Está en la página 1de 2

CERCA DE JESUS

ZAQUEO: jefe de los publicanos, recaudador de impuestos, rico bajo


de estatura. Era importante en la secretaria de finanzas, judío pero
bajo la autoridad del imperio romano, la gente no lo veía con buenos
ojos, tenía todo lo que hubiese deseado tener, pero no era feliz

1- Conseguir estar cerca del Maestro venciendo todos los


obstáculos
Zaqueo procuraba ver a Jesús, pero tenía una desventaja frente a la gran multitud que lo
arropaba y es que era de pequeña estatura, sin embargo, este hombre no se quedó
entretenido ni cabizbajo porque no alcanzaba sino que buscó una solución porque él de
verdad anhelaba ver a Jesús.

1-Habiendo entrado Jesús en Jericó, iba pasando por la ciudad.



Y sucedió que un varón llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos, y rico,

procuraba ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, pues era pequeño de
estatura.

Y corriendo delante, subió a un árbol sicómoro para verle; porque había de pasar por allí.

2- No importa tu posición social y económica, necesitas


ver al Maestro
Zaqueo tenía un grande deseo en su corazón, el gozaba de muchos privilegios, pero en su
alma había una grande necesidad, quería conocer a Jesús. El busco los medios para
conocerlo, se subió a un árbol sicomoro, este árbol sicomoro representa que el hombre
busca muchas manera de acercarse a Jesús, religiones, filosofías, a través de las buenas
obras o el portarse bien sin embargo cuando nosotros tenemos la intención de acercarnos a
Jesús, él se acercara a nosotros. Zaqueo tenia la necesidad de acercarse a Jesús. Quizás otra
persona, por su posición se habría avergonzado de subirse a un árbol para poder ver a
alguien. Pero para Zaqueo esto no era motivo de avergonzarse. Él quería ver al Maestro y él
haría todo lo que estuviera a su alcance para lograr este encuentro.

3- Un gozo inefable al estar frente al Maestro



Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date
prisa, desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa.

Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso.
Jesús mira hacia arriba y lo llama por su nombre… esto nos enseña que él nos conoce por
nuestro nombre y nos llama, esta tarde él nos conoce por nuestro nombre, Salmos 139.16.
Hoy es necesario que pose yo en tu casa… que no puede dejar de ser,o suceder, que es
indispensable para un fin.

¿Ven el gozo con que Zaqueo recibe a su Señor? “Entonces él descendió aprisa, y le recibió
gozoso”. A Zaqueo no le importaba ser rico, publicano ni importante, su mayor gozo en
aquel momento era ver al maestro y él lo logró. ¿Cuándo estamos delante del Señor le
recibimos con el mismo gozo y urgencia?

4- No importa tu pecado, el Maestro te llama



Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre
pecador.

A Jesús no le importó la condición de pecador de Zaqueo para irlo a visitar, pues Cristo no
vino al mundo a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento (Lc 5:32). Y en este
punto es donde llegamos a comprender plenamente el gozo de Zaqueo al saber que el
Maestro iba para su casa porque imagínese usted, siendo pecador, aún así el Maestro fue a
posar en su casa. ¡Qué alegría hubiera sentido cualquier persona al tener ese privilegio aún
teniendo esa condición de vil pecador!.

5- Un corazón arrepentido que reconoce su pecado



Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy
a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado.
Zaqueo se levanta esto quiere decir que reconoce su condición y la necesidad de que su
vida ahora sea plena en Jesús, toma una determinación y le dice Señor…
Jesús dice Hoy ha llegado la salvación a esta casa, a donde quiere posar Jesucristo? En
nuestra casa…
Vemos los frutos que produjo el encuentro con JESUS _ Su corazón fue generoso, sus
manos lavadas, su conciencia aliviada, su corazón estaba gozoso y libre. Ef. 4.24

El objetivo del evangelio no solamente es la salvación del hombre, sino también la


transformación del hombre a la imagen de Cristo,

El que permanece en él, debe andar como el anduvo. 1 Juan 2.6.

Que esta historia nos recuerde que fuimos llamados a predicarle a las almas perdidas.

También podría gustarte