Está en la página 1de 2

San Vicente de Paul tenía un sistema muy interesante para dar charlas a las Hijas de la Caridad.

Previamente les anunciaba el tema del cual hablarían y una pregunta que responder. Así, por ejemplo, hablaba de la
fidelidad a Dios, y quería que ellas respondan qué es la fidelidad y qué medios tenemos para ser fieles, incluso por
escrito.

Esta conferencia está transcripta con todas las intervenciones de las hermanas y las delicadezas y salidas de un
padre, de la talla de San Vicente. Incluso les aconseja hablar más alto y no demorar la charla porque una oyente está
indispuesta.

Recomiendo que las lean, están en el segundo tomo de la BAC dedicada a San Vicente, se lo acabo de mandar a la
hermana Generosa.

Mis queridas hermanas, el tema de esta conferencia es sobre la fidelidad que debemos a Dios durante toda nuestra
vida. Este tema lo vamos a dividir en tres puntos: las razones que tenemos para ser fieles a Dios; lo que significa ser
fiel a Dios durante toda la vida; los medios para adquirir y conservar siempre esta fidelidad a Dios.

San Vicente termina esta parte diciendo: “– ¡Dios os bendiga, queridas hermanas! A todos vuestros pensamientos
voy a añadir los que Dios me ha dado, a pesar de mi ruindad y de mi miseria.”

Yo lo resumo muy sucintamente y hago la aplicación a ustedes.

La primera razón que tenemos para entregarnos a Dios, de verdad, para serle fieles, es que ustedes han entrado en
las Servidoras con la intención de vivir y morir en esta congregación, y así lo han prometido en sus votos. En este
mismo instante está el padre Bernardo con la M. Orante y.. “ad caput sancti Petri” celebrando la entrada a la vida
religiosa, mientras escucho la voz de la Hna. Betharram diciendo “estoy muy feliz de ser Servidora”. Una religiosa
heroica.

La segunda razón, dice San Vicente, es que las personas que son fieles en lo poco reciben de Dios la recompensa
debida a su fidelidad. Aquí no habla de las acciones grandes y heroicas, sino a la fidelidad en las cosas pequeñas y en
las acciones más comunes que pertenecen a la observancia de su regla. Aquí, nuevamente otro ejemplo, el hermano
Lucho, su breviario y su campana. «Tú me has sido fiel en las cosas pequeñas, yo te pondré sobre las grandes» (7)

La tercera, es que se les ha prometido la corona de gloria en los cielos a todos los que sean fieles a Dios, hasta la
muerte. Eso es lo que pedimos todos, ser fieles hasta la muerte.

Y le preguntaban, si es necesario ser fiel hasta el final: “suponeos una mujer que hubiera sido fiel a su esposo
durante muchos años y que al final lo abandonase”. ¿Se dirá de ella que es fiel?

Pues bien, mis queridas hermanas, tenéis la dicha de ser esposas de nuestro Señor; si os aconteciese la desdicha de
fallarle, no ya en vuestro cuerpo – no es eso lo que quiero decir -, sino en vuestras voluntades, ¿qué diría a sus
Servirdoras, él que es tan bueno y que desea que lo quieran como esposo? «Yo soy un Dios celoso», dice por boca
del profeta. Sí, hijas mías, Dios tiene celos del amor de sus criaturas, a las que ha creado para que lo amen. …

Una hermana que no piensa en la fidelidad que debe a Dios, empieza por descuidar unas veces una cosa, otras otra,
luego se deja llevar un poco más abajo; piensa que otra vez lo hará, que no tiene importancia, y finalmente poco a
poco cae en la negligencia.
Acerca de la tibieza, de levantarse luego de las caídas, de la sequedad en el fervor y en la desolación.

Respondió un sacerdote: “No importa que tenga que ir hacia Dios con sequedad o con entusiasmo, con tal que vaya
siempre con fidelidad”. ¿Qué es la fidelidad y qué medios? El lunes.

Popolo di Sion, che abiti a Gerusalemme, tu non dovrai più piangere. A un tuo grido di supplica [il Signore] ti farà grazia; appena udrà, ti darà
risposta.

Anche se il Signore ti darà il pane dell'afflizione e l'acqua della tribolazione, non si terrà più nascosto il tuo maestro; i tuoi occhi vedranno il
tuo maestro,

i tuoi orecchi sentiranno questa parola dietro di te: «Questa è la strada, percorretela», caso mai andiate a destra o a sinistra.
Allora egli concederà la pioggia per il seme che avrai seminato nel terreno, e anche il pane, prodotto della terra, sarà abbondante e
sostanzioso; in quel giorno il tuo bestiame pascolerà su un vasto prato.

La luce della luna sarà come la luce del sole e la luce del sole sarà sette volte di più, come la luce di sette giorni, quando il Signore curerà la
piaga del suo popolo e guarirà le lividure prodotte dalle sue percosse.

También podría gustarte