Está en la página 1de 4

Universidad Nacional Autónoma de México

H.A.T.Mexicano del s.XX


Mtra. Rosa María Gómez Martínez
Colegio de Literatura Dramática y Teatro FFyL. UNAM
Alumna: Brenda Paola Sánchez Cárdenas No. de cuenta: 312 197 139
REPORTE DE LA OBRA: EPISODIO ELECTORAL

AUTORA: ANTONIETA RIVAS MERCADO.

Poema: Cajita feliz.


Las máscaras de
La historia mexicana
Están cansadas de sonreír
A la fuerza.
De inhalar el humo de la hipocresía
Enrollado en pedacitos de mentiras
Que han salido más caras que cualquier cajetilla
Y más baratas que la vida tuya o mía.
No hay mal que dure cien años
Ni alegría que lo aguante
Y entre aquellas novedades
Llegaba con tardanza
La llamada cajita feliz
Que equivalía al precio de
Cualquiera de nosotros
Y entonces de los gringos
Empezamos a imitar
La sonrisa de una cajita feliz
Que estaba detrás de una vitrina
Donde se reflejaba
Una señora de pies descalzos que
Pedía dinero para comprarle leche
A la niña que trae en brazos.
Una cajita feliz que estaba
Tirada junto a la pila dentro de un bote
De basura sobre el cual descansa
El gato que acompaña a Don Hilario que
Al igual que muchos otros de nosotros
Se cansó de andar y al paso del tiempo
Empezó a tomar con lo poco que
Le daba la gente en su profesión
De indigente.

Una cajita feliz que estaba rota


Y medio enterrada en un tiradero
De tierra junto a unas moscas que rodeaban
El cadáver de una persona que lleva días
Tirada en el camino a Cuernavaca.
Una cajita feliz arrumbada junto
A otra cajita feliz
Junto a otra persona, junto a otra cajita feliz
Junto a otra persona, junto a otra cajita feliz
De la cual sale una cucaracha que no está tan feliz
Porque lleva día sin comer y ya le duele la panza
Camina hasta la puerta desde la
Que entra el perito que al ver
A un hombre golpeado con el disparo de una cuarenta y cinco en el cuello
Se atreve a escribir en su expediente
“Muerte natural” mientras fuma un
Porro de marihuana para
Calmar los nervios que le provocan
La era de las instituciones
Que llegaron para quedarse y es fecha
Que ya sea McDonald’s, Ford o Walt Disney
Pudieran contar mejor
Que el mismo presidente, la historia
De cualquier hogar mexicano
Pues en ninguna casa ni en la tuya ni en la mía
Faltó la Coca-cola y el cuento de
La Blancanieves para pasar el día.
Nuestra vida es un papel en blanco
Con nuestra firma de por medio
En manos de quien cayere
Dictará como nos fuere.

POEMA: Ya chupó Faros


Y así como McDonald’s antes hubo
Otro nombre menos conocido, pero más amigo
De aquella señora que se hacía llamar revolucionaria
Que acompañó las grandes juntas
Las reuniones clandestinas
A los generales, tenientes, soldados
Y los últimos momentos de aquel que estaba por dar
La última batalla antes de ser fusilado
Porque a cualquiera que está
Amarrado de manos y alma
Solo le queda chupar
La esperanza de que el más allá
Sea mejor de lo que es el ahora.

Pero a veces
Una sola es la que decide
Avanzar por la senda y dejar una carta
A su amante favorito
Camina tranquila como si fuera a comprar una soda
Llega a la tienda y pide unos Faros
Que guarda junto a la pistola de su amante
Que guarda en el lado derecho de su cintura.
Media hora más tarde
La mano de una mujer

La misma que escribió este episodio electoral

Gala un gatillo adentro de la


Catedral de Notre Dame un once de febrero
De mil novecientos treinta y uno.
Y sale una noticia con una foto en la portada con el encabezado:
Porque a nuestra Antonieta Rivas también le llegó
La hora de chupar Faros.
Fragmento de Antonieta Rivas Mercado: La mujer mexicana.
“…El criterio de la legislación de 1917 es puramente masculina, en México no hay feminismo.
En general se conceptúa a la mujer en México “buena”, extraño concepto de la virtud
mexicana que consiste en un no hacer. Cabe la duda de que dicha virtud sea fruto del temor
más que un producto espontáneo porque salta a la vista que la pasividad femenina sirve de
socio a la licencia masculina.
Las mujeres mexicanas en su relación con los hombres son esclavas, casi siempre
consideradas como cosa y lo que es peor, aceptando ellas serlo. Sin vida propia siguen al
hombre no como compañeras sinos sujetas a su voluntad y vendidas a su capricho. El
resultado es que este no estima ni respeta a la mujer y que ellas se conforman refugiándose
en lo que han llamado: su bondad. ¿Qué requisitorio merecen entonces las mujeres de
México? Como esposas toleran y sufren, como madres sufren y toleran. Nos han faltado
mujeres fuertes. Es menester que la mujer se haga capaz de dar vida moral al hombre. Es
preciso ampliar su horizonte, que se la eduque e instruya que cultive su mente y aprenda a
pensar. Que haga sentir su presencia como capaz de imprimir en la vida de otros seres el giro
que ella desee. El cultivo de la mujer será el exorcismo que la limpie de su bondad pasiva
provocando reacciones que hagan cesar en México la repetición de un siglo de historia como
el que contamos desde nuestra independencia.
Esta foto de Autor desconocido está bajo licencia CC BY-SA
Bibliografía: Podcast Historiografía Mexicana (02 julio 2020) Voz: Mónica Morales.
Antonieta Rivas Mercado y José Vasconcelos https://youtu.be/MyGzLLvtQPQ Min:32:37

También podría gustarte