Colegio Católico

E
“San José”

n la segunda entrega del artículo sobre literatura light, él

autor señala que para incluir una obra en esta categoría es
preciso hacer valoraciones y no dejarse llevar por los
prejuicios de

La literatura
Light y los
Preconceptos

CBrayan Mamani*

omo es evidente, el termino light,

referido a literatura, es bastante difuso,
además de poco profundizado.

Al hablar de literatura de los

este tipo, de alguna ejemplos y a
manera, y de acuerdo con

La clasificación señalados ,Osho,Jaime Bayli e

(los cuatro puntos o
categorías propuestas la
semana pasada),se está
agrupando en uno
incluso ,según la posición
que se tome,
Mismo saco a obras de
Paulo Coelho, Humberto
Eco
Colegio Católico
“San José”
según el periodo o el año
en que hayan visto la luz
pública ,obras de grandes
nombres de literatura
latinoamericana ,como
Gabriel Márquez y que no.
Mario Vargas Llosa . Es
decir “Chocolate para el
alma de los adolecentes”
“juventud en éxtasis” y
“Crepúsculo” al caer
dentro de lo que
consideramos literatura
light, llegarían a tener la
misma categoría y por
ende, el mismo valor
literario que “After
Dark”, “los vivos y
muertos” y “memoria de
mis putas tristes”. ¿Es
justo eso? Como se puede
apreciar, incluso dentro
de lo light hay
categorías .No se puede
poner todo en la misma
bolsa porque el contenido
simplemente no es
homogéneo .Bueno para
los que se esmeran en
desde obras que jamás
llegarían a compararse
con las de Sartre o
Camus, obviamente que
si. Pero, por ejemplo para
un amante del suspenso y
de la novela policial, ¿es
justo comparar las bien
trazadas novelas de Eco
con la mal hilvanada y
poco creíble de repente un
ángel” de Jaime Bayli?
¿es coherente apreciar
“Los hombres que no
amaban a las mujeres”
bajo los mismos
parámetros que se
aprecia (o no) una obra
de Carlos Cuauhtémoc
Sánchez? Por supuesto
Considero que una novela
no debe ser juzgada por
criterios que parten de
cierta pretendida levedad
de su temática o su él no
compromiso con la
problemática social a la
que pertenecen sus
autores. Afirmaciones
como: “literatura y
política van unidas
(Vargas Llosa,
Conferencia tecnológico
de Monterrey ,2000) o
“creo que esa tradición
(el barroco) tiene que ser
conservada” (Adolfo
Cárdenas La Prensa,
mayo 2008) me parecen
bastante temerarias .la
literatura, como ya lo
mencionaron varios
escritores, es un escape de
la realidad, no un
compromiso con alguien,
con alguna religión, moral
o ideología.
La única deuda que la
literatura la tiene consigo
misma: él contar una
historia, mostrar el
trabajo de un sentimiento,
apelar a la irrealidad.
Como lo hizo Oscar
Wilde, hay que apostar
ala arte por el arte. Los
únicos argumentos que
considero valederos a la
hora de juzgar como malo
a un escrito-y por
extensión y de acuerdo
con las diferencias
circunstanciales a
cualquier obra de arte-
son su falta de
congruencia, el mal uso
del lenguaje, la
inverosimilitud de sus
personajes, el mal uso de
la técnica, la falta de
estilo, la carencia de
contexto y la poca
profundidad del
contenido per se ni la
carencia de compromiso
político o social.
Yo creo que una novela
de Stephie Meyer o Isabel
Allende puede ser tildada
de mala literatura con un
análisis que parta por
cualquiera de los flancos
arriba mencionados.
¿Por qué entonces
atacarlas desde una
óptica mas “facilonga”,
diciendo que son libros
light? Y, ¿Cómo
atacarlos si muchos de
nosotros ,escritores,
críticos, docentes y
estudiantes de literatura,
jamás hemos husmeado ni
una sola pagina de esas
obras porque
consideramos que no
están a la altura de
nuestros venerados
Thomas Mann, James
Joyce o Jaime Sáenz?
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“San José”

Pienso que un buen situaciones hiperbólicas

momento para extirpar
esa odiosa calificación de
jerga literaria
contemporánea (esa jerga
cada vez mas imprecisa y
quizá incluso, por su
poquísima difusión y
conocimiento,
inexistente).
Termino haciendo una
breve acotación .Cuando
termine de leer “Kafka en
la orilla”, de Haruki
Marakami, antes de
escribir este artículo, me
dirigí al ordenador con la
intención de escribir una
reseña sobre el libro. Algo
sucedió no pude hacerla.
poco creíbles y un mal
cortometraje de los
tiempos .Debo admitirlo,
“Kafka en la orilla” es
una novela irregular y
por ello no se aun si se la
podre recomendar a un
amigo; pero de algo estoy
seguro :jamás le diré a ese
amigo que “Kafka en la
orilla” es una novela light
.
*Escritor paceño

Había ciertos
preconceptos que me
dejaban incapaz de
pensar con claridad y me
impedían hacer un
comentario serio,
acertado de la obra del Bibliografía
japonés.
Los tiempos Cochabamba
Sin embargo después de año 2011 domingo 20 de
meditar algo y escribir marzo
estas líneas, creo que ya lo
tengo: “Kafka en la
orilla” es una novela que
atrapa, de trama
interesante y divertida;
pero mal hilvanada
.Presenta alusiones a la
cultura popular y no
popular que muchas
veces se constituyen en
formas de desconectar la
atención del lector,