi memoria como una de las más agra-
dables experiencias de todo mi viaje a Sudamérica. Sólo lamento
el no haber encontrado al Profesor Iribarren en La Serena, lue-
go de nuestra breve reunión en Mar del Plata. Por favor, dele
mis atentos saludos.
Sinceramente suyo,

Carl Schuster.

109
Marzo 28, 1967.

Seilor
Gonzalo Ampuero
Casilla 117
La Serena, Chile.

Estimado sefior Ampuero:


Muchas gracias por su amable carta del 18 de febrero,
con las oportunas indicaciones acerca del "Jarro Pato" con dos
cabezas. Poco después de recibida su carta he podido completar
mi articulo -utilizando su información-, y lo he enviado a los
editores en Copenhagen (2).
Ahora, con relación al problema que aparece tan frecuen-
temente en la Arqueologla Chilena, especlficamente en la últi-
ma fase de la Cultura Diaguita (3) , Ud. me preguntó por ejem-
plos slmlJares en Norteamérica. He preparado algunas fotogra-
flas de tales objetos y es un placer al enviárselas adjuntas. Aun-
que las similitudes son, en algunos casos, muy fuertes, todavia
dudo que la evidencia de Norteamérica le permita determinar
mayor parentesco de la función de los objetos chilenos de for-
ma similiar, debido a que aquellos manufacturados en Norte-
américa fueron evidentemente utilizados de varias maneras. En
todo caso, dejaré que el material hable por si mismo.

FOTO NEGATIVO N 9 1724.24

Doce placas que se dice hechas en hueso (aunque algunas


parecen confeccionadas en astas de cérvidos), en el Meryhill
Museum of Fine Arts, Meryhlll, Washington, L-R 87. De acuer-
do a los archivos del Museo, estos objetos fueron usados en jue-
gos. Se dice que fueron colectados en 1870 por el padre de la
sefiora H. E. Selby, quien donó una gran colección de material
lndlgena al Museo. El padre de la sefiora Selby (según el actual
Conservador del Museo) acostumbraba observar los juegos de
los indios, en lo que es ahora la Reservación Warm Spring, en
el Estado de Oregon; cuando los indios perdlan en el Juego y

(2) Schuster, Carl: " Pott ery Vesscls from South America in the Form oí Douhle-
Headed Human Figures" en FOLK , Dansk Etnogra íi sk Tidsskriít , Vols. 8-9, 1966/ 1967 ,
págs. 313-324, Copenhagen, Dinamarca. (N. del T.).
(3) Se reíiere a los probables lorleros en forma de dos lrillngulos opueslos por el
vér1ice o como él los ll ama: "forma de reloj de arena". (N. del T.).

llO
necesitaban dinero, el padre de la sefiora Selby les compraba los
objetos.
Este es el único ejemplo conocido por mi de que estos
objetos fueran utilizados por los indios norteamericanos como
piezas de Juego. En otros museos están generalmente descritos
como "espaciadores de redes" (net-spacers). He ojeado la obra
monumental de Stewart Culin en '1Games of North American
Indians" en el XXIV Report Anual, Bureau of American Ethno-
Iogy, Washington 1907, y no he encontrado ninguno de estos
objetos entre los Ilustrados entre las piezas de Juego utilizadas
por los indios de Norteamérica, y especialmente entre los indios
del grupo Sahptian, en el área general de los Estados de Wash-
ington y Oregon. Temo que no exista manera de determinar la
veracidad de la información que me transmitiera oralmente el
actual Conservador del Museo Meryhill. Es, por supuesto, con-
cebible que en 1870 la cultura nativa estuviera en decadencia
y que los indios utilizaran objetos como piezas de Juego, los cua-
les no fueron originalmente destinados para ese uso.

FOTO NEGATIVO N' 1743.31

Cuatro especlmenes en el Field Museum of Natural Histo-


ry, Chicago (hasta hace poco llamado The Chicago Natural His-
tory Museum).
Los tres especímenes, numerados 60486, 60497 y 60499, es-
tán catalogados como sigue: "Bone net-mesh sticks or net-
shuttles, walichs . Washam tribe of Wasco. Collected by G. A.
Dorsey 3 miles above the Dallas, July, 1900". El especimen nu-
merado 69105 está catalogado como "Flat elk-bone used in net-
makfng. Yaklma Indlans. Collected by M. L. Mlller, Expedl-
tion , May-October, 1901; received, June 28, 1901".
Esta información del Catálogo del Field Museum tiene to-
das las apariencias de ser digna de confianza. Dorsey fue por
aquellos dfas un científico etnólogo y un consciente observa-
dor y colector (autor de varias publicaciones correspondientes al
Field Museum). He inferido que el término waltchs es el nom-
bre nativo para estos objetos. El Wasco y el Yaklma fueron ve-
cinos en el rfo Columbia medio (entre el actual Estado de Wash-
ington y Oregon). El Wasco pertenece al grupo Chinookan; el
Yakima al Sahptian. Mi fotografia fue tomada a través del vi-
drio de la vitrina de exhibición. No estoy absolutamente seguro
que los números correspondan a los especimenes como se mues-
tran en las copias, pero están conectados en grupo.

111
FOTO NEGATIVO N• 1745.4

Dos especímenes de los indios Tolowa y Karck del noroes-


te de California en el Peabody Museum of Archaeology and Eth-
nology, Harvard Unlverslty, Cambridge, Mass. El rótulo de exhi-
bición dice: "Net gauges of antier, used to mesure openlngs In
net to keep uniform size". Esta fotografia, como las precedentes,
fue hecha de los objetos tal cual están exhibidos en las vitrinas
del Museo. No conozco el número de los especlmenes y tampoco
revisé el Catálogo del Museo para mayor Información. En todo
caso, las exhibiciones de los indios norteamericanos fu eron ins-
taladas por Erlc Douglas, quien tiene muy buena reputación co-
mo conocedor de la etnologla de éstos, y la Información del le-
trero no hay duda que está basada en buenas fuentes, quizá en
la Información de Catálogo del Museo.
De qué manera funcionaron exactamente en el proceso de
fabricar redes, no tengo conocimiento. Como puede ver, varlan
considerablemente en forma; algunos tienen una barra cruzada
a lo ancho del centro y otros no la poseen; pero la forma de
"reloj de arena" es muy constante . La decoración característica
con "puntos y circules" (compass marks) es, por supuesto, un
punto de similitud con sus objetos chilenos. Todos estos " espa-
ciadores de redes" son constderablemente más grandes que los
objetos dtaguttas. La perforación central que aparece en algu-
nos, pero no en todos, pueden, como supongo, ser expllcados sim-
plemente como un medio de amarrar las placas en un tira para
guardarlas cuando no se usan. (Las piezas de Juego fueron a
menudo perforadas con ese propósito).
Estos espaciadores de redes parecen estar localizados en
el noroeste de los Estados Unidos (Washington, Oregon, Califor-
nia del Norte) . No obstante, existe otro tipo de objeto en forma
de "reloj de arena", que puede ser mencionado aqul, que parece
tener una distribución más amplla. Es una especie ~e '1 canuto
para el pelo" (hair spool), confeccionado de delgados trows de
madera, en forma de reloj de arena (pero creo que en todos los
casos sin la barra central) y que fueron utUizados por las mu-
jeres de varias tribus indígenas, desde el noroeste al suroeste de
los Estados Unidos. El pelo de la mujer se enrolla en torno al
objeto. Algunos de estos especlmenes (generalmente un poco más
grande que los "espaciadores de redes" del noroeste) están de-
corados con varios botones de plata, los cuales parecen corres-
ponder, al menos en principio, a los circulos incisos de los es-
paciadores de redes. As!, a pesar de la di!erencla de función
( excepto en el hecho que pudieran haberse hecho redes de pe-

112
lo), parece que existe al3"una relación , al menos morfológicamen-
te, si no lo son desde el punto de vista de su función , entre estas
dos clases de objetos.
A mi me parece que esta situación indica que una antigua
forma tradicional fue aplicada a varios usos y es por elio que
no podemos, con toda probab1!idad, llegar a una comprensión
de la historia de la forma por el estudio de los usos a los cua-
les ha sido aplicada por varias tribus modernas. He estado "co-
lectando" estas formas, fotográficamente, por algunos años y
tengo la impresión que la forma de "reloj de arena" tiene una
larga prehistoria, que retrocede con toda probabilidad, incluso
dentro de los periodos paleollticos. La amplia distribución del
dibujo del reloj de arena en el Nuevo Mundo (tanto en Norte
como Sudamérica) puede ser comprendida en términos de muy
alta antigüedad. Hay mucho más por decir sobre este tópico (4).
Estas co!lsideraciones, no obstante, aún no esclarecen el miste-
rio de la cercana correspondencia especifica entre los "espacia-
dores de redes" de Norteamérica y los "torteros" diaguitas.
Puesto que no conozco ninguna placa en forma de reloj
de arena utilizada en conexión con el hilado en Norteamérica,
estuve muy sorprendido de encontrar en el Museo Nacional de
Colombia, Bogotá, algunas placas de madera en forma de reloj
de arena, pertenecientes a los modernos indios Chocó de la cos-
ta del Pacifico de Colombia, con dos perforaciones en el centro,
Ia.s cuales fueron evidentemente utilizadas como "zumbadores"
(bussers), simple instrumento musical, probablemente Juguete
de los nifios. En otras culturas (en varias partes del mundo) los
zumbadores son generalmente utilizados en forma de dtscos, a
menudo con su periferia retocada. El excepcional uso de la for-
ma reloj de arena para este tipo de instrumentos entre los Cho-
có me parece ser otro ejemplo de la aplicación de la forma tra-
dicional al uso para el cual nunca fue originalmente creado, o
un ejemplo de la persistencia de la forma sln referencias a la
función.
Quizá pueda agregar que parece haber una correlación en-
tre los instrumentos musicales sef'íalados y la forma de reloj de
arena: Si los zumbadores Chocó representan esta correlación,
entonces es más importante: personalmente sospecho, firme-
mente, que la forma de reloj de arena, en su origen más pri-
mitivo, es antropomorfa (5). Si es as!, los instrumentos mus!-

(4) Véase lo obra de Ca rl Schueter: "Skin ancl fur mosa ics in Prf' hielor ic and mo-
dern times" - Sondcrdru ck aus Festachrift für Ad . E. Jensen. Klaus Rcnne r Verlng Mün.
chen- 1964 . Alcm:mi:i. (N. ele) T.) .
(5) Véosc la ohm de C. Schusler: "Sk in and fur .. . " , ya ci lada. (N. dd T .).

113
cales que emiten sonido por sus medios, en la forma de reloj de
arena, podrlan representar la voz de los antepasados.
También podria h acerse mención a pendientes de oro en
collares de Colombia, muchos de los cuales tienen la forma de
reloj de arena (algunos de ellos con visibles cabezas humanas,
otros con las barras cruzadas, etc.) (6).

FOTO NEGATIVO N' 1980,18 - 1981.1 (7)

Cuando estuve en La Serena prometi enviarle fotograf!as


de algunos especimenes diaguitas que fotografiara afias atrás
en el Field Museum en Chicago. Ruego disculparme por la pobre
calidad de ellas, pero en ese museo es muy di!1cil lograr que se
abran las vitrinas, y he tenido que tomar las lotos a través del
vidrio, sin ninguna iluminación especial. Entre estos objetos Ud.
habrá podido reconocer el tipo que Rydén ha explicado como
"torteros" (8) y sobre los cuales el Conservador del Museo de
Chicago no pudo ofrecer una explicación segura. En Chicago
sólo fotografié aquellos objetos diaguitas que me parecieron in-
teresantes en ese momento. Ellos tienen mucho más, que no re-
gistré en esa oportunidad, sin pedir que me mostrasen lo que
existe en bodega.

MARCAS EN LA MEJILLA EN FORMA DE RELOJ DE ARENA

Usted debe recordar que en La Serena expresé especial in-


terés en dos cabezas de cerámica de "Jarros Patos" de la Cul-
tura Dlaguita en su fase incaica, con los números 931 y 3.066
del Catálogo, las cuales me permitió amablemente fotografiar.
Estas cabezas tienen el motivo del "reloj de arena" en las me-
j1!1as o bajo los ojos. Promet!le enviar algún material de com-

(6) Véase la obra de José Pércz de Barradas: " Oríebrería Prehispánica de Colom-
bia" , Banco de la República (Bogotá, Colombi a). Talleres Gráíicos " Jura" , San Lorenzo
11 , Madrid, 1954, 4 tomos. (N. del T.).
(7) La leyenda de la foto , negativo 1980.18 , que corresponde a la vitrina del Field
Museum oí atura! History, Chicago, dice: " BONE ORNAMENTS ; Many oí th cre are
dccorated wilh a number oí incised circl es somewhat in 1he manner oí dominoes. It has
been conjectured that 1hey were used in playing sorn e ga me, but they may have been used
as tallies. Somewhat similar objets are found in Perú - ATACAMANS. Caldera, Chil e. -
Presented by Cyrus H. McCormick , 1900". En el presente trabajo só lo se han incluido
aque llos objetos de la ÍOlografía que corresponden a la forma •-reloj de arena" que se
discute en las cartas. (N. del T.).
(8) Rydén Stig: "Contributions to the Archacology oí the Rio Loa Regi on". Obra
citada.

114
paración para esos motivos. Antes de hablar del material que
incluyo para este propósito, puedo mencionar que la separa-
ción de la forma de reloj de arena en la mejilla del especimen
N• 3.066 es especialmente Interesante (9).
Para pintura (o tatuaje) en la mej1lla en forma de "re-
loj de arena", existe material comparable, tanto en Norte como
en Sudamérica. Esta forma fue especlalmen te conocida entre los
Indios Mohave del área del rlo Colorado Inferior, conjuntamente
con Callfornla y Arlzona (10). Aparentemente relacionada con
las marcas de mej1llas Mohave, están las de los indios Ser! de
Sonora, en las playas de la Baja California y en la Isla Tibu-
rón del Golfo (11) . Quizás esta marca aparece también entre
otros indios norteamericanos, pero hasta el momento puedo se-
flalarla sólo entre los Mohave y los Ser!.
En América del Sur ocasionalmente uno encuentra el mo-
tivo "reloj de arena" en Guiana, en el noroeste argentino ( 12)
y en Brasil, notablemente entre las tribus de la parte superior
del rlo Xingú ( 13).
Existe un problema en conexión con el dibujo en las me-
jillas de las máscaras Xlngú. Los tipos que le he seflalado fue-
ron recolectados muchos afi.os atrás por Karl von Stein como
perteneciente al llamado tipo o patrón "mereschu", el cual, de
acuerdo a la tradición nativa, es caracterizado por los peces lla-
mados ºmereschu". En realidad, yo creo que el tipo "mereschu"
es realmente del patrón de la forma de "reloj de arena", fuer-
temente relacionado, o al menos del mismo tipo que los carac-
terlsticos patrones de la pintura corporal y facial Mohave de
esas formas . No he publicado nada acerca de esto, asi que no
hay nada en prensa, pero lo menciono aqui, pues es necesario
para la comprensión de los patrones de las marcas de la meji-
lla de las máscaras Xingú. Es muy probable que los motivos en
forma de reloj de arena aparezcan en las mejillas o en las más-
caras de los pueblos sudamericanos, pero en este momento son las
únicas que puedo sefialar -fuera de aquellas que se encuentran
en vuestras dos cabezas de cerámica diaguita- que tanto me
fascinaron.

(9) Véase la obra de C. Schuster: "Skin and fur .. . ", ya cilada. (N. del T.).
(10) Edith S. Taylor & William ] . Wallacc: "Mohave Tattooin g and Face-Painting",
The Masterkey, vol. 21, N9 26, Nov. 1947 , USA.
(U) W. J. McGec: "The Seri Indiana" (171h Annual Reporl oí 1he Burcau oí Ame•
ricen Ethnology, Peri 1, Washington 1898, Piole XXVI.
(1 2) Ejemp los se encuentran en el Museo Etnográfico de D. Aires en máscaras Cha-
né. Proce dcnciü: Tuyunti.
(13) Los ejemplos es1udiados corresponden al Museo íür VO!kerkunde de Base!: IVc
8943. Brazil, Río Xingú Superior.

ll5
Nuevamente, este material compartivo no explica real-
mente nada acerca del ortgen o relaciones de los motivos en for-
ma de "reloj de arena" en las mej!Jlas de las dos cabezas d!a-
gultas; pero al menos pienso que pueden servir para mostrar
que los ejemplares d!agu!tas no están aislados, sino que más
bien representan un tipo que también se encuentra en otros lu-
gares del Nuevo Mundo. Una vez más, sospecho fuertemente que
la idea básica u original de la forma "reloj de arena" es la re-
presentación esquemática de la figura humana ; y para mi, las
marcas en la mej111a en esta forma pueden más lógicamente ex-
pllcarse como una representación tradicional de dos antepasa-
dos. De todos modos, por supuesto que todo esto es "pura es-
peculación" (sic). ¡El precio depende enteramente del compra-
dor!
En todo caso, estoy muy agradecido de su ayuda para ob-
tener mi registro fotográfico de aquellos especfmenes extrema-
damente interesantes en su Museo (y en Ovalle). Deseo, si es
posible, retribuirle con algún material comparativo que pueda
tener algún interés para Ud. y espero ser capaz de continuar
haciéndolo en el futuro.
Con la mayor consideración, sinceramente suyo,

Car! Schuster.

116
.!IÍ
- - ~ - ' ~ - . ~ I_!_ _!,5 -

5
Cm.aprox

1 1 Fig. 2
LAM INA N9 l . Fig. 1: Ejemplares de adornos de piedras y hueso e11co11traclos er, Caldera.
Museo Nn:r.ionnle Preistorico-Etnografico '' Luigi Pisorini", de R oma (7.245 -7.268 G.J Foto
Carl Schmter. Fi g. 2: "Tortercs" de hu eso encon lrados en Caldera. Ficltl Museum o/ Na-
tural flütory o/ Chicngo. (Di bujos tomados de una /otosra/ío pertenecien te a Carl Schus1er).
lnforme sobre trabajos de campo

JORGE lRIBARREN CHARLÍN

Jorge Iribarren Ch. con un equipo de empleados del Museo, consti-


tuido, con algunas variantes, por los sefwres Victor Montaflo Pastén, Carios
Latorre Silva e Ismael Fernando Castillo y a los que se agregaron circuns-
tancialmente, Sergio Erices, egresado del Instituto de Antropoiogia de la
Universidad de Concepción, y Rodrigo Iribarren, alumno de Enseflanza Me-
dia, realizamos las investigaciones arqueológicas que se indican y en las
fechas anotadas:

CACHIYUYO
(Provincia de Atacama)

13 al 15 de noviembre y 24 de noviembre al 2 de diciembre, 1969.


En las fechas señaladas se continuaron los trabajos de investigación
en esa área meridional de la provincia de Atacama, que se inicia en los
mismos limites con la provincia de Coquimbo.
Los sitios Jnvestigados arqueológicamente fueron: Agua de Las Ara-
cenas, sitios I, II y III; Los Barrancones, yacimiento IV. En la Quebrada
de El Molle; petroglifos en la Posesión de Las Breas, sitio arqueológico; Po-
sesión de El Sauce y yacimiento en Las Cuevitas.
Por otra parte se reconocieron los petroglifos y pictografias, hacién-
dose calcos con papel plástico, en Chaflares Orlente, Chaflares Poniente y
Los Chiqueros.

AGUA DE LAS ARACENAS

Es un lugar en una quebradilla, que todavía conserva recursos de


agua (pozos) muy próximo al pequeflo caserlo de Cachiyuyo.
En las inmediaciones hay petroglifos en cierta abundancia y, even-
tualmente, pinturas. Estas últimas no han podido ser ubicadas, pese a las
informaciones que se nos proporcionó anteriormente.
Se reconocen en la cuenca de la quebrada dos posibles sitios arqueo-
lógicos en los que se han hecho hallazgos esporádicos.

119
Sobre la loma, en una explanada donde h ay absolutas evidencias de
trabajos de improvisados investigadores, se hizo un reconocimiento arqueo-
lógico mediante cuadriculas.
En un nivel uniforme de 0.40 m se halló un material lltlco consis-
tente en piedras moltnos, manos de moler, puntas de proyectil, raspadores,
etc., no encontrándose al!arerla.

LOS BARRANCONES

Es un lugarejo con una única habitación de pastores, al oriente del


pueblo de Domeyko que queda a 10 km al norte de Cachiyuyo.
En dos explanadas que corta el cauce seco de una quebradllla se hi-
cieron diversos trabajos en cuadriculas y trincheras.
El sitio I arrojó en un único nivel de 0.30 m, un abundante material
lltico de hojas, raspadores, puntas de proyectil, sin aparecimiento de alfa-
reria.
El sitio II, fronterizo al anterior, fue escaso en materiales, algunas
piedras molinos, manos de moler y muy escasas puntas de flechas de tipo
pequef\o.
El sitio III, a 200 m de los anteriores, por la misma quebrada, no
sefialó mayores evidencias salvo algunos elementos contemporáneos.

QUEBRADA DE EL MOLLE

Al internarse en esta quebrada, que tiene un transcurso de este a


oeste y que desemboca en la gran explanada de Cachiyuyo, se encuentran
algunos sitios con hallazgos superficiales y grupos numerosos de petrogli-
!os, sitios I, II, III y IV.

YACIMIENTO EL MOLLE IV

En el yacimiento IV, que hablamos reconocido anteriormente, se hi-


cieron algunas cuadriculas que dieron por resultado pÚntas de proyectil,
raspadores de diversos tipos y otros materiales lltlcos sin alfareria.

LAS BREAS

En este lugar, donde existen algunos ranchos de pastores y se están


realizando los trabajos de captación de agua para el Observatorio Astro-
nómico de la Carnegie Inst1tut1on, en las inmediaciones de unos corrales,
se observa un grupo de petrogli!os.
Según las referencias no comprobadas, cerca del lecho de la que-
brada habrlan sido encontrados vestiglos arqueológicos.

120
POSESION LAS BREAS

A 3 km al interior hay un sitio pequefio donde se realizó una inves-


tigación preliminar en algunos pozos de sondeo, encontrándose valvas de
Choromyttlus chorus y escaslslmos fragmentos de alfarerla erosionados.

POSESION EL SAUCE

Esta es una quebradilla que es confluyente con la anterior y en la


que se hallan algunos ranchos abandonados. En las laderas y en un llano
inmediato se encontraron lascas, y de esa procedencia se obtuvo de las fa-
milias campesinas que ahora viven en Cachiyuyo, algunas puntas de pro-
yectil y raspadores de ufia.

LAS CUEVITAS

Siguiendo el curso de la quebrada de El Sauce, en su unión con la


que viene desde Las Breas, hay algunos reparos en rocas.
De una recolección superficial, en uno de ellos, realizada por colabo-
radores del Museo, se obtuvo algunos ejemplares de implementos liticos.

OTRAS REFERENCIAS
Además de dos sitios con numerosos petroglifos que existen en las
inmediaciones de la posesión de El Molle, hay referencias de otros lugares
con petrogiifos, bastante alejados de este lugar.

PETROGLIFOS EN EL CERRO EL CARBON


En una bifurcación de caminos en los que uno es el que sigue a El
Molle y el otro al Cerro El Carbón, por huella caminera y luego por sen-
deros, en más de 2 km, se alcanza este cerro cubierto de pedruscos negros.
En las faldas se encontraron alrededor de diez bloques con petroglifos.

PICTOGRAFIAS - LOS CHIQUEROS


Siguiendo un camino que por el norte bordea al Cerro Colorado, des-
pués de un recorrido de aproximadamente 10 km, se alcanza a una que-
brada seca que se angosta naturalmente en un cinturón de rocas aflo-
rantes que la atraviesa perpendicularmente. En aquella área se observan
algunos corralones pircados que le asignan su nombre al lugar.
En las inmediaciones se habrlan reconocido algunos petroglifos y en
la planicie frontera algunos sitios con escasos fragmentos cerámicos Molle
y algunos implementos liticos.
En la parte más alisada de aquellas rocas emergentes se reconoció
una pintura con diversos delineamientos en rojo indiano lo principal y en
rojo bermellón en menor número.

121

Boletln-9
La pictografia tiene trazos rectillneos dobles que forman cuadrilá-
teros, una figura irradiada y trazos verticales angulares.

PI CTOGRAFIAS Y PETROGLIFOS EN CHAPARES ORIENTE


Corresponde a una manifestación bastante importante de arte ru-
pestre que se extiende en ambos lados de una quebrada seca en una orien-
tación este a oeste y en una extensión superior a 1 km.
Tanto los grabados como las pinturas aparecen en regular frecuencia
por sectores, desapareciendo y reagrupándose más adelante y as! alter-
nándose.
Ya hemos dicho que estas manifestaciones rupestres ocupan ambas
vertientes de la quebrada y ésta resulta ostensiblemente estrecha, de tal
manera que el calco de las pinturas y petrogllfos y el fotografiarlas, ubi-
cándolas en cada sector, habrá que continuarlo en sucesivos trabajos.
Las circunstancias del distanciamiento de caminos o huellas utlliza-
bles por vehlculos hace más dificil cumplir esta tarea.

ARTE RUPESTRE EN CHAPARES PONIENTE


En esta quebradllla de recorridos sinuosos, pero que en su parte prin-
cipal desemboca perpendicularmente en su transcurso norte a sur a la hue -
lla caminera, que partiendo del caserlo de Cachiyuyo sigue al oeste, se han
hecho reconocimientos superficiales de material de implementos llticos,
diversas pinturas y algunos petroglifos, anotándose lamentablemente inves-
tigaciones arqueológicas incontroladas.
Las figuras pintadas en rojo, negro y blanco, en lo principal corres-
ponden a llamitas estnizadas, figuras reticuladas y multitud en serie de
trazos verticales.
Las figuras grabadas representan cuadrúpedos, posiblemente auqué-
nidos en acción de carrera.
El lugar ha sido observado en diversas oportunidades. Esta vez se
hicieron calcos con papel plástico transparente y se tomaron otras copias
fotográficas en slldes.

QUEBRADA EL CABALLO
La quebrada de El Caballo se encuentra a 20 km de Tres Cruces por
la quebrada de Pelicano y 6 km de la estación de ferrocarriles de El Chafiar.
Corresponde a un lugarejo situado en la parte septentrional de la
provincia de Coquimbo y en la que, agotados los recursos de agua, sólo
resta un pozo que sirve de abrevadero a un disminuido ganado menor.
En una superficie de escaso desarrollo se excavaron, por personas
desconocidas, algunas tumbas, de las que quedaron, como testigo de la de-
predación, restos dispersos de fragmentos humanos. Superficialmente en-
contramos fragmentos de alfarerla e implementos llticos.

122
Las cuadriculas que hiciéramos no significaron otros avances sino
es el de otros materiales similares, que se encuentran en estudio.

TALTAL
(Provincia de Antofagasta)

6 al 13 de enero de 1970.

Al viajar a Taltal llevábamos el propósito de Investigar los conch ales


resultantes de la habitación lndlgena que pudieron existir hacia el sur del
puerto y de los que tenlamos algunas referencias.
Por el camino que sigue en esa orientación y que en su primer tramo
se dirige hacia la Carretera Panamericana, lo seguimos algunos kilómetros,
para desviarnos en una ruta minera hacia el sur. Luego hicimos una des-
viación hacia la costa por huellas que utilizan con frecuencia los maris-
cadores, a lcanzando el lugar Las Tórtolas donde se encontró un concha!
de restos fósiles y que naturalmente no correspondía al interés nuestro.
Volviendo al camino minero seguimos hacia el sur hasta alcanzar a
Clfuncho. Esta es una playa y rada naturales donde se encuentran yaci-
mientos a rqueológicos en escasa intensidad.
Una segunda parte de las investigaciones se prosiguieron hacia el
norte, deteniéndonos en Conch a! Blanco o Las Conchas, donde hablamos
realizado investigaciones en fecha anterior y que prosiguieron en profun-
didad los arqueólogos Raúl Bahamonde y Jorge Silva.
Después de Paposo ubicamos yacimientos superficiales en Punta Za-
patero, donde se hicieron algunas calas sin grandes resultados. El reco-
rrido por la costa lo terminamos en la playa que está próxima a Cueva
Blanca, donde se encontró un yacimiento cerámico superficial.

OVALLE - CUENCA DEL RIO LIMAR!


(Provincia de Coquimbo)

Del 26 al 31 de enero de 1970.


El relevamiento de manifestaciones rupestres entre los diversos tri-
butarios del ria Limar! constituyó el principal incentivo de este viaje.

RIO PON/O

A partir de Ovalle y en nuest ra ruta, el primero de estos afluentes es


el rlo Ponlo. Al interior de él y en la desembocadura de la quebrada seca
de El Maqui se encontraron diez bloques con petroglifos.

123
RIO GRANDE

A partir de Juntas por el Rio Grande se encontraron petroglifos en


las inmediaciones de la Hacienda Carretón y en un lugar vecino al pue-
blo de Miaiqui. Siempre prosiguiendo por la misma vertiente del rio se
hicieron relevamientos en las quebradas de El Peñón, Panguecilio y Pul-
pica que enfrenta al pueblo de Carén.
La antigua carretera que iba al interior y que ahora está destruida
en amplios sectores, a juzgar por estos vestigios continuados, segura-
mente utilizó sin grandes variantes la ruta del trazado indigena primi-
tivo.
Hacia el término del valle el reconocimiento de petroglifos se con-
tinuó en la quebrada El Cuyano, Lla no de Tulahuén, Macano y Tulahuén
Oriente. Tres kilómetros al interior de las casas de esta Hacienda aún
se encuentran grabados rupestres; estos no alcanzan al vecindario de
Las Ramadas, que es el término de lugares habitacionales permanentes
en este r io.

RIO RAPEL

A partir de Juntas, donde se dividen los dos principales tributarios,


encontramos grabados lndigenas en dos Jugares de la Hacienda El Tomé.
También existen algunos bloques con estas manifestaciones rupestres
agrupados a la salida del pueblo de Rape!. Algunos aparecen muy erosio-
nados en la hijuela de El Peral de la Hacienda Cabreria.
Un agrupamiento de menores proporciones se encuentra en una
quehrada de la Hacienda Varillar, otro en la Quebrada de Las Minas, ubi-
cada al frente del pueblo de Las Mollacas. En cierta abundancia se ubi-
can estos petroglifos al frente de la desembocadura del rio Pa lomo y
finalmente aparece aislado un bloque con grabados trazados en profundi-
dad, en una técnica diferente, en el mismo recinto industrial de la Cen -
tral Eléctrica de Los Molles. Hacia el interior y hasta la bocatoma del
canal que utiliza ENDESA en sus turbinas, no se observaron otras ma-
nifestaciones indigenas.

RIO MOSTAZA L

En este tributario que desemboca en las inmediaciones de Carén


existen algunos grabados rupestres en el lugar de Rapelciilo a 2 km de El
Maqui.

124
Informe sobre trabajos de campo

GONZALO AMPUERO BRITO

PICHASCA

Del 9 al 13 de febrero de 1970.


En excavaciones efectuadas por Gonzalo Ampuero, arqueólogo del
Museo Arqueológico de La Serena, y Mario Rivera, del Departamento de
Antropologia de la Universidad de Concepción, en 1968, realizadas en el
alero de San Pedro Viejo, se ubicó una estratlgrafia importante que repre-
sentaba la ocupación de un pueblo cazador y recolector, con evidencias de
agricultura. En los estratos superiores se hablan ubicado los restos de la
Cultura de El Molle. La importancia de ellos hizo necesario un estudio deta-
llado de todas las circunstancias del hallazgo y las diversas asociaciones
establecidas. Los resultados fueron presentados al XXXIX Congreso Inter-
nacional de Americanistas, efectuado en Lima en agosto de 1970.
Para la preparación del trabajo realizado, se hizo necesario la extrac-
ción de muestras orgánicas para la fechaclón por el método del radiocar-
bono. El viaje efectuado en febrero tuvo esa intención, para lo cual se
visitó el lugar, efectuándose una limpieza de los diversos niveles ya esta-
blecidos.
Fueron extraidas las muestras de las cuadriculas: A-1, D-3 y D-2.
Las muestras fueron enviadas al Laboratorio de Radiocarbono del IVIC
(Instituto Venezolano de Investigación Cienti!ica), bajo la dirección del
Dr. M. A. Tamers.
Los resultados de estas fechas y su relación con los hallazgos arqueo-
lógicos fueron presentados al Congreso de Americanistas y se ampllan en
el presente Boletln.

VALLE EL ENCANTO

Del 9 al 19 de marzo de 1970.


La visita realizada al valle El Encanto tuvo por finalidad, al Igual
que en Pichasca, obtener muestras para realizar una fechación de los ni-

125
veles arqueológicos ya establecidos. Desafortunadamente, la cantidad de
carbón recogido fue insuficiente para que el laboratorio entregara resul-
tados.
En esta oportunidad, el arqueólogo del Museo, sefior Gonzalo Am-
puero Brito, acompafiado por Mario Rivera Dlaz, investigador del Departa-
mento de Antropolog!a de la Universidad de Concepción, y el auxiliar del
Museo, señ.or Ismael Castillo, realizaron una excavación en el área inme-
diata de los sectores estudiados anteriormente. El material que se obtuvo,
actualmente en estudio, demostró la ocupación de una población acerámica,
con restos de habitaciones circulares construidas con piedras de rio.
En esta oportunidad se realizó un estudio completo de los petroglifos
y pictografias alll existentes. Importantes manifestaciones arqueológicas
que, conjuntamente con un estudio de piedras tacitas que se ubican a Jo
largo de toda la quebrada, aparecen en el presente Boletin.

126
Reuniones

SIMPOSIO DE CONSERVADORES DE MUSEOS EN LA SERENA

Entre las fechas 11 y 15 de octubre de 1969 se realizó, en la sede del


Museo Arqueológico de La Serena, un Simposio de Conservadores de Mu-
seos.
Fue presidido por el Director General de Bibliotecas, Archivos y Mu-
seos, profesor don Roque Esteban Scarpa, y con la participación de los
Conservadores: Grete Mostny, del Museo Nacional de Htstoria Natural de
Santiago; seflores Luis Morales, del Museo Pedagógico de Santiago; Jaime
Eyzaguirre, del Archivo Histórico Nacional de Santiago; Carlos López, del
Museo Vicufla Mackenna de Santiago; Alvaro Valenzuela, en representa-
ción del Museo de Historia Natural de Valparalso; Héctor González, del
Museo Histórico de Rancagua; Pedro Olmos, del Museo de Bellas Artes de
Linares ; Eduardo Brousse, del Museo Regional de Concepción.
Asistieron además la Jefe del Personal, seflorita Isabel González, y
los funcionarios del Museo Arqueológico de La Serena.

El Museo

En una serie de sesiones de estudio se analizó crlticamente las acti-


vidades de un museo en marcha, sirviendo al análtsis el Museo de La Se-
rena, institución que por intermedio del personal de sus diversos departa-
mentos fueron seflalando las actividades y programas en la investigación
clentlfica, desde la preparación anticipada de los lugares por investigar
hasta las etapas de inscripción de las piezas logradas y la respectiva publi-
cación de los resultados; el canje de publicaciones, nacional e internacio-
nal, que realiza el Museo; el Departamento de Foto teca con fotografias en
blanco-negro y transparencias en colores -encaminadas a documentar las
investigaciones- y que comprenden los centros de estudios arqueológicos,
los órdenes arquitectónicos y de arte, tanto en la región como a lo largo
del pals y el extranjero, donde han viajado sus funcionarios especializados
por asuntos competentes a su profesión.

127
Grabaciones

En cintas magnetofónicas de música y folklore se ha estado haciendo


una selectiva recopilación que sirve documentalmente a los estudios por
realizarse y como ilustración musical a las diversas exposiciones.

Archivo

Respecto a la documentación regional, se hizo una presentación de


los archivos que han logrado reunirse al obtener valiosas donaciones de
parte de la Intendencia, Municipalidad y particulares.

Mapoteca

Se presentó una porción selectiva de la colección de mapas, especial-


mente de la región, y que constituyen un valioso aporte a los estudios que
puedan realizarse, al desarrollo urbano de la ciudad de La Serena y demás
centros poblados provinciales.
El acto oficial inaugural se realizó bajo la presidencia del sefior In-
tendente de la provincia, sefior Eduardo Sepúlveda W.
Los sefí.ores Conservadores participaron en una excursión a la playa
y sitio arqueológico de Guanaqueros y al valle El Encanto.

SIMPOSIO DE CONSERVADORES DE MUSEOS DE PUNTA ARENAS

Desde el 8 a l 13 de junio de 1970 se real!zó en la ciudad austral de


Punta Arenas, un Simposio de Conservadores de Museos, presidido por el
sefi.or Director General de Bibliotecas, Archivos y Museos, don Roque Es-
teban Scarpa, y al que asistieron la señora Secretaria del Museo de Va-
llenar, Ana Maria Scharaffia; la Dra. Grete Mostny, del Museo Nacional
de Historia Natural de Santiago; los sefiores Jorge Iribafren Ch., del Mu-
seo Arqueológico de La Serena; Juan Eyzaguirre, del Archivo Histórico
Nacional de Santiago; Luis Morales, del Museo Pedagógico de Santiago;
Carlos López, del Museo Vicufia Mackenna de Santiago; Dr. Roberto Ga-
jardo y Alvaro Valenzuela del Museo de Historia Natural de Valparaiso;
Pedro Olmos, del Museo de Bellas Artes de Linares; Eduardo Brousse, del
Museo Regional de Concepción; Fernando Brousse, del. Museo de Cafiete;
Carlos Donoso, del Museo Regional de la Frontera, Temuco; Patricio Nú-
fiez, del Museo de Isla de Pascua, y el Director del Museo de la Patago-
nla, Vicente Pérez D'Angello.

128
Las sesiones que se realizaron en el Hotel Cabo de Hornos tuvieron
como temario una puesta a l dia de los diversos museos del pais y el estudio
y anál!sl.s del reglamento, un anteproyecto que servirá de complementación
de la Ley de Monumentos Nacionales N• 17.288, de fecha 4-II-1970, sobre
la materia.
En la primera sesión se rindió homenaje al Rvdo. Padre Martin Gu-
sinde y al destacado vecino de Punta Arenas, John Fell, quien por muchos
afl.os colaboró a las investigaciones arqueológicas de la zona.
En un acto especial y con asistencia de las autoridades se inauguró
el Museo Regional de la Patagonia, que desde esa fecha se entrega al servi-
cio público.
Los Conservadores de Museos de todo el pais tuvieron oportunidad
de visitar el lugar histórico de Fuerte Bulnes y Puerto del Hambre, de
relevantes rememoraciones históricas para la zona.

SEMINARIO DE MUSEOLOGIA
(Del 31 de marzo al 4 de abril de 1970)

Durante estos dias se llevó a efecto, en la Biblioteca del Museo Na-


cional de Hl.storia Natural de Santiago, el Seminario de Museologia que
dirigió el profesor Raymond Singleton, de la Universidad de Leicester,
Gran Bretaña.
Este seminario que tuvo una asistencia bastante numerosa de con-
servadores y funcionarios de museos, hizo una recapitulación de ciertos
planteamientos generales, utilizables para los museos.
Seguramente que en la continuidad de reuniones del tipo de semi-
narios, sea necesario extender invitaciones a expertos de museos de Ale-
mania (Museo de Berl!n Dahlem) , Checoslovaquia (Museo Etnográfico de
Praga), Estados Unidos (Smithsonian Instltution, Museo de Historia Na-
tural de New York) y México (Museo Antropológico y Museo de las Cul-
turas), donde se han puesto en práctica, en forma reciente, sistemas mo-
dernos de museologia en el más alto nivel técnico. Invitaciones a museó-
logos de estas instituciones redundarian en un singular beneficio a los
proyectos de renovación que se han observado en la mayoria de los museos
del pais.

CONGRESOS INTERNACIONALES DE ARQUEOLOGIA


Y ESPECIALIDADES

Durante el año 1970 se han realizado algunos congresos que han


reunido los más altos exponentes de la investigación en estas ciencias del
hombre.

129
Lamentablemente, los escasos recursos que se han puesto al alcance
de las instituciones nacionales, han impedido que gran parte de los inves-
tigadores chilenos se hayan hecho presente en estas reuniones cientí-
ficas. Y aquellos que asistieron tuvieron que incurrir en dispendiosos gas-
tos personales, además de tener que utilizar sus periodos de vacaciones le-
gales.

III SIMPOSIO DE ARTE RUPESTRE


Del 19 al 23 de abril de 1970 - Mexicali, México
Del 24 al 27 de abril de 1970 - Hermosillo, México

Con el patrocinio del I nstituto de Historia de México y las Univer-


sidades de Baja California, con sede en Mexicall, y la Universidad de So-
nora, en su sede de Hermosillo, se llevó a efecto el III Simposio sobre esa
especialidad. El I se habla realizado en Ma r del Plata, en la oportunidad
que se efectuaba el XXVII Congreso I nternacional de Americanistas en
esa ciudad; el II se realizó en Huánuco, con los auspicios de la Universidad
de aquella ciudad, la Universidad de Arequipa y la Universidad de Tokio.
El congreso en Mexicali fue inaugurado por el señor Rector de la
Universidad, licenciado Rafael Soto Gil y otras autoridades. El discurso
inicial le correspondió realizarlo al Rector del Instituto de Antropologia e
Historia, arqueólogo señor Ignacio Berna!.
Elegida la mesa directiva del simposio, quedó presidida por el pro-
fesor Pedro Bosch Gimpera, desempeñando el cargo de secretario el his-
toriador profesor Antonio Pompa y Pompa.
Las reuniones fueron efectuándose en el salón de actos de la Uni-
versidad.
Hubo delegados de: Estados Unidos, México, Nicaragua, Brasil, Perú,
Chile, Argentina, Espafia, Alemania e Italia. Las ponencias presentadas
dieron lugar a interesantes debates.
La segunda parte del congreso se realizó en Hermosillo, en la sede
de la Universidad de Sonora. Alli se expuso un resumen de las materias
presentadas y un análisis del congreso.
Las autoridades educacionales y también numerosas instituciones
particulares ofrecieron diversas manifestaciones a los delegados. A través
de estos organismos hubo facilidades para visitar sitios arqueológicos, yaci-
mientos con pictografias y lugares de interés regional. Estas atenciones
dejaron muy gratamente agradecidos a los participantes del III Simposio.
Las autoridades patrocinantes se comprometieron en financiar la
publicación de los trabajos presentados.

130
XXXV ANNUAL MEETING - SOCIETY FOR AMERICAN
ARCHAEOLOGY
Abril 30 - Mayo 2, México

Esta reunión internacional de investigadores se realizó en el Museo


de Antropologia de México.
Los discursos inaugurales les correspondieron al Ministro de Educa-
ción Pública y escritor, sefior Agustin Yáfiez, y a l Director del Instituto de
Antropologia e Historia.
La asistencia fue muy numerosa. Se inscribieron alrededor de 1.400
delegados, presentándose alrededor de 400 trabajos. Estos estaban agrupa-
dos en 5 simposios y 33 sesiones.
Entre estas últimas hubo numerosas ponencias generales y especiales
sobre: Teoria, Métodos, Ecologia y Subsistencia y problemas biológicos rela-
cionados con la arqueología. En los estudios de áreas se presentaron tra-
bajos sobre México, Guatemala, Estados Unidos, Perú, Asia y el Pacifico.
Muchos trabajos sobre áreas se refirieron específicamente a los pro-
blemas del aparecimiento del Hombre Temprano.
Invitado por los organizadores, el Conservador del Museo de La Se-
rena, presentó un trabajo en la Sección del Pacifico sobre el Arte Rupestre
en la Isla de Pascua en la 21' sesión del miércoles 30 de abril.

XXXIX CONGRESO INTERNACIONAL DE AMERICANISTAS


Del 2 al 9 de agosto de 1970 - Lima, Perú

Las sesiones se realizaron en el edificio colonial de la Orden Merce-


daria1 en Jirón Tacubaya, de la ciudad de Lima.
Las inscripciones alcanzaron a 1.200 miembros efectivos; en otras
categorías se inscribieron alrededor de 700 personas e instituciones. El nú.-
mero de ponencias presentadas también fue bastante considerable. Estas
se agruparon en 17 simposios y 5 secciones.
A grandes rasgos los temarios incluyeron los títulos siguientes :

Generalidades y Metodologia,
Antropologia Fisica,
Prehistoria y Arqueologla,
Historia y Etnohistoria,
Sociedad Con temporánea.

131
El Museo de La Serena se hizo representar por el Conservador, Jorge
Iribarren Ch., y el arqueólogo Gonzalo Ampuero Brito.
El Conservador actuó como coordinador de la Sección Arte Rupestre,
conjuntamente con el profesor Javier Pulgar Vida!, de la Universidad de
San Marcos, en el Perú.
Los trabajos presentados por los delegados del Museo de La Serena
tenian los tltulos siguientes:

Jorge Iribarren Ch.


"Cementerio de la Cultura El Molle al Sur de Atacama", en la Sec-
ción Arqueologla Sud Americana, Sesión del 7 de agosto.
"Petrogllfos en el Departamento de Ovalle (Tulahuén Oriente)", Sec-
ción Arte Rupestre, en Sesión del 4 de agosto.

Gonzalo Ampuero B.
"Excavaciones arqueológicas en el alero rocoso de San Pedro Viejo -
Plchasca". Sección Prehistoria Sudamericana, en Sesión de fecha 6
de agosto.

Las sesiones que habla inaugurado el seí\or Ministro de Educación


Pública, fueron clausuradas por el Excmo. seí\or Presidente de la Repú-
bllca, el sábado 8 de agosto, y por el Presidente del congreso, profesor José
Matos Mar.
Invitados por las autoridades educacionales de las Universidades de
Trujlllo y Lambayeque, formando un pequeí\o grupo integrado por el pro-
fesor peruano Vlctor A. Rodrlguez Suy-Suy, la Dra. Bárbara Dalhgren y
la antropóloga Maria Luisa Barrios Sierra, también de México, el Conser-
vador del Museo de La Serena, viajó a Trujillo y después de una corta es-
tada en la zona, siguió a Lambayeque donde fue recibido por el seí\or Rec-
tor. Las autoridades educacionales de esta Universidad, en una sesión de
Mesa Redonda, le hicieron entrega de un objeto simbóllco de oro.
Durante estos breves dias en estas regiones se pudo visitar las ruinas
de Chan-Chan, las huacas del Dragón, de Chiquitoy y Mocollape; diversas
Iocalldades, especialmente Monsefú, donde se han desarrollado interesantes
artesanlas de cesteria, y algunos lugares en la costa: Santa Rosa y Eten,
donde subsiste en uso la pesca y recolección de langostinos en originales
balsas de paja, denominadas popularmente 14 Caballitos".
En Trujlllo se recorrió detenidamente el Museo Arqueológico "Brün-
ning" y en Lima los Museos de Arqueologla "Larco Herrera", Museo del
Oro del seí\or Miguel Mujica Gallo, el Museo Yoshimaro Amano y el Museo
Antropológico Nacional, en Pueblo Libre. Como Museo especiallzado, el
Museo de Armas, que es de propiedad del seí\or Mujica Gallo, y que forma
parte de un conjunto de museos en proyecto de construcción.

132
V CONGRESO NACIONAL DE ARQUEOLOGIA
Del 16 al 20 de octubre de 1969 - La Serena

La Sociedad Chilena de Arqueologia que ha estado organizando estas


reuniones nacionales, en las que participan los investigadores chilenos y
a los que también concurren invitados algunos arqueólogos extranjeros.
Bajo el patrocinio de la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Mu-
seos y el Museo Arqueológico de La Serena, celebró su reunión bianual en
la ciudad de La Serena.
Como presidente en la organización de este Congreso actuó el Con-
servador del Museo, sefior Jorge Iribarren Charlln; en el cargo de Secre-
tario General, señor Gonzalo Ampuero Brito; Secretario de Sesiones, sef'í..or
Jaime Alaniz Carvajal; Jefe de Secretarla en la I. Municipalldad, sefiora
Fresia Alfara Castro y señor Gabriel Coba Contreras; Secretarla Museo,
sefiora Hilda Vera Qulroga, y en el Comité de Organización: sefiores Ar-
turo Rodriguez Osario y Carlos Latorre Silva, y la profesora y alumnos de
las Universidades del Norte y de Chlle en sus sedes locales: profesora Es-
trella Jullo, sefiores Ramón Marzan, Hernán Aravena, Teresa Cortés, Helia
González, Gu111ermo Rivera, Anlbal Mery y Herán Cortés.
De la Sociedad Chilena de Arqueologia asistieron los siguientes miem-
bros:
Percy Dauelsberg
Guillermo Focacci Museo Arqueológico y Museo San Miguel, Arica.
Luis Alvarez
Sergio Chacón Universidad del Norte, Arica
iautaro Núf!ez A. Museo de Iquique y Museo de Calama, Universidad
de Chl!e
Guacolda Boisset Museo Arqueológico, Universidad del Norte, Anto-
fagasta

Jorge I ribarren Ch .
Gonzalo Ampuero B. Museo Arqueológico de La Serena

Julio Montané M.
Patricio Núf!ez Museo Nacional de Historia Natural, Santiago

Mario Orellana
Jorge Kaltwasser
Carlos Urreiola
Carlos Munizaga A.
Juan Muntzaga V. Universidad de Chile, Santiago

133
Hans Ntemeyer F . Sociedad Chilena de Arqueologia y Universidad
de Chile.

Vtrgtlio Sclttappacasse Sociedad Chilena de Arqueologia


Alberto Medina Sociedad Chilena de Arqueologia

Jorge Silva O. Museo "Francisco Fonck''i Vif'í.a del Mar

Zulema Seguel S.
Marta Rivera D. Universidad de Concepción, Concepción

DELEGADOS EXTRANJEROS

Juan Scltobtnger
Roberto Bárcena Universidad de Cuyo, Mendoza, Argentina

Pablo Saccltero Universidad Domingo Faustino Sarmiento, San


Mariano Gambier Juan, Argentina

Dan Sltea Universid ad de Wisconsin, U.S.A.

MIEMBROS ADHERENTES PARTICIPANTES DE DIVERSAS SOCIEDADES E INSTITUCIONES

Raúl Baltamonde
Carlos Tltomas
Jacqueltne M. de Coltn
Ing eborg Ltndberg
Ciro Vergara
Luis Coronado
Gabrielle Clttzelle
Felipe Bate
Ruperto Vargas
Marta E. Anwandter
Rodal/o Wetsne r
Julte Palma
Agusttn Llagostera

DELEGACIONES DE ALUMNOS

Un numeroso grupo de 82 estudiantes universitarios se hizo presente


en las sesiones. Estos delegados representa ban a la Universidad de Ch lle
(Valparaiso ) , Universidad de Concepción (Concepción) y Universidad de
Chile (Santiago).

134
Desarrollo del Congreso

El acto inaugural se llevó a efecto en el salón de actos de la I . Mu-


nicipalidad de La Serena, con asistencia de las autoridades provinciales.
El discurso oficial lo pronunció el alcalde de La Serena, don Carlos
Galleguillos Barraza. En nombre de las delegaciones habló el seí\or Carlos
Munizaga Agulrre. Agradeció la asistencia de autoridades y delegados, el
Presidente del Congreso.
En la primera sesión se rindió un homenaje al desaparecido arqueó-
logo, primer Director y fundador del Museo de La Serena, Francisco Cor-
nely Bachmann.
Al término de las sesiones que se llevaron a efecto en el salón de
actos de la I. Municipalidad, se organizó una excursión al sitio arqueológico
valle de El Encanto, en Ovalle. En este lugar fueron recibidos por miem-
bros de la Sociedad Arqueológica de Ovalle.
Las actas que incluyen todas las ponencias presentadas, en un con-
venio celebrado por el Director General de Bibliotecas, Archivos y Museos
con la empresa editora, fueron entregadas para su publicación a la Edito-
rial de la Universidad Católica de Santiago.

IMPORTANTES DONACIONES AL MUSEO DE LA SERENA

El Museo de La Serena ha recibido como obsequio o canje impor-


tantes colecciones arqueológicas y etnográficas; sus otros departamentos,
también por los mismos sistemas, han acrecentado sus valiosos depósitos.

El Museo Dunedin de Otago, Nueva Zelandia, envió una muestra


etnoarqueológica de materiales elaborados en piedra y hueso, consistente
en: hachas insignias (Patu onewa), anzuelos de muy diversos tipos, Im-
plementos de pesca, hachas de piedra y otros objetos que corresponden a
culturas regionales en etapas culturales comprendidas entre los afios 1000
y 1850.

El Museo de Arte Precolombino, de Montevideo, Uruguay, por Inter-


medio de su Director, seflor Ernesto Labornge, envió en canje una valio-
sa colección de implementos litlcos de la Cultura Catalán Chico. En re-
tribución se le remitieron piezas cerámicas dlagultas, por Intermedio de
la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Museos.

El Instituto Goethe de Cultura de Santiago obsequió la exposición


uAlborear del siglo XX", consistente en diversos paneles con fotografias
y textos que en muy variadas materias sintetizan las ciencias, la cultura
y las artes de ese pals.

135
El Consejero Cultural de la Embajada de Francia, sef\or Gilbert
Bron, y el Encargado de Difusión del Material Cultural y Pedagógico, se-
fiar G. Bougnol, nos hicieron llegar una colección de libros de editoriales
francesas con valiosas obras de etnologia, arqueologia, folklore y bellas
artes. Estas últimas incluyen colecciones de diapositivas de muy intere-
sante contenido.

El Instttuto Chileno-Soviético de Cultura donó al Museo, por inter-


medio de la Presidenta del Instituto Chileno-Soviético de La Serena, se-
f\ora Luisa Kneer, una colección de grabados de diversos artistas contem-
poráneos de aquel pais.

El profesor de Bellas Artes Osvaldo Ram!rez Ossandón, que es co-


laborador permanente del Museo, donó varias rejas coloniales que perte-
necen a diversas casonas serenenses de fines del siglo XVIII y comienzos
del XIX.

La biblioteca de Antropolog!a, que el Conservador del Museo sef\or


Jorge Iribarren formó en una labor de adquisición de 40 af\os y que es
una de las bibliotecas especializadas particulares más importantes del
pa!s, fue obsequiada al Museo Arqueológico de La Serena en octubre de
1969.
Sus colecciones de publicaciones, muy completas en relación a Chi-
le, Argentina, México, Perú y otros pa!ses en las diversas especialidades
de estas ciencias, han enriquecido las importantes colecciones de la Bi-
blioteca del Museo, constituyéndola en una de las más valiosas de América.

PUBLICACIONES EN 1969 Y 1970

Iribarren Charltn, Jorge


"Arqueoiog!a de la Provincia de Atacama" (Chile). XXXVII Congre-
so de Americanistas. Vol. II, pp. 185-208. Mar del Plata, 1966. (Dis-
tribuido en 1969).
"Descripción de las figuras rupestres en el Norte de Chile". XXXVII
Congreso de Americanistas. Vol. II, pp. 391-418. Mar del Plata.
"La Cultura del Anzuelo de Concha". Mesa Redonda de Ciencias
Prehistóricas y Antropológicas. Tomo II, pp. 218-228, 1969. Pontifi-
cia Universidad Católica del Perú.
"Homenaje a don Francisco Cornely Bachmann". Boletln N• 13, pp.
5-10. Publicaciones del Museo Arqueológico de La Serena, 1969. La
Serena.

136
"Hachas de piedra de formas extraflas en la Provincia de Coquim-
bo". Boletln N• 13, pp. 42-43, 1 lám. Publlcaciones del Museo Ar-
queológico de La Serena, 1969. La Serena.
"Vasos figuras en la Cultura de El Molle". Boletln N" 13, pp. 59-62,
2 lá ms. Publlcaciones del Museo Arqueológico de La Serena, 1969. La
Serena.
"Clava procedente de la finca Combarbalá". Boletln N• 13, pp. 64-
65, 1 1am. Publlcactones del Museo Arqueológico de La Serena, 1969.
La Serena.
"F igurillas de arcilla en la Cultura de El Molle". Boletin N• 13, pp.
66-68, 1 lám. Publ!caciones del Museo Arqueológico de La Serena,
1969, La Serena.
"Estudio prel•minar sobre los Instrumentos musicales autóctonos en
el área n orte de Chile". Rehue II, pp . 91-109. IV Congreso Nacional
de Arqueologia, Concepción , 1969. Concepción.
"Valle del rio Hurtado. Arqueologia y antecedentes históricos". Edi-
ciones del Museo Arqueológico de La Serena. Dirección Gener al de
Bibliotecas, Archivos y Museos. 232 pp. Santiago.

lrtbarren Charltn, Jorge, y Pinto W., D avid


"Análisis metalúrgico de discos metállcos de la Cultura de El Mo-
lle". Boletin N• 13, pp. 50-51, 1 lám. Publlcaciones del Museo Ar-
queológico de La Serena, 1969. La Serena.

EN PRENSA

lrtbarren Charltn, J orge


"Pictografias en las Provincias de Atacama y Coquimbo". II Simpo-
sio de Arte Rupestre. Huánuco, 1968. P erú.
"El Arte Rupestre en Chile". III Simposio de Arte Rupestre. Mexi-
call y Hermosillo, 1970. Universidades de Ba ja Callfornia y Sonora.
México.
"Arte Rup estre en la Isla de P ascua". XXXV Annual Meeting So-
ciety for American Anthropology. Ciudad de México, 1970. México.
"P etroglifos en Ovalle" (Tulahuén Oriente). XXXIX Congreso de
Americanistas, Lima, 1970. P erú.
"Excavaciones Arqueológicas en Agua Amarga, Provincia de Ataca-
ma". XXXIX Congreso de Americanistas, Lima, 1970. Perú.

137

Boletfn - 10
"Culturas trasandinas en dos yacimientos del Valle de Coplapó". V
Congreso Nacional de Arqueologla. La Serena, 1969.

Ampuero Brito, Gonzalo


"Excavaciones en un alero rocoso de Punta Colorada". Trabajo
presentado al IV Congreso Nacional de Arqueologia en Concepción,
1967. Revista REHUE N• 2, pp. 27-46. Concepción, 1969.
"Pulidores de Cerámica". Publicaciones del Museo Arqueológico de
La Serena. Boletin N• 13, pp. 45-48. La Serena, 1969.
"Cárcamo: Un taller lltico en la Provincia de Coquimbo". Publica-
ciones del Museo Arqueológico de La Serena. Boletln N• 13, pp. 52-
57. La Serena, 1969.
"Informe preliminar sobre las ascensiones realizadas al Cerro Las
Tórtolas en 1968". Publicaciones del Museo Arqueológico de La se-
rena. Boletln N' 13, pp. 69-72. La Serena, 1969.
"Excavaciones en el Fundo Coquimbo, Depto. de La Serena". Traba-
jo presentado al V Congreso Nacional de Arqueologia en La Serena.
Octubre, 1969. (En prensa).
"Excavaciones en el Valle El Encanto. Nueva evidencia' 1 • Trabajo
presentado al V Congreso Nacional de Arqueologia en La Serena.
Octubre, 1969. (Trabajo realizado conjuntamente con Mario Rivera
D., de la Universidad de Concepción). (En prensa).
"Excavaciones arqueológicas en el alero rocoso de San Pedro Viejo,
Pichasca, Ovalle". Trabajo presentado al XXXIX Congreso Interna-
cional de Americanistas celebrado en Perú. Agosto de 1970. (Traba-
jo realizado conjuntamente con Mario Rivera D., de la Universidad
de Concepción). (En prensa).

BIBLIOTECA

La Biblioteca especializada del Museo, y que en lo principal com-


prende los diversos aspectos de las Ciencias Antropológicas, hasta el 19 de
enero de 1970 constaba de 5.782 titulos. En 1970 se agregó la donación de
la Biblioteca del Conservador del Museo y que significaron 3.147 nuevos
ejemplares.
Por adquisiciones, canje nacional y extranjero, desde enero a sep-
tiembre incluido, el Museo ha recibido 488 publicaciones y el Conservador
h a donado a la Biblioteca 194 unidades, las que, sumadas a la cifra an-
terior, hacen un total de 9.611 impresos.

138
ARCHIVO

Con las donaciones autorizadas de la Intendencia Provincial 1 Muni-


cipalidad y obsequios privados, el Archivo Histórico se ha ido desarrollan-
do con singular rapidez. Otro tanto ocurre con la documentación litera-
ria regional, que ha encontrado valiosos desarrollos con las donaciones
que se han estado continuamente recibiendo.

F OTOTECA

El Archivo Fotográfico del Museo, h asta diciembre de 1969, incluia


en coplas blanco-negro 17.360 unidades.
Durante los meses de enero a septiembre hubo un aumento de 1.164,
lo que hace un total de 18.524 piezas.
Las diapositivas o transparencias del Museo en 1969 aumentaron
considerablemente con la donación de 1.742 ejemplares que hizo el Con-
servador del Museo de su colección privada.
A enero de 1970 la cifra total era de 7.940.
Desde enero a septiembre, en el presente año, el incremento ha si-
do de 1.200 transparencias, alcanzándose un total de 9.140.
En la Fototeca, que se ha clasificado por razones geográficas o te-
mas. se incluye una valiosa colección de áreas, piezas arqueológicas, fol-
klore, arquitectura prehispánica y colonial de Chile, Argentina, Perú, Bo-
livia, Guatemala, México y otros paises americanos.

139
RE V ISTAS RE C IBID AS

(ENERO A SEPTIEMBRE DE 1970 )

ALEMANIA '' A ctunlidad Antro pológica''


N.os l , 5, 6
" AbTian dlun gen un d beridate des Staa-
Musco El nográ íi co Municipal
tlichcn Mw1eu11U1 Jur Vo lkerkun de nres-
" Oám aso Arce"
den "
Olavarri a.
XXX
Berlin .
"Anales de A rq ueología y Etnología"
" E. A. Z." XXII , XX III
X , ! , 2, 3, 4; XI, 1, 2 Universidad Nacional el e Cu yo
Ber lin. Mcnd oza.
" Estudios so bre la Unión Soviética"
IX, 32, 33, 34 " A ntiquitas' '
M uni ch. IX
·' I-Jumboldt.' ' Uni versidad del Salvador
' .os 35, 36, 37, 38, 39, 40 Facult ad de Hislori a y Le tras
Hamburg. Bu enos Aires.

' ' Paidcu m a' '


" Cuadernos de Historia del A rte"
XIV ; XV
N• 8
W icsbad cn .
Universid ad Nacion al d e Cuyo
Mcnd oza.
"U riiucrsitas"
VII , 2. 3, 4
" Gcoram a''
S111 11 ga r1.
N• 8
Buenos Aires,
ARGE LIA
' 'ilf cm oircs'' " Etnia"
X; XII; Xlll ; XIV N. os 9, 10, ll
Centre d e Rescarch Anlhropologiq ues, 1\1usco E tn ogr:ífi co M uni cipal
P rCh is tori q ucs et Et hnographiqu es " Dám aso Arce"
Al ger. Olavarría.

" !tf e11snjero St1rmicnto"


ARGENTINA
11 , 5
" A ctas y Mcm.oria.s" Musco Hi slórico
XXXV II Con greso lnlernacion al de San Jmm .
America nis tas
I , ll , JTr , IV " Monografías"
Bu enos Ai res. N.os 3, 4

141
Mu sco Elnográfico l\fonicipal " Jet1 e"
" Dámaso Arce" VI, 2
Olnvorría. Bulletin du Cerclc d' JJisto irc, d'Archeo-
logic el de Folklore cl u Com tc de Jettc
e t de cnvirons
" R elncio11c.s''
Bruselas.
Sociedad Argentina de An lropología
" Roma11a Co111act"
llucnos Aires.
Jll ; IV
Socié tc <l' Archncolog ie Jlomana
''U11ivcr.sirlad'' Brainc l'A llcud
NQ 77
Universidad Nacional dol Litoral
Santo Fe.
BRASIL

"A11 1ropologío"
AUSTRALIA
N.os 19, 20, 21, 22, 23, 38, 39, 40, 42, 43
Jnsli tulo Anchictano d e Pesquisas
''A111 /1ropolog icnl Fornm'' Ri o Gra nde do Sul.
ll, 2, 3
Un iversity of Western Australia " Boletín de An tropologín"
NedJan ds. N.os 37, 38
Museu Paracnse "Emilio Goeld i 11
Bclem.

AUSTRIA
'Boletíu del Afosco Nociorwl"
Serie Botánica: N9 23
"Acta Etlinologica et Li11gui.s1ica" Universidad do Brasi l
N.os 12, 13, 14, 15, 16 Rio de J aneiro.
lnst ilu t für VOlkerk unde de•
Universiliit Wicn " B0lctí11 del Museo Nociorwl"
Wien. Serie Geología: N.os 21, 22
Universidad do Brasil
" Uevicw o/ Etl111ology" Rio de Jan ciro.
N.o, I , 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, JO, 11 (1968);
1, 2, 3, 4, 12, 13, 14, 15 (1969) " B0leti11 do Mu.seu Parae11se Emilio
Jnsti tute für Volkerkunde Goeldi"
Wicn. Serie Gcolo gia: N.os 14, 15
B elcm.

" Dédnlo"
BELGICA rn, 5
Museo de Arte y Arqueología
" B11lleliu'' Universid ad de Sao P aulo
N• 80 Sao Paulo.
Sociéle Roya le Bei ge d'A nthropo logie
e l de Préhistoire " Pe.squisa.s Botánica"
Bruselas. N9 27

142
Instit uto Anchietnno de Pesquisas COLOMBIA
Sao Leopoldo.
" B0letí11 ele A 11tropología"
" Pesquisas Zoología" IJJ, 11
N• 22 Universidad de Antioquia
Institu to Anchietano de Pesquisas Medellín .
Sao Leopoldo

''Publicaciones Avulsas" CUBA


N.os 24, 25, 48 , ,i9, 52
Musco N11 cionnl " Etnología y Folklore"
Universidad do Brasil N.os 1, 2, 3, 4, 5
Hio de Jnneiro. Academin de Ciencias de Cuba
La Habana.
" Univ crsilns' '
N9 2 ''Serie Antropológica''
Uni,•crsidnd Federal do Bahía N.os 2, 6
Ri o de Jnnciro . Academia de Ciencias de Cub a
La Habana.

BULGARIA
CHECOSLOVAQUIA
" Z c111ralblatt dcr B11lgariscl1e,i Wissen· ''Arma ls"
scliaftlicl1 e11 Li1era1.11r"
N• 6
I Naprslik Museum
Bul gari sc he Akade mic dcr Wissenscl1&Í· Praga.
ten
Sofia.
'' Arc11eologicke Ror.lhedy''
XXI, 4, 5, 6; XX!I, l, 2
Acad em ia de Cie ncias Checoslovaca
GANADA Praga.

" T1, e Alberta11 Geograpl1 er"


N.os 5, 6 CHILE
Ocpnrtmcnt oí Geography
University oí Albcrln "A11alc&"
Eclmonton. CXXVI , 145; CXXV H , 150
Universidad de Chil e
" A,lfhropology P"pers" Sa ntiago.
N9 22
Na1ional Mu scum s oí Ca nada "Anale& del Museo de H istoria Na ttrral"
01tnwa. N• I
Musco de Hi storia Nat ural
"f\'e n·s L e11ers" Vnlparníso.
N .os 21, 22 , 23 , 24
Arch nco logica l Socicty o í Albcrta "Anales''
A Iberia. N9 7

143
Universidad del Norte Sociedad Linorcm;e de Historia y Geo·
Antofagasta. grafí a
Linares.
"8oletí11 "
N9 24 "Noticiario M ensual"
Inst itut o de Invesligaciones Geológ icas N.os 151, 152, 153, 154, 155, 156, 157 ,
Santiago. 158, 159, 160, 162, 163, 164
Mu seo Nacional de Historia Natural
' ' Boletín del M11Jeo Naciona l de 1-UJtO· San ti ago.
ria Natur"l"
N• 31 " Rehue"
Museo Nacio nal de Hi storia Natural
N• 2
San lingo. Universidad de Concepción
Concepción.
"Boletín de In Academia Chilena de la
llistoria"
" Revista Chilena de Historia y Geogra.
N• 80
/la"
Academia Chilena de la Hi storia
N9 137
San ti ago.
Soc iedad Chilena de Hi storia y Cro!!rR·
fí a
··Boletín de la Sociedad de Biología de
San ti ago .
Concepción"
XLI ' 'Revisla Educación''
Sociedades lle Biolo gía y Bioquímica de
N.os 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21
Concepción
Mini sterio de Educación
Concepción.
Santiago.

•· Boletín lriformativo"
" R evista de la Universidad del Norte"
N .os 72 , 73, 74, 75, 76
1, 1, 2. 3, 4; n, 1. 2, 3, 4; m , 1
Sociedad Científica d e Valparaíso
Universidad del Norte
Valparaíso.
Antoía~rnsta.
"Cartn Geográfica de Cliile"
"Revista Afusicul Cliilcna"
N.os 18, 19, 20
Insti tu to Geográfico Mil itar
XXIV, JlO
Facultad de Ciencias y Art es Mu sicales
Santiago.
Universidad d e Ch ile
San tia go.
"CuatfornoJ para la Crítica"
N• l
'' Revista Un ivenitoria" • Año
Universidad Católica de Chile
A nales de la Acade mia Ch il ena de
San tia go.
Ciencias Nat urales
" J-/i slori'a" N9 31
N9 8 San ti ago.
Institu to de His tor ia
San tia go. "Serie Histórica"
N• 1
" Linares" Museo de Concepción
N9 113 Concepción.

144
11
Su rarte'' University oí Califo rnia
N• 2 Los Angeles.
Universidad Austral de Chile
Va ld iv ia. " Anthropology Papers"
N9 39, 40
Universily oí Michigan
CHINA Ann Arbor.

''Bulleti11 " "A rtic Anthropology"


N.os 29, 30 VI, 1, 2
Departamento d e Anlropología y Ar- University oí Wisconsin
queología Wisconsin .
Universidad Nacional de Taiwan
Tnipei, Taiwan. ''Biological Series''
IV, 6, 7
Museum - Michigan State Universily
ESPAf'IA East Laneing.

"Monografías" "Boletín"
XXVII N• 8, 9, JO, 11
Instituto d e Prehis1oria y Arqueología Unió n Panamericana (OEA)
Barcelona. Washington , D. C.

"Trabajo.! y Conferencias" "Current Anthropo logy"


N• 6 X, 4. 5; XI, 1
Semin ario de Estudios Americanislas University of Chieago
Madrid . Chicago.

ESTADOS UN IDO S "Ethnology"


DE NORTEAMER I CA VIII, 1, 2, 3, 4; IX, ! , 2
Universi ty oí Pittsburgh
"Americtm A111iquity" Piusburgh, P a.
XXXIV, 4
The Society íor American Arehaeology ''Expedition ''
\Viseonsin. XI, 4; XII, ! , 2
University Museum o( Penn11ylv11nia
"Américas" Philadelphia .
XXI, 11 , 12, 13; XXII, 2, 3, 4, 5
Unión Pa namerica na
"The Florida Anthropologist"
\V ashington.
XXIII, 1
F lorid a Anthropologieal Society
ºAna les"
Florida.
XLI, ! , 2,
Carnegie Museum
Pittsburgh, Pa. "Cu ide.! and Bibliogra phies Series: 2"
I, II
"A nlliropology'' Instilute oí Latin American Studies
VI Texas a l Austin.

145

Boletln - 11
"Illinoi.s Swdie.s in Arllhropology" Na tional Gcographic Socicty
N• 6, 56, 57 Washington , D. C.
Universily oí Jllinois
Illinoi s. "IVawpa Pacha"
N• 6
" ln stitut o/ Latin American Studies" Inst itut o de Estudi os Andinos
N• 82, 83, 81, 85, 86, 87, 88, 89, 90, Berkeley, Ca lifornia.
91, 92, 93
Univcrsily of Texas " El Palacio"
Austin. LXXVI, 2, 3
Museum oí New Mexico
" ]ournal" .\lbuqu crqu c.
II , 4
Tcx1ile Museum "Papers o/ 1/ic New World Arclweolo-
W ashin glon. gical Foundation"
N• 2,1, 35
" Jou.rnal" Brigham Young Universil y
Jl, 2; III, 2 Provo, Utah.
Wisconsin lndi ans Research Ins1ilu1e
Colorado. "Plateau"
XLII, J , 2, 3, ,1
" Katunob" Muscum oí North crn Arizonn
V, VI, 4; VII, l Flagstall, Arizonn.
Departmenl of Anthropology
Colorado S1ate Co1lege
"Thc Proceeding o/ 1/,c Louisiana Aca-
Crec le1•, Colorado. demy of Scienccs"
XXXI; XXXII
"Tl1e Ma.sterkcy" Academia de Ciencias Louisiana
XLIII 4; XLIV, l Louisiana.
Los Angeles, California.
''Quarterly''
"ll1ap and Cliart Series" IV, 3; VI , 1
N• ll, 12 Pacific Coas! Archaclogical Sociely
Ncw York S1a1e Museum and Science California.
Service
ew York.
" Research Report"
N• 1, 2, 4, 5
"Memoir" Departmcn L oí Anthropology
N9 19 The Universily oí Massochusetts
The Un ivers il y of 1he Stale of New York Massachusetts.
Albany.

" The Mu..stang" "Scien tific American"


XI, ó, 6; XII, 1 CCXX, 5
Unive rsi ty oí Texas Sc ientiíi c American, Inc.
AusLin. Ncw York,

"Natioraal Geogra p11ic" "Smithsonian Con tributíon to Anthro-


CXXXVII, 4 pology"

146
N• 5, 6, 9, 12, 13 "Cuadernos de Antropología"
ll, 3; Jl, 6 N• 8
Smithsonian lnstitulion Universidad de San Carlos
Washington , D. C. Guatemala.

"South IP cster11 Lorc" "Cuadernos del Seminario de Int egra-


XXXV, 3, 4; XXXVI, 1 ción Guatemalteca''
The Colorado Archacology Society N 9 20
Colorado. :M inisterio de Educación
Guatemala.

ETIOPIA " Guatemala Indígena"


IV , 2, 3
"Journal o/ Ethiopian Studics" Institulo lndi genisla Nacional
VII, 1 Guatemala.
lnslitule oí Ethiopian Studies
Addi s Aheba. " Humanidades"
! , 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11 , 12, 13;
II , 1, 7, 8, 9, 10, 11; lll , 2, 4; IV, 6,
FRANCIA
7, 8, 9, 10, 11, 12, 13
Universidad de Sa n Carlos
'' Bulletir1 Sigrwle1i,1ue"
Guatemala.
XXI , 23; XXII!, 4; XXIV, 1, 2, 3
Centre National d e la Recherche Scien-
tiíique
Pari s. HAWAI

"Crón ica de la UNESCO" " l11/orma1 io11 B11lletin"


XV, 11, 12; XVI, 1, 2, 3, 4, 5, 6 XXI, 4, 5, 6; XXII, 1, 2
UNESCO Paciíic Scienct' Association
Paris. Honolulu.

"Journal de la Société des América-


nistes" HUNGRIA
LVII
Société des Américanistes "Acta Arch cologica"
Pari s. XXI , 3, 4
Academia de Ciencias Húngarae
"Ob jets et Mondes" Budapcst.
JX , 4; X, l
Muscum Na1ional d'Histoire Naturelle "Acta Ethnographica"
Pari a. XVT TT , 4; XIX, 1, 2, 3, 4
Academia de Ciencias Hún gara
GUATEMALA Budapest.

"A11 1ropologín e Historia de Guatemnla" "Anales"


XX, 1 VI
Ministerio de Educación Musei Agriensis
Guatemala. Eger.

147
"Nepraj:;i Kozlemenyek" "Boletín Bibliográfico"
XI!l, 3, 4 N• 410, 421
Neprajti Muzeum Dirección Genera l de la Memoria , Bi-
Budapcst. blioteca y Publicaciones
México, D. F.

INGLATERRA "Boletín JNAII"


N• 37, 38
"Anliquiiy" lnstilulo Nacional de Anlropologia e
XLTII, 112 Hisloria
Cambridge. México.

"Endeabour" "Calafia"
xxvm, 10s; XXIX, 106 !, 2
Imperial Chemical Industries Universidad Autónoma de Baja Cali-
London. fornia
México.
"illan"
"Paleoecologia''
IV, 3; V, 1
N• 1, 2, 3, 4, 5
Royal Anthropological lnstitute
Inslituto Nacional de Antropologifl e
London.
Historia
México.
" Tlie Mankind"
IX, 4; X , 1, 2, 3 ''Publicacione.s"
Edinburgh. N9 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19,
20, 21
Instituto Naciona l de Antropología e
ITALIA Historia
México.
"Rivi.sta di Etnografia"
"Serie Ánlropología Social"
XXII
Conciglio Nazionale delle Reserche N• 12
Instituto Indi genista Interamericano
Napoli.
México.

"Tecnología"
JAPON N9 1, 2
Instituto Nacional de Antropología e
"Handbook o/ 1he Sankokan Collection" Historia
N9 4, 6
México.
T cnri Sankokan Museum oí University
Tenri. "Tlalocán"
VI, 2
México.
MEXICO

" América Indígena" NUEVA ZELANDIA


XXIX, 4; XXX, 1, 2
Instituto Indigenista Interamericano "Studie.5 in Prehi.!toric A11tl1ropology"
México. II; ID

148
Ocparlmcnt o! Anthropology POLONIA
University oí Otago
Otago. " Acta .Archaeologica Carpathica"
! , 2; II , !, 2; lll, 1, 2; IV, 1, 2,; V,
PERU 1, 2; VI, I , 2; VII, 1, 2; XI, I
Academiae Scienti arum Polona
"Cuadcmos da Antropología" Krakowie.
IV , 9
Ce ntro de Esludianlcs de Antropologia " Fon.tes .Archaeologici Posnanticnses"
Universidad d e San Marcos IV; VII; VIII; IX; XI; XII; XIII;
Limo . XIV ; XVII
Musei Archaeologici Posnaniensis
"Cullura y Pueblo" Poznan.
11, 6, 1, 8; V, 13, 14, 15, 16
Casa de la Cultura del Perú " Prace i Materialy"
Lima. Seri a Archeologiczna: N9 15, 16
"Folklore Americano" Muscum Archcologiczne I E tnograficzne
XV-XV!, 15 Lodzi
Institut o Pa namerica no de Geografia e Lódz.
Hi storia
Comi té Interamericano de Folklore
Lima. PORTUGAL
''Rcvi.$la''
" Revi3ta de Etnografía"
N9 2
XII, 2; Xlll, 1
Un iversidad Naciona l de San Agustín
Museo de Elnografía e Hi storia
Arequipa .
Portugal.
" R<'visla del Mus eo Nacional de Lima"
XXXV
!\fo sco Nnc ional de Lima RUMANIA
Lima.
" Serie Bibliográfica" ".Anuarul''
N• 2 VI
In stituto Indigeni sta Peruano Instituto d e Historia_ y Arqueología
Lima. A. D. Xenopal
Iasi.
"Serie Monográfica"
N9 20
"AntUJrul"
1nstitu to Indi gen ista Peruano
1965-61
Lima. Muzeului Etnograíi c al Transilvani ei
Cluj.
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"Revista de Arqu eología" ciolo gía
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"A rbol de Fuego"
" Revüta de Etn olo gía" III, 3
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" Boletín"
N9 2
SUIZA Instituto de Antropolo gía e Hi storia del
Eslado de Carahobo
"A percu Hi.storiqu e" Carabobo.
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" Bulletin" Artes
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Musée et lnstitut d' Ethno graphie YUGOSLAVIA
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