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FERNANDO GONZÁLEZ.

Mariana Acosta Gómez.

Institución Educativa El Rosario.


Bello – Antioquía.
2021
INTRODUCCIÓN.
¿Quién es el ser humano?, ¿qué es el universo?, ¿por qué como pueblo mestizo
no desarrollamos nuestra propia personalidad?, ¿por qué creemos ser menos
que otras culturas?, ¿existe Dios?, ¿es válida la búsqueda espiritual?, ¿cómo se
puede un ser humano acercar a Dios?, ¿se puede hacer metafísica?, son
algunas de las preguntas que se hizo González durante su vida. No tenemos las
respuestas, lo importante es que sabemos que con ellas invitaba a una reflexión,
su principal intención: “a él le interesaba que la gente por sí misma se
cuestionara, pensara. No quería solo pensar, quería enseñar a pensar”.
Fernando González un filósofo apasionado, cuya filosofía se basa en la
búsqueda de la verdad, la vida y la cultura. Esto, a partir de una mirada a sus
procesos de creación de formas diferentes de existencia, caracterizadas por la
rebeldía y el ejercicio de libertad.
La filosofía de Fernando González no pretende ser una filosofía sistemática, sino
un canto a la vida nuestra y a la vida colombiana; siendo entonces, por ello, uno
de los pensadores más originales. Por esto, está a favor de la vida y, a partir de
esta, lucha contra todo lo que impide vivir y auto expresarse. Siendo una persona
a favor del pensamiento y criterio propio y no de una imposición ni mucho menos.
De esta manera, hace críticas a la Colombia tradicional partiendo de una idea
de Nietzsche, entendiendo que el pensamiento es un “arma afirmadora de vida.”
Colombia es el «comunismo ideológico» porque aquí no hay ideas propias, dice.
Hay que desnudar el catolicismo y los sistemas filosóficos, en particular la
escolástica, para abandonarlos.
Así pues, el autor permite la búsqueda de la identidad cultural y nacional, a través
del pensamiento individual orientado a la verdad.
OBJETIVO GENERAL DE LA CORPORACIÓN FERNANDO GONZÁLEZ.
Otraparte aglomerará el sector público, el privado, las universidades, los centros
de estudio y las personas que quieran con su actitud o su pensamiento contribuir
a que se convierta en el pulmón de ideas y vivencias que trascienda más allá de
lo local, dándole una visión universal al legado. Con ello, se busca difundir y
preservar el legado y la memoria de Fernando González Ochoa. De esta
manera, el proyecto Parque Cultural Otraparte surge como un clamor para que
Colombia se reencuentre con el mensaje y la filosofía de Fernando González,
tan inédito todavía, tan desconocido todavía, pero siempre tan inquietante y
provocador, siendo en Otraparte el eterno hogar del escritor y filósofo.
El 10 de marzo de ese año 2002 había dicho Simón González en entrevista para
el periódico El Colombiano: «La soledad es gran compañía, gran intimidad. Mi
padre, quien soñaba con Otraparte como una escuelita de solitarios, decía que sólo
cuando uno se siente solo vive y tiene fuerzas para dar. Eso queremos que pase en
la Corporación Fernando González – Otraparte. Que sea una vacuna, algo que
construya, que a ella vengan los niños y sientan que están solos y tienen que
conquistar el mundo, y las ideas, y la vida, que es lo que Dios nos dio».

Esta entidad no pretende ser un culto a un personaje que durante su existencia


quemó humildemente, y angustiadamente, su orgullo en aras de la Intimidad.
Por el contrario, busca la respuesta a la urgencia de un pueblo (Latinoamérica,
Colombia, Antioquia, Envigado) por mantener vivo el acicate hacia la superación
de sus propias miserias, hacia la afloración de sus inmensas posibilidades.
«Porque en Otraparte debe estar encendida, en silenciosa iluminación, una llama
que es de todos, porque es del pueblo, necesitado hoy más que nunca de luz en la
oscuridad».

OBJETIVOS ESPECÍFICOS DE LA CORPORACIÓN FERNANDO GONZÁLEZ.


• Convertir la Casa Museo Otraparte en un centro cultural con proyección
internacional y preservar el área como parque y jardín para beneficio de
la comunidad y la protección del medio ambiente.
• Talleres y seminarios en forma periódica con expertos en la obra de
Fernando González Ochoa y de otros autores con participación de la
comunidad.
• Desarrollar actividades de sensibilización de comunidades en temas de
cultura ciudadana y cultura vial, entre otras.
• El 10 de abril de 2001 murió Fernando González Restrepo, quien había
dedicado su existencia «a cuidar la obra y el pensamiento de su padre,
desde la soledad y una intensa vida interior». Durante un viaje a Chile,
donde conocieron una entidad dedicada a la memoria de la escritora
Gabriela Mistral («… los libros de Fernando me sacuden hondamente…»,
había dicho ella), Fernando y Simón González Restrepo habían
considerado la posibilidad de crear una institución Fernando, sin embargo,
enfermó gravemente y el proyecto fue suspendido. Fue entonces tras la
muerte de Fernando, quien conservó la herencia escrita de su padre y
gran abundancia de recortes, fotografías, libros y objetos que narran la
historia familiar, cuando Simón, ex gobernante de las islas de San Andrés,
Providencia y Santa Catalina, decidió crear la entidad que finalmente se
encargara de administrar y difundir el legado de ese «hombre genial. Así
comenzaron una serie de reuniones que dieron su primer gran fruto el 10
de abril de 2002, día del primer aniversario de la muerte de Fernando hijo.

«Con él aprendimos a ver el gallo, el gato, el perro, el árbol, un niño, un


crepúsculo, con ojos recién inaugurados. Él nos enseñó esta honrada tarea de
mirar cómo el mundo se crea cada día y renace en la pupila clara. Él insinuó que
el amor no era una palabra: era un impulso sostenido, un nombre propio, una
altura, una caída; nos mostró la posibilidad de un camino cuando todos los
caminos parecían errados. Él nos dijo la precaria y agobiada verdad del hombre».
- Manuel Mejía Vallejo.
CONCLUSIONES.
«¿Quién es Fernando González? Es un escritor inclasificable: místico, novelista,
filósofo, poeta, ensayista, humorista, teólogo, anarquista, malhablado, beato y a la
vez irreverente, sensual y casto… ¿Qué más? Un escritor originalísimo, como no
hay otro en América Latina ni en ninguna otra parte que yo sepa.»

Su método es vivencial, es un camino y hay que vivirlo, su recorrido refleja a un


personaje que está viviendo esa obra. Él se presta como personaje de su obra”.
Fernando plasmaba lo que pensaba su pensamiento con mucha sencillez. Fue
un autor que no se rindió a los vicios de la cultura tradicional, ni halagó sus
sentidos corrompidos por el pasado. Fueron la libertad de pensamiento, el agudo
lenguaje y la irreverencia escritural que lo caracterizaron, los que generaron
críticas en torno a sus radicales posicionamientos.
Como escritor, al generar composiciones en los personajes reales e imaginarios
que recreó y que fueron parte constructiva de sí mismo; como viajero, al
componer y descomponer su vida, en cada uno de los viajes físicos e imaginarios
que realizó; y como maestro, al constituirse, a través de las composiciones que
creó, en las personas que lo rodearon y en sus amigos.
Hay una variedad de temas que se hacen evidentes en sus obras, y cómo están
presentes aspectos de orden político, religioso, político, social y cultural; lo que
más llama la atención es la condición humana y cómo dicha condición es la
sumatoria de sus modos de vida y los pensamientos que se comparten. Es así
como desde el ideal de país, de sociedad que imagina resaltan la pérdida de
identidad, la ausencia de referentes comunes para el progreso, para el
desarrollo, para ser libres.

«La vida es movimiento causado por los tres grandes factores llamados hambre,
amor y miedo»
-Fernando González.
ANEXOS.
Envigado, abril 24 de 1895 - febrero 16 de 1964).
Era el segundo de los siete hijos de Daniel
González y Pastora Ochoa. Su padre era un
profesor de escuela, el cual sería retratado por su
hijo en la obra El Maestro de Escuela. La madre
era en cambio ama de casa.

Estudio en el colegio de las Hermanas de la


Presentación de donde fue expulsado cuando le
dirigió una mala palabra a las hermanas por un
castigo que el niño consideraba injusto. Serían los
primeros pasos del desarrollo de un pensamiento
crítico dentro del contexto social latinoamericano.

Fue educado por padres jesuitas, quienes infundieron en él la importancia de lo


espiritual en el ser. Por ejemplo, en Pensamientos de un viejo, entendía lo bello
como el impulso hacia el bien, donde "nada es tan bello como Dios". Fernando
creía que la vida es el camino hacia la intimidad, es la

" disolución del alma en la idea de Dios o juicio supremo de la identidad". "No
podemos vivir en lo abstracto. Por eso vino Jesucristo, en formas tan bellas, para
que pudiéramos adorar a Dios. Vino para hacerse ejemplar, camino, para que
viéramos, para que oyéramos y tocáramos la verdad"

Con respecto a su filosofía, los autores dicen que Fernando González era y es
"tan paradójico y contradictorio como la vida misma", que enseñaba con sus
obras cómo revelarse de una manera adecuada y cómo vivir verdaderamente.
No se podía enmarcar en una corriente filosófica determinada. Se acercó al
existencialismo, pues siempre buscó la importancia de la energía vital.

Para él, conocerse es impresionarse, a la vez que le veía el sentido a la vida en


la rebeldía y la oposición. Afirmaba que todo, incluso Dios, constituye una sola
cosa. Buscaba siempre la individualidad; veía en los latinoamericanos la raza
universal, que no debía imitar a los extranjeros, sino ser autónoma; no debía
avergonzarse sino enorgullecerse y creerse capaz.

Amó a su pueblo, queriendo también que este fuera mejor. Manejó un gran estilo
y aún sigue siendo una lección para todos. Para él, la vida era el presente, lo
cotidiano. Permaneció joven de espíritu, incluso al morir.
Muere el 16 de febrero de 1964 en Envigado, Antioquia, en una casa que llamo
"Otraparte", hoy convertida en museo en su honor.

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