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DICTADURA Y EDUCACIÓN
Palabras preliminares:
Este trabajo pretende indagar en torno a la acción llevada adelante por la
Dictadura Militar en lo educativo y cultural, particularmente la forma que asumió esta
política en el ámbito local; la ciudad de Santa Fe, y en un espacio educativo: el Instituto
Almirante Brown de la ciudad de Santa Fe.
Para lograr reconstruir la citada época, apelamos tanto a bibliografía
impresa como a la producción de fuentes orales; que en este caso es la realización de
dos entrevistas a profesores de la institución, los cuales se desempeñaban como
docentes durante la dictadura; éstos aún son profesores del establecimiento.
En este trabajo cotejamos los sucesos transcurridos durante la dictadura a
nivel nacional con lo que sucedía a nivel provincial, más específicamente en el Instituto
Almirante Brown. Nos centramos básicamente en los siguientes temas: la dominación
cultural y sus consecuencias y la acción política de la Dictadura Militar en la Educación.
El autodenominado "Proceso de Reorganización Nacional", que se inició con un
golpe de Estado protagonizado por las Fuerzas Armadas el 24 de marzo del año 1976,
consideró al sistema educativo como un terreno más de confrontación bélica, parte de
una guerra transversal contra el enemigo "subversivo" en toda la República Argentina. La
desaparición forzada de personas y la purga de "izquierdistas" en las cátedras o cargos en
todos los niveles de la escuela pública y privada, fue acompañada por el estricto control
de lo que se enseñaba y de cómo se enseñaría a partir de entonces. En un marco de
situación caracterizado por el terrorismo de Estado.
El objetivo no era solo introducir una transformación profunda en la economía
sino también en el comportamiento de la población. Así lo ejemplificamos a través de
las palabras de Martínez de Hoz: “Para llevar a cabo este objetivo era necesario
modificar las estructuras… El cambio propuesto era muy profundo, no bastaba con un
simple proceso de ordenamiento, sino que había que transformar normas y marcos,
instituciones, administrativos, empresariales, políticas, métodos, hábitos y hasta la
misma mentalidad”.
La represión ilegal por parte del Estado, sin lugar a duda alguna inaugura el
período más violento de la Historia Argentina. Así en el primer capítulo del Nunca Más se
inicia con una reflexión en torno al uso del término “exceso” y aclara que: “Los casos
transcriptos no son aquellos que constituyen excesos, ya que tales excesos no existieron
si se entiende por ello la comisión de actos aislados, particularmente aberrantes”.
Es que toda la metodología, desde su ideación, constituyó el gran exceso, lo
aberrante fue la práctica común por millares. Son los “normales”. El secuestro, la
tortura y la muerte fueron los tres elementos básicos de la represión.
La cultura no estuvo ausente en los planes de gobierno militar, todo lo contrario
fue atacada en todas sus acepciones. Se instauró la cultura del orden y de la sospecha
en todos los ámbitos: sociales, institucionales, educativos comunicacionales, etc.
En un documento de la época, según un informe de AIDA (Asociación Internacional
para la Defensa de los Artistas, víctimas de la represión del mundo) podemos resumir lo
que se pretendía: “Instrucciones para detectar indicios subversivos en la enseñanza de
sus hijos… Lo primero que se puede detectar es la utilización de un determinado
vocabulario, que aunque no parezca muy trascendente, tiene mucha importancia para
realizar este trasbordo ideológico que nos preocupa, así aparecen vocablos como:
diálogo, burguesía, proletariado, explotación, cambio de estructuras, capitalismo… y en
las cátedras religiosas abundan términos como liberación, compromiso.”
También fueron atacadas las producciones literarias o artísticas, se puede
incluir la cultura masiva, los medios de comunicación, la industria cinematográfica, en
fin todo lo que al arte refiera. Se rechazaba a los intelectuales y a la cultura letrada.
La respuesta sobre el por qué todas estas medidas, tal vez las encontramos
en los documentos iniciales de la dictadura, entre los objetivos de la Primer Acta de
Gobierno donde figuran los siguientes: “Objetivos básicos del Proceso de Reorganización
Nacional… vigencia de los valores de la moral cristiana, de la tradición nacional y de la
dignidad del ser argentino… Conformación de un sistema educativo acorde con las
necesidades del país que sirva efectivamente a los objetivos de la Nación y consolide los
valores y aspiraciones culturales del ser argentino”.
Es conveniente detenernos en la respuesta de la sociedad: ¿cuál fue?. Como
es de suponer no fue posible otra reacción más que el estupor, y consecuentemente
paralización de la sociedad en su gran mayoría, antes las medidas tomadas desde el
mismo día del Golpe de Estado, acompañadas de una sistemática y metódica represión
violenta.
El terror era avalado directamente por amenazas públicas dirigidas a la
población por parte de miembros del gobierno militar, tales como por ejemplo:
“Primero mataremos a todos los subversivos, luego mataremos a sus
colaboradores, después… a sus simpatizantes, enseguida a aquellos que permanecen
indiferentes y finalmente a los tímidos”.
“Un terrorista no es solamente alguien con un revolver o con una bomba,
sino también cualquiera que difunde ideas que son contrarias a la civilización occidental
cristiana” palabras del General Videla. 1
A pesar de todas las amenazas, desapariciones y secuestros entre otras
tantas cosas, muy lentamente pero se comenzaron a sentir algunas voces que expresaron
de diferentes maneras su desacuerdo. La sociedad comenzó paulatinamente a responder
primero con aislados intentos de resistencia, con búsquedas individuales, luego un
conjunto de organismos de defensa de los Derechos Humanos comenzaron a hacer
denuncias públicas en el país y en el exterior, la mayoría de estos organismos se crearon
como consecuencia directa de la brutal represión, otros ya tenían historia en nuestro
país.
1
Declaraciones realizadas al periódico ingles: “The Times”, Londres, 4 de enero de 1978.
Podemos citar algunas de las organizaciones defensoras de los derechos
humanos:
¾ La Liga Argentina por los Derechos del Hombre: que fue fundada en 1937
adoptando la declaración Universal de los Derechos Humanos como inspiración
fundamental.
¾ Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas: se crea en
1976 con familiares que fueron encontrándose en las visitas a las cárceles o en diversos
juzgados, comisarías, Ministerio del Interior, etc.
¾ La Organización de Madres de Plaza de Mayo: comienza a reunirse desde
1977, ellas mismas relatan sus inicios en varios libros y folletos.
¾ Las Abuelas de Plaza de Mayo: se constituyen en octubre de 1977, tienen
como objetivo la búsqueda de los niños desaparecidos, nacidos en cautiverio o
secuestrados junto con sus padres, para restituirlos a su legítima familia.
La resistencia desde otros lugares de la sociedad no se hizo esperar, lenta, pero
firmemente se comenzaron a plantear críticas y denuncias. Y así encontramos
resistencias: desde el teatro, desde el rock, desde la literatura, desde la prensa en
general, sobre todo de algunos medios gráficos (que a diferencia de otros, no
simpatizaban con el régimen).
Algunas de las formas de resistencia que se vivieron en Santa Fe, desde el
Instituto Brown fueron propiciadas por un grupo de padres, al no estar de acuerdo con
lo que se proponía desde los cargos más altos de la institución.
Por ello nos parece importante recuperar las palabras de los entrevistados “S” y
“P”, que a la vez “S” fue uno de los padres que junto con otros provocaron el primer
movimiento de resistencia civil al Proceso en Santa Fe:
“Yo recuerdo cuando… la actitud de los chicos de secundario del Brown, de
rechazo a la intervención… Yo –ya cesanteado- participaba en un movimiento de padres,
en defensa de la escuela pública, focalizado en Brown. Brown era una sola institución,
se parte tal cual aparece ahora”.
N: “eso es en qué año..?”
“… ‘79 u ‘80… Porque la interventora que desplazó a G era la profesora R de
Ciencias Biológicas o Zoología, una personalidad gélida que a sí misma se cavó el repudio
manifiesto o encubierto de la ciudadanía porque hizo entrar a la policía, con los
estudiantes sentados en el patio… Y con el movimiento de un grupo de padres –entre
ellos estaba Jorge C, B , el veterinario, que tenían hijos acá… Estaba R… Y un señor que
es el papá de un muchacho que es concejal y que había sido Ministro de Educación de
la Revolución Libertadora en 56.
En esa época empezó la intención de atomización de Brown cuando era ministra
de educación la monja … Se ha vivido en la educación –desde mi óptica- en Santa Fe un
sordo conflicto entre lo privado y lo público, un larvado enfrentamiento…y en vez de
sumar esfuerzos, retacearse de un lado y de otro… y la pérdida es para todos. Recuerdo
que en el Centro Cultural Provincial el ministro que en esa momento era Carreras citó
los directivos de los tres niveles en el que había quedado convertido Brown, era G por el
terciario, R por el medio, y una maestra que había venido de Coronda… que se llamaba
la señorita Elda… buena persona… ligó esto para jubilarse, y bueno, enganchó… En el
Centro Cultural, haciendo un arco los padres, llenando la sala. Y este señor, S… un tipo
claro, interesante… Y nos reuníamos, los padres, V también, la mamá de una alumna…
Hay escritos, documentos, en El Litoral… Y cuando el Ministro dijo que “la educación era
como una nave que la y había que…” , cuando el Ministro empezó con esa
argumentación, ahí nos levantamos todos y nos fuimos. Quedó sólo en el escenario el
ministro y R.. Esas eran acciones de resistencia importante. Eso se documenta como el
primer movimiento de resistencia civil al Proceso en Santa Fe, originado en el conflicto
en Brown. Esto se puede consultar en los archivos de El Litoral. Yo no sé si nos dábamos
cuenta de los riesgos… o a pesar de los riesgos…”
P “ No nos dábamos demasiada cuenta o teníamos tanta fuerza que…”