Asignatura: Acto Jurídico y personas

UNIDAD II Actividad 1
ROJINA VILLEGAS,
Rafael. Derecho Civil Mexicano. Editorial Porrúa,
México, 2005. Páginas 325 a 330.
 CAPÍTULO I DEFINICIÓN

DEL ACTO JURÍDICO

1. Importancia del acto jurídico en el estudio del derecho— El acto

jurídico es uno de los conceptos fundamentales del derecho, pues realiza los
principales supuestos jurídicos. Se le define como una manifestación de
voluntad que se hace con la intención de producir consecuencias de derecho,
las cuales son reconocidas por el ordenamiento jurídico. Consúltense las
páginas 83 a 13 9 del t. v, v. i de esta obra, en donde se hace un estud io
más amplio de los hechos y actos jurídicos.

"La palabra 'acto' en la terminología jurídica tiene dos sentidos diferentes:

designa en ocasiones una operación jurídica, correspondiendo entonces, a la
palabra latina negotium; otras veces, designa un documento probatorio, destinado a
demostrar alguna cosa, respondiendo en este caso, al término latino instrumentum.
Una venta, una donación, un pago, una remisión de deuda, considerados en sí
mismos y haciendo abstracción de su prueba, son actos jurídicos; los documentos
notariales o privados en que se hacen constar tales operaciones, son actos
instrumentales. Por el momento, únicamente nos ocuparemos de los primeros;
estudiaremos los actos instrumentales más adelante, a propósito de las pruebas."
(Planiol, Tratado Elemental de Derecho Civil, t. I, de la traduc. del Lic. José M.
Cajica Jr., Puebla, 1946, pág. 152.)

El acto y el hecho jurídicos constituyen las formas de realización de los

supuestos de derecho. El supuesto en el proceso normativo desempeña un
papel semejante al de la causa en el proceso de causalidad. Sin embargo,
las diferencias son notorias y ya hemos dicho que el principio de causalidad,
es sustituido en el orden jurídico por el de imputación.

"Un derecho nace cuando concurren todos los supuestos a los cuales él
ordenamiento jurídico condiciona el nacimiento de aquél." (Tratado de Derecho Civil,
Enneccerus, Kipp y Wolff, t. I, v. II, pág. 1.)

En sentido general, la doctrina francesa habla de hechos jurídicos,

comprendiendo todos aquellos acontecimientos naturales o del hombre) que
originan consecuencias de derecho. De esta suerte distingue los hechos
jurídicos en estricto sentido, de los actos jurídicos. Considera que hay hecho
jurídico cuando por un acontecimiento natural o por un hecho del
hombre, en el que no interviene la intención de originar consecuencias de
derecho, se originan, no obstante, éstas. Por otra parte, estima que hay
acto jurídico, en
325
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aquellos hechos voluntarios ejecutados con la intención de realizar

consecuencias de derecho, y por esta lo deñne como una manifestación de
voluntad que se hace con la intención de originarlas.

"En el sentido amplio, se entiende por acto jurídico (textualmente, arts. 1324,
1334 y 1703) un acto humano, realizado consciente y voluntariamente por un
sujeto (por lo general, capaz de obrar), del cual nacen efectos jurídicos, porque el
sujeto, al realizarlo, quiere determinar un resultado; y tal resultado se toma en
consideración por el derecho.
"Son actos humanos no-jurídicos, aquellos que, por su naturaleza, no son
materia de relaciones jurídicas y aquellos que tienen por sustrato un interés no-
merecedor de protección jurídica.
"Prescindiendo de los actos jurídicos que entran en el campo del derecho
público y penal (sustancial) o en el campo del derecho procesal (civil o
penal), los actos jurídicos que deben asignarse al territorio del derecho privado, son
—de ordinario— manifestaciones de voluntad." (Francesco Messineo, Manual de
Derecho Civil y Comercial, traduc. de Santiago Sentís Melendo, Buenos Aires,
1954, t. II, pág. 332.)

La diferencia, según la doctrina francesa, entre el hecho y el acto

jurídicos, no está en la intervención del hombre, toda vez que los hechos
jurídicos pueden ser naturales y del hombre, y en estos últimos existen los
voluntarios, los involuntarios y los ejecutados contra la voluntad. Por lo
tanto, hay hechos jurídicos voluntarios, es decir, ejecutados por el hombre, pero
en ellos l,a voluntad no está animada de la intención de producir
consecuencias de derecho; esos hechos jurídicos voluntarios pueden ser lícitos
o bien, ilícitos.

"Por regla general, el acto (en sentido jurídico) se define como la exteriori-
zación (o actuación) de la voluntad humana, distinguiéndose los actos positivos
(que también se llaman actos en sentido estricto) y las omisiones, según que la
voluntad se manifieste en un hacer o en un omitir."
"Así resultan estos tres grupos capitales de actos jurídicos: declaraciones de
voluntad, actos de derecho y actos contrarios a derecho."
"Declaraciones de voluntad. Por tales se entienden las exteriorizaciones de la
voluntad del particular dirigidas a un efecto jurídico." (Enneccerus, t. I, v. II,
págs. 8 y 11.)

Los hechos ilícitos son los delitos y los cuasidelitos. En los delitos existo
la intención de dañar, pero no la de originar consecuencias jurídicas; por
esto no son actos jurídicos.

"Los hechos jurídicos son innumerables; y no pueden clasificarse útilmente. Sin

embargo, se suelen poner en evidencia dos clases de hechos: a saber, los hechos
(o eventos) naturales y los hechos (o eventos) humanos; estos últimos, mejor, se
llaman actos.
"Hay hechos naturales jurídicamente irrelevantes (por ejemplo, la caída de una
estrella, un crepúsculo, las variaciones de la temperatura y similares) y hechos
humanos (actos) jurídicamente irrelevantes (una invitación para cenar, la cita para
una excursión o para una diversión en común, la lectura de un manifiesto público,
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el hacer gimnasia, el recitar una poesía o un motivo musical o un discurso
escuchado, el asistir a una conferencia, el fumar un cigarrillo, el aplaudir o el
desaprobar un espectáculo, el hacer una visita, el sostener una discusión y similares)."
(Francesco Messineo, oh. cit., t. II, pág. 322.)

Los hechos voluntarios lícitos fueron llamados en el antiguo derecho

francés, siguiendo a los glosadores, cuasicontratos; y expresamente el Código
Napoleón acepta esta denominación. Los cuasicontratos son hechos
voluntarios lícitos; se consideran como tales: la gestión de negocios, el pago
de lo indebido y ciertos casos de copropiedad, en virtud de que estas
situaciones implican actos del hombre, sin que haya la intención de originar
consecuencias de derecho.

"El conjunto de requisitos, a que el ordenamiento jurídico (es decir, las

proposiciones jurídicas abstractas) condiciona un efecto jurídico, o sea el
nacimiento, la extinción o la modificación de una relación jurídica, se llama
supuesto de hecho de este efecto jurídico. Entre el supuesto de hecho y el efecto
jurídico media la relación lógica de fundamento a consecuencia."
"La expresión supuesto de hecho (tathestand) ha sido creada por la ciencia del
derecho penal (supuesto de hecho del delito), pero ha sido recogida por la
doctrina del derecho privado."
"El elemento principal del supuesto de hecho es el hecho jurídico.
Calificamos de hecho jurídico, o sea un hecho que tiene importancia o eficacia
jurídica, a aquel que, por sí o junto con otros, determina un efecto jurídico."
(Enneccerus, t. I, v. II, págs. 5 y 6.)

En oposición de los hechos jurídicos en estricto sentido, la doctrina

francesa habla de los actos jurídicos. El acto jurídico constituye uno de los
conceptos fundamentales del derecho, en virtud de que, a través de él, se
pueden estudiar las características principales del derecho privado y del
derecho público.

"El negocio jurídico (o acto jurídico en la terminología mexicana o francesa)

es un supuesto de hecho que contiene una o varias declaraciones de voluntad y
que el ordenamiento jurídico reconoce como base para producir el efecto jurídico
calificado de efecto querido."
"Todo negocio jurídico exije como parte esencial una declaración de voluntad,
esto es, una exteriorización de la voluntad privada dirigida a provocar una
consecuencia jurídica (supra art. 128, IV, 1). Puede consistir también en una
pluralidad de exteriorizaciones de la voluntad. Analicemos este elemento."
"El C. c. distingue las declaraciones de voluntad que tienen que emitirse
hacia una persona a quien afectan y aquellas en que falta un destinatario
determinado. Las primeras se llaman 'declaraciones recepticias'. Tales son, por
ejemplo, la promesa pública, la ocupación de una cosa sin dueño, la derelicción."
(Enneccerus, t. I, v. II, págs. 54 y 60.)

En el acto jurídico privado, estudiamos las instituciones fundamentales

del derecho civil y mercantil; es decir, el contrato, el convenio, el
testamento, la declaración unilateral de voluntad y el conjunto de actos
llamados unilaterales, tales como el pago, la remisión, la aceptación de
la he-
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rencia, el reconocimiento de hijos; de tal manera que la noción del acto

jurídico unilateral o plurilateral, es esencial para comprender las principales
instituciones del derecho civil.

"Importancia y definición de los actos jurídicos. Los actos jurídicos son causa
de la mayor parte de las relaciones de derecho existentes entre los hombres. Se da el
nombre de actos jurídicos a los actos realizados únicamente con objeto de producir
uno o varios efectos de derecho; se les llama 'jurídicos', en razón de la naturaleza
de sus efectos." (Planiol, t. I, pág. 152.)

En el derecho mercantil, el acto de comercio constituye la base de esta

rama del derecho privado; nos sirve para caracterizar todas las operaciones
de comercio y constituye un concepto necesario para el estudio de los
contratos mercantiles y de los títulos de crédito. También el acto jurídico
en el derecho civil o mercantil, es la fuente de la personalidad colectiva; a
través del contrato se constituyen las sociedades y las asociaciones civiles;
también por el contrato se da nacimiento a las sociedades mercantiles.
En otra rama del derecho, los sindicatos o asociaciones profesionales
tienen su origen también en un acto jurídico colectivo. En el derecho del
trabajo, la aplicabilidad de todas sus normas dependerá de que exista el
contrato individual de trabajo, el contrato colectivo o el contrato ley.
El contrato, por consiguiente, como acto jurídico tipo, tiene también la
característica especial de originar la personalidad jurídica.
En el derecho público, el estudio del acto jurídico es esencial para el
derecho procesal. Tanto el acto jurisdiccional en su conjunto, como
secuencia de actos jurídicos procesales, como la acción y la sentencia, son
actos jurídicos.
Debe hacerse la distinción entre el acto jurisdiccional que comprende
una secuela de actos jurídicos, desde la acción, hasta la sentencia, y los
actos procesales independientes que se relacionan en cada etapa del
procedimiento. De esta suerte tenemos la acción en juicio, que a través de
la demanda constituye una manifestación de voluntad de carácter
unilateral, con la intención de que se produzcan determinadas consecuencias
judiciales, las cuales son reconocidas por la norma.
La primera y fundamental consecuencia es la de provocar y exigir la
intervención de un órgano del Estado, especialmente del órgano
jurisdiccional, para que dirima una controversia, o en todo caso, para que
rechace la demanda si ésta es notoriamente improcedente. Tanto en el caso
de admitir la demanda, como en el de rechazarla, se produce la
consecuencia más importante de la acción, al provocar y obtener la
intervención del órgano jurisdiccional. Y se caracteriza el derecho público de
acción como una facu ltad d e exig ir al Estado qu e intervenga en un a
co ntr oversia o decid a un caso para determinar la certidumbre jurídica.
En la secuela del procedimiento, la contestación de la demanda, la
réplica, la duplica, el ofrecimiento de pruebas, los alegatos;, constituyen actos
jurídicos que producen determinadas consecuencias de orden procesal, y son
los antecedentes necesarios o naturales del juicio para llegar hasta la
sentencia. Finalmente, la sentencia se caracteriza como un acto jurídico
unilateral
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de autoridad; en el cual el juez manifiesta su voluntad, conforme a derecho,

para resolver una controversia. En esta manifestación de voluntad del juez,
como órgano del Estado, hay sólo una manifestación de voluntad de la norma
jurídica. Es decir, el juez no manifiesta su voluntad libremente, como ocurre
en el contrato o en el testamento; la manifestación está condicionada por los
dictados de la norma jurídica; por esto Kelsen dice que la manifestación de
voluntad del juez, es una manifestación de voluntad del orden jurídico.
En otro aspecto del derecho público, el acto legislativo, base de la
función de ese nombre, constituye una de las actividades primordiales del
Estado; y a la vez la forma de crear y de integrar el orden jurídico. Por
consiguiente, un análisis completo del acto jurídico, debe abarcar un
estudio de la función legislativa: de la creación e interpretación de la ley.
Finalmente, a través del acto y de la función administrativa, podemos
estudiar las características principales del derecho administrativo.. Se pueden
considerar como instituciones fundamentales de este derecho: 1? La función
administrativa; 2? El acto administrativo; 3? Los servicios públicos; 4 9 La
centralización y descentralización de funciones y servicios.
Estos temas fundamentales del derecho administrativo giran alrededor del
concepto de acto jurídico.

"Los negocios jurídicos son unilaterales o son contratos.

"I. El negocio unilateral sólo contiene la declaración de voluntad de una
parte, como el testamento, la promesa pública, la denuncia, la impugnación, la
ocupación y la derelicción. Se trata sobre todo de negocios jurídicos mediante los
cuales se ejercen los derechos potestativos (supra art. 66, I, 3).
"II. Los negocios jurídicos bilaterales o contratos contienen declaraciones de
voluntad correlativas y recíprocas de dos o más partes." (Enneccerus, t. I, v. II,
págs. 69 y 70.)
"Se distinguen los negocios jurídicos ínter vivos y mortis causa.
"I. Los negocios mortis causa están destinados a regular las relaciones
jurídicas después de la muerte del sujeto del negocio o de uno de los sujetos
del negocio, y a dividir el patrimonio. Así, pues, sólo cobran eficacia con la
muerte y si el favorecido por ellos sobrevive al sujeto del negocio.
"Son inter vivos todos los demás negocios, aunque acaso se concluyan con
vistas a la muerte."
II. Según el fin a que tienden, los negocios jurídicos son de derecho de
familia (conclusión del matrimonio, adopción) y de derecho patrimonial, y éstos
a su vez son obligatorios, reales o sucesorios.
"III. Constituyen una categoría especial los negocios por los cuales uno
enriquece el patrimonio de otra persona (Zuwendungen)." (Enneccerus, t. I, v.
II, pág. 74.)

2. Ideas de Duguit sobre el acto jurídico.—Uno de los autores que más ha

insistido sobre, la importancia que tiene una definición correcta del acto
jurídico, así como el precisar sus elementos, es León Duguit, quien hace
un amplio estudio del mismo en su Tratado de Derecho Constitucional.
Después de que Duguit hace el análisis de los distintos momentos que
existen en el acto volitivo, consistentes en la concepción, deliberación,
decisión y ejecución, pasa al estudio de lo que él llama objeto inmediato,
me-
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diato y fin en el acto jurídico. Transcribimos al efecto los principales

conceptos de dicho autor al respecto.

"Todo acto de voluntad tiene pues dos objetos: el objeto inmediato,

movimiento corporal directamente querido y producido, y el objeto mediato,
modificación en el mundo exterior, que no es un producto de la voluntad del
sujeto, que sólo puede obrar sobre sus órganos.
"Por lo que respecta al fin determinante, es preciso evitar confundirlo con el objeto
mediato del querer. El fin, es el por qué se elige como principio de acción, cierta prestación.
Una infinidad de circunstancias, de sentimientos, de impresiones, de estados
psicológicos o fisiológicos, pueden influir sobre la elección hecha después de la
deliberación. Es lo que los psicólogos llaman móviles y que se reducen al orden de
las sensaciones... El objeto, mediato o inmediato, es siempre algo de material o más
exactamente, de extrapsicológico, un movimiento, una transformación de materia,
una modificación fisiológica, económica, jurídica. El fin determinante es, al
contrario, algo puramente psicológico...
"Que el acto jurídico sea un acto de voluntad es un punto sobre el cual todo
el mundo está de acuerdo. Pero que todo acto de voluntad no sea un acto jurídico,
es también algo en lo que todo el mundo conviene fácilmente. No es dudoso que
ciertos efectos del derecho se produzcan sin que haya un acto de voluntad."
"La definición más simple y al mismo tiempo más exacta que nos parece que
pueda darse del acto jurídico es ésta: Es acto jurídico todo acto de voluntad que
interviene con la intención de- que se produzca una modificación en el ordenamiento
jurídico, tal como exüie en el momento en que se produce, o tal como existirá en
un momento futuro dado."
"Esta definición hace aparecer luego un primer punto: Un acto voluntario a
consecuencia del cual se produce una modificación en el dominio del derecho
no es un acto jurídico, si en el momento en que se efectuó este acto, el agente no
tenía la intención de que se produjese una modificación en el dominio del derecho."
"Finalmente la definición del acto jurídico se reduce a esta muy simple fórmu-
la: es un acto de voluntad hecho con la intención de que, si alguien hace o no
hace alguna cosa, se abra contra él una vía de derecho que la conciencia colectiva
estima legítima."
"El fin determinante del que nadie duda que es un elemento esencial del
acto de voluntad en general, es también un elemento esencial del acto de voluntad
jurídica; algunos jurisconsultos tradicionalistas lo ponen en duda; pero toda la
jurisprudencia, se revela contra su doctrina. El fin determinante sólo es un
elemento de orden puramente psicológico, y por esto quizá, ha escapado al análisis
insuficiente de muchos juristas. No consiste, como el objeto inmediato, en un
movimiento corporal o, como el objeto mediato, en un efecto material o jurídico
relacionado por la ley natural o por el derecho objetivo a un. movimiento corporal;
es una cierta representación en el espíritu del sujeto."
"Al lado del fin o motivo determinante, pueden obrar cierta cantidad de
motivos de orden secundario y contingente, que he llamado ya los móviles o
motivos impulsivos, que son evidentemente elementos que participan en la
determinación o elección, pero de una importancia secundaria y aún nula para el
valor jurídico del acto. Pido prestado para jugar porque amo el juego, porque
amo el dinero por el dinero, porque tengo deudas, móviles que seguramente obran
sobre la determinación, que pueden quizá modificar la calidad moral del acto, pero
que, más a menudo, no son de consecuencias para su valor social y jurídico."
(Duguit, Traite da Droit Constitutionnel, 2? ed., 1921, t. I, págs. 224-232.)