54 SOCIEDAD/CULTURA IDEAL, SABADO.

6 JUNIO 1992

El escritor Antonio Muñoz Molina obtiene Creador

total
su segundo Premio Nacional de Narrativa J. L. T.
GRANADA

Para el autor de `El jinete Polaco', «la literatura va por un lado y los premios por otro»
` El escritor jienense afincado en Granada An-
tonio Muñoz Molina obtuvo ayer el Premio
Nacional de Narrativa 1992 por su novela `El
jinete polaco', que ya fuera galardonada el
pasado mes de octubre con el Premio Plane-
ta. Se trata del segundo premio nacional que
consigae tras el de 1988 por `El invierno en
JUAN LUIS TAPIA
GRANADA
Antonio Muñoz Molina fue
galardonado ayer con el Premio
Nacional de Narrativa 1992 por
su novela El jinete polaco, ga-
nadora de la pasada edición del
Premio Planeta de Novela . Se
trata del segundo galardón na-
cional junto al obtenido con El
invierno en Lisboa, en 1988 .
Muñoz Molina se ha convertido
en un acaparador de premios de
la narrativa española .
En su haber ya hay cinco ga-
lardones literarios, casi a obra
por galardón . En esta ocasión ha
dejado en la estacada a presti-
giosos novelistas españoles que
fueron señalados como finalistas
para el presente Nacional de
Narrativa. Se trata de Juan Be-
net con su Caballero de SaJ'o-
nia, a José Antonio Gabriel y
Galán, que concurría con Mu-
chos años después, a Eduardo
Mendicutti y su Palomo COY'o y
al polifacético Francisco Um-
bral, finalista en esta edición y
reciente premio de la Crítica con
su Leyenda del César visiona-
rio.
No obstante, el escritor jie-
nense se mostraba ayer sorpren-
dido en su residencia granadina
ante la noticia del nuevo premio.
Además, hacia menos de una se-
mana que había criticado los
certámenes literarios durante el
pregón de la Feria Provincial de
Libro de Granada. En aquella
ocasión afirmó que la prolifera-
ción de premios literarios «se va
pareciendo a la proliferación de
loterías, y el que no gana el
Cervantes se consuela con la pe-
drea del Príncipe de Asturias, y
los escritores de Corte, en lugar
de escribir, rellenan la quiniela
Lisboa'. No obstante, Muñoz Molina opina
que «la Literatura va por un lado y los pre-
míos por otro y dentro de todo había novelas
finalistas excelentes» . El autor de `Beltene-
bros' recientemente hizo unas declaraciones
en las que se refería a la `lotería' y `quinielas'
de premios que existen en España . Mufloz
El escritor Antonio Muñoz Molina.
del Nacional, a ver si cae algo».
A él le ha tocado la lotería.
En su domicilio granadino se
agolpaban las llamadas telefóni-
cas. Ya se ha acostumbrado a
los premios. Sin embargo, señaló
no tener miedo a la concesión de
tanto premio . «Si me presentara
a muchos premios, pero sólo me
he presentado a uno y me lo
conseguí. Los demás me los han
Molina sólo se ha presentado a un certamen
literario, el Planeta, y lo ganó. En su haber
ya son cinco los galardones literarios . `El
jinete polaco' dejó en la estacada a las obras
de Juan Benet, José Antonio Gabriel y Ga-
lán, Eduardo Mendicutti y Francisco Um-
bral .
ALFREDO AGUILAR
dado . No me asusta porque yo
tengo mucha ilusión en lo que
hago y la literatura va por un
lado y estas cosas por otro».
Muñoz Molina destacó la ca-
lidad de las novelas finalistas en
la presente edición del Nacional .
«Había novelas finalistas al
premio nacional de este año
muy sólidas. Además de las fi-
nalistas y las que se quedan
fuera hay obras excelentes. Ahí
están las de Javier Marías, de
Mendoza, o la novela `La buena
letra' de Rafael Chile. En Ita-
lia y Francia se asombran ante
el aluvión de escritores españo-
les y de su calidad» .
La juventud no ha sido un
obstáculo para este escritor .
Frente a la tradicional senectud
de algunos premiados, ahora pa-
rece que se apuesta por la nueva
narrativa. Para Antonio Muñoz
Molina este cambio se debe a «a
la nueva generación, a que la
gente que tiene mi edad empezó
a publicar hace tiempo y ahora
se va aceptando esa literatura.
Los premios son una forma de
señalar la presencia de los es-
critores de esa generación» .
Riesgo
Esta línea joven, para el autor
de El jinete polaco se ha roto
con el pasado premio Nacional
de Poesía . «La pasadas edicio-
nes de los nacionales de poesía
han sido un poco raras. ¿Es que
no había un poeta espanol que
hubiera publicado en 1991 un
libro que merezca ese premio?
Es un poco chocante. Pero hace
bastantes años los premios se
les están concediendo a gente
reciente. Ahí está Llamazares,
Montalbán, Luis Landero..»
Muñoz Molina elogió la filo-
sofía arriesgada de los que con-
ceden el Premio Nacional . «El
Premio Nacional ha cambiado
de ser un premio del tipo el
Cervantes o el Nacional de las
Letras, a un galardón que
arriesga más. Si le das un pre-
mio a Delibes no arriesgas na-
da, ya que tiene una obra he-
cha . Pero darle a un premio a
Landero que sólo tiene una obra
es un riesgo» .
El premio obtenido por Muñoz
Molina está dotado con dos mi-
llones y medio de pesetas como
todos los que concede anualmen-
te el Ministerio de Cultura. Lo
obra galardonada, El jinete po-
laco, según su autor «es una no-
vela sobre la reciente historia de
España que trata de refrescar la
memoria de aquellos que viven
de los falsos recuerdos del Ma-
yo del 68, cuando su auténtico
pasado huele a cutrez y miedo» .
Con su novela, Muñoz Molina
pretendió demostrar que hay to-
da una generación de españoles
«que no somos hijos del 68 ni
huérfanos ideológicos de ese
mayo francés, lo que debemos es
buscar en nuestra memoria para
apreciar el presente sin desen-
cantarnos por haber perdido al-
go que nunca tuvimos».
El jurado que concedió el ga-
lardón estuvo formado por Fede-
rico Ibáñez, director general del
Libro y Bibliotecas ; Magdalena
Vinent ; Gregorio Salvador; Ibón
Joaquín Sarasola ; Miguel Dolg ;
Andrés Sorel; Miguel García Po-
sada ; José Manuel Caballero Bo-
nald ; Eduardo Mendoza; Lour-
des Ortiz; Antonio Prieto y Fran-
cisco Darío Villanueva .
La fulgurante carrera de Mu-
ñoz Molina en el mundo de las
letras se inició en 1988 . Con sólo
32 años su novela El Invierno en
Lisboa obtenía el Nacional de
Literatura tras haber sido reco-
nocida como la mejor novela del
año y haber recibido el Premio
de la Crítica. Para entonces, se
había convertido ya en un escri-
tor totalmente a la creación, tras
haber abandonado su puesto de
funcionario en el Ayuntamiento
de Granada. Su debú en el mun-
do de la narrativa, Beatus Ille,
fue reconocido con el Premio Ica-
ro .
Natural de Ubeda, y afincado
en Granada desde los 17 años,
Muñoz Molina cursó estudios de
Periodismo en Madrid e Historia
del Arte en Granada. El cine
pronto plasmaría en imágenes
sus textos . Primero, El Invierno
en Lisboa, a la que seguiría la
adaptación cinematográfica de
Beltenebros, con la que Pilar Mi-

La palabra como ideario

OCAS carreras literarias han ob-
tenido, en tan poco tiempo, tanto
JUAN VELLIDO
ría explicar los caprichos de la naturaleza y
la literatura . No era sino un amago para
cas no cuesta nada decirla y es el único
medio de expresión al alcance de cual-
ró obtuvo un Oso de Plata en el
Festival de Berlín .
Contumaz
Desde los catorce años Muñoz
Molina era, sin embargo, un es-
critor contumaz . En Granada ve-
rían la luz sus dos primeros libros
El Robinson urbano (1984) y el

P
reconocimiento como la de Anto-
nio Muñoz Molina, quien fue ayer
galardonado con el Premio Nacio-
nal de Narrativa. El escritor jienense ha
tomado la vez a la palabra, y ha hecho de
ésta su ideario, hasta conjugar profesión y
estilo en un único acto, con el que no sólo se
comunica, sino que expresa un riquísimo
mundo interior, como si hubiera sido edu-
cado expresamente para ello . El uso de la
palabra nos ha sido dado a todos, como un
bien común. Pero ella tiene capacidad de
elección, como una adolescente hermosa
que se deja cortejar entre la multitud . «Al-
guíen quiso llegar hasta ella, pero le faltó
el aliento, o simplemente se equivocó el
camino. Otros, sin embargo, encontraron
el tono, la manera y el atajo por el que se
llega a su corazón», con estas palabras
Jean Deschamps, un dadaista francés, que-
justificar el oficio y el estilo del escritor.
En menos de cinco años, Antonio Muñoz
Molina ha obtenido los premios de la Críti-
ca, Nacional de Literatura, Planeta y Na-
cional de Narrativa. En diez años, el autor
de El jinete polaco ha pasado de acercarse
tímidamente por la redacción de un perió-
dico para dar a conocer sus escritos, a ser
requerido implacablemente por las prime-
ras cabeceras y editoriales del país . Antea-
yer, en un encuentro de escritores con el
que se clausuró una exposición de pintura
organizada por la Universidad de Granada,
Muñoz Molina habló de la palabra: «La
palabra escrita ya sabemos que no es casi
nada, pero siendo así nada es es práctica-
mente lo único que tenemos para decir la
verdad. La palabra es desdeñada porque
en estos tiempos de opulencias tecnológi-
quiera. La palabra es tan común como la
respiración y como la vida, y por eso pare-
ce fácil despreciarla . La palabra no es
importante: es elemental» .
Pero hace falta hacer de la palabra un
ideario para contar historias con un míni-
mo de credibilidad . Ahí, y en el refinada
estilo, en la prosa solemne, en su lucidez y
en su intuición, reside, tal vez, el éxito sin
precedentes de la obra de Muñoz Molina :
El robison urbano, Diario del Nautilus,
Beatus ille, El invierno en Lisboa, Las
otras vidas, Beltenebros, Córdoba de los
omeyas y El jinete polaco, constituyen
hasta ahora la obra de este escritor que en
la actualidad prepara para el rotativo El
País una novela por entregas que se publi-
cará diariamente, desde el 12 de agosto
hasta el 11 de septiembre próximos .
Diario de Nautilus (1986) . Este
último título recopilación de sus
artículos publicados en IDEAL.
Sin embargo el reconocimiento
del mundo literario le llegó con
Beatus Ille, relato en clave
faulkneriana en la que se conta-
ba una hipotética investigación
en torno a un imaginario miem-
bro de la Generación del 27 .
En 1987, año de publicación de
El Invierno en Lisboa, la fama
de Muñoz Molina se extiende co-
mo la espuma . En la estela de la
novela negra, y concebida como
un homenaje el mundo del cine y
el jazz, esta obra le acarrearía a
su autor un éxito de crítica y
público sin precedentes, que se
extiende hasta hoy, incrementa-
do con el Planeta en 1992 y aho-
ra, de nuevo, el Nacional .