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PROFESORADO DE LENGUA Y LITERATURA

ISFD N°39
HISTORIA SOCIAL Y CULTURAL DE LA LITERATURA I
MONOGRAFIA AMALIA

INTRODUCCIÓN:

En esta monografía se trabajará con la novela “Amalia” de José Mármol, teniendo


como propósito analizar las descripciones realizadas a lo largo del libro, sobre las
mujeres unitarias y federales, ¿Son ambas descriptas de igual manera? Demostraremos
cómo el autor hace uso de las descripciones de los personajes femeninos para marcar la
dicotomía entre unitarios/civilización y federales/barbarie Para argumentar nuestra tesis,
citaremos y analizaremos fragmentos en los que dichas figuras femeninas sean
descriptas, para luego compararlas y establecer, o no, las diferencias encontradas.

TE FALTA LA HIPÓTESIS, (la hipótesis es una afirmación, nunca una pregunta)

DESARROLLO:

Tomemos la primera descripción realizada sobre la imagen de Amalia, prima de Daniel


Bello y mujer unitaria crucial para el desarrollo de la novela. Según describe el
narrador, se trata de una mujer de veinte años con una fisionomía encantadora, una
frente majestuosa y bella, uno ojos pardos llenos de expresión y sentimiento y una
figura hermosa, cuyo traje negro parecía escogido para hacer resaltar la luciente
blancura del seno y de los hombros, si su tela no revelase que era un vestido de luto.
(FALTA REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA). EJEMPLO: “(Mármol, 2012, p.XX).”

Para continuar con el análisis de las descripciones realizadas a mujeres unitarias,


trabajaremos con la primera descripción realizada sobre Florencia Dupasquier, pareja de
Daniel Bello. Según el narrador se trata de una joven de diecisiete a dieciocho años de
edad, bella como un rayo del alba, con los rizos de un cabello rubio y brillante como el
oro, deslizándose por las alas de un sombrero de paja. Una joven de frente espaciosa e
inteligente, ojos límpidos y azules como el cielo que los iluminaba, coronados por unas
cejas finas, arqueada y más oscuras que el cabello; una nariz perfilada, casi transparente,
y con esa ligerísima curva apenas perceptible, que es el mejor distintivo de la
imaginación y del ingenio; y por último, una boca pequeña y rosada como el carmín.
(Mármol, 2012, p.XX).

Esta última y detallada descripción tiene lugar al visitar Florencia la casa de María
Josefa Ezcurra, cuñada de don Juan Manuel de Rosas y, como es de esperarse, mujer
federal. Para no abandonar dicho momento, analizaremos la primera descripción
realizada sobre María Josefa Ezcurra. Se la describe como una mujer de pequeña
estatura, flaca, de fisionomía enjuta, de ojos pequeños, de cabello desalineado y canoso,
donde flotaban las puntas de un gran moño de cinta color sangre, y cuyos cincuenta y
ocho años de vida estaban notablemente aumentados en su rostro por la acción de las
pasiones ardientes. (Mármol, 2012, p.XX).

Tras estas citas podemos destacar cómo las cualidades estéticas, son confundidas con
las cualidades morales e intelectuales. Por ejemplo, el narrador afirma respecto a la
nariz de Florencia Dupasquier, “con esa ligerísima curva apenas perceptible, que es el
mejor distintivo de la imaginación y del ingenio” (Mármol, 2012, p.XX).

De manera que parecería ser que a mayor belleza, mayor bondad e inteligencia. Otro
dato que resulta interesante dentro de estas citas, es la utilización del “color sangre”
para referirse el narrador a la cinta utilizada por María Ezcurra, adjetivo que nos permite
anticipar la opinión del mismo sobre la divisa punzó. Es este último elemento
mencionado, la divisa, otra de las grandes diferencias entre mujeres unitarias y
federales. Mientras que las mujeres federales utilizan grandes moños, las divisas
utilizadas por las unitarias son descriptas como pequeñas y apenas visibles. Pero
ejemplificaremos esta cuestión más adelante.

Para continuar con la comparación de las descripciones realizadas a mujeres unitarias y


federales, creemos sumamente ventajoso analizar el momento de encuentro entre ambas,
entendido como el baile dedicado a Su Excelencia el Gobernador, y a su hija Manuela.

Se describe la imagen de Amalia en el baile de la siguiente manera:

Su talle, redondo y fino como el de la estatua griega, estaba ajustado por una cinta
del mismo color que el viso, cuyas puntas tocaban con la orilla del vestido negro. Su
escote era también de blonda; y en el centro del pecho, un pequeño lazo de cinta igual a la
del talle completaba los adornos de su sencillo y elegante traje. Sus cabellos estaban
rozados, y sus rizos finos y lucientes caían hacia su cuello de alabastro; y entre ellos, en
su cien derecha, estaba colocada una linda rosa blanca. El resto de sus hermosos cabellos
castaños circundaba la parte posterior de su cabeza en una doble trenza que parecía
sujetada solamente por un alfiler de oro a cuya extremidad se veía una magnifica perla; y
bajo la trenza, en el lado izquierdo de la cabeza, se descubría apenas la punta de la cinta
roja (Mármol, 2012, p.XX).
Al contrario, la imagen de la mujer federal Agustina Rosas, hermana del general, se
describe de la siguiente manera:

Agustina Rosas de Mansilla entraba en el baile que se describe aquí, resplandeciente


de belleza y de lujo. Sus brazos, su cuello y su cabeza estaban cubiertos de diamantes,
y la presión que sufría su talle daba al rosado subido de su rostro una animación que
solo a las unitarias pareció chocante. Pero, habituada, la mayor parte de los que se
encontraban en los salones, especialmente los hombres, a mirar en Agustina la reina
de las bellezas porteñas, creyó que en esa noche conquistaba Agustina, y para siempre,
aquel indisputable rango. Su vestido era de blonda blanca sobre raso del mismo color,
y su peinado a la griega daba lugar, no a que resaltasen los perfiles o la redondez de su
bella cabeza, sino un lazo de diamantes que sujetaba su moño federal. (Mármol, 2012,
p.XX).

A pesar de la belleza de Agustina Rosas ser indiscutible, al ser ésta una belleza federal
resulta grosera, “había en ella demasiada bizarrearía de formas, puede decirse, y muy
pocas de esas líneas sentimentales, de esos perfiles indefinibles, de esa expresión vaga y
dulce, tierna y espiritual…”(Mármol, 2012, p.XX).afirma el narrador.

Las citas expuestas anteriormente, no solo ejemplifican el carácter grosero que se les
brinda a las mujeres federales, y el elegante que distingue a las unitarias, sino también,
ejemplifica la diferencia presente entre ambos grupos de mujeres, en el uso de la divisa,
antes mencionado. Es en el baile que podemos ver como las mujeres federales usan
lazos ostentosos, mientras que las unitarias se resisten a lucir la divisa, y cuando la
llevan procuran se vea lo menos posible, con el único propósito de garantizar la
seguridad propia y de los seres queridos.

Por último, antes de presentar la conclusión de esta monografía, plasmaremos en la


misma, algunas ideas interesantes, aportadas por el escritor y crítico literario David
Viñas (¿EN QUÉ TEXTO LO TRATA?), respecto al tema tratado.

Según David Viñas, se hace presente en Amalia una doble mirada. A la hora de realizar
descripciones referidas a la familia Rosas, se advierte un esfuerzo por parte del narrador
de atenerse a lo dado y afirmarse sólidamente en los datos inmediatos (el volumen, la
edad, las mejillas, los labios, la frente, los ojos, la ropa) presentando lo que Viñas
definiría un inmediatismo descriptivo, donde se describe lo vivido, lo presenciado, de
manera inmediata. Con este ritmo logra, afirma Viñas, insertarnos en la propia situación
(Rosas está ahí) (VIÑAS, año, página).

A la hora de realizar descripciones, en cambio, referidas a las mujeres unitarias se nota


de inmediato la diferencia. Se desbarata, según Viñas, toda posibilidad de estar ahí,
para centrarse así en lo que está allá, lejos, en una serie de objetos y seres ideales (“una
diosa”, “las princesas”, “el oro”, “el carmín”, son algunos de los adjetivos presentes en
los fragmentos en este trabajo citados, referidos a las mujeres unitarias). Se desplaza
también, afirma Viñas, el núcleo significativo de lo sustancial a lo adjetivo, adjetivos
que ya no son concretos e inmediatos, sino que se desmaterializan (“etéreas”,
“transparentes” y “ligeras” son algunos ejemplos de ello) (VIÑAS, año, página)
CONCLUSIÓN:

Tras analizar los fragmentos citados anteriormente, podemos afirmar que mujeres
unitarias y federales no son descriptas de igual manera a lo largo de la novela. Son las
fisionomías, las maneras, el lenguaje, la vestimenta incluso, lo que diferencia a las
mujeres unitarias de las federales. La refinada elegancia y la cortesía europea por parte
de las mujeres unitarias, se manifiesta en oposición, a los signos de barbarie por parte de
las mujeres federales.

BIBLIOGRAFIA:

MÁRMOL, José, Amalia, Buenos Aires, Editorial Losada, 2012.

VIÑAS, David, “Mármol: los dos ojos del romanticismo”, Ciudad, Editorial, Año., pp.
186-187. En la bibliografía solo van los libros no las páginas (VIÑAS, año, página)

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