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Santo Rosario A Santa Rosa de Lima

“¡Amen a la Virgen y háganla amar. Reciten siempre el Rosario!”. 


– San Pío de Pietrelcina
Santa Rosa de Lima
Festividad el 30 de Agosto - Patrona de América y Filipinas.

Recibió el nombre de Isabel, pero su mamá al ver que mientras crecía su rostro lucía
sonrosado y mostraba gran belleza, empezó a llamarla Rosa. Santo Toribio de
Mogrovejo, el entonces Arzobispo de Lima, tras impartirle el sacramento de la
confirmación en 1597 le puso definitivamente el nombre de Rosa, con el cual es
conocida ahora en todo el mundo.
Santa Rosa fue laica, específicamente una Terciaria en la Orden de Santo Domingo,
es decir, una mujer que se vestía con túnica blanca y manto negro, llevaba una vida
consagrada a Dios pero en su propia casa. Durante toda su vida buscó imitar a la más
famosa terciaria dominica: Santa Catalina de Siena.
Santa Rosa falleció el 24 de agosto de 1617, a los 31 años de edad. Menos de 50
años después de su muerte fue declarada santa para la Iglesia. Durante la ceremonia
organizada en su honor tras su fallecimiento fue aclamada por el pueblo entero e
hicieron que a los ocho días se abriera el proceso de canonización.
Antes de ser canonizada (1671) fue proclamada Patrona del Perú (1669), del Nuevo
Mundo y de Filipinas (1670). Solo en Perú hay más de 72 pueblos con su nombre.
Reflexión de Benedicto XVI
Santa Rosa de Lima puso en su vida espiritual tres puntos
esenciales:
1. La oración como un dirigirse interiormente al Señor, como estar
en su luz, como dejarse incendiar por su fuego santo.
2. El amor por Cristo, el doliente; aquel que por nosotros se ha
hecho pobre, ella también ama a todos los pobres que llegaron a ser
sus hermanos más cercanos. Mística del sufrimiento con todos los
pobres y los que sufren, que brota de la solidaridad con el Cristo
doliente.
3. Su misión. Ella deseaba poder ir a través de las calles de todo el
mundo y conducir los hombres hacia el Salvador doliente. Ahora
ella vuelve a llamar con la autoridad de Cristo a todos nosotros, a la
entera cristiandad, a vivir con radicalidad a partir del centro, de la
más profunda comunión con Jesús, porque sólo así y de ningún otro
modo el mundo puede ser salvado.
Démosle gracias por el coraje de su fe, que ÉL ha vuelto a despertar
aquí en América Latina. Pidámosle que su presencia sea cada vez
más fuerte y que su perfume se extienda desde aquí a todo el
mundo.
Homilía del Card. Joseph Ratzinger en el Santuario de Santa Rosa, 1986, Lima.
Señal de la Cruz
Por la señal de la Santa Cruz,
de nuestros enemigos,
líbranos Señor Dios nuestro.
En el nombre del Padre,
y del Hijo,
y del Espíritu Santo.

Amén
Acto de Contricción
¡Señor mío Jesucristo!
Dios y hombre verdadero,
Creador Padre y Redentor mío;
por ser Vos quién sois, Bondad infinita,
y porque os amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón el haberos ofendido,
también me pesa porque podéis castigarme con
las penas del infierno.
Ayudado de vuestra divina gracia,
propongo firmemente nunca más pecar,
confesarme y cumplir la penitencia
que me fuera impuesta.

Amén
Credo
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios,


nacido del Padre antes de todos los siglos; Dios de Dios,
Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por
quien todo fue hecho; que por nosotros lo hombres
y por nuestra salvación bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen
y se hizo hombre; Y por nuestra causa
fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día,
según las Escrituras; y subió al cielo, y está sentado
a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Credo
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro.

Amén.
Queremos ser de los Tuyos
Corazón de Jesús, queremos ser de los tuyos;
los tuyos de veras
los que no retrocedan,
los que no se desalienten,
los que no conozcan las medias tintas
ni las posturas ambiguas.
Los que lo den todo antes que traicionarte...

Por eso, te rogamos, que nos enseñes,


que nos formes, que nos venzas
y que nos enciendas en santa violencia
y en afanes de conquista…
Queremos ser de los Tuyos
Haznos Apóstoles de tu Reino,
luchadores de tu Santa Iglesia
para recorrer el mundo siempre a tu servicio, con la
sola ilusión de que Tú reines,
De que Tú seas amado,
De que Tú seas más conocido.

Nuestra Señora de los valientes,


nuestra Señora de los humildes
encarna de nuevo a Cristo
en nuestra pobre vida.

Amén, Amén
Intenciones
Rezamos
Recurrimos a ti, Santa María, y de manera
especial a Santa Rosa de Lima
para que, junto con la disposición necesaria
para rezar este Rosario
y ganar las indulgencias que la Iglesia ha
asociado a él,
nos alcances del Corazón de Jesús
y nos concedas del Padre por cada una de
nuestras peticiones.
Padre Nuestro
Padre Nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga a nosotros tu Reino,
hágase tu Voluntad,
así en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona


nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación,
mas líbranos del mal.

Amén.
03 Ave María
Dios te salve María, llena eres de gracia,
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,


ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.
Gloria
Gloria al Padre, al Hijo
y al Espíritu Santo.

Como era en el principio,


ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.

Amén.
Misterios Dolorosos

Contemplamos  la muerte de Jesús 


poniéndose al pie de la cruz junto a María.
1er Misterio Doloroso:
La oración en el
huerto
1er Misterio Doloroso:
La oración en el
huerto Salió (del cenáculo) y, como de costumbre, fue hacia el monte de
los Olivos, y los discípulos le siguieron. 
Y se apartó de ellos...y puesto de rodillas oraba diciendo:
"Padre, si quieres,  aparta de mí este cáliz;
pero no se haga mi voluntad, sino la tuya"...
Y sumido en angustia, insistía más en su oración. Su sudor se
hizo como de gotas espesas de sangre que caían en tierra". 
(Lc 22, 39-44)
Padre Nuestro
Padre Nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga a nosotros tu Reino,
hágase tu Voluntad,
así en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona


nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación,
mas líbranos del mal.

Amén.
10 Ave María
Dios te salve María, llena eres de gracia,
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,


ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.
Gloria
Gloria al Padre, al Hijo
y al Espíritu Santo.

Como era en el principio,


ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.

Amén.
Oh, Jesús Mío,
perdona nuestros pecados,
líbranos del fuego del infierno,
lleva a todas las almas al cielo
y socorre principalmente a las más
necesitadas de tu misericordia.

Dios Mío, yo creo, adoro,


espero y te amo.
Te pido perdón por los que no creen, no
adoran, no esperan y no te aman.
Gloriosa Santa Rosa de Lima, tú que
supiste lo que es amar a Jesús con un
corazón tan fino y generoso enséñanos
tus grandes virtudes para que, siguiendo
tu ejemplo, podamos gozar de tu
protección en la tierra y de tu compañía
en el cielo.
Amén
2do Misterio Doloroso:
La flagelación de
Jesús atado a la
columna
2do Misterio Doloroso:
La flagelación de
Jesús atado a la
columna "Díceles Pilato: "¿Y qué voy a hacer con Jesús, el llamado Cristo?" 
Y todos a una: "¡Sea crucificado!"...
Pilato, entonces, queriendo complacer a la gente, 
les soltó a Barrabás y entregó a Jesús, después de azotarlo, 
para que fuera crucificado". 
(Mt 27, 22; Mc 15, 15)
Padre Nuestro
Padre Nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga a nosotros tu Reino,
hágase tu Voluntad,
así en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona


nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación,
mas líbranos del mal.

Amén.
10 Ave María
Dios te salve María, llena eres de gracia,
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,


ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.
Gloria
Gloria al Padre, al Hijo
y al Espíritu Santo.

Como era en el principio,


ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.

Amén.
Oh, Jesús Mío,
perdona nuestros pecados,
líbranos del fuego del infierno,
lleva a todas las almas al cielo
y socorre principalmente a las más
necesitadas de tu misericordia.

Dios Mío, yo creo, adoro,


espero y te amo.
Te pido perdón por los que no creen, no
adoran, no esperan y no te aman.
Gloriosa Santa Rosa de Lima, tú que
supiste lo que es amar a Jesús con un
corazón tan fino y generoso enséñanos
tus grandes virtudes para que, siguiendo
tu ejemplo, podamos gozar de tu
protección en la tierra y de tu compañía
en el cielo.
Amén
3er Misterio Doloroso:
La coronación de
espinas
3er Misterio Doloroso: Los soldados le llevaron
dentro del palacio, 
La coronación de es decir, al pretorio,

espinas
y llamaron a toda la cohorte.
Le visten de púrpura y,
trenzando una corona 
de espinas, se la ciñen. 
Y se pusieron a saludarle: 
"¡Salve, Rey de los judíos!". 
(Mc 15, 16-18)
Padre Nuestro
Padre Nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga a nosotros tu Reino,
hágase tu Voluntad,
así en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona


nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación,
mas líbranos del mal.

Amén.
10 Ave María
Dios te salve María, llena eres de gracia,
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,


ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.
Gloria
Gloria al Padre, al Hijo
y al Espíritu Santo.

Como era en el principio,


ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.

Amén.
Oh, Jesús Mío,
perdona nuestros pecados,
líbranos del fuego del infierno,
lleva a todas las almas al cielo
y socorre principalmente a las más
necesitadas de tu misericordia.

Dios Mío, yo creo, adoro,


espero y te amo.
Te pido perdón por los que no creen, no
adoran, no esperan y no te aman.
Gloriosa Santa Rosa de Lima, tú que
supiste lo que es amar a Jesús con un
corazón tan fino y generoso enséñanos
tus grandes virtudes para que, siguiendo
tu ejemplo, podamos gozar de tu
protección en la tierra y de tu compañía
en el cielo.
Amén
4to Misterio Doloroso:
Jesús con la cruz a
cuestas camino del
Calvario
4to Misterio Doloroso:
Jesús con la cruz a
cuestas camino del
Calvario
Tomaron, pues, a Jesús, y él cargando con su cruz,
salió hacia el lugar llamado Calvario, 
que en hebreo se llama Gólgota, 
y allí, le crucificaron" 
(Jn 19, 16-18)
Padre Nuestro
Padre Nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga a nosotros tu Reino,
hágase tu Voluntad,
así en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona


nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación,
mas líbranos del mal.

Amén.
10 Ave María
Dios te salve María, llena eres de gracia,
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,


ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.
Gloria
Gloria al Padre, al Hijo
y al Espíritu Santo.

Como era en el principio,


ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.

Amén.
Oh, Jesús Mío,
perdona nuestros pecados,
líbranos del fuego del infierno,
lleva a todas las almas al cielo
y socorre principalmente a las más
necesitadas de tu misericordia.

Dios Mío, yo creo, adoro,


espero y te amo.
Te pido perdón por los que no creen, no
adoran, no esperan y no te aman.
Gloriosa Santa Rosa de Lima, tú que
supiste lo que es amar a Jesús con un
corazón tan fino y generoso enséñanos
tus grandes virtudes para que, siguiendo
tu ejemplo, podamos gozar de tu
protección en la tierra y de tu compañía
en el cielo.
Amén
5to Misterio Doloroso:
La crucifixión y
muerte de Jesús
5to Misterio Doloroso:
La crucifixión y
muerte de Jesús Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien
amaba, dice a su madre: "Mujer, ahí tienes a tu hijo". 
Luego dice al discípulo: "ahí tienes a tu madre"...
(después) la oscuridad cayó sobre toda la tierra 
hasta la hora de nona...y Jesús, dando un fuerte grito, dijo: 
"Padre, en tus manos pongo mi espíritu" y, dicho esto, expiró".
 (Jn 19, 26-27; Lc 23, 44-46)
Padre Nuestro
Padre Nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga a nosotros tu Reino,
hágase tu Voluntad,
así en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona


nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación,
mas líbranos del mal.

Amén.
10 Ave María
Dios te salve María, llena eres de gracia,
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,


ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.
Gloria
Gloria al Padre, al Hijo
y al Espíritu Santo.

Como era en el principio,


ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.

Amén.
Oh, Jesús Mío,
perdona nuestros pecados,
líbranos del fuego del infierno,
lleva a todas las almas al cielo
y socorre principalmente a las más
necesitadas de tu misericordia.

Dios Mío, yo creo, adoro,


espero y te amo.
Te pido perdón por los que no creen, no
adoran, no esperan y no te aman.
Gloriosa Santa Rosa de Lima, tú que
supiste lo que es amar a Jesús con un
corazón tan fino y generoso enséñanos
tus grandes virtudes para que, siguiendo
tu ejemplo, podamos gozar de tu
protección en la tierra y de tu compañía
en el cielo.
Amén
Intenciones del Papa
Padre Nuestro
Padre Nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre,
venga a nosotros tu Reino,
hágase tu Voluntad,
así en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona


nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en tentación,
mas líbranos del mal.

Amén.
Ave María
Dios te salve María, llena eres de gracia,
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios,


ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén.
Gloria
Gloria al Padre, al Hijo
y al Espíritu Santo.

Como era en el principio,


ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.

Amén.
Oración para sentir con la Iglesia
Señor Jesús, si de tu corazón herido
brotó como Esposa tuya muy querida,
nuestra Madre Iglesia.
Una, Santa, Católica y Apostólica;
dame un mismo entender, querer y sentir con Ella,
sobre todo en materias que rocen con el dogma y moral.
Ame y obedezca con pasión al Papa, tu Vicario
y una obediencia también rendida a los sucesores
de tus Apóstoles, nuestros Obispos.
Hijo fiel de tu Iglesia hasta la muerte,
su doctrina me ilumine,
sus glorias me honren,
sus persecuciones me aflijan,
sus fallas me estimulen,
por Ella ore, por Ella trabaje, por Ella sucumba.
Amén, Amén.
Salve
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, 
vida, dulzura y esperanza nuestra. 
Dios te salve. 
A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva, 
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando
en este valle de lágrimas. 
Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, 
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, 
y después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto
bendito de tu vientre.
Oh, clemente; Oh piadosa,
Oh dulce Virgen María.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, 
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro
Señor Jesucristo.
Amén
Ave María Purísima
Sin pecado concebida
Alabado sea el Corazón de Jesús
en todo lugar y tiempo…
Con María, su Madre.

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