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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE

CHIAPAS
ESCUELA DE CIENCIAS QUÍMICAS
SEDE OCOZOCOAUTLA

CARRERA: LIC. EN QUÍMICO FARMACOBIÓLOGO

ASIGNATURA: VIROLOGÍA

“CICLO CELULAR Y RESPUESTA INMUNE CONTRA VIRUS”.

CATEDRÁTICO: MTRO. RAÚL EDGARDO CRUZ CADENA

SEMESTRE: 8° GRUPO: “A”

ALUMNO: SAMAYOA CHANDOMI GUSTAVO EMMANUEL

TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIAPAS; A 31 DE OCTUBRE DE 2021


 Crecimiento celular.
El crecimiento celular es el proceso mediante el cual las células se reproducen y,
de esa manera, pueden cumplir con su ciclo y funciones específicas en el
organismo de los seres vivos.

 Ciclo celular.
El ciclo celular se describe como la secuencia general de acontecimientos que se
producen durante la vida de una célula eucariota y se divide en cuatro fases
diferenciadas:
1) La mitosis o fase M, corresponde a la fase de división celular.
2) Luego viene la fase G1 (del término gap o intervalo) que ocupa la mayor
parte del ciclo.
3) Le sigue la fase S, o fase de síntesis de ADN.
4) Durante la fase G2 se prepara la mitosis con una célula tetraploide que
entra en la fase M y en el comienzo de un nuevo ciclo celular.

 División celular.
La división celular es una de las partes fundamentales del ciclo celular,
en donde una célula madre forma unas células hijas y así
sucesivamente. Mientras los organismos unicelulares crecen en
población mediante este proceso; los organismos pluricelulares forman
tejidos y desarrollan su anatomía. De tal forma que es gracias a la
división celular que la vida puede propagarse por el mundo.

 Proliferación celular.
La proliferación celular es el proceso por el cual una célula crece y se
divide para producir dos células hijas. La proliferación celular conduce
a un aumento exponencial del número de células y, por lo tanto, es un
mecanismo rápido de crecimiento tisular. La proliferación celular
requiere que se produzcan al mismo tiempo tanto el crecimiento como
la división celular, de modo que el tamaño medio de las células
permanezca constante en la población.

 Mitosis.
La mitosis es un tipo de división celular en el cual una célula (la madre) se divide
para producir dos nuevas células (las hijas) que son genéticamente idénticas entre
sí. En el contexto del ciclo celular, la mitosis es la parte donde el ADN del núcleo
de la célula se divide en dos grupos iguales de cromosomas.
La gran mayoría de las divisiones celulares que suceden en tu cuerpo implica
mitosis. Durante el desarrollo y el crecimiento, la mitosis llena el cuerpo de un
organismo con células, y durante la vida de un organismo, sustituye células viejas
y gastadas con células nuevas. Para los organismos eucariontes de una sola
célula, como la levadura, las divisiones mitóticas en realidad son una forma de
reproducción que agrega nuevos individuos a la población.

 Quiescencia.
En el estado de quiescencia, la célula cumple con todas sus funciones específicas,
al igual que en el caso anterior, pero sin duplicar su contenido genómico ni
dividirse. A estos dos estados diferentes los une, inevitablemente, una de las más
cruciales decisiones que toda célula de los metazoos debe adoptar, decisión que,
erróneamente tomada, puede causar daños irreversibles y fatales para todo el
organismo. Es así que una célula proliferante debe optar entre continuar en el ciclo
celular dando otra ronda de división o, por el contrario, quedar en estado de
quiescencia. De igual modo, las células quiescentes deben decidir si continuar en
un estado no proliferativo o ingresar al ciclo celular y dividirse. Durante el
desarrollo temprano, muy pocas células abandonan el ciclo celular, pero en el
estado adulto, la mayoría de ellas se encuentran en estado quiescente. Sólo
células especializadas, tales como las del sistema hematopoyético, el epitelio
intestinal o hepáticas, mantienen una proliferación activa en el organismo adulto.
 Sistema inmune contra virus.
Los virus encuentran un medio propicio al infectar organismos pluricelulares ya
que confrontan un ambiente que les permite afectar un gran número de células
permisivas idénticas. Durante miles de años los organismos de los vertebrados
han desarrollado un potente sistema inmune que posee mecanismos de defensa
innatos (no específicos) y adaptativos (específicos) para controlar a los invasores.
Los elementos de defensa innata se encuentran siempre listos para iniciar en
forma inmediata una acción de defensa, mientras que los linfocitos T y B
encargados de los mecanismos de defensa específicos, requieren de un tiempo de
respuesta que les permita la proliferación (expansión clonal) y la diferenciación
(generación de células efectoras). Los mecanismos de defensa innatos son
necesarios para la respuesta temprana a la infección, para contener a algunos
agentes que no son eliminados y mantenerlos en estado de latencia, mientras que
los mecanismos de defensa específicos son indispensables para eliminar el
patógeno y las células infectadas. Los agentes infecciosos y el sistema inmune
han evolucionado en forma paralela, de suerte que se ha establecido un punto de
equilibrio entre ambos. Las infecciones virales han jugado un papel de selección
natural sobre los individuos de una forma eficaz al sistema de vigilancia inmune.
En forma paralela, los individuos que han sido menos capaces para resolver
infecciones virales han muerto.
El sistema inmune tiene tres funciones fundamentales:
1. El reconocimiento temprano del agente infeccioso.
2. La amplificación de la respuesta inmune, mediante mecanismos rápidos de
activación.
3. El control negativo de los mecanismos de respuesta cuando la infección ha
cesado.
Los virus al comportarse como parásitos intracelulares obligados, presentan
ciertas particularidades con respecto al tipo de respuesta inmune que
desencadenan en el huésped. Los virus confrontan el sistema inmune de dos
maneras: como antígenos complejos (virus libres) o como antígenos integrados en
células infectadas. Las infecciones por agentes intracelulares inducen respuesta
inmune específica de tipo humoral (generación de anticuerpos) y celular mediada
por linfocitos CD8+ (citotoxicidad); ambos tipos de respuesta son importantes en la
recuperación del proceso infeccioso. Mientras que los linfocitos T reconocen los
antígenos asociados a moléculas del complejo mayor de histocompatibilidad de
clase I (MHC I) presentes en la superficie de membrana plasmática, los
anticuerpos producidos por los linfocitos B diferenciados en células plasmáticas,
tienen la posibilidad de reconocer antígenos presentes en la membrana, asociados
a proteínas de membrana (MHC tipo II) o como antígenos solubles.
El tipo de respuesta a la infección viral se encuentra en íntima relación con las
características de la infección viral en el individuo (su historia natural). El
comportamiento in vivo del agente infeccioso, bien sea ocasionando infecciones
localizadas en las mucosas o aun produciendo infecciones sistémicas, es un factor
importante que se relaciona con la amplitud y la calidad de la respuesta inmune. Si
la infección y replicación virales se limitan a las membranas mucosas, la respuesta
desencadenada en gran medida se relacionará con una respuesta humoral local,
con producción de anticuerpos de tipo IgA secretoria y con la síntesis de
interferón. Por el contrario, si se produce una infección de tipo sistémico, entran en
juego mecanismos de defensa específicos tanto humorales como celulares.
Elementos celulares y humorales involucrados en la respuesta inmune innata y
adquirida Las células involucradas en la respuesta innata son las células NK,
macrófagos, células dendríticas, monocitos y polimorfonucleares. Las sustancias
liberadas son el interferón de tipo 1, el factor de necrosis tumoral, las citoquinas y
quimioquinas, la IL-15 y el complemento. Las células encargadas de la respuesta
inmune específica incluyen los linfocitos T, CD4+ y CD8+, los linfocitos B y los
plasmocitos. Los factores humorales específicos incluyen los anticuerpos de tipo
IgM, IgG e IgA. Abreviaturas. IFN: interferón. TNF: factor de necrosis tumoral. IL-
15 interleuquina 15. Ma: macrófago. DC: célula dendrítica. Mo: monocito. PMN:
neutrófilo. NK: célula natural asesina. LT: linfocito T. LB: linfocito B. Plas:
plasmocito. Ig: inmunoglobulina.
Referencias.
Principios de virología molecular. Alan j. Cann 2005 4ª edición.
Virología médica. Guadalupe Carballal. 2014 4ª edición.
Virología clínica. Luis Fidel Avendaño. 2011 1ª edición.

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