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INTRODICCIÓN A LA SAGRADA ESCRITURA

ABRAHAM MORALES ACOPA


LA «ECONOMÍA» DE LA SAGRADA ESCRITURA EN DEI VERBUM

Vicente Balaguer, en este artículo presenta la función de la Sagrada Escritura en la vida de


la Iglesia, donde se trata del ser y la constitución de la Sagrada Escritura, para ello hace uso
de la Dei Verbum, para entender adecuadamente qué es la Biblia en la revelación cristiana.
El autor pone de manifiesto que la Sagrada Escritura tiene dos aspectos importantes: su
inspiración y su interpretación, aun cuando esta expresión de Dios sea mediante lenguaje
humano, porque tiene como resultado la comunión y encuentro de Dios con los hombres
cuyo tipo acabado es Jesucristo.
Así mismo, menciona el autor las verdades reveladas por Dios, que se consignaron
por inspiración del Espíritu Santo y que tienen a Dios como autor, en donde se enmarca la
relación de Dios con los hombres, como relación amicial. Es por ello, que Dios al valerse
de hombre con sus mismas cualidades se tiene de la Sagrada Escritura su inspiración
divina, en concreto afirma que la inspiración se ordena a consignar por escrito la
revelación, de esta manera, la inspiración no debe entenderse como una acción de Dios
dirigida a hacer de la Escritura un acontecimiento novedoso de la revelación, sino que debe
entenderse la Escritura como revelación.
En este sentido el Balaguer dice que la Escritura no es palabra de Dios por la
inspiración, sino que la Escritura es palabra de Dios por ser revelación, y es así como Dios
se servía de los hagiógrafos «como de instrumentos» para componer los libros sagrados, sin
menospreciar su libertad y racionalidad de cada uno de ellos. Así es como Dios hace la
composición de los libros sagrados, mediante una actividad literaria. Por tanto, Vicente
Balaguer dice que se puede pensar que la inspiración hace o contribuye a hacer tres cosas:
hace que Dios sea autor de la Escritura, permite que el autor humano siga siendo también
autor, hace que la Escritura sea o pueda ser palabra de Dios. Estas tres cosas están
relacionadas entre sí, ya que lo que hacen los autores inspirados es preanunciar, narrar y
explicar la economía de la salvación.
De esta manera, como se puede notar que, en esta economía, la Escritura inspirada del
Antiguo Testamento narra y explica el plan de la salvación al pueblo elegido, al tiempo que
es una doctrina sublime sobre Dios y el hombre. Finalmente, la Escritura entera, Antiguo y
Nuevo Testamento, es, en la Iglesia, palabra de Dios.
Por último, es necesario tener presente, según el autor: la revelación como la manifestación
de la presencia dinámica, creativa y salvífica de Dios en el cosmos, en la historia, en el
hombre, culminante en Cristo, captada y traducida en lenguaje humano por hombres en los
que Dios ha puesto su Espíritu, para mantener una memoria viva y una recta interpretación
de la revelación hasta la última y definitiva manifestación de Cristo.1

1
Cfr. Vicente Balaguer, «La «economía» de la Sagrada Escritura en Dei Verbum», en:
https://www.unav.edu/publicaciones/revistas/index.php/scripta-theologica/article/download/11289/12722,
(13. IX. 2919).

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