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DOMINGO DE RAMOS 25 DE MARZO DE 2018

MONICION DE ENTRADA
Queridos hermanos: Después de habernos
preparado desde el principio de la Cuaresma con
nuestra penitencia y nuestras obras de caridad, hoy
nos reunimos para iniciar, unidos con toda la Iglesia,
la celebración anual de los misterios de la pasión y
la resurrección de nuestro Señor Jesucristo,
misterios que empezaron con la entrada de Jesús en
Jerusalén.
Acompañemos con fe y devoción a nuestro Salvador
en su entrada triunfal a la ciudad santa, para que,
participando ahora de su cruz, podamos participar
un día de su gloriosa resurrección y de su vida.
Recibamos al Mesías pobre y humilde como nuestro
Rey y nuestro Salvador, cantando con devoción.

LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA: Is 50, 4-7
El profeta Isaías nos hablará del siervo que se
entrega al servicio de todos nosotros. Cristo es el
siervo fiel que sufrió para salvarnos. En la lectura se
menciona: “El Señor despierta mi oído”. Pidamos
que Dios nos abra el corazón para recibir el mensaje
que Él quiere comunicarnos en esta primera lectura.
SALMO 21:
En una experiencia de desamparo, el salmista
implora la misericordia de Dios. Cristo hará suyas las
palabras de este salmo en su abandono en la cruz.
Como asamblea orante, unamos nuestras voces a la
suya diciendo:
“Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has
abandonado?”

SEGUNDA LECTURA: Fil 2, 6-11


El apóstol Pablo nos invita a seguir a Jesús en su
Pasión, humillado y despreciado por la gente, le
veremos exaltado a la derecha el Padre. Nosotros
también debemos humillarnos con Él para que
podamos participar en su gloria. Escuchemos.

EVANGELIO: Mc 14, 1-15,47


En la pasión según san Marcos que es la que se lee
en este ciclo litúrgico, vemos que Cristo como el
Siervo obediente murió y triunfó sobre los poderes
de las tinieblas. Por sus humillaciones y sufrimientos
Cristo fue exaltado. Por su muerte tenemos vida.
Hermanos, pongamos atención y escuchemos con
reverencia este gran mensaje de amor.
PRESENTACION DE LAS OFRENDAS
Señor, desde nuestra pobreza material, te
ofrecemos estos dones con nuestra fe y confianza
en ti, Dios nuestro, con ellos depositamos nuestra
esperanza en ti, Dios de amor y misericordia,
nuestro amigo en este camino para llevarnos al
cielo.

Cirios
Señor, tú eres nuestra luz, ilumina nuestras vidas,
nuestro mundo, nuestra mesa donde compartimos el
alimento cotidiano y todo lo que somos.
Flores
Señor, te ofrecemos las flores que son el signo de la
alegría y la vida, que tú con tu presencia nos das.
Ostias
Señor, te ofrecemos el pan, que luego de la
consagración se convertirán en el cuerpo de Jesús
para nacer en nuestros corazones.
Agua
Te ofrecemos Padre Nuestro, el agua, símbolo de la
vida, Jesús es el que nos da el agua para poder
caminar en el desierto de la vida.
Pan y Vino
Señor, ante tu Altar presentamos los dones de Pan y
Vino, ellos, por acción del Espíritu Santo, se
convertirán en tu Cuerpo y en tu Sangre, alimento
espiritual, que nos fortalece en el camino de la fe.
Vinajeras
Te presentamos estas vinajeras Señor, en ellas
están contenidas el vino y el agua, símbolos de tu
sangre y la purificación. Haz que asimismo, nuestro
cuerpo sea portador de tu sangre bendita.
Copón
Te presentamos Señor, el vaso sagrado en el cual
se depositará el pan que luego será el cuerpo de
Cristo vivo presente entre nosotros.
Cáliz
Te presentamos el cáliz y la patena, Señor,
utensilios sagrados para la consagración del pan y
vino, que se transformarán en el cuerpo y la sangre
de Jesús.
Víveres
Te ofrecemos Señor, estos alimentos, que son los
frutos del trabajo del hombre para gloria y alabanza
tuya.
Acepta, Señor, con bondad, las ofrendas que te
presentamos, y ayúdanos a conservar tu gracia para
alcanzar un día la felicidad eterna.

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