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Por otra parte, cualquier consideración 

ética seria de
la clonación debe tomar en consideración el hecho de que los seres
humanos tienen la capacidad tanto para distinguir el bien como el mal.
No se descuenta ninguna posibilidad. A medida que avanza la ciencia
genética, pueden emerger muchos beneficios de la clonación.
Cuáles son los problemas eticos de la clonación humana?
Los que se oponen a la clonación temen que la tecnología aún no
esté lo suficientemente desarrollada como para ser segura, y que
pueda ser propensa al abuso, ya sea en forma de clones criados como
esclavos, o que conduzca a la generación de seres humanos de los
que se extraerían órganos y tejidos.

Qué dice la ética de la clonación?


La ética de la clonación no es absoluta. Obtención de células madres
(troncales) para terapia con células somáticas: También convierte al
embrión humano en órgano generador de células sin su
consentimiento y viola el respeto a la autonomía y justicia.
earch for: ¿Qué dice la ética de la clonación?
¿Qué implicaciones éticas tiene la clonación de embriones?
Se basa también en argumentos deontológicos
(la clonación terapéutica es rechazable por no respetar a seres
humanos: exige crear con destreza y mucho
artificio embriones humanos destinados a ser sacrificados para
beneficio de otros, convirtiendo a unos seres humanos en
medios que sirven a los fines de otros; degrada la ...
¿Cuál es el objetivo de la clonación de organismos?
La clonación posee dos finalidades bien definidas: la reproducción
del organismo mediante la duplicación del genoma y la
finalidad terapéutica, que incluye la clonación de órganos y tejidos
para transplantar órganos y sustituir cadenas de genes anormales por
otros sin anomalías.
Por otra parte, cualquier consideración ética seria de la clonación debe
tomar en consideración el hecho de que los seres humanos tienen la
capacidad tanto para distinguir el bien como el mal. No se descuenta
ninguna posibilidad. 
La clonación torna a cada ser pensante en algo parecido a un filósofo
moral.

Cada individuo tiene una opinión acerca de si es o no correcto clonar a


otro ser humano. La idea de producir asexualmente copias múltiples
de organismos idénticos desde un punto de vista genético, todos
descendientes de un antecesor común, crea, en la mayoría de las
personas, una reacción moral negativa. Porqué alguien desearía hacer
algo así es la respuesta más recurrente que encontramos en las
encuestas. Sin embargo, la mayoría también reconoce que una vez
que la clonación humana llegue a transformarse en un hecho
científicamente posible, sólo será cuestión de tiempo ¿Deberíamos
permanecer sentados y aceptar lo inevitable sin importar cuán
desagradable parezca o qué tipo de consecuencias puede acarrear?
¿Deberíamos comenzar a formular estándares para tomar decisiones
moralmente defendibles acerca de esta nueva posibilidad científica?

La reacción negativa inicial de la mayoría de las personas en cuanto a


la clonación humana tiene una gran importancia. La disciplina filosófica
de 2.500 años de antigüedad llamada Ética, y la aún más nueva
denominada Bioética, toman en cuenta las respuestas emocionales de
los seres humanos desarrollados normalmente cuando tratan de
formular respuestas a preguntas éticas difíciles. Instintivamente, la
mayoría se forma la impresión que la procreación que resulta de una
expresión de amor y dentro del contexto de una familia constituye algo
favorable que debería protegerse. Los individuos, en gran parte, creen
que la procreación sexual no debería ser reemplazada por alguna
tecnología de laboratorio. Todas las culturas cuentan con un estándar
ético como el Cuarto mandamiento (Honrar Padre y Madre) o el Sexto
(No Cometer Adulterio) que le dan expresión a este sentido ético
básico y que entorpecen la emulación de lo que hoy llamamos valores
familiares.

No obstante, las reacciones instintivas y las antiguas normas éticas no


son todo lo ético que uno esperaría. No se pueden utilizar antiguos
textos fuera de contexto como soluciones rápidas a los problemas
técnicos contemporáneos sin traicionar su contenido y a la vez
confundirnos. Aunque nuestra reacción inicial a una nueva posibilidad
científica puede ser desagradable, abundan los ejemplos de cambios
que inicialmente causaron una reacción negativa y luego se aceptaron,
puesto que producían consecuencias buenas e importantes. Uno de
los roles del eticista o del filósofo moral consiste en considerar todos
los aspectos de una situación; consecuencias y circunstancias,
propósitos y posibilidades. Ética significa pensar detallada y
ampliamente acerca de situaciones y no quedarse estancado sólo en
versos relevantes de la Sagrada Escritura o respuestas instintivas
iniciales importantes.

Expertos en Ética en la Actualidad

Hoy en día, mucha gente califica como practicante de una reflexión


ética seria. La mayoría de los sacerdotes, pastores y rabinos se
consideran a sí mismos eticistas. Los periodistas, por su parte,
también se consideran de la misma forma, en especial los encargados
de la página editorial. Inclusive los periodistas electrónicos se vuelven
eticistas después de que jubilan (por ejemplo, Walter Chronite y David
Brinkley). Los doctores hacen las veces de importantes eticistas en
nuestra cultura, diciéndonos cada día por la televisión o a través de los
diarios como vivir, como morir, como criar a nuestros hijos, que comer
y así sucesivamente. Los lectores de las páginas editoriales no se
sorprenderán por los comentarios éticos "expertos" acerca de la gran
problemática ética en cuanto a la clonación.

Eticistas Religiosos

Gran parte de los expertos en ética proviene de la religión. Los


eticistas del Vaticano ya han tomado una fuerte postura en contra de
la clonación, por ende, continúa la triste historia de sobrereacción
negativa hacia el descubrimiento científico. El Obispo Sgreccia declaró
que resulta incorrecto alterar una especie animal, considérese, por
tanto, el caso de un simple ser humano. Otro vocero se refirió a la
clonación como una violación a la integridad del matrimonio. Los
expertos del Vaticano reflejan los puntos de vista del Papa y él ya ha
rechazado cualquier uso de tecnologías que interfieran con la
procreación sexual dentro del matrimonio o que hagan factible la
destrucción de embriones humanos.

Los Teólogos católicos pueden hacer uso de diferentes suposiciones


de fondo desde la perspectiva del Papa y sus opiniones tienden a la
falta de credibilidad. Algunos ven las tecnologías genéticas como una
expresión de la creatividad humana y ésta como una ventaja, ya que
refleja la creatividad de Dios. Crear nuevas plantas y animales
mediante intervenciones genéticas es un hecho ampliamente
respaldado tecnológicamente, pero aún la mayoría de los moralistas
católicos demarcan sus líneas en cuanto a la clonación humana.

Los eticistas protestantes tienden a buscar contribuciones


provenientes de la Sagrada Escritura. Sin embargo, la Sagrada
Escritura no proporciona respuestas específicas a problemas
modernos. Puede proporcionar una dirección ética general la que
posteriormente debe enfrentarse a una dirección contradictoria
proveniente de textos diferentes. El libro del Génesis, por ejemplo, nos
proporciona dos historias relativas a la creación diferentes. En el
primero (Génesis, Capítulo Primero), el hombre es representado como
un ser que tiene dominio sobre toda la creación. Al ejercer dominio, el
hombre estaría actuando a la imagen de Dios. Esta historia puede
respaldar tecnologías genéticas e incluso la clonación. En la segunda
historia de la creación (Génesis, Capítulo Segundo), el rol del hombre
supera al de un asistente. Debe cuidar la creación y, a su vez,
protegerla. En la actualidad, la dirección ética sería justo la contraria y
la clonación podría ser considerada como una violación a la
administración. La Sagrada Escritura es una fuente importante de
dirección ética para toda la gente que representa la religión judeo -
cristiana, pero dado que la Sagrada Escritura no proporciona
respuestas específicas a problemas científicos contemporáneos, los
eticistas bíblicos tienen que pensar detalladamente en la problemática
de la clonación mucho más que cualquier otro.
Los eticistas judíos tienden a buscar dirección ética tanto de la
Sagrada Escritura como del Talmud (ley y tradición judía). El rabino
Moses Tendler, profesor de ética médica, analizó la clonación
haciendo uso de la metáfora talmúdica de la abeja que ofrece miel y
su aguijón. Preguntó, ¿estamos en el punto del árbol del conocimiento
dónde renunciaríamos a la miel para evitar el aguijón? Otros rabinos
no ven ninguna razón para criticar o incluso regular la clonación.

Eticistas Científicos

La mayoría de los eticistas religiosos consideran la clonación humana


como un hecho incorrecto. Los más permisivos entre ellos instan a una
gran precaución en la utilización de este tipo de manipulación
genética. No obstante, la ciencia tiene sus propios eticistas y, por lo
general, toman el punto de vista opuesto. Los científicos tienden a
centrarse en los beneficios positivos de la clonación, descartando los
peligros. Tienden a no hacer predicciones de consecuencias
catastróficas seriamente. A la crítica ética proveniente de la ciencia
exterior la consideran poco ilustrada y/o perjudicial. Señalan que se
puede confiar en ellos como creadores de su propia ética. Incluso
cuentan con sus propios héroes éticos, santos científicos de todo tipo
(Galileo, Bacon).

Los eticistas científicos enfatizan las posibilidades correspondientes a


conquistar la enfermedad y la infertilidad. Se centran en nueva
información acerca del funcionamiento celular que ayudará en la lucha
contra el cáncer. Además, la clonación podría actuar como medio de
protección en contra de ciertas enfermedades genéticas que resultan
de la combinación de genes de ambos padres. No obstante, la ciencia
cuenta con su propia historia de escándalos éticos y la idea de que la
gente debería dejar hacer a los científicos lo que ellos consideren
correcto ya no convence a nadie. El Dr. James Watson, quien ganó el
Premio Nobel por descubrir la estructura del ADN, concuerda con que
esta problemática no puede ser dejada en las manos de la ciencia.

Eticistas Económicos
Ni a la ciencia ni a la economía les gustan las restricciones éticas. Los
portavoces de los intereses económicos (en la economía) apoyan a los
científicos en contra de cualquier situación que restrinja la clonación.
Los intereses económicos se encuentran concentrados mucho más en
la clonación animal que en la humana. No quieren ver arruinadas las
posibilidades económicas de la clonación animal a causa de las
preocupaciones que acarrea la clonación humana.

Eticistas Literarios

La literatura, como la religión, constituye una importante fuente de


ética. Los novelistas y los poetas puntos de vista éticos y muchos ya
han tomado posiciones muy críticas en cuanto a la clonación. El libro
de Mary Shelly "Frankenstein" (1818) fue la primera evaluación
negativa. Frankenstein era inteligente y articulado, pero se encontraba
profundamente angustiado por su origen antinatural. En esta historia,
el personaje se vuelve loco y asesina al doctor que lo creó. "Los
Chicos de Brasil" fue tan aterradora como la clonación misma.

Eticistas Gubernamentales

A través de la influencia creada por su consolidación, el gobierno por


años ha exigido controles éticos estrictos sobre la investigación
genética y la terapia que involucra a los seres humanos.
Inmediatamente después de las recientes noticias acerca de la
clonación, el presidente Clinton prohibió temporalmente el uso de
capital federal para experimentos de clonación humana. No mucho
después del decreto del presidente, un diputado republicano (Vernon
Elders de Michigan) propuso una prohibición en cuanto a la clonación
humana, ya que ésta podría crear una reacción negativa hacia la
clonación animal y, por esta razón, perjudicaría a los negocios. Sin
decir lo que hará el congreso, pero incluso si el gobierno prohibe la
clonación, esto aún deja al mercado como una base alternativa para
actividades relativas a la clonación.

Bioeticistas
Los bioeticistas son actores recién iniciados en el amplio escenario de
la reflexión ética. La bioética tiene sus propias teorías de fondo,
principios abstractos e historias paradigmáticas, pero se desplaza
desde amplias perspectivas éticas hacia normas, reglas y políticas
concretas. Lo que esperamos de los bioeticistas es menos inspiración
y más pautas prácticas para lo que se puede o no hacer en la ciencia y
en la medicina.

Los bioeticistas han estado trabajando en el área de la genética desde


poco después del descubrimiento del ADN. Hacen una distinción entre
célula somática e intervenciones genéticas celulares de línea germinal.
La primera se refiere a tratamientos relativos a enfermedades
genéticas mediante la introducción de un gen que funciona
adecuadamente en una persona en la que éste es anormal. Se centra
en enfermedades como Tay Sachs, Lesch Nyham y anemia de
glóbulos falcoformes. La terapia de la célula somática afecta sólo a la
persona aquejada de una enfermedad genética reconocida. Se
distingue de la terapia de línea germinal que involucra cambios en un
óvulo o un espermio y, por ende, incluye alteraciones genéticas que se
traspasarán a otras generaciones.

Aquí hay un ejemplo de estándares o pautas bioéticas para


intervenciones genéticas celulares somáticas en los seres humanos.
(1) La intervención genética se puede utilizar sólo para el tratamiento
de enfermedades genéticas serias. (2) No se encuentran disponibles
terapias genéticas o alternativas. (3) El defecto genético debe
identificarse claramente. (4) Estudios animales extensivos deben
preceder cualquier intervención humana con el fin de sustentar quejas
acerca de la seguridad y de la eficacia. (5) Todas las intervenciones
terapéuticas deben ser precedidas de elaborados procedimientos del
consentimiento informado. (6) Las formas y estrategias del
consentimiento deben ser aprobadas por un comité ético institucional.

La clonación sería un ejemplo de la intervención genética de línea


germinal. Resulta más difícil obtener la aprobación para intervenciones
de línea germinal por muchas razones, incluyendo el hecho de que las
alteraciones celulares de línea germinal son difíciles de transmitir y,
por ende, tienen una eficacia limitada (Se realizaron cientos de
intentos para clonar a Dolly). Los estándares éticos de línea germinal,
además de los mencionados anteriormente, son más rigurosos. (1) La
ciencia genética debe ser probada y la intervención propuesta debe
contar con una tasa de éxito razonable. (2) La intervención de línea
germinal debe mantener la promesa de una utilidad sustancial. (3)
Éticamente, no se permite ninguna intervención que altere las
características humanas fundamentales; por ejemplo: libertad,
inteligencia y capacidad racional. (4) Éticamente, no se permite
ninguna intervención que pueda crear un riesgo al "pool" genético o
bien a la diversidad genética.

Todas las pautas bioéticas puestas a disposición en la actualidad


militarían contra la aprobación de la clonación en nuestros días. La
reciente clonación de ovejas y monos hace una clonación humana
exitosa casi con certeza absoluta y supera la objeción basada en falta
de éxito. Sin embargo, ¿ofrecería la clonación humana una utilidad
sustancial? El Dr. Ian Wilmut, quien clonó a la oveja, expresó su
oposición ante la clonación humana. Dijo que la gente no estaba
pensando cuidadosamente y que no podía ver ninguna aplicación útil
de sus técnicas de clonación en los humanos.

Las reservas éticas del Dr. Wilmut acerca de la clonación humana se


pueden basar también en el criterio número 3. Por cierto, la clonación
humana altera la relación básica entre la persona clonada y el "padre"
(antecesor genético). Cualquier tipo de utilización extensiva de la
clonación violaría la pauta número 4 al crear un riesgo en el "pool"
genético y en la diversidad genética.

Las presentes aplicaciones terapéuticas limitadas de la clonación


hacen posible que ésta sea realizada con el fin de diseñar cambios en
las especies humanas (eugenesia). No obstante, ¿cómo decidimos
que cambios son apropiados en las especies humanas? ¿Deberíamos
transformarnos en nuestros propios creadores? Estas importantes
preguntas explican el porqué el Dr. James Watson (el descubridor del
ADN) no podría justificar el simple hecho de dejar las preguntas éticas
acerca de la clonación a los científicos.

La ciencia médica y la tecnología genética, en la actualidad, nos


obligan a enfrentar las preguntas básicas: ¿qué es la vida humana?
¿Qué es un niño? ¿Quién es un padre? ¿Qué es una familia? ¿Cuál
es el propósito de tener hijos? ¿Existe un Dios? ¿Somos nuestros
propios creadores o asistentes de la creación de Dios? Nadie tiene
una respuesta definitiva para cualquiera de estas preguntas. Nosotros
los seres humanos debemos continuar cuestionándonos. La lucha por
el significado nunca va a terminar. Sólo los fundamentalistas religiosos
y seculares tienen certeza de tener las respuestas. Sin embargo,
podemos estar de acuerdo con ciertas cosas. Los seres humanos son
creativos. Inevitablemente, intervenimos en la naturaleza con nuestras
herramientas y tecnologías. No obstante, deberíamos respetar la
estructura de la naturaleza e ingresar lentamente en un área tan
delicada como la clonación humana.

Algunos Pensamientos Personales

Los bioeticistas como todos los otros moralistas profesionales tienen


que comenzar a pensar de manera mucho más seria acerca de la
clonación. La clonación humana no ha sido considerada a fondo, ya
que no se consideraba un hecho posible y muchos otros problemas
necesitaban soluciones. Todo esto ha experimentado variaciones.

Los bioeticistas pueden comenzar por aclarar el conjunto de errores


obvios y problemas falsos. La clonación produce una copia genética,
pero no una fotocopia de una persona. Un clon genético es una
persona diferente que tendrá un ambiente, oportunidades, suerte
elecciones, un espíritu o un alma distintos. Un clon de Einstein podría
utilizar su inteligencia superior para crear un círculo de drogas a nivel
mundial. No se puede clonar la voluntad de libertad. El entorno, en
especial el familiar, aún sigue teniendo una gran influencia en lo que
algún día llegaremos a ser. Un niño clonado puede ser muy diferente
del hermano que se utilizó para el experimento sólo debido a la
influencia del lugar en la familia. Los clones se verán parecidos, pero
no tendrán la misma experiencia y, por consiguiente, serán distintos.
Sabemos que esto resulta cierto de acuerdo a lo que conocemos
acerca de los gemelos monocigotos que constituyen clones naturales.

Por otra parte, cualquier consideración ética seria de la clonación debe


tomar en consideración el hecho de que los seres humanos tienen la
capacidad tanto para distinguir el bien como el mal. No se descuenta
ninguna posibilidad. A medida que avanza la ciencia genética, pueden
emerger muchos beneficios de la clonación. Sin embargo, incluso los
beneficios objetivos pueden ser socavados por actitudes y
disposiciones humanas de naturaleza negativa. Las personalidades
narcisistas pueden hacer uso de la clonación para satisfacer sus
almas enfermas de egocentrismo o para tramar sus propias versiones
acerca de la inmoralidad. La gente envidiosa y ambiciosa usaría la
clonación para obtener dinero. Los individuos enfermos por conseguir
poder usarían la clonación para aumentar su dominio sobre los otros.
El potencial humano por la maldad es un hecho real y no se puede
dejar de lado de las consideraciones acerca de la ética de la
clonación.

¿Sería demasiado ingenuo sugerir que los científicos, los teólogos y


bioeticistas comiencen a trabajar en conjunto para desarrollar pautas
éticas para la clonación en vez de sólo dedicarse a prohibir la totalidad
de la idea? Después de todo, el fundador de la genética era un
sacerdote católico. El padre Gregor Mendel descubrió los genes y su
investigación en el campo de la genética aún continúa siendo válida
desde ya hace 150 años. No se presentó ningún conflicto inherente en
ese entonces entre la ética, la religión y la ciencia genética. La lección
de Gregor Mendel consiste en que la religión y la genética no son
incompatibles. En vez de reacciones sospechosas, prejuiciosas o
instintivas desde una perspectiva negativa, ¿no podrían los científicos
genéticos y los bioeticistas comenzar a desarrollar estándares éticos
con los que la gente común se sintiera cómoda?

Para que esto suene sentimental en extremo, una comisión ética


presidencial ya se formó y promete proporcionar algunas
recomendaciones en un plazo de noventa días. Esperemos que esta
comisión esté consciente de la historia. Se han cometido errores en el
pasado. Han ocurrido hechos realmente horribles que se caracterizan
por la maldad humana. Millones de inocentes perdieron sus vidas
debido a teorías superficiales y poco tenaces acerca de cómo se
deberían mejorar genéticamente las especies humanas. Somos
demasiado ignorantes acerca de cómo los elementos fuertementente
interrelacionados en el ecosistema operan para abordar propuestas de
tipo eugenésico. Sería un insulto para los millones de víctimas
inocentes de los programas eugenésicos realizados por los nazis si
aquellos que determinan los estandares éticos para la investigación
genética e intervenciones no pudieran decir no en algún punto

Aspectos éticos de la clonación

La clonación a pesar de ser uno de los mayores descubrimientos en el


campo de la ciencia, tecnología y la medicina en las últimas décadas,
posee cierto rechazo por una gran parte de la población por involucrar
cuestiones éticas que obstaculizan que el método de la clonación
pueda ser utilizado libremente a futuro.

Para iniciar este artículo es importante definir el concepto de ética y


bioética para poder analizar su relación con respecto a la clonación. La
ética según José Carlos Bermejo y Rosa María Belda (2006) consiste
en “El tipo de persona que se ha elegido ser. Tiene que ver con el
ámbito de libertad, autonomía humana y propio proyecto de vida
personal pero también involucra la formación del ser humano debido a
las elecciones que ha hecho en su vida humana y configuran su
persona”. Esto quiere decir, que la ética es aquella formación que ha
tenido una persona a través de vivencias y costumbres para lograr
dirigir su vida y tomar sus propias decisiones.

Miguel Ángel Irrigaray explicaba la ética de esta sencilla forma: “La


ética existe porque existen seres humanos libres y, por lo tanto,
responsables de sus actos, para bien o para mal. Los animales, que se
rigen por el instinto, no tienen ética (entre otras cosas, porque no
saben discernir los conceptos de bien y de mal; por ello no pueden
hacerse responsables de sus actos)”.

El concepto de bioética según José Carlos Bermejo y Rosa María


Belda (2006) es “Una rama del saber que sirve de las ciencias
biológicas para mejorar la calidad de vida y que reflexiona en torno a
los retos que plantea el desarrollo de la biología a nivel ambiental; pero
también como ciencia combina el conocimiento biológico con el
conocimiento de los sistemas de valores humanos”. La bioética
entonces crea un vínculo entre aquellos avances de la ciencia que
pueden generar un cambio en la calidad de vida de las personas y la
relación que tienen con la ética de cada persona.

Por lo tanto, la clonación humana al tratarse de un avance que


involucra la vida de las personas e interactúa con aspectos como su
libertad, autonomía o autodeterminación involucra a la bioética en
todos los aspectos. A partir de ambos conceptos se comenzará a
analizar la ética en la clonación desde el punto de vista de clonación
humana reproductiva y no reproductiva.

Clonación humana reproductiva

El tema de la clonación humana para fines reproductivos ha generado


un debate ético importante. La clonación humana significa la creación
de un ser humano a partir de otro a través de un método no
convencional, o sea que su forma de reproducción no involucraría una
combinación genética por parte de una mujer y un hombre sino de un
solo individuo, rompiendo completamente con la forma “natural” de
reproducción. Esta inserción de la ciencia en procesos ya
biológicamente establecidos crea rechazo ya que muchas personas lo
ven como una amenaza por parte de la ciencia, como un fenómeno
que podría quebrantar la naturaleza del ser humano. Según Enrique
Iáñez existe un “temor de que nuestras creaciones tecnológicas nos
sobrepasen y dominen, una idea sistematizada por las recientes
aportaciones de la filosofía y sociología de la ciencia y la tecnología”.

Esta corriente de pensamiento se podría denominar como la primera


discusión que circula sobre la clonación en el aspecto humano ¿Podría
la clonación humana reproductiva sustituir a la reproducción humana
tradicional? ¿Podría la clonación humana reproductiva acabar la
variabilidad genética de los seres humanos? La respuesta es que a
pesar de que son preguntas inciertas debido a que se tratan de
cuestionamientos a futuro, la clonación para reproducción humana
sería utilizada en casos meramente necesarios como es el caso de la
infertilidad, esto quiere decir que se necesitarían muestras médicas y la
existencia de reglamentos legales para poder acceder a este método.
Además desde el punto de vista de la bioética, este procedimiento
tendría que ver con la voluntad de cada individuo, autonomía y decisión
propia, o sea que ningún ser humano que no lo desease podría ser
sometido a una clonación reproductiva o reproducirse a través de ella.

Seguidamente, existe otra discusión con respecto al tema que radica


en la idea de que el ser humano podría “perder su individualidad al
tratarse de ser una copia idéntica de otro”. La respuesta es que a pesar
de que la persona cargaría con conductas genéticamente heredadas
como el carácter no se podría eliminar su individualidad ya que esta se
compone de las experiencias, pensamiento, decisiones y otros factores
que inciden en la creación un ser humano distinto al resto. Sin
embargo, y como bien lo defiende el autor Enrique Iáñez “a un ser
clonado se le impondría un genotipo ya experimentado por otra
persona” ¿Qué quiere decir esto? Que la persona poseería un amplio
conocimiento previo de sí mismo y se brincaría un gran proceso de
autodescubrimiento que es esencial para la formación de personalidad
y de autoestima, básicamente la persona podría sufrir problemas
psicológicos y sociales al verse limitado en el descubrimiento de ciertas
características de sí mismo. Esto llega a cuestionarse a la bioética si
realmente es necesario que un individuo tenga que pasar por tales
problemas de identidad necesariamente, además si la ciencia sabe de
antemano que la persona sufriría esto el hecho de traerlo al mundo
atentaría contra el derecho humano de la dignidad e integridad.
Otro tema que genera cuestionamiento es limitar o privar al individuo
de la filiación, o sea del derecho jurídico que existe entre dos personas
donde una es descendiente de la otra, sea por un hecho natural o por
un acto jurídico, según Savater (1998) se limitaría el orden simbólico
del origen masculino y femenino que es sumamente importante para el
desarrollo psicológico del individuo.

Ante tales enunciados se cuestiona nuevamente ¿Tiene derecho el ser


humano a imponer su genes sobre otro? ¿Sería moralmente correcto
traer a un ser sabiendo que tendría problemas psicológicos durante su
desarrollo? ¿Tiene la ciencia derecho a incidir en un orden
naturalmente ya establecido y de casi perfecto funcionamiento? ¿Son
más las ventajas o las desventajas?

No hay duda de que tales cuestionamientos dudarán en debate durante


muchísimo tiempo más, pero una realidad irrenunciable y un avance
científico desenfrenado es necesario razonar antes todas las
posibilidades que la clonación indique y su posible influencia en la ética
de la sociedad por lo que no se puede dejar de lado la necesidad de
crear una normativa jurídica que regule y legitime tal práctica para
garantizar el bienestar del ser humano, que es el fin dogmático de la
bioética.

Clonación humana no reproductiva con fines terapéuticos

El caso de la clonación terapéutica (que es aquella utilizada para curar


enfermedades genéticas, degenerativas y autoinmunes, como el mal
de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer, la fibrosis quística y el
lupus, entre otras) posee un menor rechazo pero no por esto menor
discusión.

También existe la posibilidad de la clonación de órganos que además,


posee la ventaja de poder comparar las similitudes genéticas
previamente entre el donante y el receptor para lograr una mayor
efectividad quirúrgica debido a la mayor probabilidad de que el
organismo receptor acepte el órgano. Además se pueden clonar el
órgano sano de una persona para sustituirlo por uno enfermo de la
misma persona, también se pueden clonar y sustituir tejidos.

Otro aspecto de la clonación terapéutica es que ha logrado salvar la


vida de muchas personas a través de la clonación de células. Sin
embargo, de este tema se desprende la primera discusión ya que
muchas de las células utilizadas para el procedimiento son células
embrionarias, utilizadas además para fines investigativos.

Desde el punto de vista de Antonio Pardo en su artículo


“Consideraciones éticas de la clonación terapéutica” indica: “El sesgo
de la información recibida por la opinión pública, y por los enfermos
teóricamente beneficiarios de las llamadas técnicas de clonación
terapéutica, es brutal […] El resultado es la apreciación benévola de
una técnica que, básicamente, consiste en crear unos seres humanos
para destruirlos y, teóricamente, curar a otros con sus restos.” Sin
embargo, según muchos científicos y fundamentado por el abogado
Hubert May “el ser humano es ser humano hasta que nace”. Por lo que
se dejan ambas posturas abiertas a discusión.

A pesar de esto, si hay un punto interesante de defender y es el sesgo


de información, desde el punto de vista jurídico y bioético, cada
persona que se someta a un procedimiento para que se le implanten
células para su curación debe tener total conocimiento de todos los
aspectos científicos que están involucrados, para que quede a decisión
de cada persona si se someten o no al procedimiento.

Conclusiones

La ciencia y la tecnología es una realidad que se debe aceptar. La


ciencia está avanzando cada día hasta el punto en que el ser humano
podría idear la forma de crear por sí mismo vida humana. Ante todos
estos avances es normal que surjan dudas o temores ante la
posibilidad de que la ciencia llegue al nivel donde la tecnología supere
al ser humano y que esto ocasione que las personas pierdan la ética o
que provoque un quiebre o desorden en la estructura natural de las
cosas o de la vida.

Ante un avance inevitable, muchos grupos de oposición debido a


razones éticas, políticas o religiosas han intentado limitar u obstaculizar
el avance científico para frenar un posible caos que aún no se ha
desatado, he incluso es posible que no suceda. La solución a esto
jamás es detener el avance científico, pero si es fundamental crear
cohesión social y expansión del conocimiento, todas las personas
tienen derecho a saber que está haciendo la ciencia pero no a
detenerla ¿Qué permitiría la cohesión o movimientos sociales o la
inserción de ética o bioética en estos temas? La creación de normas o
regulaciones, si bien la ciencia aún no es una amenaza en algunos
aspectos podría llegar a serlo y sería imprescindible crear normas
jurídicas que garanticen la aplicación correcta de esta.

Sin embargo, en la actualidad la ciencia está creando y expandiendo


los derechos; la fertilización in vitro, por ejemplo, ahora se trata de un
derecho humano. No se puede descartar la opción de que la clonación
se convierta en un derecho más adelante.

La solución es permitir que las personas a través de debates logren


llegar a una congruencia que permita que la ciencia se desarrolle cada
vez más y a través de su autonomía decidan si aplicar la ciencia en sus
vidas. La ciencia que se aplique a todo ser humano debe garantizar su
bienestar pero jamás detener su avance por incongruencias sociales.

ASPECTOS ÉTICOS DE LA CLONACIÓN HUMANA* Rubén


LISKER** SUMARIO:

I. Introducción.
II. II. Problemas sociales.
III.
IV. III. Problemas técnicos.
V. IV. Problemas éticos.
VI. V. Clonación para investigación.
VII. I. INTRODUCCIÓN No soy especialista en ética. Carezco de
los estudios formales de filosofía para pretender ser un eticista
y confieso que en ocasiones tengo problemas para seguir el
discurso de un filósofo sobre el tema. Por otro lado, tal vez no
sea necesario ser un eticista para hablar sobre aspectos
éticos de la clonación humana, ya que conozco lo que es la
clonación, comprendo sus implicaciones para la sociedad y
utilizaré el sentido común para analizar el asunto. En todo
caso mi punto de vista estaría dentro de lo que Rodolfo
Vázquez ha llamado ‘‘ética liberal’’, cuyo principio es la
autonomía personal, y aun cuando no estoy reñido con las
personas que tienen convicciones religiosas, pienso que los
principios religiosos carecen de ca- * Algunas partes del
contenido de este trabajo se obtuvieron de Lisker, R. y Tapia,
R., ‘‘Clonación en humano’’, Ciencia, 48, 1997, pp. 5-13. **
Dirección de Investigación, Instituto Nacional de Ciencias
Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. 87 Esta obra forma
parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx
https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv DR © 2003. Instituto de
Investigaciones Jurídicas - Universidad Nacional Autónoma de
México Libro completo en: https://goo.gl/EdQ7Xo rácter
probatorio y son inmunes al razonamiento. Estoy de acuerdo
con Vázquez respecto a que frases como ‘‘la naturaleza
defiende la identidad genética de los seres vivos’’ o ‘‘la
naturaleza apuesta a la diversidad’’ o ‘‘la naturaleza sabe lo
que hace’’, carecen de todo sustento racional.
VIII. II. PROBLEMAS SOCIALES La clonación de Dolly generó
todo tipo de temores y elucubraciones, ya que abrió la puerta
a que pudieran clonarse seres humanos. Casi todas las
opiniones han sido enfáticamente contrarias a la clonación de
seres humanos, y pienso que el énfasis deriva de la idea de
que la clonación de humanos está ya al alcance de la mano y
que pronto será posible para cualquiera que, teniendo el poder
y/o los medios económicos, quisiera ‘‘perpetuarse’’ en su hijo,
quien además será su gemelo idéntico. Es por esto que
resulta necesario que la sociedad tenga información verídica
de lo que es la clonación, de sus posibilidades reales, riesgos
y virtudes.
IX.
X. III. PROBLEMAS TÉCNICOS Aun cuando no se vislumbra
nada que teóricamente hiciera imposible la clonación en
humanos, hay sin duda muchos problemas técnicos por
superar. Para lograr la clonación de Dolly los investigadores
fusionaron 277 ovocitos enucleados con otros tantos núcleos
obtenidos de la glándula mamaria de una oveja embarazada.
Solo 29 de estos ‘‘zigotos’’ se convirtieron en embriones que
sobrevivieron in vitro más de 6 días, y se implantaron en
varios úteros de ovejas tratadas hormonalmente para
mantener un embarazo. De esos 29 intentos solamente 88
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Investigaciones Jurídicas - Universidad Nacional Autónoma de
México Libro completo en: https://goo.gl/EdQ7Xo uno, el
embarazo que se convirtió en Dolly, llegó a término, lo que da
una eficiencia terminal de 0.36% (1 de 277 intentos). En
febrero de 2002, la revista Time publicó la noticia de que un
grupo norteamericano logró clonar un gato llamado ‘‘CC’’, del
inglés carbon copy (copia al carbón), después de fracasar
durante tres años en su intento por clonar un perro. La
eficiencia para lograr a CC fue de 1 en 87 (1.15%), mejor que
en el caso de Dolly. Se tenían dudas sobre si Dolly sería fértil
y si envejecería más pronto que una oveja concebida de la
forma ordinaria. En la actualidad ya se sabe que sí es fértil, y
hay datos que permiten suponer que va a envejecer más
rápido de lo que le tocaría según su fecha de nacimiento.
Persisten las dudas sobre si el procedimiento podrá hacerse
en nuestra especie, aun cuando en diciembre de 2001 se
publicó que una compañía privada del estado de
Massachusetts, Advanced Cell Technology, había logrado
clonar por primera vez a un ser humano. Un análisis más a
fondo de lo que realmente hicieron mostró que lograron el
crecimiento de ‘‘embriones’’ formados de muy pocas células, y
todos murieron casi inmediatamente. Hubo quienes juzgaron
que el experimento fue un fracaso total, pero otros pensaron
que formar un embrión humano sin la unión del
espermatozoide y el óvulo no era un hallazgo despreciable. De
cualquier manera, los investigadores nunca pensaron en
introducir dichos embriones en algún útero, sino los querían
para transformar las celular madres (totipotenciales) en
distintos tejidos, lo que se denomina clonación terapéutica.
XI.
XII. IV. PROBLEMAS ÉTICOS ¿Cuáles son los argumentos para
oponerse a la clonación en humanos? En México, como en
otros países, se mencionan diversas razones. Algunas de
naturaleza teo
XIII. ASPECTOS ÉTICOS DE LA CLONACIÓN HUMANA 89 Esta
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Nacional Autónoma de México Libro completo en:
https://goo.gl/EdQ7Xo lógico-religiosas: sería contrario a lo
que Dios ha dispuesto. Otros sostienen que no es un
procedimiento natural y por lo tanto no deben realizarse. Ya
señalamos en la introducción que este tipo de argumentos no
nos convencen; en realidad nadie puede saber lo que Dios
piensa sobre este asunto, y el que sea un medio antinatural
simplemente repite lo que el hombre ha hecho desde siempre,
lo cual, por cierto, lo ha convertido en una de las especies más
exitosas del planeta, aumentando notablemente su
longevidad. La agricultura y la domesticación de animales
cambiaron para siempre la forma como vivió el hombre
durante miles de años. Las prácticas higiénicas, la
vacunación, la cirugía, la inseminación artificial, los antibióticos
y muchas otras actividades que ahora nos parecen normales,
al principio eran tan antinaturales como ahora se considera lo
es la clonación en humanos. No hay que olvidar que para la
clonación de Dolly se requirió una serie de hembras
receptoras de los embriones, tratadas hormonalmente para
conservar los embarazos y llevarlos a término. Para clonar un
humano sería necesario disponer de una mujer que funcione
como ‘‘madre’’ de un ‘‘hijo(a)’’ que no será suyo. Estos
embarazos (si ocurren) son de alto riesgo y conllevan peligro
de aborto o, lo que es peor, que los neonatos nazcan con
diferentes malformaciones congénitas, situación que plantea
de inmediato el problema ético de quién va a cuidar de estos
neonatos, no sólo al nacimiento, sino durante todo el tiempo
que vivan. Por lo dicho consideramos inaceptable la clonación
de humanos, por lo menos hasta que la eficiencia sea más
elevada y se resuelva el problema de qué hacer cuando las
cosas no resulten conforme al plan. Además de esto me
parece que en este rubro habría que discutir la ética de la
clonación utilitaria versus clonación con fines de investigación.
90 RUBÉN LISKER Esta obra forma parte del acervo de la
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Investigaciones Jurídicas - Universidad Nacional Autónoma de
México Libro completo en: https://goo.gl/EdQ7Xo Clonación
utilitaria Imaginemos algunas de las justificaciones que
podrían esgrimirse para que un individuo o pareja solicite la
clonación, lo que nos permitirá discutir si esto es éticamente
aceptable. 1) Una pareja, o una persona de cualquier sexo, es
estéril y desea tener un hijo. Ellos determinan que la clonación
es el mejor método, pues les gustaría que su hijo fuera como
él o ella. De las diferentes justificaciones para que se permita
la clonación en el hombre ésta es la más razonable, ya que la
‘‘clona’’ sería un hijo deseado y cuidado como si fuera
concebido de la manera habitual, aun cuando habría que
balancear la decisión contra la de adoptar un hijo, como se
puede hacer en la actualidad. Hay que estar conscientes de
que a pesar de que el hijo fuera genéticamente casi idéntico a
uno de sus padres, esto no garantiza que, sobre todo en el
área del comportamiento, sería igual a él o ella. Lo que cada
ser humano es resulta de la interacción entre su dotación
genética y el medio ambiente, el cual no es reproducible de
una generación a otra. En otras palabras, el humano es
mucho más que la suma de sus genes. Por cierto que el gato
clonado al que hicimos referencia antes tuvo un color de piel
distinto al donador, ya que esta característica en gatos no está
totalmente bajo control genético. El error está en considerar
que la clonación produce un duplicado perfecto del original. No
se trata de una resurrección, y la gente debe entenderlo. 2) Se
podría proponer que estuviera justificado que cada persona
tuviera una clona para asegurar la posibilidad de tener
órganos disponibles para trasplantes, ya que las clonas serían
los organismos más adecuados, de no existir un gemelo
idéntico. Es evidente que en este caso se trataría de tener un
hijo (esa sería la clona) con el sólo ASPECTOS ÉTICOS DE
LA CLONACIÓN HUMANA 91 Esta obra forma parte del
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https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv DR © 2003. Instituto de
Investigaciones Jurídicas - Universidad Nacional Autónoma de
México Libro completo en: https://goo.gl/EdQ7Xo propósito de
tener una fuente de órganos compatibles, lo cual convertiría al
nuevo individuo (la clona) en un objeto de uso, y no en una
persona, con las consecuencias obvias de esta situación. ¿Se
le educaría y cuidaría para que cumpliera con su función de
donador? ¿Cuál sería el impacto psicológico sobre él o ella al
saber el motivo por el que está en el planeta? ¿Se le
descartaría si al cabo del tiempo el receptor no hubiera
requerido sus órganos? Independientemente de otros
problemas adicionales que se pueden vislumbrar, parece claro
que esta justificación es inaceptable porque no reconoce en la
clona a un ser humano, sino que se le considera una cosa,
una máquina productora de órganos de reemplazo, lo que
parece estar claramente en contra de los derechos humanos
más elementales. 3) Un empresario exitoso, un científico
genial, un artista extraordinario, un escritor o filósofo de
influencia universal, un deportista excepcional, un líder social
carismático cuya obra benefició a muchos, argumenta que es
razonable preservar para la humanidad sus genes, pues
aunque es posible que por azar surja otra mente similar o
superior, considera que su propia clonación es un
procedimiento menos incierto. Probablemente nadie objetaría
que cada cierto tiempo nacerá un Einstein, un Mozart, un
Gandhi o un Picasso, y qué mejor que tener sus réplicas
(clonas). Este razonamiento incluye una falacia, que consiste
en creer que el hombre es lo que es únicamente en función de
sus genes, ignorando la gran influencia del ambiente,
incluyendo época, educación, relaciones familiares y sociales,
que podrían producir adultos con características diferentes a
las del donador. A esto cabe agregar que los valores cambian
con el tiempo, y que lo que hoy se considera como una
cualidad social pueda no serlo en el futuro. 92 RUBÉN
LISKER Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca
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https://biblio.juridicas.unam.mx/bjv DR © 2003. Instituto de
Investigaciones Jurídicas - Universidad Nacional Autónoma de
México Libro completo en: https://goo.gl/EdQ7Xo 4) Quisiera
hacer hincapié en que si el nacimiento de un ser humano por
clonación lo convierte en un ser humano más, genéticamente
idéntico al donador, los dos problemas principales en nuestra
especie son: a) problemas éticos, ya que no debe haber
hombres de primera o de segunda clase y todos deben gozar
de las garantías proclamadas en la Declaración Universal de
los Derechos del Hombre, y b) problemas para cumplir los
objetivos deseados, ya que no se puede asegurar que la
conducta y actitudes de los clones vayan a ser iguales a las de
los donadores, en lo cual radicaba la justificación del
procedimiento. En efecto, el clonar a Einstein, Mozart o
personajes similares, no garantiza que resulten físicos o
músicos geniales. Tengo la convicción de que si algún día se
producen clones humanos, cada clona deberá considerarse
como un ser humano completo con todos sus derechos, y que
la clonación sólo sería otra forma de producir bebés, con la
obligación de mantener la confidencialidad de este hecho para
evitar que fuera tratado como ciudadano de segunda clase.
Parece claro que, hoy por hoy, debe rechazarse la posibilidad
de clonar a un hombre con fines utilitarios, simplemente
porque no parece tener ningún sentido y en muchos casos no
es ético. De las diferentes razones que hemos imaginado para
justificar la clonación humana, salvo tal vez el primer caso
mencionado (la esterilidad de la pareja), ninguna nos parece
aceptable. Esto puede cambiar en el futuro, y debemos
mantener la mente abierta a esa posibilidad, siempre y
cuando, además de considerar como válida alguna razón, el
ser humano clonado, reiteramos, tenga los mismo derechos
que los demás. ASPECTOS ÉTICOS DE LA CLONACIÓN
HUMANA 93 Esta obra forma parte del acervo de la Biblioteca
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XIV. V. CLONACIÓN PARA INVESTIGACIÓN La pregunta clave
es: ¿qué tipo de información científica podría obtenerse de la
experimentación en humanos que no se pueda lograr
estudiando otras especies? De haber alguna, a pesar de ser
controversial, yo no tendría problema con ello, dada la
evidencia de que estudios anteriores de clonación en otras
especies han proporcionado información valiosa en áreas
como el cáncer, la inmunología y el envejecimiento celular,
entre otras. Ya hay, además, resultados iniciales de la
diferenciación de células madres humanas tomadas de
embriones jóvenes (también llamadas totipotenciales) en tejido
muscular, neurológico, hepático, etcétera, con posibles usos
terapéuticos en enfermedades como Parkinson, Alzheimer,
lesiones medulares, infarto del miocardio, diabetes mellitus,
cáncer, cirrosis hepática y distrofia muscular, entre otras. Se
está en la fase de averiguar si las células madres obtenidas de
sitios diferentes al embrión humano (sitios no controversiales)
son igual de eficaces para diferenciarse en los diferentes
tejidos, y de serlo, hasta la controversia desaparecería. Mi
postura, sin embargo, es clara: de ser necesario seguir
investigando con células madres obtenidas de embriones
humanos jóvenes (menos de 7 días), habría que hacerlo en
beneficio de la humanidad entera, incluyendo, por cierto, a
quienes se oponen a ello en la actualidad.
El estudio describe la ética propuesta por Aristóteles a través de la literatura de investigación

sobre el tema de los principales elementos contenidos en la obra del autor, que se consideran los

conceptos éticos fundamentales de la felicidad y la virtud. La felicidad es descripta por Aristóteles

como una actividad del alma del ser humano en consonancia con las virtudes. Estas son las

acciones humanas que instruidas por la prudencia conducen el hombre a la contemplación del

bien y de una vida feliz. La virtud es identificada por Aristóteles como siendo lo que orienta hacia

la búsqueda de lo que es absoluto para la práctica del bien que conduce a la calidad moral de los

actos verdaderamente buenos y justos, a la felicidad de una vida ética. Por fin se presentan

algunas consideraciones sobre la distinción entre la ética y la moral, los valores y virtudes para que

el ser humano pueda repensar la manera como estas acciones puedan contribuir a la elevación de

una vida mejor, a través de la educación por el amor y respeto entre otros. Seremos vigilantes y

protectores de la virtud y, principalmente de las soluciones éticas con el propósito de disminuir los

males sociales del ser humano. Palabras clave: ética – Aristóteles - virtudes - felicidad.

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