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Racionalismo
Es uno de los conceptos que más ayudó a entender la arquitectura actual, aunque su origen es
mucho anterior. Nació con los griegos, que consideraban que el racionalismo se movía en las
categorías de las cosas exactas y lo implementaban en su filosofía, pero recién empezó a
tomar fuerza con el movimiento surgido en el siglo XVIII llamado Iluminismo.
Su afianzamiento en la sociedad se dio recién con la contribución del filósofo Rene Descartes y
su frase “Pienso, luego existo”. Descartes se cuestionaba todo y aseguraba que solo por
medio de la razón se podía obtener la verdad. Es en esa búsqueda de la verdad y de un
método para obtenerla, que propone el Método Cartesiano, el cual constaba de cuatro pasos
para descomponer el problema en tantas partes como fuera posible y así poder resolverlo
yendo de lo particular a lo general.
Llevando esto a la arquitectura nos permitiría hacer correcciones y resolver el proyecto de una
mejor manera, obteniendo un resultado más acertado a lo que se requiere.
Inicio en la arquitectura
Referentes
Le Corbusier
Pilotis: El empleo de pilotis como la estructura que sustenta la obra permitía liberar la
planta baja y aprovecharla para su uso promoviendo una mayor conexión entre el
espacio público y privado.
Planta baja libre: La
independencia entre la estructura
y el cerramiento permite el
desarrollo de la planta baja libre
donde el espacio interno es más
flexible.
Fachada libre: Esta autonomía
entre la estructura y el
cerramiento, además de la planta
baja libre, genera también una
mayor libertad al momento de diseñar la fachada.
Ventana longitudinal: Las ventanas pasan a adoptar proporciones más bien
horizontales que permiten obtener una mejor iluminación y potenciar las vistas
panorámicas.
Terraza jardín: Es una noción que permite recuperar la “quinta fachada” del edificio.
pabellón a escala de la Casa Citrö han, como un ejemplo de lo que él consideraba que debía
ser la vivienda moderna.
Proponía 4 modelos de base, los cuales consideraba que debían tomarse y adaptarse a
cualquier proyecto. Estos modelos fueron concretándose con obras en años posteriores.
Ludwing
Mies van der Rohe
Hacia 1912 abre su propio estudio en Berlín, y aunque durante los primeros años recibió pocos
encargos y sus primeros intentos arquitectónicos eran aún conservadores, ya demostraban lo
que vendría a lo largo de su carrera.
Durante esos años trabaja en los planos de casas de campo, hasta conoce a Teo Van Doesburg
y el grupo De Stijl, entre los que se encontraba Piet Mondrian. De Stijl era un movimiento
artístico que buscaba integrar las artes o el arte total, y lo manifestaban a través de la revista
“G”, en la cual Mies van der Rohe edita, quedando muy ligado e influenciado por el
neoplasticismo.
En 1926 conoce a la directora de la Deutscher Werkbund, Lilly Reich, con quien trabaja y se
asocia. Ése mismo año es nombrado arquitecto en jefe de la exposición del Werkbund, para
luego ser nombrado como vicepresidente.
La obra de Mies Van del Rohe tenderá cada vez más a la simplicidad, a la abstracción de
elementos y búsqueda de plantas racionales que formen un todo continúo. La máxima
expresión de su estilo lo logra en 1929, cuando recibe el encargo de dirigir y diseñar el
pabellón que representaría a Alemania en la Exposición Internacional de Barcelona, conocido
como “El pabellón de Barcelona”, considerada como su obra maestra.
acero y cuatro clases de mármol estaban destinados a albergar la recepción oficial del rey
Alfonso XIII y otras autoridades.
La originalidad del uso de los mismos, no radica en la novedad de estos sino en la idea de
modernidad que representan y su aplicación rigurosa, en cuanto a su geometría, la precisión y
claridad de montaje.
Posteriormente llega la
construcción de la Villa Tugendhat,
realizada entre 1929 y 1930 en
colaboración con su socia en la
ciudad de Brno, Republica Checa.
Funcionalismo
“La forma sigue la función”, frase acuñada por Louis Sullivan en 1896 en Chicago, engloba los
conceptos del movimiento Funcionalista surgido después de la Primera Guerra Mundial como
parte de la ola del modernismo.
Para los funcionalistas no hay obra que no se diseñe para cumplir una función, si no la cumple,
se descarta. La implicación es que si se satisfacen los aspectos funcionales, la belleza seguiría
natural y necesariamente.
Reflexión
Bibliografía
https://www.urbipedia.org/
https://es.wikiarquitectura.com/
https://arquitecturayempresa.es/
https://www.arkiplus.com/