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INTRODUCCION

Cartagena después de tener un destacado desarrollo durante la colonia y en especial en el

siglo XVIII cuando se culminan las impresionantes obras de arquitectura militar, las

batallas relacionadas con la gesta de independencia, la reconquista española, y las

epidemias; la ciudad fue sometida a cortadas vías de abastecimiento, devastación, hambre

y sed. Estos redujeron dos tercios de la población, las relaciones políticas aisladas de todas

las decisiones nacionales, la crisis económica por la destrucción de sus vías de

comunicación y la desaparición de sus lazos comerciales con el área del caribe1.

A partir de la pérdida del rol internacional que representaba Cartagena para las relaciones

comerciales de España, su actividad económica como ciudad – puerto inició un proceso de

decadencia que se extendió hasta principios del siglo XX. La pérdida de representatividad

política ante el gobierno central, propició el desplazamiento de la actividad portuaria a

Santa Marta y Barranquilla, trasladándose a los otros puertos del Caribe Colombiano la

primacía urbana y comercial que había tenido Cartagena durante la época colonial.

La reapertura del canal a finales del siglo y la puesta en marcha del ferrocarril Cartagena –

Calamar en 1894, permitieron nuevamente la comunicación desde el interior del país hasta

el mar Caribe, a través del río Magdalena. Surgieron entonces las primeras fábricas

manufactureras, dando origen a la actividad industrial de la ciudad. Así mismo, la llegada

de la energía eléctrica, la fundación de la base naval y la construcción del acueducto de

Matute entre otras obras, propiciaron el proceso de resurgimiento, su recuperación

económica y social.2
1
Arango Cardinal Silvia. Cartagena en el siglo XIX (1821-1911). In: Villes en parallèle, n°47-48, décembre
2013. Carthagène – Veracruz. Villes-ports dans la mondialisation. pp. 69. DOI :
https://doi.org/10.3406/vilpa.2013.1632 fecha de consulta: 5 de agosto 2020
2
Silvana Giamo Chavez, “Cartagena, sobrellevando la crisis” :en relatoría del taller ¿ Cómo es Cartagena al
final del siglo XX , Cartagena de indias, observatorio del caribe colombiano, 1999, pp.6
El crecimiento debido al desarrollo de la industria , del comercio y a las migraciones

generadas por las violencias socio-políticas del país, la ampliación de la infraestructura y

de los servicios; puso de presente la tensión entre los nuevos requerimientos y la historia

encerrada en sus arquitecturas. Con miras a atender las necesidades de expansión a

territorios cercanos, con mayor decisión que en el siglo XIX, la apertura de puertas y la

demolición de diferentes sectores de la muralla, sin mayor consideración con la memoria

allí contenida. Con estas demoliciones, los bordes de agua, hasta entonces contenidos por

murallas y baluartes, o expuestos en las zonas portuarias y costeras, se introdujeron en su

paisaje urbano como playas de lujosos, hoteles o como cloacas de sectores de escasos

recursos.

El “murallicidio” se inició en 1880 con la apertura de la segunda puerta en la Plaza de la

Aduana y culminó con la demolición del sector de muralla entre la Torre del Reloj y la

India Catalina y los baluartes que había en ese trayecto: San Pedro, San Andrés, San Pablo3.

El Plan Pearson de 1914 y el Plano Regulador de 1948 constituyeron los horizontes de la

planificación urbana de la ciudad de Cartagena de Indias durante la primera mitad del siglo

XX. El propósito de ambos proyectos, pese a sus particulares disposiciones, estaba

orientado hacia la modernización del entorno urbano. Empresa que, en el ideario de las

élites locales y nacionales, estaba garantizada puesto que las dos propuestas de ciudad se

acomodaban a los modelos urbanos euro-centristas priorizaban el componente

morfológico. Los ejes de ésta pretendida restauración fueron la higienización, la

implementación de servicios públicos y el equipamiento urbano. La adecuación de la

superestructura y de la infraestructura urbana sería la base del despegue económico que por
3
García Moreno Beatriz. Cartagena de Indias, ciudad de paradojas y contrates. In: Villes en parallèle, n°47-48,
décembre 2013. Carthagène – Veracruz. Villes-ports dans la mondialisation. pp. 190.191. Doi:
www.persee.fr/doc/vilpa_0242-2794_2013_num_47_1_1637 fecha de consulta: 5 de agosto 2020
décadas le fue esquivo a la ciudad. Sin embargo, el ideario de las autoridades formulado

tanto en el Plan Pearson como en el Plano Regulador contrastaría con la mirada crítica de la

prensa local que, en muchos momentos, fungía como oposición política y en otros casos

retrataba a través de sus plumas las verosimilitudes de una ciudad en donde la exclusión fue

el rasgo sobresaliente de su vida social4.

La ciudad recibió un gran impulso económico y urbanístico en la década de 1920, cuando

la Andian Corporation, una filial canadiense de la Standard Oil decidió que el oleoducto

que se construiría desde Barrancabermeja para exportar petróleo llegaría a la bahía de

Cartagena. Por esa razón, desde 1920 la Andian empezó a comprar terrenos aledaños a la

bahía, como 730 hectáreas en la isla de Tierrabomba, 102 fanegadas en la península de

bocagrande y 1.045 hectáreas en Isla Coquito en Barú. Luego, en 1922 y 1924, compró la

Hacienda de Mainero Trucco en el sector de Mamonal y seis caballerías en Pasacaballos. El

oleoducto Barrancabermeja-Cartagena se inauguró el 1 de julio de 1926. Había empezado a

construirse en 1923. El crudo llegaba a la estación de la empresa en Mamonal, de donde se

bombeaba a los barcos banqueros5.

Durante la segunda mitad del siglo XX, la ciudad vio emerger dos grandes sectores

económicos: el sector manufacturero a partir de la instalación de la refinería de petróleos de

Mamonal y el sector turístico. Ambos suficientemente estudiados y caracterizados por sus

débiles encadenamientos productivos con el territorio de la ciudad, y por la baja generación

de empleo. La actividad turística significó igualmente extracción de rentas, explotación de

los recursos arquitectónicos y paisajísticos de la ciudad y la consolidación de un modelo


4
Valdemar Villegas Fabricio, “Modernización urbana y exclusión social en Cartagena de Indias, una mirada
desde la prensa local. Territorios N°36, ISSN: 0123-8418 / Bogotá, 2017, pp: 160. Doi:
http://dx.doi.org/10.12804/revistas.urosario.edu.co/territorios/a.5157. fecha de consulta: 5 de agosto 2020
5
Aguilera Díaz, María, Adolfo Meisel Roca “Tres siglos de historia demográfica de Cartagena de Indias” en
colección de economía regional ISBN: 978-958-664-224-8 , Cartagena : Banco de la República, 2009.pp:111.
para parte de la ciudad, que recibió grandes inversiones públicas y privadas, que no recibió

el resto de la ciudad. Así las cosas, además de la simbiosis de las élites locales con las

nacionales, tenemos que durante la segunda mitad del siglo XX se consolidan, a la manera

de Acemoglu y Robinson, un conjunto de instituciones económicas y políticas excluyentes

que profundizaron la desigualdad. Cartagena inició el siglo XXI con altos índices de

pobreza, profunda desigualdad social y altos signos de violencia urbana6.

Desde el punto de vista demográfico, la recuperación de Cartagena comenzó a hacerse

evidente en el año de 1881, cuando se registró, por primera vez en todo el período

republicano, un incremento en la población, con un conteo de 9.491 habitantes (Aguilera

Díaz & Meisel Roca, 2009, pág. 60). Entre las décadas de fin de siglo XIX e inicios del XX

aparecieron los primeros barrios extramuros. En cuanto a lo recién mencionado, vale la

pena retomar el argumento de David Harvey (2012) que hace referencia a cómo la

urbanización puede servir para absorber grandes cantidades de trabajo y de capital y así

funcionar como instrumento esencial de estabilización social7.

El siglo XX ha sido una de las menos estudiadas por los intelectuales y académicos. El

privilegio que los investigadores desarrollaron por el mundo colonial, el estudio de la

significativa participación de Cartagena en la gesta independentista y el adverso panorama

experimentado durante el periodo republicano, así como la existencia de una historiografía

tradicional enfocada en actos fundacionales, explican en parte ese vació historiográfico en

los marcos de la historia urbanística de la ciudad.

6
Alberto Abello Vives, “Políticas culturales para Cartagena de indias .Antípodas para una cultura proscrita”. En Pensar
Cultura 2014. Versión 5: 12 de junio de 2014. Pp: 18.
http://www.aecidcf.org.co/MDC/sites/default/files/adjuntos/Ponencia%20Conferencista%20Invitado_Alberto
%20Abello.pdf fecha de consulta: 5 de agosto 2020
7
Serrano Abelló Carolina.” De arrabal a barrio cool: historia , patrimonializacion y turistificacion en el barrio
Getsemaní de Cartagena de Indias ( Colombia). Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 2016.pp: 87.
El crecimiento urbano está tratado desde dos formas diferentes de urbanización que se

dieron en la ciudad. La primera de ellas fue planificada y está expuesta por Alberto

Samudio, que estudia cómo se construyó la isla de Manga en las primeras décadas del siglo

con amplias casas influidas por la arquitectura republicana francesa, que fueron dando paso

a otras más modestas de carácter colonial o tropical, hasta que en los setenta se construyen

edificios de varias plantas de pisos. No obstante, Manga sigue siendo en mi recuerdo, junto

a la ciudad histórica, uno de los lugares de más encanto de Cartagena. Bocagrande es la

segunda urbanización planificada cuando la petrolera canadiense Andian en 1921 construye

las primeras viviendas de tipo californiano para sus empleados, en esta península tan

cercana del centro de la ciudad. Aquellas serán seguidas en 1947 por el Hotel Caribe, el

edificio más emblemático y simbólico del turismo de Bocagrande. Aquí al igual que en

Manga se dá una "densificación incontrolada" a partir de los años setenta. Rodolfo Ulloa

centra su Comentario en la evolución de la ciudad y el reflejo en ella de los cambios

económicos ocurridos.

Con el fin de comprender la imbricación de las políticas urbanas y turísticas y también la

influencia, o incluso el liderazgo ejercido por algunas organizaciones privadas en la

definición y en la aplicación de las políticas públicas en cuanto al patrimonio, desarrollo

urbano y turístico de la ciudad, la Sociedad de Mejoras Publicas creada en 1923 ayudo para

acompañar los procesos de modernización en las obras de embellecimiento, limpieza,

higienización, construcción de andenes, etc. La cual está marcada por una ideología de

progreso y de difusión popular de los logros económicos y sociales alcanzados al principio

de siglo XX8.
8
Rinaudo Christian, Cunin Elisabeth “Las murallas de Cartagena entre patrimonio, turismo y desarrollo
urbano. El papel de la Sociedad de Mejoras Publicas” en Memorias. Revista Digital de Historia y Arqueologia
desde el Caribe, ISSN-e 1794-8886, N°2, Barranquilla, 2005.pp.8
"Los barrios populares en Cartagena de Indias", de Carmen Cabrales, hablan de esa otra

Cartagena construida desordenada y espontáneamente, salvo algunas excepciones como

ocurrió en la zona suboriental, en que el movimiento popular la organizó a través de Acción

Comunal. Los desplazados por la guerrilla y la violencia, junto a emigrantes de otros

lugares del país, son los pobladores que en buen número cada día acuden a la Cartagena del

turismo como vendedores ambulantes. Me parece relevante señalar el carácter de

"microlocalidad", de estos barrios en dónde se desarrollan prácticas culturales subalternas

(música, moda, lenguaje) y de "hibridización" en un contexto en el que los servicios son

escasos o simplemente no existen por quedar fuera el barrio del "límite legal de desarrollo

urbano". El comentarista Raul Paniagua, plantea algunos interrogantes acerca de "lo

popular" y "los procesos históricos de la ciudad, que han de entenderse como claves para la

ciudad del futuro9.

En la obra de Raimundo Delgado, en el centro histórico y en el barrio Getsemaní de la

ciudad de Cartagena, puede verse una diferencia de actitudes y de prácticas arquitectónicas

con respecto al pasado. En el trabajo de Delgado la conservación y restauración de casas

coloniales ha sido una práctica sostenida desde la década de los 60: la restauración de la

casa del Marqués del Premio Real entre los años 1963 y 1969, la restauración de una casa

colonial cartagenera en el marco de la plaza de Bolívar entre los años 1970 y 1973, y por

último la restauración de otra casa colonial cartagenera entre 1980 y 1985, para las

instalaciones de la Casa editorial El Tiempo en el centro histórico de esta ciudad10.

9
Stevenson Calvo Haroldo, Meisel Roca Adolfo “Cartagena de Indias en el siglo XX” en boletín americanista
,ISSN 0520-4100, N°.52, Universidad Jorge Tadeo Lozano, Banco de la Republica ,Bogotá, 2002,pp.247.
10
Martínez Osorio Gilberto “De la arquitectura singular a la arquitectura consonante: La relación entre la
arquitectura y la forma de la ciudad en el Caribe colombiano” en Memorias. Revista Digital de Historia y
Arqueología desde el Caribe, N°26, Barranquilla,2015,pp.46
En los años sesentas del pasado siglo, se cayó en cuenta que la arquitectura encerrada en las

murallas era un tesoro. Se inician entonces las restauraciones. Aquellas mansiones ruinosas

han ido recuperando su antiguo esplendor y se van volviendo funcionales con la utilización

de la tecnología moderna. Se convierten en casas de vacaciones, hoteles, boutiques y

costosos restaurantes. Sus claustros son ahora hoteles de famosas cadenas internacionales.

Todo ello, infortunadamente a costa del desplazamiento de sus habitantes permanentes, que

no pueden resistir las millonarias ofertas por la altísima valorización del sector.

Los barrios populares en la ciudad como lo menciona Andrés Guarín la invasión se

mantiene como una de las formas más representativas de ocupación del espacio en sectores

populares de la ciudad de Cartagena, estos se presentan en terrenos baldíos o de engorde,

como también en áreas de expansión suburbana o rurales establecidos generalmente fuera

del límite de prestación de servicios públicos. En Cartagena, los lotes de los asentamientos

presentan un gran tamaño, existiendo diferencias respecto a la ubicación de los

asentamientos (cerro Popa – Zona Plana) y a la forma de ocupación si se dan en procesos

organizados o espontáneos e individuales.

Las viviendas como un hecho representativo y fundamental de transformación del suelo

urbano, siendo la primera forma de ocupación del espacio; los materiales siguen siendo los

de uso tradicional en los procesos de construcción y consolidación entre los cuales los

materiales muchas veces eran plástico, maderas, y tejas de zinc. En muchas construcciones

de vivienda en la ciudad se hacían con bloques, ladrillos, tejas de asbesto, cemento y los

pisos en cemento11.

11
Guarín Cobos Andrés “ Cartagena de Indias: asentamientos informales en la década de los 90” en Bitacora
Urbano- Territorial ISSN-e 0124-7913, Vol 7, N° 1, Bogotá, 2003.pp 102
En 1937 los humildes barrios de pescadores de Pekín, Pueblo Nuevo y Boquetillo, de donde

procedían el grupo de “mojigangas” que en 1916 habían representado el fusilamiento de los

Mártires de Cartagena, fueron desalojados y sus habitantes ubicados en los bordes de la

ciudad. Estos barrios se habían formado a principios del siglo XX entre el mar y la

extensión de muralla que va del baluarte de Santo Domingo al de Santa Catalina, y para

1919, los tres asentamientos, sumaban la importante cifra de 2063 habitantes. Varios años

después, en 1971, como parte de una política con aportes nacionales para la remodelación

urbana de la zona norte de la ciudad y la recuperación del centro histórico, el barrio de

Chambacú, ubicado a un costado de la principal entrada al casco amurallado, y habitado por

una gran cantidad de población afro descendientes pobres, también fue desalojado 12.

También de origen popular para el año de 1935 eran el barrio Canapote, Crespito, Amberes,

Bruselas, La Esperanza, Ceballos entre otros los cuales habían surgido en forma rápida y

desorganizada13.

Para Carmen de León el barrio de San Francisco surge en la década de los sesenta,

coincidiendo con el período en el que la ciudad experimentó las mayores tasas de

crecimiento de población de su historia. El espacio urbano estaba creciendo desbordándose

desde el recinto histórico, alrededor de los humedales del interior, hacia el sureste a orillas

de la Ciénaga de la Virgen, al suroeste en torno a la bahía, al norte en el litoral costero del

mar Caribe, y en el centro a lo largo de la Avenida Don Pedro de Heredia como el

principal eje de comunicación. El crecimiento urbano en Cartagena la dinámica

demográfica incrementó las actuaciones urbanizadoras por parte de las administraciones


12
Javier Ortiz Cassiani “ Cartagena de Indias: El pasado como refugio de un futuro necesario” en Andreu
Estany Serra ( Comps), Cartagena de Indias, Realidad y Futuro, Madrid, Fundacion Esteyco, 2013. Pp.119
13
Gómez Pretelt William “ Cartagena de indias-1935, Análisis social, cultural y político de la ciudad a la
llegada de la misión inglesa para la fundación de la Escuela naval Almirante Padilla” en revista cultural
Unilibre,N° 1, Cartagena, 2011. Pp:63
públicas y de los promotores privados, a fin de dar respuesta a las crecientes necesidades de

vivienda. A pesar de ello se puede afirmar, como en otras ciudades latinoamericanas, que el

proceso de urbanización de la segunda mitad del siglo XX se caracteriza por su desarrollo

en forma convulsa, desarticulada y dispersa, y por el predominio de asentamientos

populares espontáneos desvinculados de los ejes urbanos preexistentes14.

14
De León Herrera Carmen “La pobreza en el espacio urbano de Cartagena (Colombia). Manifestaciones
Diferenciales” en Diez Años de cambios en el mundo. En la geografía y en las calles,1999-2008, , Barcelona ,
2008 pp.4 Doi: http://www.ub.edu/geocrit/-xcol/284.htm fecha de consulta: 6 de agosto 2020.

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